Está en la página 1de 64
Coleceiéndirigida por JUAN ANDRES PINA Biicln al enidado de ‘Maria Magdalena Browne Composicion ydisefo: Cran Ltda. Portada de Marcela Léper 0. (© Herederos de Antonio Acevedo I. (© Pehn Haitores, 1990 “Maria Luisa Santander 537, Santiago ISBN 956-16-0228.3 Segunda een enero 2001 Impreso en los alleres de Grafica Andes® ‘Santo Domingo 4593 Quinta Normal, Santiago. IMPRESO EN CHILE./ PRINTED IN CHILE, ANTONIO ACEVEDO HERNANDEZ CHANARCILLO Version integra [LaPlanchada (Belgica Casto) y Cantora Primera (Coca Melnick), cen a versign del Teatro Experimental dela Universidad de Chile. CHANARCILLO Estaobra fuereestrenadaporel Tear Experimental dela Universidad de Chile en 1953, de acuerdo al siguiente reparto: ‘UNMINERO CCANTORA PRIMERA EL.CERRO ALTO LARISUENA (CARMEN ATIENZA (Minero rico) Dow ParRicto SEBASTIAN (Mineo) CCANTORA SEGUNDA LAPLANCHADA (Mactoma) MATILDE (Cantor) EL VERDE CARDENAS CCANTORA TERCERA EL CHICHARRA PEDROELSUAVE ROSEFUE ‘MAYoRDOMO JOAQUIN (Minero) Jorge Acevedo Coca Metnick ‘Roberto Parada Claudia Paz Fanny Fischer Rubén Sotoconi Jorge Bowdon Flovio Candia Kemy Keller ‘Bélgica Castro Shenda Romén Francisco Martinez ‘Meche Calvo ‘Domingo Tessier ‘Agustin Sire Emilio Martinez Pedro Ofthous ‘Lais A. Fuentealba Carlos Garcia ccuancaca EL MINERO JOVEN Aledo Marto FLGRINGO Verio Arredondo EL HoMBRE DEL DESIERTO ageioGuamén EL SUIETO BIEN VEsTIDO "tr Maglio MINEROS Enrique Marin, Hr Oni, Rene Villegas, Mario Lorca ACOMPARANTES DEL ESTO Sergio Aran, Ramén Sat, ee ‘Hein Yaiiez, Jaime Morén, Jorg Mend Jane Fede Patio Rie Actas especial de Margot Loyola Direccisn: Pedro De La Barra La pulgada de sangre Fonda enel pueblo de Juan Godoy. Es una taberna donde sevende de todo, desde el vino, que se presenta en toneles, codres y cdntaras, y comestibles; entre otros, charqui, que se exhibe colgado en ristras y el queso en zarandas, hasta os artéculos femeninos de mds lujo; igualmente, arreos de ‘minerosy también perfumerta, Naturalmente, hay mostra- dor 0 mesén y armario que corren adosados al muro de la izquierda. Una cortina disimula una puertecita que con- duce a las habitaciones particulares de DON PATRICIO, el ropietario del negocio, que es de un abigarramiento de- {finitivo, Ademds de ta puertecita de la izquierda, hay una ‘gran puerta a la derecha abierta a ta calle. El muro del Foro juega, es decir, puede alzarse. Hay, desde luego, ‘mesas y taburetes acupados por los clientes, mineros en su totalidad. Atel6n corrido, se oyen los tltimos versos de una tonada, seguidos de una gran algazara. Sube el tel6n, En este momento, LARISUENA (Anita), una 0 ee sesrno ease ‘muchacha bajita, entradaencarnes, que tanto puede tener ccatorce como veinte ais, huye, riendo a carcajadas, de GABINO ATIENZA, minero rico, que ha encontrado un filén riqutsimo que lo ha hecho millonario de un dia a otro. ATIENZA conserva sus gustos antiguos, cree que la fe- licidad consiste en todos los derroches y los realiza. EL. CERRO ALTO (A. Donoso) sale de atravieso y coge a LA RISUENA. Simultdneamente hablan—como se detalla mds adelante— los personajes. Sobre el sitio destinado al baile, que esta al fondo ocupando mds de la mitad de la escena y que consiste en una tarima como un pequefio escenario, estén las dos CANTORAS, de arpay guitarra, y las TANEDORAS. Detrds del mostrador, DON PATRICIO, gordo y satisfecho, muy cruel o muy indiferente, agente promotor de todo lo que pueda producir dinero. Senta- ‘da en un piso bajo, LAPLANCHADA (Maclovia), una mujer de edad indefinible, flaca, sin formas; es una celestina consagrada y repugnante; junto a un brasero toma mate, muy alegre de lo que pasa. Ella y todos celebran la cacerfaacarcajadas.LARISUENA rle ambién, pero surisa cubre el llanto. Voces: jA que no la plla! [UNA CaNTORA: No te arranquis pa juera, zamba, porque te friegan. EL CERRO ALTO: Pérate mejor, zamba, tenfs que caer no més. ¥ testi encalillando mucho. Hoy dfa tenis 4qu'irte conmigo. LA RISUERA (Asediada en forma terrible por los dos emacs 1 hombres, cae de rodillas implorante; pero siempre viendo. Entre carcajadas habla): ;Déjenme, héganlo ppor Dios; déjenme que ya me muero! jAyayaicito! (Cae entre convulsiones). Voces: Le dio a pataleta, LA PLANCHADA: Se hace la zorra renga. Es as{ cuando le quiere amarrar el cuero a alguien... Es asi... y cuando le da de veras... se le pasa con un trago. GaBINo ATIENZA: Venga un vaso grande. LA PLANCHADA (Pasdndolo): Aqu{ tiene. (Empiezan a dérselo, Trata La Risueta de defenderse y la inmo- vilizan, vertiendo después el vino en su boca cerra~ da, que le abren a la fuerza con un cuchillo, El vino corre por su cuello y busto. Todos se han aproxi- ‘mado y rlen con mucho placer). Esto es pa que no ‘e dé mis la pataleta, pa que no engaffs més a na- die, La RISUENA (Muy. vejada y colmada de indignacién, se levanta): {De modo que no me pueo defender de estos hombres tan crueles y tan cobardes, y de estas ‘mujeres tan malas? No’stoy enferma...jQuiero que ‘medejentranquila! Me gustaria morirme... Morirme antes de estar aquf con ustedes (Me tratan peor que ‘una bestia! Y toos ustedes son bautizaos... jy han tenido madre y me tratan ast! {Es que yo no soy mujer? BLCERRO ALTO: ;Mujer? Qué vaia sermujer vos... Soi... un peacito en cangalla pa que toos te leven y te traigan... Vos as aquf pa divert... y sino lo queris 2 sre ses naman hacer, me voy adivertirharto.con vos. (La tira hacia arriba, recogiéndola en el aire). La RISUENA (Rie_y Hora y dice como en un ritornello trdgico, muy debilitada lavoz): Dejenmé, dejenmé... BL CERRO ALTO: ;Te vents conmigo! ;Vamos, yal La RIsuENA: jNo..., no pueo, no! {No quiero! No! {Matame, es mejor! ;Métame! (Bla toma en sus brazos y se dispone a salir, cuan- do entra Ia' Carmen] mujer de veinticinco afios, morena y resuelta. ELCERROALTO (La stelta de golpe): Carmencita, siempre ‘tan guapa... Agora sf que voy a bailar... Toquen refalosa, nifias, oo LACARMEN (Que ha atendido a La Risuefia): Conmigo no ‘vas a bailar, yo no bailo con perros. EL CERRO ALTO: Ya Te hago una biticoca, ya, y le doy muerte € conejo, por insolente. (Cuando este per- sonaje habla, todos celebran, porque.le temen; es de alta estatura y de fuerza poco comin) ;Ya, vent abailar! LACARMEN: No quiero, ;no me ofste? ATIENZA: Tengamos calma, sefiores, divirtémonos como caballeros. Toos estamos aquf persiguiendo a la suerte, que pa muchos es color del viento; a to0s nos aman los derroteros que tienen riqueza y que tie- nen muerte. El ¢s como la mujeres, que se dan... algunas veces sin preguntar a quién, y otras ‘veces... pa qué hablamos. Agora, que la cosa es sin piicarse, Cerro Alto; somos harto amigos, y en nom- enstscic B bred’esa amisté hablo. Vengo de Copiap6 arendirle un homenaje a la Carmelita. Yo miba a mi tierra, debi embarcarme en Caldera hace cuatro dias, pero nope hacerlo sin despedirme d’ella, que me parece tan simpética y tan... hombre ‘Topos: | Viva la Carmen!-; Viva! ATIENZA: Toos los que no tengan plata, los enfermos, los tahires perdidos, toos los que necesiten, aqu'sté Gabino Atienza, que tiene.socorro pa.toos, qu’estdé ispuestoa dar too lo que aélle dio el erro. (Tira el dinero y lo arroja por ta puerta iequierda). A un perro le rompf las costillas a pataconazos. Don Patricio, quiero brindar por mi negra en este vasito. (Ha tomado un vaso de la mesa). Pongame del bail del mejor vino que tenga, en este vasito; es paella, paella, jentiende?, y quiero que sea del mejor. ‘Topos: j Vivan Jos Jachos.que saben.querer! LACARMEN: Pero, sefior, yo... ATIENZA: Nifita, zambita de oro, no me diga na, no hable na... El.que en este momento habla soy yo, que le ‘voy a rendir tr hiomenaje; un modesto trago de ‘mosto... Si quiere mi sangre, mi sangre le doy... Si ‘quiere mi coraz6n pa echarlo al trapiche, échelo al ‘rapiche... {Tan agracié y tan tirana qu'es! Tan... ‘no es ni gitenamoza y tanto que la quiero! EL CERRO ALTO: Amigo Gabino, le voy a dar en el gusto, porque veo que se le va a perder el derrotero, ast como a mf y a tos. Si a esta damita —que toos sabimos quién es—no le gusta ni Dios del Cielo. 4 Arrome cero remus LARISUENA: Ella 10s quiere a toos. Dox Parwicio: Este batril tiene el mejor mosto. (Lo ha escogido con todo sosiego, y con él, La Planchada, on la que ha cambiado gestos de inteligencia). ‘ATmENza: Yo los dejo hablar no més, m’hijta, sé que voy bien... Amilos derroteros nome engafian. (Tomael ‘Vaso). Por usté y pa usté este modesto traguito, (Vacian en el vaso todo el vino del barril, el vino se derrama y sale hasta la calle. Hay expectacién; los presentes han formado un corro. Al centro, la Carmen, muy impresionada, sigue la operacién. Cuando sale et ittimo vino, el minero dice}: Aqut std] alma de vino...,elalmaes pausté, Sirvasela y en este momento piense en mi, que serfacapaz de dale mi via a tragos... Piense que el derrotero que s'hizo rico lo hallé nombrindola a usté. Qué iene esta zamba fea que uno la quiere tanto! LA CaRMEN: Pensaré siempre en usté, porque sé que no ‘merezco homenajes como éstc, que le agradezco, Pero, créame, no quiero sucarifo; ni creo en él,nien elde nadie... Yo no soy mis que una mujer mis... Por ust. if ATiENzA: Hagamela, LACARMBN: SeI'hago... Estoy contenta; eneste momento pienso en mi madre, en nuestras madres, Risuetia! LARISUERA: (En nuestras madres, Carmen! (Se abrazan). LACARMEN (Bebe): Por usté (Le da el vaso a Atienza). ATIENZa: Por vos, que decfstantas cosas tristes; porque no se me brocee este carfio, que es el éltimo, el més censuses 15 sofiado y el més bonito. (Beben; todos aplauden), DON PatRicio: gY esas cantoras tan entumias? Un cogollopaGabino Atienza, (Cantan las Cantoras una tonada que termina con el siguiente cogollo). La fortuna es inconstante, ega cuando no se piensa; asf llega el fino amante que es don Juan Gabino Atienza, ‘Trae fortuna y amor, ‘rac una pasién inmensa, pero es duro el corazén del amor de Juan Atienza, Para don Gabino Atienza derrotero floreci6, que Dios le abra bien los ojos ¥¥ Vea el corazén mio... \__-yveael corazén mio, ‘odos aplauden. Atienza les da dinero a manos Henas a las Cantoras y les lendla guitarra de esos). ATIENZA: {Una corsfa general, quiero que toos estén con- tentos, y que cada uno tome trago por-mi zambal (Todos beben y alguno brinda). oe LACARMEN: Yo tomo portoos, y... porque Atienza no me uiera, no me gusta que me quieran. -ATIENZA: Ahora, seiores, los convio a toos. Don Patricio tiene aqui en su labor un pique brujo aonde nos 6 sree sesv00 muses ‘vamos a servir una meriendita en honor de la nifia {que tanto querimos. (Pasan todos, menos La Plan- ‘chada y las Cantoras. Llegan y salen mineros que ‘ocupan las mesas 0 beben en el mostrador). LAPLANCHADA (Aludiendo ala Carmen): Siesta zamba no fueralesa, lo dejarfa como cuescoal tonto de Gabino Atienza. Y es fea la tonta... ;Qué le hallarén los hombres! 7C¥éo en Dios Padre, qué tontos son los hombres! UNA CanTORA: Desechan la suerte... A mi me tocara LAPLANCHADA: Eso de la suerte es cuestidn de decir si ‘UN MINERO: Por decir tanto sf te fregaste vos. LA PLANCHADA: Vos te calli, roto intruso, perejil sin hojas... Digoque es cuestiOn de decir sf tiempo... cuestién de ojito, de estirar la nino y de sacarla cerré. Los hombres son como los relémpagos en ‘materia de amor, se apagan en cuanto nacen, Hay, pues, que aprovecharios. (Aparece Don Patricio). DoNPareicto (A La Planchada} oss hoy cuando tiene _ {que venir’Meneses/pa verse con El Verde dela Mina Oriana? a — LAPLANCHADA: El caballero ese..., El Verde..., ya’stuvo ‘aqu{ preuntando por él, El pobrecito viene cayendo del nial... Y también anda ladiao de la. Carmen, "esa tc iedr'imén. re escuece a vos que tanto sabis y que te habis eido en banda..., too se te ha brociao... LAPLANCHADA: {Sos hablaora vos, no?” (El Verde —Germén Cérdenas— golpea la puerta cancnso Esuntefior de cuarena afos, de buen aspecto; ha venido a Chafarcillo a enriquecerse y no tiene idea de la gente con que trata, Es generoso y algo ae CARDENAS: {Se puede entrar? LA PLANCHADA: En hablando del rey de Roma, luego asoma. En este momentonos acordébamos de usté. Jo’stabamos esperando. DonParnicto: Cudnto gusto de verlo, (Le ha estrechado la mano. El Verde ha saludado efusivamente a La Planchada). UNA CaNTORA: Nosotros no Seremos gente, ala Maclovia sno mas la saluda. . ‘CARDENAS: Dispensen, es que... (Las saluda igualmente y acaricia la barba de una de las Cantoras. Mira después como buscando algo). ‘UNA CanTora: Sea por Dios, ya se le perdié la Carme... ‘Cuando venga la voy a’marrar de una patita, LAPLANCHADA: Tan apetitoso.... 0 goloso qu’es... Cémo serfin las que tiene en su tierra, onde dicen que son tan lindas las mujeres..., y aquf anda mirando ese ‘susto que es la Carmen... : Si si yo..., me voy por I’amisté no més. LAPLANCHADA: No diga, si se le conoce qu’es fino pa’l amor... (El sonrie con vanidad y rubor). Dow Parnicio: Pero déjento alguna vez, cargante. Parcce que usted, sefior Cérdenas, anda trayendo liga; en dos dias se ha levantado a todas las mujeres... ‘LAPLANCHADA: Y tiene que andarse con cuidado, que aquf 1B sro seep Homose los zambos son de mal genio... (Risas). ‘UNA CanTORA: Yo le defiendo. DoNPATRICIO: {Usté viene a vera Meneses? Aqu’stuvo y ‘se aburrié de esperarlo. Y créame que yo me alegro de poder hablar con usté antes que cierren el trato. Le. diré que el negocio de la Mina Olvidada es bueno; 10 ‘querria hacer yo; pero usté habl6 primero y no tengo ‘ni que gestiar. La suerte espa quien es y no hay més. ‘CARDENAS: Es que si usté tiene interés... yome retiro, Creo que a.usté le corresponde.... LAPLANCHADA: Onde habrd como un hombre. gencroso. CARDENAS: Yo soy asf. DON PATRIClo: Pero yo no puedo despojarlo, no puedo quitarle su negocio..., yo no soy desleal. Lo tnico que me atreverfa a proponerle es que me asocies” serfamos tres: usté, Meneses yo... ,Quéle parece? CARDENAS: {Usté conoce la mina? DON Patricio: Tengo aquf muestras. Es pura pifa, plata pura, no se ha visto nada mejor. Vea. (Le muestra varias piedrasplateadas).A.cincel vamosacortarla plata, Hay que agarrar luego a Meneses, antes que see ocurra meterse con losricos que pueen explotar el asunto en grande. CARDENAS: {Cudnto se necesitard? ‘DON PATRICIO: Con quince mil pesos mds o menos... CARDENAS: Yo los pongo. LA PLANCHADA: Me gustan los hombres determinaos; cuando la Carmen lo sepa va’bailar en una patita. DoN PATRICIO: Ahora yo creo que seria bueno que usté se ceueucas 9 fuera, que no se mostrara mayormente interesado... Elva a venir luego a buscar trabajo aqui. LAPLANCHADA: Yo lo tengo bien aguachao, y no lo voy a largar, De mi no tiene que olvidarse. Don PATRICIO; Si no fuera que estéaquf mi socio, tehabria dado unos buenos azotes por interesable, zamba tal por cul. ‘CARDENAS: Tiene raz6n, todas aleanzarén, LasMureRes: ;Viva! Cémono se va a querer a un hombre ast. (Cardenas sonrte y se dirige a la puerta). CaRDENAS: Hasta luego, me voy confiando en ustedes... Hagan lo que puedan, ya saben que yo no conozco estas cosas, Tengan a seguridad deque yoséagrade- cer... Don PATRICIO: Véyase confiado, Quedamos en que me asocia, no se olvide. CARDENAS: jCémo se le ocurre, claro, pues! LAPLANCHADA: Qué lindo pueblo debe ser Chillin! Cuando se vaya me lleva, no? CARDENAS: Con mil amores, Pero sime pongoa platicarno ‘me voy airnunca, Saludos ala Carmelita... (Mutis). ‘UNA CaNrora: jPobrecito! Ta sin peloe marca, see puee sacar leche. LAPLANCHADA: Creyé que esa piedra con azogue era de plata, Don Parricio: Pero la muestra que le di ayer es harto buena, (Pausa). Yo no lo crefa tan..., es blando ‘como cera, = LAPLANCHADA: ;Yo lo cirque! ;Guagilital (Risas. Apare- - 20 vromo acevo nemo cen Juan, El Chicharra; Pedro, El Suave, y No Se Puc’) EL CHICHARRA: Glienas noches, don Patricio... ,Cémo ice que esté el ponche? DonParkicio: Cémo quiere que esté... EL CHICHARRA: Ponga una corria, DON PATRICIO: A ningtin flojo se lo ha dicho. Planché, al derrotero, Yo me voy a ver la gente, ya se lo habrén comido todo. Gabino Atienza..., pues, tiene una fiestoca y ustedes saben cémo es, Anda con una ni- fia. (Mutis). LA PLANCHADA (Sirviendo): Adivina, Chicharra, quién es. BL CHICHARRA: No soy bueno yo pa las adivinanzas. LAPLANCHADA: Este Juancho... Habla como si su prenda no Vimportara... EL CHICHARRA: Siha de venir, vendré sin que la Lame con la boca; vendré porque la pide mi corazén, No SeFur: En puerta... LAPLANCHADA: Sfrvete, pues; sirvanse, sefiores. ELCHICHARRA: A mf me laman Chicharra y soy bueno pa cantar; soy valiente pa pedir yy cobarde pa pagar. (Bebe). LAPLANCHADA: Tan asegurado que se cree éste con su pior es na, Se figura que a la mujer se la puee sujetar haciéndole carifio, como a los perros. No sabfs que andan quienes tienen mucha plata... EL CHICHARRA: Sé que hay minetos con plata y mujeres eususeaso a intrusas y maleras que de too quieren sacar pan y eazo, LAPLANCHADA: A lo mejor t’esti figurando que yo m’he ‘metfo en tu asuntos... El que no quiere no més, no piensa mal de una.. NoSe Fue: Ave Marida, nia por Dios. EL CHICHARRA: Y pa qué querré plata esta... lindura, pa- rece pescao seco... Yni pa un apetito sirve, Cuentan que tenia antorchao aun ciego y qu’éste le amarréel cuero. (Risas). LAPLANCHADA: De amarratira de cueros va la luna. Voy a © tomar un trago por tu novia..., prenda de oto, (Bebe). No SE FUE: Ya se fue, ya se fue al mordisco la pera... LAPLANCHADA: Me voy a poner a rezar, tal vez... NosSEFUE: Deja tranquilosalos santos... Oye, gquerfs que hhagamos un negocio? LAPLANCHADA: Hablale, NoSeFur: ;Cusnto me pagariai a m{—que tavia manijo como caballo— por consolarte, ah” Toy muy aburrio y quiero... aunque sea fregarme, Te diré, sf, que tengo una correa bien refirme y que toas las zambas que me I"han pegao se han eido de mi lao con el espinazo sin pelejo... LAPLANCHADA: Le diré que yo tamién m’estoy aburrien- do... y que si hago el negocio le avisaré a tiempo... Ya veremos quién tiene mejor rebenque... Y ;qué dice, don Suave, cémo le va? EL SUAVE: Ahf vamos, suavecito siempre, Escuchando lo n roo acoso Meno ‘que habla la gente y envidiando a las piedras, que no tienen lengua. No SE FUE: Eché su talla, A tu sali, Suave. (Bebe). Y ‘porque a mi amigo Chicharra no se la pegue ninguna mujer. BLCHICHARRA: La verddes, amigos, qu’esto dela mujeres ‘un juego muy embriseao, Ustees saben que yo vine del sur, que soy lo que se lama un maucho. Vine... no sé por qué... Tenfa fuerzas en los hombros y firmeza en las piernas y me llamaban los caminos, ‘Cuando cantaba, parecfa que me contestaban dende Iejos. NOSEFUE: Se desplica el maucho lechero. BL CHICHARRA: Yo miraba.a los glieyes tan pacientes y tan grandes y hacfa surcos chuecos, muchos surcos, despacito, despacito, 100s iguales. El dia era largo ¥ pesao, la plata muy poca y la pobreza callé.,. Si ‘alguna vez encontraba escasos los seis ventavos de ‘mi socorto y lo decfa, el mayordomo me azotaba amarraito. Una vez me defend... zy que no se me ‘pasélamano, pues? Nome qued6 otraquearrancarla culebriao por el primer camino que encontré. En Chile m’enganché pa las minas; llegué aquf, y me hhice cumpacon el capacho, que en los primeros dias ‘me mordfa hasta el alma, y bajé y sub por las cscaleras de patilla, al principio con temblores de muerte, hasta que me acostumbré, Ya no le tengo mieo a la mina, nia la fatiga; soy un apir, colao y nunca me ha pescao muy feo I'ambicién, cousanceso B UNA CaNTORA: Pero aquf dentra Ia Carmen. [BL CHICHARRA: Es cierto que dentra la Carmen, que no sé de aénde vino ni por qué vino. Aqui dentra la Carmen, que no sabe que Ia quiero; no se lo hei dicho, ni se lo diré nunca. LAPLANCHADA: Al justo sali6, Estos son los enamoraos que a mf me gustan, éstos que miran de lejitos y que se alimentan con la saliva’ trcao, EL SUAVE: A mi me parece bien. La mujer, amigos, es mis trabajosa que esos derroteros brujos que los esconde el diablo, La mujer ta a nuestro lao y al mismo tiempo muy lejos... Habléndonos a noso- tros, dice sus recuerdos o le habla a otro que se ha~ ce el leso, EL CHICHARRA: Glieno, como sea... Yo a la Carmen la quiero y la Carmen... no lo sabe... Tengo pena... Pésenme un trago pa echale encima... y pa tener valor p'hablar. (Le pasan un jarro). UNA CaNToRA: {Cree que la Carmen no sabe que lo tiene voltiao? Maucho tonto. Si hasta las piedras saben {que andi ladiao d’ella, BL CHICHARRA (Bebiendo): ‘Tengo una pena amarilla ¥y un sentimiento morao, ‘una rabia cardenilla ¥¥ un suspiro colorao. EL SUAVE: Eso es 1o que debis hacer, sacar versos y cantarlos. Canta pa que olvidis, te ir mejor. ‘Tobos: ;Que cante! u srrowo e300 nemo ELCHICHARRA: Que alguien me acompafie, tengo los deos mal traer, ‘UNACANTORA: Con tu amiga. (Lo acompaiia y él canta, 0 recita, “Eltrabajadorminero” ,de Liborio Salgado. Mientras canta, sale El Cerro Alto trayendo a la fuerza en sus brazos a La Risuefa, que patalea, rie yllora, Entra Don Patricio, que parece muy diver- tido con la gracia; ten las mujeres, La Planchaday Jas Cantoras,tambiénalgunos mineros, que durante ‘odo el acto ocupardn las mesas jugando a las car- tas 0 bebiendo). LARISUENA: Pero ;n0 ve, Don Patricio, oémo'sté Donoso aqui? Yo no puco resistir mas. No sé qué s’estard figurando. Sosiéguese, sefior, si no me deja tran- uila, me voy... EL CeRRo ALTO: jYa! jAndate, dndate altirol Hei ta el camino. (Hace ademdn de tirarla a la calle; la nifia Hora, ya vencida). ELSuave (Interponiéndose): Cerro, ya’stégiteno, dejaesa chiquilla, EL CERRO ALTO: {Vos me ven{s a mandar? EL SUAVE:No. Yonomandoa nadie. Te digo queladejts... Porque... Joque hacfs no es cosade hombre. Déjala. EL CERRO ALTO (Dejdndola, Ella instintivamente se a- cercaa El Suave): Le voy arogar al sefior Suave que ‘no se meta ms en mis asuntos, porque de repente * Voy a perder la paciencia, ‘ELSuave: ,Y qué pasaré cuando perdi Ia paciencia? (EI ‘Suave habla con mucha calma y sonriendo). Vos { t i ty sabfs que yo no soy intruso... y que conozco Tivvfa EL CERRO ALTO: Te parece a vos. ‘EL SUAVE: Venf, mocosa. (Le acaricia el pelo). Esta chi- quilla tan chica y tan arrejé ha legao a Chaiiarcillo confié en que vivirfa entre hombres, EL CERRO ALTO: Nos vai vos a ensefiar a hombres. ELSUAVE: {De aénde viniste vos? LA RISUENA: De Santiago. ELSUAVE: Por qué viniste? LA RISUERA: No sé..., vine a trabajar... Decfan que aqui too era plata, y que la gente era generosa y gtiena.. Vine porque estaba sola... EL SUAVE: {La oyen? Estaba sola, guacha, seguramente. Era, antes de venir, muy desgraci. Vino... ustedes sabenaqué...talveza buscarun amparo...aalguien que laquisieracomid padre, como hermano y como... quieren los hombres, y se ha encontrao solamente con bajezas, malostrato... cobardfas; se ha encon- trao con vos, figtirate. EL CERRO ALTO: Y con vos, que te hacis el eso, EL Suave: Yo creo, amigos, que la tratamos mal; ya ha Uorao mucho, pa qué afligirla mds? ELCRRO ALTO: Parects cura misionero... Vos dirfs a qué horas empezamos a sacar énimas del purgatorio. (La ‘Carmen y los demds personajes han salido y estén a laexpectativa). Don Patricio: Este Suave s'est poniendo muy de- sengéfiame con el tiempo... Esta chiquilla no sirve pana, la tengo de léstima y tuavia amenaza con irse. 26 stone scone nsncwoez ia! jAndate altiro, ya, fuera! LARISUENA (Se rie con una carcajada indefinible): Bien, sefior. Me voy. (Mira a los personajes y se dispone asalir). LA CARMEN: Risuefia, espérame, nos iremos juntas. Don Patricio: jTi ‘LA CARMEN: jElla tampoco! LARISUERA: jCarmelital ELCHICHARRA: {Carmen! Esa es mujer. ;Me dan ganas de abrazarte! (La Carmen ha salido a colocarse junto a La Risuefia). {Unas ganas de decirte que te quiero! LA CaRMEN: Abréizame. Hace mucho tiempo que te iba a decir que me abrazaras. Y te voy a decir por qué. Cuando reciénllegaste, me hiciste, sin darte cuenta, un servicio muy grande LCHICHARRA: ;Yo? ‘La CARMEN: Vos. Me defendiste de un grosero... Yo te miré y vi que erai distinto... que hasta tenfai otra voz... Ademés erai alegre y cantabai... y no leva- bai, como toos, el cuchillo pronto, hacfai valer las palabras... EL CHICHARRA: Carmen, a veces las palabras no valen, EL SUAVE: El corvo3el cuchillo, Carmen, no es extrafio al minero, como no lo es Ja ufia maestra al puma... El corvo es la continuacién del brazo, es.,. cémo lo dirfa... es lo querefuerza la palabra, que asfes como ‘una escritura... Aquf los nifios quieren tanto al cor- vo y desprecian tanto el dolor, que juegan aa pulgé de sangre, que es un jueguecito que, como toos cusucnio a saben, consiste en pelear con un cuchillo al que se le. ha dejao libre s6lo una pul de fierro pa que acari- Lic la came, Pero estamos tristes, Don Patricio, uit i toos. ATIENZA: Sefiores, el que paga soy yo. Yo, que soy minero como ustedes, vine a hacerle un homenaje a la Carmelita y ella est conmigo... LA CARMEN: Sefior, yo no estoy con nadie; acostumbro estar conmigo misma, Usté me hizo lo que llama un homenaje, que le agradezco; pero debo decirle que esa... manifestacién no me obliga a ninguna cosa, Y que no me interesa su plata ni na suyo. A mi lao ‘Puee estar, siempre que lo desee, mas le ruego que ierda toa otra esperanza que puea tener, ATIENZA: Es que a mf no hay mujer que me diga esas insolencias. ;Yo pago! ‘LA CARMEN: jPero yo no me vendo! EL CERRO ALTO: No te vendis... agora... La CARMEN: {Ni nunca! ;Canalla! (El Cerro Alto rie sarcdsticamente). LARISUENA: |Cobarde! EL CERRO ALTO: ;Cillate, gorgojo! ELCHICHARRA: Parece mentira que gocen insultando a las mujeres. EL CERRO ALTO: Sino te gusta, saca la cara por ella, pe, ‘guapazo... Me da rabia, te agarro, te doy doce pal- més en el trasero y te mando a acostarte. LAPLANCHADA: Apesta... es mucho decirle, LA CARMEN: No hagai caso... Voces (En la puerta derecha): Los que quieran divertir- se que vengan a jugar ala pulgé de sangre, ELCERRO ALTO (Toma con violencia del cuerpo a Juan y, ssacando su cuchillo, dice): jAnda! Los dos vamos a jugar ala pulgé de sangre. En la cara te voy a poner las letras de mi nombre, LA CARMEN: Déjalo, cobarde; él es hombre de trabajo, no de presa como vos. ELCERROALTO(Tomdndola de los brazos): A éLle pondré ‘mi marca y a vos te voy a hacer carifo... y va.a ser ligerito, ,Vis? (La besa. Algunos rien). LACARMEN: jAsqueroso! (Tratando de desasirse} tame! EL-CHICHARRA: {Un cuchillo, por fa asa. Son escenas simultdneas). i ! (Un minero se lo LARISUENA (Déndole con una silla):;Suélala! ATIENZA: {Yo pago too! BL CeRRO ALTO: {Vyase al infierno con su platal ;Usté tee que se la voy a entregar? ,Usté cree que hay en el mundo quien pueda quitérmela? BL CatcHanra: jSuéltala! (Cuchillo en mano). EL.CeRROALTO (La suelta,y al primer asalto lo desarma): Mien qué li6n. Agora te marco. Voces: A la pulgé de sangre, amigos! EL SUAVE: Cerro, espera. Aquf el Chicharra es amigo ‘mi... no esté acostumbrao a estas cosas... No lo marquis. EL CERRO ALTO: ZY pa qué se mete? ewes 2» EL SUAVE: Vos lo’stai ofendiendo. EL.CERRO ALTO: Y vos hasta cuéndo me vai a fregar. ELSUAVE: Yono friego anadie, BL CERRO ALTO: Entonces pérate vos. EL SUAVE: Con mucho gusto. Yo te juego a lo que queréi, a la pulgé de sangre o... si queris te peleo a pie amarrao, como quersi. ELCERROALTO: Toma pa que aprendAi a intruso, (Se le tira encima lo golpea. El Suave lo tiende de un golpe). EL SUAVE: Mis sosiego... Saca tu fiero y entendmonos como hombres, jfullen...! (Se evanta E1Cerro Alto -y, convulso, saca su cuckillo) LARISUENA: i Viva El Suave! Asf son los hombres, con él te la pusiste... jcanalla! Don ParRicto: A entretenerse afueral (Seoscurece la escena. Por el transparente del foro se.ven las parejas que con sus corvos juegan a la pulgd de sangre. Luego llegan hasta allt El Suave y El Cerro Alto, la Carmen, La Risuefa, El Chicha- 17a, No Se Fue y todos los de la escena. Pelean y cae El Cerro, que ha sido tocado varias veces). LA RISUERA (Cuando El Suave hace ademdn de rema- tarlo}: No, Suave, ya’sté castigao, jdéjalol ‘Vantas Voces: jDéjalo! (Los personajes vienen a escena; quedan allf La Risuefa y algunos mineros aten- diéndolo, especialmente ella, que desgarra su pa- ‘iuelo grande para vendarle las heridas, Vuelve a escena anterior). EL SUAVE: Ya tiene ponche en sangre pa emborracharse 30 arromo seevno weno muchos diss... Algo se le quitard lo matin, Ese hombre no es malo, un poco tonto no mis. DON PatRIcto: Qué firme soi pa los tajos. De aénde diablos saliste vos? ELSvAvE: No me pregunte esas cosas, pues, Don Patricio. ‘Nunca cre que usté pudiera meterse.con los asuntos de mi mamita... Y vos, Chicharra, ya tenfs una experiencia més, La palabra es gliena, el canto consuela y el amor ilusiona; pero es hombre com- pletoel que se sabe defender en cualquier forma. No habis querio aprender a manijar el corvo, fuerzas te sobran, podis llegar a ser un gran peliaor y nadie te faltard el respeto. Mafiana empiezo a ensefiarte y después, yo los vere... LACARMEN: Oye lo que te dice este hombre que sabe tanto Y que tan lejos esté de toos. ELSUAVE: A mf nome venga aroncar, gatita, El Chicharra necesita mujeres porque le hace falta suftir. Yo me ‘entregaré, cuando sea tiempo, a la muerte, que tam- bién es —después de too— mujer. (A Gabino A- tienza, que se le acerca). Mire, Gabino, vayase y gilelva cuando se le haya espantao la rasca. No desespere. Lamujer, como los camiinos, tiene sorpre- sas; éta, que no lo quiere hoy, lo puee querer ‘mafiana; no porfie demasiao, e30 n0 es cosa de hombres. Acuéstelo, don Patricio, ya enteré viaje. Don Patricio: Tiene raz6n. (Hace una sefa a La Plan- cchada y se lo evan por la puertecilla del armario). ELCHICHARRa: ;Serfa posible, Carmela? msncnso 3 LaCARMEN: En la via too es posible. Noes cierto, Suave? EL SUAVE; Tanta pena que tiene la gente; parece que no hhubiera mineros ni gente de la que avienta Ia via como 1a arena del desierto. Cantemos hoy, que mafiana moriremos. Aquf viene La Risuefia con ‘ganas de bailar, La Risueiia que ha hecho unaobrade misericordia. ;Ya, a cantar! La RIsUENA: Un poquito més fuerte y El Cerro habia ‘quedao pianito, Meda penacuandomuereunhombre. LACARMEN: Y a mf cuando Hora. LAS CANTORAS: Tuve una veta de amor yun dia se me broci6, porque me fall6 el aleance y el pique se derrumbé. Minero entra ata tierra ‘que te aprisiona, saca plata pa otros, suspira y pena, Suspira y pena, jit, ue las mujeres no buscan en la via sino placeres. Aprovecha un poquito, dale un besito. (Bailan la cueca El Chicharra y La Risuefa. Todos cavivan clamorosamente). ‘La Risuefia (Claudia Paz) y El Cerro Alto (Robert Parada) na versiGn del Teatro Experimental. ETAPA SEGUNDA. Elcanto del derrotero ‘Para representar la accién en este acto y conseguir un realismo arttstico dentro de los medios rudimentarios de que podemos disponer en nuestros teatros de Chile, donde estén muy distantes atin el escenario giratorio y otras ‘comodidades tan necesarias, el escenario debe dividirse en tres partes, no para lograr las mutaciones del antiguo teatro a base de cuadros, sino para darle el aspecto que ya he citado. La disposicign de la escena es de acuerdo ‘con el siguiente croquis: 3 Despacho| Derrotsro | 2.Choza 1Cancha El cuadro I representa un puesto de la Mina Olvidada, ya en explotacién. Al fondo, practicable, la boca de la mina. u sro sce00 Henne Hacia ta izquierda se inician las canchas con muchos montones de metal, y a la derecha, las tiendas de los mineros. Hay un transparente que cuando se levanta —al final del cuadro— el telén que representa la boca de la ‘mina, deja ver el cuadro 2, que se destaca dentro de la oscuridad de la escena; este cuadro ocupa la mitad en sentido longitudinal det‘ escenario no presentado y es el interior de una tienda o choza, donde habita EL. CERRO ALTO, que todavia no estdrestablecido del todo. Elcuadro 3, que se iluminard a continuacién, es un aspecto del despacho de DONPATRICIO, visto en elprimer acto: muestra ‘esas, toneles ylapuertade salida abierta hacialalefanta azul. Por fin vuelve el cuadro 1y, cuando desaparece la esce- nna, deja ver ta visi6n de los derroteros fantdsticos y fas- cinadores. Por ejemplo, cerros que parecen camellos, ‘otros que se incendian 0 que dan la sensacién del oro y de la plata. Hay otros que semejan esfinges 0 mujeres de piedra, que desaparecen o se mueven.. Alalzarse el elén, aparecenen el cuadro 1, BLVERDEY el ‘MayorDOMO de la Mina Olvidada. Llegan discutiendo a sritos. EL MAYoRDOMO: Seftor, escicheme, yo no entiendo nada de este negocio, ni tengo por qué mezclarme en sus detalles; yono he tratadocon usted, ni me importa lo que diga o lo que sea, gme entiende? CARDENAS: Pero ;que no oye que me robaron; que esta mina se puso en trabajo con mi plata? ;Plata ganada enewc a con trabajo sagrado? {No se da cuenta de que Me- neses y el tal Don Patricio son unos ladrones que merecen la cércel?? EL MayorDomo: Eso dfgaselo al juez 0 a quien pueda Temediarlo, Yo, selorepito, fui contratado porellos, y ellos me pagan, (CARDENAS: Si usté me ayudara le entregarfa la mitad del producido, se lo daria todo con tal que no se queda- ran riendo; sacarfa s6lo lo que he gastado, Y esta ‘mina, usté mismo me lo ha dicho, daré millones. @Entiende? Aytideme y seré rico, BL MAYORDOMO: Seffor, no podria ayudarlo, aunque lo deseara. Ellos tienen los ttulos en regla. gEntiende? Son gentes que saben mucho... CARDENAS: Todos se han yendido a estos ladrones mise tables; peromela vana pagar! ‘Saca upistola). {Me Ja van a pagar! jCanallas! (Su aspecto es terrible; erouna enorme conmocién lo deshace en lamentos y gemidos). Todomne lohan robado entre ellos y esas arpias... Me encontraron el olor..., jel olor a tonto! EL MAYORDOMO: Sevior, cémo pudiera explicarle su ver- dadera situacién... Usted tiene derecho a la ven- ¢ganza, pues ha sido usurpado... CARDENAS (Inferrumpe): {Lo ve? Usté me dala taz6n; un juez de palo me la daria... BL MAYORDOMO: No se anticipe. Le quiero decir que 1a venganza le resultard dificil. Todo el mundo conoce su caso y se ha refdo de usted. Ellos comprenden que usted est enojado y estén, seguramente, preveni- 36 aso ses90 Hens? dos. Yo le rogarfa que se cuidara; con la vida se puede recobrar Io perdido. Usted no conoce los caminos.... Son muy solitarios,y dicen que se tragan oslamentos de los quemueren y as vocesde los que hhablan mucho... (Aparece un minero). EL MINERO: Hay que encargar més provisiones; mafiana tendremos més mineros. ELMAYoRDOMO: Que pidan todo lo que haga falta, que los amvieros To traigan y que no estemos después en vveremos, jah? ELMINERO: Bien, seifor. ELMAYoRDOMO: , Vendré matiana el sefior Meneses? BL MINERO: Sf, sefor, y lo acompafiaré Don Patricio. CARDENAS: ;Vendriin? Gracias a Dios, aquf me encon- ‘rardn, aquf nos veremos las caras mortales... ZY si Jos buscara, los esperara por esos caminos que no hablan?... Ser como usted lo dice; pero creo quees 1a justicia de Dios la que me os pone a tio. (Muis violento). ELMINERO: Me da... no sé qué este hombre. Yo creo que es bueno y que le robaron... Y es tan... infeliz, y habla tantas cosas... que dan risa, ELMAYORDOMO: Si no se vuelve loco, no pasa un dedo de lejos... Y ahora va’salir al camino... En algunos dias mis los péjaros dirén lo que sepan. (Sonrie). 1A. qué vendrén a aventurar gentés que no han nacido para eso? (Suspira, Pausa). Bueno, véyase y cumpla Jomejor que pueda, Prepare un alojamiento para los ppatrones. A lo mejor adelantan el viaje. emeucnz 37 EL MINERO: Me voy, hasta mafiana, (AV salir). No Se Fue, jeémo dice que le va? , No SeFve (Dentro): Cémo querfs que me vaya, Bien me vay d’ei... Te queris, tamién, refr vos de mf como este pellingajo, sinvergtienza, hijo e su madre, que me tiene asorochao? EL MAYORDOMO (De cajas): No le afloje, No Se Fue, es dorao éste..., pura broza no més. (Aparecen No Se Fue y un Minero Joven). No SE FUE: Qué le voy a'flojar yo, no paralas. Usté me conoce, don Santiaguito... Usté crecié al lao e los patrones Matta, ;Se acuerda de la Giiena Esperanza, en Tres Puntas? Alli sf que corrfa plata y peliaba la galld. AIlf habfe guapos y zambas de ley. Este Chafiarcillo lo tengo viejo, En la Descubriora de los patrones Gallo, jutres harto gilenos, trabajé yo... Alli comencé de apir, allf aprendt a subir por la de patilla, y después fui allf mesmo barretero... Hei corrfo la valija por minas chicas y grandes ende Chafiarcilloa Lomas Bayas... A minome da plane- tas naide... Hei recorrfo Chile, raya a raya, ende Mejillones hasta Hegar a Valdivia, por el mar y por latierra.... A m{no hay nima que me asuste. A los {ndios los hei ganao a lo que han querio... Asaores hei hecho de sus lanzas. Ni la mar enfiesta me da enetro, ni se me pierde el corazén en el fondo caliente de la mina més oscura que la noche. ELMAYoRDOMO: Sf, No Se Fue, me consta que es usted un hombre completo, que vale Ia pena, 38 arr coroowamoee Ro SE FUE: Un solo hombre respeto en esta via, y ese hombre és El Suave, que vale més qu’el acero.... Ege hombre. ..,no otros pellingajos que lo quieren pasar atracao a uno. . ELMAYORDOMO: No se deje, pues... Hasta mafiana, No Se Fue. :Me-quiere creer que no me acuerdo cémo se ura, Olivero, pe tal vez sospechs Geeta oto mirarfa las tierias qu’hei visto yo. ‘Tengo afios; mas no le aflojo al trabajo ni al amor.. ‘Nunca he-habfo quien se pare Coit Otivero Miifoz... UB? Asf soy yo en este mundo y en el otro... ELMAYorDOs%6; Vaid moriren la demanda, Hasta mafiana, (Mutisy 2 No SEFUEY qué dects vos, pdjaro nifo, tavia te hallét ‘capaz de pasarme atracao, EL MINERO JOVEN: Si no es pa tanto, efior... Chi... Usté predica més que los misioneros. No Se Fur: {Sabe que me gusta? M’estaba barajando ‘chueco'el-lindo, ami, y quiere que me calle... ;Barajarme chueco ami Entendfs!hechura? ;Vos ‘2 mf? ,Cémo’stard la peste en Lima? Qué queard de mundo cuando fieclas como vos quieren enga- {far a hombres de pelo en pecho. Si seguimos asf, no me extrafiarfa que mafiana las zambas quisieran ceunncrzo | ponerse los calzones y bajar ala mina, EL MINERO JOVEN: Ya, pues, seflor, no alborote tanto... Abusa porque ¢s viejo, NosnFur: Viejo... Viejonaciste ¥os, Viejo porque cuando te hicieron tus padres taban aburrios... ;Viejo! (Hay en sus palabras una mezcla de dolor.y rencor). Mirame, (Distendiendo los. brazos). ;No vis los Pértigos que tengo en cuenta e brazos? Los tengo pa machucar marditos... ¥ no me mire ms, ni se ria, ‘um’entiende? ;Ya se fue? BL MINERO JOVEN; Le repito, efior, que & mf no me asusta Y que si no fuera viejo veria. No Se Fue: ;Dale! Yo no seré viejo nunca... Tuavia me evan de apunte las chicuelas. Miré. Las zambas se legan a colijuntar por el viejito. Vos no me conocis, zorzal pelao.... Yo sé t00 lo que un hombre hha de saber. Doy lo que tengo al que lo necesita, si ‘me lo pide en hombre. La vfa es un camino que hay ue saberlo andar... Se empieza con mucho vicio; Pero al freir de los huevos es cuando viene 1a ‘quemazén. A veces se tiene la cart’eni puerta y la suerte se hace gitincha y los deja con el gusto en la boca, Hay que mitar mucho; pero con disimulo, Hay que saberlo too y ensefiarlo a tiempo, y sobre too, no aprontarse nunca, ni olviar que’ no hay ‘enemigo chico... si sabe callar, acuérdate del verso que dice: No te vai a’porufiar ni vai a pasar bochomo, 0 rome scone iene mira qu’en Ia puertel horno se suele quemar el pan, (Llegan varios mineros que saludanaWo Se Fuecon ‘mucho cariio y arrastran al Minero Joven). EL MINERO JovEN: No Se Fue, yo no quiero que se enoje conmigo..., yo no quiero ofenderlo més, ‘OTRO MINERO: Agérrate del viejo, zambo, iis bien, No habiendo como é1 pa consolar ala gente. Las chicue- las dicen qu’es el tata de las nifias, que hasta las piciras lo quieren y que ellas no podrin nunca dejar de quererlo... (Se van hacia el lado de las tiendas. Aparece El Suave con El Chicharra). ELSUAVE y EL CHICHARRA: Gilenas tardes, Ko SEFvE: Felices se las dé Dios. EL CHICHARRA: M’hei acordao de usté toa la tarde, No Seve: ,Cémo asf? EL CHICHARRA: {Por qué cantar este grillito? (Saca una botella de tora) No Se FUE: Aguardiente de wva... sacaste? EL CHICHARRA: Me lo dio El Verde, ese sefor Cérdenas, RoseFuz: Ese... que antorcharon entre Meneses y el tal Don Patricio? jRotos maleros! Hay que ver... 1Cuéndo los castigara Dios! BL SUAVE: Déjelos que engorden no més, cl castigo los encontrard aonde s’escondan. El Verde los va arruinar. (Entra Juan Chancaca, soplén y servidor de Meneses) JUAN CHANCACA: jHablan del Verde Cérdenas? Del finao del sur. {De aénde lo coueane a ése... Y pa qué se queja agora... Por qué no pidis 1 Ja mina, pa qué fue leso. En este mundo el que se ‘manea es vaca. EL SUAVE: A vos te veo muy lengéo y muy maniao, ‘Tengo!’ideaquederepente tevaiacaeraunpique... lor a muerto t’encuentro, te diré, JUAN CHANCACA: Sino les gusta el patrén, pa qué trabajan agus ELSUAVE: Ese es cuento de nosotros. Agora, si queris, vos que soi orejero reconocfo, dile a tus patrones que ‘yo dije qu’ieran unos ladrones. Cérdenas, qu’es hombre y honrao, les dio la plata, ellos la ocuparon en su beneficio y lo dejaron fuera de la socieds. {Qué tal? JUAN CHANCACA: ZY pa qué fue leso? = SUAVE: No fue leso. Crey6 que trataba con hombres, jentendis? Y esta mina, silos espftitus que mandan | Ja dejan explotar, dard mucho, porque es tan rica | comolaDescubrioraola Dolores, Peroel dinero mal | habfo se va por entre los deos... (Voces dentro Alboroto.Fragmentos de frases que suben como una ‘marea que se vinlera acercando). Voces (Ya formadas): (El gringo maté el gaucl ‘Voces (Aisladas que repiten en todos los tonos): El gringo ‘maté el gaucho! jMaté el gaucho! ;Lo maté de puro malo! JUAN CHANCACA: jEl gaucho! ;Cuando muere el gaucho viene la ruina! ELSUAVE: Cuando muere ese pajarito termina la riqueza, 2 seo sero ReMUORE y en algunas partes empieza el castigo de Dios. JUAN CHANCACA: jLa mina se brocearél (Las voces siguen. También protesia El Gringo. Se oyen golpes de pe- lea) NoSEFUE(Posefdo de una gran autoridad): Que nadie lo castiguel jTréiganlo aqui! Voces: Hay que aplicarle la ley de la mina! ;La muerte pa'l que maté el gauchol ‘Voces: jLa muerte! [La muerte! (Siguese gran confusion y varios mineros salen arrastrando a un yangui Joven, que se esfuerza por soltarse, y que da una sensacién infinita de fuerza y de desprecio). “MuNEROS: Que lo juzgue No Se Fue. BL GRINGO: A mf no tiene nadie que juzgarme. Yo so- lamente maté un péjaro intl y feo que me segute... ELMINERO JOVEN: ;Que se calle el gringo atorrejao! ‘No SE FUE: Mira, gringuito insolente, legaste y te fuiste altiro de hocico..., altro sacaste 10s pies del plato, Llegando y cortando escobas, el mardito. L GRINGO: ;Déjenme! No Se FUE: Si naide te hace na... tuavia... Mira, cuando Ilegaste te empezé la prefiez de matar ese pajarito. {Te acorddi qué te dije yo? Ese pajarito que llaman el gaucho, y que vive en la mina —te dije yo—, es ‘como el cuidaor del mineral, como si dijéramos el Angel, el genio, el brujo de la mina, Cuando él se ‘muere o Se va, el mineral se concluye, Se brocea, 0 se aniega...jTe lo dije? ,Si ono? ELGRINGO: Si. oununctzo 6 NoSEFLE: Y por qué lo mataste? EL GRINGO: jPorque no es cierto! jlgnorantes! jIndios! ‘Cémo puede ocurrirseles que un péjaro feo, intl, sirva para algo... (Los mineros sacan sus cuchillos y lo cercan). {Cobardes! En grupos me amenazan; de hombre a hombre nadie es capaz para mi. Bes. tias! {Son unos bestias! ;Miren que el gaucho...

También podría gustarte