El nombre de la empresa es la carta de presentación ante el público y por
tanto la primera impresión, que debe ser positiva para estar en camino de alcanzar los objetivos planteados.
1. El nombre trascenderá en el tiempo, en el crecimiento y desarrollo
de la empresa, desde sus primeros pasos hasta su posicionamiento en el mercado. 2. Si no se cuenta con un gran presupuesto para una campaña publicitaria fuerte, el nombre de la empresa puede ser muy útil, ya que cuando está bien escogido expresa correctamente lo que la empresa es, sin que demande grandes esfuerzos comunicacionales.
Con algunos puntos para tener en cuenta:
1. Diferenciación: ¿Suene distinto a otras marcas en la misma categoría?
2. Brevedad: ¿Es suficientemente corto para ser recordado y pronunciado fácilmente?
3. Apropiado: ¿Es adecuado el nombre para el tipo de empresa y el
mercado?
4. Pronunciación y escritura: ¿Es fácil pronunciarlo y deletrearlo? ¿Cómo
suena en español? ¿Y en inglés? ¿Y en otros idiomas?
5. Agradable: ¿disfruta la gente utilizando y pronunciando el nombre?
¿Suena bien?
6. Protección: ¿Puede registrarse la marca? ¿Está el dominio y los perfiles
en las redes sociales disponibles? El nombre de nuestra empresa nace a raíz de nuestros orígenes y lengua zapoteca, la cual es: Que tiene como significado tener algo fresco o refrescante, ya que nuestro producto será algo innovador al igual que muy refrescante para la sociedad.