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PARTE I

Teoría

1 Definición ............................................................ 2

Los puntos gatillo


2 Clasificación de los puntos gatillo ..................... 3

3 Patofisiología de los puntos gatillo................... 5

4 Diagnóstico de los puntos gatillo .................... 12

5 Terapia de los puntos gatillo ............................ 18

6 Introducción a la técnica de
tratamiento muscular ....................................... 21

7 Factores que mantienen los puntos gatillo ..... 24

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3

2 Clasificación de los puntos


gatillo
2.1 Puntos gatillo activos y latentes
Diferenciamos entre puntos gatillo activos y puntos gatillo latentes. Un punto gatillo
activo provoca dolor tanto en reposo como durante la actividad muscular. Un punto
gatillo latente, en cambio, puede presentar todos los signos diagnósticos de uno activo
(ver más adelante), pero solamente genera dolor a la palpación.
Los puntos gatillo activos pueden pasar a ser puntos latentes, especialmente si per-
duran los factores que mantienen el punto gatillo o si el músculo es suficientemente
estirado a través de la actividad cotidiana normal.

Teoría
También puede ocurrir que un punto gatillo latente perdure silencioso durante
años en un músculo y se transforme en punto gatillo activo. Los factores que favore-
cen esta transformación son, por ejemplo, el sobreestiramiento o una actividad muscu-
lar excesiva, es decir, en sentido más amplio, una disfunción por sobrecarga muscular.

2.2 Síntomas
Los siguientes síntomas indican la existencia de un punto gatillo activo o latente:
• Limitación activa y/o pasiva de la movilidad en elongación (estiramiento) y
acortamiento del músculo afectado. Se impone una sensación de rigidez del
movimiento.
• Debilidad del músculo afectado.
• Dolor irradiado o referido con unos patrones característicos definidos para cada
músculo. En los puntos gatillo activos, el dolor referido aparece cuando hay
actividad, en reposo o a la palpación del punto gatillo. Los puntos gatillo latentes
solamente presentan el patrón típico al realizar la palpación diagnóstica.

La rigidez y la debilidad muscular suelen mostrarse especialmente tras largos períodos


de reposo o de forma general después de un período de inactividad. Los típicos ejem-
plos son la rigidez matutina o el dolor muscular que aparece después de estar sentados
durante mucho rato.
La magnitud de los síntomas y la sensibilidad a la palpación de los puntos gatillo
activos pueden cambiar en pocas horas. Los síntomas de la actividad de los puntos
gatillo pueden permanecer durante mucho tiempo después del factor que los ha des-
encadenado.
Otros síntomas que pueden ser desencadenados por estos puntos son:
• Cambios vegetativos en la zona del dolor referido, como, por ejemplo,
vasoconstricción local, sudoración, lagrimeo, aumento de las secreción nasal,
aumento de la actividad pilomotora (piel de gallina).

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5

3 Patofisiología de los puntos


gatillo
3.1 Aumento local de la tensión del punto
gatillo, dolor referido
El aumento de la tensión local del punto gatillo es atribuido a una alteración, es decir, a
un aumento de la sensibilidad de las fibras nerviosas del grupo 3 y del grupo 4. Es-
tos nervios forman los nociceptores en un músculo en forma de terminaciones nervio-
sas libres. Si una de estas fibras nerviosas está más sensible a los estímulos, significa que
los pequeños estímulos, en este caso estímulos dolorosos, provocan una reacción au-

Teoría
mentada en el cuerpo. Esta reacción puede desembocar, por ejemplo, en un aumento
de la percepción dolorosa o en la aparición de reacciones vegetativas más marcadas. De
forma general, esta reacción más fuerte de las fibras nerviosas nociceptivas aferentes a
un estímulo puede provocar respuestas eferentes en los nervios que no reaccionarían en
condiciones normales. La elaboración de la información para estos fenómenos se realiza
a nivel segmentario medular.
Las sustancias que provocan un aumento de la sensibilidad de las fibras del grupo 3
y del grupo 4 son, por ejemplo, la bradiquinina, la serotonina, la prostaglandina o la
histamina. Los impulsos aferentes de las fibras nociceptoras del grupo 3 o del grupo 4
también pueden ser responsables de que el cerebro interprete “erróneamente” estos impul-
sos y responda con dolor irradiado o con un aumento de la tensión. Los mecanismos
responsables de este fenómeno son los siguientes.

3.2 Proyección convergente


Existen dos posibles sinapsis alternativas en la médula espinal, en cuyas aferencias se
hace sinapsis con la neurona eferente (h fig. 3.1):
• Un impulso aferente nociceptivo proveniente de la piel, del músculo o de un
órgano interno hace sinapsis en la médula espinal con una interneurona
responsable de las dos aferencias antes de que esta neurona haga sinapsis a su vez
con la eferencia de respuesta al estímulo.
• Las aferencias de la piel, del músculo o de las vísceras presentan un trayecto final
común antes de que el estímulo sea conducido hacia la eferencia.

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6 Atlas de los puntos gatillo miofasciales

Tracto Piel
Piel
espinotalámico
Raíz posterior Raíz posterior
Tronco
simpático Nervio
cutáneo

R.
comunicante
gris
Rama
comunicante Nervio
alba visceral
Raíz anterior
Víscera

h Figura 3.1 Vías de formación del dolor referido (Schmidt y Lang, 2011).

Las informaciones aferentes no solamente son conducidas hacia la respuesta eferente,


sino también hacia el SNC a través del tracto espinotalámico. El sistema nervioso
central recibe un flujo de estímulos aferentes, y en ambas posibilidades de elaboración
segmentaria de los impulsos es imposible para el sistema nervioso diferenciar si el im-
pulso nociceptivo proviene de la piel, del músculo o de un órgano interno. Dado que
nuestro cuerpo, o, mejor dicho, el sistema nervioso central, ha aprendido a lo largo
de la vida que normalmente los estímulos nociceptivos, es decir, los estímulos perjudicia-
les, proceden normalmente del exterior, son interpretados como procedentes de la piel
o del músculo: un estímulo doloroso conducido hacia la percepción consciente a tra-
vés del tracto espinotalámico es sentido como dolor irradiado en el segmento cutáneo
correspondiente.
La actividad del impulso aferente procedente de un punto gatillo es tratada por el
sistema nervioso central como una aferencia nociceptiva procedente de un órgano in-
terno: la percepción del dolor tiene lugar en la piel, es decir, en la zona de referencia
segmentaria que le corresponde.

3.3 Facilitación convergente


Muchos nervios aferentes poseen una actividad de fondo. Se puede decir que generan
una especie de ruido de fondo, una actividad de impulsos que no proviene de estímulos
externos (o internos), sino que se explica neurofisiológicamente como una disminución
del umbral de estimulación mediante modificaciones en el canal de los iones. Por me-
dio de ellos se desencadenan más fácilmente los potenciales de acción. Esto puede ser
considerado como mecanismo de protección ante estímulos nociceptivos, que de esta
forma son identificados y se responde en ellos más rápidamente.

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4 Diagnóstico de los puntos


gatillo
Para el diagnóstico de los puntos gatillo es de gran ayuda proceder siguiendo los pasos
siguientes.

4.1 Anamnesis exacta


Para identificar los músculos en los que se han formado los puntos gatillo y que con-
ducen al paciente al cuadro sintomático actual, es necesario efectuar una anamnesis
detallada:
• ¿Ha habido un traumatismo que ha causado los síntomas actuales? ¿Se hizo, por
ejemplo, un esfuerzo importante cuando apareció el dolor o fue una caída lo que
provocó los síntomas?
• ¿En qué posición o con qué movimiento apareció el dolor por primera vez?
• ¿Hay disfunciones segmentarias, como, por ejemplo, bloqueos articulares o
hernias discales, que hayan podido facilitar la totalidad del segmento?
• ¿Existen disfunciones viscerales que hayan podido provocar la facilitación
hipertónica de la musculatura inervada por el mismo segmento por el reflejo
viscerosomático favoreciendo la formación de puntos gatillo?

4.2 Determinación del patrón doloroso


Puede ser de gran ayuda dibujar el patrón doloroso en un esquema del cuerpo humano
para poder reconocer los patrones típicos atribuidos a cada músculo. Al hacerlo se
debería clasificar el patrón doloroso en función de su aparición en el tiempo. No es raro
que los patrones se superpongan. Al efectuar este proceso deberíamos responder a las
preguntas siguientes:
• ¿Es posible identificar una secuencia de aparición del dolor a pesar de la
superposición de los patrones? ¿Es posible aislar áreas específicas de un músculo?
• ¿Hay algún aspecto en común en los patrones superpuestos, por ejemplo, la
misma inervación segmentaria, que indica la existencia de una disfunción en un
área funcional o estructural?

El dolor (y también el aumento de la tensión) que provoca la existencia de un punto


gatillo es proyectado y percibido normalmente a cierta distancia de la localización del
punto gatillo. También deberíamos tener en cuenta que el cuadro sintomático puede
variar notablemente en función de una postura desencadenante del dolor o por la
actividad muscular. Como consecuencia de ello, los síntomas pueden variar mucho en
un mismo día o de un día para otro.

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14 Atlas de los puntos gatillo miofasciales

a
d

b
e

f
c

h Figura 4.1 a-f Búsqueda de los puntos gatillo (según Travell y Simons, 1983).

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5 Terapia de los puntos gatillo


Además de las distintas técnicas con las que se pueden tratar los puntos gatillo, hay dos
aspectos muy importantes que considerar en la terapia:
1. Los factores que mantienen el punto gatillo provocarán una reactivación del
mismo, y con ello de los síntomas que provoca, de forma regular y al poco tiempo,
a pesar de haber obtenido buenos resultados inmediatos con el tratamiento. Por
ello, la eliminación de los factores es como mínimo tan importante como el
tratamiento del músculo.
2. El paciente debe implicarse en el tratamiento. Se trata de su cuerpo; por lo tanto,
debe colaborar. Es importante la sensibilización ante posturas o movimientos
perjudiciales, así como un programa individualizado de estiramiento de los
músculos afectados o de grupos musculares.

5.1 Técnica de estiramiento con aerosol


El objetivo de esta técnica es desactivar el punto gatillo colocando el músculo en su
posición de estiramiento máxima sin que esto provoque a su vez una contracción refleja
y dolor significativo.

5.1.1 Aplicación del crioaerosol


El crioaerosol es aplicado sobre la piel formando líneas paralelas en los puntos de la
superficie corporal en los que se proyecta el músculo a tratar. No se debe congelar. El
aerosol debe provocar únicamente una irritación de la piel que tenga como conse-
cuencia la “desviación de la atención” del flujo de estímulos aferentes, que provoque
un bloqueo de hipertono/espasmo reflejo a nivel medular en el músculo que debemos
tratar.
El aerosol es aplicado a una velocidad de 10 cm/s a todo lo largo del músculo a una
distancia de 45 cm y un ángulo de 30º respecto a la superficie. También se incluye la
zona de dolor irradiado. En las extremidades se trabaja de proximal a distal, y en el
tronco, de craneal a caudal.

5.1.2 Estiramiento pasivo


Después de haber aplicado 2 o 3 chorros de pulverización, se empieza con el estira-
miento pasivo del músculo. Lentamente, observando la respectiva barrera de tensión,
se lleva el músculo a su longitud máxima. Durante la fase de estiramiento se continúa
aplicando el aerosol.

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6 Introducción a la técnica de
tratamiento muscular
En este libro se han ilustrado las técnicas de estiramiento muscular y, por lo tanto, de
tratamiento de los puntos gatillo en todos aquellos casos posibles y necesarios. Deberíamos
tener siempre presente que el estiramiento es propiamente el tratamiento. El método
de estiramiento descrito a continuación funciona muy bien en la práctica. Pero antes de
describir la técnica, queremos dar algunas indicaciones básicas sobre el estiramiento
muscular.

6.1 ¿Cómo actúa el estiramiento?

Teoría
Cuando estiramos un músculo, en nosotros mismos o como estiramiento terapéutico
en un paciente, aparece un dolor de estiramiento. Cualquier persona sabe a qué nos re-
ferimos. Al cabo de un rato, el dolor disminuye, y llega a desparecer completamente si
se mantiene el estiramiento durante suficiente tiempo. Hay varios factores que desem-
peñan un papel relevante en la desaparición del dolor.

6.1.1 Cambios en la estructura muscular


Los estiramientos mantenidos durante largo tiempo y repetidos provocan una modifi-
cación de la microestructura de las sarcómeras. Se produce un aumento de las mismas.
Puesto que las sarcómeras están dispuestas en hileras una detrás de otra, el músculo se
elonga.
Un músculo acortado durante mucho tiempo también sufre modificaciones en sus
componentes conjuntivos intramusculares (epimisio, perimisio, endomisio, titín). El
tejido conjuntivo se adapta al acortamiento y actúa en contra del estiramiento de forma
notable. Solamente la aplicación de estiramientos mantenidos y repetidos a lo largo
de varias semanas, también a modo de autoestiramiento, será capaz de cambiar estas
modificaciones estructurales en el tejido muscular conectivo: los elementos conectivos/
fasciales se elongan y se deshacen los cross links o entrecruzamientos patológicos de las
microfibrillas. Como consecuencia se elonga el músculo; ésta será la única forma de
elongación efectiva. Si dejamos de lado el estiramiento del tejido conectivo para cen-
trarnos en la prolongación de las fibras musculares, el músculo no alcanzará su capaci-
dad de estiramiento máxima, por lo que se crearán las condiciones óptimas para la for-
mación de nuevos puntos gatillo.

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7 Factores que mantienen


los puntos gatillo
Los factores que mantienen los puntos gatillo pueden provocar que el tratamiento
realizado tenga como efecto tan sólo la eliminación temporal de los síntomas o dolen-
cias. Únicamente se alcanzará una ausencia de dolor perdurable si se identifican estos
factores y se eliminan.
Así pues, es posible que se desarrolle un punto gatillo por una caída o por una
sobrecarga puntual en un músculo. Si este punto gatillo es eliminado en un tiempo
próximo a cuando se produce el traumatismo, se obtiene rápidamente una restitución
integral. Este tipo de éxitos en el tratamiento suelen observarse en deportistas de alto
rendimiento, pues estos atletas profesionales están constantemente sometidos a control
terapéutico.
Si no se trata inmediatamente después del traumatismo, el cuerpo tiene tiempo de
desarrollar posiciones antálgicas y compensaciones que intentan proteger el músculo
lesionado de otras posibles sobrecargas. Estos mecanismos de compensación pueden
provocar a su vez sobrecargas en otros ligamentos, articulaciones, etc., y desencadenar
así nuevos síntomas. El traumatismo original queda situado entonces en segundo plano
y el miembro más débil de la cadena compensatoria presenta síntomas. Si en la explora-
ción clínica se identifica y se trata el punto gatillo original sin observar los mecanismos de
compensación que se han desarrollado más tarde, el éxito del tratamiento no será ni
duradero ni satisfactorio.
A continuación presentamos una lista de factores que mantienen los puntos gatillo,
sin pretender que ésta sea exhaustiva.

7.1 Factores mecánicos


• Diferencia en la longitud de las piernas.
• Posiciones incorrectas en sedestación o en bipedestación (por ejemplo, carga con
cizallamiento).
• Deformaciones de la columna vertebral.
• Tortícolis.
• Escápula alada.
• Torsiones pélvicas (disfunciones del ilion o del sacro).
• Posiciones incorrectas del cóccix.
• Diferencias en la longitud de los brazos.

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8 El segmento facilitado
La inervación de un segmento medular tiene varias facetas. El sistema nervioso animal
y el autónomo tienen aquí su punto de partida. Por un lado, las fibras nerviosas aferen-
tes se dirigen hacia la médula espinal entrando por el cuerno o asta posterior, y por otro
lado, las eferencias abandonan el segmento por el cuerno o asta anterior. Entre estos dos
procedimientos existen múltiples sinapsis de estas cualidades nerviosas en la misma mé-
dula. Mediante la conducción de la corriente de impulsos a las interneuronas se crean
diversas posibilidades de modulación para el impulso nervioso original: los impulsos
pueden ser reforzados, pero también pueden ser debilitados. Los mecanismos que ha-
cen que esto sea posible se encuentran parcialmente a nivel segmentario, aunque tam-
bién reciben la influencia conductora o inhibidora de los centros craneales, como, por
ejemplo, a través del sistema extrapiramidal.
Si consideramos aisladamente las aferencias, podemos dividir el segmento medular
en diferentes compartimentos. Encontramos nervios aferentes procedentes del esclero-
toma. Con ello no nos referimos solamente a la inervación de los huesos, sino también
a la inervación de las articulaciones (incluido el cartílago), las cápsulas articulares, las
fascias, la glándula sinovial y los ligamentos. La percepción de la sensibilidad profunda
y del dolor corre a cargo de las neuronas del esclerotoma.
La musculatura también presenta una inervación segmentaria: el miotoma. Los
músculos, con sus fibras y sus sensores tendinosos, también proporcionan información
de la sensibilidad profunda y del dolor.
Una región de la piel es exclusivamente inervada por un segmento medular: el der-
matoma. En él tiene lugar la percepción aferente de la sensibilidad superficial.
La última zona de inervación de un segmento que debemos mencionar es el visce-
rotoma. Las informaciones aferentes del dolor o de posibles agentes perjudiciales en
general son conducidas hacia la médula espinal.
Lo mismo que es válido para las aferencias lo es también para las eferencias. Cada
zona de inervación es regulada de forma eferente desde la médula espinal; así tiene
lugar la inervación motora de fascias, músculos, órganos internos o músculos esque-
léticos.
Esto es, por decirlo de alguna manera, el hardware de un segmento. El software es lo
que nosotros conocemos como un segmento facilitado. Los flujos de estímulos afe-
rentes son ampliamente procesados y modulados a nivel medular y respondidos en
forma de impulso eferente. El procesado de esta información puede llegar a implicar a
todas las zonas de inervación de un segmento, y la respuesta eferente también puede ser
heterogénea.
Un ejemplo: Una persona tiene una úlcera duodenal. La información sobre la le-
sión de la mucosa es transportada a la médula espinal a través de las aferencias viscerales.
La respuesta que se dé a esta información también implicará a todo el segmento. Por un
lado, es posible que reaccione el viscerotoma: la musculatura lisa estará hipertónica, se
crea un espasmo de la pared intestinal. Mediante las sinapsis medulares también se po-
dría esperar una respuesta en el dermatoma: las regiones cutáneas abdominales segmen-

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PARTE II

Los puntos gatillo

9 Dolor en la nuca y en la cabeza ........................ 30

Los puntos gatillo


10 Dolor torácico superior,
en el hombro y en el brazo ............................... 82

11 Dolor en el codo y en los dedos ..................... 146

12 Dolor en la parte superior del tronco ............ 217

13 Dolor en la parte inferior del tronco ............. 262

14 Dolor en la pelvis, en el muslo y en la rodilla 296

15 Dolor en la pierna, en el tobillo y en el pie ... 344

16 Dibujos anatómicos ........................................ 426

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30

9 Dolor en la nuca y en la cabeza


9.1 M. trapecio
h Capítulo 8, h figuras 9.2 y 9.3
Dibujos anatómicos en h figura 16.1, h pág. 426

9.1.1 Anatomía e irradiación del dolor


Origen
• Tercio medio de la línea nucal superior.
• Ligamento nucal.
• Apófisis espinosa y ligamentos supraespinosos hasta el cuerpo de T12.

Inserción
• Tercio externo del borde posterior de la clavícula.
• Segmento medial del acromion.
• Borde superior de la espina de la escápula.

Función
• Rotación externa de la articulación del hombro.
• Elevación de la escápula.
• Retracción de la escápula hacia la columna vertebral.
• Con la escápula fijada: extensión y flexión lateral de la CVC.

Inervación
• N. accesorio.
• Fibras propioceptivas de C3/C4.

Localización de los puntos gatillo


Los puntos gatillo (PG) del m. trapecio se encuentran en la totalidad del músculo:
• PG 1: en el borde libre de la porción descendente, palpables como ligamentos
hipertónicos.
• PG 2: posteriormente a PG1 y por encima de la espina de la escápula,
aproximadamente en medio de la espina.
• PG 3: en la región del borde lateral de la porción ascendente, cerca del borde
medial de la escápula.
• PG 4: en la porción ascendente, directamente debajo de la espina de la escápula,
cerca del borde medial de la escápula.
• PG 5: en la porción horizontal, aproximadamente 1 cm medial a la inserción del
m. elevador de la escápula, en la escápula.
• PG 6: en la fosa supraespinosa de la escápula, cerca del acromion.

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Dolor en la nuca y en la cabeza 31

Irradiación del dolor


• PG 1: en la región posterior y lateral del cuello y la nuca, hasta la apófisis
mastoides, lateralmente a la cabeza, especialmente en la zona de las sienes y de la
cavidad ocular, ángulo mandibular.
• PG 2: apófisis mastoides y parte superior de la CVC (posterolateral).
• PG 3: apófisis mastoides y parte superior de la CVC (posterolateral) y en la región
del acromion.
• PG 4: siguiendo el borde medial de la escápula.
• PG 5: paravertebral, entre el cuerpo de C7 y el PG6.
• PG 6: techo del hombro, acromion.

Los puntos gatillo


PG

PG
PG
PG

PG

h Figura 9.1 h Figura 9.2

PG

h Figura 9.3

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32 Atlas de los puntos gatillo miofasciales

9.1.2 Procedimiento osteopático


Anamnesis
Los pacientes describen frecuentemente la presencia de dolor en puntos gatillo de la
porción descendente y de la porción transversa. La irradiación del dolor se concentra
en la región del hombro y de la nuca y en la cabeza.
Los mecanismos de producción suelen ser sobrecargas agudas, por ejemplo, por la
práctica de disciplinas deportivas con movimientos explosivos (tenis, squash), o sobre-
cargas crónicas, como, por ejemplo, posiciones de carga o actividades unilaterales (acti-
vidades por encima de la cabeza, llamar por teléfono con el auricular sostenido entre la
cabeza y el hombro, rotación de la cabeza mantenida durante horas hacia un lado por el
trabajo con una pantalla).

Hallazgo
Provocación del dolor por compresión del punto gatillo. Para aumentar más el dolor se
puede repetir el movimiento con estiramiento simultáneo del músculo. Si el dolor es muy
agudo, el estiramiento del músculo es suficiente como provocación.

Test y técnica
Estiramiento y palpación con compresión del punto gatillo (h figs. 9.4 y 9.5).

Indicaciones para el diagnóstico diferencial


• La presencia de dolor en la zona interescapular relacionado con la respiración
puede indicar la existencia de disfunciones de la columna vertebral con
implicación de las costillas.
• Si aparece dolor irradiado en el brazo con el estiramiento de la porción ascendente,
deberíamos comprobar ampliamente los síntomas radiculares de la CVC.

Órganos internos asociados


• Hígado.
• Vesícula biliar.
• Estómago.

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Dolor en la nuca y en la cabeza 33

Técnica

Los puntos gatillo


h Figura 9.4 Tratamiento de los puntos gatillo 1 y 2 con rotación
contralateral de la cabeza para estirar previamente el músculo.

h Figura 9.5 Tratamiento de los puntos


gatillo 3 y 5 con el brazo colgado para
estirar previamente la porción
transversa y ascendente.

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78 Atlas de los puntos gatillo miofasciales

9.13 Guía del dolor


Los músculos descritos en este capítulo provocan dolor en la región de la cabeza y de la
nuca cuando tienen puntos gatillo activos (h tablas 9.1, 9.2 y 9.3, y h figs. 9.35,
9.36 y 9.37) que puede ser erróneamente interpretado como:
• Migraña.
• Artrosis de la articulación temporomandibular.
• Sinusitis.
• Faringitis.
• Laringitis.
• Patologías dentarias.
• Neuralgia del trigémino, etc.

Tabla 9.1 Dolor de cabeza

Músculo Frecuencia Página


M. trapecio Muy frecuente h Pág. 30

M. esplenio de la cabeza Muy frecuente h Pág. 66

M. esplenio del cuello Muy frecuente h Pág. 66

M. semiespinoso de la cabeza y del cue- Muy frecuente h Pág. 70


llo
Mm. multífidos Muy frecuente h Pág. 70

Mm. rectos posteriores mayor y menor Muy frecuente h Pág. 74


de la cabeza
Mm. oblicuos inferior y superior de la Muy frecuente h Pág. 74
cabeza
M. masetero Frecuente h Pág. 38

M. temporal Frecuente h Pág. 42

M. pterigoideo lateral Frecuente h Pág. 46

M. pterigoideo medial Frecuente h Pág. 50

M. occipitofrontal Frecuente h Pág. 62

M. esternocleidomastoideo Raro h Pág. 34

M. orbicular del ojo Raro h Pág. 58

M. cigomático mayor Raro h Pág. 58

Platisma Raro h Pág. 58

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80 Atlas de los puntos gatillo miofasciales

M. esplenio del cuello

M. esplenio de la cabeza M. semiespinoso

M. trapecio Mm. miltífidos

Platisma M. recto de la cabeza


Dolor de
cabeza
M. cigomático mayor Mm. oblicuos de la cabeza

M. orbicular del ojo M. masetero

M. esternocleidomastoideo M. temporal

M. occipitofrontal Mm. pterigoideos

h Figura 9.35 Dolor de cabeza

M. masetero

Dolor de
muelas

M. temporal

h Figura 9.36 Dolor de muelas

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Dolor en la nuca y en la cabeza 81

M. esplenio del cuello

M. trapecio M. semiespinoso

Mm. multífidos

M. digástrico Dolor M. elevador de la escápula


nucal

M. infraespinoso

Los puntos gatillo


M. bíceps braquial

M. tríceps braquial Mm. escalenos

h Figura 9.37 Dolor nucal

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426

16 Dibujos anatómicos
M. trapecio, porción descendente

Aponeurosis del m.
PG 1 trapecio

PG 2 M. trapecio, porción horizontal

Espina de la escápula
PG 5
M. deltoides
M. trapecio
PG 6 PG del m. dorsal
ancho
PG 4
M. romboides
mayor
M. dorsal ancho

M. trapecio, porción ascendente


PG 3
Fascia toracolumbar

h Figura 16.1 M. trapecio (h apartado 9.1) y m. dorsal ancho (h apartado 10.7)

M. milohioideo M. digástrico (vientre anterior)


Mandíbula

M. estilohioideo
Ángulo
mandibular M. digástrico
(vientre posterior)
Hueso M. tirohioideo
hioides M. omohioideo
M. esternocleido-
Cartílago mastoideo
tiroides M. esternohioideo
PG del m. esterno- M. trapecio
cleidomastoideo

M. omo-
Cartílago hioideo
cricoides Clavícula
Glándula Cabeza
tiroides clavicular del m. esternocleido-
mastoideo
Cabeza
esternal

h Figura 16.2 M. esternocleidomastoideo (h apartado 9.2)

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PARTE III

Anexo

17 Bibliografía ...................................................... 454

Los puntos gatillo


18 Abreviaciones .................................................. 456

19 Referencias de las imágenes .......................... 457

20 Índice alfabético .............................................. 458

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