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Autoestima
Autoestima
Ésta es la confianza en nuestra capacidad de pensar, en nuestra capacidad de enfrentarnos a los desafíos
básicos de la vida. La confianza en nuestro derecho a triunfar y a ser felices; el sentimiento de ser
respetables, de ser dignos, y de tener derecho a afirmar nuestras necesidades y carencias, a alcanzar
nuestros principios morales y a gozar del fruto de nuestros esfuerzos.
*Vivir conscientemente. Supone enfrentar la vida asumiendo una actitud proactiva, es no limitarse a
resolver los problemas, sino salir a su encuentro. Se trata de aceptar los errores, corregirlos y aprender
de ellos. Vivir conscientemente implica ser reflexivos y conocernos profundamente, sabiendo por qué
tomamos unas decisiones en vez de otras. Significa reconocer nuestras debilidades, pero también
nuestros valores.
Aceptarse a sí mismo. Es imposible que logremos amarnos si no nos aceptamos completamente, con
nuestras virtudes y defectos. Las personas que no se aceptan, viven saboteando sus relaciones y logros
profesionales porque creen que no merecen tener amor ni éxito. Sin embargo, cuando nos aceptamos
logramos reconciliarnos con nosotros mismos y también reconciliarnos con los errores del pasado. La
aceptación es clave para reforzar la autoestima. Obviamente, la aceptación no implica que no estemos
dispuestos a mejorar sino que comprendemos nuestros límites y, aún así, somos felices porque nos
centramos en nuestros logros y fortalezas.
Autorresponsabilidad. Significa que comprendemos y aceptamos que somos responsables de nuestros
comportamientos y decisiones, así como de nuestros deseos, valores y creencias; lo cual
también implica que somos responsables de nuestra felicidad. Esta actitud nos permite dejar de culpar
a los demás, tomar las riendas de la vida y concentrarnos, finalmente, en lograr nuestras metas. No
obstante, eso no implica que seamos responsables de todo lo que sucede, también somos conscientes
de que existen situaciones que se escapan de nuestro control.
Autoafirmación. Implica respetar nuestras necesidades, valores y sueños, buscando alternativas de
comportamientos que sean congruentes con lo que pensamos, sentimos y deseamos. Significa que nos
tratamos con respeto y que nos mostramos tal cual somos porque no sentimos la necesidad de cambiar
tan solo para agradar a los demás por miedo a su rechazo.
Vivir con propósito. Comprendemos que nuestra felicidad y decisiones no están a merced del azar o
de otras personas sino que dependen de nosotros mismos. También implica ser capaz de identificar y
poner en práctica todas las acciones imprescindibles para tomar las riendas de nuestro destino. Vivir
con propósito es utilizar nuestras aptitudes para lograr algo que realmente nos apasiona y satisface.
Integridad personal. Es la integración de creencias, valores e ideales con nuestro modo de actuar.
Implica comportarnos según lo que creemos, siendo congruentes con nuestras ideas y forma de ver el
mundo. Cuando no seguimos nuestras convicciones y nos contradecimos, nos venimos abajo y la
autoestima termina quebrándose.
* Vivir conscientemente: Es respetar la realidad sin evadirse ni negarla, estar presente en lo que
hacemos mientras lo hacemos. “Donde está mi cuerpo, está mi mente”. Ser consciente del mundo
interno como el externo.
Una persona consciente, reflexiona, analiza, pondera y juzga los acontecimientos, ve sus causas y sus
consecuencias. Es decir, sabe tomar decisiones libremente y acepta las consecuencias de sus actos.
Hay que comprender nuestro potencial. Hay que aceptar no solamente los errores, sino también aceptar
todas nuestras potencialidades, y el hacerlo implicará mayores responsabilidades. Cuando rechazamos
y sacrificamos partes de nosotros mismos, sean cuales fueran las razones, el resultado es que
empobrecemos nuestro sentido del yo
*Ser autorresponsable: Hay que reconocer que somos los autores de nuestras decisiones y nuestras
acciones, la realización de nuestros deseos, la elección de nuestras compañías, de cómo tratamos a los
demás en la familia, el trabajo, amistades, cómo tratamos nuestro cuerpo y por último, nuestra
felicidad.
Tener principios de conducta a los que nos mantengamos fieles en nuestras acciones
La importancia de una autoestima saludable reside en que es la base de nuestra capacidad para
responder de manera activa y positiva a las oportunidades que se nos presentan en el trabajo, en el
amor, en la diversión. Es también la base de esa serenidad de espíritu que hace posible disfrutar de la
vida.
3- Riso señala que hay cuatro elementos que son los más importantes a la hora de configurar la
autoestima general y aunque en la práctica están entremezclados, para fines didácticos, los separa
conceptualmente para analizarlos mejor. Ellos son:
*Autoconcepto: Se refiere a los que piensas de ti, al concepto que tienes de ti mismo.Los que no se
quieren a sí mismos han aprendido a echarse la culpa por todo lo que hacen mal y a dudar del propio
esfuerzo cuando hacen algo bien.
*Autoimagen: Tiene que ver con qué tanto te gustas a ti mismo. La comparación obsesiva te destruye,
magnificar los defectos personales destruye la autoestima.
*Autoeficacia: Tiene que ver con qué tanta confianza tienes en ti mismo. No exigirse es tan malo
como “sobre exigirse”. Deben reforzar este elemento aquellas personas cuyas metas son pobres,
vacilantes e inseguras, que desfallecen ante el primer obstáculo y se muestran indecisas ante los
problemas.
*Autorefuerzo: Tiene que ver con qué tanto te premias y te das gusto. Es absurdo que el propio “yo”
ocupe el último lugar de la expresión de afecto que somos capaces de dar.
Bibliografía: