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Control de Lectura 1 Ingenieria Metodos 2017-10
Control de Lectura 1 Ingenieria Metodos 2017-10
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Capitulo 4
PRODUCTIVIDAD
EL DESPILFARRO
Hace algunos años, el director de una empresa australiana de ingenieria mostraba
orgullosamente su fabtica a un distinguido industrial japonés. El visitante asentía
educadamente a medida que se presentaban una serie de maquinas, herramientas y
robots soldadores controlados por computadoras. A medida que iba mostrando los
suelos relucientes y los numerosos cajones coloreados que había en cada sección para
recoger los residuos, el director manifestaba lo orgullosa que estaba su empresa del
nivel de mantenimiento de las instalaciones. "Solo tardamos quince minutos diarios
en limpiar las zonas de trabajo y retirar de los talleres todos los residuos".
Al cruzar un espacio abierto entre los talleres, el visitante japonés señalo una serie de
grandes contenedores industriales de desperdicios llenos de diferentes clases de
materiales y pregunto que era aquello. El director le explico que todos los residuos se
clasificaban para su reciclaje y eran retirados por un contratista especializado. "El
dinero que recibimos por estos desperdicios nos paga el costo de su retirada, que, por
tanto, no nos cuesta un solo centavo".
"En Japón no actuamos así. Hacemos que todos los jefes de departrunento se pongan
una bata y una pru· de guantes recios y clasifiquen los mateiiales desechados en pilas
de materiales similares. Por ejemplo, colocamos cuchillas de las maquinas en
montones separados según los materiales. Los papeles de documentos inservibles los
ponemos en otro montón~ hacemos otra pila con piezas de rechazo, etc. Entonces
analizrunos con cuidado los materiales de cada pila para decidir de donde proceden y
nos preguntamos porque utilizamos tanta energía en hacer materiales que luego han
de tirarse. Al cabo de cierto tiempo, iderunos entre todos la manera de evitar este
derroche, lo cual no solo mejora nuestros productos y procesos, sino que trunbién
elimina la necesidad de gastar un tiempo excesivo en el mantenimiento de las
instalaciones".
Este caso ilustra las actitudes totalmente diferentes que tienen los directivos de tratar
la cuestión de los desperdicios. Los japoneses aborrecen el derroche porque
representa gastar inútilmente una energía preciosa y ocupar un espacio valioso. Su
lucha no tiene por objeto encontrar una manera efectiva para retirar el matetial
desechado, sino eliminar para siempre la causa de tales desechos.
Los directivos convencionales s~ han vuelto tan tolerantes con el derroche que ya no
saben como reconocerlo excepto en sus fonnas más extremas.
Las empresas penniten no sólo el deIToche generado interiormente, sino también que
otros les impongan su propio denoche. La calidad no fiable de los proveedores se
tolera, y se ponen en marcha procesos de inspección para detectar e identificai·
deficiencias que no deberian existir. Las reglamentaciones y los esquemas
gubemainentales toleran también esta sangría de energía que no aporta beneficio
alguno a las empresas. Se sopo1tan los anacronismos de un sistema industrial
dominante en el siglo XlX, a la vez que se pennite la imp01tación de desechos.
Todas las acciones que se emprendan en cualquier tipo de trabajo han de orientarse
hacia un resultado que no requiera ninguna acción posterior, y esto ha de conseguirse
con el menor gasto posible de energía. Volver a hacer algo porque no se hizo
correctainente la primera vez es el peor de los despilfarros. La eliminación de \
desechos no está limüada por los problemas fisicos que puedan aparecer, sino por la
mentalidad de las personas implicadas. Todas ellas han de estar prepai·adas para abrir
bien los ojos y centrarse en el problema de manera que sean cada vez más sensibles a
todos los aspectos de los esfuerzos malgastados.
MEDIDA DE LA PRODUCTIVIDAD
La productividad puede definirse, simplemente, como la proporción entre entradas y
salidas. Las entradas se refieren a la energía empleada en los procesos necesarios para
producir las salidas. Cuanto mayor sea el esfuerzo empleado, mayores serán las
entradas y, por consiguiente, menor la productividad. Las salidas son todo lo que se
produce, mientras que las entradas son todo lo utilizado. Diversas combinaciones de
entradas y salidas dan diferentes niveles de productividad:
El verdadero trabajo con valor añadido es el que se añade directamente al valor del
producto durante el proceso de elaboración. Por ejemplo, las operaciones que
cambian de fonna los materiales, como los procesos de troquelado, prensado,
soldadura, mecanización, montaje o pintura son procesos de trabajo discretos que
añaden valor a las operaciones precedentes. Almacenar trabajo entre operaciones no
representa ningún valor añadido porque aumenta el coste del producto, pero no su
valor. Un procesado continuo añade valor a medida que la mate1ia prima va
reconvirtiéndose sin cesar. Por ejemplo, el refinado de petróleo, la separación del aire
entre diferentes gases, la purificación del agua, así como muchos procesos químicos
patentados. Sin embargo, incluso con un procesado continuo, el almacenamiento de
materias primas y el producto final son actividades que no tienen valor añadido y que,
en cambio, aumentan los costos.
El objetivo es eliminar el trabajo que no aporta valor añadido.
Primera etapa. 5% AYA Fundición, troquelado, solda<lw-a, moldeado,
mecanizado, montaje, ele.
1--~~~~~~~~~
!<lentificar el
porcentaje <le la ASYA Diseño de producto, diseño de herramientas,
/\V/\ con relación 45% estudio <le! trabajo, control de calidad, ele.
al ASVA y al SV/\
50% ASVA
Inmediatamente debajo del nivel de soporte sin valor añadido se encuentran las
actividades que no generan valor añadido, pero que existen porque son el resultado de
todas las deficiencias y eITores que se Jum ido perpetuando en la empresa. Son fallos
las materias primas para actividades que no producen valor añadi~o. Los desechos, la
repetición de trabajos, las reparaciones, las sustituciones, las destrucciones, las
concesiones, las manipulaciones, la sobreproducción, el servicio de campo, las
inspecciones y otTos muchos errores de una dirección convencional caen dentro de
esta .zona de penumbra de las deficiencias acumuladas.
La significación de esta división de trabajo entre actividades con valor añadido y sin
valor afiadido es que, en las fábiicas convencionales, el trabajo con valor añadido es
inferior al 5% de la cantidad total de trabajo efectuado. Las empresas de categoría
mundial aspiran a una proporción del 50% de valor afiadido y 50% de actividades de
soporte sin valor añadido, con cero en valor no añadido.
La tarea inicial que hay que emprender es que las personas tomen conciencia de que
estas prácticas son, en realidad, un derroche, y el derroche no debe aceptarse como
parte inevitable <le la vida industrial, como algo con lo que hay que convivir, como
algo que ha de tolerarse. Con el tiempo, los directivos adquieren ceguera para el
derroche hasta que, eventualmente, éste entra a formar parte de la cultura de la
empresa. Para hacer que el deIToche sea respetable, se desanollan sistemas y se
introducen funciones especiales. Eventualmente, sus causas se entienan bajo el peso
de la burocracia que él mismo ha creado.
2. Existencias
Todos los materiales, componentes y productos acabados almacenados como
existencias pierden valor. Las causas de unas existencias excesivas pueden ser, entre
otras: sobreproducción, mala previsión de ventas, largo tiempo de entrega por parte
de .los proveedores, deficiente planificación de la producción, stocks máximos y de
segmidad, tolerancia de restos y de piezas repetidas, tiempos de planificación
demasiado largos, cuellos de botelJa en la producción, entrega tardía de materiales,
mal control de materiales almacenados, problemas de calidad. Mal control de la
documentación y obsolescencia de Jos productos. Las existencias excesivas son todo
un catálogo de incompetencia gestora y una de las mayores pérdidas de energía.
5. Pérdidas de tiempo.
Si los componentes no están diseñados y hechos con la coneccióu que exige un
montaje fácil, habrá unas pérdidas de tiempo excesivas. Si los procesos no son los
adecuados, el personal perderá tiempo en el montaje de los componentes. Los
continuos intentos para poner apunto una máquina es un indicador de que el proceso
no se halla bajo control estadístico o que las tolerancias del componente no son las
adecuadas a la capacidad del proceso. Una falta de comprensión de la variación del
proceso es la causa principal de las pérdidas de tiempo por la reacción que se produce
ante una inesperada variación que no puede cambiarse sin cambiar antes el proceso.
6. Movimiento excesivo
un·a estación de trabajo mal diseñada es causa de que el personal malgaste energía
en movimientos innecesarios. Si la cantina y los lavamanos están situados demasiado
lejos del lugar normal de trabajo, d personal tendrá que andar centenares de
kilómetros innecesarios a lo ]argo del año.
Situar los departamentos que prestan asistencia al trabajo de valor añadido en oficinas
alejadas de las personas productoras de valor añadido aumentan los movimientos
innecesarios. Las herramientas, los equipos, los mateiia1es y Ias instrucciones que se
necesitan para realizar el trabajo han de colocarse en el lugar más conveniente para
que el operario ahorre energía. En las empresas de categoría mundial el personal de
primera línea no ha de ir a buscar ayuda, sino que Ja reclama para que ésta vaya a
ellos.
7. Piezas defectuosas
El tiempo y la energía que se pierden en rehacer piezas defectuosas nunca se
recuperan. Los defectos de estas piezas son causa de las principales interrupciones en
la marcha del trabajo. El Costo de las fallas es todavía mas alto cuando es el cliente
quien descubre Jos defectos. Las empresas de categoría mundial tienden a que los
niveles de defectos sean inferiores a seis piezas por 1nillón. Una típica fabrica
convencional, si es que mide sus piezas defectuosas, se dará por muy satisfecha si
esta proporción es de seis partes por mil.
8. Equipamiento defectuoso
Un equipamiento mal diseñado o con un mantenimiento deficiente contribuye
mucho a Jos defectos de producción, a l_a interrupción de] ritmo de trabajo ya los
accidentes. En las empresas convencionales, el mantenimiento es poco más que un
servicio especializado en averías. ¿Se rompe algo? Pues se arregla. Las empresas de
categoría mundial recurren a un mantenimiento preventivo como factor de
competencia. Los equipos se mantienen a un nivel óptimo de eficacia mediante la
práctica de un mantenimiento total productivo cuya finalidad es cero rupturas. Una
plantilla multidisciplinatia permite que Jos operarios Jleven a cabo un rutinario
mantenimiento diario, que incluye la lubricación y la limpieza. Cada vez más se
incorporan a los equipos de producción dispositivos de autodiagnóstico para controlar
1
.-..._ las condiciones de] proceso y avisar en el momento en que se necesita un
manteniJ.niento preventivo. Las máquinas y los equipos trabajan por debajo de su
capacidad de diseño con el fin de garantizar fiabilidad y una vida más larga.
Los inspectores de calidad son controladores que vigilan algo que puede
repercutir negativamente en la calidad del producto. Si la responsabilidad de la
calidad es otorgada a las personas que "poseen" y hacen funcionar Jos procesos y
dichas personas la aceptan, no se necesitarán inspectores. Otro modo de vigilancia sin
valor añadido consiste en elaborar infonnes mensuales de rendiiniento, con las
correspondientes cifras financieras, que llegan demasiado tarde para adoptar las
acciones pertinentes. Las empresas de categoría mundial se caracterizan por la
ausencia de inspectores, de supeivisores de procesos y de informes.
MANTENIMIENTO
Si es que hay tma característica típica de las fábricas de categoría mundial es el alto
nivel de su mantenimiento interior. La limpieza, la pulcritud y el orden son los
distintivos de una empresa que cuida de su gente y reconoce las ganancias de
productividad resultante de esta disciplina.
Una de las ventajas que siempre reporta un programa de mejora del mantenimiento es
la retirada de desperdicios, piezas viejas, y maquinas y equipos que ya no se usan.
Todo el dinero que se obtiene de la venta de estas mercancías no deseadas debería
canalizarse para aumentar los recursos destinados al mantenimiento. Un buen
mantenimiento es, sin lugar a dudas, un buen conservador de la energía. Si la fábrica
o taller están provistos de contenedores adecuados para metal, limaduras, papel,
plástico, vidrio, aceite y otros mate1iales reciclables, todas las actividades quedan
vinculadas al deseo general que manifiesta la comunidad para la conservación de los
recursos.
Las condiciones necesarias para el desanollo de un buen trabajo son tanto fisicas
corno psicológicas. Con unas condiciones perfectamente equilibradas, el personal se
siente motivado a dar lo mejor de sí mismo. Sin embargo, hay unos límites que la
productividad de las personas no deben traspasar. Si se intenta forzar la productividad
más allá de estos límites no se obtendrán ganancias sustanciales y sí, en cambio, un
descenso del nivel alcanzado anterionnente. Es labor de la dirección crear un entorno
que pennita que la productividad evolucione hasta el nivel natural del sistema.
Si las condiciones para un buen trabajo no son visibles, la atención de los operarios se
centrará en ganar más dinero para la tarea que cumplen. Salarios más altos para la
misma cantidad de trabajo y el recurso excesivo a las horas extraordinarias hacen
disminuir la productividad. Cuando esta vía se agota, se procura reducir el tiempo que
se pasa en el trabajo. Para ello, se buscan más vacaciones pagadas, permisos por
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enfermedad y una semana laboral más cmta. Si la insatisfacción por el trabajo es
crónica, el ausentisrno dobla sus cifras hasta el punto de que, eventualmente, los
mejores empleados se marchan para buscar trabajo en otra empresa. El resultado es
un aumento de la insatisfacción y una gradual disminución de la competencia laboral
estándar de la empresa.