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COMPAÑERAS FIELES

Las estrellas... esas esferas luminosas llenas de plasma y gas, con diferentes
temperaturas, distancias y radiación, esas que me han acompañado toda mi
vida1. Mi primer recuerdo con estas mágicas lucecitas, es cuando era niña, mi
mamá sentada a mi lado, en mi cama antes de dormir me leía un libro de historias
llamado “el libro de los valores” 2 del periódico el TIEMPO y mi historia favorita era la
niña de las estrellas, historia que le pedía a mi mamá que me leyera una y otra
vez, era un cuento ingles que hablaba sobre la perseverancia y de una niña que
deseaba tener una estrella titilando entre sus manos y que al final después de
caminar mucho tiempo y tener distintas conversaciones, con hadas y un
riachuelo había podido tocar una estrella fugaz, ese historia me enseño por el
resto de mi vida lo bien mencionado de la sabiduría popular “la constancia vence
lo que la dicha no alcanza”
Las estrellas me han visto llorar y me han acompañado mientras lo hago, las
veces que salía al balcón de mi casa a verlas para sentir el profundo sentido del
universo y saber que mi tristeza era tan insignificante y que por tal insignificancia
no debía darle importancia a los problemas que con el tiempo iban a ir
desapareciendo porque asi como ellas todo va pasando, muriendo y cumpliendo
su ciclo, las estrellas me han servido de bálsamo en esos momentos de dolor,
mientras mis problemas se iban desenredando poco a poco en mi cabeza y
perdiendo grado de importancia.
Pero también fueron testigo de noches de amor en las que salía a recorrer las
coloniales calles de Tunja con mi amor pasado y veían lo felices que éramos
viéndolas y siendo testigo de lo efímera que es la vida, fueron espectadoras de
un amor profundo, doloroso, lleno de pasión, pero también de cobardía e
inmadurez, una pareja de jóvenes que disfruto verlas una y otra vez en diferentes
lugares del país y prometiendo que seguirían viéndolas mientras recorrían el
mundo juntos.
Y después fueron la luz que acompaño las noches en las que tuve que caminar
sola para remediar la desilusión de entender que “el amor es eterno mientras
dura” frase celebre de nuestro querido escritor Gabriel García Márquez, las
estrellas fueron asistentes de la reconstrucción, mientras volvía a unir uno a uno
los pedacitos rotos, usando mi lagrimas como pegamento.
Y ya después de unos años las puedo observar con mas serenidad, con el
sosiego que da una cicatriz, enseñándonos que allí dolió pero que también sano
y son ellas las que me dejan hermosos y amargos recuerdos, como las mágicas
noches en el cabo de la vela, la guajira 3 donde mientras caminas, escuchas las
olas, sintiendo el viento suave en tu cara y observando la profundidad de un cielo
estrellado y te conectas de una forma sobrenatural con la naturaleza, viviendo
así una de las mejores experiencias.
Concluyo que estas pequeñas lucecitas llenas de gas son el sinónimo de los
sueños que cada noche emiten el profundo silencio de la sabiduría y que se
adueñan del cielo y del mar, convirtiéndose en nuestra comitiva en días
melancólicos, pero también jocosos.
1. National geographic que-sabes-de-las-estrellas
2. https://librerianacional.com/producto/200190
3. revistadiners.com.co/uncategorized/68480_tres-lugares-de-colombia-
para-ver-las-estrellas/

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