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• La Terapia Centrada en Soluciones o TCS, es

un enfoque breve que forma parte de la


“Terapia Sistémica”.
• Su creador fue Steve de Shazer (Milwaukee,
1940) quien inicia la práctica de la TCS en el
Centro de Terapia Familiar Breve de
Milwaukee - EE.UU junto a un grupo de
terapeutas, entre ellos: Insoo Kim Berg, Scott
Miller, Michael Weiner Davis, Bill O'Hanlon
entre otros.
• El trabajo central de la TCS se basa en
aprovechar las propias soluciones que los
clientes vienen empleando para resolver su
problema, considerando que el problema en su
mayoría de veces no ocurre el 100% del tiempo,
sino que existen ciertos momentos en los cuales
el problema no aparece (o aparece en menor
intensidad o frecuencia) y que en lenguaje de la
TCS se denominan “Las excepciones”.
• No investiga la historia del problema ni intenta hacer un
diagnóstico ("neurosis obsesiva", "bulimia", "conflicto
marital", "ambigüedad en los roles parentales"...). Es
más, ni siquiera le interesa hablar del problema, a veces,
incluso, ni siquiera llega a saber cuál es o era el
problema.
• No asume la posición de un experto. No trata de educar a
la familia, persona que tiene delante o corregir supuestos
"defectos" ni de proponer normas de comportamiento.
• No trabaja sólo con pacientes individuales (“Terapia
individual"), pero tampoco insiste en tener a toda la
familia en la sesión (“Terapia familiar").
• Convoca a todos aquellos que pueden ayudar a generar
soluciones, incluyendo a miembros de la red social y
profesional: maestros, vecinos, educadores especiales,
médicos y otros.
• Se puede afirmar (en base a la práctica
profesional y a las investigaciones realizadas) es
que la TCS es una terapia altamente efectiva
cuando se aplica con una formación
especializada.
• La TCS es un enfoque amplio. Por tal motivo
presentaremos tres elementos centrales que
sustentan la TCS: Sus premisas teóricas, Sus
técnicas y La postura del terapeuta.
• Punto de Vista Sistémico. La TCS nace en el
seno de la familia sistémica, en donde el cliente,
la familia y la interacción (terapeuta – cliente)
son considerados sistemas.
• Es bueno aclarar que esta premisa no significa
que el enfoque sólo se aplica en sistemas
familiares (u otros sistemas: grupo de pares,
sistema escolar, etc.), sino que de igual manera
puede aplicarse en casos individuales.
• El constructivismo relacional. Se basa en la
construcción que cada persona elabora de la
realidad.
• Un mismo hecho es percibido por cada persona
de manera distinta y el significado que le asigne a
cada experiencia se refleja en los relatos. En TCS,
se generan diferentes relatos sobre el problema
que permiten abrir nuevas alternativas para tener
una visión distinta de lo que les ocurre.
• El punto de vista centrado en Soluciones. El
trabajo del terapeuta se centra en localizar,
movilizar y remarcar el papel de estos recursos
en la vida de los clientes.
• Esta premisa se complementa con la idea del no
normativismo, respetando las diferencias
individuales sin tratar de encajar a los clientes
en una norma o modelo de persona.
• Cambio pretratamiento. Es una técnica que
forma parte del trabajo con “excepciones”
buscando aprovechar las mejorías
(relacionadas con la demanda del cliente)
ocurridas en el intervalo de tiempo entre el
pedido de consulta y la primera sesión. Por
ejemplo el contacto por teléfono para realizar
una cita, se suelen registrar algunos datos.
• La pregunta Milagro. Es la técnica se emplea
con mayor frecuencia debido a sus resultados
positivos, diferenciándose con cada cliente, esta
técnica fue inspirada en la técnica de la “bola de
cristal” de Milton Erickson.
• Esta técnica tiene dos propiedades importantes,
una para el terapeuta y otra para el cliente. Para el
terapeuta, permite construir objetivos y para el
cliente tiene una propiedad terapéutica,
motivadora.
• Escala de avance. Es una forma de buscar
excepciones, que permite valorar las mejorías que se
van dando entre sesión y sesión, se formula la siguiente
pregunta: ¿En una escala del 1 al 10, donde 1 significa
el momento en el que peor han estado las cosas que te
han traído a terapia y el 10 el momento en el que las
cosas se han resuelto dónde ubicas las cosas ahora?
• Existen otras modalidades que se pueden aplicar
dependiendo de lo que se desee valorar, por ejemplo:
escala de confianza, escala de disposición para trabajar,
escala de utilidad de la terapia, etc.
• Preguntas de afrontamiento: Sirven para conversar
sobre los recursos de la familia en situaciones negativas,
incluso de extrema adversidad. Cuando no es posible
identificar excepciones o mejorías, es preferible no
empeñarse en encontrar excepciones a toda costa, y en
lugar de ello adaptarse a la postura negativa de los
consultantes “¿Qué estás haciendo para sobrellevar
todos estos problemas?” “¿Cómo consigues seguir
levantándote por las mañana y atender a tus hijos, pese a
todo?”.
• e) Secuencia pesimista: Es un paso más en la línea
anterior. Aquí la terapeuta no sólo renuncia a buscar
excepciones, sino que adopta una postura incluso más
negativa que la de los propios consultantes: “¿Cómo es
que no has tirado la toalla, en vista de las dificultades?”
“¿Has planteado dar a vuestro hijo en adopción?”. Está
indicada cuando los consultantes responden las preguntas
más directas de forma negativa y pesimista, o cuando
expresan abiertamente su falta de esperanza en que las
cosas puedan mejorar.
• f) Prevención de recaídas: esta técnica nos parece
fundamental, especialmente en la intervención con problemas
que suelen cursar con recaídas, como los hábitos
autodestructivos. Eso sí, optamos por hacer prevención de
recaídas centrada en soluciones. Se trata de investigar primero
qué factores podrían precipitar un retroceso terapéutico o una
recaída, y luego discutir los planes de acción de la familia:
“Imaginemos que pese a tus buenas intenciones vuelven a
enfadarse y están a punto de tener una pelea. ¿Cuál es vuestro
plan para evitarla?” “Y si, pese a todo, la pelea se produjese,
¿qué podrías hacer para detenerla?” “Imaginemos que la pelea no
sólo se produce, sino que no consigues detenerla y se van de las
manos. ¿Qué ideas tienes sobre cómo volver a hacer las paces?”.
• Utilización del lenguaje del cliente: Implica
renunciar al lenguaje técnico (psicológico) para
adaptarse al lenguaje del cliente, sintonizando de
esta manera con su postura y creando mayor
relación terapeuta-cliente.
• Uso del lenguaje presuposicional: Consiste en
referirse a hechos que han ocurrido o van a
ocurrir. Por ejemplo: ¿qué mejorías han
observado? En lugar de un lenguaje condicional;
¿han notado alguna mejoría?.
• Uso de elogios: Se basa en no guardarse todo lo bueno
que se observa para uno mismo, si no que resulta muy
útil compartir con los clientes lo que ha llamado la
atención de ellos y lo que están haciendo bien.
• Meta-comunicación: “ir más allá de la
comunicación”. Es trasmitir a los clientes temas que
pueden ser considerados muy “sinceros” es parte del
lenguaje del terapeuta, incomodidades percibidas,
dudas o cualquier aspecto que el terapeuta considera
necesario comentar al cliente.
• Un terapeuta centrado en soluciones no busca
mostrarse como “experto”, evita posturas
autoritarias o imponer sus ideas, por el contrario
reconoce que son los clientes los expertos en sus
vidas, que poseen los recursos necesarios para
resolver el problema.
• El rol terapeuta se centra en movilizar dichos
recursos y ayudar los a encontrar las soluciones
que ellos mismos ya conocen pero que por
diversos motivos no lo tienen claro.
• En este modelo el terapeuta cuida al
máximo la relación con el cliente. Entablar
y mantener una buena relación empática es
básico para mostrar el respeto hacia los
clientes además para conseguir una actitud
colaboradora que facilita la recepción
adecuada de las semillas para el cambio
sembradas en la terapia.
• Postura post-estructuralista
• Construccionismo social
• Rechazo del normativismo
• Los clientes tienen los recursos y fuerzas para resolver
sus quejas
• No hace falta saber mucho sobre el problema para
resolverlo
• Los clientes definen los objetivos
• “Si algo no está estropeado, no trate de arreglarlo”
No busca hacer un diagnóstico
• Se centra en las soluciones, en los recursos del cliente
• Analiza la forma de cooperación de cada cliente
• Crea esperanza de un futuro sin el problema
• Sabe que los objetivos deben ser trazados por los clientes
• Sabe que las soluciones las tienen los mismos clientes
• Sabe que los logros alcanzados son mérito de los clientes
• Los elogios recogen aquello que la familia está
haciendo bien, realza sus cualidades o subraya
sus recursos.
• La tarea o tareas, por su parte, proponen
alguna cosa a hacer o pensar hasta la próxima
sesión.
• Pedir algo que sea coherente con lo hablado
durante la entrevista.
• Sugerir sólo aquello que consideremos que los
clientes están dispuestos a (y pueden) hacer. La idea
es muy simple: no sirve de nada crear una tarea
brillante, si está fuera del alcance de los clientes o
simplemente si éstos no están dispuestos a hacerla.
• Hacer la sugerencia más sencilla que sea posible, y el
menor número de ellas. Aplicamos aquí una especie
de "navaja de Ockham": en caso de duda entre varias
tareas, elegiremos la menos complicada.
• http://sisbib.unmsm.edu.pe/BVRevistas/rev_psicologia_cv/v09_2007/pdf/a12-
• http://psyciencia.psyciencia.netdna-cdn.com/wp-content/uploads/2013/12/El-
modelo-de-la-Terapia-Familiar-Centrada-en-Soluciones-

• Beyebach M. (1999). Introducción a la Terapia Centrada en las Soluciones. En (J.


Navarro, comp.)Prevención en Intervención en Salud Mental. Salamanca: Amarú
• O´Hanlon W.H. - Weiner-Davis M. (1990). En busca de soluciones. Barcelona:
Paidós.
• Selekman M. (1996). Abrir caminos para el cambio. Soluciones en terapia breve
para adolescentes con problemas. Barcelona: Gedisa.
• De Shazaer, Steve (1995). Claves para la solución en terapia breve. Paidós.
• O´Hanlon, William (1993). Raíces Profundas. Paidós.
• Cade, Brian - O´Hanlon, William (1995). Guía Breve de Terapia Breve. Paidós.

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