RESOLUCION DE CONFLICTOS

Para una buena resolución de conflictos hay que saber pensar; es necesario
saber plantear bien los problemas. Buscar la mayor cantidad de soluciones
para dicho problema, ser conscientes de las consecuencias que puede traer
las decisiones que tomemos y actos que tengamos frente a esta cuestión
saber ponernos en el lugar del otro y poder ver las cosas como él o ella las ve
La vida está llena de conflictos en cierta manera y cotidianamente nos
enfrentamos a muchos de ellos. Maduramos y aprendemos cuando
resolvemos bien un conflicto pero nos amargamos y frustramos cuando no
damos una solución asertiva y los resolvemos mal. Existen diferentes tipos de
conflictos los impersonales son los que tenemos con las cosas por ejemplo un
problema con el carro que se quedó sin gasolina o la lavadora que deja de
funcionar, las llave que se parte en la cerradura, etc. Estos conflictos son muy
frecuentes y algunas ocasiones dolorosos, pero no hay duda alguna que los
perores conflictos son los interpersonales estos son los que tenemos ya no
con las cosas sino con las otras personas por ejemplo: desamores,
infidelidades, penas, y resentimientos además que puede que los conflictos
impersonales se conviertan en interpersonales entonces cambian los factores
ya no es porque el carro se haya quedado sin gasolina si no porque los del
taller lo revisaron y no se dieron cuenta que estaba con poca gasolina ya no
se le guarda rencor al carro o la lavadora sino al que lo vendió o al que lo
reviso y lo hizo mal somos expertos en culpar a las personas en vez de buscar
una solución adecuada.
- Pensamiento casual: es la capacidad de diagnosticar bien un problema
- Pensamiento alternativo: es la capacidad de imaginar soluciones
diversas
- Pensamiento consecuencial: es la capacidad de prever las
consecuencias de nuestros actos y asumirlas
- Pensamiento de perspectiva: capacidad de ponerse en el lugar del otro
- Pensamiento medios-fin: es la capacidad de trazarse objetivos claros y
saber buscar los medios para conseguirlos