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ENSAYO

LOS FANTASMAS DE GOYA

Película basada en hechos históricos del siglo xviii, donde se toma como referencia el arte
de Goya y sus representaciones, para entrelazar hechos que se vuelven irónicos no solo
desde el punto de vista religioso como es la aplicación de la inquisición, sino también desde
el punto de vista político y sociológico.

Goya pintor connotado, tiene grandes influencias en las altas clases sociales de España,
tanto a favor y en contra, así mismo se involucra en los aconteceres y sentimientos de los
más desfavorecidos. Para el tribunal de la inquisición las obras que reflejan sufrimiento,
pena y dolor no eran convenientes para ellos, pues indirectamente refleja el estado real de
cosas que de pronto evidenciaban su real comportamiento. Aunque no era muy bien visto
por la iglesia, en la monarquía y en altas clases tenía muy buen aprecio y por consiguiente
un buen respaldo.

Pero en la película, Goya es solo un testigo o piedra angular del destino de algunos de sus
clientes, más no el protagonista principal. Inés, hija de un rico comerciante, muy bonita, es
retratada por el pintor, ha sido modelo de varios cuadros. Lorenzo, sacerdote del tribunal de
la Inquisición, acude ante Goya para requerirle un servicio de un retrato y en la galería
observa el cuadro de Inés. A partir de este momento, Inés es víctima inocente de las bajas
pasiones de Lorenzo. Para lograr poseerla, le inventa un delito contra la fe, y donde a base
de torturas acepta la culpabilidad para evitar el sufrimiento. Es condenada y encerrada, algo
que obviamente es injusto pero que es un método muy practicado por la Inquisición para
abusar y someter. Bajo los dominios de la cárcel Lorenzo logra ultrajarla.

La tortura es uno de los métodos predilectos de la inquisición, como ellos la llaman “la
cuestión”, pero el Padre de Inés, tras intentos fallidos de demostrar su inocencia, de apelar a
las influencias que tiene el pintor sobre las altas jerarquías para lograr su libertad, aplica la
misma táctica, pero esta vez la víctima es un clero de la iglesia, el mismo Lorenzo. Trata
de demostrar que este método hace aceptar cualquier culpabilidad, hasta la más estúpida,
con tal de acabar con el sufrimiento aplicado. Es así que hace que Lorenzo sea torturado y
firmado una declaración inverosímil y en contra de la iglesia, declaración que ante la no
liberación de la hija, hace efectiva siendo Lorenzo condenado, lo cual hace que Lorenzo
termine huyendo, comprobando que la “cuestión” no es más que un asunto arbitrario donde
la justicia brilla por su ausencia cuando media la fe o preceptos parcializados.

El tiempo transcurre licuando nuevos fenómenos y expresiones en Europa, pasan 15 años


donde Goya se deteriora auditivamente, pero su creación permanece viva. La naturaleza o
el destino prepara cambios sociales y políticos inesperados, contrarios al estado de cosas en
España. Napoleón invade a España, proclamando los derechos humanos, la igualdad, la
libertad y la fraternidad; sentenciando el ocaso de los abusos clericales y el cambio de
gobierno, Goya retrata en sus cuadros la cruda violencia de los franceses hacia los
españoles. En este nuevo orden, los prisioneros de la inquisición, son liberados, los padres
de Inés asesinados por los invasores. Inés desorientada procura retomar su destino,
enfocada en su única esperanza de vida, que es encontrar a su hija Alicia. Su única
referencia conocida es el pintor Goya, procura su ayuda para tal objetivo. Por otro lado los
sacerdotes son enjuiciados, algunos encarcelados otros sentenciados a la muerte, entre estos
últimos el máximo jerarca de la iglesia.

Sociedades donde la guerra de poderes, las riquezas, sus continuos abusos e injusticias
fundamentan su accionar. Todo vale, la muerte inmisericorde, inocentes por montones la
inmoralidad, la deshumanización, conforman un destino desgarrador y desesperanzador,
como si la vida fuera una venganza en si misma. El ego, la vanidad, alimentando el estado
del terror.

Por esas raras coincidencias de la vida un alto funcionario de la invasión Francesa es


Lorenzo, antiguo conocido y fugitivo sacerdote. Es contactado por Goya comentándole el
caso de Inés, quien según sus palabras, gracias al papa de Inés, y a su huida, conoce
nuevas formas de pensar y por ende hace parte del gobierno Napoleónico. Sin advertir que
es la misma Inés, su antigua víctima, accede ayudarla sin reconocerla por su estado físico
ya demacrado. Tamaña sorpresa al escuchar que la hija de Inés es también su hija,
disimulando su responsabilidad tildándola de loca. Aun así, se contacta con el máximo
jerarca encarcelado, y a cambio del perdón por su vida le indaga por el paradero de los
niños nacidos en la cárcel.

Antiguamente los conventos eran el destino final de los niños huérfanos o nacidos en
cárceles religiosas, Lorenzo investiga y encuentra rastros de la niña. Solo consigue conocer
su nombre, el paradero es imposible, pues la pequeña se fuga del convento cuando tenía
cerca de 11 años. En ese entonces todavía un mundo relativamente pequeño, Goya dentro
de sus habituales retratos de personas que realizaba en el parque de Madrid, y como si fuera
determinador de cruce de destinos, conoce a Alicia.

El desdichado futuro de la niña, estaría unido al mundo de la prostitución. Goya entera de


su hallazgo a Lorenzo. Una vez encontrada le trata de ayudar con dinero o llevarla a
América, pues España se había convertido en un antro de prostitución, pero en su
naturaleza desconfiada, como es lógico, Alicia lo rechaza. El reencuentro con la madre es
imposible pues fue enviada a un manicomio de donde Goya más adelante la rescata, pues
moralmente considera que es su deber ayudarla, y puesto que también se ha convertido en
una obsesión, pues la recuerda mucho al estar en lugares diversos. A juzgar por Lorenzo no
es bueno que se encuentren una hija prostituta y una madre loca.

Desgraciadamente esta lucha política y de poderes se vuelve asquerosamente cíclica. Hoy


arriba, mañana abajo y viceversa. Los ingleses entran en escena, y se ensañan con los
actuales gobernantes, Lorenzo en su huida es apresado junto con su familia y se vuelve otra
vez víctima. Se invierten de nuevo los papeles, la inquisición retoma el poder, los clérigos
vuelven con sus armas teológicas y condenan a muerte a Lorenzo por sus ideas
revolucionarias; donde el evangelio no es más que un libro falso o de mentiras y donde el
hombre es el centro del universo, no Dios.

La pobreza, el poder, la lujuria, determinan los procesos cíclicos de la sociedad, con


protagonistas diferentes, Alicia pasa a ser la esposa de un Oficial Ingles, de victima a
victimaria, pues es ella ahora, testigo de la muerte del violador de su madre en la plaza
principal, circunstancias que quedan ocultas por los acontecimientos.

Goya testigo presencial de todas las inmundicias humanas, es sensible a todos estos actos,
sus desgarradoras pinturas son su principal características, lo feo, lo injusto, el ayudar o no
ayudar, los grandes dilemas de una sociedad sin sentido, su grotesca pero pura realidad
ubica al ser humano en un contexto totalmente absurdo donde la falta de conciencia y de
humanismo es su principal actor. Inés es la única acompañante del cadáver de Lorenzo
hacia el cementerio, pues finalmente fue el único hombre que estuvo con ella. Sobre la
carreta con la mano colgante Inés agarra su fría mano, atrás camina Goya, atestiguante
pictórico de las guerras y la inquisición; documentando entre otros, dos tristes
acontecimientos que padeció la sociedad de aquella época.

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