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una cosa y la otra a pagar su precio en dinero. Es bilateral, oneroso, conmutativo, consensual y
no formal. Los elementos esenciales son la cosa y el precio.
La cosa: pueden venderse todas las cosas que pueden ser objeto de los contratos. La cosa
cierta que ha dejado de existir el contrato es nulo; si dejó de existir parcialmente el comprador
puede demandar la parte existente con reducción del precio; también puede pactarse que el
comprador asuma el riesgo de que la cosa haya perecido o este dañada al momento de
celebrarse el contrato. Si se vende cosa futura, se considera en principio que está sujeta a
condición suspensiva de que esa cosa llegue a existir (igual puede nuevamente pactarse que el
comprador asuma el riesgo). Si es cosa ajena es válido siempre que se notifique que no es
propia y que se obligue a trasmitir o hacer trasmitir su dominio al comprador, teniendo que
hacerse cargo si no lo consiguiera.
El precio: se puede determinar entre las partes o lo puede determinar un árbitro de un tercero
designado o se hace en referencia a cosa cierta. En casos en los que las partes no se pongan de
acuerdo, el precio lo fija un juez por el procedimiento más breve que prevea la ley local.
Pacto de preferencia: el vendedor tiene prioridad por sobre los otros adquirentes si el
comprador decide enajenarla. Excepto que otro plazo resulte de la convención o de los
usos o circunstancias del plazo, se puede ejercer el derecho de preferencia en los diez
días desde que se notifica la voluntad de enajenación de la cosa.
Estos tres pactos pueden ser convenidos por un plazo que no exceda los cinco años para
inmuebles y los dos años para muebles, contando desde la celebración del contrato.
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2) Permuta.
Elementos esenciales:
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Caracteres:
Obligación del suministrado: Es la de pagar un precio por cada entrega o grupo de ellas. La
norma no precisa que el precio deba ser en dinero, sin embargo, no caben dudas acerca de
que también en este contrato tenga que reunirse este requisito. Asimismo, incumben al
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suministrado deberes colaterales de colaboración, como ser el de recibir el bien objeto
mediato del contrato y, cuando son cosas dadas en uso, cuidar de ellas desde el momento de
la transmisión del riesgo. Tiene además una carga de información sobre defectos de la cosa
que es el presupuesto del ejercicio de la garantía por vicios ocultos correspondiente. Por
último, cabe señalar que el suministrado debe notificar al suministrante de toda variación de
sus necesidades (arts. 1178 y 1179) de modo que le permita a éste tomar las acciones
necesarias para una eficiente operación.
(Art. 1179) Las partes tienen el deber recíproco de dar aviso anticipadamente acerca de la
modificación en sus respectivas necesidades de recepción y posibilidades de entrega o
prestación de los bienes o servicios objeto mediato del suministro. En defecto de convención
el aviso debe ser dado con una anticipación que permita a la otra parte prever las acciones
necesarias para una eficiente operación.
Plazo: (Art. 1177) El contrato de suministro puede ser convenido por un plazo máximo de 20
años, si se trata de frutos o productos del suelo o del subsuelo, con proceso de elaboración o
sin él, y de 10 años en los demás casos. El plazo máximo se computa a partir de la primera
entrega ordinaria.
Precio: (Art. 1181) En principio las partes pueden pactar libremente tanto el importe como las
modalidades de pago del precio. En el caso de que no digan nada, el importe del mismo debe
ser determinado según las siguientes reglas:
(Art. 1182) El pacto de preferencia constituye un efecto accidental del contrato de suministro,
que puede estar convenido en beneficio de ambas partes o de una sola de ellas, cuyos efectos
son:
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El artículo, establece dos requisitos que deben observarse para la celebración del pacto de
preferencia, uno referido al objeto y el otro al tiempo:
Objeto: En efecto, para que este pacto sea válido él debe referirse a la celebración de un
contrato sucesivo de suministro con el mismo o similar objeto de aquél al cual el pacto accede.
Tiempo: Para que sea válido, la duración de la obligación no debe exceder de tres años. Sin
embargo, si las partes estipulan un término mayor el pacto no es nulo, sino que el mismo
queda limitado temporalmente al máximo legal permitido. La cláusula de exclusividad es un
elemento accidental del contrato de suministro, y como tal debe estar expresamente
estipulada por las partes. Si nada dicen acerca de ella, no tendrá lugar.
Extinción:
Nota: (Art. 1185) es importante saber que en el caso de que los incumplimientos de una parte
no tengan las características del artículo 1184, la otra parte sólo puede suspender sus
prestaciones hasta tanto se subsane el incumplimiento, si ha advertido al incumplidor
mediante un preaviso otorgado en los términos pactados o, en su defecto, con una
anticipación razonable atendiendo a las circunstancias. La suspensión debe ser acordada, o
bien al inicio del contrato, pactándosela expresamente, o bien tácitamente en cuanto el
suministrante suspende su prestación y el suministrado lo acepta. No resulta procedente que
el suministrado suspenda las prestaciones a su cargo cuando la otra parte cumplió, dado que
no puede dejar de pagar lo ya recibido.
(Art. 1186) Todo lo que no esté previsto específicamente en este contrato, se regirá por las
reglas de los contratos a que las prestaciones singulares correspondan, con las que sean
compatibles.
4) Cto. de locación: una parte se obliga a otorgar el uso y goce temporario de una cosa, a
cambio del pago de un precio en dinero. Se aplican en subsidio lo dispuesto con respecto al
consentimiento, precio y objeto del contrato de compraventa. Si es de locación de cosa
inmueble o mueble registrable deber ser hecho por escrito, con limitación en el tiempo del uso
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y goce y tener precio determinado (sin precio no hay locación). Es consensual, bilateral,
oneroso y de duración y tracto sucesivo. En caso de muerte la locación se transmite activa y
pasivamente y se respeta el tiempo convenido, incluso si la cosa locada es enajenada.
Obligaciones del locador: entregar la cosa y conservarla con aptitud para el uso convenido. Si
se interrumpe el uso o goce convenido debe pagar mejoras.
Mejoras: el locatario puede realizar mejoras excepto que esté prohibido en el contrato. No
tiene derecho a reclamar el pago de mejoras útiles y de lujo o suntuarias, en cambio si puede
reclamar mejores necesarias.
Sublocación: excepto pacto en contrario, el locatario puede sublocar la cosa locada. Debe
comunicárselo al locador indicando fecha fehaciente, nombre y domicilio, debiendo responder
a los 10 días (silencio = conformidad).
Extinción: se puede extinguir por cumplimiento del plazo convenido o por resolución
anticipada.
Responsabilidad:
1. Incumplimiento de la obligación contractual o extracontractual
2. Mora
3. Factores de atribución de responsabilidad: pueden ser subjetivos (dolo/culpa) u
objetivos (teoría del riesgo/abuso del derecho/etc)
4. Daño
5. Relación de causalidad
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de garantía mobiliaria o inmobiliaria. El leasing utilizado con finalidad de garantía lo vimos en
fideicomiso de garantía.
Objeto. Pueden ser objeto del contrato cosas muebles e inmuebles, marcas, patentes o
modelos industriales y software, de propiedad del dador o sobre los que el dador tenga la
facultad de dar en leasing
Responsabilidades, acciones y garantías en la adquisición del bien. En los casos de los incisos
a), b) y c) del artículo anterior, el dador cumple el contrato adquiriendo los bienes indicados
por el tomador. El tomador puede reclamar del vendedor, sin necesidad de cesión, todos los
derechos que emergen del contrato de compraventa. El dador puede liberarse
convencionalmente de las responsabilidades de entrega y de las garantías de evicción y vicios
redhibitorios.
En los casos del inciso d) del artículo anterior, así como en aquellos casos en que el dador es
fabricante, importador, vendedor o constructor del bien dado en leasing, el dador no puede
liberarse de la obligación de entrega y de la garantía de evicción y vicios redhibitorios.
En los casos del inciso e) del mismo artículo, el dador no responde por la obligación de entrega
ni por garantía de evicción y vicios redhibitorios, salvo pacto en contrario.
En los casos del inciso f) se aplicarán las reglas de los párrafos anteriores de este artículo,
según corresponda a la situación concreta.
Forma: Uso y goce del bien. El tomador puede usar y gozar del bien objeto del leasing
conforme a su destino, pero no puede venderlo, gravarlo ni disponer de él. Los gastos
ordinarios y extraordinarios de conservación y uso, incluyendo seguros, impuestos y tasas que
recaigan sobre los bienes y las sanciones ocasionadas por su uso, son a cargo del tomador,
salvo convención en contrario.
El tomador puede arrendar el bien objeto del leasing, salvo pacto en contrario. En ningún caso
el locatario o arrendatario puede pretender derechos sobre el bien que impidan o limiten en
modo alguno los derechos del dador.
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Acción reivindicatoria. La venta o gravamen consentido por el tomador es inoponible al dador.
El dador tiene acción reivindicatoria sobre la cosa mueble que se encuentre en poder de
cualquier tercero, pudiendo hacer aplicación directa sin perjuicio de la responsabilidad del
tomador.
El leasing debe instrumentarse en escritura pública si tiene como objetos inmuebles, buques o
aeronaves. En los demás casos puede celebrarse por instrumento público o privado.
Opción de compra. Ejercicio. La opción de compra puede ejercerse por el tomador una vez que
haya pagado tres cuartas (3/4) partes del canon total estipulado, o antes si así lo convinieran
las partes.
7)CTO. DE TRANSPORTE
8) CTO. DE CONSIGNACION:(Art. 1335) Es una especie del mandato sin representación para
la venta de cosas muebles. Como consecuencia, se señala que a este contrato se le aplican
supletoriamente las disposiciones referidas al contrato de mandato.
Requisitos:
a. La existencia de un mandato, es decir, que una parte se obligue a realizar uno o más
actos jurídicos en interés de la otra (art. 1319 CCyC). En consecuencia, el contrato de
consignación podrá ser conferido y aceptado expresa o tácitamente. Resulta aplicable
el art. 1319 CCyC, que establece que, si una persona sabe que alguien está haciendo
algo en su interés y, pudiendo hacerlo, no lo impide, se entiende que ha conferido
tácitamente mandato.
b. Que ese mandato sea otorgado sin representación, es decir, que el consignante no
haya otorgado poder para ser representado y que el consignatario actúe en nombre
propio, pero en interés del mandante.
c. Que el encargo del contrato sea una venta de cosas muebles.
Cuando se reúnan tales exigencias, habrá contrato de consignación, que se regirá por las
disposiciones de los arts. 964 y 1335 a 1344 CCyC; por las estipulaciones válidas acordadas
entre las partes; por las normás referidas al mandato, por remisión del presente artículo —que
incluyen las de la representación voluntaria en los actos jurídicos (arts. 362 y ss., y 1320
CCyC)—; y por los usos y prácticas del lugar de celebración del contrato.
Caracteres:
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Nominado
Bilateral
Consensual
Oneroso
Partes:
Principio de Indivisibilidad: (Art. 1336) Una vez aceptada la consignación, se presume que lo
ha sido en el todo. El consignatario, por lo tanto, deberá ejecutarla en forma íntegra.
Plazo: (Art. 1339) El consignatario se presume autorizado a otorgar los plazos de pago que
sean de uso en el lugar. Si otorga plazos contra las instrucciones del consignante, o por
términos superiores a los de uso, está directamente obligado al pago del precio o de su saldo
en el momento en que hubiera correspondido.
Pago: (Art. 1342, 1343 y 1344) A falta de acuerdo sobre la retribución, la remuneración es la
que establecen las disposiciones legales o reglamentarias aplicables, o por el uso. A falta de
ambos, debe ser determinada por el juez.
Es importante saber que existe dos tipos de comisiones: ordinaria y extraordinaria. La ordinaria
(simple) es la referida a la ejecución de la consignación encomendada; en cambio la
extraordinaria es aquella comisión que se debe al consignatario solo si se pacta.
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Por último, en el caso de que el consignatario devuelva las cosas dentro del plazo pactado, no
le debe al consignante el precio de las mismás.
CTO. DE DEPOSITO: Hay contrato de depósito cuando una parte (depositario) se obliga a
recibir de otra una cosa (mueble o inmueble) con la obligación de custodiarla y restituirla con
sus frutos. La función social y económica del contrato de depósito es la custodia de las cosas
depositadas. La guarda y la custodia de las cosas es una obligación principal del depositario. La
obligación de custodia es intransferible y debe cumplirla el depositario personalmente”.
CARACTERES:
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LUGAR DE RESTITUCION: La cosa depositada debe ser restituida en el lugar en que debía
ser custodiada (artículo 1361). La restitución debe hacerse al depositante o a quien este indique.
El depositario tiene la obligación de restituir la cosa y se libera al entregarla a la persona
legitimada para recibirla; en caso de realizar la entrega a otro, deberá responder por los daños
ocasionados al depositante por su incumplimiento.
PERDIDA DE LA COSA (ARTÍCULO 1364): Si la cosa depositada perece sin culpa del
depositario, la pérdida debe ser soportada por el depositante. En el caso del depósito regular, en
el cual debe restituir la misma cosa que recibió más sus frutos, si se pierde por negligencia del
depositario, este deberá indemnizar los daños ocasionados por su culpa. Si la cosa se pierde sin
culpa del depositario, la perdida será soportada por el depositante, es decir, su dueño. Distinta es
la solución si el depósito es irregular, siendo la cosa depositada fungible, la cual siempre puede
ser reemplazada por otra dela misma especie.
CLASES DE DEPÓSITO:
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imperiosa. Los efectos introducidos en los hoteles por los viajeros, también es
considerado un depósito necesario, ya que se reduce la libertad de elección.
La diferencia entre el depósito voluntario y el depósito necesario consiste en el menor grado de
libertad del depositante en elegir al depositario. La situación urgente de necesidad acota la
libertad del depositante al no poder elegir libremente al depositario (ej.: un incendio).
El depósito en los hoteles tiene lugar por la introducción en ellos de los efectos de los viajeros,
aunque no los entreguen expresamente al hotelero o sus dependientes y aunque aquellos tengan
las llaves de las habitaciones donde se hallen tales efectos. El viajero inevitablemente tiene que
dejar sus pertenencias en el mismo lugar donde se hospede, es por ello que se considera un
depósito necesario al no tener alternativa de elección. Este contrato se perfecciona en el
momento en el que el viajero introduce sus efectos personales en el hotel. El hotelero responde
al viajero por los daños y pérdidas sufridas en: los efectos introducidos en el hotel; en el
vehículo guardado en el establecimiento, garajes u otros lugares puestos a disposición del
viajero por el hotel.
La responsabilidad del hotelero es objetiva, nace con el daño causado a las pertenencias
introducidas por el viajero al hotel. El hotelero no responde si los daños o pérdidas son causados
por caso fortuito o fuerza mayor ajena a la actividad hotelera. Tampoco responde por las cosas
dejadas en los vehículos de los viajeros. La regla general es que el hotelero, como todo
depositario, se presume responsable de toda perdida o daño sufrido en las cosas de los viajeros,
a menos que demuestre que se ha originado en caso fortuito fuerza mayor ajena a la actividad
hotelera.
Cuando se trata de objetos de gran valor (ej.: joyas, sumas de dinero importantes, etc.)el viajero
debe hacer saber al posadero que los tiene en su poder y debe también guardarlos en caja de
seguridad que se encuentren a su disposición en el hotel y declarar el valor de los efectos
depositados; de no proceder así, el hotel no responde por su perdida. Con base en la autonomía
de la voluntad (artículo 1373, negativa a recibir). Esta norma otorga al posadero la opción de
negarse recibir los efectos quesean excesivamente valiosos con relación a la importancia del
establecimiento. Las cláusulas pactadas que excluyen o limitan la responsabilidad se tienen por
no escritas siempre. Esta limitación a la autonomía de la voluntad de las partes es de orden
público.
El artículo 1375 del código civil y comercial extiende el ámbito de aplicación del régimen de
depósito a todo establecimiento que preste sus servicios a título oneroso (ej.: restaurantes,
garajes, playas de estacionamiento, etc.). los establecimientos comprendidos en esta norma son
aquellos en los que el depósito necesario es anexo a la actividad principal de los mismos. Es
decir que el depósito de efectos personales de huéspedes, pacientes internados en hospitales u
sanatorios, usuarios de vehículo y personas que concurren a otros establecimientos similares no
constituye el negocio al que se dedican a título oneroso los establecimientos mencionados.
CONTRATO DE GARAJE
El contrato de garaje es aquel por el cual un sujeto deja en custodia un vehículo por un
período de tiempo determinado, pudiendo ser oneroso o gratuito. Si es gratuito, por lo general,
será accesorio de otro contrato oneroso como lo es el de shopping center, expendio de comidas
rápidas, hotelería, etc. No debe confundirse el contrato de garaje con el de la locación de un
espacio “guardacoches” –el que se regirá por las normas de la locación– ni con el
estacionamiento medido en la vía pública, que se regirá por las normas del derecho público. La
nota distintiva con la locación de un “espacio guardacoches” se encuentra dada por la
periodicidad del pago –suele ser mensual, en la locación–, por la posibilidad del dueño del
vehículo de ingresar y salir cuando quiera. Cabe aclarar que en materia de locaciones el art.
1199 del CCyCN ha excluido, en el inc. c), a los espacios para guarda de cosas muebles del
plazo mínimo legal que impone el art. 1198. En efecto, el legislador ha dejado librada a la
autonomía de la voluntad de las partes la determinación de la duración del contrato para la
guarda de cosas muebles. Sin embargo, debemos señalar que la principal diferencia radica en
que, en el contrato de garaje, prima la existencia de una actividad comercial, con la posibilidad
de pagos por hora, por estadía o por mes; pudiendo, además, el contrato de garaje funcionar
como un contrato accesorio al de hotelería, del expendio de comidas rápidas, etc. Señala en este
sentido Lorenzetti que el contrato de garaje es más complejo que los casos de locación de
espacio guardacoches, ya que el primero contempla el uso y goce del espacio para el vehículo,
su custodia y los servicios adicionales que pudiere haber (por ej., el lavado del automóvil). A su
vez, la distinción entre contratos de garaje onerosos y gratuitos tendrá, desde el punto de vista
normativo –como veremos más adelante–, una particular influencia a la hora de medir la
extensión de la responsabilidad del prestador del servicio de garaje. Es que, en efecto, el
contrato de garaje ha sido regulado a partir de considerarlo un supuesto de “depósito necesario”,
partiendo del caso en que el vehículo se introduce en un hotel y expandiendo dicha figura a los
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demás supuestos del contrato de garaje (arts. 1370, inc. b], y 1375, CCyCN). De este modo,
veremos cómo juegan las normas de los arts. 1370 a 1375 del CCyCN a los fines de sistematizar
Krieger, Walter F., en Código Civil y Comercial de la Nación, Comentado, anotado y
concordado, Lidia M. R. Garrido Cordobera, Alejandro Borda y Pascual Alferillo (dirs.), Walter
F. Krieger (coord.), Buenos Aires, Astrea, 2017, t. 2, pág. 479. (2) Lorenzetti, Ricardo L.,
Tratado de los contratos, Santa Fe, Rubinzal-Culzoni, 2006, t. III, pág. 690. la responsabilidad
de los garajistas, sin olvidar que, en los supuestos en los que el prestador del servicio lo haga en
forma profesional con destino final para el usuario, deberá complementarse, además, con la
responsabilidad regulada en las normas de la Ley de Defensa del Consumidor(3). III Los
supuestos de responsabilidad Señala el art. 1370, inc. b), del CCyCN que el hotelero responde
por “el vehículo guardado en el establecimiento, en garajes u otros lugares adecuados puestos a
disposición del viajero por el hotelero”. Asimismo, el art. 1375 en su primer párrafo (del
segundo nos ocuparemos luego) señala: “Las disposiciones de esta sección se aplican a los
hospitales, sanatorios, casas de salud y deporte, restaurantes, garajes, lugares y playas de
estacionamiento y otros establecimientos similares que prestan sus servicios a título oneroso”.
Una interpretación literal de la norma citada con el texto de los arts. 1371 a 1374 del CCyCN
nos lleva a concluir que la remisión a la que hace referencia el art. 1375 del CCyCN no lo es
solo a los fines de la regulación de la custodia de los vehículos, sino que lo es de todos los
bienes introducidos por los usuarios a los establecimientos enumerados; considerándose en
dichos casos un “depósito necesario”(4). Ahora bien, esta conclusión implica, aunque sea
redundante, señalar que, en la cuestión atinente a la custodia de vehículos, se aplican también
las normas de los arts. 1372 a 1375 del CCyCN, y se incorporan, en consecuencia, nuevos
deberes de conductas de las partes, particularmente en los supuestos en los casos en los que los
contratos de garaje se celebran a título gratuito. Así, no caben dudas de que la responsabilidad
del prestador del servicio de garaje es, en primer término, una “obligación de resultado”,
debiendo responder por la integridad de los bienes dejados en custodia (sean automóviles,
motocicletas o bicicletas), siendo además esta responsabilidad agravada, puesto que no podrá
eximirse por el accionar de terceros(5). Por otro lado, el legislador ha generado una clara
división entre el contrato de garaje “gratuito” o como derivado de un “depósito necesario” para
un contrato principal, como puede ser el de hotelería o el de los demás supuestos enunciados en
el art. 1375, párr. 1º; y los casos en que los contratos de garaje se constituyen a título oneroso.
Esta distinción que venimos señalando surge en forma expresa del párr. 2º del art. 1375 que
señala: “La eximente prevista en la última frase del art. 1371 del CCyCN, no rige para los
garajes, lugares y playas de estacionamiento que prestan sus servicios a título oneroso”.
Parecería ser, entonces, que la diferencia principal entre la gratuidad y la onerosidad en el
contrato de garaje, estaría dada por la extensión en el deber de reparar; de modo que, si el
contrato es oneroso, el titular del garaje responde por los bienes que se encontraban dentro del
vehículo, mientras que, si es gratuito, está eximido de dicha responsabilidad.
EXIMENTES DE RESPONSABILIDAD
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responsabilidad en los supuestos de “depósito necesario” aplicables al garajista; sosteniendo la
norma que la única eximente de responsabilidad es la “causa ajena” a la actividad hotelera. Este
concepto de “causa ajena” comprende, entonces, además del “caso fortuito o fuerza mayor”, los
daños sufridos por culpa del depositante o de sus dependientes. Así, queda excluido el hecho del
tercero como causal de eximente de responsabilidad, modificándose lo que establecía el anterior
art. 2236 del cód. civil, que permitía la exclusión de la responsabilidad por robo cuando este se
hubiere producido con escalamiento o con el uso de armas. Esta modificación, entendemos, se
encuentra debidamente sustentada en los acontecimientos diarios y en las expectativas del
usuario que deja su auto en un garaje; la principal finalidad del contrato es justamente el
resguardo del vehículo. Asimismo, la posibilidad de un robo, aun con armas, es una posibilidad
que debe ser previsible por el garajista en los términos del art. 1728 del CCyCN y, por lo tanto,
integra la parte medular de los riesgos que este asume. Por otro lado, un argumento en contrario
que permita al garajista eximirse de la responsabilidad por robo –aun con armas o con
escalamiento como establecía el Código Civil– vacía de sentido el contrato de garaje, pues ¿cuál
sería la diferencia para el usuario entre dejar su auto en un garaje o en la calle? Cabe señalar,
además, que la carga de la “causa ajena” siempre estará a cargo del garajista, puesto que, por
imperio del art. 1734 del CCyCN, la carga de la prueba de las eximentes de responsabilidad
recae sobre quien las alega.
DEBER DE INFORMACIÓN
Pasivas: al recibir dinero de los clientes, paga intereses (tasa pasiva)que depositan su dinero
(por ej: en caja de ahorro o en plazo fijo). Los depósitos de los clientes son muy importantes en
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la actividad bancaria, pues permiten prestar servicios de cajeros, mantener el sistema de
tarjetas de crédito, otorgar préstamos, etc.
PARTES
Obligación de mantener a los depósitos a la vista del cliente, es decir, los clientes
deben poder retirar sus depósitos en cualquier momento.
Emitir liquidación , resúmenes . Deber de información.
CARACTERES
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El contrato bancario es, en general, celebrado por adhesión a cláusulas generales. Es en virtud
de la másividad de los vínculos que es necesario recurrir a una redacción unilateral, rígida y
dirigida a un público indeterminado. En la mayoría de los casos estas cláusulas generales están
elaboradas como una invitación a ofertar, la que, luego de llenada y firmada por el adherente
constituyéndose en oferta, es analizada por el banco y aceptada. Se aplica el régimen de
interpretación contra estipulatorem y de cláusulas vejatorias.
La cláusula que fija intereses abusivos puede ser descalificada conforme al artículo 3° de la ley
24.240 en tanto importa una desnaturalización de las obligaciones del consumidor. Al
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examinar los intereses en el mutuo, hemos discriminado la obligación de intereses de los
riesgos que se encubren en la tasa, lo cual es de gran utilidad para interpretar el término
desnaturalización: incluir en la tasa de interés algo que no lo es, importa desnaturalizar.
LEY 24240 ARTÍCULO 3º — Interpretación. Las disposiciones de esta ley se integran con las
normás generales y especiales aplicables a las relaciones jurídicas antes definidas, en particular
las de defensa de la competencia y de lealtad comercial. En caso de duda, se estará siempre a
la interpretación más favorable para el consumidor.
Cláusulas abusivas:
1381-Las cláusulas de remisión a los usos y prácticas bancarias para la determinación de las
tasas de interés y de otros precios y condiciones contractuales se tienen por no escritas. 1388 -
Las cláusulas relativas a costos a cargo del consumidor que no están incluidas o que están
incluidas incorrectamente en el costo financiero total publicitado o incorporado al documento
contractual, se tienen por no escritas.
Información en contratos de crédito. Nulidad: Son nulos los contratos de crédito que no
contienen información relativa al tipo y partes del contrato, el importe total del
financiamiento, el costo financiero total y las condiciones de desembolso y reembolso.
Art. 1421: Definición. “Hay contrato de factoraje cuando una de las partes, denominada factor,
se obliga a adquirir por un precio en dinero determinado o determinable los créditos
originados en el giro comercial de la otra, denominada factoreado, pudiendo otorgar anticipo
sobre tales créditos asumiendo o no los riesgos.”
Partes: Las partes en este contrato son el factoreado (entidad comercial), que es quien efectúa
una cesión global de créditos al factor. El factor (entidad financiera) es quien se obliga a
adquirir esa mása de créditos cedidos por un precio en dinero convenido entre las partes. Se
trata de un contrato en el que ambas partes suelen ser empresarios.
El factor será habitualmente una entidad financiera, se trata de la empresa que adquiere las
facturas de sus clientes. El factoreado es el empresario que vende bienes o proporciona
servicios a terceros y a plazos.
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Objeto: El contrato puede comprender la cesión de la totalidad de los créditos generados por
el factoreado o un conjunto de ellos. Si se limitara a un único crédito no se trataría de un
factoraje, sino de una cesión de derechos. Es de la esencia del factoraje la globalidad de la
cesión ya que tiene que ver con la dispersión del riesgo asumido por el factoreado, la que le
posibilita adelantar fondos al factor. Puede referirse a créditos ya determinados, devengados,
exigibles o pendientes de vencimiento, presentes o futuros, determinables según alguna pauta
objetiva establecida en el contrato. La globalidad de la cesión determina la diferencia
sustantiva entre este contrato y el de cesión de derechos, que opera con relación a algún
negocio en particular.
Art. 1424: Contrato. Elementos que debe incluir. 1) la identificación de las partes —factor y
factoreado—, con los elementos necesarios para ello, según su naturaleza; 2) el detalle de los
derechos de crédito que se transmiten; 3) los datos necesarios para identificar los documentos
representativos de los derechos de crédito; 4) los importes y fechas de emisión y vencimiento
de los créditos transmitidos.
Art. 1425: Efecto del contrato. El documento contractual es título suficiente de transmisión de
los derechos cedidos.
Art. 1426: Garantía y aforos. Las partes en el contrato de factoraje pueden convenir diversas
garantías para reducir los riesgos de incobrabilidad asumidos por el factoreado en la
operación. De tal modo, la norma prevé, expresamente, tres tipos de mecanismos:
garantías reales, que permiten asegurar cualquier crédito, puro y simple, a plazo,
condicional o eventual, el que debe individualizarse adecuadamente por medio de sus
sujetos, objeto y causa, quedando cumplido el requisito de la especialidad con la
expresión del monto máximo del gravamen
garantías personales, las que por vía del contrato de fianza puede garantizar toda
obligación actual o futura, incluso la de otro fiador.
aforo, que es el porcentaje deducido del valor nominal de cada crédito, que el factor
retiene cuando adelanta el pago al factoreado, con la finalidad de cubrir el riesgo de
incobrabilidad.
Art. 1428: Notificación al deudor cedido. La transmisión de los derechos del crédito cedido
debe ser notificada al deudor cedido por cualquier medio que evidencie razonablemente la
recepción por parte de éste.
12. CTOS.ASOCIATIVOS:
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