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Ypfb 3058 PDF
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1. Introducción
2. YPFB antes de la privatización
3. La privatización
4. La nueva Ley de Hidrocarburos
4.1. La necesidad de la Refundación de YPFB
4.2. Estructura organizativa de YPFB
4.3. Áreas de interés hidrocarburífero y las operaciones de YPFB
4.4. YPFB y los contratos petroleros
4.4.1. Contrato de Asociación
4.4.2. Contrato de Producción Compartida
4.4.3. Contrato de Operaciones
Introducción
Comibol fue el primer espacio donde la pugna por el dominio sobre la generación,
apropiación y uso del excedente -que se obtiene por la explotación de recursos
naturales- se resolvió a favor del capital extranjero. Los empresarios mineros medianos
fueron el instrumento que las empresas transnacionales utilizaron para convertirse en
protagonistas de la industria.
Luego, durante los años noventa del siglo pasado, la fuerza de la globalización y la
debilidad económica-política de países como el nuestro permitieron que las empresas
transnacionales desplegaran estrategias diferentes para continuar con su acumulación de
capital y, bajo la política de privatización de activos públicos y de control monopólico
de los mercados nacionales, fijaron su atención en el resto de las empresas estatales
bolivianas. Energía eléctrica, agua, comunicaciones, transporte, fueron objeto de esa
guerra -muchas veces silenciosa o disfrazada- por el dominio del excedente. Ese,
también, es el escenario donde se resuelve el carácter y la naturaleza de los agentes
participantes dentro de la industria de los hidrocarburos: la “capitalización”-
privatización de Yacimiento Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) marca el final se
ese proceso privatizador en Bolivia.
Ésto, claro, ocasionó que los recursos para la reinversión productiva fueran muy
limitados -171 MM$us en promedio anual-; y ya que las características del sector
demandaban la disponibilidad de grandes cantidades de inversión, las potencialidades
para desarrollar nuevos campos de explotación fueron limitadas.
La privatización
Sin embargo, desde que Sánchez de Lozada asumió su primer gobierno se desplegó toda
una campaña para desvalorizar YPFB. El objetivo era doble: a) crear el contexto
necesario para que la adquisición de la empresa se realice en condiciones ventajosas
para el capital transnacional y, b) paralelamente mostrar a la población que la
“capitalización” fue ventajosa para el país.
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En 1984, Brasil y Bolivia retoman el proyecto de exportación de gas natural; en 1988, se firma un
acuerdo de compra de energía e industrialización del gas natural; en 1991, se firma la Carta de
Intenciones; en 1992, se acuerda la construcción del gasoducto hacia el mercado de Sao Paulo; en febrero
de 1993, se firma el primer acuerdo de compraventa de gas natural (Villegas: 2002). Todo este proceso
se desarrolló sin tomar en cuenta la privatización de la industria petrolera en Bolivia, ya que ésta nunca
fue una condición indispensable para la realización del proyecto.
Al final, el valor en libros, declarado por el gobierno en el momento de su privatización,
fue fijado en 384,2 MM$us 2 , cifra que no tiene relación con los 1132,69 MM$us de
activos netos que se demuestran en el informe financiero de YPFB a 1º de enero de
1994. La pregunta que hasta ahora quedó sin responder es ¿cómo una empresa -con
monopolio de mercado y de producción, participante del negocio más importante de la
economía, sin necesidad de arriesgar inversión en fases críticas de la producción, con
monopolio de la comercialización externa- puede perder el 66,08 de sus activos netos
en menos de tres años?
Alejada de las actividades del upstream, YPFB fue convertida en una oficina
administradora de Contratos de Riesgo Compartido y, para las actividades de transporte
de hidrocarburos, la distribución de gas natural por redes, refinación e industrialización,
en licitadora de concesiones de operación a favor de agentes privados. Además, en
1999, durante el gobierno de Bánzer Suárez se privatizaron las dos refinerías más
importantes del país (que todavía estaban bajo el domino de YPFB), por lo que, desde
ese momento, toda la cadena de producción de los hidrocarburos fue controlada por los
agentes privados transnacionales.
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Nunca antes la expresión “venta a precio de gallina muerta” fue mejor utilizada por la población
boliviana.
instrumento a través del cual el Estado ejercía su derecho soberano sobre los recursos
hidrocarburíferos dejó de existir.
Bajo esta disposición, la nueva Ley de Hidrocarburos ordena que los recursos
obtenidos por la capitalización de YPFB sean revertidos a la empresa. Sin embargo
estos “recursos” -aproximadamente 834 MM$us- no son dinero en efectivo; lo que
ordena la Ley es que la estatal petrolera participe como directa accionaria en las
empresas petroleras Chaco S.A. y Andina S.A. y la empresa transportadora Transredes
S.A.
Desde British Gas (BG) hasta British Petroleum (BP), las operadoras petroleras
trasnacionales tienen una capacidad técnica-operativa que, bajo las actuales condiciones
marcadas por la Ley de Hidrocarburos serán muy difíciles de superar por la empresa
estatal: no existe ningún punto de comparación entre los 834 MM$us asignados a YPFB
y los, por ejemplo, 6854MM$us de British Gas.
Entones, ante la incapacidad de competir en la capacidad financiera, el único medio
para que el Estado ejerza dominio soberano sobre los hidrocarburos es mediante el
control monopólico de tres elementos centrales:
i) Transporte y comercialización.
ii) Refinación y el almacenamiento.
iii) Determinación de los precios de exportación.
Lo cierto es que bajo esa perspectiva el papel del Estado será fiscalizar y controlar las
operaciones privadas, participando de espacios del mercado que no les interesen a las
empresas transnacionales (por ejemplo, la provisión de gas natural al área rural). Y
aunque la definición de las competencias de la Vicepresidencia de Operaciones de
YPFB establecen que las actividades de la cadena de hidrocarburos se desarrollarán por
la empresa del Estado, inmediatamente ordena que este derecho será ejercido por sí
(YPFB) o a través de asociaciones con privados, reintroduciendo la lógica liberal
establecida por la anterior legislación.
Así el panorama se completa: YPFB participará compitiendo con las otras empresas del
sector o se asociará a ellas para explotar los hidrocarburos.
Además, según lo dispuesto por el artículo 86 “YPFB será el Agregador y/o Vendedor
para toda exportación de Gas Natural que se haga desde el territorio boliviano,
asignando los volúmenes requeridos a las empresas productoras”.
Ahora, la Ley Nº 3058 revive esta función estatal. Debido a que la producción de
hidrocarburos no es dominada por YPFB, la única función real que pude cumplir -
demostrando a la población que participa en la exportación de manera activa- es
asignando los volúmenes requeridos para la venta al extranjero entre las empresas que
efectivamente poseen el control de los recursos explotados, y, también, cumpliendo la
función de vendedor de esa producción.
Pero además, la ley obliga a que las empresas privadas se sujeten al mismo criterio
irracional, indicando que “las empresas petroleras que operan en el país deberán
establecer oficinas en las Sedes mencionadas y en los departamentos en los que
operan”.
Aunque esta es una ventaja para YPFB, considerando sus restricciones presupuestarias
para desarrollar esas áreas entregas por privilegio, las verdaderas beneficiadas será las
empresas que se asocien a la empresa estatal. Éste, en el fondo, es un mecanismo para
hacer más atractiva la asociación de capitales extranjeros con YPFB.
Entonces, todo ese potencial hidrocarburífero que se reservase para beneficio nacional
será, al menos, compartido por las corporaciones petroleras transnacionales.
La continuación del dominio privado en la industria de los hidrocarburos también se
explicita a través de la política de licitaciones. YPFB dispondrá los mecanismos para
que la inversión extranjera directa (sea decir, empresas petroleras transnacionales) se
adjudique la capacidad de realizar operaciones petroleras mediante licitaciones públicas
internacionales.
Contrato de Asociación
En el caso de un Contrato de Asociación, YPFB puede ejercer el derecho de asociarse
con el Titular siempre y cuando reembolse un porcentaje -correspondiente a su
participación en la asociación- de los costos directos de exploración de aquellos pozos
que resulten productores. Este pago se podrá realizar en dinero o con la misma
producción que corresponda a la empresa estatal
La participación que a cada operador le corresponda será distribuida una vez que se
hayan pagado las Regalías, Participaciones y los impuestos establecidos por Ley.
Contrato de Operaciones
Contrato de Operación, es aquel por el cual el Titular ejecutará con sus propios medios
y por su exclusiva cuenta y riesgo, a nombre y representación de YPFB, las
operaciones correspondientes a las actividades de Exploración y Explotación.
Si el campo es explotado, la empresa estatal retribuirá al Titular -por los servicios de
operación- un porcentaje de la producción obtenida. Esta retribución será suficiente
para cubrir todos los costos de operación y la utilidad del capital empleado por el
Titular; con el resto del producto, YPFB pagará las Regalías y Participaciones del
100% de los hidrocarburos extraídos.