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Prologo Modernidad Líquida PDF
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MIRTA ROSENBERG
en cola oraci6n con
JAIME ARRAMBIDE SQUIRRU
MODERNIDAD
LfQUIDA
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8 MODERNIDAD LIQUIDA PRÖLOGO 9
Hasta aqui 10 que dice Ia Encyclopædia Britannica, en una entrada logro? En otras palabras, c•acaso Ia modernidad no ha Sido "fluida" desde
que apuesta a explicar Ia "fluidez" como una metåfora regente de Ia eta- el principio?
pa actual de Ia era moderna. Éstas y otras objeciones son justificadas, y parecerån mås justificadas
En lenguaje simple, todas estas caracterfsticas de los fluidos implican aun cuando recordemos que la famosa expresiön "derretir los s61idos"
que los Ifquidos, a diferencia de los sölidos, no conservan fåcilmente su acuöada hace un siglo y medio por Ios autores del Manifiesto comunista,
forma. Los fluidos, por asi decirlo, no se fijan al espacio ni se atan al se referfa al tratamiento con que el confiado y exuberante espfritu mo-
tiempo. En tanto los s61idos tienen una clara dimensiön espacial pero derno aludia a una sociedad que encontraba demasiado estancada para
neutralizan el impacto —y disminuyen la significaci6n— del tiempo (resisten su gusto y demasiado resistente a Ios cambios ambicionados, ya que to-
efectivamente su flujo 0 10 vuelven irrelevante), los fluidos no conservan das sus pautas estaban congeladas. Si el "espfritu" era "moderno", 10 era
una forma durante mucho tiempo y estån constantemente dispuestos (y en tanto estaba decidido a que Ia realidad se emancipara de la "mano
proclives) a cambiarla; por consiguiente, para ellos 10 que cuenta es el muerta" de su propia historia... y eso sölo podia lograrse derritiendo los
flujo del tiempo mås que el espacio que puedan ocupar: ese espacio que, sölidos (es decir, segün Ia definici6n, disolviendo todo aquello que per-
después de todo, sölo Ilenan "por un momento". En cierto sentido, Ios Sö- siste en el tiempo y que es indiferente a su paso e inmune a su fluir). Esa
lidos cancelan cl tiempo; para los liquidos, por el contrario, 10 que im- intenciön requerfa, a su vez, la "profanaci6n de 10 sagrado": la desauto-
porta es el tiempo. En Ia descripci6n de los s61idos, es posible ignorar rizaci6n y la negaci6n del pasado, y primordialmente de la "tgadi-
completamente el tiempo; en la desciipciön de los fluidos, se cometerfa ci6n" -es decir, el sedimento y el residuo del pasado en el presente—. Por
un error grave si el tiempo se dejara de lado. Las descripciones de un 10 tanto, requerfa asimismo la destrucci6n de la armadura protectora
fluido son como instantåneas, que necesitan ser fechadas al dorso. forjada por las convicciones y lealtades que permitfa a los s61idos resis-
Los fluidos se desplazan con facilidad. "Fluyen", "se derraman", "se tirse a Ia "licuefacciön".
desbordan", "salpican", "se vierten", "se filtran", "gotean", "inundan" Recordemos, sin embargo, que todo esto no debia Ilevarse a cabo para
'rocian", "chorrean", " manan ", "exudan"; a diferencia de los s61idos, acabar con los sölidos definitivamente ni para liberar al nuevo mundo de
no es posible detenerlos fåcilmente —sortean algunos obståculos, disuelven ellos para siempre, sino para hacer espacio a nuevos y mejores sölidos;
otros o se filtran a través de ellos, empapåndolos—. Emergen inc61umes para reemplazar el conjunto heredado de sölidos defectuosos y deficientes
de sus encuentros con Ios sölidos, en tanto que estos filtimos —si es que si- por Otro, mejor o incluso perfecto, y por eso mismo inalterable. A1 leer el
guen siendo sölidos tras el encuentro— sufren un cambio: se humedecen o Ancien Régime [El Antiguo Régimen y la Revoluciön] de De Tocqueville,
empapan. La extraordinaria movilidad de Ios fluidos es 10 que Ios asocia podriamos preguntarnos ademås hasta qué punto esos "sölidos" no es-
con la idea de "levedad", Hay liquidos que en pulgadas cübicas son mis taban de antemano resentidos, condenados y destinados a la licuefac-
pesados que muchos sölidos, pero dé todos modos tendemos a visualizar- ci6n, ya que se habian oxidado y enmohecido, tornåndose frågiles y pocö
Ios como mås livianos, menos "pesados" que cualquier sölido. Asociamos confiables. Los tiempos modernos encontraron a Ios "lidos premodernos
"levedad" o "liviandad" con movilidad e inconstancia: la pråctica nos de- en•un estado bastante avanzado de desintegraci6n; y uno de 10s motivos
muestra que cuanto menos cargados nos desplacemos, tanto mås råpido mås poderosos que estimulaba su disoluciön era el deseo de descubrir o
serå nuestro avance. inventar s61idos cuya solidez fuera —por una vez— duradera, una solidez en
Estas razones justifican que consideremos que la "fluidez" o la "liqui- la que se pudiera confiar y de la que se pudiera depender, volviendo al
dez" son metåforas adecuadas para aprehender la naturaleza de la fase mundo predecible y controlable.
actual —en muchos sentidos nueva— de la historia de la modernidad. Los primeros s61idos que debfan disolverse y Ias primeras pautas sagra-
Acepto que esta proposici6n pueda hacer vacilar a cualquiera que esté das que debian profanarse eran Ias lealtades tradicionales, los derechos y
familiarizado con el "discurso de la modernidad" y con el vocabulario obligaciones acostumbrados que ataban de pies y manos, obstaculizaban
empleado habitualmente para narrar la historia moderna. éAcaso la mo- los movimientos y constrefifan Ia iniciativa. Para encarar seriamente Ia
dernidad no fue desde el principio un "proceso de licuefacci6n"? éAcaso tarea de construir un nuevo orden (iverdaderamente s61ido!), era nece-
"derretir los s61idos" no fue siempre su principal pasatiempo y su mayor sario deshacerse del lastre que el Viejo orden impon(a a 10s constructores.
10 MODERNIDAD LIQUIDA
PRÖLOGO 11
momento, el momento de Ia modernidad fluida, son los vinculos entre fielmente las reglas y modalidades de conducta correctas y adecuadas a
esa ubicaciön.
y Ios proyectos y las acciones colectivos —las
las elecciones individuales
estructuras de comunicaciön y coordinaci6n entre las polfticas de Vida Sin embargo, esos c6digos y conductas que uno podia elegir como pun-
individuales y las acciones politicas colectivas—. tos de orientaciön estables, y por Ios cuales era posible guiarse, escasean
En una entrevista concedida a Jonathan Rutherford el 3 de febrero de cada vez mås en la actualidad. Eso no implica que nuestros contemporå-
1999, Ulrich Beck (quien hace pocos anos acufiö el término "segunda mo- neos s610 estén guiados por su propia imaginaci6n, ni que puedan decidir
dernidad" para connotar la fase en que la modernidad "volvi6 sobre sf a voluntad c6mo construir un modelo de Vida, ni que ya no dependan de
misma la época de la soi-disant "modernizaci6n de Ia modernidad") ha- la sociedad para conseguir los materiales de construcciön o planos autori-
zados. Pero sf implica que, en este momento, salimos de Ia época de los
bla de "categorfas zombis" y de "instituciones iombis", que estån "muer-
tas y todavfa vivas". Nombra la familia, la clase y el vecindario como "grupos de referencia" preasignados para desplazarnos hacia una era de
ejemplos ilustrativos de este nuevo fenömeno. La familia, por ejemplo:
"comparaci6n universal" en la que el destino de Ia labor de construcci6n
individual estå endémica e irremediablemente indefinido, no dado de an-
éQué esuna familia en la actualidad? éQué significa? Por supuesto, temano, y tiende a pasar por numerosos y profundos cambios antes de al-
hay mis nifios, nuestros niläos. Pero hasta la progenitura, el
nifios, canzar su ünico final verdadero: el final de la Vida del individuo.
nücleo de Ia Vida familiar, ha empezado a desintegrarse con el di- En Ia actualidad, las pautas y configuraciones ya no estån "determi-
vorcio Abuelas y abuelos son incluidos y acluidos sin recur- nadas", y no resultan "autoevidentes" de ningün modo; hay demasia-
sos para participar en las decisiones de sus hijos e hijas. Desde el
das, chocan entre sf y sus mandatos se contradicen, de manera que cada
punto de vista de los nietos, el significado de Ios abuelos debe de-
una de esas pautas y configuraciones ha Sido despojada de su poder
terminarse por medio de decisiones y elecciones individuales,
coercitivo o estimulante. Y, ademås, su naturaleza ha cambiado, por "10
cual han Sido reclasificadas en consecuencia: como item del inventario
Lo que se estå produciendo hoy es, por asi decirlo, una redistribuci6n y
una reasignaciön de los "poderes de disoluciön" de la modernidad. A1 de tareas individuales. En vez de preceder a la politica de Vida y de en-
principio, esos poderes afectaban Ias instituciones existentes, los marcos cuadrar su curso futuro, deben seguirla (derivar de ella), y reformarse y
que circunscribian los campos de acciones y elecciones posibles, como remoldearse segün los cambios y giros que esa polftica de Vida experi-
Ios patrimonios heredados, con su asignaciÖn obligatoria, no por gusto.
mente. El poder de licuefacci6n se ha desplazado del "sistema" a la "so-
Las configuraciones, las constelaciones, Ias estructuras de dependencia e ciedad", de la "politica" a las "politicas de vida" o ha descendido del
interacciön fueron arrojadas en el interior del crisol, para ser fundidas y "macronivel" al "micronivel" de Ia cohabitaciön social.
después remodeladas: ésa fue Ia fase de "romper el molde" en la histo- Como una versiön privatizada de la moder-
resultado, la nuestra es
ria de Ia transgresora, ilimitada, erosiva modernidad. No obstante, los nidad, en que el peso de la .construcci6n de pautas y la responsabili-
la
individuos podfan ser excusados por no haberlo advertido: tuvieron que dad del fracaso caen primordialmente sobre Ios hombros del individuo.
enfrentarse a pautas y configuraciones que, aunque "nuevas y mejores"
La licuefacci6n debe aplicarse ahora a las pautas de dependencia e inte-
segufan siendo tan rigidas e inflexibles como antes. racciön, porque les ha tocado el turno. Esas pautas son maleables hasta
Por cierto, todos los moldes que se rompieron fueron reemplazados un punto jamås experimentado ni imaginado por las generaciones ante-
por otros; Ia gente fue liberada de sus Viejas celdas s610 para ser censu- riores,ya que, como todos Ios fluidos, no conservan mucho tiempo su
rada y reprendida si no lograba situarse —por medio de un esfuerzo de- forma. Darles forma es mås fåcil que mantenerlas en forma. Los s61idos
dicado, continuo y de por Vida— en los nichos confeccionados por el nuevo son moldeados una sola vez. Mantener la forma de los fluidos requiere
orden: en las clases, los marcos que (tan inflexiblemente como los ya di- muchisima atenciön, vigilancia constante y un esfuerzo perpetuo... e in-
sueltos estamentos) encuadraban lå totalidad de las condiciones y perspec- cluso en ese caso el éxito no es, ni mucho menos, previsible.
tivas vitales, y condicionaban el alcance de Ios proyectos y estrategias de Seria imprudente negar o menospreciar el profundo cambio que el
Vida. Los individuos debian dedicarse a Ia tarea de usar su nueva liber- advenimiento de la "modernidad fluida" ha impuesto a la condici6n hu-
tad para encontrar el nicho apropiado y establecerse en él, siguiendo mana. El hecho de que Ia estructura sistémica se haya vuelto remota e
14 MODERNIDAD LiQUIDA
PRÖLOGO 15
inalcanzable, combinado con el estado fluido y desestructurado del en-
cuadre de la politica de Vida, ha cambiado la condiciön humana de mo-
IOS instrumentos naturales de movilidad —los miembros inferiores, hu-
do radical y exige repensar los viejos conceptos que solian enmarcar su
manos o equinos— solian reducir los movimientos de Ios cuerpos premo-
discurso narrativo. Como zombis, esos conceptos estän hoy vivos y
dernos. Cuando la distancia recorrida en una unidad de tiempo pas6 a
muertos al mismo tiempo. La pregunta es si su resurrecciön —aun en una
depender de de Ios medios de transporte artificiales exis-
la tecnologfa,
nueva forma o encarnaciön— es factible; o, si no 10 es, c6mo disponer para
tentes, 10s limites heredados de la velocidad de movimiento pudieron
un funeral y una sepultura decentes.
ellos
transgredirse. S610 el Cielo (o, como se reve16 mås tarde, la velocidad de
Este libro estä dedicado a esa pregunta. Hemos elegido examinar Cinco
la luz) empez6 a ser el limite, y la modernidad fue un esfuerzo constante,
conceptos båsicos en torno de los cuales ha girado la narrativa ortodoxa
imparable y acelerado por alcanzarlo.
de la condiciön humana: emancipaci6n, individualidad, tiempo/espacio,
Gracias a sus recientemente adquiridas flexibilidad y capacidad de ex-
trabajo y comunidad. Se han explorado (aunque de manera muy frag-
pansiön, tiempo moderno se ha convertido, primordialmente, en el arma
el
mentaria y preliminar) sucesivos avatares de sus significados y aplicacio-
para la En la lucha moderna entre espacio y tiempo,
conquista del espacio.
nes pråcticas, con Ia esperanza de salvar a Ios niios del diluvio de aguas
el espacio era el aspecto s61ido y est61ido, pesado e inerte, capaz de enta-
contaminadas.
blar solamente una guerra defensiva, de trincheras... y ser un obståculo
para las flexibles embestidas del tiempo. EI tiempo era el bando activo y
La modernidad significa muchas cosas, y su advenimiento y su avance
dinämico del combate, el bando siempre a Ia ofensiva: la fuerza invaso-
pueden evaluarse empleando diferentes paråmetros. Sin embargo, un
ra, conquistadora y colonizadora. Durante Ia modernidad, Ia velocidad
rasgo de la Vida moderna y de sus puestas en escena sobresale particu-
de movimiento y el acceso a medios de movilidad mäs råpidos ascendie-
larmente, como "diferencia que hace toda la diferencia", como atributo
ron hasta Ilegar a ser el principal instrumento de poder y dominaciön.
crucial del que derivan todas las demäs caracterfsticas. Ese atributo es el
Michel Foucault us6 el disefio del pan6ptico de Jeremy Bentham co-
cambio en la relaci6n entre espacio y tiempo. mo archimetåfora del poder moderno. En el panöptico, los internos es-
La modernidad empieza cuando el espacio y el tiempo se separan de la
taban inmovilizados e impedidos de cualquier movimiento, confinados
präctica vital y entre sf, y pueden ser teorizados como categorfas de es-
dentro de gruesos muros y murallas custodiados, y atados a sus camas,
trategia y acciön mutuamente independientes, cuando dejan de ser —como
celdas o bancos de trabajo. No podfan moverse porque estaban vigila-
solian serlo en los siglos premodernos— aspectos entrelazados y apenas
dos; debfan permanecer en todo momento en sus sitios asignados por-
discernibles de Ia experiencia viva, unidos por una relaciön de corres-
que no sabian, ni tenian manera de saber, dönde se encontraban sus
pondencia estable y aparentemente invulnerable. En la modernidad, el vigilantes, que tenfan libertad de movimiento. La facilidad y la disponi-
tiempo tiene historia, gracias a su "capacidad de contenciön" que se am-
bilidad de movimiento de Ios guardias eran garantia de dominaci6n; Ia
plia permanentemente: la prolongaci6n de los tramos de espacio que Ias
'finmovilidad" de Ios internos era muy segura, Ia mås diffcil de romper
unidades de tiempo permiten "pasar", "cruzar", "cubrir"... o conquis- entre todas Ias ataduras que condicionaban su subordinaci6n. El domi-
tar. El tiempo adquiere historia cuando la velocidad de movimiento a
nio del tiempo era el secreto del poder de Los jefes... y tanto la inmoviliza-
través del espacio (a diferencia del espacio eminentemente inflexible, que ci6n de sus subordinados en el espacio mediante la negaciön del derecho
no puede ser ampliado ni reducido) se convierte en una cuesti6n de in- a moverse como la rutinizaciön. del ritmo temporal impuesto eran Ias
genio, imaginaciön y recursos humanos. principales estrategias del ejercicio del poder. La piråmide de poder es-
La idea misma de velocidad aun mås conspicuamente, de acelera-
(y taba construida sobre la base de la velocidad, el acceso a los medios de
ciön), referida a la relaci6n entre tiempo y espacio,supone su variabili- transporte y la subsiguiente libertad de movimientos.
dad, y seria diffcil que tuviera algün sentido si esa relaciön no fuera El panoptico era un modelo de confrontaciön entre los dos lados de la
cambiante, si fuera un atributo de la realidad inhumana y prehumana en relaci6n de poder..Las estrategias de los jefes —salvaguardar la propia vo-
vez de estar condicionada a la inventiva y la determinaciön humanas, y de tiempo de sus subordinados— se fusionaron.
latilidad y rutinizar el flujo
si no hubiera trascendido el estrecho espectro de variaciones a las que Pero existfa cierta tensi6n entre ambas tareas. La segunda tarea ponia
Ifmites a la primera: ataba a los "rutinizadores" al lugar en el cual habfan
PRÖLOGO 17
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MODERNIDAD LiQUIDA
citos en guerra. La principal técnica de poder es ahora Ia huida, el escurri-
Sido confinados Ios objetos de esa rutinizaciön temporal. Los "rutiniza- miento, la elisiön, la capacidad de evitar, el rechazo concreto de cualquier
dores" no tenian una verdadera y plena libertad de movimientos: era im- confinamlento territorial y de sus engorrosos corolarios de construcci6n y
relaciones de poder pospanöpticas, 10 que importa es que Ia gente que podria decir (parafraseando la formula clåsica de Clausewitz) que la
maneja el poder del que depende el destino de los socios menos volätiles guerra de hoy se parece cada vez mäs a "la promoci6n del libre comercio
de la relaciön puede ponerse en cualquier momento fuera de alcance... y mundial por otros medios".
volverse absolutamente inaccesible. Recientemente, Jim MacLaughIin nos ha recordado (en Sociology, 1/99)
EI fin del panoptico eugura el fin de la era del compromiso mutuo: en- que el advenimiento de la era moderna signific6, entre otras cosas, el ataque
tre supervisores y supervisados, trabajo y capital, lfderes y seguidores, ejér- consistente y sistemåtico de los "establecidos", convertidos al modo de
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PRÖLOGO 19
alabanzas del nomadismo, que hace que IOS pueblos "se acerquen mis a da de las poblaciones subordinadas ha dejado de ser necesario (por el
la bondad que Ios sedentarios porque J estån mäs alejados de los ma-
. contrario, se 10 evita por ser costoso sin raz6n alguna y poco efectivo),
los häbitos que han infectado los corazones sedentarios", pero la febril y por 10 tanto 10 "grande" no s610 ha dejado de ser "mejor", sino que
construcci6n de naciones y estados-naci6n que se desencaden6 poco tiem- ha perdido cualquier sentido racional. Lo pequeöo, 10 liviano, 10 mis
po después en toda Europa puso el "suelo" muy por encima de Ia "san- portable significa ahora mejora y "progreso". Viajar liviano, en vez de
gre" al nuevo orden legislado, que codificaba los
sentar las bases del aferrarse a cosas consideradas confiables y s61idas —por su gran peso, so-
derechos y deberes de los ciudadanos. LOS n6mades, que menospreciaban Iidez e inflexible capacidad de resistencia—, es ahora el mayor bien y sim-
las preocupaciones territoriales de Ios legisladores y que ignoraban abso- bolo de poder.
lutamente sus fanäticos esfuerzos por establecer fronteras, fueron presen- Aferrarse al suelo no es tan importante si ese suelo puede ser alcan-
tados como Ios peores villanos de Ia guerra santa entablada en nombre del zado y abandonado a voluntad, en poco o en casi ningün tiempo. Por Otro
progreso y de la civilizaci6n. Los modernos "cronopoliticos" no s610 los lado, aferrarse demasiado, cargåndose de compromisos mutuamente in-
consideraron seres inferiores y primitivos, "subdesarrollados" que necesi- quebrantables, puede resultar positivamente perjudicial, mientras las
taban ser reformados e ilustrados, sino también retr6grados que sufrfan nuevas oportunidades aparecen en cualquier otra parte. Es comprensible
"retraso cultural", que se encontraban en 10s peldaäos rnäs bajos de Ia es- que Rockefeller haya querido que sus fåbricas, ferrocarriles y pozos pe-
cala evolutiva y que eran, por aiadidura, imperdonablemente necios por troleros fueran grandes y robustos, para poseerlos durante mucho, mucho
su reticencia a seguir "el esquema universal de desarrollo" tiempo (para toda la eternidad, si medimos el tiempo segün la duraci6n
Durante toda la etapa sölida de Ia era moderna, los häbitos n6mades de la Vida humana o de la familia). Sin embargo, Bill Gates se separa sin
fueron mal considerados. La ciudadanfa iba de la mano con el sedenta- pena de posesiones que ayer 10 enorgullecfan: hoy, 10 que da ganancias
rismo, y la falta de un "domicilio fijo" o la no pertenencia a un "Estado" es la desenfrenada velocidad de circulaci6n, reciclado, envejecimiento,
implicaba la exclusiön de la comunidad respetuosa de Ia ley y protegida descarte y reemplazo —no Ia durabilidad ni Ia duradera confiabilidad del
por ella, y con frecuencia condenaba a los infractores a Ia discriminaciön producto—. En una notable inversi6n de la tradici6n de mås de un mile-
legal, cuando no al enjuiciamiento. Aunque ese trato todavfa se aplica a nio, Ios encumbrados y poderosos de hoy son quienes rechazan y evitan
Ia "subclase" de los sin techo, que son sometidos a las Viejas técnicas de 10 durable y celebran 10 effmero, mientras Ios que ocupan el lugar mäs
control panoptico (técnicas que ya no se emplean para integrar y discipli- bajo —contra todo 10 esperable— luchan desesperadamente para lograr
nar a Ia mayorfa de la poblaciön), la época de la superioridad incondicio- que sus frågiles, vulnerables y effmeras posesiones duren mås y les rin-
nal del sedentarismo sobre el nomadismo y del dominio de 10 sedentario dan servicios duraderos. Los encumbrados y Ios menos favorecidos se
sobre 10 nömade tiende a finalizar. Estamos asistiendo a la venganza del encuentran hoy en lados opuestos de las grandes liquidaciones y en las
nomadismo contra el principio de la territorialidad y el sedentarismo. En ventas de autos usados.
la etapa fluida de Ia modernidad, la mayoria sedentaria es gobernada por
una elite n6made y extraterritorial. Mantener IOS caminos libres para el La desintegraci6n de la trama social y el desmoronamiento de las agen-
tråfico nömade y eliminar los pocos puntos de control fronterizo que de acciön colectiva suelen seialarse con gran ansiedad y justificarse
cias
quedan se ha convertido en el metaobjetivo de y también de
la politica,
como "efecto colateral" anticipado de la nueva levedad y fluidez de un
las guerras que, tal como 10 expresara Clausewitz, son solamente "la ex-
poder cada vez rnås mövil, escurridizo, cambiante, evasivo y fugitivo.
pansi6n de la politica por Otros medios". Perd la desintegraci6n social es tanto una afecciön como un resultado
La elite global contemporånea sigue el esquema de los antiguos
de Ia nueva técnica del podeg que emplea como principales instrumentos
"amos ausentes". Puede gobernar sin cargarse con las tareas administra-
el descompromiso y el arte de la huida. Para que el poder fluya, el mundo
tivas, gerenciales o bélicas y, por anadidura, también puede evitar Ia mi- debe estar libre de trabas, barreras, fronteras fortificadas y controles.
Cualquier trama densa de nexos sociales, y particularmente una red es-
20 MODERNIDAD LiQUlDA
trecha con base territorial, implica un obståculo que debe ser eliminado.
Los poderes globales estån abocados al desmantelamiento de esas redes,
en nombre de una mayor y constante fluidez, que es la fuente principal
de su fuerza y la garantfa de su invencibilidad. Y el derrumbe, la fragili-
dad, Ia vulnerabilidad, la transitoriedad y Ia precariedad de los vinculos 1. Emancipaci6n
y redes humanos permiten que esos poderes puedan actuar.
Si estas tendencias mezcladas se desarrollaran sin obstäculos, hom-
bres y mujeres serfan remodelados siguiendo la estructura del mol elec- Hacia fines de las "tres gloriosas décadas" que siguieron al final de la
tr6nico, esa orgullosa invenci6n de Ios primeros arios de la cibernética Segunda Guerra Mundial —tres décadas de crecimiento sin precedentes y
que fue aclamada como un presagio de los arios futuros: un enchufe por- de afianzamiento de la riqueza y de Ia seguridad econ6mica del pr6spe-
tåtil, moviéndose por todaS partes, buscando desesperadamente tomaco- ro Occidente—, Herbert Marcuse protestaba:
rrientes donde conectarse. Pero en la época que auguran los teléfonos
celulares, es probable que los enchufes sean declarados obsoletos y de En cuanto al presente y a nuestra propia situaci6n, creo que nos
mal gusto, y que tengan cada vez menos calidad y poca oferta. Ya aho- enfrentamos a un nuevo momento de la historia, porque hoy de-
adecuada para reemplazar los temores consignados en las pesadillas al Para Marcuse, que debamos y tengamos que emanciparnos, "liberarnos
Orwell y Huxley.
estilo de la sociedad", no representaba un problema. Lo que si era un proble-
ma —el problema especffico de una sociedad que "reparte sus mercan-
Junio de 1999. cias"— es que esa liberaciön carecfa de un "sustento de las masas". Para
decirlo mås sencillamente: pocos individuos deseaban liberarse, todavfa
menos estaban•dispuestos a actuar para lograrlo, y pråcticamente nadie
Sabia con cerceza en qué medida esa "liberaciön de la_sociedad" seria di-
ferente de la situaciön en la que ya se hallaban todos ellos.
I Herbert Marcuse, "Liberation from the affluent society", en: Stephen Eric Bronner
y Douglas MacKay Kellner (comps.), Critical Theory and Society: a Reader, Londres,
Routledge, 1989, p. 227.
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