Es un subsistema del sistema social.aisla algunos aspectos aspectos del
comportamiento total de una sociedad. Lo que se distingue a las inetracciones polticas de otras interacciones sociales es que se orientan hacia la asignacion autoritaria de valores para una sociedad
PROCESOS VITALES DEL SISTEMA POLITICO
1. Al sistema politico le llegan imputs (demandas o apoyos ) del ambiente social. 2. El sistema politico es el responsable de la agregacion y articulacion de demandas en la (caja negra) 3. Filtro de demandas: actores que pueden flltrar el acceso de inputs a la caja negra 4. Outpus productos decisiones o respuestas 5. Feedback: o retroalimentacion. REGIMEN POLITICO
Puede considerarse como el componete del sistema politico que le da su forma
correcta.
Los elemntos de todo regimen politico son:
Las estructuras de autoridad Las reglas de juego _(normas y procedimentos) Ideologias, valores y creencias institunacionalizadas
TIPOS DE REGIMEN POLITICO
REGIMEN POLITICO
DEMOCRATICO Gobierno Democratico Y Parlamentario
Gobierno Democratico Presidencialista AUTORITARIO Gobiernos No Electivos O Restrictivos
Unidad 1: Conceptos fundamentales para comprender el ámbito de lo
político Sistema político y régimen político El Estado: origen, teorías y organización. Diferentes enfoques para el estudio del gobierno Núcleo teórico I: Conceptos fundamentales para comprender el ámbito de lo político. Unidad 1: Definiciones iniciales 1. Sistema político y régimen político 1.1 ¿ Qué es un sistema político? El “sistema político” puede definirse como “cualquier conjunto de instituciones, de grupos y de procesos políticos caracterizados por un cierto grado de interdependencia recíproca 1 ” , en otras palabras, una red compleja de relaciones entre individu o s. E l término “sistema político” fue apropiado por una de las perspectivas que se dedica a su estudio, aquella propuesta por David Easton 2 , conocida como análisis sistémico, por lo cual suele homologarse inmediatamente dicho término a la perspectiva eastoneana, fuertemente enraizada en el conductismo de la segunda postguerra y basada en la teoría general de los sis temas. Easton propone que para el desarrollo de una teoría de los sistemas políticos es indispensable circunscribir el campo de análisis de lo político a los limites y procesos de comunicación (feedback) entre las demandas de los ciudadanos, las respuest as de las autoridades y la evaluación que los ciudadanos hacen de esas respuestas y sus consecuencias. Por lo tanto, según dicho autor el sistema político es un conjunto de conductas interrelacionadas a partir de las cuales se asignan valores con autoridad o imperatividad en un sistema social. E l enfoque sistémico de estudio privilegia las características presentes en todos los sistemas por sobre las referencias a casos particulares, así como también presta mayor atención a los procesos políticos que a la s estructuras e intenta reemplazar a los estudios centrados en el Estado . 1 Pasquino, Gianfranco. Sistema político. En: Bobbio Norberto et al. Diccionario de Ciencia Política. México: Siglo XXI ; 1985. p. 1522. 2 Easton, David. Esquema para el análisis político. Buenos Aires: Amorrortu; 2006 1.2 Niveles de análisis de lo político En principio, p ara Easton existen tres componentes de un sistema político , los cuales permiten distinguir entonces tres posibles niveles de análisis : 1 - Comunidad política : La misma se encuentra compuesta por l os ciudadanos y todos aquellos que estén expuestos a las decisiones de las autoridades y a las modalidades de funcionamiento del régimen, ya sea que se encuentren o no en el territorio cubierto por el sistema. Pasquino 3 subraya la importancia de la delimitación de quiénes pertenecen o no a la comunidad política, dada la existencia de grupos étnicos, culturales, territoriales o religiosos que desafía *. 2 - Régimen político : Este se encuentr a compuesto por las n ormas, reglas, procedimientos de formación y funcionamiento de las instituciones (de hecho, el régimen incluye tanto la Constitución como las instituciones mismas). 3 - Autoridades : Este componente alude a q uienes detentan los cargos inst itucionales de representación, gobierno, administración de la justicia y de cargos públicos. Por su parte, Leonardo Morlino 4 toma elementos del análisis sistémico de Easton para desagregar los com ponentes del sistema político, sobre todo aquellos de car ácter institucional: 1 - C omunidad política : Esta se encuentra compuesta por: a - grupos y personas activos que inciden en el sistema , ya sea que se encuentren organizados o no. b - las doctrinas, ideologías y creencias dominantes o en competencia c - estruc turas intermedias de conversión de las demandas (las cuales pueden o no estar presentes en la comunidad política). 2 - R égimen político 5 : Este es entendido como el conjunto de instituciones que da soporte al sistema político , mas no equivale a este último. Morlino destaca que en realidad el primero es tan sólo un componente del segundo, el cual corresponde a una realidad mucho más amplia. De hecho, puede producirse un cambio en el régimen político sin que ello reporte un cambio en la comunida d política o en las autoridades . Según este autor el régimen político se compone de: a - ideologías, valores, principios y creencias que influyen en reglas del juego, ya sean dominantes o se encuentren en situación de competencia . b - normas (entendidas como procedimientos formalizados para la resolución pacíf ica de los conflictos políticos) o reglas de juego (las cuales son admitidas tácitamente a pesar de no encontrarse formalizadas ) . 3 Pasquino, G. Sistemas Políticos Comparados. Buenos Aires: Bononiae Libris - Prometeo Libros. 1994. * Cabe mencionar que dicha delimitación también report a impactos en el resto de los elementos y subelementos del sistema político (las reglas y procedimientos de la Constitución, la selección y circulación de las autoridades, la formulación de po líticas públicas, etc.). 4 Morlino, L. Cómo cambian los regímene s políticos . Madrid: Centro de Estudios Constitucionales; 1985. 5 Según Munck, el concepto de “régimen político” posee dos dimensiones: 1) procedimental, por la cual el régimen “consta de una serie de reglas o procedimientos” - formales o informales - “que d eterminan a) la cantidad y el tipo de actores a los que les está permitido acceder a las principales posiciones de gobierno”; b) los métodos de acceso a esas posiciones; c) las reglas que se observan en la toma de decisiones públicamente vinculantes” y 2) conductual, la cual “se centra en la importancia de los actores y en un punto simple, pero extremadamente importante: que las reglas de procedimiento estructuran y dan forma a l a conducta política sólo en la medida en que los actores aceptan u obedecen est as reglas.” Munck, G. La desagregación del régimen político: Problemas conceptuales en el estudio de la democratización. En: Ágora . Cuadernos de estudios políticos, Buenos Aires: año 3, núm. 5, invierno. 1996. p. 205 - 206 . c - estructuras de autoridad : Al interior de las mismas se debe distinguir estructuras de decisión (aquellas que distribuyen costos y beneficios dentro de la sociedad ) de estructuras de enforcement (aquellas que ejecutan las decisiones, fuerzan a la obediencia y extraen recursos de la sociedad). 3 - A utoridades : Este elemento refiere a los tit ular es de los roles, quienes ocupan y dan vida a las estructuras. Es necesario destacar que la r elación de interdependencia entre estos elementos no es mecánica , de hecho, la variación en uno de los componentes del sistema puede no conllevar ninguna varia ción, o bien producir una variación del mismo tipo, opuesta e incluso completamente diferente en algunos o todo el resto de los componentes del sistema. Ello complejiza el trabajo de análisis sistémico . 1.3 Tipología de regímenes y casos empíricos La tip ología de regímenes políticos más clásica es la de Aristóteles, quien distinguía formas puras – en las cuales el gobierno era administrado en pos del interés general – y formas corruptas o impuras – en las que el gobierno era administrado en interés de quie n detentaba el poder. A esta clasificación se le sumaba la del número , cuantos gobiernan. Estas dos variables crearon una tipología que fue utiliz ada durante siglos. Puras Impuras Uno Monarquía Tiranía Pocos Aristocracia Oligarquía muchos Democracia Demagogia En el siglo XVIII, Montesquieu se aleja de la tipología tradicional, distinguiendo república, monarquía y despotismo no sólo sobre la base de un criterio numérico sino también sobre los conceptos de “naturaleza” y “ principio ” del gobierno . La primera depende del número de detentadores del poder ( en el caso de la república, todo el pueblo o una parte de él: en el caso de la monarquía y el despotismo, uno solo detenta el poder). El segundo vincula cada régimen político a la actitud que anima al p ueblo: en el caso de la república, la virtud; en el caso de la monarquía, el honor; y por último, en el caso del despotismo, el miedo. En las teorías más contemporáneas la clasificación de regímenes están centradas en la distinción entre regímenes democ ráticos y no democráticos. Según Morlino 6 , por ejemplo, la primera distinción que corresponde realizar es aquella que divide regímenes: 1) Democráticos : son aquellos “cuyas normas vigentes prevén la protección de los derechos políticos y civiles de los miembros de la comunidad política. Según Dahl 7 en un régimen democrático se realizarían plenamente las siguientes dimensiones: existencia de competencia política o posibilidad de oposición (“grado en que las instituciones están abiertamente disponibles, d estinadas públicamente y garantizadas, al menos para algunos miembros del sistema político que deseen contestar la actuación gubernativa) y extensión de la participación (“proporción de población que puede participar, sobre bases paritarias, en el control del gobierno y que puede contestar la actuación de este, es decir por la proporción de 6 Morlino, Op. Cit. 7 Dahl, Rob ert. La Poliarquía: participación y oposición . Madrid: Tecnos; 1989. aquellos que tienen derecho a participar en un sistema de competencia”). En la actualidad se dan regímenes poliárquicos, es decir, que tienden a la democracia pero que n o son equivalentes a ella . 2) No democráticos : De acuerdo con Linz 8 estos pueden clasificarse en base a tres variables: grado de pluralismo político, grado de participación real de la población y grado de ideologización . De este modo, el autor introduce l a siguiente tipología de regímenes no democráticos: a. Dictadura b. Regímenes totalitarios : Se distinguen por i) una ideología desarrollada y articulada que se encuentra tanto a nivel de comunidad política como en las normas y estructuras de autoridad del régimen; ii) un partido único muy desarrollado y otras organizaciones que mantienen a la comunidad política en un estadio de movilización política continua; iii) todo el poder en manos de un individuo o de un pequeño grupo no responsable frente a los demás ; iv) un estado de subordinación de los militares, a diferencia de otros regímenes no - democráticos; v) una práctica de terror y represión que golpea también dentro de la elite dominante y sanciona incluso a oponentes que sól o lo son de modo potencial. c. R egímenes tradicionales : Muy pocos subsisten. Sus bases de legitimación se comprenden al pensar en el patrimonialismo weberiano y en el papel que cumplen instituciones como la monarquía. c. 1. Democracias oligárquicas c.1.1. Caudillismo c.1.2. Caciquismo c .2. Sultanatos d. Regímenes autoritarios : S e distinguen por un pluralismo político limitado y no responsable, por una baja movilización política en la fase intermedia de mayor estabilidad; no tienen una ideología compleja y articulada, sino tan sólo alguna s actitudes mentales características; en ellos un líder, más raramente un grupo pequeño, detenta el poder y lo ejerce dentro de límites formalmente mal definid os pero suficientemente claros. d.1. Regímenes burocrático militares d.2. Estatalismo orgánico d. 3. Regímenes de movilización postdemocracia d.4. Regímenes de movilización postindependencia d.5. “Democracias” raciales d.6. Totalitarismo imperfecto d.7. Regímenes post - totalitarios Munck 9 ha presentado, a su vez, una versión simplificada de la tipologí a de regímenes políticos sobre la base de tres atributos: la cantidad y tipo de actores que pueden acceder al poder , los métodos de acceso al mismo y las reglas para la elaboración de decisiones públicamente vinculantes. Esta ti pología concibe, entonces, t res regí men es político s posibles : 1) D emocrático : Varios actores pueden acceder al poder (líderes de múltiples partidos políticos), las elecciones poseen un carácter competitivo, regular y cuentan con la participación popular, y existe un sistema de frenos y contrapesos para la elaboración de decisiones públicamente vinculantes. Atendiendo a esta definición, este es el caso de la mayor parte de los regímenes políticos occidentales donde se celebran elecciones libres y competitivas para la designación de rep resentantes y donde las decisiones se elaboran mediante la interacción de los distintos poderes del Estado. Algunos ejemplos son los de Estados Unidos, Reino Unido y Francia. 2) A utoritario : Pocos a c tores pueden acceder al poder (líderes de las elites mili tares y empresariales), no mediante elecciones sino decisiones elaboradas dentro de las Fuerzas Armadas. A su vez, la elaboración de decisiones se encuentra caracterizada por una arbitrariedad limitada. A efectos de brindar ejemplos 8 Linz, J. Totalitarian and Authoritarian Regimes. En: Greenstein F. y Polsby N. (eds.), Handbook of Political Science , Reading (Mass.): Addison - Wesley, 1975. 9 Munck, Op. Cit. empíricos de estos regí menes, cabe mencionar aquellos gobiernos militares que durante las décadas de 1970 y 1980 predominaron en América Latina (el Chile de Pinochet, la Argentina de Videla y el Paraguay de Stroessner, entre otros). 3) T otalitario : Sólo un actor puede acceder a l poder (líderes de un partido único), no mediante elecciones sino mediante decisiones elaboradas dentro del partido único. A su vez, la elaboración de decisiones se encuentra caracterizada por una arbitrariedad ilimitada. Este es el caso de la Alemania na zi y la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas stalinista, así como también existen autores que incluyen dentro de este grupo la Italia fascista de Mussolini. 2 . El Estado 2.1 Origen y formas históricas del Estado E l Estado en tanto relaciones d e poder institucionalizadas y c entralizadas no siempre existió : h ubo momentos previos al surgimiento del Estado, como cuando los seres humanos vivían como cazadores y recolectores , poseyendo organizaciones sociales sencillas y flexibles no exentas de relac iones de pod er, pero éstas no estaban i nstitucionalizadas o centralizad as. S egún Renfrew 10 la idea de Estado esta vinculada a la aparición de la civilización en tanto centro ceremonial, escritura y ciudad. Para Michael Mann 11 las primeras civilizaciones , est ratificaciones y Estados han surgido en va lles fluviales donde se practicó la agricultura aluvial y de regadío (tales como el caso de los s umerios, la civilización del valle del Indo, la China de los Shang, Egipto, Creta Minoica, Mesoamé rica y América andi na ) . Dicho proceso puede figurarse en la metáfora de la “jaula social”, por la cual hombres y grupos previamente disper s os y con una libertad que impedí a la institucionalización de la autoridad, se ven encerrados en un territorio por una red de relaciones sociales y económicas. La creciente fluidez de los contactos e intercambios hace necesaria su regulación mediante la presencia una autoridad centralizada - en un primer momento ejercida por los templos. Estos tipos de organización pueden denominarse “ proto estados ” dado que todavía no incorporaban funciones que sí ostentan los estados plenos, tales como la coacción y la explotación. Según Mann 12 , el espacio en el cual se constituye la política es donde convergen las cuatro fuentes sustantivas del poder socia l que se organizan y difunden de modos espacial e históricamente específicos . E stas son : - Ideológica : es el lugar desde el cual los actores interpretan su mundo, ya que los hombres necesitan dotar a la vida de un significado último , normas y valores, practi cas estéticas y rituales. - Económica : alude a la distribución de recursos económicos que produce una sociedad. - Política : refiere a la utilidad de una regulación centra lizada y territorial - por lo cual poder político equivaldría a poder estatal. - M ilitar : s upone el uso y organización de la fuerza física . La combinación de estos cuatro elementos genera diversas formas de poder social, y ninguna es permanentemente dominante sobre la s otras . L as características de la matriz política constituida durant e los sig los XIV, XV y XVI y sus posteriores transformaciones permit i e ro n que el poder político asumiese una forma particular y diferenciada, poseyendo diferentes elementos, funciones y características . De este modo podemos afirmar que el Estado moderno es una fo rma política que supone los siguientes elementos: 10 Renfre w, C. The emergence of civilization: the cyclades and the aegean in the third millenium . BC Londres: Metheum; 1972 11 Mann, Michael. Las fuentes del poder social I . Madrid: Alianza; 1991 12 Mann, Michael. Las fuentes del poder social I . Madrid: Alianza; 19 97. - Dominación : Este concepto relacional imp lica la vinculación desigual entre sujetos. Max Weber la define como la probabilidad de encontrar obediencia dentro de un grupo determinado para mandatos específico s . Dicha obediencia puede obedecer a diversos motivos, tales como la tradicion , la legitimidad racional, entre otros. Por su parte, O’Donnell 13 destaca la asimetría de la dominación estatal, debido a que supone el acceso diferencial al control de los distin tos recursos de poder que circulan socialmente *. - Centralidad : Refiere a l proceso explicitado por Weber , quien indica que a l igual que la difusión de las rel aciones de producción capitalistas supuso la expropiación y la concentración de la propiedad, la constitución de los estados modernos implicó la expropiación y concentración de los medios materiales de administración y coerción. Ello derivó en aparición de un conjunto diferenciado de instituciones estatales y de un aparato burocrático . - Burocratizaci ón : La burocracia es un tipo particular de organización afín a un Estado de derecho poseedor de un poder racional - legal . Este poder se orienta por una racionalidad que , según Weber, supone la división entre política y administración (caracterizando a esta última por su naturaleza impersonal y formal y por la posesión de competencias y saber es profesiona les especializados ). - Poder militar : remite al monopolio legítimo de la violencia física o coerción . En consecuencia, el Estado moderno puede definirse com o un conjunto diferenciado de instituciones y p ersonal que supone centralidad, en tanto las rel aciones pol íticas irradian desde el centro y hacia el centro para ab a rcar un det erminado t erritorio sobre el cual el Estado reclama el ejercicio del monopolio de la coerción física legítima. Dicho monopolio tiene por objeto garantizar un orden . De lo expresado anteriormente se desprende que e l Estado moderno es una fo rma particular e histórica de organización política . Oscar Oszlak 14 utiliza el concepto de “est atidad” para explicar las característi cas y el desarrollo del Estado N ación moderno . La misma supone la adquisición por parte de la entidad estatal en formación de una serie de propiedades: “1) capacidad de externalizar su poder, obteniendo reconocimiento como unidad soberana dentro de un sistema de relaciones interestatales: 2) capacidad de institucionalizar su autoridad, imponiendo una estructura de relaciones de poder que garantice su monopolio sobre los medios organizados de coerción; 3) capacidad de di ferenciar su control, a través de la creación de un conjunto funcionalmente diferenciado de instituciones públicas con reconocida legitimidad para extraer establemente recursos de la sociedad civil, con cierto grado de profesionalización de sus funcionario sy cierta medida de control centralizado sobre sus variadas actividades; y 4) capacidad de internalizar una identidad colectiva, mediante la emisión de símbolos que refuerzan sentimientos de pertenencia y solidaridad social y permiten en consecuencia el c ontrol ideológico como mecanismo de dominación 15 ”. Desde la óptica de Abal Medina y Nejamkis 16 pueden distinguirse dos momentos en el proceso de emergencia de los estados nacionales: Primera etapa : La misma se encuentra vinculada a la expansión económica , e l crecimient o de los mercados de consumo y los gastos crecientes originados por las guerras de mayor complejidad: estas cuestiones derivaron en la necesidad de concentración de los recursos de poder político a efectos de coordinar los intercambios y gestio nar ejércitos permanentes. A lo largo del siglo XVI, asimismo, se van ampliando las funciones del Estado, e l cual legisla, a partir de dicho momento, sobre el trabajo y la 13 O’Donnell, G. Apuntes para una teoría del Estado. En: Oszlak, Oscar (comp.), Teoría de la burocracia estatal . Buenos Aires: Paidós; 1984 * La estratificación social se ha asentado sobre la institución de la propiedad privada, debido a la difusión de sde mediados del milenio pasado de relaciones de producción capitalistas. 14 Oszlak, Oscar. La formación del Estado argentino . Buenos Aires: Planeta; 1999. 15 Ibid., p. 532 16 Abal Medina, J.M. (h) y Nejamkis, F. El Estado. En J. Pinto (comp.) Introducción a la ciencia política . Buenos Aires: Eudeba; 2005. satisfacción de necesidades básicas , facilitando a su vez el desarrollo del capitali smo. Además , el clima científico, ideológico y político de la época resultaba propicio al surgimiento de los Estados - nación : tenía lugar la revolución científica y surgía a su vez una visión autónoma de la política separada de la moral y la religión ( expu esta primero en los escritos de Maquiavelo y posteriormente en los de los contractualistas), derivando esta ultima en un declive del poder eclesiástico , el surgimiento del protestantismo y la aparición de cierto equilibrio entre los Estados - nación europeos en constitución . A su vez la característica excl u yente de estos est ados nacionales es su alianza tá cita con los sectores dominantes, es decir, la emergente clase capitalista: ambos compartían interés en debilitar o eliminar las prerrogativas de la nobleza y las corporaciones, en tanto obstaculizaban la centralización del poder político y administrativo en el Estado y también la expansión de las relaciones de mercado capitalistas 17 . Segunda etapa : Hacia fines del siglo XIX se da la consolidación de l rol del Estado como garante de las relaciones capitalistas mediante la ocupación total de los estados dentro de sus fronteras y el desarrollo de una política imperialista que permitía resolver los problemas logísticos originados por la creciente dimensión de los i ntercambios. Pero a su vez se expanden las funciones civiles del Estado y se da la aparición de nuevos elementos como la representación , vinculada al reclamo de mayor participación y la constitución de una esfera pública política que cuestionaba el poder d espótico monárquico (en tanto é ste suponía una ausencia de seguridad jurídica que obstaculizab a la expansión del capitalismo). Ello llevó a dos desarrollos fundamentales: la división de poderes, por un parte, y las instituciones representativas sumadas a l a ampliación del sufragio. Durante el siglo XX , especialmente en la etapa posterior a la crisis del ’30 y la Segunda Guerra Mundial , se da una mayor penetración del Estado en la sociedad civil, en el período comúnmente denomina do como Estado de bienestar keynesiano, en el cual se da un a mayor expansión de la burocracia . Su desarrollo tiene q u e ver con la extensión del sufragio y, como consecuencia, tanto la necesidad de contar con el voto de los sectores antes excluidos – la clase obrera, por ejemplo - como el temor a que los partidos socialistas accediesen al gobierno. Este e stado se distingue de un estado liberal (que debe mantener su p resu p ues to en equilibrio y permitir que los mercados se autorreg ulen) ya que supone que los e stados pueden funcionar con u na lógica diferencia l , interv i niendo económicamente y funcionando con presupuestos deficitarios para quebrar los ciclos recesivos e impulsar el crecimiento. Es así como la política adoptó un carácter central y el mercado resultó subordinado a ella: bajo di cha fórmula se dieron los denominados “años dorados del capitalismo”, desde fines de la Segunda Guerra Mundial hasta fines de los ’60 y principios de los ’70. No obstante, se suele marcar la crisis del petróleo de 1973 – debida a una reducción de la tasa d e acumulación y la disminución consecuente del volumen de inversiones - com o el fin del modelo keynesiano y momento de inicio de un nuevo tipo de Estado de corte neoliberal caracterizado por una reducción del tamaño y funcionalidad del Estado. Actualmente los e stados nacionales perdieron su centralidad debido al fenómeno de la globalización, el cual, según Beck 18 no es sólo económi co sino que también supone que no puede concebir se a la sociedad como un contenedor orga nizado estatalmente . Existe una nueva organización internacional caracterizada por el acortamiento de las distancias fruto de los cambios tecnológicos ( lo cual supone una mayor f luidez en la circulación de bienes, me rcancías y capital financiero) y por las transformaciones en la estratificació n social ( ya que el sector de servicios adquiere predominancia por sobre el industrial en el mundo del trabajo y la sociedad se individualiza crecientemente) . Asi los e stados nacionales pierden centralidad en el contexto de este nuevo orden global, lo que podría s upone r el retraimiento del Estado a una mera función de gendarme, y el surgimiento de bloques regionales . 17 Vilas, C. El Estado en la globalización . México: Centro de Investigaciones interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades; 2000. 18 Beck , Ulrich. Que es la globalización. Barcelona: Paidos; 2001. Esto trae aparejado algunos problemas como las crisis identitarias nacionales y los fenómenos ligados a las mismas - tales como el terrorismo y el fundamentalismo - y la emergencia de nuevos tipos de conflictos que enfrentan a unidades estatales con enemigos no estatales. No obstante, consideramos adecuado matizar esta cuestión: la globalización no entraña la desaparición de los e stados nacional es, sino que los mismos se encuentran en un momento de redefinición de sus capacidades frente a las nuevas realidades geopolíticas. 2.2 Las teorías sobre el Estado Por lo general pueden distinguirse dos grupos de teorías en torno al concepto de Estado: aquellas de carácter sociológico y aquellas de tipo jurídico. Las primeras explican el Estado tomando en consideración fenómenos sociales tales como el mando y la obediencia, la distinción amigo - enemigo, el surgimiento de clases sociales antagónicas y el c onjunto de mecanismos construidos históricamente para asegurar la supervivencia y convivencia social. Mientras tanto, las segundas consideran al Estado como equivalente al orden jurídico, es decir, al conjunto del derecho o a su propia constitución. Asimi smo, existen otros tipos de distinciones teóricas sobre el Estado en función del rol atribuido al mismo , tales como la oposición entre las teorías del Estado liberal y el Estado asistencial . L a primera perspe ctiva es también denominada teoría del Estado mí nimo defendida por el liberalismo . Según dicho enfoque las actividades que caracterizan a al Estado poseen un carácter sumamente limitado y abarcan meramente la defensa exterior, en su modalidad de Fuerzas Armadas y de estructura diplomática, la manutenció n del orden interno, mediante las acciones de policía y la administración de justicia y la extracción de recursos de la sociedad para sostener dichas actividades (es decir, una función impositiva o extractiva). Mientras tanto, la teoría del Estado asistenc ial – conocido históricamente como Estado de Bienestar supone que el Estado adiciona a sus actividades tradicionales otras tales como la educación, la asistencia sanitaria, vivienda, la seguridad social, el desarrollo de la economía, la producción de biene s y la búsqueda del pleno empleo, entre otras cuestiones. En consonancia con la distinción anterior, según Gozzi 19 existen teorías que distinguen Estado de derecho de Estado social, definiendo el primero como aquel que asegura los derechos fundamentales qu e tutelan las libertades civiles (personal, política y económica) y constituyen una defensa contra la intervención estatal. Por otra parte, el segundo puede definirse como aquel que asegura los derechos sociales, los cuales implican participación en el pod er político y en la riqueza social producida. Mientras el Estado d e derecho tiende a garantizar la situación existente , el Estado social tiende a satisfacer las demandas sociales a medida que emergen en el contexto social. A su vez, mientras el Estado de d erecho tiende a la separación entre Estado y sociedad, el Estado social fomenta su interpenetración. Por último, cabe mencionar la existencia de interpretaciones de c orte marxista que conciben al Estado como una derivación de la ló gica del capital. Desde esta óptica el Estado lleva a cabo cuatro funciones fundamentales: creación de las condiciones materiales generales de la producci ón; determinación y salvaguarda del sistema general de leyes en el que se dan las relaciones entre sujetos jurídicos de ntro de la sociedad capitalista; reglamentación de los conflictos ent re trabajo asalariado y capital y, por último, afirmación y expansión del capital nacional global en el mercado capitalista mundial. 19 Gozzi, G. Estado contemporáneo. En: Bobbio, N. et al. Diccionario de Ciencia Política . México: Siglo XXI, 1985. 2.3 La organización del Estado En los apartados subsiguient es distinguiremos dos modos de organización estatal: unitarismo - federalismo y centralización - descentralización. 2.3 . 1 Estados unitarios y federales El origen del término se remonta muchos siglos, y se vincula originariamente al concepto proveniente del l atín foedus, que significa liga o alianza . Un Estado federal esta caracterizado por la existencia de dos niveles de gobierno que actúan sobre el mismo territorio y población, y en donde cada nivel de gobierno tiene al menos un área de acción en la que es a utónomo garantizada constitucionalmente. Como consecuencia de esta distribución de competencias entre una pluralidad de centros de poder independientes y coordinados, cada porción de territorio y cada individuo se encuentran sometidos a dos poderes sobera nos, el del gobierno federal y el de l E stado federado, lo cual no contraria, sin embargo, el principio de unidad de decisión sobre cada problema. La autonomía relativa de los estados miembro de una federación supone una protección de la tendencia a homog enización cultural y lingüística, dado que los estados federados disponen de poderes suficientes para regirse autónomamente. Por esta razón es el tipo de organización estatal recomendada para sociedades multiétnicas, multilingüisticas o multireligiosas. L os estados federal es tiende n, por lo tanto, a darle poca importancia a las instituciones típicas de la concentración estatal, tales como el servicio militar obligatorio, la escuela estatal, grandes ritos republicanos, imposición a las colectividades terri toriales más pequeñas del mismo sistema administ rativo y protección prefectoral . Dado que el modelo de E stado federal divide el poder soberano acorde a la división territorial, el equilibrio constitucional se mantiene gracias a la primacía de la constituci ón sobre todos los otros poderes: en caso de conflicto sobre los límites de los diversos órdenes de soberanía, quien revisa y decide la constitucionalidad es una autoridad neutral, los tribunales. Asimismo, mientras el modelo federal otor ga al Poder Ejec utivo la fuerza y estabilidad para equilibrar la vida social y llevar adelante el programa de gobierno, previene a su vez los abusos de poder por parte del gobierno central mediante la atribución de poderes soberanos a los estados miembros. Ello permite co nciliar el principio de la unidad de la comunidad política con el de la autonomía de sus partes y a su vez superar la indivisibilidad de la soberanía, combinando las ventajas de la pequeña dimensión (hay mayores posibilidades de participación y control de las decisiones por parte de los individuos) y la gran dimensión (necesaria para mantener el desarrollo económico y la independencia política). Es necesario mencionar, a su vez, que en un E stado federal la sociedad civil posee características pluralistas e n ciertos aspectos y unitarias en otros, en tanto la población se encuentra tanto unida en una sociedad de iguales dimensiones que la federación como dividida en múltiples sociedades pequeñas y territorialmente delimitadas en el marco de una sociedad mayor . Por lo tanto, dicha población profesa lealtad tanto a la sociedad global como hacia cada una de las comunidades más pequeñas: existe un apego simultáneo a la unión y a cada una de sus partes, sin que ninguna de estas lealtades prevalezca sobre la otra. Los casos más destacados de Estados federal e s son los de Suiza, Estados Unidos, Canadá y Australia. Es interesante resalt ar que muchos de estos estados han poseído mayoritariamente una posición neutral o aislacionista en el sistema mundial, lo cual los ha mantenido a resguardo de los efectos centralizadores de los conflictos internacionales, o bien sus dimensiones han favorecido la implantación del federalismo (por ejemplo, en el caso de Estados Unidos la posibilidad de colonizar vast as extensiones territor iales ha frenado la amenaza de fuertes tensiones sociales, mientras que en Suiza los conflictos no se han radicalizado en tanto los problemas de gobierno poseen un carácter más bien administrativo que político ) . Los Estados Unitarios o centralizados son a quellos donde el poder esta concentrado en el nivel nacional. En estos , ante un conflicto de constitucionalidad el poder central es quien decide y arbitra , en tanto las colectividades territoriales más pequeñas gozan de una autonomía limitada y delegada po r el poder central . En dichos estados no existe ningún centro autónomo de poder fuera del gobierno central, el cual controla a través de los gobernadores todos los entes locales. Mientras bajo el modelo federal la distribución de los poderes no sólo se b asa en sus funciones (ejecutivo, legislativo y judicial) sino también en la territorialidad (el gobierno federal y los estados miembros fundan su independencia sobre una base social distinta), bajo el modelo unitario dicha distribución de poderes tiene lug ar exclusivamente con arreglo al primer criterio. Ello significa que el poder ejecutivo y legislativo tienden inevitablemente a ser controlados por las mismas fuerzas políticas, por lo cual el poder judicial se debilita en términos relativos y se reduce en la práctica a una rama de la administración pública. 2. 3 . 2 Centralización y descentralización Descentralización y centr alización no son ordenamientos jurídico s unívoc o s ni conceptos inmediatamente operativos sino que conforman directivas amplias de org anización, es decir, fórmulas que contienen principios y tendencias o modos de ser del aparato político o administrativo. Por lo tanto, en la práctica ambas tendencias no constituyen elementos mutuamente excluyentes sino que se combinan dinámicamente en to do ordenamiento jurídico , si bien una puede primar contingentemente sobre la otra. Según Roversi - Mónaco 20 existe centralización cuando la cantidad de los poderes de los entes locales y de los órganos periféricos está r educida al mínimo indispensable ; exist e en cambio descentralización cuando los órganos centrales del E stado tienen el mínimo de poder indispensable p ara desarrollar sus actividades . Actualmente se considera a la descentraliza ción como valor fundamental, e incluso se la asocia estrechamente a procesos de democratización y pluralismo, concibiéndola como medio para llegar – a través de la repartición de la soberanía – a una real libertad política. Sin embargo, debe matizarse esta apreciación por varias razones . En primer lugar, las nociones de centralización y descentralización no son definible s a priori, es decir, de modo independiente de cada experiencia particular. En segundo lugar, la descentralización puede ejecutarse en términos concretos bajo modos de organización atípicos y heterogéneos, por lo que no puede identificársela con una institución histórica y jurídicamente única, con rasgos bien delimitados y constantes. En tercer lugar, la efectividad de la descentralización depende la introducción de estructuras políticas y administrativas , de partido s y de órganos o entes afines a este tipo de ordenamiento. Asimismo, debe diferenciarse descentralización política de descentralización administrativa en tanto la primera expresa una idea de derecho autónomo, mientras que la segunda constituye un fenómeno de derivación de poderes administrativos. Por lo tanto, razonando en términos opuestos, sólo existe centralización política cuando un único centro puede hacer prevalecer de modo general, bajo el 20 Roversi - Mónaco, F. Descentralización (y centralización). En: Bobbio, Norberto. Diccionario de Ciencia Política , España: Siglo XXI, 1985. aspecto territorial y argumentativo, su propia co ncepción del bien público, monopolizando a tal efecto la creación del derecho positivo. Debe diferenciarse la descentralización autárquica o institucional – aquella por la que se atribuyen funciones a entes separados del estado – de aquella burocrática – referida a un orden descentralizado del poder en el ámbito de una única organización – y la denominada “descentralización por servicios” – relativa a la constitución de entes por sectores homogéneos de actividad, la creación de órganos descentralizados y el mayor desarrollo de la autonomía técnica y financiera, ligada a una organización especialista de la actividad. Por último, debe considerarse que la descentralización y el federalismo no son equivalentes, en tanto si bien un estado federal se encuentra descentralizado, no todo estado descen tralizado es federal, en tanto solo cuando la descentralización asume las características de la descentralización política puede comenzarse a hablar de federalismo o, en un nivel menor, de real autonomía polít ica de lo s entes territoriales 21 . 3. El gobierno 3.1 Enfoques diferentes para el estudio del gobierno El gobierno puede definirse, como el centro desde el cual se ejerce el poder político sobre una sociedad. Según Levi 22 el origen del gobierno se remonta a una fase histórica sumament e anterior a la del origen del E stado – entendido como organización política más reciente cuyo s inicios son situable s a principios del siglo XVI. De hecho, la ciudad - estado griega y el imperio feudal constituyen ejemplos de formas pr eestatales de organización política en las que ya exist ía un gobierno. Ello ilustra, entonces, que en todo el transcurso de la evolución histórica de la humanidad, a partir de una determinada fase de su desarrollo, en toda sociedad se puede encontrar algun a forma de gobierno, entendido como poder relativamente autónomo respecto de los distintos grupos sociales con la función específica de llevar a cabo la integración de la sociedad y defenderla de los grupos externos. Acorde al mismo autor, la concentración del poder en los órganos de gobierno constituye el instrumento más eficaz para afrontar las exigencias de seguridad y poder de la comunidad política. Por otra parte , es necesario mencionar que la fuerza y el consenso constituyen dos elementos que definen al gobierno. Ello quiere decir que si bien el gobierno posee supremacía sobre otros centros que operan en la sociedad gracias al monopolio de la fuerza, por otra parte u n gobierno sin consenso no podría subsistir a largo plazo. Es necesario mencionar que en el marco de los regímenes democráticos actuales existen tres formas de gobierno: a) Parlamentarismo Su origen se remonta a las reformas políticas que transformaron a las monarquías absolutas de los siglos XVII y XVIII primero en monarquías constitucion ales y luego en monarquías parlamentarias (pertenecientes entonces a los regímenes políticos democráticos modernos). 21 Roversi - Monaco, Op. Cit. 22 Levi, L. Federalismo. En:. Bobbio, N. et al. Diccionario de Política , 12ª Ed. España: Siglo XXI; 1985. Esta forma de gobierno no se encuentra caracterizada por la división de poderes como en el presidencialismo sino por la fusión de poderes . N o existe una independencia entre el poder ejecutivo y el legislativo , ya que los miembros del ejecutivo suelen ser asimismo miembros del legislativo . Según Zelaznik 23 existen cuatro características que permiten resumir el modelo parlamentario : 1. E str uctura dualista y colegiada del ejecutivo (El Jefe de Gobierno es quien ejerce la dirección política y administrativa , mientras que el Jefe de Estado es un cargo simbólico y ceremonial. Por otra parte, el ejecutivo constituye un cuerpo colegiado compuesto por el Primer Minist ro y el resto de los ministros) 2. E lección indirecta del Jefe de Gobierno (el consentimiento parlamentario es la condición indispensable para investir al Jefe de Gobierno, mediante un voto de confianza o aceptación tácita) 3. E l gobie rno no es elegido por un período fijo (el parlamento puede destituir al gobierno votando en contra de una “cuestión de confianza” o mediante un voto de censura o desconfianza); 4. E lección directa del parlamento y por períodos pasibles de ser acortados (el Primer Ministro puede disolver el parlamento convocando a elecciones inmediatamente para la constitución de uno nuevo). Dependiendo cómo esta forma de gobierno se combine con la dinámica del sistema de partidos su funcionamiento será sumamente variable (una alta fragmentación partidaria suele dar lugar a un gobierno de asamblea – tal es el caso de Italia - , una baja fragmentación partidaria suele resultar en un gobierno de gabinete – tal es el caso de Reino Unido - y una fragmentación partidaria media su ele resultar en un parlamentarismo equilibrado – tal es el caso de la mayoría de las democracias estables de Europa continental ). b) Presidencialismo : Dicho régimen se originó en la Constitución norteamericana de 1787, la cual influyó a las democracias lat inoamericanas que adoptaron esta forma de gobierno. A diferencia del parlamentarismo, el presidencialismo se encuen tra caracterizado por la divisió n de poderes debido a que existe una mayor independencia en el origen y supervivencia del Ejecutivo y Legisla tivo, reforzada además por la imposibilidad de que los miembros del gobierno puedan ocupar al mismo tiempo una posición en el parlamento (situación usual en los sistemas parlamentarios) . Existen cuatro rasgos que suelen identificarse con el modelo presid encial: 1. E jecutivo unipersonal (el presidente concentra la totalidad de los poderes ejecutivos y controla la designación y destitución de los ministros, desempeñándose como J efe de Gobierno y de Estado. Por ello es fácilmente identificable como el respo nsable de las decisiones tomadas por el gobierno) ; 2. E lección popular directa del presidente (esta le otorga al mandatario una legitimidad democrática directa que los jefes de gobierno no poseen en las democracias parlamentarias. No obstante, en algunos c asos – tales como el de Estados Unidos – la elección tiene lugar de modo indirecto, es decir, mediante la intermediación de un Colegio Electoral o el Congreso) ; 3. E l presidente es ele gido por un período fijo (ello garantiza una alta estabilidad en el Pod er Ejecutivo en tanto sólo puede ser removido mediante un complejo proceso de juicio político o impeachment y a su vez otorga una mayor libertad de acción a los legisladores, de cuyas posiciones no depende la estabilidad del Ejecutivo) ; 4. E l Congreso es elegido en elecciones populares directas por un período fijo (cabe destacar que el presidente carece de la facultad de disolver el Poder Legislativo) . Cabe mencionar, q ue los países presidenciales difieren en función de la presencia o ausencia de determin adas características institucionales y partidarias. En relación a las primeras, la constitución puede 23 Zelaznik, J. Gobierno. En: Pinto, J. (comp.) Introducción a la ciencia política . Buenos Aires: Eudeba; 2005. o no otorgar al presidente poderes legislativos de carácter reactivo (aquellos que le permiten evitar que el congreso altere una situación dada mediante l a aprobación de leyes. Algunos ejemplos son el poder de veto total o parcial y la iniciativa exclusiva del presidente para iniciar leyes en determinadas áreas) y proactivo (aquellos que le permiten aprobar legislación sin que haya sido tratada por el congr eso, tales como los decretos). En relación a las segundas, en el caso de un sistema bipartidista puede darse una situación de gobierno mayoritario o unificado similar al gobierno de gabinete parlamentario, en el cual el partido que ocupa el gobierno posee la mayoría en el congreso, o bien una situación de gobierno dividido en la cual el congreso y la presidencia son dominados por partidos diferentes. En cambio, en el caso de un sistema multipartidista donde no existe una mayoría clara en el c ongreso las pos ibilidades de acción dependen de la capacidad del gobierno para establecer alianzas políticas en el congreso. c) Semipresidencialismo El mismo constituye un f orma intermedia entre el presid encialismo y el parlamentarismo, combinando una estructura parlament aria (distinción entre el presidente – Jefe de Estado – y el primer ministro – Jefe de Gobierno que depende de la confianza del parlamento y ejerce el gobierno junto con el resto de su gabinete; elección popular directa y posibilidad de disolución anticipad a del Parlamento - con la elección popular directa del presidente, el cual adquiere un rol regulador del sistema. De acuerdo al balance de poder entre fuerzas políticas y las cualidades personales de los presidentes, estos sistemas se parecen más a sistem as parlamentarios o presidenciales. Podrían distinguirse, entonces, tres elementos que permiten reclasificar cada caso en alguno de estos dos sistemas: 1. P rerrogativas constitucionales otorgadas al presidente (su escasez o su abundancia inclinarán el sis tema hacia el parlamentarismo – como en el caso de Irlanda - o el presidencialismo – como en el caso de Finlandia - , respectivamente); 2. P ropensión de los presidentes a utilizar las facultades habilitadas por la constitución (ello se vincula a las capacidad es políticas personales del presidente y las rutinas cristalizadas en el funcionamiento de los sistemas políticos. En base a ello es posible que una utilización intensiva de escasas prerrogativas presidenciales incline el sistema hacia el presidencialismo – como en el caso de Francia – y que una débil utilización de abundantes prerrogativas presidenciales lo haga hacia el parlamentarismo – como en el caso de Islandia ;y 3. C oincidencia de la mayoría presidencial con la mayoría parlamentaria , es decir si el p residente y el primer ministro pertenecen o no al mismo partido (en este punto es posible distinguir tres situaciones: i. el presidente y la mayoría parlamentaria no coinciden, por lo cual se da una situación de cohabitación en la cual el presidente posee una función arbitral o reguladora; ii. el presidente y la mayoría parlamentaria coinciden pero el presidente no es el líder del partido mayoritario: en tal caso dicho líder se convierte en Primer Ministro y Jefe de Gobierno, mientras que el presidente ejer ce una función meramente simbólica; y iii. el presidente y la mayoría parlamentaria coinciden y el presidente es el líder del partido mayoritario: en tal caso el presidente es quien ejerce efectivamente el gobierno, mientras que el Primer Ministro sólo con stituye un “apéndice” del presidente. 3.1 . 1 Gobierno como conjunto de individuos Esta perspectiva considera al gobierno como un conjunto de individuos que ejercen el poder de autoridad en un sistema político y determinan la orientación política de una sociedad , en otras palabras, alude a las autoridades o los titulares de los roles que poseen autoridad, los gobernantes. Ello supone enfocarse en los actores individuales o colectivos que ocupan los puestos de li derazgo político. Usualmente al emplear la expresión “gobernantes” se alude a los miembros del poder ejecutivo, mas no en su totalidad, sino sólo al segmento superior de fun cionarios políticos que depende del apoyo popular o parlamentario para su permanencia en el poder, es decir, el jefe de gobier no, ministros del poder ejecutivo y todos aquellos funcionarios designados por ellos para la dirección de las funciones políticas. Algunos autores, sin embargo, distinguen gobierno electo (temporalmente limitado) de gobierno permanente de funcionarios de c arrer a (el brazo administrativo del E stado): si bien este último se encuentra en una relación de subordinación jerárquica respecto del primero, el gobierno electo requiere del saber especializado de los funcionarios profesionales para manejarse operativame nte. No obstante, es necesario aclarar que en los sistemas políticos modernos el poder de gobierno como tal no es una característica personal y subjetiva, no depende del prestigio, influencia, reputación o moral, no se encuentra “encarnado” sino instituci onalizado: el poder es del cargo y sólo pasa a la persona en la medida en que esta lo ocupa. Por lo tanto si bien los rasgos personales poseen cierta importancia – en tanto de ellos depende la efectiva instrumentación de los poderes institucionalizados - la s instituciones marcan el límite de la actuación de los gobernantes. De este modo, autores como Rockman 24 , definen el gobierno como el poder de autoridad formalizado en el orden constitucional y legal (así como en ciertas prácticas que con el tiempo se cris talizan), quedando subordinado en su ejercicio, administración y contralor a ese ordenamiento. 3. 1 . 2 Gobierno como conjunto de funciones Este abordaje considera al gobierno como un conjunto de actividades o funciones vinculadas al proceso de toma de deci siones políticas. En este sentido, la dirección política es función por excelencia del gobierno. Éste toma decisiones políticas de carácter vinculante u obligatorio para todos los miembros de la comunidad cuyo cumplimiento se encuentra garantizado en últim a instancia por la amenaza o el uso de la violencia física leg ítimamente monopolizada por el E stado. Mientras tanto, la implementación de dichas decisiones es función o competencia de la administración, es decir del conjunto de funcionarios profesionales q ue conforman la burocracia pública. Asimismo, la garantía de la seguridad interna y externa aparecen como actividades indiscutiblemente ligadas al gobierno. La primera refiere al mantenimiento de la unidad política hacia el interior – esto supone velar por la asociatividad, integración y paz interna mediante acciones diversas que van desde las acciones de polic í a hasta la previsión y provisión del moderno Estado de bienestar - y la segunda alude a la tutela de la comunidad política frente al exterior – la c ual implica ocuparse de las cuestiones de guerra y paz externas mediante actividades que van desde la acción bélica hasta las relaciones diplomáticas y comerciales . No obsta nte, dichas competencias fueron ejercidas históricamente por diversos actores priva dos, por lo cual su asociación exclusiva al gobierno sólo se da con el surgimiento de los estados nacionales. 3. 1 . 3 Gobierno como conjunto de instituciones Este enfoque define al gobierno como las instituciones a partir de las cuales se ejerce la autorid ad, es decir, las estructuras de toma de decisiones políticas. Levi 25 indica que esta acepción se apega más a la realidad del E stado moderno en tanto “no indica solamente el conjunto de las personas que detentan el poder del gobierno sino el conjunto de lo s órganos a los que institucionalmente les está confiado el ejercicio del poder”. Ello supondría que, bajo esta acepción, el gobierno constituye un aspecto del Estado. 24 Rockman, B. Gobier no. En: Bogdanor, V. (ed.) Enciclopedia de las instituciones políticas . Madrid: Alianza; 1991. 25 Levi, Op. Cit. Esta perspectiva remite, entonces, a la disgregación de elementos del sistema político realizada por Morlino 26 a la cual hemos aludido anteriormente . Desde este punto de vista el gobierno como institución forma parte de las estructuras de toma de decisiones que posee el régimen político de u n sistema político dado, o, en otras palabras, es un elemento constituyente del régimen político, de sus estructuras de autoridad y más precisamente de aquellas encargadas de tomar decisiones. Es necesario distinguir a su vez dos perspectivas sobre el gobierno como conjunto de instituciones: - Gobierno en sentido amplio : Este enfoque se acerca al paradigma funcionalista dado que designa y coincide exactamente con el conjunto de las estructuras de toma de decisiones, por lo cual incluye tanto al pode r ejecutivo como al legislativo, e incluso podría considera rse como partes de las instituciones de gobierno al órgano que encabeza el poder judicial y a algunos sectores de la burocracia. - Gobierno en sentido estricto: Este abordaje concibe el gobierno como un órgano particular de las estructuras de toma de decis iones, es decir, el poder ejecutivo. Es decir, el gobierno es un elemento central de las estructuras de toma de decisiones pero no las agota, sus límites son más acotados. Autores tales como Levi 27 adhieren a la concepción de gobierno como coincidente con el poder ejecutivo – o más bien con los órganos que se encuentran en la cúspide de dicho poder, excluyendo al funcionariado que cumple tareas de administración pública. Ello supone a su vez que el poder legislativo y judicial no forman parte del los órgan os de gobierno. En el caso de una escasa diferenciación de las estructuras políticas no existiría diferencia alguna entre ambas perspectivas ya que las decisiones estarían en manos de un único detentador del poder. Sin embargo, con el proceso de moderniza ción política la distinción entre gobierno en sentido amplio y estricto cobra sentido. Cabe mencionar que la tendencia que ha primado durante las últimas décadas en el marco de los regímenes democráticos ha sido la del aumento del poder de los ejecutivos e n relación a los parlamentos y congresos, por lo cual la segunda perspectiva se encuentra mucho más extendida y aceptada que la primera. 26 Morlino, Op. Cit. 27 Levi, Op. Cit.