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28/08/2019
“Padre rico, padre pobre” es una perspectiva financiera del autor, que hace referencia a lo que
Robert aprendió de su padre biológico (padre pobre) y del padre de un amigo (padre rico),
tomando en cuenta los errores que el padre tenía con su trabajo estable para ganarse la vida
mientras que el padre rico ganaba muy bien a partir de sus negocios.
En la primera lección del libro (Los ricos no trabajan por dinero), Robert dice que el
padre rico a pesar de tener mucho dinero en el banco, conduce un automóvil barato y no vive
en una mansión. La mayoría de las personas compara a los ricos con la posesión de cosas
materiales, pero en muchos casos ser rico implica no preocuparse por tener gastos. Es
importante agregar que los ricos sí trabajan, pero no por ganar dinero, sino para aprender cosas
y aplicarlas para ganar dinero.
La cuarta lección (La historia de los impuestos y el poder de las corporaciones) destaca
la importancia de desarrollar el coeficiente intelectual financiero, el cual proviene de cuatro
áreas de experiencia (contabilidad, inversión, comprensión de los mercados, la ley). La
contabilidad está relacionada con la educación financiera, es decir, con la capacidad para leer y
comprender los estados financieros. La inversión consiste en hacer que el dinero produzca
dinero. La comprensión de los mercados es la ciencia de la oferta y la demanda. La ley es la que
va a otorgar ventajas impositivas y protección proporcionada por una corporación. Una
corporación paga antes que nada gastos, para al final pagar impuestos sobre lo que queda,
mientras que aquellos que trabajan para las corporaciones primero pagan impuestos y después
gastan.
La quinta lección (Los ricos inventan el dinero) retoma las cuatro habilidades
pertenecientes a la inteligencia financiera, pero ahora se mencionan también habilidades para
ser inteligente desde el punto de vista financiero:
- Encontrar una oportunidad que todos los demás han pasado por alto.
- Obtener dinero. Existen formas de hacerlo sin necesidad de acudir al banco.
- Organizar a personas inteligentes. Trabajar o contratar a una persona más inteligente.
En la sexta lección (Trabaje para aprender, no para ganar dinero) destacan las
principales habilidades administrativas necesarias para el éxito (la administración del flujo de
efectivo, la administración de sistemas y la administración del personal). Otras habilidades
especializadas importantes son las ventas, la comprensión de la mercadotecnia y la
comunicación.