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INSTITUTO TECNOLÓGICO DE MORELIA

“José María Morelos y Pavón”

DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE LICENCIATURA

BIOQUÍMICA

ING. BIOQUIMICA

Marcaje isotópico

ALUMNA:
Nancy Rodríguez Fonseca – 17120125

MAESTRO:

D.C. JUAN CARLOS GONZÁLEZ HERNÁNDEZ

MORELIA, MICHOACÁN; SEPTIEMBRE 2019


Introducción

¿Qué es un marcaje isotópico?

Es una técnica para rastrear el paso de una muestra de sustancia a través de un


sistema. La sustancia es marcada al incluir los isótopos poco usuales en su
composición química. Si estos isótopos inusuales son detectados posteriormente
en cierta parte del sistema, cuando estos decaen, su presencia puede ser
determinada al detectar la radiación emitida por ellos.

En el marcado isotópico ordinario, hay dos formas de detectar la presencia de


isótopos de marcado. Dado que los isótopos tienen diferentes masas, pueden ser
separados usando espectrometría de masas. Otra consecuencia de la diferencia en
la masa es que las moléculas que contienen isótopos tienen diferentes modos
vibracionales; estos pueden ser detectados por espectroscopia infrarroja.

Los trazadores que pueden marcarse incluyen sustancias químicas, células o


microorganismos.

Definición de isótopo radiactivo sus usos y aplicaciones

Un isótopo radiactivo es aquel en el cual el núcleo se descompone


espontáneamente y emite partículas y energía. Cuando la descomposición conduce
a un cambio en el número de protones, el átomo se transforma en un átomo de un
elemento diferente. Por ejemplo, el carbono radiactivo se descompone hasta formar
nitrógeno.

Los isótopos radiactivos, también conocidos como radio isótopos, son átomos que
han sido transformados de tal manera, que en su centro se encuentran localizados
un mayor número de neutrones que un átomo ordinario. Esto quiere decir que este
nuevo átomo, presenta la misma cantidad de electrones en su revestimiento externo
y este mismo número atómico se ajusta a la cantidad de protones existentes en
su núcleo.

Cada elemento es único en función del número de protones que posee. En resumen,
cada elemento tiene su propio número atómico. Sin embargo, los átomos del mismo
elemento pueden tener distinto número de neutrones. Dos átomos con el mismo
número atómico, pero de distintas masas atómicas son isótopos del mismo
elemento.

Algunos isótopos tienen núcleos inestables que irradian (o emiten) partículas. Las
partículas de radiación son protones, neutrones, electrones y versiones alteradas
de estas partículas subatómicas normales. El isótopo que emite radiación se llama

isótopo radiactivo.

En el laboratorio a menudo es útil marcar moléculas grandes o pequeñas para que


pueda detectarse con facilidad luego de una separación por cromatografía o
electroforesis, o en varios ensayos de unión. Una de las técnicas de marcación más
comunes es unir un isótopo radiactivo a una molécula o sintetizar una molécula de
manera que tenga el isótopo radiactivo en lugar del normal. Las moléculas
marcadas de esta forma pueden detectarse en solución o en forma sólida midiendo
la radiactividad que emite la marca. Este método es más sensible que las
mediciones espectroscópicas y a menudo, es más fácil de realizar que otros
ensayos más laboriosos basados en la actividad química o biológica. Los
metabolitos marcados con isótopos activos para RM como el ¹³C también pueden
detectarse en los tejidos vivos mediante técnicas de RMN.

Los isótopos radiactivos de elementos comunes se utilizan a veces para valorar la


función de las partes del cuerpo. El yodo radiactivo introducido en el cuerpo y
captado por la glándula tiroides emite una radiación que puede medirse fácilmente.
Así pues, puede determinarse el grado de actividad tiroidea. Mediante analizadores
de radiación que valoran la localización de los isótopos radiactivos inyectados o
ingeridos pueden formarse imágenes de los órganos internos. Por ejemplo. El
tecnecio radiactivo se usa a menudo para obtener imágenes del hígado y del bazo.
Los isótopos radiactivos ¹³N, ¹⁵O, ¹¹C, se utilizan con frecuencia para estudiar el
cerebro mediante una técnica llamada tomografía por emisión de positrones (TEP).

La radiación puede lesionar las células. La exposición a altos niveles de radiación


puede hacer que las células se transformen en cancerosas. Niveles mayores de
radiación, destruyen completamente los tejidos produciendo la enfermedad por
radiación. A veces se administran dosis bajas de sustancias radiactivas a los
enfermos de cáncer para destruir las células cancerosas. Los efectos adversos de
estos tratamientos son consecuencia de la destrucción de las células normales junto
con las cancerosas.

Procedimiento y aplicación en el ciclo de Krebs.

Las reacciones del ciclo ácido cítrico se confirmaron por medio de experimentos que
emplean marcadores radiactivos que se pudieron efectuar a finales de la década de
1930 y comienzos de 1940. En ese momento se pudieron sintetizar compuestos
enriquecidos con el isótopo estable ¹³C (capaz de detectarse en esa oportunidad
mediante espectrometría de masa y en la actualidad también por RM) o con el
isótopo radiactivo ¹¹C que posee una vida media de solo 20 minutos. Samuel Rubén
y Martín Kamen fueron pioneros en el uso de ¹⁴C hacia finales de la década de 1940
y este isótopo posee la ventaja de su vida media es de 5.715 años.

En un experimento histórico se produjo (4-¹¹C) oxalacetato a partir de ¹¹CO₂ y


piruvato;

Este último ingresó en las reacciones del ácido cítrico de las células musculares
metabolizadoras y se aislaron los intermediarios obtenidos de ciclo. La identificación
de la posición marcada en el ɑ-cetoglutarato aislado causó furor. La citrato sintasa
y la aconitasa catalizan reacciones estereoespecíficas en las que la citrato sintasa
puede diferenciar entre las dos caras del grupo carbonilo del oxalacetato, y la
aconitasa catalizan puede hacerlo entre los grupos carboximetil pro-R y pro-S del
citrato. Sin embargo, a comienzos de la década de 1940 no se había establecido el
concepto proquiralidad; se suponía que las dos mitades del citrato eran
indistinguibles (en sistemas no enzimáticos esto es en efecto así). Por lo tanto, se
asumió que la radiactividad localizada en el C4 del oxalacetato se mezclaría en el
citrato de modo que los C1 y C6 de este estarían marcados por igual, con lo que se
obtendría un ɑ-cetoglutarato marcado tanto en el C1 como en el C5. En realidad,
solo se encontró que era radiactivo el C1, el grupo carboxilo ɑ del grupo cetona del
ɑ-cetoglutarato. Este resultado hizo dudar de la identidad del producto de
condensación del oxalacetato y acetil-CoA. ¿Cómo podría tratarse de la molécula
simétrica del citrato a la luz de experimentos de marcación tan “concluyentes”? El
resultado de este problema, del cual el ácido tricarboxílico fue el producto de
condensación original del ciclo, fue el cambio de nombre de ciclo del ácido cítrico
(propuesto por Krebs) a ciclo del ácido tricarboxilico (CAT).

En 1948, Alexander Orgston señaló que el ciclo del ácido cítrico aun siendo
simétrico es proquiral y, por lo tanto, puede interactuar en forma asimétrica con la
superficie de la aconitasa. Aunque en la actualidad se acepta que el citrato es un
intermediario del ciclo, persiste la dualidad sobre el nombre. Mientras la reacción
neta del ciclo es la oxidación de los átomos de carbono de unidades acetilo CO₂, el
CO₂ que se pierde en una vuelta completa del ciclo revida del esqueleto carbonado
del oxalacetato. Esto se puede mostrar al seguir el destino del C4 del oxalacetato
marcado por vía isotópica a través del ciclo del ácido cítrico. Podemos observar en
la figura que el carbono se pierde como CO₂ en la reacción de la ɑ-cetoglutarato
deshidrogenasa.

Se efectuaron experimentos en los que se utilizó [1-¹⁴C] acetil-CoA:


Al seguir el rastro de esta marcación el lector puede establecer que ésta no se pierde
como CO₂. Se mezcla durante el transcurso del ciclo, pero no hasta que se forma
succinato, el primer intermediario simétrico desde el punto de vista rotacional (no
proquiral) del ciclo.

Bibliografías.

Donald Voet, Judith G. Voet. (2006). Bioquímica 3a EDICIÓN. México: EDITORIAL


MEDICA panamericana.

Robert A. Novelline, M.D. (2000). Fundamentos de radiología. México D.F:


MASSON DOYMA MÉXICO.

Neil A. Campbell, Jane B, Reece. (2005). Biología Séptima edición. Madrid España:
EDITORIAL MEDICA panamericana.

Deanna Marcano, Masahisa Hasegawa. (2002). Fitoquímica Orgánica. Venezuela:


Torino.

Thibodeau, Patton. (2008). Estructura y función del cuerpo humano. Barcelona


España: ELSEVIER

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