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Asesor:
Año:
2018
Piura – Perú
Índice
Caratula……………………………………………………………………………………………………………………………………1
I. Introducción ............................................................................................................. 3
1. Definición ........................................................................................................................... 4
4. Teorías de la atracción….……………………………………………………………………………………………….7
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
I. Introducción
Desde que nacemos tenemos necesidad de formar vínculos con otros. Ningún intento de
comprender la conducta humana puede tener éxito hasta que comprendamos las relaciones
íntimas que constituyen el núcleo de la condición humana. Las relaciones sociales íntimas
afectan a tres de los componentes de la felicidad: el afecto positivo (alegría), la satisfacción vital,
y la salud física y mental.
La Psicología Social aborda las relaciones interpersonales desde una metodología científica, de
esta manera se persigue que el conocimiento adquirido sea fiable, válido y pueda ser replicado
por otros investigadores.
A los seres humanos nos gusta estar con las personas que nos atraen. Satisfacer esta necesidad
se convierte en una motivación básica en la vida social, y es algo que se encuentra muy vinculado
a la autoestima, al bienestar y al ajuste.
ATRACCIÓN Y RELACIONES INTERPERSONALES
El atractivo sexual es la capacidad de un individuo para atraer el interés sexual o erótico de otra
persona, y es un factor en la selección sexual o la elección de pareja. La atracción puede ser a
las cualidades físicas o de otro tipo o rasgos de una persona, o a esas cualidades en el contexto
donde aparecen. La atracción puede ser a la estética o los movimientos de una persona o su voz
u olor, además de otros factores. La atracción se puede realzar con los adornos, la ropa, el
perfume o el estilo de una persona. Puede estar influenciado por factores genéticos, psicológicos
o culturales individuales, u otras cualidades más amorfas. La atracción sexual también es una
respuesta a otra persona que depende de una combinación de la persona que posee los rasgos
y según los criterios de la persona que se siente atraída.
En psicología social define la atracción interpersonal como: “Juicio que una persona hace de otra
a lo largo de una dimensión actitudinal cuyos extremos son la máxima evaluación positiva (amor)
y la máxima evaluación negativa (odio), con múltiples puntos intermedios”. Suria (2013)
La teoría del intercambio social, afirma que una persona puede resultar más atractiva si crees
que las recompensas que se derivarán de ese vínculo, son mayores que los costes y el esfuerzo
que implica. Así mismo, le gente generalmente se siente más atraída hacia personas que piensan
bien de ellas y que les afirman su autoconcepto.
Por otra parte, la teoría del refuerzo señala que existe mayor atracción personal al reforzar las
interacciones sociales de manera positiva principalmente, pues así será más probable que seas
asociado con experiencias agradables, ocurriendo el fenómeno de percepción de proximidad.
Esto ocurre con la gratitud, por ejemplo, cuando una persona te hace algún presente y envías
una nota de agradecimiento, se fortalece el vínculo y la asociación de ideas positivas entre
ambas partes.
2.2. Proximidad
Propone que mientras más cercanía exista entre los individuos es más probable que haya
oportunidad de un encuentro. Las personas que están más cerca son generalmente más
accesibles, pues se tiene más oportunidad de interaccionar con ellas, en ese sentido es una
variable situacional. Dentro de estos factores, implican aquellos que hacen que estemos cerca
de una persona, ya sea por cuestiones sociales como: el trabajo, la escuela, la cercanía de
residencia o el compartir una afición o interés, por eso: proximidad y semejanza están
íntimamente vinculados.
2.3. Semejanza
Conforme se percibe similitud con otras personas, existe una tendencia a incrementar la
atracción. Sucede con personas de misma religión, clase social, edad, pero también entre
personas con tus mismos gustos, intereses, educación y hasta rasgos de personalidad, pues
ocurre la semejanza actitudinal y de personalidad.
La teoría de la coherencia cognitiva, dice que las personas se sienten más atraídas por aquellas
que coinciden en actitudes o incluso conductas. Como aquellas que comparten principios y
valores, siendo el caso de los miembros de alguna religión en particular o un grupo social al que
pertenecen. Por ejemplo: las personas que pertenecen a la misma religión, encontrarán ciertas
semejanzas entre sí, compartirán intereses o actitudes en común, y aunque quizás no sepan
muchos detalles los unos de los otros existen una mayor proximidad por las semejanzas, en este
caso relativa a actividades y creencias que tienen en común.
Las personas con apariencia física agradable resultan más atractivas, influyen factores
socioculturales para establecer estos estándares de belleza, pues lo que es bello para ciertas
personas, culturas e incluso épocas, no lo es para otras. La buena apariencia física se asocia
generalmente con la buena salud y hace que la persona resulte más atractiva.
4. Teorías de la atracción
Aunque no tienen por qué darse de forma simultánea, todos estos factores y variables anteriores
son necesarios que se presenten en mayor o menor medida para que puedan desencadenarse
la atracción o, incluso, el enamoramiento.
A raíz de ellas se han elaborado una serie de teorías de la atracción interpersonal que explican
cómo surgen en las personas los diversos sentimientos de atracción.
Esta observación también se puede atribuir a las relaciones interpersonales, en las cuales tanto
hombres como mujeres se sienten atraídos hacia aquellas personas que perciben como “difíciles
de conseguir”. Sin embargo, esta teoría especifica que la atracción no es hacia personas que se
percibe que son duras de conseguir para los demás, pero relativamente asequibles para uno
mismo.
En psicología este hecho se explica por la teoría de la reactancia, según la cual muchas personas
desean aquello les es imposible conseguir o complicado de lograr. Estos individuos sienten que
se les está menoscabando su libertad de escoger o se oponen a la restricción de su libertad.
Por otro lado, este supuesto también explica que una persona que nunca ha sentido ningún
interés por una tercera que siempre ha percibido como alcanzable o disponible, comienza a
desearla en el momento en el que deja de estarlo.
Según esta hipótesis, las personas tienden a escoger como pareja a aquellos con quienes se
sienten reconfortadas, y posiblemente la característica más reconfortante de una potencial
pareja amorosa es que se parezca lo más posible a uno mismo, al menos en algunos factores
fundamentales.
Relacionada con la teoría anterior, algunos investigadores proponen que las personas no
escogen a sus parejas por similitud, sino por complementariedad.
Esto significa que las potenciales parejas se escogen porque son complementarias a la persona.
Es decir, tienen una serie de habilidades o destacan en aspectos en los que la propia persona no
lo hace. Por ejemplo, si una persona se describe a sí misma como habladora, es muy probable
que acabe fijando su atención en alguien que sepa escuchar.
En el caso de que la relación prospere, y se comienza a ver al otro como una potencial pareja
romántica, empiezan a ponerse en relevancia la similitud valores personales y, finalmente, en
una tercera etapa entran en juego los aspectos complementarios.
En relación con los planteamientos que esta teoría propone, para que dos personas sientan una
atracción mutua se necesita, antes que nada, que estas se correspondan mutuamente a un nivel
básico, este nivel está formado por la edad, aspecto físico, posición económica, primeras
impresiones, etc.
Tras la unión, la persona comienza a dar mayor importancia a los valores del otro, teniendo la
relación más posibilidades de éxito si a un nivel más profundo las personas comparten sus
valores personales.
En la última etapa del proceso de atracción y enamoramiento, las potenciales parejas son
descartadas en tanto en cuanto las cuestiones de rol no sean compatibles. Dos personas pueden
tener valores muy cercanos, pero con el tiempo descubrir que sus expectativas de rol como
pareja no coinciden.
Esta última teoría propone que para que una relación se desarrolle de manera positiva deben
completarse una serie de etapas, de lo contrario, antes o después, la relación se quebrantará.
Estas etapas o procesos son:
Percepción de similitudes
Buena relación de pareja
Comunicación fluida mediante la apertura mutua
Roles afables para cada uno por separado
Roles afables dentro de la pareja
Cristalización diádica: consiste en la creación de una identidad como pareja y en la
determinación del nivel de compromiso.
Bibliografía
Reveillera. (2015). Atraccion: Factores que influyen . Madrid : Psicoactiva .Obtenido de
https://www.psicoactiva.com/blog/factores-de-atraccion-interpersonal/