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Análisis de la Investigación

Con el desarrollo concebido a través de esta investigación acerca del conflicto

generado por la guerra en Somalia, se han desarrollado las herramientas pertinentes para la

comprensión de este acontecimiento que ha afectado el plano internacional durante las últimas

décadas. La reconstrucción de la información recogida para ubicar y entender de la manera más

práctica y comprensible ha tenido como principal función la de poder analizar todos los factores

que se han relacionado en dicho conflicto, para de esta forma logrando un análisis en esta compleja

situación en el territorio africano poder comprender los matices y las características que han

extendido este conflicto durante tanto tiempo.

La necesidad de compresión de este conflicto nos ha llevado a comprender luego

de una profundización histórica acerca de este conflicto, los grandes rasgos que han movido los

hilos detrás de veinte años de guerra y detrás de una historia llena de baches y bretes que han

existido dentro del país del Cuerno de África, estos factores han sido los que más han hecho

movilizar la historia política detrás de los últimos años de este interminable conflicto, por ende

para la necesidad existente de entendimiento de éste, son tan relevantes sus análisis propios.

1. El conflicto a través de la cultura, étnica, tribal y religiosa.

Uno de los factores que más se ha desarrollado dentro del conflicto en Somalia, y que ha

ido progresivamente escalando hasta volverse en el tópico de más relevancia dentro de esta

situación, han sido todo lo que se ha desarrollado desde la creación de las UCI, que luego se

convirtieron en una facción más extremista, hasta desembocar en, según el Consejo de Seguridad

de la ONU, en un grupo terrorista que atenta contra la estabilidad política y social de Somalia y de

toda África Sub-sahariana (Security Council, 2014). Este movimiento que atenta contra la
seguridad regional y que ha tenido un alcance exponencial se ha acompañado siempre por esta

constante pugna de poderes establecidos desde la caída del gobierno de Siad Barré, los

denominados señores de la guerra han sido siempre un importante factor en la superestructura del

conflicto somalí.

Para tener una visión más clara del análisis de este conflicto, con el estudio de (Gutierrez

de Terán, 2007) “El Islam en Somalia y la lucha contra el terrorismo”. En Somalia desde la caída

del gobierno dictatorial que rigió el país durante más de treinta años, dejó al país fragmentado en

una constante pugna por los intereses propios de los grupos más étnicos principales en Somalia,

estos grupos que contribuyeron en conjunto a la sublevación contra el gobierno de Siad Barré hasta

su caída, se dedicaron a distribuirse el territorio somalí entre estos grupos étnicos, generando un

ambiente de separación, no solo política, ya que perdía la centralización del poder, si no social y

cultural, ya que generaron unas brechas y recelo entre cada una de las regiones, lo que ocasionaba

una constante batalla por imponerse y por el poder de mayores extensiones de territorio.

Estas constantes luchas crearon las figuras de los denominados “señores de la guerra” los

líderes que propiciaban estas luchas entre los diferentes clanes y que durante gran parte de los 90’s

y principios de los 2000’s controlaron todo el territorio somalí, perdiendo así por completo la

estructura de un Estado propiamente dicho, ya que perdió la gobernanza para distribuir todo el

territorio entre estos señores de la guerra. Esta completa inestabilidad política generó como

respuesta automática de la propia sociedad somalí la relevancia de una facción que no había tenido

relevancia durante este período, haciendo el nacimiento de la Unión de Cortes Islámicas (UCI) que

consiguieron una remota estabilidad dentro del Estado, para lo que se poseía, crearon un gobierno

que controlaba una gran parte del territorio, logrando centralizar luego de muchos años

nuevamente al país.
La UCI tuvo una importante repercusión en el Estado somalí, logrando durante su primera

etapa empatizar son la sociedad que estaba realmente necesitada del establecimiento de un orden

y de una organización bien formada, cosa que la UCI pudo establecer. Sin embargo, esta

organización política basada en una visión más extrema del islam a lo que acostumbraba la

población de Somalia comenzó a generar disconformidad dentro de la sociedad, que se sentía cada

vez más coartada y limitada, lo que hizo que los señores de la guerra vieran una oportunidad para

recuperar el poder que tenían en el territorio.

Donde podemos ver que luego del control totalitario de la UCI que fueron escalonando,

desde el régimen de control que fue apoyado por la sociedad somalí e inclusive por la Unión

Africana, hasta un grupo de extremistas religioso que fueron coartando todas las libertades y

tradiciones de las diferentes culturas que habitan el país. Todo este clímax de tensión a causa de

las prohibiciones basados en la ley Sharia, fueron la oportunidad perfecta para el comienzo de la

escalada internacional del conflicto, donde Etiopía comenzó a enviar tropas para reducir a la UCI,

todo esto apoyado por el plan contra el islamismo de Estados Unidos. Esto generó como respuesta

la sublevación de una facción de la UCI de un corte más radical, que terminarían escalando hasta

estar entre los grupos terroristas más importantes de la región, apoyados por Al-Qaeda y el Estado

Islámico.

El nacimiento del Al-Shabaab fue el comienzo de la intensificación de las disputas a nivel

regional, ya que ahora el conflicto local se había extrapolado, todo generado por el islamismo

aplicado a la política que con una doctrina tan rígida en estructura, fue aplicada en una sociedad la

cual llevaba varias décadas sin estructura de ningún tipo, lo que creó múltiples fracturas y

descontento entre todas las partes que conforman el Estado, ya que una de las principales

características de Somalia es esta importancia histórica que tienen la cultura de cada uno de los
clanes que conforman el país, siendo socavada estas culturas comenzaron los conflictos internos

que fueron la ocasión perfecta para que los países vecinos y sus aliados ingresaran al país, con la

tradición estadounidense de ser el árbitro y mediador en todos los conflictos globales y en especial

si estos tenían la posibilidad de expandir la cultura del extremismo islámico en el resto del mundo.

2. Facciones internacionales en el conflicto.

Lo antes mencionado sobre la relación entre diferentes factores, bien sean Organizaciones

internaciones u otros Estados en el conflicto, nos hace entender el vital rol de todas las partes y el

rol que juegan dentro de esta situación en el país del Cuerno de África. Ya que Somalia desde la

caída de Siad-Barré ha sido uno de los focos principales de todos los entes gubernamentales e

internacionales de todo el mundo. Si recurrimos a analizar la participación de los entes

internacionales y otros Estados más relevantes en el conflicto tenemos que resaltar la participación

de tres principales actores, la Organización de Naciones Unidas, los Estados Unidos y de los países

adscritos a la Unión Africana de Naciones, en especial el papel de Etiopía, Kenia y Yibutí.

El papel de la ONU en el panorama político internacional se debería de caracterizar por un

factor de imparcialidad que respete los pilares fundamentales que rigen a esta organización; la paz,

la seguridad, el desarrollo y los derechos humanos, según suscribe su carta magna. Durante todos

los años del conflicto que se desarrolló y se siguen desarrollando en Somalia, la organización tuvo

varios intentos que bajo el análisis de la situación crítica que se ha venido desarrollando se han

notado insuficientes, con dos intentos fallidos y rápidamente disueltos por los grupos armados en

Somalia (ONUSOM 1 y ONUSOM 2) cuyo resultado fue bastante escueto para la gigantesca

magnitud del conflicto.


También se vio una desviación de intereses y notoriedad de la importancia política sobre

uno de los pilares fundamentales de la organización, ya que gran parte de la operación dejó en

segundo plano la crisis humanitaria del Cuerno de África por la búsqueda del líder local Farrah

Aidid, jefe de una de las facciones más importante y con más influencia militar en Somalia, en su

búsqueda por acabar con Aidid, la ONU negoció y se involucró con los señores de la guerra de

otras regiones de importancia en Somalia. Todos esfuerzos en vano luego de que las dos misiones

acabaran en un fracaso y retirada de las tropas de la organización. Luego de esto el papel de la

Organización ha tomado una tonalidad más pasiva con respecto al conflicto, ya que luego del coste

de las primeras intervenciones militares fallidas y se ha ido poco a poco relegando el conflicto en

un segundo plano para la ONU.

El papel de los Estados Unidos en el conflicto ha ido en lineamiento con su política

internacional, la búsqueda de la occidentalización de todas las regiones del planeta, siendo los

principales promotores de las misiones de la ONU en el país, ha permanecido dentro del conflicto

aún luego de la retirada de la Organización de este conflicto. Toda la situación se tornó más de

interés para el gobierno norteamericano luego de los sucesos del 11 de septiembre de 2001, cuando

la política internacional estadounidense, ya de por sí siendo controladora, se tornó más radical en

la lucha contra el terrorismo y en la consecuente e incesante conflicto que determinaron “guerra

contra el terror” en contra de todos los países y organizaciones que pudiesen tener una relación

con el Estado Islámico, y Somalia no sería la excepción.

Estados Unidos fue el principal promotor de la intervención etíope en contra de las UCI en

el territorio somalí y luego de la convergencia de estas Cortes Islámicas en la facción radical Al-

Shabaab la injerencia militar estadounidense se ha tornado más intensa, con la búsqueda de la

exterminación de los movimientos de extremistas islámicos y con todos aquellos movimientos que
tengan relación con Al Qaeda, es por ello el constante apoyo a grupos políticos y movimientos

armados clandestinos en la lucha contra estos bandos islámicos en el país.

La intervención estadounidense en el territorio somalí ha ido mutando para garantizar la

seguridad de sus combatientes dentro del conflicto, luego del fracaso que dejó la “Operación

Restaurar Esperanza” para las tropas norteamericanas esta ha seguido con constante sofocación

para los grupos armados con ataques programados, misiles y explosivos remotos en las principales

regiones del país.

Las consecuencias de la crisis en Somalia son notorias y no hace falta remarcarlas, estas

han dejado un altísimo número de personas fallecidas, heridos, en situaciones de enfermedad y

desnutrición, y desplazados. Y esto ha generado también daños colaterales a los países colindantes

a este, generando grandes repercusiones en las políticas y accionar de los distintos países que

limitan con Somalia. Etiopía y Yibutí fueron los principales promotores de una guerra en búsqueda

de acabar con la UCI en Somalia, Etiopía apoyada por Estados Unidos y Yibutí se involucró en el

conflicto por la injerencia etíope en los conflictos somalíes, que terminaron realmente usando a

Somalia como territorio para batallar entre ellos los conflictos fronterizos que han tenido desde

hacía ya muchas décadas. Perjudicando mucho la estabilidad y alargando per se el conflicto dentro

del país.

Por otro lado, Kenia fue la principal puerta de escape para los refugiados de las regiones

que se encontraban en disputa, se volvió el asentamiento de refugiados más grande del mundo,

ocasionando así grandes conflictos en un país que no contaba con los recursos suficientes para

solucionar los problemas internos de su nación y apoyar a más de 1millón de personas que huían

a su territorio, este ha tomado medidas para intentar disolver estos campos de refugiados ya que

cada vez son más y los recursos dentro del país son insuficientes.

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