ESCENA 3: PARTIDA DE POKER CON LOS DIABLOS AWQAQ:

RIMAQKUNA: Awqaq, Saqra 1, saqra 2, saqrakuna DIABLOS:

WILLAQ: Manchasqa hutak mana manchasqa, awqaq siq’antin DIABLO 1:

pukarata yaykurqan, hamp’atari tiyasqaawqaq suyarqan…
SAQRA 1: Ñuqauku kayku huk qurpa
SAQRA 2: Pay wichyachkan
SAQRA 1: Munay sirinka
AWQAQ: Imaynalla kachkankichik, Allinllachu
SAQRAKUNA: (Se Ríen) jajjaja
AWQAQ: Yachani qamkuna pukllankichik
(naipesnisqa)
SAQRAKUNA: (Se Ríen) jajjaja Arí
AWQAQ: Allin, ima pukllasaqku?
DIABLO 2: Yo si hago, y aun así sigo perdiendo
DIABLO 1: Juguemos otra vez
SOLDADO: Con gusto…
NARRADOR: Jugo y gano, mientras los diablos emanaban el humo
propio de los diablos. Humo, humo, humo. El soldado gano un
juego tras otro aunque los diablos ponían en práctica toda clase de
trampas. Al llegar el di, los 40 toneles de oro se acumulaban detrás
chaski qillqakuna de la silla del soldado, quien silbaba y silbaba.
SOLDADO: Bueno amigos, creo que fue todo por este día.
DIABLO 1: No, no hemos terminado, no hemos desayunado y te
comeremos

SAQRA 1: Kayki SOLDADO: Veamos quien come a quien, (sujetando el saco)

Saben que es esto?
SAQRAKUNA 2. Sirinkayki
DIABLOS: Pues es un simple saco, un saco, siii un saco
SAQRA 1: Kiruykikuna,…
SOLDADO: Ah si?, pues por la gracia de dios, entrenen el saco.
AWQAQ: Allin, ima pukllankichik?
NARRADOR: Y con esas palabras los diablos entraron en el saco
SAQRA 1: Tawa chunka quri wankarkuna, ima ninki? pidiendo piedad. Y así con los diablos dentro del saco, el soldado
AWQAQ: Allin comenzó a golpearlo dándoles un escarmiento.

SAQRA 1: Apamuychis quri wanqarkuna SOLDADO: (Mientras sujeta el saco) Mas?

SAQRAKUNA: (Llevan los toneles de oro a la mesa) DIABLOS: Nononnoo

AWQAQ: Allin, pukllasun!! SOLDADO: Este será el fin sus maldades?

WILLAQ: DIABLO 1: Ya déjanos ir nos vas a matar

NARRADOR: Y así todos los diablos escaparon volando aterrados,
menos uno que el soldado logro atrapar de una pata.

DIABLO 2: Suéltame, suéltame, suéltamele

SOLDADO: (mientras sujeta de la pata al diablo) No te soltare

diablo hasta que jures servirme fielmente.

DIABLO 2: Si si, lo juro

SOLDADO: Recuerda tu promesa (lo suelta pero le arranca un pie)

DIABLO 2: (Lamentandose) Arrancaste mi pie.

SOLDADO: Asi es, ahora vete y recuerda quien lo tiene

NARRADOR: Los diablos marcharon al infierno y cerraron las

puertas por miedo a ser seguidos por el soldado y su saco, pero el
soldado no los siguió, era el héroe del pueblo y la estrella del Zar.