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¿Es necesaria

una nueva
reforma agraria
en México?

Sociología Agraria

Cardona Escalante Ivan Alberto

0
Contenido

1. Introducción ................................................................................................ 2

2. Desarrollo .................................................................................................... 6

3. Conclusiones ............................................................................................ 22

4. Bibliografía ................................................................................................ 23

1
Introducción

A lo largo del tiempo en cuanto a materia agraria se refiere, nuestro país ha


atravesado por diversos cambios, algunos innovadores y otros que detienen sus
procesos evolutivos. Según palabras del autor Lucio Noriero Escalante en su obra
titulada “Nueva ruralidad: enfoques y sinergias. Emergencia de un modelo
alternativo de desarrollo” la nuevas búsquedas por impulsar el campo de la
agricultura en México ha ido por diferentes medios ya sean trasformaciones
económicas, tecnológicas y políticas, características de un mundo actual, pero
finalmente a pesar de todo ello no se ha dado una respuesta correcta a las
problemáticas del campo actual, el cual hoy en día padece de serias afectaciones,
derivadas del capitalismo actual.

“La búsqueda de nuevos enfoques de lo rural resulta de transformaciones económicas,


tecnológicas y geopolíticas emergentes, condiciones que caracterizan el mundo actual. Hoy el
mundo y su sociedad multicultural se encuentran entre crisis de paradigmas teóricos e ideológicos;
las crisis ocurren en el mundo real y también en el de las ideas al mostrarse incompetentes para
dar respuesta efectiva frente a las condiciones actuales, trascendiendo a aquellas que en un
momento de la historia resolvieron los problemas económicos y políticos, y que hoy quedan
obsoletas ante las contingencias globales.”1

Parece ser que la mayor problemática del campo ha sido la llegada del capitalismo
y con ella los procesos de urbanización y de industrialización, problemas de
globalización que a lo largo del tiempo han sido realmente graves para el pequeño
empresario o el pequeño agricultor que no forma parte del gran mercado de la
industria agricultora, y la búsqueda de los nuevos enfoques por impulsar la industria
rural sólo ha sido favorecido para las grandes empresas que son quienes en
realidad forman el gran mercado que existe actualmente dentro del capo de la
agricultura se refiere, y esto ha sido un problema que se ha ido suscitando a lo largo
de toda la historia en nuestro país a la llegada de la industrialización y más adelante
con los tratados de libre comercio, y la globalización.

1Lucio Noriero Escalante (2009), “Nueva ruralidad: enfoques y sinergias. Emergencia de un modelo
alternativo de desarrollo”, México, Texcoco, Analista del Departamento de Estudios Técnicos y
Económicos, de la Unidad de Planeación Organización y Métodos de la Universidad Autónoma
Chapingo. pág. 78

2
“El capitalismo posmoderno acoge en su seno muchos cambios ya que ocurre entre procesos de
globalización he incertidumbre en la estructura y operación de los sistemas de mercado; cambios
en la organización de la estructura industrial a partir de la fábrica mundial; el nuevo sistema de
comercio internacional y competitivo que da paso al comercio a través de bloques regionales. Todo
ello va acompañado de transformaciones científico-tecnológicas.”2

Estos problemas finalmente no has dejado con una industria del campo
completamente desigual en cuanto a producción y ganancias, los grandes
corporativos tiene grades extensiones, largos latifundios mientras que el agrícola
promedio controla una parcela que le da apenas lo necesario para sobrevivir, los
grandes avances en el capo de la agricultura tanto tecnológicos como científicos
son solo para aquellos capaces de pagar su precio mientras que los demás obtienen
un rezago que estanca sus campos. El panorama actual del campo mexicano es
consecuencia de las reformas que se han ido formado a lo largo de la historia de
nuestro país,3 que comenzó con problemáticas desde antes de la independencia de
México, según palabras de Elena del Rosario Patiño Flota y María de Jesús
Espinoza Villela autoras de la obra titulada “Ley Agraria del 6 de enero de 1915:
semilla de la propiedad social y la institucionalidad agraria en México”, los
antecedentes de la problemática del campo se remontan hasta la época Colonial en
donde los conquistadores ávidos de riquezas, despojaron a los pueblos originarios
de Mesoamérica de sus bienes, en especial de sus tierras. Con la Independencia,
la situación no cambió a favor del campesinado, la estructura agraria continuó
favoreciendo a los hacendados y a la iglesia como máxima detentadora de la tierra.
Para finales del siglo XIX, las Leyes de Desamortización, de Baldíos y de
Colonización, agravaron la situación en lugar de generar una estructura agraria más
justa se favoreció al latifundista laico ya que por un lado, mientras que las Leyes de
Desamortización tenían como propósito desamortizar las tierras en poder de la
iglesia, al ser incluidas las corporaciones civiles, las comunidades indígenas fueron
objeto de denuncias que terminaron con el despojo de sus tierras, y por otro, con

2Ibídem pág. 79
3Cambios que han sido tanto favorables como contradictorios, ejemplos como los que se dieron en
el tiempo del presidente Cárdenas con la repartición de tierras, o como en los gobiernos de Salinas
de Gortari quien movido por la globalización y el capitalismo de alguna manera privatizo el campo
mexicano lo que dio pauta a que grandes industrias controlaras grandes parcelas de tierra.

3
las Leyes de Reforma, en especial la Ley de Nacionalización de Bienes
Eclesiásticos de 1857, la tierra otrora en poder de la iglesia, pasó a manos de
quienes tuvieron la capacidad económica para adquirirla, cambiando de esa forma
el sujeto de la concentración de tierra. Las Leyes de Baldíos, tanto la expedida por
Benito Juárez en 1863, como la de Porfirio Díaz en 1894, hicieron también otro tanto
en perjuicio de las comunidades indígenas, mereciendo también un lugar importante
las Leyes de Colonización, tanto la provisional del año 1875, como la definitiva de
1883, las cuales obtuvieron mediante la denuncia las mejores tierras en poder de
las poblaciones, alegando no tener un título de propiedad o bien encontrarse
defectuoso. Tal era la situación de inconformidad en el medio rural con la llegada
del nuevo siglo XX, aunada a la que generaba la estancia de Porfirio Díaz en el
poder por más de 30 años que la Ley Agraria del 6 de enero de 1915 fue el primer
paso que se dio en México para dar una solución no solamente revolucionaria sino
institucional a la demandas del pueblo, esta ley da respuesta a las necesidades del
país, con una visión a largo plazo que se solidifica al ser elevada a nivel
constitucional en 1917 ya que sin duda nivelaba la situación por la tierra en México
(Espinoza, 2015) Finalmente Arturo Warman en su obra La reforma agraria
mexicana: una visión de largo plazo nos diría lo siguiente:

“Esta reforma agraria mexicana tuvo su origen en una revolución popular de gran envergadura y se
desarrolló en tiempos de la guerra civil. A lo largo de un extenso período se entregaron a los
campesinos más de 100 millones de hectáreas de tierras, equivalentes a la mitad del territorio de
México y a cerca de las dos terceras partes de la propiedad rústica total del país, con los que se
establecieron cerca de 30 000 ejidos y comunidades que comprendieron más de 3 millones de
jefes de familia. Sin embargo, la reforma no logró el bienestar perseguido, y los campesinos a los
que llegó viven hoy en una pobreza extrema.”4

Con la llegada de la revolución en nuestro país en el año de 1910, una de las causas
por las que se peleo fue el estado de la industria del campo mexicano lucha que
cambio con la llegada de la reforma agraria en 1915 para posteriormente pasar a la
constitución, esta reforma se pensaba pudiera controlar he igualar las
oportunidades haciendo limites en las grandes extensiones de tierras que se tenían

4Arturo Warman (2003), “La reforma agraria mexicana: una visión de largo plazo”, Roma, Italia, FAO,
LandReform. Pág. 5

4
controladas por pocos y que estos latifundios eran tan grandes que se solía
descuidar grandes riquezas que se podrían utilizar para la agricultura, también se
esperaba que se les regresara la tierra a las personas que ya sea por fuerza alguna
otra razón se les había arrebatado, pero esto más allá de llevarse a cabo y a pesar
de haber entregado la tierra la realidad es que esta reforma no alcanzo los objetivos
logrados porque no se contempló la desigualdad por parte de los acreedores con
los acreedores más poderosos y los campesinos terminaron con una tierra que no
podían sembrar o aprovechar debido a que no tenías los ingresos suficientes para
aprovecharla por completo, posteriormente se enriquece en los Código Agrarios de
1934, 1940 y 1942 y la Ley Federal de Reforma Agraria de 1971, para finalmente
terminar de regular la tenencia de la tierra con la reforma de 1992 y la Ley Agraria.
(Espinoza, 2015) La llegada del paternalismo por parte del presidente Cárdenas
quien también entrego tierras y oportunidades de trabajarla, la reforma de 1992 por
parte del gobierno de Salinas de Gortari quien aposto por una privatización en el
campo agrario por las ideas del capitalismo y el tratado de libre comercio dando
apertura a grandes empresas que también controlaras tierra mexicana que
finalmente han dejado una política en materia agraria sin bien con avances y
retrocesos, una política que en palabras de Arturo Warman una “reforma inconclusa
y quizá imperfecta” .

Ahora que hemos descrito el panorama que lleva la política en cuanto a materia
agraria se refiere, actualmente en nuestro país nos hacemos la pregunta “¿Es
necesaria una nueva reforma agraria en México?” a lo largo de este ensayo
intentaremos responder esta pregunta por medio del contexto tanto del pasado
como el presente que se vive en nuestro país principalmente basados en palabras
de Arturo Warman así como de otros grandes pensadores en la materia de lo
agrario, comenzado por indagar si realmente hay un campo mexicano que sea
propio y el estado de este en la actualidad, los problemas que se ramifican de estas
condiciones políticas que se tienen en el campo así como diversos temas que se
derivan de esta pregunta para concluir con la razones necesarias para saber si
realmente es necesario invertir en lograr una nueva reforma agraria.

5
¿Es necesaria una nueva reforma agraria en México?

Para 1992 con la llegada del presidente Salinas de Gortari y la firma de los tratados
de libre comercio el artículo 27 de la Constitución vigente en 1988, establecía la
obligación del gobierno de dar tierra a todo el que la solicitara. Sin embargo, el ritmo
de crecimiento de la población en las zonas rurales era mucho mayor del que se
había registrado en toda la historia previa de México, cosa que en el gobierno de
cárdenas no se había contemplado y los subsecuentes decidieron ignorarse.
Finalmente, los sectores industrial y de servicios no estaban en condiciones de
absorber los excedentes de mano de obra que el crecimiento de la población rural
generaba.

Hacia finales de los sesenta era claro que la capacidad del gobierno federal para
dotar de tierras a quienes las demandaran era limitada y que, además, al hacerlo
se había facilitado la constitución de poderosos grupos políticos que traficaban con
la necesidad de tierras. El gobierno de Luis Echeverría, sin embargo, optó por
mantener la ilusión de la Reforma Agraria elevando al antiguo Departamento de
Asuntos Agrarios y Colonización al rango de secretaría de Estado, al tiempo que
decidía intervenir las propiedades de algunas de las más exitosas agroindustrias del
país con la promesa de distribuir esas tierras.

Ante esta realidad, Carlos Salinas de Gortari señaló que era necesario terminar con
el reparto masivo de tierras. En su primer informe de Gobierno Carlos Salinas dijo:
“El reparto masivo de tierras ha concluido. Quien afirme que todavía existen millones
de hectáreas por repartir está mintiendo”, declaración que inició un ambicioso
programa de reformas constitucionales y legales, que culminaron cuando el 1 de
noviembre de 1991, Salinas anunciaba durante su tercer informe de gobierno la
decisión de impulsar una profunda reforma a la Constitución y a las leyes en materia
agraria, a fin de hacer posible la venta de los ejidos. Puesto que en gobiernos
anteriores no se podía vender la tierra porque no era propiedad del ejidatario sino
del gobierno mexicano y con esta reforma se daba a la privatización de la tierra para
que de esta manera se pudiera vender. Luego de intensos debates que cimbraron
la estructura del PRI, la reforma fue aprobada por la Cámara de Diputados el 7 de

6
diciembre de 1991 y por el Senado el 12 de diciembre del mismo año. La reforma
fue publicada el 6 de enero de 1992 en el Diario Oficial de la Federación y entró en
vigor el día siguiente.

“En 1992 fue readecuada profundamente la legislación agraria en México, tomando como punto de
partida la reforma del artículo 27 constitucional. Con ello se desencadenó una serie de fenómenos
y procesos estructurales y coyunturales que han venido reconfigurando el perfil de la problemática
de la tenencia de la tierra del país durante el último cuarto de siglo.” 5

Según nos comenta el senador José Narro Céspedes en su iniciativa llamada


“INICIATIVA CON PROYECTO DE DECRETO POR EL QUE SE EXPIDE LA LEY
FEDERAL AGRARIA Y SE DEROGA LA LEY AGRARIA” desde la reforma hace ya
27 años el escenario agrario representa entonces nuevos actores, nuevas leyes,
nuevas políticas así como nuevas instituciones que la rigen y al ser una reforma
incompleta, todas estas nuevas circunstancias que han ido cambiando a lo largo del
tiempo es lo mismo que la ha replanteado y sostenido por todo este tiempo más sin
embargo la misma reforma no ha podido en si regir este campo agrario lo cual hace
que siempre este en constante revisión y reconfiguraciones de la misma, desde la
interrupción del libre reparto de tierras que desde antes de 1992 se iba manejando
también en ese entonces se modificó el sistema de propiedad que como habíamos
visto configuro que la tierra fuera propiedad de quien la maneja para de este manera
poder estar en libertad de venderla, creándose así un mercado de tierras y nuevos
sistemas administrativos y de justicia lo que ha aumentado la producción en el
sector agropecuario siendo este equivalente al crecimiento de la población.

Si bien en este sentido es cierto que la producción agropecuaria ha crecido para el


pequeño y mediano agricultor no ha mejorado sus ingresos, pues si es cierto que
ha crecido en realidad su crecimiento desde 1992 no se debe en realidad porque
más gente se dedique al campo sino al conjunto de varias cuestiones la primera
seria porque las grandes corporaciones tanto extrajeras como nacionales siguen
dominando este campo y por lo tanto los pequeños agricultores no pueden competir

5Martí Batres Guadarrama (2018), “INICIATIVA CON PROYECTO DE DECRETO POR EL QUE SE
EXPIDE LA LEY FEDERAL AGRARIA Y SE DEROGA LA LEY AGRARIA”, CDMX, México, LXIV
Legislatura del H. Congreso de la Unión. Pág. 5

7
contra las grandes tecnologías y avances a los cuales tienen facilidad las grandes
corporaciones, por lo tanto dado que su producción sencillamente es mar rápida
eficiente y menos plazo que el agricultor promedio, este tiene que vender sus tierras
a las corporaciones para subsistir, por lo tanto las corporaciones siguen ganando
más tierras, por otro lado también tenemos otros factores que utilizan los
agricultores para subsistir como la utilización de sus tierras para el cultivo de drogas
para el narcotráfico o la migración después de vender sus tierras6 el segundo punto
por el cual la producción ha crecido es porque a pesar de que la población crece y
las familias del campo crecen a lo largo de los años y las generaciones terminan
teniendo o dedicándose a la tierra, pero realmente sus ingresos nos mejoran según
palabras del periodista Gabriel Xantomila en un artículo publicado en el periódico
“el Sol de México” llamado “Morena en el Senado propone reforma de Ley Agraria
para atender ejidos y tierras” la realidad del campo Mexicano es que Según datos
del Registro Agrario Nacional, en México existen 32 mil 121 núcleos agrarios, 29 mil
728 son ejidos y 2 mil 393 comunidades, propietarios de casi 100 millones de
hectáreas, (alrededor del 51 %). Como sujetos con derechos agrarios según el
Registro están inscritos 4 millones 952 mil 749, de los cuales 3 millones 654 ml 100
son hombres y 1 millón 289 mil 649 son mujeres por lo tanto si bien es cierto que la
población ocupada en el sector agropecuario ha aumentado, sus ingresos no
mejoran: alrededor del 13.4 por ciento percibía, hasta 2014, menos de dos salarios
mínimos; y el 15.4 por ciento no obtenía ingreso alguno. Existen productores que
exportan mercancías agropecuarias al contar con acceso a la tecnología,
incrementado de esta manera su capacidad productiva; y existen también aquellos
que producen con fines de subsistencia y con ganancias marginales, que son la
mayoría. (Xantomila, 2018) Por lo tanto la desigualdad sigue siendo abismal esa
es la realidad del campo mexicano actualmente, por lo tanto el replantearnos si es
necesaria una nueva reforma a la materia agraria pareciera que comenzara a sonar

6Estos temas los analizaremos más adelante a detalle, tanto los problemas de las corporaciones
como el tema de los alimentos transgénicos, el narcotráfico en el capo y la migración los
analizaremos poco a poco cada tema.

8
coherente. Por otro lado hay verdaderos problemas de registros en cuanto a las
tierras, Arturo Warman no lo diría de la siguiente manera.

“Aparentemente, el mercado de tierras no ha conocido progresos. Para que ese mercado tuviese
auge habría sido necesario poner un término a los títulos y registros de propiedad no fiables.
Desde 1993, el Programa de Certificación de Derechos Ejidales (PROCEDE) ha expedido a los
ejidos y a cada uno de los parceleros unos certificados que son conformes a los requisitos de
calidad jurídica y cartográfica. Hasta el año 2000, el Programa había logrado la certificación de casi
el 80 por ciento de los ejidos del país, pero a nivel regional los progresos seguían siendo
desiguales.”7

Tal cual como lo comenta Arturo Warman en su obra ya antes citada, el problema
con los certificados es que de alguna manera rigen la desigualdad, mientras que
algunas corporaciones tienen en regla sus papeles, algunos agricultores tienen sus
tierras desde generaciones atrás y no tienen una regularización estricta en cuanto
a las cuestiones de acreditar su propiedad aunándole la desinformación que existe
al respecto, junto también con la poca oportunidad de escolaridad que hay en el
campo, y mientras la PROCEDE regulaba estas condiciones en el 1993, al quitar
esta institución dejo desprotegida esta estrategia que equilibraba las cosas con las
grandes corporaciones esto de igual manera obliga a los agricultores a no poder
sostener sus tierras y el aprovechamiento de quienes de manera jurídica podrían
quitarles sus propiedades.

La realidad hasta ahora en el capo o en el área agropecuaria de nuestro país, la


mayor problemática que hasta ahora vemos es simplemente el desequilibrio y la
desigualdad con la que los pequeños agricultores que mantienen la mayor parte de
sus campo sin ninguna ganancia más que la única que es solo para subsistir tienen
que competir contra las grandes compañías que no solo conservan la ganancia en
los campos sino que además tienen el acceso a las diferentes tecnologías como
máquinas de recolección que aumentan la rapidez de la producción, y a los avances
científicos más notables como son los alimentos transgénicos que dan más
producción a menos costo, y además de las facilidades legales de información y

7Arturo Warman (2003), “La reforma agraria mexicana: una visión de largo plazo”, Roma, Italia, FAO,
LandReform. Pág. 10

9
adquisición monetaria que les permite comprar más tierras, parece ser en realidad
una cosa de desequilibrio por completo en el campo. Algo que podría ajustar esta
problemática seria la inversión del campo tanto en sistema financiero privado como
público, pero es aquí en donde nos topamos con otra problemática, puesto que la
realidad es que el sistema de financiamientos privados no voltea a la materia
agropecuaria como algo en lo que se debe invertir por lo tanto los financiamientos
públicos son lo único que queda como alternativa, pero esto no parece ser una
buena opción ya que las inversiones públicas en el campo parecen en realidad ser
escasas o nulas, puesto que las instituciones de préstamos al campo por parte del
sector público en realidad han sido desmanteladas con pretexto de una renovación
que lleva siglos sin pasar, pues llega una y al desaparecer llega otra institución pero
ninguna permanente por lo tanto nunca hay oportunidad de una verdadera inversión
por parte del sector público y en cuanto al privado como anterior mente comentamos
este en realidad no hay dentro del sector agropecuario. Arturo Warman lo explicaría
de la siguiente manera.

“El Registro Agrario Nacional, otra institución creada por la reforma, ha conseguido apoyar con
firmeza el mercado de tierras. Sin embargo, los registros públicos estatales de la propiedad rústica
privada han sido menos eficaces que los registros de la propiedad social federal, y no han podido
dar fiabilidad a sus escrituras. La falta de financiamiento ha sido uno de los problemas que ha
entorpecido la formación de un mercado de tierras. El sistema financiero bancario privado no ha
operado en el campo, y el sistema financiero bancario público ha sido desmantelado con objeto de
su ulterior reorganización. El financiamiento, una de las condiciones de una reforma rural de gran
alcance, ha estado ausente del proceso reformista.”8

El competir contra las grandes corporaciones parece una lucha bastante imposible,
y el conseguir quien apoye el mercado agrario sobretodo quien apoye al pequeño y
mediano agricultor es buscar una aguja en pajar, por lo tanto, lo que en realidad le
queda al agricultor promedio en México con la competencia tan dispareja, es ya sea
la venta de sus terrenos, la migración, la invención por parte del narcotráfico o
simplemente la subsistencia.

8 Ibídem pág. 15

10
Otra de las cuestiones a las que se tiene que enfrentar el campo es a la disertación
del mismo por parte de los jóvenes que su familia siempre se ha dedicado al campo,
por lo tanto si no hay juventud que atienda estas tierras las personas que cumplen
con la vejez y que se aferran a su terreno parece que no tienen ningún apoyo, por
lo tanto los jóvenes que desertan de la vida del campo en busca de cumplir sus
sueños dejan desprotegidos a los ancianos que no quieren irse o vender sus
terrenos y como no hay apoyo para estos ancianos entonces solo les queda subsistir
de lo poco que puedan trabajar en el capo, pues su fuerza de trabajo ha disminuido
y la producción ya no puede ser la misma, agregando que como ya como la
habíamos mencionado antes, tampoco cuentan con la tecnología que le ayude en
aumentar la producción, pues estos adultos mayores quedan amparados a la
marginalidad que conlleva la subsistencia, y por la misma marginalidad los jóvenes
deciden abandonar esta oportunidad de trabajo, puesto que volviendo al mismo
tema no hay apoyos que ayuden tanto a los jóvenes como a los adulto mayores a
aprovechar en mayor medida lo que su parcela les pueda generar. En palabras de
Arturo Warman se entendería de la siguiente manera.

“Por otra parte, no se han creado mecanismos que brinden seguridad e ingreso a unos campesinos
de avanzada edad que se aferran a su propiedad para enfrentar la vejez. El traspaso de las tierras
de una generación a la siguiente, condición para acelerar los cambios técnicos y consolidar la
organización de los productores, así como para atraer al campo a una proporción de jóvenes
emprendedores, no ha contado con el apoyo público que la habría hecho posible. México ha
carecido de un sistema de seguridad social que asegure a los campesinos una jubilación digna.
Los jóvenes han seguido abandonando el campo; y las remesas de dinero de los jóvenes a las
personas que han permanecido en el campo se han convertido en un factor muy importante de los
ingresos rurales. En cifras absolutas, en las últimas dos décadas la población rural y la población
ocupada en actividades primarias se han prácticamente estancado, y su número probablemente
descenderá en los próximos decenios.”9

Por lo tanto si puede que haya aumentado la producción agropecuaria desde 1992
pero en retrospectiva la realidad es que lo que ha aumentado desde la privatización
de la tierra es la producción privada mientras que la agricultura promedio se ha
quedado estancada puesto que en realidad no hay quien emprenda en el campo,

9 Ibídem pág. 17

11
pues sin incentivos para ello los jóvenes prefieren retirarse mientras la gente mayor
ya no puede trabajar de la misma manera, por lo tanto la realidad del campo es que
si realmente se ha estancado y que como dice el autor antes citado es posible que
a largo tiempo este comience a bajar los pequeños agricultores y comience a crecer
la industria privada.

“En 1994, como medida complementaria a la reforma constitucional, se creó el Programa de


Apoyos Directos al Campo (PROCAMPO), un programa de pagos directos a los productores de
granos básicos en base a la superficie cultivada. Este programa de compensación de desventajas
estructurales brindó por primera vez un apoyo a los minifundistas que no habían podido tener
acceso a los mercados porque consumían íntegramente su propia producción. El número de
minifundios que se han beneficiado con el programa ha sido estimado en 2,5 millones.
PROCAMPO invirtió los sistemas anteriores que subvencionaban los precios de los productos
comercializados, y beneficiaban únicamente a los productores comerciales más grandes.”10

Si Procampo en sus inicios parecía una oportunidad para nivelar las cosas entre los
pequeños agricultores y los grandes productores que controlaban la producción en
el sector agropecuario, al poder dar incentivos al campesino, pero como todo
programa de gobierno este sea devaluado y a pesar de lo que su inicio fue creado,
ahora parece ser que se ha desviado su objetivo de manera que ahora los ingresos
que antes eran para los campesinos ahora son para los grandes productores y como
siempre se ha olvidado del campesino promedio que solo subsiste de lo que puede
cosechar actualmente lo que se pretende con este programa es, según el presidente
Andrés Manuel López Obrador es dar los apoyos directamente al campesino y ya
no por medio de intermediarios que solo obstaculizaban que los ingresos pudieran
ser de quien realmente lo necesitaba, como había pasado en gobiernos anteriores,
pero la realidad es que aun a estas alturas es difícil saber si realmente la palabra
del presidente se cumplirá, pues finalmente la realidad del campo mexicano es que
el campesino sigue abandonado y sin ningún incentivo suficiente para poder invertir
en su cosecha, lo cual lo obliga a siempre recurrir a otros medios como la migración
o el aliarse al narcotráfico.

10 Ídem.

12
El problema que parece persistir finalmente es la problemática de que no existe
ningún incentivo para el campo y los proyectos de financiamiento que existen para
apoyarlo como el caso de PROCAMPO, son desviados de ese objetivo con tal de
obtener más ganancias tanto del gobierno como de los grandes productores, y al
final se restructuran esos programas para acabar con esos juegos perversos, pero
debido a la restructuración no se pueden dar apoyos y entonces los ancianos
campesinos terminan solos porque no existen jóvenes que vean un emprendimiento
dentro del campo debido a la falta de incentivos por lo tanto estos emigran a países
extranjeros a trabajar con grandes productoras finalmente también como
campesinos, pero con una ganancia mayor de la que podrían obtener invirtiendo en
su propia parcela, o por desgracia terminan siendo contratados por el narco tráfico
para la plantación de drogas como la mariguana o la amapola, puesto que se gana
más ingresos por medio de estos pasos que esperar un incentivo para emprender
que posiblemente no llegara, esta es la realidad del campo.

“El capital privado externo o de otros sectores no se ha invertido en gran escala en la producción
agropecuaria debido a la falta de incentivos, y los porcentajes de ganancia no han resultado
atractivos. La privatización abusiva y el restablecimiento de los latifundios por las grandes
empresas no han tenido lugar. Se crearon unas diez empresas agropecuarias mercantiles, que no
prosperaron; dos de ellas se asociaron a distintas formas de propiedad. La privatización de las
tierras ejidales ha sido inferior al 1 por ciento de las tierras de propiedad social. Las tierras
privatizadas se han incorporado casi siempre al sector urbano en desarrollo, del cual los ejidos han
obtenido enormes plusvalías.”11

Finalmente vivimos en una era industrial donde parece ser que los ingresos son
destinados a la inversión en la tecnología y la industria, pero el sector agropecuario
el cual debería ser algo esencial en el aspecto de la alimentación dentro de un país
ha sido dejado de lado puesto que no existe inversión que se le pueda donar a al
campesino pues mientras haya industrias que saquen adelante este sector aunque
sea el capital extranjero quien tiene el acceso a tecnologías superiores para el
campo, pues parece estar solucionado y por lo tanto es más fácil dejarlo de lado
pero la realidad dista mucho de esto pues el problema es que no se ha solucionado

11 Ibídem pág. 20

13
nada sino que al dejar que el capital controle la situación en manos de las grandes
productoras o el capital extranjero, es que en algún momento nos tendremos que
atender a sus condiciones pues como no hay quien se preocupe por el campo y este
sea abandonado por los campesinos mexicanos al final de cuentas tendríamos que
seguir dependiendo del capital extranjero.

“La transmisión de los derechos ejidales, no siempre registrada a pesar de su carácter legal,
parece haber aumentado ligeramente. En una situación de mayor seguridad, ha habido señales de
un modesto proceso de capitalización que los propietarios rurales sociales o privados han llevado a
cabo con sus propios ahorros.”12

Entonces entendemos que el sector agropecuario en nuestro país está en peligro


por el abandono tanto del gobierno, pero más importante aún por el abandono de
campesinado mexicano, puesto que no encuentra una manera de poder lograr
obtener un ingreso directo del campo que ayude a solventar sus necesidades y que
de igual manera conlleve una ganancia, lo que obliga a los campesinos a migrar del
campo incluso del mismo país, pues hablando de la migración que es un problema
que afecta fuertemente al campo mexicano en una artículo publicado por parte del
periódico la jornada del campo nos diría que Cada hora 30 campesinos se van a EU
y llegan 1.5 mdd en alimentos 50% de lo que comemos es comprado el extranjero
2 millones de empleos rurales perdidos en 12 años 388 municipios son pueblos
fantasma debido a la migración. (López, 2007) por lo tanto entendemos que la
problemática es grave puesto que nuestros campesinos prefieren trabajar en el
campo extranjero donde es seguro que se daría una mayor ganancia que en su
propio campo por lo tanto nosotros no producimos nuestros propio alimentos lo que
hace que consumamos alimentos extranjeros producidos por nuestro compatriotas
que han migrado y que por lo tanto ha dejado perder su trabajo por eso mismo no
se es de extrañar la perdida tan grande de empleos rurales.

Un gran ejemplo del problema de la migración existe en el pueblo indígena de los


mazahuas. La migración es un fenómeno social que está presente en muchas
partes del mundo, tiene un carácter multifactorial y por ello, cada caso debiera

12 Ídem

14
pensarse como específico; así, en este sentido, hablar de una migración por parte
de un pueblo originario, como lo son los mazahuas, deberá responder aspectos
propios del lugar investigado. Asimismo, este fenómeno ha estado presente a lo
largo de la historia, en todo el mundo; sin embargo, el caso específico del que se
hablará data de unas cuantas décadas hacia atrás en donde ha ido en aumento el
desplazamiento de las personas hacia otros lugares.

Para poder hablar de esta comunidad es necesario repasar un poco de su historia,


la región Mazahua, y aunque no hay datos muy exactos de esta etnia; se dice que
llegaron en el siglo XVl, al área de lo que hoy se conoce como el municipio de San
Felipe del Progreso, este proceso también se dio a partir de una migración; pero de
la cual no existe un dato certero del lugar de procedencia ni de los motivos que los
hicieron cambiar de territorio; sin embargo, se podría decir que en este nuevo
territorio encontraron las condiciones que iban buscando, hablando de hábitos y
costumbres como cultura mazahua, además de la adaptación de las personas a la
agricultura que se daba en ese territorio. Poco tiempo después de su llegada fueron
conquistados por los chichimecas, pero esto se dio por un periodo corto, ya que
pronto llegó al lugar la conquista española.

Después de que se logró la conquista, el pueblo mazahua pasó a ser tributario de


la corona española. En este tiempo, se fueron mezclando las cosmovisiones, tanto
la de los mazahuas como la de los españoles; un punto fundamental en este aspecto
se da en torno a la religión; pues pasan de ser una cultura modificada o fusionada
entre sus costumbres y el catolicismo.

Es una comunidad que se desarrolla en gran parte en el ámbito rural, En sus


actividades de cultivo principalmente destacan el maíz y el zacatón, el maíz es el
más importante porque es cultivado para el autoconsumo, si hay algún sobrante
éste será para ser comercializado y así poder acceder otras necesidades básicas
pero finalmente el campo solo les servirá como pura manera de satisfacer sus
necesidades y a veces conseguir una pequeña ganancia. En últimas décadas ha
tenido la necesidad de trasladarse al país vecino, debido a diferentes factores, entre
ellos destaca la búsqueda de mejores ingresos, cooperación económica simbólica

15
en el hogar, ya que el sembradío no ha podido dar lo suficiente ni siquiera a manera
de subsistencia, El movimiento es únicamente físico porque sus ideas y
sentimientos pertenecen aún al lugar donde se desarrollaron, Respetando las
tradiciones y adaptándolas fuera del pueblo, pero al volver para las fiestas
familiares, la experiencia modificará no sólo al individuo, sino a toda su comunidad,
comenzando desde formas de hablar, interactuar, vestimenta, entre otras, sin
olvidar el impacto que pudo causar también en el lugar de recepción, es decir, que
las personas que han pasado por algún tipo de movilidad territorial, impactan los
lugares visitados dentro de su propia comunidad.

En la búsqueda documental sobre el tema y territorio mencionado, se encontró una


investigación sobre este municipio, por la historiadora y antropóloga Lourdes Arizpe
hablando de migración, etnicismo y cambio económico, teniendo al municipio San
Felipe del Progreso, en donde se encuentra nuestro pueblo estudiado, haciendo
estudios etnológicos para así interpretar lo que ella hizo con lo que nosotros
pretendemos analizar.

Arizpe, en su libro “Migración, etnicismo y cambio económico, un estudio sobre


migrantes campesinos a la ciudad de México”, nos habla y nosotros tomaríamos
como una de las razones principales el hecho de que

“la migración rural-urbana en América Latina se ha dado como resultado del deterioro de
condiciones económicas en el campo derivadas de sus estructuras productivas. No hay
disponibilidad de tierras, ya sea por presión demográfica o por latifundismo y la mecanización de la
agricultura ha desplazado también mano de obra. Acentúa estas tendencias el alto crecimiento de
la población que aumenta el número de trabajadores que tiene que encontrar acomodo
ocupacional. La única esperanza de supervivencia o de acomodo económico la ofrecen las
ciudades”.13

Con ello, decir que la economía y el sistema económico en el cual nos desarrollamos
juegan uno de los papeles fundamentales cuando se habla de migración, en el
sentido rural-urbano. La estructura de la misma, está conformada a manera de que
la cosmovisión que se tiene en las comunidades de pueblos originarios tenga un

13LourdesArizpe (1978), “Migración, etnicismo y cambio económico (un estudio sobre migrantes
campesinos a la ciudad de México)”, CDMX, México, Colegio de México. Pág. 29

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significativo cambio; es decir, “La mayoría de las personas del campo veían la
migración como una medida para salir de su situación de pobreza. Dirigirse a otro
país como E.U. era visto como una oportunidad para acceder a mejores condiciones
de vida”; así, poco a poco el sistema se encarga de interiorizar la idea de progreso
y que a éste se puede acceder a partir de tener un mejor ingreso económico.

No obstante, el hecho de migrar a una zona urbana, no siempre representa que se


llegue al progreso del que tanto se habla, consecuencia de malas planeaciones
urbanas, en el sentido de que las zonas de atracción pronto se sobrepoblan como
en el caso de Texas o algunos estados del sur de E.U. donde la mayor parte de la
población es de habla hispana y por ende, el acceso al trabajo se vuelve complejo.
Esta parte puede ser la razón por la que el fenómeno migratorio no se dé de forma
definitiva en el caso que se está estudiando, pues que aun allá resulta difícil
arreglárselas económica mente, y el campo puede ser una alternativa para subsistir.

Por ejemplo en el caso de los mazahuas En la década de los 70’s se ve una


complicación de titulación de tierras y así son afectados en su mayoría población
mestiza, disminuyendo hectáreas de sus tierras, orillándolos a venderlas o
alquilarlas, trabajado para un patrón en esa zona o teniendo que moverse a la
Ciudad y así poder cubrir necesidades de la familia.

Por otro lado, datos basados en el INEGI, del censo del 2010 podemos darnos
cuenta de que en realidad es una población pequeña y en la que destaca que
habiten más mujeres que hombres. Esto debido a la migración, la cual,
principalmente la hacen los varones.

El problema no es el campo en si la problemática que recae cuando se quieren


sacar ganancias de lo que se está cosechando y obliga a los mazahuas a migrar es
que el mismo sistema impone precios para los productos y esto es lo que ha ido
mermando la producción individual y así beneficiando a las grandes. Por esta razón
es que las personas del campo tienen que buscar mejores opciones para adquirir
un mejor sustento, en donde la mejor opción, podría decirse, es la ganancia en
dólares, en el caso de emplearse en el campo, cerca de la comunidad o en algún
otro pequeño trabajo como la construcción, según estudios del INEGI los pagos

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rondaban los $600 a la semana más o menos, contrastado con lo que se puede
ganar en el país vecino aun dedicándose al campo, el cual es de 290 dólares de los
cuales su equivalente seria de 5,612.49 peso, esto en el ámbito del campo
considerando un salario mínimo. Con ello nos damos cuenta que la diferencia en
los ingresos es considerable, por ende optan por irse algunas veces ilegalmente.
Otro aspecto interesante, es que el costo aproximado que se requiere para todo el
proceso de cultivo, de maíz, en general, ronda en $4000 por hectárea. Y quienes
optan por el cultivo como mercancía se topan con que el costo de un cuartillo -media
utilizada en la región y equivalente a cerca de 2 kilogramos- es de $2. Entonces, es
notorio que la migración es por necesidad, es clara la razón por la que la mayoría
de las personas migran pero ahí viene algo interesante, pensando en el modelo
económico que pretende globalizar, en una pérdida de identidad y por ello de la
comunidad. A largo plazo es un fenómeno que va matando poco a poco con una
idea contradictoria de progreso, un único ideal que intenta que todo ser viviente
piense y que para esto, sólo haya un camino, una sola visión y ésta, va a partir del
dinero, de buscar mejores ingresos y más allá de satisfacer las necesidades
básicas, hace creer que tenemos otras pero que finalmente están matando nuestro
campo.

La migración no sería el único problema de la falta de una nueva reforma a la


materia de lo agrario puesto que también como hemos dicho anteriormente El agro
rezagado, creció sólo 1.2% anual en el último cuarto de siglo él campo se volvió
menguante y con políticas injustas que da una Baja de 10% a 3.4% la participación
sectorial en el PIB entre 1981 y 2006 eso hizo que Cayera la proporción de población
rural de 40% a 30% en el periodo 13% del Procampo a agricultores pobres y 33% a
productores ricos Sólo el 15% capitalizado de los agricultores recibe créditos
productivos Mega corporaciones extranjeras controlan insumos agrícolas y
cosechas para los productos transgénicos que ese pareciera ser otro problema en
el campo pues en realidad lo que conlleva los alimentos transgénicos sin duda es
una trasformación, una evolución en la tecnología biológica, en donde las
preocupaciones de que los alimentos duren menos tiempos o sean atacados por
insectos parece ser cosa del pasado, estos alimentos presenta el máximo de sus

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capacidades lo cual no es algo malo si aún no hay pruebas suficientes para
demostrarlo, y como toda evolución presenta sus beneficios, el problema bien dicho
de parte de la obra de Yolanda Cristina Massieu Trigo en su obra titulada “Cultivos
y alimentos transgénicos en México: El debate, los actores, y las fuerzas
sociopolíticas” es que a pesar de este avance, este solo se queda dentro de los
límites de las empresas multinacionales, a diferencia de que lo que se defiende de
estos productos la cual es el acabar con el hambre, finalmente este objetivo queda
totalmente indispuesto, ya que las empresas multinacionales como siempre se
quedaran con la ganancia y el pequeño agricultor que no tiene los ingresos para
poder llegar a esta nueva evolución termina perdiendo en realidad, el problema no
está en los alimentos, el problema como siempre existe cuando los medios de
producción están en manos de pocos y la economía solo fluye por medio de ellos,
y el pequeño agricultor no tiene manera de competir por lo tanto este mismo
empieza por una recurrente picada en la espiral del quiebre, en la que tendrá que
vender sus tierras las cuales la empresas multinacionales compraran para seguir
evolucionando en los alimentos transgénicos y al final acabara obteniendo el control
sobre estos alimentos. En mi opinión los alimentos transgénicos no representan un
problemática hasta que este demostrado, en mi opinión como lo decía en la obra ya
antes mencionada, estos alimentos representan algo innovador, el llevar el alimento
a su máxima expresión, lo que representa el problema real es el poder de las
empresas multinacionales y que solo estas tengan el poder de producir estos
alimentos ya que solo ellos tiene la facilidad de acceso a estas tecnologías que los
agricultores promedio no pueden lograr obtener lo obviamente los deja sin ganancia
alguna para sus cultivos más que la propia subsistencia.

Como hemos visto las condiciones son injustas en lo que a materia de campo se
trata puesto que los precios en el mercado agricultor los fijan las grandes
corporaciones, a su vez solo las grandes corporaciones tienen los recursos para
lograr la obtención de mejores productos a buena calidad y bajo costo, debido a la
innovación y tecnología que tienen a su alcance que el campesino promedio no
puede obtener debido a que no tiene los ingreso de un campo que solo le sirve para
subsistir y como no existe ningún apoyo que lo pueda ayudar a despegar entonces

19
este se ve obligado a migrar o en el peor de los caso a rentar su parcela y su fuerza
de trabajo al narco menudeo.

El crimen organizado recluta campesinos y disputa territorios rurales (López, 2007),


pues según un artículo de la revista Forbes Las condiciones en las que vive la
población rural, sumadas a las promesas incumplidas desde hace más de un siglo,
hacen un caldo de cultivo perfecto para que el narcotráfico envuelva a los
campesinos en asuntos de drogas, en un país donde simplemente nadie los ve ni
los oye. En su último reporte sobre drogas en México, la administración de Barack
Obama informó que en 2006 a lo largo del territorio azteca existían 5,100 hectáreas
sembradas de amapola; para 2014 la cifra pasó a 11,000 hectáreas, más del doble.
Es decir que en México se cultivan estas drogas en al menos 24,000 hectáreas.
Tierra que bien podría destinarse mejor a la siembra de alimentos, rubro en que el
país dejó de ser autosuficiente, debido a la pobreza en la que se encuentra el
campesinado que lo obliga a obtener ingresos de cualquier manera así sea este de
manera ilegal por lo tanto los campesinos ven en la droga la siguiente ganancia
mientras a un productor se le compra, en el mejor de los casos, el kilo de maíz en
2.7 pesos, una bolsa de marihuana suficiente para preparar 7 u 8 cigarros, tiene un
precio de 50 pesos –en el Distrito Federal–, es decir, el equivalente a más de 18
kilos de maíz. En el caso de la heroína (originada a partir de la amapola), una dosis
tiene en la capital del país un precio de entre 250 y 350 pesos, es decir, lo que
representarían entre 92 y 120 kilos de maíz, respectivamente. Las cuentas sobran
para describir lo que ganaría un campesino rentando su tierra para el cultivo del
sustancia ilícitas he ilegales Las cifras explican por qué este año el país tendrá que
importar entre 30 y 45% del maíz que consume. Sembrarlo, simple y sencillamente,
no saca de apuros a un campesino que vive con 47.22 pesos al día. (Fregoso, 2015)
esto es razón debido a que al sector agropecuario no se le ha protegido de manera
eficiente ni se le ha apoyado de ninguna manera, por lo tanto los campesinos se
han visto obligado a tener dos opciones, la migración o en su dado caso el
emprendimiento en el mercado ilegal común mente el narcotráfico, pero esto no solo
afecta al sector agropecuario en México de aquí podemos partir a sectores como la
seguridad la cual parece una batalla todos los días y el sector agrario el campo de

20
batalla entre la seguridad pública y el narcotráfico, o las misma guerrillas de
narcotraficantes por el control de zonas de producción, la violencia aumenta y tanto
como campesinos promedios como delincuentes mueren por no encontrar un mejor
apoyo al sector agrario, pues el campesino tiene que competir contra grandes
corporaciones desprotegido o puede incursionar en este negocio ilegal donde la
ilusión de ganancia y protección parece ser más fuerte que la promesa de un
incentivo que parece no tener fecha de llegada, el narcotráfico surgió de la
oportunidad de ver que el gobierno no se hacía cargo de este sector y al tener una
demanda grande es necesaria la obtención de más tierras donde se pueda obtener
la satisfacción de esta demanda por las sustancias ilícitas, ahora este problema se
intenta enfrentar desde de la cuestión de la seguridad publica puesto que desde la
integración social ahora ya es demasiado tarde, Hablando de superficie agrícola,
ganadera, pecuaria, el crimen muy conservadoramente está afectando entre el 25
y 30 por ciento de las actividades del sector agropecuario en el país", asegura Víctor
Suárez, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas
Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC). Siete de cada diez
habitantes rurales están considerados como pobres y esto ha generado la presión
de migrar a ciudades de Estados Unidos, pero al mismo tiempo se ha generado el
ciclo perverso de que los jóvenes se tienen que enrolar al crimen organizado, lo que
contribuye al abandono del gobierno al campo.

Todas la problemáticas en realidad parecen apuntar a lo mismo el problema


principal en el sector agrario y por lo que sería realmente necesaria una nueva
reforma agraria en México es la falta de interés por parte del gobierno, no existe
apoyo garantías en el campo que protejan al campesino promedio contra un
mercado en el que los precios lo fijan las grandes corporaciones, si se dedica una
persona al sector agropecuario tiene que luchar en primer lugar contra la falta de
apoyo para emprender porque el gobierno no ayuda, debe lugar contra los precios
que funcionan solo en pro de proteger a los grandes industrialistas, los cuales tienen
todos los medios para alcanzar las nuevas tecnologías e innovaciones que le
permiten obtener productos a bajos costos y de buena calidad que la persona
dedicada al campo no puede obtener, entonces le quedan dos opciones la migración

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para encontrar siempre algo mejor en cuanto a presupuesto económico, o la
incursión en el delito donde se obtiene la falsa ilusión de protección y riqueza pero
bueno por lo menos se obtiene algo.

Conclusiones.

A veintiséis años de la reforma al artículo 27 Constitucional y a la legislación


secundaria, es dable decir que, si bien algunos aspectos registraron avances, en
otros más los resultados distan mucho de lo originalmente propuesto es por eso que
realmente creo que es necesaria una nueva reforma en lo conveniente a la materia
agraria puesto que es un hecho que la mayoría del campesinado de nuestro país
no mejoró su producción, ni sus ingresos ni sus condiciones de vida. Lo que
aumentó fue la pobreza, el hambre, la violencia, el narcotráfico, el 2 abandono de
poblados y la migración, principalmente la de los jóvenes, entre muchas otras cosas.

Hay desaliento, confusión e incertidumbre entre los productores rurales; y pese a la


movilización reciente de las organizaciones rurales, las instituciones públicas se han
mostrado indiferentes o ineficaces al atender sus peticiones.

La prioridad actual de esta administración y los retos actuales del campo en los que
debería de estar enfocada esta nueva reforma es a los apoyos para la producción,
el acceso a mejores tecnologías, la capitalización, los insumos, la comercialización,
la superación de barreras y la obtención de créditos, de tal manera que se dé
respuesta a los ideales revolucionarios en los que los campesinos serían no
solamente dueños de un papel, sino dueños de su destino, capaces de producir
riqueza con sus tierras y eliminar todo trazo de marginalización y pobreza.

Es realmente necesario este enfoque puesto que el campo realmente está en


peligro ya sea por el control de grandes corporaciones, el abandono o aun peor el
control por parte del narcotráfico, es realmente necesario que el gobierno preste
atención a lo que esta aconteciendo en el campo y de incentivos para que las cosas
sean más juntas en el campo mercantil agrario de otra manera realmente se está
en peligro el campo y el alimento primario, se debe combatir a la pobreza del campo

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de manera que se den incentivos para que los campesinos no emigran, o se
dediquen a lo ilícito.

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México. El debate, los actores y las fuerzas sociopolíticas”, CDMX, México, editorial
Argumentos.

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