Está en la página 1de 6

Origen del castellano

En tiempos remotos, en lo que hoy se llama España, se hablaban varias lenguas.


Eso ocurría porque el territorio estaba habitado por pueblos iberos, celtas y
antepasados de los vascos, los cuales tenían idiomas diferentes. También había
colonias de comerciantes fenicios y griegos, y en ellas se hablaba la lengua de
esos colonos. Todos estos grupos sociales contribuyeron en la diversidad
lingüística de ese país (España).
Más tarde, en el siglo III antes de Cristo, llegan a esa tierra los romanos, y las
lenguas autóctonas fueron sustituidas por el latín, la lengua de los romanos. El
Imperio Romano, denominó a ese territorio como Hispania.
En el siglo V después de Cristo, unas tribus a las que los romanos llamaron “Los
Bárbaros”, invadieron el Imperio Romano y provocaron su desaparición. A
Hispania llegaron varios grupos bárbaros; el más importante de ellos fue el de los
visigodos, quienes fundaron allí un reino. Los visigodos no impusieron su lengua,
sino que aprendieron el latín. Pero, durante su mandato el idioma se transformó y
se le dio el nombre de “romance hispánico”.
En el siglo VIII, el reino visigodo fue invadido por los árabes, quienes fundaron en
la parte sur una provincia de su imperio y la llamaron Al-Ándalus. Los pobladores
continuaron hablando “romance hispánico”, pero le agregaron muchas palabras
árabes, lo que originó una lengua mixta que se conoció con el nombre de “lengua
mozárabe”.
Fuera de los límites de Al-Ándalus, en la parte norte de España, el romance
hispánico cambió de una región a otra, originando variedades lingüísticas
geográficas, es decir, maneras de hablar propias de cada zona. La variedad que
surgió en el área de Cantabria se conoció como castellano.
En el siglo X, se fundó en Cantabria el reino de Castilla, llamado de ese modo
porque en esa región había muchos castillos. Aunque era un reino pequeño,
comenzó a expandirse hacia el sur, reconquistando territorios en poder de los
árabes. En cada zona recuperada, el castellano reemplazó al mozárabe. En el
siglo XIII, el rey Alfonso (el Sabio), ordenó que todos los documentos se
redactaran en castellano, y fundó una escuela de traductores para que escribieran
en ese idioma muchas obras científicas, humanísticas y literarias que estaban
escritas en latín y en árabe. Todo eso produjo que el castellano se fortaleciera.
Dos siglos después (siglo XV), el reino de Castilla era uno de los más poderosos.
Su reina, Isabel, contrajo matrimonio con Fernando, el rey de Aragón, y gracias a
esa unión España se unificó. Estos gobernantes, conocidos en la historia como los
Reyes Católicos, debido a que su reinado se caracterizó por la unificación religiosa
en torno al catolicismo, terminaron de recuperar el territorio que estaba dominado
por los árabes y conquistaron el reino de Navarra. Con esas acciones, la mayor
parte del suelo español quedó unificado y el castellano se convirtió en el idioma de
todos los pueblos.
Durante el reinado de los Reyes Católicos, los españoles llegaron a América y
fundaron numerosas colonias en el continente que hoy se conoce como América.
España se convirtió en un gran imperio e impuso su lengua, causando la
desaparición de lenguas indígenas precolombinas, es decir, aquellas que existían
antes de la llegada de Colón.
Cuando nació el castellano, lo hicieron también el portugués, el gallego, el
asturiano y el catalán en tierras cercanas a Cantabria. Estas lenguas son
consideradas como hermanas del castellano.

¿Cómo llegó el castellano a Venezuela?


La conquista de América implicó la imposición de la lengua de los conquistadores
a los pueblos sometidos. El proceso de castellanización fue muy lento, debido a la
gran diversidad idiomática indígena y a la gran extensión de territorio. A pesar de
eso, poco a poco, la catequización, la convivencia y el mestizaje consolidaron el
uso de la lengua española como el instrumento comunicativo de todos los
habitantes de la región.
El 03 de agosto de 1498, Cristóbal Colón vio desde su nave unas costas que
describió en su diario de viaje como “las más hermosas del mundo”. Tanto le
agradaron, que llamó a esa región “Tierra de Gracia” y así se le conoció en
España.
Años después, siguiendo la ruta abierta por Colón, llegaron colonizadores
españoles a esas tierras que hoy reciben el nombre de Venezuela. Y con ellos
vino uno de los rasgos que hoy definen a los venezolanos: el idioma castellano o
español.

Influencias idiomáticas en el castellano venezolano


Las lenguas son un reflejo de su historia. Lo que hoy llamamos español, es una
combinación de elementos lingüísticos que a lo largo del tiempo han estado
vinculadas con nuestra lengua.
La base del español es el latín, y por eso la mayor parte de nuestro vocabulario
proviene de ese idioma, sólo que, a causa del contacto entre Roma y Grecia,
dentro de ese léxico hay muchas palabras que la lengua latina tomó de la griega.
Son de origen griego, por ejemplo: escuela, pedagogo, matemática, geometría,
gramática, filosofía, biblioteca, democracia, teatro, tragedia, comedia, música.
Además de las voces griegas, el español contiene palabras ibéricas y celtas, entre
ellas: perro, zorro, becerro, cachorro, marrano, barro, charco, manteca y
mantequilla.
Los visigodos también hicieron su contribución al vocabulario: ropa, falda, fresco,
blanco, rico, guerra, guardar, brotar, entre otras palabras visigodas.
Muchas palabras españolas son de origen árabe. En este grupo resaltan:
alcachofa, zanahoria, acelga, naranja, aceite, almíbar, azúcar, taza, jarra, alhelí,
jazmín, alcoba, alfombra, almohada, azotea, y más.
Las lenguas indígenas americanas, precolombinas o no, enriquecieron el léxico
con palabras como: maíz, papa, batata, tabaco, yuca, cacao, chocolate, aguacate,
tomate, caracas, tapara, Chacao, onoto, colibrí, Orinoco, cocuyo, morrocoy,
caoba, casabe, butaca, canoa, arepa, Cumaná, Guarenas, Yaracuy, maní, puma,
Cuyuní…
Actualmente, son muchas las palabras que se agregan a la extensa lista de
términos que enriquecen el vocabulario del español venezolano. Todas surgen del
día a día, de las costumbres de los hombres y mujeres que hacen del país un
territorio bendecido, cargado de riquezas que van desde el petróleo hasta la
lengua más rica en vocablos indígenas de toda América.

El español en Venezuela
En el contexto del español hispanoamericano está el español de Venezuela, el
cual, tanto por lo que ha innovado, como por lo que ha conservado, se ha alejado
bastante del de España y de las variedades de otros territorios americanos.
El español venezolano tiene su propio estilo y varía dependiendo de la región
donde es hablado. Esto lo reflejan los diversos dialectos del país (el llanero, el
guaro, el oriental, el maracucho o marabino, el capitalino y el andino).
El español que se habla en Venezuela es expresión genuina de la identidad
nacional. Pero, asimismo, lo son las lenguas de las diferentes comunidades
indígenas, idiomas que tienen la misma dignidad que la lengua que habla la
mayoría de los venezolanos, ya que hacen del país un territorio multiétnico,
pluricultural y plurilingüe.
Los conquistadores tuvieron que recurrir a diferentes procedimientos para
comunicarse con los indígenas. Lo primero que los conquistadores hicieron
al llegar América fue tomar unos cuantos indios cautivos para luego
utilizarlos como intérpretes. Otro procedimiento fue la integración de los
conquistadores con los indios entrando en sus vidas y costumbres. El indio-
intérprete fue el primer paso que los conquistadores utilizaron para su
aproximación, estableciendo con ellos una convivencia estable que se
manifestó en tres maneras: en el trabajo, en el mestizaje, y en la
catequización.

Las Instrucciones Reales en la primera época se involucraron en la


enseñanza del español y ordenaron que todos los indios se agruparan en
pequeños pueblos para poder ser adoctrinados y además que construyeran
una iglesia y que se designara a un capellán que les enseñara a leer y a
escribir a los niños y esto era generalmente en latín. Las Instrucciones
también especificaban que a los caciques y a los indios se les enseñara a
hablar castellano.

La hispanización en las Antillas fue rápido y el indio de ese lugar fue


extinguido con rapidez ya que no pudo aguantar las nuevas condiciones
sociales.

Para cristianizar a los indios, los misioneros se dieron cuenta que era mejor
hacerlo en sus propias lenguas, ya que no era posible enseñar en español con
violencia y tampoco valía la pena que esto surgiera con el transcurso del
tiempo. De esta manera los misioneros tuvieron gran afán de aprender
lenguas aborígenes e identificarse con los habitantes de estas tierras. Un
gran problema era la gran diversidad de lenguas. Por eso los misioneros
tuvieron que adoptar una de esas lenguas para que les sirviera como lengua
franca. Por ejemplo, en Colombia fue el chibcha y en Paraguay, el
tupiguaraní.

Los misioneros pusieron gran énfasis en adoctrinar a los hijos de los reyes, a
los que se utilizaban como auxiliares en las labores de catequesis. A ello se
debe que se fundara el primer colegio en la Nueva España con sesenta
estudiantes, todos ellos descendientes de noble abolengo. Unos cuantos años
después se fundó en la ciudad del Cuzco el Colegio de San Francisco de
Borja, que era también de indios nobles.
La enseñanza en la colonia tenía una base clásica grecoromana y no una
española como podría suponerse. En estos colegios se enseñaba el latín, que
permitía transmitir los principios de la fé y además porque la gramática del
latín era la primera de las artes liberales. Es importante señalar que la
lengua española se aprendía por uso y no por arte. Es por eso que algunos
indios pudieron ser incorporados a la cultura hispánica, pero la mayoría de
ellos hablaban sus lenguas aborígenes.
También tienen que tomarse en cuenta que el número de frailes misioneros
era muy pequeño comparado con la población indígena. Siempre parecía
una presión muy fuerte era innecesaria el enseñar el castellano.

Por parte de la Corona existía un gran interés de difundir el español, tanto


que en 1533 se imprimieron doce mil cartillas destinadas a la instrucción de
los indios mexicanos. También se tomaron otras medidas como exigir que
sólo los indios que hablaran español pudieran desempeñar cargos como
alcaldes. En 1667 fueron expulsados tres mil jesuitas de América. Quizás
ésta fue la primera medida contra las lenguas indígenas considerando la
reducción de los colegios y catequesis.

En la liberación de las repúblicas existía una gran población marginal que


no hablaba español. El mestizaje fue el factor que más ayudó la
hispanización, ya que fueron los mestizos los que mejor desempeñaban el
papel de intérprete. También hay que destacar que los frailes y autoridades
civiles mantuvieron a las aldeas indias separadas. Es por eso que después de
la independencia muchos países se componían de una inmensa mayoría de
habitantes indígenas.

La hispanización hoy en día es mucho más rápida que en épocas de la


colonia. Esto es por la gran unidad que representa la lengua española en
comparación con las lenguas indígenas.

También podría gustarte