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Semana 8 – Lectura 1 - Joel por LaSor, Hubbard y Bush

Joel
Sabemos menos aún sobre la persona de Joel que sobre Sofonías. Aparte de mencionar a su padre, Petuel, el texto no
nos dice nada sobre su historia personal. Su ávido interés en Jerusalén, particularmente en el templo (1:9, 13s., 16;
2:14–17, 32 [TM 3:5]; 3 [TM 4].1, 6, 16s.), sugiere que él también era residente de la ciudad. Su énfasis en las
ceremonias sacerdotales y las festividades religiosas respalda la teoría que afirma su carácter de profeta del templo.
Por lo menos los primeros dos capítulos pueden haberse usado litúrgicamente, ya sea durante desastres, como la
plaga de langostas que menciona, o al conmemorar los aniversarios de la liberación de la plaga, tal como hace
Lamentaciones en el aniversario de la destrucción del templo efectuado por Nabucodonosor (586). Los siguientes
elementos sugieren un posible uso litúrgico: la invocación a presenciar los eventos aquí registrados (1:3), los llamados
al lamento o a la queja (vv. 5, 8, 11, 13ss.), la queja individual (vv. 19s.), la invitación al arrepentimiento (2:12–14), el
llamado a congregarse en el templo (vv. 15–17a), un fragmento de queja comunitaria (v. 17) y la respuesta divina que
promete salvación (vv. 18–27). De ser así, contaríamos con un nuevo testimonio en cuanto al proceso de formación
del canon. El pueblo de Dios no sólo escuchó las palabras del profeta, sino que las usó a lo largo de décadas y siglos
como parte de su adoración.
Fecha. Tradicionalmente esta escabrosa pregunta ha sido contestada, ya sea asignando el libro a un período durante
la minoría de edad de Joas (ca. 835–796)16 o ubicando al profeta en una época posterior al retorno del exilio, cerca
del final del siglo V o aun después.17 Hasta no hace mucho, E. König18 era uno de los pocos en defender una fecha
entre estos dos extremos, es decir, una fecha ca.609, poco antes o después de la muerte de Josías; sin embargo, A.S.
Kapelrud ha reunido evidencia de peso que apoya una fecha ca. 600 para el ministerio de Joel.19Reconociendo que
muchos de los argumentos para fechas tempranas o tardías se basaban en el silencio20 o no eran concluyentes21,
Kapelrud intentó demostrar que existían afinidades entre Joel, Sofonías y Jeremías. Un ejemplo obvio es la
concepción que comparten Joel y Sofonías del día del Señor como un tiempo de oscuridad. Este tipo de paralelismo
conceptual, unido al hecho de que una fecha entre los dos extremos puede ser la mejor explicación de alguna
evidencia,22 justifica el estudio conjunto de Joel y Sofonías en esta obra.23 Afortunadamente, el mensaje de Joel no
depende de la fecha. El mensaje de Joel es importante a pesar de la imposibilidad actual de reconstruir su trasfondo
histórico con precisión.24
Problema de interpretación. No menos problemática que la fecha ha sido la cuestión de las langostas en 1:4 y 2:25.
Muchos intérpretes cristianos han seguido al Tárgum Judío al afirmar que representaban ejércitos extranjeros que
arrasaron a Judá en olas sucesivas. La postura de E.B. Pusey, quien identifica a los cuatro invasores con Asiria,
Caldea, Macedonia y Roma25, ilustra esta interpretación alegórica que se basa en parte sobre la descripción de 2:4–
11. Buena parte de los comentaristas modernos cree que este enfoque es demasiado subjetivo. Si las langostas son
ejércitos extranjeros, ¿a qué ejércitos representan? Además, es improbable que las olas de langostas realmente sean
ejércitos, ya que se las compara con ejércitos en el capítulo 2.
Estas descripciones figurativas en 2:4–11 han desatado una interpretación apocalíptica que ve en los insectos
criaturas que causarán estragos en el día del Señor (cf. Ap. 9:3–11).26 El uso regular del tiempo pasado, sin embargo,
y el hecho de que el relator parece ser un testigo ocular (ver Jl. 1:16) sugieren que Joel no está pronosticando el
futuro, sino describiendo el juicio divino ya ejecutado. No queremos con esto pasar por alto elementos apocalípticos
como la descripción de los prodigios celestes (2:30s. [TM 3:3s.]).
El enfoque literal parece haber prevalecido.27 La catástrofe en Joel es una serie de invasiones de langostas que
despojó a la tierra de Judá de su vegetación, causando un daño sin precedentes. La estructura encadenada de 1:4
comunica con vigor esta devastación.
Lo que quedó de la oruga
comió el saltón,
y lo que quedó del saltón
comió el revoltón;
y la langosta comió
lo que del revoltón había quedado.
El sentido no está tanto en los diversos tipos de langosta, como en el alcance total de su destrucción. La difícil
circunstancia que atravesaba Judá se vio empeorada, porque este saqueo duró más de un año (2:25). En una poesía
potente que a veces raya en la hipérbole, se compara a las langostas con un ejército que comete actos de pillaje: tan
implacable era su despojo, tan aterrador el sonido que producían y su apariencia. El profeta no puede dejar de ver, en
el juicio amplio e inclusivo que traen sobre Judá, el prototipo de un día futuro (1:15).
Mensaje. El libro de Joel esta formado por dos partes casi iguales: la plaga de langostas y el día del Señor (1:1–2:17) y
la victoria futura (2:18–3:21 [TM 4:21]). En la primera sección habla el profeta; en la segunda, el Señor. El punto
decisivo es 2:18 donde el Señor, quizá por medio de un profeta del templo, responde al acercamiento penitente de su
pueblo y trae liberación.
Luego de subrayar el carácter único y sin precedentes de la calamidad (1:2–4), el profeta pasa revista a varios grupos
drásticamente afectados por la plaga—los borrachos (vv. 5–7), los labradores (vv. 11s.), los sacerdotes (vv. 13s.)—e
invoca a cada uno a lamentar la tragedia. A Joel le parece especialmente desesperada la situación de los sacerdotes,
quienes no pueden mantener la rutina diaria de sacrificios. La severidad del juicio de Dios es más aguda cuando se
considera que ha cortado los medios de acceso a su presencia. Confrontados con una devastación que reparte tan
liberalmente la muerte, sólo les queda una esperanza: congregarse en el templo y clamar al Señor (v. 14).
Para Joel, un desastre de esta magnitud sólo puede significar que el día del Señor, el día escogido por Dios para
ajustar finalmente las cuentas con su pueblo y las naciones, está cerca (1:15–20). En las invasiones de insectos y en la
sequía (ver vv. 19s.), el profeta ve un presagio del tan temido día del Señor anticipado tanto por Amós (Am. 5:18–20)
como por Sofonías (Sof. 1:7, 14–18). Para poder percibir la conexión, debemos recordar que los hebreos tenían la
capacidad de ver lo general en lo particular. Esto es evidente en su perspectiva sobre la personalidad colectiva, donde
la nación entera es tratada como una sola persona y en donde una sola persona, particularmente un patriarca o un
rey, puede simbolizar la nación. Asimismo, cada instancia del juicio de Dios contenía facetas de todo el juicio,
inclusive del juicio final. B.S. Childs percibe esta relación íntima entre la plaga histórica y el día final:
… el profeta puede moverse libremente entre la amenaza de un evento histórico pasado y un juicio
escatológico futuro, porque considera que ambos comparten la misma realidad. Proponer dos acontecimientos
históricos completamente separados y distintos, para estos dos capítulos, no sólo pasa por alto la sutil
transición literaria del pasado al futuro, sino que es una amenaza seria a la comprensión teológica de la
escatología profética que enlaza diferencias temporales.28
La concepción del día del Señor evoca una imagen aún más concreta de la plaga. Las langostas avanzan como ejército
implacable que pone sitio a la tierra y aterroriza a sus ciudadanos (2:1–11). El ruido que hacen es como el estruendo
de carrozas o el crepitar de llamas. La forma literaria en sí misma, es decir, un llamado a inquietarse (v. 1) seguido
por la descripción de la destrucción (vv. 2–10), refuerza las metáforas militares utilizadas.
La situación es extrema, pero no sin esperanza. La única salida es un arrepentimiento de todo corazón y de toda la
nación (2:12–17). Se lo ha criticado a Joel por demostrar un interés desmesurado en el sacrificio y en el rito. De
hecho, favorece el sistema contemporáneo religioso más que Amós, Oseas o Jeremías, pero no tiene más interés que
ellos en el rito en sí mismo. Su apelación final no es a la eficacia de las ofrendas, sino al carácter misericordioso del
Dios del pacto (vv. 13, 17). Joel también ha sido colocado en una posición de contraste con los otros grandes profetas
de Israel, porque no menciona los pecados que precipitaron la calamidad. Sin embargo, mientras que ellos anticipan
el desastre inminente, Joel está en medio del desastre. La contestación de Dios al clamor de la gente (2:18ss.) podría
indicar que, en este caso, el juicio de Dios causó los resultados esperados: Judá se volvió del pecado a Dios.
La restauración íntegra de Dios sobrepasa el arrepentimiento de Judá, tal como lo anuncia un extenso oráculo de
salvación:29 se restauran los cultivos de uso corriente (2:19, 22), cesan los insectos y la sequía (vv. 20, 23), y se
restituyen las pérdidas de los años en que hubo plagas (vv. 24s.). A mayor escala, la obra de redención de Dios se
convierte para el profeta en un modelo para la liberación final de su pueblo, cuando se derramen sobre el remanente
de Judá bendiciones tanto espirituales como materiales (2:28 [TM 3:1]-3 [TM 4]:1, 16–18, 20s.), mientras que sus
enemigos, maduros ya para el juicio (3 [TM 4]:2–15, 19), sean trillados en el valle de Josafat («el Señor ha juzgado»).
Como en el caso del juicio, el hebreo veía aquí lo general en lo particular: cualquier acto individual de liberación
puede tener ramificaciones tremendas y simbolizar el poder de Dios y su disposición para realizar la redención a gran
escala.30 La liberación del daño ocasionado por la plaga (2:18–27) anticipa el rescate de su pueblo en los últimos días
(2:28–3:21 [TM 3:1–4:21]).
Importancia teológica. Además de las llamativas representaciones del día del Señor y del carácter compasivo de Dios,
Joel nos enseña valiosas lecciones respecto al control completo que Dios ejerce sobre la naturaleza.31 Joel no insinúa
en lugar alguno que haya otra persona o cosa responsable de las langostas: son el ejército de Dios (2:11), que él envía
y retira (v. 20).32 Aquí no hay lugar para un dualismo que atribuya las calamidades a fuerzas que escapen del control
de Dios, ni para un panteísmo que identifique a Dios con su creación. Dios es soberano sobre todo y a su vez está
activo en todo.
Para los hebreos, la actividad creadora y sustentadora de Dios daba tanto unidad como significado a la realidad que
los rodeaba. Moldeada por el toque de Dios e investida con su poder, la creación es buena y vital. Aunque designada
para señorear sobre la creación, la humanidad no estaba completamente separada de ella. En realidad, gozaban de
cierto parentesco por ser ambas criaturas de Dios. Los hebreos no sostenían con fuerza las distinciones agudas entre
lo animal y lo humano, entre seres animados e inanimados; por tanto, un poeta como Joel podía describir la difícil
situación de los campos sedientos y los animales hambrientos en términos casi humanos (ver 1:10, 18–20:2:21s.).
Esta relación cercana con la creación se hace más evidente en que el juicio por el pecado humano también tiene su
precio para la naturaleza, mientras que el arrepentimiento y la restauración no sólo traen perdón, sino prosperidad y
fertilidad (3:18 [TM 4:18]). Los seres humanos y el resto de la creación están tan entrelazados que lo que afecta a
unos afectará también a los otros, ya sea para juicio como para bendición (cf. Am. 4:6–10; 9:13–15).
El cuadro que Joel pinta del futuro esperanzado de Israel contiene un elemento de responsabilidad y otro de
privilegio. El derramamiento del Espíritu de Dios colocará sobre el remanente redimido las difíciles obligaciones del
oficio profético. Nadie quedará exento; ni jóvenes ni viejos, ni esclavos ni seres libres, ni hombre ni mujer (2:28s.
[TM 3:1]). Esta profecía anhela el cumplimiento del antiguo deseo de Moisés:
Ojalá todo el pueblo de Jehová fuese profeta, y que Jehová pusiera su espíritu sobre ellos. (Nm. 11:29)
En consecuencia, los israelitas han de entregarse en prenda al pacto con una obediencia implacable (cf. Jer. 31:31–34;
Ez. 36:27). Además encarnarán y proclamarán el amor soberano de Dios (cf. Is. 61:1).
Bajo la inspiración del Espíritu, Pedro encontró en el milagro de Pentecostés el anuncio divino de que estaba
cumpliéndose en la joven iglesia lo que Joel había previsto (Hch. 2:17–21). La era mesiánica que discernieron Joel,
Sofonías y sus compañeros está próxima. La iglesia ha sido alistada para continuar con el ministerio profético y ansía
la restauración de Israel a ese servicio (ver Ro. 11:24). Entonces, la fe profética de Joel se habrá concretado y la
misión de Israel y de la iglesia se habrá cumplido.

TM Texto Masorético
TM Texto Masorético
16 P.ej., K.A. Credner, Der Prophet Joel, La Haya, 1831. A.F. Kirkpatrick, The Doctrine of the Prophets, 3a. ed.,
Londres, 1901, pp. 57 ss. Más recientemente, M. Bic ha fechado a Joel con el más temprano de los Profetas Menores,
porque supuestamente refleja la lucha entre Yahvéh y el baalismo, que data de los tiempos de Elias; Das Buch Joel,
Berlín, 1960, pp. 106–109.
17 P.ej., W. Vatke, Die Religion des Alten Testaments, Berlín, 1835; S.R. Driver, The Books of Joel and Amos, 2a. ed.,
Cambridge Bible, Cambridge, 1915. R.H. Pfeiffer sugiere una fecha ca. 350 a.C.; Introduction to the Old Testament,
ed. rev., Nueva York, 1948, p. 575. A. Robert y A. Feuillet reflejan el consenso erudito actual de una
fecha ca. 400; Introducción a la Biblia I, p. 529. Ver H.W. Wolff, Joel and Amos, Hermeneia, Filadelfia, 1977, pp. 4–
6.
18 E. König, Einleitung in das Alte Testament, Bonn, 1893.
19 A.S. Kapelrud, Joel Studies, Upsala, 1948, pp. 191s. El autor subraya la transmisión oral de los mensajes profétices,
de tal manera que la escritura del libro sucedió varios años (o quizá) siglos después. Partiendo de bases distintas, C.A.
Keller (Joël, Abdias, Jonas, Commentaire de l’Ancien Testament 11a, Neuchatel, 1965,p. 103) y W. Rudolph (Joel,
KAT 13/2, 1975) defienden vigorosamente una fecha tardía preexílica: 630–600 y 597–587, respectivamente.
20 P.ej., no se menciona a un rey, a los tres enemigos principales (Asiria, Siria, Babilonia) ni al reino del norte.
21 P.ej., colocan a Joel entre Oseas y Amós en el canon hebreo (mientras que la LXX los coloca después de Miqueas);
acentúan la mención del sacerdocio o los servicios del templo; mencionan los enemigos tradicionales de Judá, es
decir, Tiro y Sidón, Filistea (3:4 [TM 4:4]), Egipto y Edom (v. 19); y citan paralelos literarios entre Joel y otros
profetas: comparar 3:10 (TM 4:10) con Is. 2:4; Mi. 4:3; comparar 3:16 (TM 4:16) con Am. 1:2; comparar 3:18 (TM
4:18) con Am. 9:13. Ver además J. Arthur Thompson, «The Book of Joel», IB 6, 1965, p. 731. O. Kaiser, Introduction
to the Old Testament, trad. J. Sturdy, Minneapolis, 1975, pp. 280ss.
22 P.ej., el estilo literario de Joel se parece más al de los profetas que lo precedieron, que a Hageo o Malaquías,
aunque sin embargo, usa ocasionalmente una palabra o frase más característica del hebreo tardío.
23 Recientemente ha recibido atención la posibilidad de una fecha exílica o inmediatamente postexílica. En lo que se
refiere a fechas postexílicas, ver B. Reicke, «Joel und seine Zeit», Wort-Gebot-glaube, Festschrift W. Eichrodt,
Abhandlungen zur Theologie des Alten und Neuen Testaments 59, H.J. Stoebe, J.J. Stamm y E. Jenni, eds., 1970, pp.
133–141. J. Myers sugiere una fecha ca. 520, de tal manera que Joel sería contemporáneo de Hageo y Zacarías;
«Some Considerations Bearing on the Date of Joel», ZAW 74, 1962, pp. 177–195. G.W. Ahlström le da una fecha entre
515 y 500; Joel and the Temple Cult of Jerusalem, VTS 21, 1971.
24 Se encuentra una exposición exhaustiva y reciente acerca de la fecha del libro de Joel en L.C. Allen, The Books of
Joel, Obadiah, Jonah and Micah, pp. 19–25.
25 Pusey alegoriza aún más al igualar los cuatro tipos de langosta a «cuatro pasiones principales» que «afligen
sucesivamente el corazón humano»; The Minor Prophets1, 1886, reimpr. Grand Rapids, 1950, p. 160.
26 El promotor más sobresaliente de este enfoque fue A. Merx, Die Prophetie des Joel und ihre Auslegen, La Haya,
1879. J.A. Bewer, Joel, ICC, Edimburgo, 1911; y Pfeiffer,Introduction combinan interpretaciones literales y
apocalípticas: en el cap. 1 consideran que se trata de verdaderos insectos y en el cap. 2 de criaturas apocalípticas.
TM Texto Masorético
27 P.ej., Driver, Joel and Amos; G.W. Wade, Joel, Westminster Commentaries, Londres, 1925; Thompson,IB.
TM Texto Masorético
28 B.S. Childs, Old Testament as Scripture, p. 391.
29 Abundan aquí los elementos característicos de los discursos de salvación: (1) las promesas de Dios se enuncian en
primera persona; (2) las criaturas de Dios reciben la orden de no temer (2:21s.) y de alegrarse (vv. 21, 23); (3) se
repararán daños específicos (p.ej., vv. 19s., 24–26); (4) el resultado final será una conciencia más aguda de la
presencia y el carácter único de Dios (v. 27), por lo cual lo alabará el pueblo (v. 26).
30 Ver el Salmo 22. El salmista ve en su rescate un significado cósmico: «Se acordarán, y se volverán a Jehová todos
los confines de la tierra» (v. 27 [TM 28]). Hasta las generaciones que no han nacido sentirán los efectos de lo que
Dios ha hecho por él.
TM Texto Masorético
31 En realidad, el pensamiento del Antiguo Testamento desconoce algún principio u orden de la realidad natural,
pero entiende al universo entero como la creación bajo el control inmediato y directo de Dios.
32 «El que viene del Norte» (v. 20) aparentemente describe el ejército de langostas, que en esta ocasión puede haber
invadido desde el norte. En general, el término es sinónimo de enemigo, ya que en este período las principales
amenazas militares de Judá provenían de las naciones que avanzaban desde el norte o el noreste (ver Jer. 1:13–15;
Sof. 2:13). Además, podría indicar la percepción de Israel en cuanto al norte, donde sus vecinos pensaban que vivían
sus dioses (ver Is. 14:13).
TM Texto Masorético
TM Texto Masorético
William Sanford LaSor, David Allan Hubbard, and Frederic William Bush, Panorama Del Antiguo Testamento:
Mensaje, Forma Y Trasfondo Del Antiguo Testamento (Grand Rapids MI: Libros Desafío, 2004), 429-435.

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