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Cristiano Nacido de Nuevo
Cristiano Nacido de Nuevo
Desde que nacemos, empezamos a morir. El proceso de envejecimiento es tan rápido, que
es increíble cómo la tersa y estirada piel del bebé luce arrugada y sin vida a la vuelta de
unos pocos años. Esta es la experiencia de todos los seres humanos. Es resultado del
nacimiento físico, del nacimiento de la carne. Todos los que así nacen irremediablemente
han de morir. ¿Hay alguna posibilidad de escape? Y si la hay, ¿cómo puedo hacerla efectiva
en mi vida?
mundo es traumático desde el mismo acto de nacer hasta el acto de morir. ¿Cómo
sobrevivir a esta realidad? ¿Cómo hacer que lo viejo que somos desde que nacemos quede
en el pasado?
El nacimiento bíblico
transformación, que el individuo que “está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas
pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17). El cambio es espectacular.
criatura humana, es renovada. Todas lo viejo propio de este mundo de pecado queda en el
La novedad de vida es tan completa, que así como “nadie remienda un vestido viejo con
un retazo de tela nueva… ni tampoco se echa vino nuevo en odres viejos” (Mateo 9:16,17),
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la vida nueva no es un remiendo que se añade a la vieja vida de la persona. “Más bien el
vino nuevo se echa en odres nuevos” (Vers. 17), pues Dios, el autor del nuevo nacimiento
Sin embargo, para que este nuevo nacimiento ocurra, el pecador debe experimentar el
milagro de la conversión; por eso el profeta Ezequiel hace este solemne llamado:
de ruina. Echad de vosotros todas vuestras transgresiones con que habéis pecado”
Ezequiel 18:30, 31). Si el pecador se arrepiente, es entonces que “os daré un corazón
nuevo, y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros”, afirma el Señor en Ezequiel 36:26.
Cuando Dios hace nueva a la persona incluye una manera nueva de sentir en el corazón,
una nueva manera de pensar, y un nuevo espíritu, es decir, una nueva actitud.
Pero para que el nuevo nacimiento sea posible, debe haber arrepentimiento y conversión.
Al respecto, Elena de White comenta que “muchos reconocen que Jesucristo es el Salvador
(Reavivamiento, p. 33). Está claro que debe haber un abandono del pecado.
Estamos hablando de una nueva creación, a través de la cual llegamos a ser hijos de Dios.
del pueblo de Dios era la circuncisión, pero ahora, en el contexto del nuevo nacimiento,
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“en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación”
heredero de todos los efectos del pecado, pero ahora, en la nueva creación en Cristo, las
cosas viejas pasaron y “he aquí yo hago nuevas todas las cosas” (Apocalipsis 21:5), afirma
categórico el Señor.
Así como un retazo viejo no se mezcla con uno nuevo, la vida vieja no se mezcla con la
nueva vida en Cristo. Por eso, “en cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo
hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y vestíos del nuevo hombre,
creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad” (Efesios 4:22, 24). La vida nueva
no le puede dar espacio a la antigua manera de vivir. ¿Cómo se puede lograr esto en la
Hay una dimensión que debe estar clara en la mente del cristiano, y es que el nuevo
nacimiento no es un asunto emocional sino espiritual. Por supuesto, tampoco tiene que
ver con lo carnal, porque más bien nos hemos “despojado del viejo hombre con sus
hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va
Puesto que Dios es espíritu, aquellos que “no nacen de la sangre, ni por deseos naturales,
ni por voluntad humana, sino que nacen de Dios” (Juan 1:13) son también seres
espirituales. Antes no lo eran, pero ahora sí lo son, y se espera que vivan a la altura de su
nueva condición espiritual. Por eso rompieron con su vieja manera de vivir, que era carnal,
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pero hoy su vida es espiritual, pues “lo que nace del cuerpo es cuerpo”, y “lo que nace del
Este nuevo hombre, que ahora es “conforme a la imagen del que lo creó se va renovando”.
únicamente mediante el cultivo del ser espiritual que lucha por imponerse sobre el ser
carnal. Por lo tanto, la vida espiritual del converso es vital en su proceso de renovación
la experiencia del nuevo nacimiento no es única en la vida del cristiano, sino que es diaria
conocimiento pleno”.
Nicodemo preguntó incrédulo: “¿Cómo puede uno nacer de nuevo siendo ya viejo?” (Vers.
4). Sencillamente no se puede explicar; simplemente ocurre, y lo creemos por fe. Ahora, si
el nuevo nacimiento es necesario para “entrar en el reino de Dios” (Vers. 5), entonces la fe
es un asunto decisivo, y cultivarla es parte inseparable del nacido de nuevo. “La fe que es
creencia arraigada en el corazón que acepta a Cristo como a un Salvador personal, segura
de que él puede salvar perpetuamente a todos los que acuden a Dios mediante él”
(Reavivamiento, p. 35).
Puesto que el nuevo nacimiento es posible solo mediante el Espíritu, entonces el ser que
nace de nuevo es espiritual. Ahora, debido a que ese ser espiritual debe irse renovando,
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¿quién produce esta renovación? ¡El mismo Espíritu! Esto significa entonces, que los
nacidos de nuevo han de vivir clamando constantemente por la unción del Espíritu. De
hecho, “a los que le piden, Jesús les imparte el Espíritu Santo, pues es necesario que cada
Mediante la obra del Espíritu Santo, la santificación de la verdad, el creyente llega a ser
Conclusión
(Reavivamiento, p. 37). Es a través de la oración que se pide el poder del Espíritu Santo.
Cuando el nacido de nuevo clama por su unción, jamás esa oración queda sin respuesta, y
entonces el Espíritu viene y renueva la vida del creyente. Puesto que el nuevo nacimiento
es una experiencia diaria, cada vez que oramos por el Espíritu, la oración es contestada y la
experiencia única, sino que “el pecador debe realizar un esfuerzo en armonía con la obra
hecha para él y con una súplica incansable, debe acudir al trono de gracia para que el
poder renovador de Dios llegue hasta su alma” (Reavivamiento, p. 37). Se acude al trono
Por lo tanto, se es un cristiano nacido de nuevo mediante una comunión espiritual con
Aquel que hace posible que en nuestra vida todas las cosas sean hechas nuevas. Hacer las
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cosas nuevas es un acto de renovación, y eso incluye la vida misma del creyente, quien
antes era carnal, vendido al pecado, pero ahora es espiritual, y siervo de la justicia.