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El hanal pixán o comida de ánimas, es una de las tradiciones del pueblo yucateco más celebradas cada año.

En
ella los parientes de aquellas personas que ya han fallecido, preparan una ofrenda con diferentes comidas para
recibirlos con gran cariño, no de una forma triste, sino en una fiesta llena de color y comida deliciosa.
La creencia es que durante estos días las ánimas regresan en peregrinación del más allá para compartir la mesa,
los alimentos y este plano terrenal con nosotros.
Un día de fiesta está bien, ¡pero Hanal Pixán dura tres! Todo comienza el 31 de octubre, con la celebración de
los niños llamada U Hanal Palal. El primero de noviembre es el día de los adultos difuntos, a este día se le conoce
como U Hanal Nucuch Uinicoob y, el día 2 de noviembre, se acostumbra celebrar el Día de todos los santos,
tradicionalmente llamado U Hanal Pixanoob o “misa pixán”, pues ese día se asiste a una misa dedicada a las
ánimas, por lo general en el cementerio de la población. En Yucatán se considera que las almas de los muertos
se quedan en la tierra una semana: el 7 de noviembre se despiden las almas de los niños y el 8 las de los adultos
para lo cual se prepara comida como pan de espelón, chachacua o pib. A este día se le llama ochovario o biix.
Alrededor del Hanal Pixán hay tradiciones peculiares: En el interior del estado, por ejemplo, se acostumbra que
los niños usen durante esos días una cinta de color rojo o negro en la muñeca derecha, a fin de que las ánimas
no se los lleven. Otra tradición que llama la atención es que se amarra a los animales de la casa, porque podrían
ver a las ánimas e impedirles el paso hacia el altar. En las noches de esos días, en las puertas de las casas y en
las albarradas se encienden hileras de velas para que las almas vean su camino al venir y al retirarse de la
población al terminar los finados.
Para acompañar a aquellas almas que no tienen quien las recuerde en las puertas de las casas se coloca una
jícara con atole nuevo y una veladora para que se alimente el anima sola.
El Hanal Pixán es prácticamente el único ritual con raíces mayas que seguimos celebrando en Yucatán año tras
año.
El altar del hanal pixán representa la visión del universo de los mayas. Se conforma de tres niveles que
representan los tres planos en los cuales se dividía el universo maya: el inframundo, el mundo de los vivos y el
mundo de los dioses.

EL ALTAR. Se cubre con manteles limpios y bordados, de colores para los niños y negros para los adultos.
EN EL PISO MÁS ALTO se coloca:
 La cruz verde de madera. Debe estar colocada en el centro. Representa a la ceiba sagrada, el centro del
universo en la cultura maya.
 Jícaras con atole nuevo.
 Chocolate.
 Licor.
 Vaso con agua. Para calmar la sed de las animas.
 Retrato de los difuntos. Para que las almas a quienes se ofrece el altar recuerden cómo eran en vida. La
foto o fotos deben ser de personas que tienen más de un año de fallecidas. En caso de no contar con
fotos, al terminar de poner al altar se dedican unas palabras (generalmente en lengua maya) nombrando
a los difuntos a quienes invitamos a comer y beber de las ofrendas del altar.

EN EL PISO DE EN MEDIO.
 Flores. Para alegrar la visita de nuestros difuntos.
 Ofrendas de comida típica de Yucatán. Representan a los trece dioses del mundo superior,
Óoxlajuntik´uj. Deben ser los guisos preferidos del difunto al que va dedicado el altar. Puede ser frutas
en xec (gajos cítricos, jícama, sal y chile), elotes pibinales, pibes, etc. Los guisos deben ser colocados en
jícaras, o bien en platos que no sean de vidrio o metal.
 Tortillas hechas a mano. Representan los numerales del calendario maya Tsol k´iin. El maíz representa
la vida.

EN EL PISO MÁS BAJO.


 Velas y veladoras. Para alumbrar y marcar el lugar donde esperamos a las ánimas.
 Ofrendas de bebidas y dulces. Representan los nueve dioses del inframundo, el bolontik´uj. Es para
ofrecer a nuestros difuntos un poco de las delicias que probaron en vida. Las ofrendas deben estar
colocadas en jícaras. Las bebidas pueden ser agua, chocolate, atole, tec. Los dulces deben ser
tradicionales como zapotitos, dulce de calabaza, nance, etc.

EN EL SUELO
 Un camino de velas, cal y pétalo de flores. Desde el pie de altar hasta la puerta de la casa se coloca un
camino delimitado en ambos lados por velas, las cuales alumbran el camino de las ánimas para guiarlas
hacia el altar que les ofrecemos, la cal se riega sobre el camino simulando los sacbe ob que nuestros
difuntos recorrieron en vida. Los pétalos de las flores se riegan por el camino para adornarlo. En la
antigüedad los difuntos eran enterrados en el patio de su casa, entonces el camino de velas y flores se
colocaba desde su tumba hasta el altar para guiar el camino que debían tomar durante su llegada y su
partida.
 Incienso. A los lados del altar se colocan los incensarios. El incienso quemado desprende un olor que
invita y hace más amena la visita de las ánimas.
 Huevo. Sobre la cruz de cal se coloca un huevo el cual servirá para distraer o impedir el paso hacia el
altar de las animas no deseadas
El Hanal Pixán es una hermosa tradición maya y una evidencia de nuestro origen mestizo. A pesar de ser una
fiesta de origen maya, las costumbres que lo rodean fueron sufriendo cambios con la llegada de los españoles
y los misioneros, que adecuaron las antiguas tradiciones a las creencias religiosas.

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