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  • La Rumba, Son, Palo, Muerdo Pilar Quintana PDF

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    La rumba, son, palo muerdo Pilar Quintana o SabiaqueelestibilosLarumba,son palo fo tenia ningin sentido y que seguro lo ex atrofiadas, Ahora aungue no sirvieran para volar sino solo pars impresionarnifos. a é le gustaria tener unas poquefias alas en la cabera ‘veces poria sostener Ia cabera engulda. Pero esos dias 30 cespaciaban cada ver ms y hoy no era uno de ellos EL médico les jo que era mor no amarrirsela al cabeza de la sila para evitar ‘que los misculos de culo se volvieran perezosos y se atrfiaran més pido, Asf que andaba con la eabeza cia, descolgada sobre un hhombro,como esa gente que se duerme en culquier ldo, ‘Oper la palanca de adelantar en et brazo de la sll Salié del ceuarto,cruzé It slay hego el pasillo que leva hacia ta pate vie 4e la casa. La parte viel fue la primera que construyeron y por novatos, tacaios 0 por dirselas de originales hciron las puertas més angostas que las estndar,Damars la sefiora qu ls ayudaba con los ofcos de a as ern una mujer grande y tenia difcultades| para cruzaras La sila de ruedas no cabia. ‘Se detuvo en el vano de a puerta estrecha que marca a frontera entre a parte nueva yl parte vieja de a casa ala que él yano tenia ‘ccoso El piso del lado de alli estaba deseascarando, Tenia isto el bhamniz para mandatlorepinta, pero antes de hacero los restos del viejo barlz debian sor retrados con una jada y Rogelio, et marido 4 Damaris, quien se encargaba ls ofcios mis pesados I sacaba el ‘erpo ese trabajo ingrato que se hacia en cuatro patasyslempre encontraba algo mas ungente en que oeuparse aera de lacus Desde donde estaba, aparo del piso, solo aleanzaba aver una porcn pequeta del estudio, Rosa no estaba ah Retrocedié hasta sala de a parte nuevay se ube en una de las esquinas Si hubiera podidolevantarun poco la cabeza habriapodido ver dentro del alll ‘que al principio habia sido el cuarto de los do y que ahora Rosa tasaba para lero hacorla siesta Rosa —llamé en vor alta, Bla no responds ‘Al otro lad de allo yl esti, on la parte viendo Ia. casa hay fm balesn en le y una cocina que era su orgull. Us el ronco de in drtol ead para hacer ls barra.y se esforé en pli para que esaltaa la ela natural £1 mesin es un mosaico de baldorines en feolores tierra que armaron entre lo dos como wun rompecaberas, MTodo cl mundo tenia palabras de admiracin para es cocina ‘Aunque ya no podiarecorerla ni sara se a sabia de memoria {si coraba los ojos a voia como si estuviera ah los colores de los Daldosins, os botones de las puortas de a alacen, los ojos en as {ablas de la pared, profundos como agujers negrs dl espacio. Cuando construyeronlapartenuevaaéinoselehabiamaniestado Ts enfermedad, Por fortuna al ver los trabajos que pasabs Damani fn la parto vieja. construyoron las puertas dela parte nueva con modidas mas amplias que las estindar As que la sila podia moverse por Ia parte nueva oon comodidad, aun con et muebe aparatoso ique Rogelio ~uncarpintero modioere- le construyé a Rosa para fexlccion de conchasypledras encontradas onl play, ‘Ademis del conrto ya sala, en la parte nueva del casa hay un Iho de cuatro metros cuadrados con tina closets de pared a pared, sa lo diseis a santa y le dio gusto en todos los detalles: a famplitud, la distancia entre los anaquelos del clset, et tamaio Jmenso dela ventana yl biblioteca sobre el inodoro Fue haci ll Tapuerta estaba abiertay se asomé, Rosa no estaba en el ba, Decidi buscara afuera den casa y balé por la rampa, La casa ex Iunacabeta ristica elovada sobre pals. £ conacia eada uno de Iusclavosyjuntrasy todas sus pezas de mader, Las habla cortado JY unido con sus manos. Antes, en la época en que todavia podia Ieoirla con el acto, le parecia quel aay ot estaban comunicades, ‘que ela. era una prolongaciin de su cuerpo. Ahora so a sentia en tos chirridos de las tblas bajo las ruedas de la sila en el olor a ‘madera himoda que se alborota cuando vee. Desde afuera. por ls ventanales, podia ver todo el estudio. La rumba, son, palo muerdos salia de los parlantes conectados al Portti que estaba aberto sabre el escritoro. No habia rastros de Rosa ahi Sigué avanzando, Rodos el baled en cle que engloba la cocina y leg al patio traero donde Damariscolgaba la ropa rocién lavada para que se seca. Rota no estabe por ning ado La vio por ima vez, través dela ventana del cuarto, cuando se estaba quedando dormido. la estaba pasando po el jain dol frente desealzay en una bata anaila de dormir Levabae pelo, que tenia todo bianco, en desorden ya cara maquilada. itimamente le habia dado por maquilarse: se pintaba la boca de café oscuro, as gills de rssdo y los prpados de azul Parecia una loca. “Larumba,on, palo muerdor se aeabs volié empezar Rosa no oni sea muy a menudo, pero cuando lo hacia se dedicaba nada mas que a escucharla Se sentabaen el esrtori, frente al port. y cantaba ose ponin de pe ballaba con ls ojos cerrados. A veces Sa ‘obsesionaba con una sla caneién yl opeta una y otra we ‘Te preocups que hubiera bajado al pueblo. ra domingo. Tl we sehabia quedado sin aguardlentey como ese dia Rogelio y Damaris| no venan decid irella misma comprarl. asi como estaba.en una bata de dormir descalza dospeinada y maquilads ‘Lo que mis lo intranquilaba sin embargo, no era la vrgenza de que la ieaa en ese estado sino que se cayra en las esraleras pntiagudas del acantiado, e reabaara en las peas lenas de lama amarila en a playa de este lad, lachuzara un pejesapo mientras atravesaba el esteroo, ya al otro lado, se le enterara en la planta de os pies un cavo oxidado oun vidio los de las btellas que los . ‘nlfios dl pueblo estalan a pedradas cuando no tienen nada mejor ve hacer asi nunca usaba sa collar ya veces so le descargaba sin que Joadviriera Nole costs trabajo encontrar enol bolster del Sil pero siun gran esfuerzoagarrarlo y mucho ms eacalo. Estaba escargad, ~Mierda ~

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