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Alteración de la función ovárica

TRASTORNOS DE LA FUNCIÓN OVÁRICA

Las alteraciones en la función ovárica tienen manifestaciones clínicas diferentes según la edad en
que se inicien.

Alteraciones en la infancia y pubertad


En la primera infancia, determinadas características clínicas orientan hacia la disgenesia gonadal.
La presencia de genitales ambiguos o ausencia de vagina y útero pueden ser consecuencia de una
agenesia mülleriana. En una niña, una hernia inguinal (que puede corresponder a una gónada
palpable) puede ser una orientación para el diagnóstico de una resistencia total a andrógenos. El
quiste de ovario puede sufrir torsión y dar lugar a un cuadro de abdomen agudo. También pueden
aparecer tumores ováricos, carcinomas de células embrionarias u otros tumores, con o sin
manifestaciones clínicas de secreción hormonal. El retraso puberal y la amenorrea requiere estudio.
La aparición de telarquia antes de los ocho años y menarquia antes de los nueve años se califica
como pubertad precoz. Es diez veces más frecuente en niñas, y en el 90 por 100 de los casos es
idiopática o constitucional.
En el 10 por 100 restantes existen lesiones o alteraciones orgánicas. De ellos, el 50 por 100
corresponde a tumores del sistema nervioso central.
También pueden aparecer como consecuencia de traumatismos, abscesos, encefalitis, meningitis,
hidrocefalia o esclerosis tuberosa. Ante una pubertad precoz, sin características constitucionales,
requiere descartar lesión orgánica. No hay que confundir la pubertad precoz con telarquia precoz, en
la cual el botón mamario aparece antes de los ocho años, pero sin avance de maduración ósea, con
niveles normales de estrógenos y gonadotrofinas, y sin progresión. La evolución puberal sucede a
una edad cronológica adecuada.
Puede haber manifestaciones incompletas de evolución puberal, por aumento de secreción de
estrógenos. Los cuadros clínicos más frecuentes corresponden a quistes ováricos o tumores que
segregan estrógenos. Se diagnostican por ecografía, tomografía o laparoscopia. El síndrome de
McCune Albright se caracteriza por manchas café con leche, displasia fibrosa poliostótica y
pubertad precoz. Responde a inhibidores de aromatasas.
El hipotiroidismo puede manifestarse por pubertad precoz incompleta.

Ya sabemos lo que es un ovario ahora


Dentro de cada ovario hay numerosas vesículas redondas llamadas folículos (saco pequeño lleno de
líquido donde se halla un ovulo en cuestión).

Cada mes, más o menos a la mitad del ciclo menstrual de la mujer físicamente madura, se rompe un
folículo, liberando el ovulo al interior de la cavidad peritoneal, este proceso se le conoce como
ovulación, la menstruación es considerada normal cuando el sangrado uterino ocurre cada 21 a 35
días y no es excesivo. La duración normal del sangrado es de 2 a 7 días, pero existen anormalidades
como el sangrado uterino anormal es causado por una variedad de factores, las dos causas
principales son las anormalidades anatómicas y los desórdenes de ovulación.

La secreción periódica de la hormona luteinizante (Hormona elaborada en la hipófisis. En las


mujeres, actúa sobre los ovarios para hacer que los folículos liberen sus óvulos y producir hormonas
que preparan al útero para estar listo para que se implante un óvulo fertilizado,) desde la hipófisis
(pituitaria) está regulada en forma delicada y puede ser alterada con facilidad.

un aumento acusado de la LH (pico de LH) desencadena la ovulación


En algunas mujeres que no ovulan, el endometrio es estimulado por una exposición constante de
estrógeno sin los niveles suficientes de progesterona necesarios para permitir el sangrado uterino
del endometrio. Esto puede dar lugar a sangrado irregular y profuso. Si la exposición estrogénica es
continua, pueden desarrollarse células anormales en el endometrio que podrían conducir a cáncer de
endometrio.

El sangrado uterino anormal (SUA) puede ser debido a anormalidades estructurales del útero.
Algunas de estas causas estructurales de sangrado uterino anormal incluye lesiones benignas, como
pólipos, fibromas (miomas), y adenomiosis.

Síndrome de ovarios poliquísticos


El síndrome de ovario poliquístico es un trastorno hormonal (endocrino) que afecta a mujeres en
edad de reproducción.
Se caracteriza por falta de ovulación; anormalidades menstruales, como irregularidad o falta de
menstruación, etc.

Fallo ovárico precoz (FOP)


El fallo ovárico precoz es el cese de la menstruación antes de los 40 años y cursa con amenorrea
(ausencia de menstruación), hipoestrogenismo (disminución de las hormonas estrogénicas
producidas fundamentalmente por el ovario) y elevación de las gonadotropinas (hormonas que se
producen en el cerebro y que están implicadas en el ciclo menstrual).

El fallo ovárico oculto (FOO) es una etapa inicial del FOP y en este periodo hay presencia de
esterilidad, menstruaciones irregulares y ciclos cortos, niveles altos de FSH (hormona folículo
estimulante) y disminución de la dotación funcional ovárica.
Endometriosis
Es la presencia de glándulas y estroma endometrial (capa de tejido conectivo) fuera de la cavidad
uterina. Se presenta en mujeres en edad fértil y representa el 25-35% de las que consultan por
problemas de reproducción.
Afecta a los órganos pélvicos encargados de la reproducción pero se puede encontrar en otros más
alejados como el intestino o los pulmones. Las lesiones que se producen van desde pequeños
implantes hasta graves adherencias e infiltraciones que distorsionan las estructuras pélvicas. Entre
los síntomas que presenta están: dismenorrea grave (menstruación dolorosa), dolor pélvico crónico,
relación sexual dolorosa, fatiga crónica e esterilidad.
Hiperandrogenismo ovárico
Es el aumento de la producción de andrógenos de origen ovárico, suprarrenal o mixto y se
caracteriza por la presencia de acné, hirsutismo (aumento de vello corporal en zonas no habituales
en la mujer), virilización, alopecia, desórdenes ovulatorios, amenorrea, SOP, esterilidad y
alteraciones metabólicas y cardiovasculares. El hiperandrogenismo contribuye a problemas
cardiovasculares como hipertensión, dislipemia y desórdenes metabólicos (DM II), por lo que se
puede hablar incluso de un “estado hiperandrogénico”.
El diagnóstico se basa en la valoración de los antecedentes familiares, los síntomas de
hiperandrogenismo y la función tiroidea, así como en la exploración física, la ecografía y pruebas
bioquímicas.

La infertilidad femenina
La infertilidad es una enfermedad que imposibilita la concepción de un hijo naturalmente o de
llevar un embarazo a término después de un año de vida sexual activa. Hay muchas razones por las
que una pareja puede no ser capaz de concebir, o no ser capaz de hacerlo sin asistencia médica.
Entre el 75 y el 85% de los casos, la infertilidad femenina se debe a la anovulación – es decir, el
óvulo no llega a ser expulsado del ovario -, la endometriosis – padecimiento en el que el tejido
uterino se encuentra fuera del útero, en los ovarios, trompas, intestinos, vejiga e incluso peritoneo –
y, por último, el factor tubo peritoneal – cuando las trompas de Falopio, que transportan los
espermatozoides hacia el óvulo, tienen alguna lesión, bloqueo o adherencia.
Sin embargo, no son las únicas causas de infertilidad femenina. Aquí tienes otros factores que
pueden ser la causa de la infertilidad femenina.
Factores generales
Diabetes mellitus, problemas tiroideos, enfermedades suprarrenales
Enfermedades renales
Factores psicológicos
Factores hipotalamico-pituitarios
Síndrome de Kallman
Disfunción hipotalamica
Hiperprolactinemia
Hipopituitarismo
Factores ováricos
Síndrome de ovario poliquísticos
Anovulación
Menopausia prematura
Síndrome de Turner
Neoplasma ovárico
Factores del Tubo peritonal
Adhesiones pélvicas
Enfermedad pélvica inflamatoria
Oclusión tubal
Factores uterinos
Malformaciones uterinas
Leiomyoma
Síndrome de Asherman
Factores cervicales
Estenosis cervical
Anticuerpos de antiesperma.
Insuficiencia de moco cervical
Factores vaginales
Vaginismo
Obstrucción vaginal
Otros factores
Anorexia
Sobrepeso
Exceso de estrógeno
Fumar

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La función ovárica anormal va a producir alteraciones de la menstruación, entre ellas la amenorrea
y la hemorragia uterina disfuncional. La amenorrea puede ser primaria –si nunca hubo
menstruación-, secundaria –si es que existió al menos una menstruación en la vida de la mujer- y
fisiológica, como la que ocurre en el embarazo y lactancia. Mientras tanto, la hemorragia uterina
disfuncional puede ser ovulatoria –en 10% de los casos- y anovulatoria.
La disfunción ovulatoria puede ocurrir en estados hipoestrogénicos e hiperestrogénicos. Así,
podemos entender que la falla ovárica precoz se sitúa en la disfunción ovulatoria en un estado
hipoestrogénico hipergonadotrópico, que puede ser por causa genética, iatrogénica, inmunológica,
entre otras.

FALLA OVÁRICA PREMATURA

Como ya se ha expresado, la insuficiencia ovárica prematura ocurre en una mujer antes de los 40
años de edad. En ella puede existir agotamiento folicular o disfunción folicular, con alteración del
mecanismo de maduración folicular. A su vez, el agotamiento folicular puede deberse a una
dotación insuficiente de folículos, como ocurre en la disgenesia gonadal pura, o a una destrucción
acelerada de ovocitos, como ocurre en las alteraciones cromosómicas numéricas, alteraciones
cromosómicas estructurales, galactosemia (3), radioterapia, quimioterapia, cirugía, alteraciones
inmunológicas y de manera idiopática. Por otro lado, la alteración del mecanismo de maduración
folicular ocurre en ciertas alteraciones inmunológicas, en el déficit de ciertas enzimas, en las
anormalidades de las gonadotropinas y el síndrome de ovario resistente, entre otras.

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