La entrega de bienes inmuebles aportados a la sociedad se reputa efectuada al otorgarse la escritura pública en la que conste el aporte. La entrega de bienes muebles aportados a la sociedad debe quedar completada a más tardar al otorgarse la escritura pública de constitución o de aumento de capital, según sea el caso. .
INTERPRETACION:
El párrafo primero repite, casi fielmente, el inc. 3 del art. 10 de la LGS; el
segundo párrafo tiene una redacción mucho más clara y precisa que la expresada en el inc. 4 del artículo precitado. los párrafos 1 y 2 nos dice que se pueden aportar bienes muebles e inmuebles tanto en la constitución social como al acordarse un aumento de capital. En el caso de inmuebles, por ejemplo, casas, edificios, aeronaves, concesiones mineras o muelles, ellos se “reputan” efectuados al otorgarse la escritura pública, léase de constitución social o de aumento de capital, en la que conste el aporte. reputar tiene como sinónimos: conceptuar, considerar, tener, estimar, juzgar. En el caso de muebles y tal como está redactado, su entrega debe quedar concluida a más tardar al otorgarse la respectiva escritura pública, es decir, la de constitución social o la de aumento de capital
Artículo 31.- El patrimonio social
El patrimonio social responde por las obligaciones de la sociedad, sin perjuicio de la responsabilidad personal de los socios en aquellas formas societarias que así lo contemplan.
INTERPRETACION:
la expresión “patrimonio social”, que en términos muy básicos podemos
referir como el conjunto de activos y pasivos contables, a los que habría que agregar, de una parte, los intangibles no activados, caso de lemas, nombre comercial, marcas, diseños y dibujos industriales, cartera de clientes, prestigio, contratos concertados y otros; y de otra, los contingentes no expuestos en el pasivo. El caso de la responsabilidad personal de los socios en aquellas formas societarias que así lo contemplan, se da en las sociedades colectivas (art. 265), sociedad en comandita (art. 278) y sociedad civil ordinaria (art. 295), sin perjuicio, en los tres supuestos, del beneficio de excusión.