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Baterías vehiculares

► Una batería es un dispositivo que almacena


energía química para ser liberada después
en forma de energía eléctrica al momento
de encender el vehículo. Cuando la
batería se conecta a una demanda
externa de corriente, como un motor, la
energía química se convierte en energía
eléctrica y fluye a través del circuito.
También se le suele llamar “acumulador”
debido a que acumula la energía hasta la
hora del encendido del motor.
Funciones de la batería
► Además de ser imprescindible para poner en
funcionamiento el coche, la batería también estabiliza
el voltaje del sistema mientras está funcionando y
proporciona energía en caso de que haya algún fallo
en el alternador.
► Otra de las funciones de la batería del coche es actuar
como fuente de energía cuando el vehículo demanda
más energía de la que puede producir el alternador.
► Por último, también es válida para ayudar a arrancar
un vehículo que tenga su batería en mal estado,
mediante la utilización de las típicas pinzas.
Composición de la batería
Electrolito
El electrolito es el término usado para describir la solución
ácida en una batería. El electrolito utilizado en las baterías
automotrices es una solución (combinación líquida) de
ácido sulfúrico al 36% y 64% de agua. Este electrolito se
utiliza para baterías de plomo-antimonio y plomo-calcio.
Cada celda consta de un electrodo positivo, o ánodo, un
electrodo negativo, o cátodo, y electrolitos que permiten
que los iones se muevan entre los electrodos, permitiendo
que la corriente fluya fuera de la batería para llevar a cabo
su función, alimentar un circuito eléctrico.
Caja
Muchas cajas de baterías para automóviles
están elaboradas con polipropileno, de una
capa fina ligera y fuerte.
Por otro lado, se elaboran contenedores para
baterías industriales y algunas baterías para
camiones que tienen un material grueso y de
caucho duro.
Rejillas
► Cada placa negativa y positiva que tiene
una batería es construida encima de una
rejilla o estructura, principalmente
elaborada a base de plomo. Las baterías
de rendimiento bajo emplean un
porcentaje de antimonio mínimo o
solamente lo utilizan en las placas positivas
y en las placas negativas, calcio.
Placas positivas
Las placas positivas contienen dióxido de
plomo con apariencia de pasta que se
ubica encima del armazón de la rejilla. A
este proceso se le conoce como pegado.
Este material activo puede ejecutarse junto
al ácido sulfúrico de la batería y se distingue
por ser de un color marrón oscuro.
Placas negativas

► Las placas negativas se unen a la


cuadrícula con un plomo puro y poroso al
que se le llama plomo esponjoso y su color
es gris.
Separadores
Las placas negativas y positivas deben ser instaladas de
manera alternativa una al lado de la otra, sin que éstas
se toquen.
Para que esto se lleve a cabo de manera correcta se
utilizan separadores de material aislante que posibilitan
crear un espacio para que reaccione el ácido junto a
ambos materiales de la placa.
Todo esto para aislar las placas y evitar cortos circuitos.
Estos separadores se distinguen por ser porosos y estar
formados de papel revestido con resina, fibra de vidrio,
plástico expandido o caucho poroso.
Celdas o vasos
Los vasos o las celdas se elaboran con placas
negativas y positivas que tienen separadores
aislantes entre cada una de ellas. Casi todas las
baterías usan una placa más negativa que una
positiva en cada una de las celdas, en las
baterías más recientes utiliza el mismo número
de placas negativas y positivas. Mientras más
grande es el número de placas utilizadas en
cada celda, mayor es la cantidad de corriente
que puede ser desarrollada.
Tipos de baterías
1. Batería de celdas húmedas
Son las más comunes debido a su reducido precio.
Funcionan por medio de unas placas de plomo de polaridad
positiva y negativa que están suspendidas libremente en ácido
sulfúrico. Las placas están aisladas entre sí. Y existe una placa
negativa adicional sellada independientemente que evita que
las placas positivas se estropeen.
No requieren prácticamente de mantenimiento y cuando
dejan de funcionar correctamente se cambian por otra nueva
sin más.
Batería de calcio
Este tipo también son bastante comunes y su
funcionamiento es prácticamente igual al de las baterías
de celdas húmedas, pero con la diferencia radica en
que las placas tienen una aleación de calcio. Lo que
proporciona dos grandes ventajas: evita la corrosión de
las placas y se logra que pierda hasta un 80% menos de
fluido (auto-descarga).
Por tanto, estas tienen una vida útil mucho más larga
que sus hermanas las baterías de celdas húmedas. El
único inconveniente (mantenimiento) se trata de que
hay que tener cuidado de no sobrecargarlas, ya que
podrían dañarse irreversiblemente.
Baterías de ciclo profundo
Las de ciclo profundo tienen la capacidad de proporcionar energía
durante un periodo largo de tiempo, pero también se auto descargan
mucho más rápido. La diferencia de estas baterías es que poseen
unas placas más gruesas que el resto, aumentando su capacidad de
carga.
Normalmente las encontraremos en coches eléctricos y otro tipo de
vehículos que hagan un alto uso de la energía eléctrica. También se
usan mucho en la industria de las energías renovables para almacenar
energía antes de distribuirla.
Baterías de Iones de Litio (Li-Ion)
Esta clase es igual a las que podemos encontrar en
nuestros teléfonos móviles, portátiles, cámara de fotos,
etc. Pero a un tamaño mucho mayor para el uso en los
coches. Son baterías que usan una sal de litio para su
funcionamiento. Incorporan un circuito para
protegerlas de las sobrecargas. Un pequeño
inconveniente es que su rendimiento en temperaturas
frías es menor respecto al resto.
Su autonomía es muy buena y el peso es mucho más
ligero que las del resto, pero también lo es su precio,
empezando en los 800 euros. Son muy utilizadas en
coches de gama alta o en coches eléctricos.

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