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El Parque Nacional Morrocoy, por sus distintos ecosistemas, variedad de playas,

cayos cristalinos y múltiples opciones de hospedaje y alimentación, es un


fabuloso destino para los que buscan disfrutar plenamente un ambiente lleno de
sol, blancas arenas, distintos oleajes.

Algo de historia

Se reseña que los españoles Alonso de Ojeda y Américo Vespucio llegaron en


1499 al cerro Chichiriviche y a Punta Tucacas, donde se encontraron con
indígenas que vivían en cuevas, quedando como testigos una buena cantidad
de petroglifos, que fácilmente pueden ser observados en la cueva de El Indio. El
nombre de Tucacas deriva de la legendaria india Tucanca., muy hermosa y
rebelde, que pertenecía a la tribu del cacique Cumarebo.

En 1974, se decreta el Parque Nacional Morrocoy , en el extremo de la costa


oriental de Falcón¸ encontrándose las 32.090 hectáreas protegidas entre las
ciudades de Tucacas y Chichiriviche, siendo el turismo. para ambas, la principal
actividad económica

Cómo llegar

El Parque Nacional Morrocoy está ubicado en el Estado Falcón. Desde Caracas


se encuentra a 245 kilómetros de Tucacas y a 281 de Chichiriviche.

Si partes de Caracas: debes tomar la Autopista Regional del Centro (ARC),


pasar la ciudad de Maracay y antes de llegar a la ciudad de Valencia, toma la vía
que conduce hasta Puerto Cabello. Buscas el cruce a Morón, de allí tomarás la
Carretera Nacional Morón-Coro, continuarás hasta la población de Boca de
Aroa, luego de Tucacas, adelanta hasta la Recta de Chichiriviche, que cruza el
Refugio de Fauna Silvestre de Cuare y finalmente llegaras a la entrada.

Si vas en autobús: toma el autobús a Valencia, en el mismo Terminal de


Valencia, suba a una buseta directo Tucacas o Chichiriviche.

Santuario de Aves: El Parque es refugio de pelícanos, flamencos, corocoro rojo


y blanco, tijereta de mar, garzas y gaviotas, entre otras aves que dan belleza y
colorido al ambiente. Se encuentran fácilmente en la Laguna de Cuare

Petroglifos en la Cueva del Indio: Es una cueva de cielo abierto, lo que facilita
su observación a quienes temen a los lugares cerrados. Al llegar a un pequeño
e improvisado muelle, se pasa entre unas rocas, que luego permite descubrir
una descomunal pared de roca, con grandes e impresionantes estalactitas,
todo ello inmerso en una vegetación abundante que arropa todo el ambiente.
Luego de hecho un breve recorrido y al volver al muelle se encuentran unas
imágenes petroglíficas que rápidamente nos conecta con nuestro pasado.

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