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La paz en Colombia: más allá de los papeles

Daniel Sánchez Sáenz

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A lo largo de esta asignatura he tenido la posibilidad de entender un poco más las implicaciones

sociales, económicas y morales de los acuerdos de paz; lo propuesto en este acuerdo es la

apertura a una serie de transformaciones sociales que debemos aplicar de manera personal y

como comunidad, debemos entender y recordar que solo porque algo sea escrito y constituido

por el gobierno no se hará realidad, es claro que como afirma ese viejo dicho: “el papel lo

aguanta todo” y por lo tanto para conseguir una paz estable y duradera en el país es necesario

aportar desde nosotros mismos como miembros de esta nación y desde nuestros campos de

estudio. Este documento tiene como propósito dar a conocer las formas en las cuales desde mi

profesión, que es la docencia, puedo aportar para el mejoramiento y la construcción de la tan

anhelada paz; la cual es, desde mi perspectiva, una de las aspiraciones más nobles a la que

podemos llegar los seres humanos.

Primeramente es pertinente hablar sobre mi profesión que como afirmé con anterioridad es la

docencia, más específicamente, soy licenciado en inglés y por ello creo que cuento con la fortuna

de poder hacer aportes directos a la construcción de la paz considerando que esta profesión está

relacionada de manera directa con la formación de los niños y jóvenes; además, de una de las

cualidades innatas de las lenguas que es su intertextualidad.

Desde que empecé la carrera universitaria he tenido la oportunidad de conocer poblaciones

vulneradas por la guerra como lo son los indígenas embera, además de poder asistir a
exposiciones o eventos relacionados con esta situación problemática y las discusiones que se han

llevado a cabo en distintos espacios académicos acerca de la paz; todo este proceso me llevo a la

decisión de realizar con una compañera la aplicación de una unidad didáctica en las prácticas

educativas, en la cual hicimos uso de la cultura Colombiana no solo desde las cosas típicas sino

también desde las problemáticas únicas de nuestro país: hablamos de la intolerancia en las vías,

los delitos menores, la llegada de los venezolanos y la guerra interna. Nuestro objetivo fue

construir y analizar junto con los estudiantes las formas en las que podemos construir estrategias

alternas a la resolución de conflictos teniendo en cuenta que como fue afirmado en un programa

radial de ¿Qué esta Paz-ando? Hemos crecido entre la guerra y solo sabemos responder con

violencia; entre los resultados, pudimos tener una discusión fructífera en la cual pudimos

concluir inicialmente que el dialogo es una solución más viable.

El propósito de contar esta experiencia es demostrar una de las formas en las cuales se pueden

hacer aportes desde esta profesión, considero que el educar y formar a los estudiantes con la idea

de que la violencia causa más violencia y de que existen otras formas de resolver conflictos es

necesario; como profesores también tenemos la capacidad de crear talleres y proyectos para

llevar acabo con los padres de familia; el hecho de trabajar con seres humanos directamente nos

da la oportunidad de orientarlos para diseñar estrategias que promuevan la paz desde los entornos

sociales particulares como es la familia hasta lo general que es la ciudad y el país.

La guerra no se acaba desapareciendo las armas, ya que, son solo herramientas pero si tenemos

la capacidad de transformar la forma de pensar de las nuevas generaciones, hay una probabilidad

un poco más alta de que las situaciones conflictivas sean menos trágicas y menos frecuentes. Por

otro lado, también es bueno comentar que parte del proceso de acabar con el conflicto armado
también tiene que ver con el cuidado de la naturaleza, esto debido a que como seres humanos

debemos hacer las paces con el ambiente y no destruirlo.

A manera de conclusión es apropiado hablar del cambio en uno mismo como integrante de esta

sociedad, antes de tener la capacidad para contribuir a un cambio, hay que cambiar uno mismo

desde las cosas pequeñas, saludar y agradecer a quien nos presta un servicio, ceder la silla a

quien realmente la requiera independiente de que sea azul o roja, en definitiva toda acción que

transforme las conductas sociales de manera positiva, finalmente es bueno que nos interesemos

por estos temas y situaciones del país, soy consciente de que si no es por ser una asignatura

formal muchos de nosotros no sabríamos casi nada al respecto, así empieza un educación para la

paz, una educación que no pretende cambiar el país sino a las personas, para que así estas

personas cambien al país.

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