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Pontificia Universidad Católica de Chile

Facultad de Derecho
Personas y Bienes
Álvaro Vives – Felipe Hübner

Caso práctico – El Palacio de Portofino

1. Alexis S. era un joven estudiante de Derecho de la Universidad Católica de Chile,


que luego de haber estudiado sin mayor éxito por un par de años, decidió congelar
su carrera el día 2 de abril de 2018. Alexis se dirigió –arriba de su Honda Civic del
año 2000– a la playa Portofino, ubicada en el norte de Chile, a 25 kilómetros del
pueblo de Chañaral, Región de Atacama. La playa de Portofino es conocida por su
buen oleaje y fondo rocoso.

2. Una vez que conoció la playa Portofino, Alexis constató personalmente las
excelentes condiciones del mar para practicar surf y decidió radicarse allí.
Asimismo, pudo percatarse de que jóvenes de distintas partes del mundo –cuyo
único interés era surfear y divertirse– ya se habían domiciliado en la zona, dando
lugar a una comunidad vibrante y cosmopolita. Debido a que Alexis es muy
extrovertido y amigable, en cosa de días se hizo amigo de todos los lugareños de
Portofino. Quién llamó más poderosamente su atención fue Mayte R., una
australiana de 27 años que, luego de vivir en más de una decena de países, se
encontraba en este pequeño pueblito de Sudamérica para conocer la cultura latina y
hacer lo que más le apasionaba: surfear.

3. Mayte se comportaba como la reina de Portofino. Se paseaba por sus ajustados


caminos como la verdadera dueña del lugar, e incluso su casa –una cabaña decorada
con distintos utensilios de todas partes del mundo– era denominada como “el
Palacio de Portofino”. Y aunque el espacio era pequeño, Mayte siempre se jactaba
de que había hecho el mejor negocio de su vida: había comprado su Palacio a
Arturo V. a un precio relativamente módico.

4. La compraventa entre Mayte y Arturo consta en la escritura pública de 1 de marzo


de 2017, otorgada en la primera Notaría de Copiapó bajo el repertorio N° 339-2017.
De esa compraventa destacan las siguientes disposiciones:

a. Se establecía que Arturo había entregado a Mayte el terreno donde se


emplazaba el denominado Palacio, incluyendo un sector de playa privada.
De hecho, en la descripción de los deslindes de la propiedad se lee “(…) AL
PONIENTE: con el Oceáno Pacífico (…)”.

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b. También se establecía que Arturo había entregado a Mayte las llaves del
Palacio.

c. El precio de la compraventa ascendió al equivalente en pesos chilenos a


$5.000 dólares australianos, y se declaró como precio oportuna y
completamente pagado a la más entera satisfacción del vendedor. Sin
embargo, esa declaración no era efectiva. Mediante una escritura privada de
misma fecha, Arturo y Mayte dejaron constancia de que no se había pagado
el precio –pues Mayte llevaba solo algunos meses en Chile y su situación
financiera era feble– y establecieron un calendario flexible de pago a diez
años plazo.

d. Mayte se comprometió a no enajenar el inmueble durante los próximos


veinte años.

e. La compraventa también incluyó bienes muebles correspondientes a menajes


del hogar, tales como una cama, ropa, muebles, enseres del hogar, vajillas,
herramientas de uso doméstico, adornos, entre otros. El precio acordado para
esos bienes fue el equivalente en pesos chilenos a $1.000 dólares
australianos. A diferencia de lo ocurrido con el inmueble, en este caso las
partes declararon que el precio se encontraba insoluto y Arturo se reservó el
dominio sobre los bienes hasta el pago íntegro del precio.

5. Mayte fue a inscribir la escritura de compraventa al Registro de Bienes Raíces el 5


de marzo de 2017. El Conservador de Bienes Raíces de Chañaral, obnubilado por la
belleza de la muchacha, inscribió inmediatamente el Palacio de Portofino a su
nombre en el Registro de Propiedad.

6. Por su parte, Arturo había adquirido el inmueble de su (entonces) amigo Claudio B.,
mediante compraventa otorgada por escritura privada, pero protocolizada ante
notario, de fecha 8 de octubre de 2012. El Conservador de Bienes Raíces de
Chañaral también inscribió esa escritura en el Registro de Propiedad, con fecha 15
de octubre de 2012.

7. A su vez, Claudio había adquirido el Palacio por suscesión por causa de muerte, en
su calidad de uno de los herederos testamentarios de don Sergio L. (los otros
herederos eran Roberto R., Nelson T., Johny H. y Cristopher T.). Al momento de la
venta, Arturo sabía que Sergio había dejado más herederos y que el Palacio no se
encontraba inscrito aún exclusivamente a nombre de Claudio. Sin embargo, Claudio
sí le mostró copia de la posesión efectiva y de su correspondiente inscripción en el
Registro de Propiedad del Conservador de Chañaral.

8. Además de su hermoso Palacio, Mayte contaba con una envidiable colección de


tablas de surf, las cuales había adquirido con motivo de diferentes regalos de
amigos de los distintos lugares en los que había vivido.
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9. Alexis y Mayte se enamoraron rápidamente. Mayte le prestó un sector del jardín de
su Palacio para que instalara una cabaña, que Alexis construyó luego de dos meses
de arduo trabajo. Al ver la cabaña construida, y valorar todo el esfuerzo invertido en
ella, Mayte se emocionó y decidió donarle esa porción del terreno a Alexis. Como
había amor de por medio, la donación no revisitió formalidad alguna, aunque sí
ocurrió teniendo al vecino Gary M. como testigo, quien había acudido para ver qué
sucedía.

10. Mayte también le regaló a Alexis algunos adornos que había adquirido de Arturo,
quien no se había aparecido en las fechas acordadas a cobrar la cuotas del precio.

11. Alexis estaba muy contento con su decisión: surfeaba todos los días con Mayte,
haciendo diariamente uso y de manera alternada de las diferentes tablas de surf que
formaban parte de la colección de Mayte. En las tardes hacía reuniones en su nueva
casa con la gente del pueblo, alrededor de la fogata que había instalado en el patio.
En otras palabras, todo era alegría y diversión. Sin embargo, no pasó mucho tiempo
para que comenzaran los problemas.

12. Un día, apareció en el pueblo Reinaldo R., un hombre vestido de manera muy
formal que se presentó como un oficial del Registro Civil e Identificación y señaló
venir “por encargo de su jefe” a celebrar el matrimonio entre Mayte y Alexis. Ante
la emoción de tan magnífica noticia, los jóvenes vecinos que tomaban sol
tranquilamente en la playa de Portofino le señalaron efusivamente las viviendas
donde residían respectivamente los enamorados (a estas alturas, la pareja más
famosa de la zona).

13. Cuando Reinaldo llegó al Palacio, indicó ser realmente un receptor judicial y le
entregó un documento a Mayte. Al leer el documento, Mayte pudo constatar que
era la copia de una demanda de reivindicación firmada por Arturo. En el libelo se
solicitaba “la restitución inmediata del Palacio junto con los frutos naturales y
civiles y todos los que se podrían habrían podido obtener con mediana inteligencia
o actividad si hubieran tenido el bien raíz en su poder, desde el día en que entró en
posesión de la propiedad.”. Se acompañaba a la demanda copia de la inscripción
practicada a fojas 1.313, número 934, del Registro de Propiedad del Conservador de
Bienes Raíces de Chañaral, correspondiente al año 2012, correspondiente al Lote A
de la Hijuela de Santa Clara (cuyos deslindes correspondían al predio en donde se
situaba el Palacio), a nombre de Arturo.

14. Reinaldo se dirigió a continuación al mar, en donde se encontró con Alexis


terminando de surfear. Luego de introducirse al océano hasta que el agua llegara a
sus rodillas, Reinaldo le entregó a Alexis copia de una segunda demanda de
reivindicación, esta vez interpuesta por Arturo en contra de Alexis.

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15. Alexis quedó estupefacto al leer la demanda, que señalaba que Mayte habría
arrebatado de manera violenta a Arturo el Lote B, en donde Alexis había construido
su cabaña. Además, Arturo señalaba que haber visitado Portofino en múltiples
ocasiones con la intención de recuperar el Lote B, pero que en todas y cada una de
esas ocasiones había sido repelido de manera violenta por jóvenes que afirmaban ser
amigos de Mayte. La demanda caracterizaba a Alexis como un tipo “violento,
irresponsable, pero bueno para la pelota”. En el petitorio, la demanda solicitaba la
restitución del Lote B junto con la suma de $1.000.000 de pesos chilenos,
equivalentes a lo que, según Arturo, podría haberse obtenido de arrendar el sitio a
jóvenes surfistas deseosos de acampar en Portofino. Asimismo, se acompañaba a la
demanda copia de la inscripción practicada a fojas 1.316, número 935, del Registro
de Propiedad del Conservador de Bienes Raíces de Chañaral, correspondiente al año
2012, correspondiente al Lote B, a nombre de Arturo.

16. Alexis, montando en cólera, se dirigió donde Mayte, ya que se sentía traicionado
por ella. Él había trabajado mucho tiempo construyendo su cabaña. Asimismo, se
sintió engañado puesto que tenía la conciencia de que Mayte le había prestado y
luego donado el sitio en su calidad de dueña, ignorando completamente los
problemas con Arturo. Ahora le abrumaba estar en medio de un embrollo legal en
donde le pedían la restitución de su cabaña y una suma de dinero con la cual no
contaba. Alexis estaba profundamente arrepentido de haberse trasladado a Portofino
para dedicarse a surfear, y se preguntó por qué no siguió sus otros sueños, como ser
futbolista o abogado experto en planificación tributaria internacional.

17. Mientras Mayte y Alexis discutían apasionadamente, tocó la puerta del Palacio Luis
Miguel G., otro de los jóvenes que vivía en Portofino y que había viajado
anteriormente por el extranjero con Mayte. Cabe mencionar que a Alexis nunca le
agradó Luis Miguel por dicho motivo, ya que sentía celos por él. Acaloradamente,
Luis Miguel comentó que el pueblo se había enterado de los problemas legales de la
pareja, y exigía la restitución de una tabla de surf que había pasado hace más de dos
años atrás a Mayte. Dicha tabla era una de las que la pareja usaba mientras
surfeaban, incluso a veces en presencia de Luis Miguel. Antes de que Alexis lo
amenazara con golpes, Luis Miguel señaló que Mayte usaba dicha tabla solo porque
él lo toleraba, pero que en realidad él era su único dueño y señor.

18. En medio de ese entuerto, Alexis, Mayte y Luis Miguel vieron cómo tocaba la
puerta un simpático señor, quien se presentó con el nombre de Emilio S. Emilio
pidió disculpas por la interrupción e indicó estar ahí para hacer un reportaje para
TVN llamado ¡Que no te falte playa! Al parecer, se habrían presentado múltiples
denuncias realizadas ante la Intendencia Regional relativas a que en el paradisiaco
balneario de Portofino varios habitantes afirmaban tener sectores de playa privada,
incluidos unos tales Alexis y Mayte.

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19. Como si fuera poco, ese mismo día Alexis recibió el llamado de Eduardo V. –un
excompañero de universidad– quien le comentó que en Santiago estaban tratando de
notificarle una acción judicial relativa a su querido Honda Civic. Según su amigo, el
demandante y anterior dueño del vehículo –un tal Charles A.– lo habría vendido a
una concesionaria –Valdivia y Beausejour Ltda.– que nunca pagó el precio. Esa
concesionaria, a su vez, vendió y entregó el vehículo a Alexis el día 19 de
septiembre de 2017. En un día repleto de malas noticias, Alexis se alegró al
escuchar que su amigo estimaba que la demanda no tenía fundamento porque Alexis
tenía el vehículo inscrito a su nombre desde el 15 de diciembre de 2017.

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Instrucciones

Su desempeño como asociado de primer año en el prestigioso estudio Tarly & Cía fue
superlativo, lo que no pasó desapercibido para otros estudios. En virtud de lo anterior, el
estudio internacional recientemente constituido en Chile, Ave Supreme LLP, lo contrató a
usted con el objeto de armar un equipo jurídico de primer nivel.

Alexis y Mayte, muy apremiados por su situación, le piden asesoría legal a su estudio,
producto de los vínculos del padre de Mayte con Ave Supreme LLP en Australia. Sin
embargo, los jóvenes recalcan no tener dinero para pagar dicha asesoría. Para no alterar las
relaciones del estudio con el padre de Mayte en Australia, se decide tomar el caso de
manera pro bono. Por ello, le encargan a usted –flamante incorporación del estudio con un
año de experiencia–, junto con otros destacados asociados preparar un memorándum
explicativo del caso, considerando particularmente los aspectos relativos al derecho de
bienes.

Usted anota literalmente las instrucciones dadas por el socio, con el objeto de poder
revisarlas varias veces y asegurarse de cumplir con el encargo: “Como esto es un tema pro
bono y yo no tengo tiempo para dedicarme a analizar todo, espero que ustedes preparen un
memorándum sobre la situación y diversos escenarios de Maite y Alexis, con un análisis
legal detallado de los hechos relevantes y su calificación jurídica, para que seamos
capaces de comprender la totalidad del problema sin necesidad de recurrir a otros
antecedentes y definir el curso ideal de acción. Por último, espero no tener que recordarte
qué se espera de un memorándum legal de primer nivel, toda vez que te contratamos
especialmente por tu famoso memorándum relativo al caso de Gathering of Threats que
preparaste cuando estabas en Tarly & Cía”.

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