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Grado: 1A
Volumen 8 - Nº43 -Nov/Dic 1997
ARTÍCULO
Los estados o fases de la materia, que son familiares en la experiencia cotidiana -sólido, líquido
y gas- son fácilmente diferenciables por sus propiedades. Se han elaborado modelos simples que
describen y predicen las principales características de los estados sólido y gaseoso (designados,
respectivamente como modelos de sólidos armónicos y de gases ideales). En cambio, ha sido más
difícil construir modelos que describan las propiedades del estado líquido. Esto se debe a que los
Ilíquidos comparten algunas características de los sólidos, tales como alta densidad, baje
compresibilidad y elasticidad ante el Impacto, con otras que son propias de los gases tales como
fluidez y la capacidad de sus moléculas de desplazares libremente en su seno permitiendo que un
líquido adquiera la forma del recipiente que lo contiene. Este comportamiento dual tiene la paradójica
consecuencia de que el modelo universalmente utilizado para representar las características
estructurales de los líquidos densos (llamado modelo de esferas duras), sea incapaz de describir el
cambio de feas de líquido a vapor.
Puede verse que a temperaturas inferiores a la temperatura crítica las isotermas tienen una
zona horizontal en la que coexisten los estado líquido y gaseoso; a la izquierda de la horizontal el
líquido cambia a le fase gaseosa (moléculas muy separadas entre sí como se simboliza con los
círculos sombreados del inserto de la izquierda) mientras que a la derecha de esta zona desaparece
la fase gaseosa y predomina la líquida (moléculas muy cercanas entre si, como se simboliza con los
círculos sombreados del inserto de la derecha). La figura también muestra que los dos puntos donde
se produce el cambio de fase de cada isoterma pueden unirse por una curva cóncava hacia abajo en
forma de campana, esta curva delimita la zona donde las isotermas son horizontales y por lo tanto
todos los puntos que pertenezcan a la región que está debajo de ella corresponden a condiciones en
que es posible la existencia simultánea del líquido y de su vapor. Nótese que le curva en campana
tiene su valor máximo en un punto que toca a la isoterma correspondiente a la Tc y que para la
temperatura correspondiente a esa isoterma o para temperaturas superiores no hay estado líquido.
El punto en el plano en que la isoterma crítica toca tangencialmente la curva en campana corresponde
al punto crítico. En este punto singular el líquido, además de tener la temperatura crítica, estará en
su presión y en su densidad críticas, las que también son características de cada substancia
particular. En consecuencia, así como puede definirse una isoterma crítica en el gráfico de presión
en función de le densidad de la Figura I también podrá definirse una isobara crítica (curva que une
puntos con la misma presión) en un gráfico de presión en función de la temperatura y una isocora
crítica (curva que une puntos de idéntica densidad) en un gráfico de densidad en función de la
temperatura.
La Figura II muestra cómo varia la estabilidad
termodinámica de un sistema similar al de la Figura
l en función de su densidad y para distintas
temperaturas.
La línea punteada de la Figura II muestra que a medida que aumenta la temperatura, las
densidades de las dos fases fluidas se aproximan progresivamente. Por eso, a partir de la temperatura
critica ya no será posible una compensación entre los efectos opuestos de la disminución de la
energía intermolecular y el del aumento de entropía. En este estado se llega al punto crítico en que
las fases vapor y líquido se hacen idénticas y no pueden diferenciarse más.
En la vecindad del punto crítico todos los sistemas materiales presentan un comportamiento
singular. A veces se habla de líquidos expandidos o de gases comprimidos para referirse a los fluidos
en condiciones supercríticas; en realidad, por encima de la temperatura crítica se puede variar la
densidad en forma continua, desde la típica de gases hasta la que es típica de los líquidos.