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Síndrome de Menkes:

El síndrome de Menkes es una enfermedad hereditaria en la cual el cuerpo tiene problemas para
absorber el cobre. El defecto le dificulta al cuerpo distribuir apropiadamente el cobre por todo el
cuerpo. En consecuencia, el cerebro y otras partes del cuerpo no reciben suficiente cobre,
mientras que este se acumula en el intestino delgado y los riñones. Los niveles bajos de este
elemento en otras zonas pueden afectar la estructura de huesos, piel, cabello y vasos sanguíneos e
interferir con la función nerviosa. Esta enfermedad afecta el desarrollo tanto mental como físico.
Su incidencia al nacimiento es de 1/300.000 en Europa y de 1/360.000 en Japón. El síndrome de
Menkes es una enfermedad ligada al cromosoma X que afecta principalmente a hombres mientras
que las mujeres suelen ser portadoras no afectadas.

Es también conocido como síndrome del cabello acerado debido a que el primer signo es un cuero
cabelludo inusualmente escaso y sin brillo, al mes o a los 2 meses de edad. Este característico pelo
es hipopigmentado o despigmentado y parece lana de acero.

Causa:

El síndrome de Menkes es causado por un defecto en el gen ATP7A que codifica para una
proteína de transporte de cobre, el polipéptido transportador Cu2+-alfa-ATPasa, lo cual
ocasiona un defecto de cobre en algunos tejidos, mientras que en otros una excesiva
acumulación. Hasta la fecha, se han descrito unas 200 mutaciones diferentes en este gen.

Tratamiento:

Su tratamiento es sintomático. La temprana administración parenteral suplementaria de


cobre-histidina puede modificar la progresión de la enfermedad y de algunos síntomas
proveyendo un extra de cobre a los tejidos y a las enzimas cobre-dependientes.

El pronóstico es malo y los pacientes suelen morir en la primera infancia. Sin embargo, una
atención médica cuidadosa y la posibilidad de administrar cobre pueden alargar la vida.

Galactosemia:

La galactosemia es una enfermedad hereditaria causada por una deficiencia enzimática y se


manifiesta con incapacidad de degradar por completo el azúcar simple galactosa, lo cual provoca
una acumulación de este dentro del organismo, produciendo lesiones en el hígado y el sistema
nervioso central. Se desconoce la prevalencia global pero la incidencia anual estimada es de
1/40.000-1/60.000 en los países occidentales.

Existen 3 formas de la enfermedad:

- Deficiencia de galactosa-1-fosfatouridil transferasa (GALT)


- Deficiencia de galactosa cinasa (GALK)
- Deficiencia de galactosa-6-fosfato epimerasa (GALE)

Al ingerir leche materna o una fórmula con lactosa, los bebés desarrollan problemas de
alimentación, retraso del crecimiento, y signos de daño hepático (ictericia, tendencia a
hemorragias, hipoglucemia). En ausencia de un tratamiento apropiado (restricción de galactosa),
puede darse sepsis (E-coli) y muerte neonatal.
Causa:

Deficiencia de galactosa 1-fosfato uridiltransferasa (GALT): En este tipo de galactosemia la


galactosa 1-fosfato no puede ser convertida a glucosa 1-fosfato. Se produce acumulación
en los tejidos de galactosa y galactosa 1-fosfato. El gen que codifica el enzima GALT se
encuentra en el cromosoma 9. Su frecuencia estimada es de 1/40.000-60.000 nacimientos.
Es la más común y grave.

Deficiencia de galactoquinasa (GALK): en este tipo de galactosemia la galactosa no puede


ser fosforilada a galactosa 1-fosfato, por lo que se acumula en los tejidos y se metaboliza
por las vías alternativas citadas anteriormente. Los genes mutados que codifican el enzima
GALK se encuentran en los cromosomas 15 y 17. Su frecuencia estimada es de 1/150.000-
1.000.000 de nacimientos.

Deficiencia de UDP-galactosa 4-epimerasa (GALE): la reacción que transforma la UDP-


galactosa en UDP-glucosa y viceversa no se realiza. El gen mutado que codifica el enzima
GALE se encuentra en el cromosoma 1.

Tratamiento:

El tratamiento se basa principalmente en una restricción de galactosa en la dieta. Debe


alimentarse a los bebés con fórmula de soja u otras fórmulas sin lactosa. Se informa a los
pacientes que deben seguir una dieta de por vida. Para prevenir una disminución de la
masa ósea, se recomiendan suplementos de calcio, vitamina D y vitamina K, si el aporte
dietético no cumple con la cantidad diaria recomendada. A pesar de su diagnóstico precoz
y del tratamiento dietético, se dan complicaciones a largo plazo, posiblemente debido a
que se producen daños en el período fetal.

El pronóstico depende de la edad del diagnóstico, de la gravedad de la enfermedad y del


cumplimiento de las restricciones dietéticas, afectando al inicio y al curso de las complicaciones
secundarias.

Enfermedad de Fabri:

La enfermedad de Fabry es una enfermedad de almacenamiento lisosómico hereditaria ligada al


cromosoma X derivada de mutaciones en el gen que codifica la enzima α-galactosidasa. El déficit
de actividad da lugar a la acumulación de globotriaosilceramida (Gb3) en los lisosomas, lo que se
cree que desencadena una cascada de eventos celulares. Se incluye dentro de las lipidosis o
enfermedades por almacenamiento de lípidos.

La afectación se refleja en el terreno: neurológico, gastrointestinal, cardíaco, renal, dermatológico


y oftalmológico. Existe un período de latencia importante (años o décadas) entre el inicio de los
síntomas y el del diagnóstico.

Se ha informado de una incidencia anual de 1-80.000 nacidos vivos, pero este dato puede
subestimar la prevalencia de la enfermedad. Cuando se han considerado variantes de aparición
tardía, se ha sugerido una prevalencia de aproximadamente 1-3.000.

Causa:
La expresión del fallo genético se traduce en el déficit de la enzima α-galactosidasa A, que
se codifica normalmente en el brazo largo del cromosoma X (Xq21.3–q23/24). El gen
afectado es el de la α-galactosidasa (GLA), del cual se conocen 272 mutaciones.

Tratamiento:

El manejo convencional consiste en alivio del dolor con medicamentos analgésicos,


nefroprotección, agentes antiarrítmicos, marcapasos o desfibriladores automáticos
implantables, diálisis y trasplante de riñón. Una opción terapéutica específica para la
enfermedad (la terapia de reemplazo enzimático usando alfa-galactosidasa A sintetizada in
vitro) ha sido introducida recientemente y sus efectos a largo plazo están siendo
investigados para las dos preparaciones disponibles, pero es prometedora.

Con la edad, se desarrollan daños progresivos en los sistemas de órganos vitales, que puede dar
lugar a un fallo orgánico. La enfermedad renal en su etapa final y las complicaciones
cardiovasculares o cerebrovasculares que amenazan la vida limitan la expectativa de vida en
hombres y mujeres no tratados con una reducción de 20 y 10 años de vida, respectivamente,
respecto a la población general.

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