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La Osadía de la Pobreza

El Dios altísimo, Trinidad perfecta y simple Unidad, es misterio de humildad. La pura relación de amor entre las
Personas divinas, que desemboca en la creación y en la historia de la salvación, es modelo de toda relación
humana y fundamento de nuestra vida de pobreza y humildad. Cost iv 1
Cual peregrinos y forasteros en este siglo (RbVI 2) se nos invita a reencarnar la idealización material de lo que
fue el sentido del cambio de vida para un hombre llamado Francisco. ¿Pero, que es capaz de cambiar anhelo de
poder y reconocimiento, éxito y prestigio, convicciones e ideales?
Solo una autentica experiencia de encuentro hace capaz a un hombre de remodelar sus ideales dejando todo
por lo que considera la realización de si, cambiando los tesoros terrenos para dejar de anhelar aquello que está
bajo el cielo permitiendo un desapropio total de lo material y de si mismo asumiendo un ideal contradictorio y
en fuerte grado controversial de su época, envalentonada en la riqueza y el estatus que da el poder.
Podríamos decir que francisco es un hombre muy de su época, extremadamente consiente de su realidad, muy
de su tiempo, que supo hacer converger lo que para el significaba un seguimiento de cristo con la exigencia que
su siglo le proponía y en respuesta da un modelo de vivencia evangélico escandalizarte y perturbador,
irreverente podríamos decir, la osadía de la Pobreza.
Francisco no consideraba la pobreza como una disciplina ascética, sino, paradójicamente, como una posesión
gratificante. ( Brendan O'Mahony, OFMCap 1969) Le plenificaba no poseer. La pobreza, en un sentido amplio,
tiene plenitud en si misma al asumirla como un gozo gratificante que libera a aquel que es capaz de tomarla
para si, es decir como decision nunca como imposición. Es por ello que el varon de Dios remarca profundamente
esta experiencia de pobreza que es asimilada por el mismo al contemplar el misterio de Cristo hecho pobre por
nosotros. De singular manera es el pesebre el conmueve a francisco, es este escándalo el que le lleva a asumir
la condición de aquel de iluminó sus tinieblas.
Constantino Kosser OFM 1073 nos dice que: Con fantasia hemos puesto halos de luz y de esplendor para
encubrir y escondre el escándalo del pesebre. San Francisco se esforzó por deshacerse de sementes fantasías
devotas, inclusive con la reproducción del pesebre en Greccio. Sintio que la vida pobre de Cristo y de la virgen
exigia imitación,y por eso el también se hizo pobre.
Lo que Francisco escribió y dijo no eran meramente palabras suyas propias, sino palabras del Espíritu en él, y
palabra de Dios para sus seguidores
Desde el nacimiento en el pesebre hasta la muerte en la cruz amó a los pobres, y dio testimonio del amor que
el Padre les profesaba para ejemplo de los discípulos.
Seguir el ideal franciscano de pobreza hoy nos exige lo mismo que a francisco hace más de ocho siglos, asumirla
desde el pesebre hasta la cruz, es decir desde el origen de nuestro tiempo iluminada en la realidad de cristo
encarnado en una sociedad como a la que hoy nos toca vivir, encontrando en ella la tienda que decidió hacerse
para habitar entre nosotros, hasta la cruz, la plenitud del seguimeindo, en donde todo cobra sentido viviendo
sin la necesidad de mas poseer que la cruz, y cuantos cotidianamente en ella son vilmente crucificados por lo
modelos que hoy se nos dan como plenificantes y ensordecedores.
Es hoy más que nunca que la osadía de la pobreza necesita consistencia, autenticidad y plenitud. La fidelidad a
la pobreza nos exige como menores el camino más pleno de testimoniar la alegría del amor. La pobreza en
nuestro tiempo es signo pleno de amor, un amor que en instantes se percibe ausente y que a la vez es realmente
aclamado, buscado y no encontrado.
Desde el nacimiento en el pesebre hasta la muerte en la cruz amó a los pobres, y dio testimonio del amor que
el Padre les profesaba para ejemplo de los discípulos. La Iglesia reconoce la pobreza voluntaria como signo del
seguimiento de Cristo, especialmente en los religiosos, y propone a san Francisco como imagen profética de la
pobreza evangélica.ConsIV 60, 3
Para comprender y lograr discernir quienes son los pobres a los que se nos llama a servir debemos ser
auténticamente pobres, no pretendiendo deliberar y reducir a una época un realidad tan actual como la
pobreza, es hora y tiempo de asumir el compromiso de la vocación a la que fuimos convocados la de ser pobres
para servir a los pobres, respondiendo a ella y es a traves de ella en la que nos modelamos y a aprendemosa ser
verdaderamente hermanos, la pobreza es el camino amoroso de nutrición fraterna en el también, al
descubrirnos pobres, encontramos pobreza en el regalo privilegiado de la fraternidad y descubrimos la divia
operación que nos implusaa amar a aquellos que se nos dan como hermanos, con diligencia y solicitud.
Por tando somos llamados a servir como deseamos ser servidos.
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