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CASO PRÁCTICO 1: TRANSPORTISTA .

Resumen de los hechos:


El demandante, D.G, transportaba productos lácteos de la
demandada, la empresa HPS, bajo un contrato denominado de
servicio logístico. Se considera al demandante como trabajador
autónomo económicamente dependiente, y éste se dedica al
transporte de las mercancías con vehículos de su propiedad. Durante
la vigencia del contrato, el autónomo no puede prestar otros servicios
de distribución de productos de igual o similar naturaleza, salvo
excepciones expresas de HPS.

La distribuidora de lácteos HPS tenía: cinco empleados que


conducían vehículos propios de la empresa; el autónomo
demandante; y otra empresa subcontratada por cuenta ajena con
varios vehículos pesados.

Ocasionalmente, cuando los empleados de distribución de HPS


tenían vacaciones, D.G los sustituía.

La empresa HPS abandonó la distribución de lácteos y redujo su


actividad. Solicitó un E.R.E; prescindió de dos trabajadores por cuenta
ajena, y el 19.8.2008 se da por finalizado el contrato con el autónomo
D.G por parte de HPS debido a la reestructuración comercial que se
estaba llevando a cabo.

Naturaleza jurídica y normativa aplicable al caso:


A este caso se le aplicaría el Régimen profesional del trabajador
autónomo económicamente dependiente del Estatuto del Trabajo
Autónomo. Según dicho estatuto, las leyes de éste se aplican a las
personas físicas que realizan de forma habitual, personal, directa, por
cuenta propia y fuera del ámbito de dirección y organización de otra
persona (empleadores), una actividad económica o profesional a
título lucrativo, den o no ocupación a trabajadores por cuenta ajena.

Expresamente para éste caso, nos referimos al artículo 1.2.d,


que habla de los trabajadores autónomos económicamente
dependientes y que nos refiere al capítulo 3 de dicha Ley. Este
trabajador D.G realiza una actividad económica, en este caso,
distribución, para la persona jurídica, la empresa HPS que es el
denominado cliente, y D.G depende económicamente de ésta.

Por lo tanto, diremos que la naturaleza jurídica de este caso es


laboral, porque se aplica dicho artículo, el 1.2.d.
CASO PRÁCTICO 2: SUBAGENTE DE SEGUROS

Resumen de los hechos:


Desde el 1.10.1993 la demandante está vinculada a una agencia de
seguros mediante un contrato de subagente de seguros, que tenía por
objeto la actividad personal de promoción y mediación de seguros, es decir,
intentar conseguir clientes para la agencia.

El 1.7.1997 la agencia le formalizó un contrato laboral de carácter


temporal que devino indefinido, con una categoría profesional reconocida a
la demandante como inspectora. Por otra parte, se mantuvo la vigencia del
anterior contrato de subagente.

La actividad laboral de la actora se basaba en un horario de 9 a 14, y


de 17 a 20 o 21. La actora realizaba sus funciones en las oficinas de la
agencia de seguros, la demandada. Durante el horario de mañana atendía
en la oficina como inspectora realizando labores administrativas (denuncia
de siniestros y su tramitación) y por la tarde realizaba funciones de
producción y cobranza de seguros fuera de las oficinas.

Se entiende que la demandante percibía por sus labores como


inspectora unas retribuciones mensuales fijas, y por otra parte, recibía
anualmente unas cantidades determinadas como comisiones percibidas por
su labor de producción y cobranza de seguros.

Naturaleza jurídica del caso:


Para el caso del contrato de subagente, nos referiremos a ley 26/2006
de mediación de seguros y reaseguros privados. Esta ley regula las
condiciones en las que deben ordenarse las actividades mercantiles de
mediación de seguros privados. Los preceptos de esta Ley, se aplican a las
personas físicas y jurídicas que, a cambio de una remuneración realizan
actividades de mediación de seguros. Como vemos, se aplicaría al contrato
de subagente de seguros. En este caso la relación jurídica sería la mercantil
porque son actos de comercio, la subagente vende y le compran seguros.

En cambio, para el otro contrato que tiene la demandante, el de


inspectora, la regulación aplicable sería la del Estatuto de Trabajadores ya
que es una relación laboral normal y corriente, es una empleada de una
agencia de seguros, está sujeta a un horario, tiene un salario fijo por ello (y
no comisiones, como en el contrato de subagente), etc.

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