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CAPITULO IV iw 7 COMPORTAMJENTO DE LOS METALES PACTORES QUE INPLUYEN EN KL COMPORTAMIENTO DE LOS METALES: Los metaley se comportan en servicio de acuer- zo medio que se do con sus mropledides mecdnicas regidas, como hemos visto, !por los procesos de deformacion y rotura, pero en la manifgstacién de estas propie- dades influyen poderosamente factores que afec- tan al desarrolla de aquellos procesos, { Estos factores, que estin regidos por las con- diciones de yervicio que se imponen al metal, pueden (ener cardcter yeométrico, fisico 0 meca- nico y Mectan tan profundamente a los, proce: #08 de deformacién y rotura que pueden provo- ear conductip contrarias & Jas que deberian es perarse de lap propie del metal. Fixaminaremos brevemente la accién de tales {actores, » PACTOIWS GCHOMETRICOS Efecto de entallae--Cuando wna pieza meta. lica sufce Ja accion de una carga, oe desarrollan en Su Beno Lensiones que transmiten sus efectos — Ha. 47.—Pactorey 1 puntos del metal, Ahora bien, estas ern ao Hage ge distribuyen de una ma nora regular y homogénea por todo el metal, sino camente las Kneas| ue influyen on st distribucién los obsticulos contracién de ésti “que se opongan a pu normal (vansnisién, asl como que origina Ww agin de las plezas que, implicando arrolladas en tate, brujeos de direccién en tas lineas de tens figura 38, ~homogénea, Asi, v entalla 0 un camb| sidn, origina la fomacion de puntos de concen- _tracion de tension solicitado por ve muy superiores al esfuer- js, en los que el material se ve riginarfa en una distribucion mos en la figura 37 cémo una Jo de seccién, al desviar brus- t 4 Que influyen en la distribuckin lo tensiones, de tensisn, provocan una con- istribucién de tensiones des- PUALOS, como se indica en la ‘ £n los puntos de inflexidn, lo Fic. 38.—Esquema de distribucin de tensiones. La relacién q ow entre la maxima tensién en el punto de concen: tracién y el promedio que soporta la barreta en a seeci6n minima se denomina factor de concen. tractén. El efecto de entalla se traduce, pues, en un aumento local de los esfuerzos a que se somete el metal, tanto mayor cuanto mayor sea su fac- tor de concentracién. Este factor es puramiente geométrico, pues depende de la forma. de la en- talla, y es tanto mayor cuanto mas aguda y pro- funda sea ésta. La configuracién de las piezas y los defectas externos o internos, provocando efectos de enta- “la, pueden agravar las condiciones de trabajo de un metal, que si bien podria soportar el esfuerzo medio a-que debiera estar sometido, puede no - soportar la concentracién de tensiones que en- gendra un esfuerzo local muy superior a aquél. Esta concentracién sélo se mantiene en el pe- viodo eldstico, y si el metal no fuera capaz de deformarse pldsticamente, la rotura se produci- rfa cuando el esfuerzo local a, en la rafz de la entalla, alcanzase el valor del esfuerzo de rotura oq del metal, que serfa, en consecuencia, cuando “el esfuerzo inedio ose hiciese Mules 4 ya que @ crece py oporcionalmente a y, la proporcién gin oeqa, | La rotura por e! fecto de entalls se producirs, Pues, con un esfuprzo medio o,, tanto menor MHAnto mayor: sea Bl. factor g: de concentracion En realidad, sin bmbargo, esto no 0: Mere nun: ©, pues los metaigs, aun eM 148 Condiciones de maxima fragilidad,| siempre se deforman plasti mente antes de fomperse (aunque la cantidad de deformacién Pubde ser muy pequefia) y, por tanto, el efecto reat de Ja entalla no corresponde al factor g, Puraingnte ‘geométrico, derivado de la forma dé la entajla, Sino a otro menor, gq’, que depende de q y de la ductilidad del mer Su valor se puede detfucir de la relacién entie el esfuerzo de rotural del metal sin entalla ony el esfuerzo medio al con la que rompe el im entalla; q-—2 ) Sensibilidad a entalla,—-Los valores de q ¥_q’ son mayores que la-unidad,-y la-relacin ee oe q-1 Se-denomina sensitjitidad-ala_entalla-del metal, Este_valor varia de 0.a.1.-Si,.por.no-deformarse pldsticamente;-el-metal-q'=4,el-valor-de Og Si por deformarse tanto ef metal se Mega a neu- tralizar el efecto real de entalla por hacerse On=Cam el factor|q’ se hard igual a la unided y la sensibilidad a fa entalla sera Q,=0 La-sensibilidad-q-la-entalla. eg una propiedad Gel-snetal-relacionaHia con su plasticidad, y, rae cias a ella, en todos|ios metales la concentracién q de es{uerzos s6lo sp mantiene mientras e! metal se deforma eldsticdmente. Al empezar la defor- macién plistica cediendo el metal en la ratz de la entalla, que es dbnde soporta el mayor esfuer. *Blyestuerzo de r tura no debe confundirse con la PR carga de rotura, pugs ésta es R= Ja relacién entre la carga total qhe produce la rotura y la seccién PR om ial de la barreta, es la relacién entre 4} rotura de la probeta, PUES, OR > Gate el esfuerzo de rotura, a=: jcha carga y Ia seccién final o de lque es menor que la inicial. Ast, _ @8 la capapidad de deformacién plastica delmetal-— Si aumentamos la resistencia del metal, sabe- ~ mos que disminuye su capacidad de deformacién, Ys COn ello, el efecto reat de entalla crece ¥. Se... Aproxima mas-al tedricopor lo que ta sensibili- dad de entalla creee-aproximéndose al. Esta cla es muy importante, ya que nos in- dica que Hos Peligros de Tas entallas san tanto mayores cuanto mayor es la resistencia el metal. Efecto de entalla en la plasticidad, Triaxia- lidad.—Acabamos de ver cémo se modifica el efecto de entalla al producirse deformacién plas- fica en la raiz de la entalla, cuando los esfuerzos @ que se encuentra sometida exceden del limite eldstico. Vamos ahora a examinar otras conse- cuencias muy importantes que esta deformacidn plastica de la entalla produce. Considgremos una barreta entallada sometida @ un esfyerzo de traccion (Fig. 39). Cualquiera que sea la forma de la entalla, al crecer la carga Se alcanzard el limite eldstico en la seccién en- 9.--Barreta entallada sometida a esfuerzo me de traccién. ja antes que en el resto de la probeta, ya ‘aquella se hallaré sometida a esfuerzos ma- por el efecto de entalla. Asi, pues, en cuan- - en. ella el Mimite eldstico el metal tenderd a alargarse longitudinalmen- y 2 COMmtracrse trans lio, “mente. Pero el de las capas superior « _fefior adyacenfe a la seccién entallads 2, je alcanzado atin jel limite eléstico, po sélo no se man, Sind que tiend. que lo bagan lag capas contigues de ls seocién en tallada. Se originan, pues, una: tro afuera en Ja zona entalla por las tensiones de fuera adentro entallada. | Consecuencig de ello es que la zone entallade resulta sujeta d un sistema de tensiones les perpendiculpres entre sf{ (Fig axial ode tradeién 4 que se somete el metal y dos iguales o, Fo, transversales y menores Fic. 40.~|Sistema de tensiones triaxiztes Phrpendiculares entre si. aquélla, originadas al iniciarse Je deformacién plastica en la datalla por el efecto de contraccitn de ésta contrafrestado por la indeformacién det metal contigu Ahora bien} en teoria de clasticidad se de- muestra que cuando un cuerpo se halla sometiio a tres tensioneé normales entre si e iguales feomo Qcurre en el caso de presién hidrastética), no se produce comppnente tangencial alguna, denami- ndndose tal sistema de tensiones triatial siené- drico. En consecuencia, y dado que, segin yimos, los metales se Heformnan pldsticamente slp cuas- do se hallan idos a esfuerzos que originan tensiones ‘tangeniciales que cebasan-su_cizalla- miento critico,/cuiando un metal se halla sometido a un sistema fle tensiones triaxial simétrico, no podré producifse deformacién plastica alguna en el metal por muy ¢levados que sean los esfuerzos. OO ee eetelceerreraerar ee fe Pero en el caso QUE considleramos d ~~ entallada, con una ye Je Wa barreta atte £ de la tensién axial 7, S podria con- 58 parte de tensidn. axial a los elec. Ws de én plastica, Fi fecto de 1a entalla, tan-pronio se jnicin In Bléstica en ella, da lugar, pucs, a que ef estuerzo que actia eficazmente para de- format e| metal no sea ©, el estuerzo axial real, Fine o, ~t, diferencia entre éste y el transversal Sngendrado por la deformacion de la entalia Come conforme se deforma e| metal aumen tando o, también ird creciendo t=o,=0, y, por Santo, mayor cantidad de tensibn axial ird siendo seutralizada por las tensiones transversales, por Jo que la deformacion plastica de Ja seccién en- tallada ho podré progresar més allé de la pequefia Cantidad necesaria para provocar las tensiones transversales que obstaculiza la deformacién. La verdadera deformacion plastica del metal, en apreciable magnitud, s6lo empezaré a producirse cuando a tensién axial o, haya alcanzado un valor critica K-E, superior K veces al valor del limite eldstico del metal sin entallar, ‘Vemos, pues, que si bien la entalla empieza a " deformarse en st rafz, cuantlo el esfuerzo axial - alleanza el valor del limite eldsti-o del metal o,,=E, _ esta deformacién es insignificante y sdlo sirve para engendrar un efecto de constriccidn, en vir- —Y tad det cual’ se producen unas tensiones trans- _ versales =o, que disminuyen el estuerzo efec- tivo para la deformacién en esta tensidn: trans- versal reduciéndolo a o, -t. Esto ¢s lo mismo que sie metal se hubiese reforzado clevando la resistencia 2 la deformacién o Mmite eagice z al valor: t K-E=E+t, en que K=1+> Cormportuniente deh metaler 47 Esté alecto do consiriccion que. producen tas entallas en ef proceso plistice ¢ fancia extraordinpria, como Hemos dicho, en efecto, una impor VAMOS a ver, que un metal se com: seg |crecientes, se alcan vorta como diet 0 como {rhgil terlo a esfuerzos| © de que se alcance pica, © inversamemte, ésta a tet de aquél, Norinalmente, en todo por mala que sed calidad, fa cohesisn. tecno lOgica es siempre] superior al Mmnite eléstico, lo que puede espprarse que se comporten s pre como dictiles en mayor 4 menor Pero el efecto pe c icién de al neutralizar parte del esfuerzo axial que so a el metal a fos flnes de Ia deformacién, requiere para desarrollarlal esfuerzos K veces sups En tales circunstancias ya no sirve, para que el metal s¢ comporte como dictil, e} que cohesibn tecnolbgica > E sino que se precisa que cohesion tecnoldgica > K-E pudiendo producitse, por tanto, roturas fragiles por efectos de enfalla, aunque ef metal normal mente se apo como dictil Por ello declamps que la plasticidad constitu- ye él margen de gArantia para el comportamiento diictil de los metales, y podremos afiadir aqui que la condicién de Pipsticidad, es decir, de garantia de rotura dictil, én los casos de entalla en que plastiidaa = Porson delet, oe, es decir, que la plasticidad sea mayor que el coe- ficiente de constripcién del metal con entalla. Practicamente sf ha demostrado que en cual- cuier metal y con Ja més agresiva entalla, K <3. ¥, por tanto, una plasticidad superior a 3 nos ga- rantiza de todas.lap entallas en lo que a la rotura iictil se refiere, FACTORES FISICOS he ‘Temperatura y tiempo.—El proceso de defor- macién y rotura delun metal vimos que dependia de los enlaces atémicos y de los desplazamientos de los Atomos. La temperatura que rige los fend: 38 Prontuario metalotécnico menos de dilatacion y contraccién separa o apro- xima los dtomos unos a otros, ached goa horas de enlace 0 al mismo tiempo, variando la dif. « facilitaré © impediré los desplazamientos atémicos, Por su parte, el tiempo de actuacién de una carga permitiré que efectos lentos se ha- Ban sensibles, apareciendo como fenémenos nue- ¥OS, que pasardn inadvertidos en tiempos redu- cidos. Consideraremos brevemente cémo influyen es- tos factores en el comportamiento de los metales, Altas y hajas temperaturas.—El aumento de temperatura facilita la deformacién, ya qiéTa movilidad de los Atomos y la difusién gs tanto mayor cuanto més elevada es la temperatura, Por tanto, el Ifmite eldstico de los metales disminuye y la ductilidad aumenta, También aumenta_la Plasticidad con la temperatura, pues aunque dis- minuye la cohesién, disminuye més répidamente el limite eldstico. La resistencia a Ja rotura di minuye también, “EI fifo, por el contrario, eleva la resistencia a Ja deformacién y disminuye la ductilidad. Como aungue dumenta la cohesién Jo hace més lenta- mente que el Ifmite eldstico, la plasticidad dis- minuye, Ello puede engendrar, a temperaturas su- ficientemente bajas, la aparici6n de roturas fré- giles en metales que a la temperatura ambiente se comporten como diictiles. En general, en los metales, el paso de la ductilidad a la fragilidad se presenta bruscamente a una temperatura critica (a igualdad de los restantes factores), que serd tanto més baja cuanto mayor sea la plasticidad del metal. Esta temperatura puede servirnos para Ja apreciacién indirecta de la plasticidad de los metales. Velocidad de aplicacién de Ia caraa—Su- poniendo la deformacién plastica desplazamien- tos atémicos, se comprende que la velocidad con ue se aplique la carza ha de influir en la defor- macién que se logre, al extremo de que si la car- ga se aplica a una velocidad superior a aquella a la que puede deformarse el metal, éste lega- fa a romperse sin deformacién. Cargas aplicadas r4pidamente aumentan la re- istencia de] metal, ya que aumentaré el cardcter slastico de la deformacién al retrasar el Imite istico, disminuye su deformacidn plastica ilizadoras. —Vemos, por jy expuesto, que fexisten ciertos factores que indy cen al metal p comportarse como frégil, como son: el efecto|de entallas en su aspecto de cor triccién, las bajas temperaturas y las cargas pidamente aplicadas. Estas acciones son aditivas Y, por tanto, E metal con entallas 0 Angulos vi- vos, que trabaje a muy bajas temperaturas y que soporte cargas|bruscas, se halla en las peores con. diciones de plhsticidad y, por tanto, se compor- tard fécilmente como frdgil, a pesar de que apa- rezea como dijctil en condiciones ordinarias. Estas circunftancias nos permiten una medida relativa de la plasticidad, consistente en determi nar.la temperqtura critica (paso de rotura diictil a rotura frégil) de un metal mediante ensayos de choque en probetas entalladas. Estas severas con- diciones enfrabilizadoras nos permitirén que la temperatura ctftica no sea demasiado baja para ser determinada Las acciones enfragilizadoras es preciso tener- las muy en cuenta al considerar las condiciones de servicio de jin metal, ya que habr4 que exigirle una plasticidad que esté de acuerdo con ellas para evitar las tan peligrosas roturas frégiles. Acciones et Permanencia de la carga. Fluencia.—Hemos visto que cuando a un metal se le somete a una carga de traccién superior a su limite eldstico, el metal se deforma primero eldsticamente y luego plasticamente, jaumentando su resistencia, por la acritud, hasta @leanzar la necesaria para soportar a carga aplicada siempre que ésta no rebase el valor de la ca}ga maxima o de rotura. El estado de acritud, sin embargo, no es un estado estable| y, por tanto, tiende esponténea- mente a desaphrecer; si subsiste es tan sdlo por a poca difusi6h de los atomos del metal a la tem- peratura ambitnte, que dificulta sus desplaza- mientos, y, pof tanto, manteniéndose en las po- siciones forzadas, a las que los ha Wevado la de- formacién plastica, mantiene el efecto reforzador de la acritud = Ahora bien,lesta dificultad de desplazamiento no es de inmoyilidad absoluta mas que a 0°K, y, por tanto, ala temperatura ambiente, aunque len- tamente, los dtlomos se desplazan y la acritud se ya destruyendo|lentamente. Pero la destruceién de -la acritud supone una pérdida en la resistencia del metal, que| perderd el efecto refordador que ella le habla cpmunicado; por tanto, si el metal Continda sometido a la accién de la carga que le hemos aplicado, Para que pueda seguir soportin. ola serd preciso que se deforme més para com. Pensar la acritud perdida, 1a parmanencia de una carga superior al limite sino_que el efecto de la Este fenémeno constituye la fluencia de los me- tales, que, naturalmente, seré menor 0 mayor se- giin la naturaleza de éstos y el grado de estabi Yidad de su acritud 0, lo que es lo mismo, el po. de difusién de sus atomos. to_ mas baja es la temperatura de fusion. metales, tanto liencia_que a la temperatura te, ya que la temper de fe so nee mayor © menor energfa que requieren los étomos @ separarse de sus redes y pasar al estado liquido. Es natural también que la fluencia.de un metal La deformacién.de un metal por fluencia no se opera de una manera constante, Consideremos un metal cuyo diagrama carga-deformaciones co- rresponde al que representamos en la figura 41. ‘Si al metal le aplicamos una carga Mm compren- drt resistencia y, por tanto, Carga Mom yang le bastard iad da, sino gute, como hemos dicho, €rementarla para compensar a 1 Peto mientras el proceso se id Tama AB de la cury que In resistenc\a Para Sopértar ja leforttiacion sufri. tendrd que in- critud perdida lesarsolla en la 4 de’ delormaciones, sabemos erece can la deformacién; asi, PUES, para compensar una pérdida constante de acritud necesitamos cada vez menos cantidad de deformacién, ,Eti cirque la fluencia se_ presentar dimo decieciente, es decir, que la Geformacién por fluencia podemos representarla por la curva OAi(Fig. 42), en la que vemos que la cantidad de defarmacién por fluencia con el tiem o; Tiempo Fic, 42.-Esquema deformaciéa, por’ | fluencia-tiempo. po va decrecienjlo y tiende a alcanzar un‘ valor constante. | Si, por el contrario, la fluencia se produjese en la rama BC (Fig, 41), por haber sometido:al me- tala uina deforiacién On y aplicado una carga Nn, ocurriré lo|contrario, es decir,'que operin- dose la deformacién con resistencia decrectente la velocidad de geformacién aumentaré y Ja durva de flueacia tompra ta forma de la OB (ig. 43), en la que vemos que la fluencia erece indefinida- mente hasta la fotura. ee | Tiempos ad . A. Bsquema delormacién por a oy gihucetense. ~ ve 40 Prontuario metalotécnico Pero la deformacién en las ramas AB y BC (fi- gura 41) forman parte de un mismo proceso, y asimismo deberd suceder con las curvas OA y OB de las figuras 42 y 43, Una carga superior a Ee inferior a R aplicada al metal provocaria, - Pues, una fluencia a ritmo decreciente segin la curva OA (Fig. 44), hasta Megar al punto A de velocidad cero, Pero inmediatamente (al seguir . B Rotura g 8g i: A & i =< ; ~ ' a 1 - Tiempos - Fig. 44.—Bsquema deformacién por fluencia-tiempo. neutralizéndose la acritud) pasaré a deformarse a ritmo creciente, segin OB, hasta la rotura, El tiempo necesario: para que.la rotura se pro- » duzea.dependerd de la longitud OAB, que sera funcién para-cada metal de la carga aplicada y de la temperatura. Los efectos de la fluencia se yen incrementa- -dos por otro tipo de deformacién que se unen al anterior. Esto es debido al deslizamiento de unos granos con respecto a los otros, que se desplazan como unidades enteras, es decir, como los gra- nos de una arcilla himeda al ser deformada, Este Gesplazamiento se realiza a velocidad constante, < ¥ asi, la fluencia total (Fig. 45) estaré represen- tada por la curva OA’B’, suma de la fluencia transcristalina OAB y la intergranular OC. Vemos, pues, que en el proceso de la fluencia se pueden considerar tres perfodos: la fluencia primaria, que es la que se desarrolla a ritmo de- creciente; la terciaria, que se desarrolla a ritmo reciente, y la secundaria, que sirve de enlace en- tre las dos y que se desarrolla a ritmo constante. Esta iiltima, tedricamente, es un punto (tiempo cero), pero en la préctica comprende un tiempo considerable que corresponde al transito del rit- ‘mo decreciente al creciente. El ritmo en Ja fluen- ccia secundaria es igual al de la fluencia intergrar Carga y temperatura son equivalentes en la 8 : x & & iA I | 1 Tiempos Fio, 45.—Flugncia total, suma de Ja transcristalina y In intergranular. fluencia, y su Ffecto es: disminuir el tiempo. de los perfodos ylaumentar el ritmo de deformacién conforme aumpntan aquellos factores, 4 Asi, en Ja figura 46 vemos la curva QAB, que representa la deformacién por fluencia de un me- tal sometido aluna carga K, y a una temperatura Dehrpa tien er Nrcnele. Fia, 46.—V}riacién de las curvas de fhuencia, 6;, mientras 1a der a la fluen y temperatura ria con carga mentar K 0 @) macién por fl acortan los }OA°B* lo mismo puede correspon- ia del mismo’ metal con carga K 8, >0, que ala que se produci >) 2K, y temperatura @,. Al au: mos que Sesaumenta ly defor jencia en los mismos tie n fodos; el punta de hamioa “ q es ttayor que 41 A y se/alcanza en menos.tiempo. >, he La fluencia puede set « Puntos de vista o © por la rotura. Teniendo en cuenta S€ produce siempre, ‘opsiderada desde dos Por la deformacién producida el primer tud. El segundo, el tiempo que en dichas condi. clones tardaré en producirse la rotura. Aunque decimos que la fluencia es inevitable, es indudable que los tiempos anteriormente con- Siderados pueden ser Practicamente indefinidos, ‘9 suficientemente largos para que exceda de la uracién que aceptamos para la pieza conside- rada. Es preciso tener en cuenta que, dado que la rotura sélo se produce en la fluencia terciaria, un material se mantendré seguro mientras no entre en dicho perfodo en tiempo habil. Por ello, el tiempo para alcanzar la fluencia secundaria o de ritmo constante es de gran importancia, pues es el que se considera como zona o perfodo de se- guridad. ‘Como en la fluencia influyen tiempo, tempe- ratura, carga, deformacién y rotura, se compren- de que, segiin los problemas, las caracteristicas a considerar serén muy variables. En general, en Jas curvas representativas se toman dos parame- tros como variables y se consideran constantes los restantes, y asi, tendremos: ‘curvas para ex- presar la fluencia para cada temperatura que se alcanza en un tiempo y con una carga determ nada, Curvas que expresan el tiempo y tempera turas para alcanzar con una carge una determi- nada deformacién (0 rotura), etc., etc, FACTORES MECANICOS | ‘(” rtamiento de los metales influyen bien faetores mecdnicos que. modifies a crest 80 fas carga enlarge metal, como son Ta acciones de contacto, tensiones internas y la va- Jos esfuerzos. que la fluencia, en mayor ¢ Comportarniento ile los metales 2 | Presién de un metal contra otro, 0 por friccién, acompatiada de ung mayor o menor compresién ae En el primer caso, los metales en cl! > de contacto sufriran una deformacién cuya Magnitud dependers, naturalmente, del esfuerro © compresion y de la resistencia de los metales, Ast, pues, cada uno. se deformaré, para un ec. fuerzo determinado, de acyerdo con su diagrama cargas-deformacionés; al principio eldsticamente, en funcién de su mjédulo de elasticidad, y luego plasticamente (si el esfuerzo rebasa su limite elas- tico), de acuerdo cqn su sensibilidad a la acritud Cuanto més sensible sea el metal a la acritud, es decir, cuanto mas aumente-su resistencia para una misma deformacién plastica, menos se de- formaré el metal para un mismo esfuerzo de com presion, ! Claro est4 que Ja armonfa de un mecanismo Tequiere que los metales no varien de dimensio- nes por los esfuerzos que soportan, y ya que no podemos evitar las jdeformaciones elésticas, (siem- pre pequefias en.los imetales), al menos habré que evitar las pldsficas. Ello requiere-que én los pun- tos de contacto lod esfuerzos de compresiéi que soportan no rebasen los Iimites elasticos de cada metal. Siendo asi, (cada uno se-deformard segin su médulo de elasticidad, deformandose menos el metal de mayor! médulo eléstico. Si el esfuerzo rebasa el limite eléstico de un metal, pero no el del otro, 616 et-primero se de- formard plasticamente, manteniéndose él’ segun- do en detormacisy, elistica. Sh ger tes | eta abladit limite elas- tico de ambos metales, los dos se deformarin plasticamente, perg se deformaréémés aquel cuvo aumento de resistencia por efecto de la acritud sea menor. Esta propiedad de resistencia a la deformacion por accién de coptacto se denomina dureza, y, como vemos, varia con el limite eléstico, el mé. dulo de elasticidad y ta sensibilidad a la acritud. El metal mds durd se deforma menos y la huella producida por la ;accién de contacto, si se ha rebasado el limite elastico, seré menor que en el metal mas blando, "La dureza de los metales se mide pricticamen- te o bien provocando en el metal a ensayar una determinada deformacién, presionando contra é “un punz6n de alta duteza, para que éste no Megue a deformarge plasticamente, y midiendo eb ssluer7o requerido 0, por el contrario, midiendo 1a deformacién que se logra con un determinado funz6n mediante un esfuerzo determinado, Aunque la deformacién afecta principalmente 4 la superficie del metal en el punto de contacto, Vas capas adyacentes influyen también, pues al Geformarse la superficie transmitird el efecto de Su deformacién al resto de la masa del metal, Pero afectando @ mayor volumen cuanto més se Sistancia del punto de contacto la presién uni- \aria, por lo que los efectos irdn-siendo menores, ¥; por tanto, aun cuando la superficie se defor. me plisticamente, podemos llegar a capas que s6lo sufran deformacion eldstica en el interior (figu- ra 47), De ahi nage la idea de que si podemos endu- recer (aumentando Ja resistencia, limite eléstico) la$ capas superficiales de un metal en forma tal Ze de de feat Zona de defor- machin elastica Fic. 47.—Zonas de deformacién de un metal. que la dureza disminuya hacia el interior al mis- mo ritmo con que aumenta el volumen de! metal afectado por la deformacién, podriamos obtener ‘en un meta} de micleo blando una resistencia til @ Ja aceién de contacto igual a la del metal con dureza global o mésica igual a la superficial del primero. Es decir, que ambos podrian nie tar carga local antes de empezar a defor- ayo nae una gran importancia en el empleo de los metales, pues teniendo en cuenta que en un metal Ja dureza aumenta linealmente con el limite eléstico, y, por otra parte, éste sabemos que €s contrapuesto a la plasticidad, ya que cohesidn tecnolégica plasticidad ———— =p a i 14 también en contraposi- "alco ee ear ‘bien, si necesitamos al soporte fuertes acciones de contacto 1a alta plasticidad por estar someti- acciones enfragilizadoras, yy luirlo aumentando el limite elds. wa lograr alta dureza, pues con aja plasticidad. Si, en cambio, endurecemos 661) las capas superficiales del me. tal, conservando|en el resto un bajo limite elés- tico, podemos ednseguir: und elevada resistencia ala accién de aie unida a una alta plastici- dad mésica en el{metal. Ya veremos cémo puede esta-conseguirse |mediante tratamientos adecua. dos. Vemios, pues, ts en los metales hay que con- do a esfuerzos podremos conse; tico del metal pj ello tendriamos siderar: no s6lo st dureza mdsica o general, sino también la durezh superficial, que en la mayorfa de los casos es la|mas importante. Claro esté que sin tratamientos jadecuados la dureza mAsica y 1a superficial serdn iguales. Hemos dicho que, dentro dé un mismo metal (metal puro o spc la dureza es proporcio- nal a la resistengia (sea el Ifmite eléstico o la carga de rotura), pero el factor de proporciona- lidad varfa con e| tratamiento mediante el cual se proporciona al Jnetal su resistencia. As{, no es igual factor el que corresponde’a un acero gon acritud que el dein acer templado y revenido, aunque ambos tengan igual resistencia. También varfa en aceros dq distintas composiciones, aun- que ambos alcancén iguales resistencias, Conocido experimentalmente el factor de pro- porcionalidad, podemos deducir de la dureza el valor del limite elfstico v carga de rotura, y re- ciprocamente, ya que siendo RESISTENCIA AL PLSGASTE,—Cuando la accién de contacto se efedtue mediante una friecién en- tre los dos metale}, los efectos producidos son mucho més compleos, y la propiedad caracteris- tica es, en este cash, Ia resistencia al desgaste. En primer lugar {hemos de-considerar que las superficies de contjcto distan mucho de ser per- fectamente planas (} exactamente ajustadas). Aun: ten las superficies fs finamente labradas existen nuiltitud de irregularidades que dan lugar a que, cuando una de ellas se desplaza con respecto a Ja otra, estas irregularidades choquen unas con. fra otas, provocando puntos de contacto cuyas Presiones son muchisimo més elevadas que la Presién media de las superficies en friccién. Ello a lugar a que se produzcan fuertes deformacio. nes locales, que pueden conducir incluso al arran- que de material y que producird una intensa ele- vacién local de la temperatura y el consiguiente desgaste (por deformacién y por arranque) de aquél. Como la elevacién de temperatura dis- minuye la resistencia, el efecto de desgaste seré creciente y, asimismo, aumentard la temperatura hasta que se pueda producir la soldadura de los metales y el consiguiente agarrotamiento del conjunto, Aunque, de una manera general, podemos de- cir que cuanto mayor sea la dureza superficial de los metales, el desgaste y el calentamiento, para igual presién, seran menores, ya que se soporta- rén esfuerzos mayores sin deformacién pldstica ni arranque, y, por tanto, la friccién es menor entre metales duros que entre metales blandos, la com- plejidad del proceso de desgaste impide que esto pueda considerarse asf de una manera absoluta Giertamente, el coficiente de. friccién disminuye al aumentar Ja dureza de los metales en contacto, pero con el desgaste no sucede siempre asi, y muchas veces el desgaste es menor en metales mas blandos que en otros mas duros, como ve- remos ocurre en los aceros austeniticos. La resistencia al desgaste no podemos, pues, considerarla necesariamente emparejada con la dureza mecdnica o resistencia a la penetracién, que, aunque asociada con ella, depende de otros factores. En el desgaste por friceién influye poderosa- mente e] estado de acabado superficial de las su- perficies en contacto, y cuanto més perfecto sea aquél, menor seré el desgaste producido. Por ello, el desgaste disminuye conforme se acondicionan Jas superficies en contacto por efecto de la pro- pia friccién, que reduce las irregularidades y en- durece por acritud dichas superficies, pero_no debe esperarse, por ello, que pueda Mlegar a des- ;, pues atin con Tas més perfectas super- , el despaste subsistiré, dado que in. no se anula, ya que en ultimo extremo traccién interatémicas entre am- sc Comportamiento de los metales 43 | Jponiéndose al desplazainiento, ih trabajo de frotamiento que ca. lentarfa los metales, reduciendo. su resistencia y Provocando arrastres de metal que originarian asi su desgaste, En el desgaste tiene gran importancia, como comprende, la cghesién del metal, y, por ello, me- jora cuanto maybr es su calidad tecnolégica. Por ello, en los metales sometidos a fuertes acciones de friccién, como Ios de cofinetes de rodillos, la calidad del acerp tiene tan gran. importancia La imposibilidad de anular la friccion oblige @ separar mediante determinados productos, lla~ mados lubrificantes, las superficies en contacto. La lubrificacién’ tiene por objeto interponer un cuerpo viscoso ¢ntre ambas-superficies para evi- tar su contacto directo, El Iubrificante debe herirse fuertementea las superficies metélicas a fin de que la frigcién, en lugar de producirse por el contacto del metal, se produzca entre dos pe- liculas de,aquél,;cada una adherida a cada super- ficie metélica. Chanto mayor sea la presi6n entre Jos metales, mayor deberd ser la resistencia de Ja pelicula del lubrjficante y su adherencia al metal (untuosidad), para evitar que, interrumpiéndose aquélla, los metales se pongan en contacto-en al- giin punto donde se provocarfa un fuerte roza- miento. | Estas accione$ beneficiosas de la lubrific no llegan, sin embargo, a desarrollarse en la pr tica de una manera»absoluta, y hay que con! siempre con Ja. posibilidad de’ contactos direstos de metal'con njetal, Aunque en estos cas lubrificante actuaré como refrigerante, impidien- do en general ell gripado 0 soldadura de los me- tales, no podra evitarse que cierto grado de des- gaste se produzca, y por ello, siempre que existan efectos de friccién, hay que considerar las pro- piedades de resistencia al desgaste de los meiales que Ia soportan., Un buen ajuste y acondicionamiento de las su- perficies de los metales, una buena resistencia al desgaste de Jos jmismos y una lubrifitacién co- recta, reducirén, sin embargo, el desgaste al mi- nimo, pudiendo ‘conducir a una duracién consi derable de los metales en servicio. bas superficies, darfan lugar au Tensiones injernas.—Si, por efecto de una deformacién previa, el metal se halla sometido a tensiones internps, es evidente que al aplicarle und carga las tbnsiones ‘internas se sumaréa 0 a oer Pak i Be Vghss-wommeperee 0 metalotécnica _ festarda de ella © podrdn producir efectos eufra- gilizadores por triaxialidad, Todo ello gonducird aque el metal no diciones normales, sino que se comporte como por triaxialidad, Variabilidad de la carga. Fotiga, — Hasta thora hemos considerado que mienfras ‘la carga ‘@ qe se somete un metal no exceda del I{mite slistico, ninguna alteracién de cardcter perma- Rente se produce.en él, Cuando una carga actiia Son cardcter variable o intermitente, sin embar- 82, Ro sucede asi, y cargas inferiores al limite elastico Tegan a producit la rotura del metal si Ja carga excede de cierto limite y se aplica un mimero suficiente de veces, Parece, por tanto, que la aplicacién de cargas de esta naturaleza produce’ una especie de des- fallecimiento en el mietal, hasta el extremo de Megar a comperse con cargas que, aplicadas per- manentemente, no Hegarfan a producir nj siquie- “Fauna deformacién plistica. Este fenémeno, conocido con el nombre de fa- ‘tiga, es'caracteristico de los metales y tiene una gran importancia, ya que nos obliga a considerar un limite a las cargas que puede soportar el me- tal, inferior del limite eldstico (siempre conside- rado como de seguridad) si las cargas actin en forma variable o intermitente. Teniendo en cuen- ta que en la-mayoria de los mecanismos las cargas factiian en esta forma y que las vibraciones cons- tituyen en realidad un caso particular de esfuer- .20§ Variables, comprenderemos el interés en co- nocer cémo se desarrolia el fenémeno de la fatiga > Las cargas variables pueden ser de cardcter al- ‘ternativo, +F; de caracter intermitente, de O a +F oa -F,0 de caracter ondylatorio, de +F, 2 +F,, Cuando otra cosa ao se advierta, se con- sideran las cargas alternativas +F. Es caracteristico de este fendmeno el que la rotura se produce bruscamente y sin deformacién plastica previa, pero se requieren para ello: 1.°, que la carga sea superior & cierto limite que de- amos limite de fatiga, y 2°, que el nimero jones rebase de cierto valor critico por ‘cual Ja rotura no.se produce. Existen, ‘de seguridad con las cuales no se fatiga cualquiera que sea el primero de aplicaciones de e carga y existen, asimisino, periodos de seguri carga superior al tura se produzca numero de aplicaci El fenémeno de la curva de Wéhel niimeros de ciclos produce la rotura fad que permiten aplicar ung ite de fatiga sin que Ja ro. jentras no se exceda cierto Ines, . Ih fatiga puede expresarse por (Fig. 48), que relaciona los lo aplicaciones a los que se las cargas que la provocan, yf lee aplicaciones 0 ciclos Fio. 48.—(Curva de Wéheler, Como puede verse, ninguna carga prodi sea el mimero deal carga limite de fatigs duce la ‘rotura por. ciones 0 ciclos. La ABC constituye, pu 1a fatiga. FRACTURAS DE FAT turas de fatiga es c: 49. ~“Macrogr fract Fic por debajo de la carga F, jee la rotura cualquiera que licaciones. Ast, +F, es la Una carga mayor +F, pro- fatiga después de N, aplica- jona por debajo de la curva , 1a zona de seguridad para Jca.—El aspecto de las frace racteristico (Rigs. 49. y 50), fia correspondiente a und de fatiga. por lo que es muy f4cil reconocer por el aspecto de la fractura si un metal roto en servicio lo ‘ha sido por efecto de fatiga. Puede apreciarse en elas, claramente definidas, dos zonas: una pre- Senta un aspecto liso, nacarado, formado por una serie de curvas a veces muy acentuadas, que cons- tituye la fractura por fatiga propiamente dicha; } la otra tiene un aspecto més cristalino y es ca- racter{stico de las fracturas fragiles. En general, Ja fractura por fatiga parece ini- ciarse en un punto (Fig, 51) que corresponde a un defecto superficial, extendiéndose luego has- ta la aparicién de la fractura frégil. PROCESO DE LA FATIGA'—El examen de Piezas sometidas a cargas que han Megado a provocar Delecto en la p superticie. Punto dk incobocion, { Zono de rofura por fotiga aoe a sepresentativo de la fractura ’ ea reel ne one fatiga, unido al de sus fracturas as bra peering ta ecsasisce det fenémeno de la fatiga, Sometida la ‘cargas variables superiores al’ limite inferior al Mite eléstico, na FIG. 50.—-Macrogralfa costespondiente a una fracturg de fatiga. j Lomportamiento de los motales alan 45 se observa en ell metal ninguna alteracién visi? ble. Después de jun cierto nimero de aplicacio- nes, una grieta mjcroscépica:se inicia y crece tan: to més cuanto més aumenta el mimero de apli- caciones; finalmgnte se produce abruptamente la rotura con todog los caracteres de una rotura frdgil, Todo parece inldicar, pues, que el efecto de las cargas variables ¢s provocar una desorganizacién en los 4tomos de uno de los granos cristalinos, que Hega a engéndrar una grieta, la cual, una vez. iniciada, se Ya desarrollando, produciendo la zona de la fractura por fatiga, hasta que el metal, sometido a chee efecto de entalla por Ja grieta desarrollada, no puede resistir y rompe en rotura frégil igual que sila carga hubiese sido estatica. | El proceso tiene, pues, tres mero no produ¢| periodos. El pri- f. efectos visibles, pero. eviden- temente en él selincuba la grieta, Enel segundo, Javgrieta se desarrolla’ hasta fleanzar el tamaiio preciso para proyocar la rotura en proceso frdgil de la seceién de} metal atin no alterada, y en el tercero, finalmerfte, el metal se vompe con las caracteristicas dq acciones enfragilizadoras. Ahora bien, para que se produzea la incuba- cién de una grieta és preciso que haya desplaza- mientos atémicas de consideracién, Io que no puede suceder en un proceso elfstico. No hay duda, pues, que ¢1 esfuerzo que actiia en el: punto donde se incubd la grieta tiene que rebasar el if } 3 #6 _Hrontuario metalotéenico Yimite eéstico; Scultre con un esfuerz6 local, siendo el esfuierzo medio inferior at limite eldstico, El hecho de que {a srieta de fatiga, cuando.es observable, siempre aparece iniciada en un panto en que o existe un delecto 0 corresponde a una condentracién de to que sucede es que esto sélo tensiones por entalla, aboga igual criterio, Asi, pues, podemos decir que la fatiga se p Guce cuando por una’ concentracién’de tensiones S¢ tebasa localmente ¢] limite elastico del metal, Sun cuando la carga media no alcance tal valor. Esta deformacién plastica local por la accién de las cargas variables provoca una desorganizacién atomica que sirve de incubacién, a una grieta y que, una vez iniciada, la accién: de las mismas cargas variables se encarga de desarrollar, ha- cigndola crecer hasta que su accién de entalla provoque la rotura frdgil en el metal, Concebido asi el fendmeno de la fatiga, se com: prende que en el primer periodo de incubacion dela grieta,, mientras ésta no se inicie, no ha sufrido el metal ningiin, proceso irreparable. En el. segundo periodo, por el contrario, la gfigta engendrada condena fatalmente al metal, que ya queda irreparablemente inutilizado, Por ello, este segundo periodo se suele denominar de daiado, En el grafico de la fatiga podemos representar Ja curva de dafiado junto con Ja de rotura por si como ésta nos expone el nii- Thiebici Dotate eters Fig. 52,—Gréfico de fatiga, mero de ciclos que una carga de fatiga, tarda en producir la rotura, aquélla nos expresara los que tarda en dafar irremisiblemente el metal, inician- do ta grieta que termina de incubarse. La aplicacién de} una carga +F,, mientras el niimero de ciclos np rebase de N’,, no provocaré dafio en el metal, que slo se hallaré incubando la grieta, Esta se Ila entre N’, y N,, y al cabo de N, ciclos produce la rotura del. metal. Si el metal sometido a Ja carga +F, no ha su- frido un ntimero.de ciclos superior a N’,, por ejemplo, N”,, deciqnos que no ha sido daiado; no obstante, es indudable que este material sdlo podré soportar ya la carga +, un ntimero de aplicaciones igual 4 N’,—N“,, mientras que el metal virgen la sopgrtara N’, veces. No hay duda, pues, que ha sufrido un perjuicio que no se hu- biera producido coh una carga +F,. Ahora bien, como la alteracién}no ha legado a provocar.la grieta, sino que hdn ocurrido simples desplaza- mientos atémicos incubadores de aquélla, basta- 14 un calentamientd al metal 0 recocido para que desaparezca el efedto de incubacién producido, regenerdndose el metal. Ello no sucede s} se ha Wegado ya al perfodo de dafiado, en el que nada es capaz de -regenerar el metal, BI conocimiento de la disposicién de las cur- vas de dafiado y rgtura es de gran importancia, pues nos permite donocer: 4) Tiempo (0 Hiimero. de aplicaciones) que una sobrecarga puéde actuar antes de producir dafiado. Con ello dpterminamos cudndo debemos regenerar un materfal que trabajz en sobrecarga, mediante el oportupo tratamiento térmico, }) Tiempo (0 frimero de aplicaciones) que tarda una grieta iificiada en provocar la rotura de tun metal somefido a cierta sobrecarga, Ello nos indica el tiempo maximo tebrico para revi- siones que se puedf admitir para una pieza que, sino ha manifestalio estar en pariodo de daia- do-en una revisiOn| no podré romperse antes de Ja inmediata, FACTORES QUE INFLUYEN EN LA FATIGA.—Sien- do la fatiga un fe}émeno tan complejo se veré afectado por multitud de factores que la altera- én, acelerando © yetrasando sus efectos, Consi- deraremos aqui solamente los mds importantes. EFECTOS DE ENTALLA.—Hemods visto que la fa- tiga se incuba en hin punto en el que por cual- quier causa se rebdsa localmente el Limite elést 0, Abora bien, yA vimos que la existencia de grietas, defectos externos 0 internos, cambios de Se —. Seecion, etc., originan ef oi ectos de entalla que pro- qe Concentracién de tensiones a ies T lugar a que en un ; localmente el limite elasti senna ie stico, y con ello, si cl mee » incu- Pues, cuantas circunstancias efectos de entalla contribui- esarrollar Ja fatiga en los mee fileteados, cambios de sevcién, Tanuras, chaveter 08 Y, asimismo, las huclias de Herramientas y marcas e incisiones en las super. ficles de las piezas metilicas, dando origen a Puntos de concentracién de tensiones, podran fa- cilmente incubar fatiga cuando actien cargas: vas Tiables. El efecto seré tanto més grave cuanto mayor concentracién se produzca; por tanto, re- dondeando los vértices vivos de las entallas, re- ducimos su efecto y, con ello, su accién sobre la fatiga. § barse la fatiga, Asf, puedan desarrollar van gravemente a d tales, Los codos, SENSIBILIDAD A LA ENTALLA EN FATIGA—And- logamente a la accién de las entallas en las car- Ras estiticas én que su efecto dependia no sdlo de la agudeza y dimensiones de las entallas, ‘sino de Ja naturaleza del metal o sensibilidad a la entalla del mismo, en la fatiga, entallas iguales no producen igual efecto de fatiga, sino que los ‘metales poseen una sensibilidad a la entalla en fatiga propia de cada metal, Esta. sensibilidad aumenta también con la resistencia del metal, pero es distinta de la correspondiente a las car- gas estaticas, CARGAS ESTATICAS ADICIONALES, DIAGRAMA DE GOODMAN. —Las cargas estiticas adicionadas a luna alternativa agravan los efectos de fatiga, dis- minuyendo la carga mite alternativa que puede jar el metal. iene ees ela Wise hs cargas al- ternativas 4F,, que corresponden al-limite de _fatiga cuando se.combina con una carga estitica ‘que varia de 0a R kg/mm ‘este diagrama (Fig. 53) se toman como abs- 8 el valor de la carga estética S, y como, or- sla suma S,+F, de la carga estética y ‘a que provocan rotura por fatiga. Asi, ss a eo Jos puntos A y A’, que mdden a +F,, Kimite de fatiga alternativa. de 1a carga estitica ten- dos puntos del diagrama P y P”, en jehF y pP'=S,—F nos marcan los i 1 4 Larges alboniebives 4 Son Cargas estabices So i ores de la catga|alternativa +F, que, attuando Fia, 53.—}Diagrama de Goodman. conjuntamente co} tura por fatiga que cuando S, metal, + y diagrama coincid Asf, pues, el di la estatica S,, provoca la r0- j asi sucesivamente, Claro esté ‘carga de rotuta estitica del por tanto, lés dos. curvas det en Ry. grama Goodman estard forimé- do por las curvas| ABR, y A’B'R,, y si trazamos una linea OR, indlinada 45°, podemos considerat que para cada’ carga estética Op los’ segmentos P,P y P,P corresponden a la carga alternativa Himite de fatiga due admite el metal con dicha carga estatica. E} diagrama nos permite, pues, conocer Ia carga ffmite de fatiga para cualquier carga estitica desde S, =-04',.4 $= Todo punto in a una combinacidj tivas de seguriday ferior al diagrama corresponde de cargas estaticas y alterna- y todo punto del exterior a una combinacién de cargas de fatiga. Asi, el pun- to P, correspondg a la carga estitica $,=Op y ala alterna +P,P}, ~P,P',, que serd carga de se- guridad. En cambio, un punto tal como el P, corresponde a la garga estética S,=Op y ala al temnativa +P,P,,|—P,P’,, que produciré la fa- tiga. : Como si la cat total S,+F rebasa el Mmite elistico del’ metal, prodiciré una’ deformacién 4, las cargas comprendidas aldsticn géneal ef 7. (amionto ile los metales » 49 pmmente te lor metates - "47 " R,E'E’, no produciran fatiga, pero si deformacién; en cambio, las comprendidas en- tre GAEE,E’A’ no producen ni fatiga ni defor- macion, , Es facil ver que para una carga S,=OB', en que el Mmite de fatiga es +F=B,B y -F=B,B, ¥» por tanto, igual a S,, la combinacién S, +F es igual a la de +2F y 0, es decir, que corresponde 4 una curga intermitente (de 0 a un mdximo 2F y a0, etc.). Por tanto, si $, F, las eargas serdn ondulatorias (+F,, +F,). - TENSIONES INTERNAS.—-La existencia de_ ten: siones internas en el metal dard lugar a efectos\\ andlogos a las cargas estaticas adicionales, ya | que se sumaran y restaran a Jas alternativas, por lo que el limite de fatiga dismimuird. ESTRUCTURA DEL METAL—La estructura del me. tal tiene gran importancia en sus propiedades de fatiga. En general, puede decirse que siendo el fundamento de la fatiga la incubacién y el des- arrollo progresivo de una grieta, todo lo que la obstaculiza mejorar sus condiciones para resis tir fatiga. Las estructuras finas resistirdn, pues, mejor que las bastas. Asimismo, una estructura precipitada sera muy favorable a resistir la fatiga, ya que las particulas precipitadas obstaculizan el desarrollo de la grieta, Por otra parte, las altas resistencias a la de- formacién son ventajosas para resistir la fatiga, ya que siendo ésta un fenémeno plistico, aleja la posibilidad de que se presente, pero no hay que olvidar que cl- aumento de resistencia au- menta también la sensibilidad a la entalla, por lo que grandes resistencias perjudican para la fatiga De ahi que no convenga exagerar el incremento de resistencia en las estructuras precipitadas para mejorar la fatiga, pues por su accion: en Ta sen- sibilidad q la entalla pueden perjudicar. CONDICIONES OPTIMAS PARA RESISTIR LA FATIGA. Consecuencia de lo expuesto, las condiciones dp- ‘timas para resistir la fatiga se obtendrén evitando fen Ja configuracién de las piezas angulos vivos, nuras, fileteados y cuanto pueda producir efec- de entalla. Las superficies deberdn ser lisas, de toda huella de herramienta 0 marca: jor, superficies pulimentadas. Estructuras | y precipitadas en el ‘metal con elevado limi- stico, pero no excesivo para no aumentar la sensibilidad 4 la entalla. El metal deberd hy Marse exento de|tensiones internas, La dureza sy perficial mejoral asimismo la resistencia a la ta 1GA.—Cuando un metal se halla @ la vez sometitio a la accién de efectos de co- rrosién y de fatiga, ambas acciones se refuerzan mutuamente, Lal corrosidn, creando irfegularida- des superficialeg, facilita el desarrollo de la fati ga, y ésta, creardo zonas heterogéneas y grictas, facilita la corrosién, Por ‘ello, hay que extremar las precaubiones cuando las*condicionés de ser- vicio pueden someter al metal a fendmenos de corrosion y de fatiga simulténeamente. ‘a Resumen. —E| no corresponde cénitas, sino qu tan a los proces den influir pode Un aumento sistencia y aume Por el contrario, la duetilidad, el nucién de ductil una rotura frégi como diietil a Jal La velocidad dj también la resist Por ello, ambos enfragilizadores. La permanenci de la carga aplicada da lugar ‘a que, después dg producida la deformacién plés- tica inicial, la deformacién prosiga con el tiempo, fendmeno denomjinado fluencia. La fluencia se inicia deformandpse el metal a ritmo decreciente para pasar lueg a_un ritmo creciente. Entre ambos, el metal se deforma cierto tiempo a ritmo constante. La rottira se produce siempre al final de la fluencia a fitmo creciente. Bl ritmo gene ral de la fluencia rece con la carga y con la tem. peratura, A baja$ temperaturas y con pequefias cargas es tan lento que précticamente no se al ‘canzard el periodd de fluencia a ritmo creciente en tiempo finito, Estas son las temperaturas y car- gas de seguridad, La fluencia no s6lo puede in- tilizar el metal jor producir su rotura, sino que puede también inptilizarlo, por aleanzar en tiem- po finito una deformacién superior a cierto lt mite, En general| se busca que la deformacion comportamiento de los metales jolamente a sus propiedades me- multitud de factores que afec- 9s de deformacién y rotura ‘pue- ‘osamente. je temperatura disminuye la re- ta la ductilidad de los metales las bajas temperaturas reducen vando Ja resistencia. La dismi. idad puede ser tal que produzca en un metal que se comporta temperatura ambiente. aplicacién de la carga aumenta ncia y disminuye la ductilidad factores se denominan factores maxima admisible seq Superior Ponde a jg fluencia constante Recesario para ello sea may exige del metal, La fesistencia de un metal Puede a bién disminuida si, como formacién previa, el metal ha quedado Stones internas que se suman Bendradas por la carga a la que corres. ¥ que el tiempo OF que la vida que se parecer tam- consecuencia de una de. con ten- © restan a las en- Las acciones de contacto entre metales nifiestan por una deformacién local o hu as zonas de contacto o por el desgaste de las Superficies de contacto, La dureza es una man} festacién de la resistencia a la deformacién de los metales por accién’de coitacto, En el primer aso se denomina dureza’ mecdnica o a la pe- netracién; en el segundo, dureza al desgaste, La dureza mecdnica puede referirse sdlo a la superficie, y se denomina dureza superficial o a la masa general del metal, y se denomina dur: se ma ella de La dureza varia linealmente con Ja resistencia, pero el coeficiente de proporcionalidad es dis. tinto segtin los metales y segiin su estado, La dureza al desgaste, en general, aumenta con la dureza a la penetracién, pero hay casos en que no sucede asf, que aquélla es una propiedad com- pleja que no depende sélo de la resistencia de los metales. i Cuando un metal se somete a la accién de car- gas variables, se produce el fendmeno de la fatiga, en virtud del cual el metal puede romperse con cargas inferiores al limite eldstico. si se. aplican | ith niimero suficiente de veces.jExiste, no obs- - tante, una carga Ifmite de fatiga por debajo de la Ceiial no se produce ésta, cualquiera que sea el de veces que se aplique. t se deserrolla como consecuencia de Punto de acumulacién de tensiones ntalla) se rebasa localmente el I{- del metal y el cardcter variable o | ___ Comportdm if (49 nto de los metales alternativo de la darga da lugar a que Una grieta, que luego se desarrolla na seccién del metal hasta que, Entalla, provoca lairotura frégil de resistente de la pip Si una carga Suyerior a un Iimite de fatiga’‘ac- tia sobre ‘un metal, al pri neipio Suba Ja grieta no slifre el metal un perjuicio ine Parable, pues basta un calentamiento para devol ver al metal su pres inicial. Después de un cierto ntimero de Aplicaciones la grieta se inicia y el metal queda ya irremediablemente danado. aplicaciones lo con- se incube Y extiende’ por por efecto de la seccién iin ientras se in- Un ntimero aiin mayor de ducird a la rotura.| El Mmite de fatiga de un metal disminuye si sobre la cargg alternativa actiia una estdtica. Co. mo es natural, si ésta alcanza el valor de R, c de rotura del meta serd cero, | El desarrollo del la fatiga se: favorec existencia de puntds de concentracién de nes, por lo que las formas regulares sin vivos, cambios de skccién, entallas, etc. asi como las superficies lisag sin huellas, de hercan ientas 4 otras marcas sefin ventajosas para evitar ls fatiga | Las estructuras pyecipitadas dificultando la pro srésion de las gridtas de fatiga serdn las ‘mas ventajosas, pero ng conviene que provaque wna elevacion excesiva fen Ia resistencia del. metal, Pues. éste se hace nds sensible al efecto de en. talla, Tampoco conyienen bajas resistencias, pues facilitan que el metpl entre en deformacién plas. y, con ello, se facilite la fatiga Las resistencias nienfes Si la fatiga actual con corrosién, la accion de ambas se intensifica favoreciendo Ja primera la segunda y ésta 4 Ta primera. Hay que evitar tales condiciones enj servicio, a } la carga altemativa limite por la tensio- Angulos edias son las’ mas. conve- CAPITULO V LOS TRATAMIENTOS: TERMICOS LAS PROPIEDADES MECANICAS Y LA ESTRUCTURA Hemos visto cémo influye la estructura gra- nular de los metales en sus propiedades meca- nicas regulando fundamentalmente el limite elds- tico y hasta ejerciendo algina influencia en la cohesi6n tecnolégica, De una manera general, cuanto més numerosos y de menor tamaio son los granos cristalinos de un metal, mayor es su resistencia a la deformacién o limite eléstico por * la interferencig que ejereen a su cizallamiento y deslizamiento transcristalino, fundamento de la deformaci6n plastica. ‘Asimisiio vemos que en las aleaciones ur. cons. tituyente duro que refuerce por los céntornos los ranos del metal base 0 matriz produce un ma- yor incremento en la resistencia, y, finalmente, dijimos que la accién reforzadora era atin mas eficaz si logrdbamos precipitar en el seno dé los ‘granos de un metal particulas duras finamente dispersas que blocasen los diversos planos de deslizamiento de los granos cristalinos. Estas es- tructuras, lamadas estructuras precipitadas o de precipitacién, son las ms eficaces en la utiliza- cid de los metales para resistencia no sélo por- stencia seré mayor 0 menor, sino porque por rferir las particulas el desarrollo progresivo gfietas de fatiga son las més favorables pasa Jas acciones de cargas variables. Se com- prende, pues, del metal y el a las propiedal Jas condicione: meterlo, | interés que tiene Ja estructura onseguir que sea.la més adecuads les que deseemos alcanzat, sepiin de servicio a que vayamos a so- VARIACIONES EN LA ESTRUCTURA Como la estfuctura granular del metal se ge- nera en su solidificacién, parece que este proceso nos deberé regular la estructura obtenida y, en efecto, ya dijitnos que una solidificacién cépida daba lugar a upa estructura granylat fina y, por el contrario, uija lenta engendraba una baste Pero vimos fambién que esta estructura pri maria no era, kn muchos metales, la definitive, pues durante su enfriamiento desde ‘su solidifi. cacién hasta lal temperatura ambiente se presen- tan a veces transformaciones, por alotropla, cam- bios de solubilifiad, foriaci6n de eutectoides, et- cétera, que dap lugar a que aquella estructura primaria se trayjsforme en la secundaria, que seré en realidad la que poseerd el metal a la tempera: tura ambiente ¥, por tanto, la que generalmente nos interesard para el empleo de Jos metales. También la ¢structura secundaria esté sujeta a la influencia que la velocidad de enfriamiento tiene sobre el proceso de la transformacién, y asimismo, un ehfriamiento r4pido nos produciré tuna estructura |fina y uno lento una estructura

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