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Globalización y
crisis financieras
en América Latina
Roberto Frenkel
AGOSTO
GLOBALIZACION Y CRISIS FINANCIERAS 2003 LATINA • ROBERTO FRENKEL
EN AMERICA
42 REVIST A DE LA CEPAL 8 0 • A G O S T O2 0 03
I
Tres décadas de América Latina en la
globalización financiera
Una versión anterior de este artículo sirvió de base para las de-
liberaciones del Grupo de Trabajo II, en la Segunda Reunión Ple-
naria del Foro Interparlamentario de las Américas. (Ciudad de Pa- 1 La reincorporación de América Latina y la incorporación de paí-
namá, 20 y 21 de febrero de 2003). El autor agradece la colabora- ses asiáticos y ex-socialistas como nuevos mercados emergentes
ción de Martín Rapetti y las observaciones y sugerencias de un juez representaron un fuerte aumento en la escala de operaciones del
anónimo de la Revista de la CEPAL. sistema financiero global.
men que se caracterizó por dos hechos estilizados: mostraron la volatilidad. Pero también señalaron la
i) el financiamiento externo estaba racionado y ii) las posibilidad y eficacia de una intervención internacional
negociaciones con los acreedores y los organismos de magnitud inédita, que posibilitó una rápida recupe-
financieros multilaterales impusieron generalmente ración de la confianza de los mercados financieros y el
transferencias netas al exterior de magnitud macroeco- cumplimiento de todos los compromisos financieros de
nómica importante. En consecuencia, no cabría decir México y otros países afectados por el contagio, prin-
que en la década de 1980 la región se “desvinculó” del cipalmente Argentina. Esto definió el clima para un
proceso de globalización. Lo que sucedió fue que la nuevo auge, que se extendió hasta el momento de la
región estaba prácticamente imposibilitada de obtener crisis asiática.
nuevo financiamiento voluntario, pero siguió fuerte-
mente ligada al sistema internacional a través del ser- 3. Después de las crisis de Asia, Rusia y Brasil
vicio negociado de las deudas contraídas en el perío-
do previo. Superadas las crisis asiática, rusa y brasileña, tendió a
Más adelante, a consecuencia de su temprana in- establecerse la idea de que el proceso de integración
serción en la globalización financiera y del desastre eco- financiera internacional transcurre en forma cíclica
nómico a que eso condujo, varias economías de la re- (Calvo, Leiderman y Reinhart, 1996; FMI, 1997), de
gión, particularmente las de mayor tamaño, entraron al modo que debía esperarse una nueva fase de auge. Tal
nuevo período de auge financiero de los años noventa era la convicción, por ejemplo, de las autoridades eco-
con la herencia de una importante deuda externa. nómicas que asumieron en Argentina a fines de 1999.
Esta perspectiva optimista se veía estimulada por el
2. Hechos e ideas en la década de 1990 carácter relativamente benigno que había tenido la
crisis de Brasil y por la eficacia de la intervención de
Luego de su reinserción a principios del decenio de los organismos internacionales para evitar la morato-
1990, la región experimentó un período de auge de los ria de pagos en la mayoría de los casos.
flujos de capital que finalizó abruptamente con la cri- Sin embargo, otros hechos señalaban que el pro-
sis mexicana. Al período de retracción, que fue corto, ceso había tomado un curso novedoso. Por un lado, las
siguió un nuevo auge, esta vez con un mayor peso de entradas netas de capital no se incrementaron respecto
la inversión extranjera directa (IED). Este comporta- de los mínimos alcanzados en 1998. Por otro lado, la
miento cíclico parece haberse extinguido con la crisis prima de riesgo de algunos países con suficiente peso
asiática, como se verá más adelante. como para afectar significativamente el riesgo medio
En el primero de esos auges predominaba la idea de las economías emergentes —y también la de algu-
de que se estaba en los momentos iniciales de un lar- nos países con menor volumen de deuda— se mantu-
go período de crecimiento de la afluencia de capital vo sistemáticamente alta, por arriba de un piso que
hacia los mercados emergentes, manifestación de una duplicaba los valores de las primas de los períodos de
continua profundización financiera en el plano inter- auge. También mostró aspectos novedosos la dinámi-
nacional. Tal era el diagnóstico básico en los organis- ca de los precios de los activos de los países. Las pri-
mos multilaterales y en los gobiernos de la región. Esta mas de riesgo y los movimientos privados de capital
visión era compartida en general por los inversores y oscilaron al ritmo de nuevas formas de contagio, que
los intermediarios internacionales. Se pensaba que el se agregaron a los contagios provenientes de crisis
proceso tendería sin interrupciones a la integración nacionales. Pueden mencionarse, por ejemplo, los efec-
completa de los mercados emergentes en un mercado tos del aumento del precio del petróleo y los efectos
global. La posibilidad de crisis era simplemente des- del derrumbe del NASDAQ, en los años 2000 y 2001.
cartada. Menos consideración aún merecía la posibili- La retracción de los flujos desde 1998 y las nove-
dad de movimientos de manada como los que se veri- dades en su dinámica se presentaron asociados con otros
ficaron posteriormente. cambios importantes en el contexto vigente en el dece-
La extensión y magnitud del primer auge de la nio de 1990. Los cambios coincidieron con el fin del
década de 1990 estuvo relacionada con esa subestima- largo período de expansión de la economía de los Esta-
ción de los riesgos por parte de los inversores, que dos Unidos y, por lo tanto, con el fin de las expectativas
contribuyó a alimentar la intensidad de los flujos de de un proceso de crecimiento continuo, sin episodios
capital a manera de profecía autocumplida. La crisis recesivos. Esas expectativas habían sido racionalizadas
mexicana y sus repercusiones revelaron los riesgos y como resultado de las innovaciones que, se suponía,