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Educación Especial en México

En el Siglo XXI, México enfrenta desafíos importantes. La constante evolución del


entorno mundial y el cambio tecnológico acelerado implican nuevos retos y
oportunidades. A partir de nuestra riqueza histórica y cultural, enfrentamos el desafío
de hacer realidad el anhelo de muchos mexicanos ante las profundas transformaciones
que vivimos: un México más justo y más equitativo, competitivo y generador de
empleos, democrático y proyectado al mundo, donde cada uno de los mexicanos
seamos protagonistas del desarrollo y donde sus beneficios lleguen a todos los que
formamos parte de esta nación. (PNUD, 1994)

El fin que nos ocupa en esta antología es por supuesto la educación, y es por ello que
se habla del desafío educativo de este siglo que consiste en: brindar respuestas que
garanticen la educación a la diversidad y, que a su vez se basen en los postulados que
plantea el plan nacional de desarrollo humano: igualdad para todos y cambios que
auxilien a todos a integrarse a la escuela.

Cabe mencionar que es este mismo plan el que retoma el criterio central para el
desarrollo a la inclusión planteada desde el área del desarrollo social y humano, en el
cual, se propone una inclusión total de las personas con discapacidad; llevando a cabo
mejoras en los niveles de educación y preocupándose por el bienestar de los
mexicanos, acrecentar la equidad y la igualdad de oportunidades, la promoción y
fortalecimiento del apoyo a este sector poblacional.

Asimismo, el programa Nacional de Educación de la Educación Básica Nacional, en su


primer objetivo estratégico establece: alcanzar la justicia educativa y equidad
garantizando el derecho a la educación expresando cómo la igualdad de oportunidades
para el acceso ayuda a este país; así como una ferviente preocupación por la
permanencia y el logro educativo de todos los niños y jóvenes del país en la Educación
Básica.

Sin embargo, para la educación en la diversidad, la escuela debe pugnar por una
respuesta a todos los niños y niñas que asisten a ella; considerando que el ser diverso
es un elemento de valor y un referente positivo para transformar la escuela y formar
una cultura escolar que permita atender a todos los alumnos respetando sus
diferencias, particularmente en el caso de educación especial la atención de los
alumnos con discapacidad y/o aptitudes sobresalientes que presentan necesidades
educativas especiales.

Es por ello que la estrategia para la atención a la diversidad es la escuela inclusiva y se


basa en el derecho de todos los alumnos a recibir una educación de calidad que
satisfaga sus necesidades básicas de aprendizaje y enriquezca sus vidas. Al prestar
especial atención a los grupos marginados y vulnerables, la educación integradora y de
calidad procura desarrollar todo el potencial de cada persona. Su objetivo final es
terminar con todas las modalidades de discriminación y fomentar la cohesión social.
(UNESCO, 2012)

El logro de lo anterior implica la realización de procesos para ofrecer respuestas


educativas a todos los alumnos, sin importar sus características de género, lengua,
etnia, edad, estilos y ritmos de aprendizaje, desarrollo cognitivo y afectivo, nivel
económico y prácticas culturales, entre otras. Al eliminar las barreras para el
aprendizaje y la participación que se encuentran en las prácticas, la cultura y las
políticas de los centros educativos para que puedan atender a la diversidad del alumno,
se contribuye a una educación mucho más vertical y que es congruente con los planes
establecidos políticamente pero lo más importante es que congrega los objetivos de la
psicología educativa.

Cabe aclarar que la inclusión se refiere al aprendizaje y la participación de todos los


estudiantes vulnerables de ser sujetos de exclusión en las escuelas regulares de
educación básica, desde planteamientos globales de trabajo y considerando respuestas
específicas. La inclusión implica identificar y minimizar las barreras para el aprendizaje
y la participación y maximiza los recursos que apoyen ambos procesos.

Referente a lo anterior Castellano y colaboradores (2006) describe la escuela


integradora como aquella en la que se ha promovido la integración de los alumnos que
presentan necesidades educativas especiales, con y sin discapacidad, en las cuales es
necesario impulsar acciones relacionadas con la información y sensibilización a la
comunidad educativa; así como la actualización permanente de todo el personal de la
escuela y de los docentes de educación especial, en caso de que los haya; el trabajo
constante con la familia y/o tutores; la participación conjunta entre el personal de la
escuela y el personal de educación especial para planear y dar seguimiento a la
respuesta educativa de los alumnos que presentan necesidades educativas especiales.

Los procesos de integración educativa e inclusión implican identificar y minimizar las


barreras, maximizar los recursos existentes o asegurar los que se requieren para
apoyar la participación y el aprendizaje de todos los alumnos.

Los mismos autores desde el planteamiento del documento de Orientaciones


Generales para el Funcionamiento de los Servicios de Educación Especial, mencionan
el concepto de barreras para el aprendizaje y la participación utilizándolo para identificar
los obstáculos que se presentan en las escuelas, en sus prácticas, en la cultura y en
sus políticas para que todos los alumnos participen en las distintas actividades y
concreten los aprendizajes previos.
Es muy importante resaltar que al identificar las barreras que obstaculizan el
aprendizaje y la participación de los alumnos, se identifican las necesidades educativas
especiales, es decir los apoyos y los recursos específicos que algunos alumnos
requieren para avanzar en su proceso de aprendizaje, por ello, se dice que un alumno
o alumna presenta necesidades educativas especiales cuando se enfrenta con barreras
en el contexto escolar, familiar y/o social que limitan su aprendizaje y el acceso a los
propósitos generales de la educación.

Precisamente es en las Normas de IRARC (2010) donde se define a los niños y niñas
con necesidades educativas especiales como la presencia de un desempeño escolar
significativamente distinto en relación con sus compañeros de grupo por lo que requiere
que se incorporen a su proceso educativo mayores y/o distintos recursos con el fin de
lograr su participación y aprendizaje, y alcanzar así los propósitos educativos.

Los recursos de los cuales hace uso al educación especial para la eliminación de
barreras pueden ser:

 Profesionales: Descritas como las personas de educación especial o de otras


instancias gubernamentales o particulares.
 Materiales: Entendidas como toda aquella modificación al espacio, mobiliario y
auxiliares educativos con el fin de adaptarlos al alumno, estas pueden ser rampas,
aumento de dimensión de puertas, computadores con diversos sistema de escritura,
entre otros.
 Curriculares: Se definen como las adecuaciones en la metodología, en la evaluación,
contenidos y/o propósitos.

Cabe mencionar que el trabajo del psicólogo es encontrar estas barreras y eliminarlas
o disminuirlas, siendo, como se vio anteriormente él mismo un recurso, por lo tanto la
educación especial sostiene el mayor compromiso posible de las personas que se
dedican a esto, es importante resaltar que las necesidades educativas especiales no
se consideran un déficit, es decir, no son una características del alumno ni algo
intrínseco a él, estas surgen de la dinámica que se establece entre las características
del alumno y las respuestas del entorno, especialmente de los ámbitos que aumen
prioritariamente las funciones educativas: el familiar y el escolar.

Es muy importante aclarar que las necesidades educativas especiales se pueden


asociar a factores emocionales, discapacidad, aptitudes sobresalientes entre otros,
estas se pueden cubrir o reducir considerablemente con la intervención educativa; así
como, que dicho término se puede aplicar a niños y niñas con o sin discapacidad que
presentan un ritmo para aprender muy distinto al del resto de sus compañeros, este
puede ser más bajo o más alto por lo que abarca a quienes tienen serias dificultades
para aprender y también a los que manifiestan aptitudes sobresalientes.
Es tiempo de entrar al tema de los niños, las niñas y los jóvenes con aptitudes
sobresalientes, estos son aquellos capaces de destacar significativamente del grupo
social y educativo al que pertenecen, en uno o más de los siguientes campos del
quehacer humano, en las siguientes áreas:

 Científico-tecnológico
 Humanístico-social
 Artístico
 Deportivo.

Estos son alumnos que presentan necesidades específicas y requieren de un contexto


facilitador que les permita desarrollar sus capacidades personales y satisfacer sus
necesidades e intereses. (SEP, 2006).

De lo anterior se desprende que estos alumnos tienen facilidad para adquirir y


desarrollar competencias en uno o varios campos del quehacer humano y que, por
tanto, sus aptitudes no siempre están directamente vinculadas con los contenidos
escolares.

El modelo que sustenta la atención a las niñas, niños y jóvenes con aptitudes
sobresalientes es el sociocultural el cual, afirma que estas aptitudes sólo pueden
desarrollarse por medio del intercambio de los factores individuales sociales. Es
importante resaltar que los contextos condicionan las necesidades y resultados del
comportamiento humano y determinan que tipo de productos poseen valor para
considerarlos como aptitudes sobresaliente, también influye el microambiente social:
familia, escuela, pares; así como el macro ambiente: la situación económica, la
orientación política, los valores creencias y culturas dominantes.

En estos contextos, de lo que se trata es de transformar la conceptualización de la


práctica, resolviendo la satisfacción de las necesidades educativas especiales de los
alumnos con discapacidad y/o aptitudes sobresalientes, a través de la eliminación de
barreras hasta que, se construya un ambiente en el cual la escuela regular incorpore
en sus prácticas diarias los apoyos y recursos requeridos para la atención a la
diversidad.

Sin embargo, desde el marco pedagógico, tanto la Educación Especial como la Regular
consideran para el trabajo didáctico identificar una posición conceptual que vaya acorde
al propio planteamiento curricular del aprendizaje, la enseñanza y la evaluación; para
ello, realizan un tránsito desde el enfoque tradicional hacia el paradigma que sustenta
la reforma curricular, es por ello que la teoría elegida es el constructivismo, ya que
reconoce la diversidad y promueve que los alumnos fomenten su autonomía y
adquieran los conocimientos básicos para seguir aprendiendo a lo largo de la vida.

Es pertinente mencionar que los supuestos filosóficos de este subyacen, tanto en la


teoría conductista como en la cognitivista y estas son primordialmente objetivistas, esto
es, que el mundo es real y externo al estudiante; en cambio los constructivistas no
comparten con éstos la creencia de que el conocimiento es independiente de la mente
y puede ser "representado" dentro del alumno. Los constructivistas no niegan la
existencia del mundo real, pero sostienen que lo que conocemos de él nace de la propia
interpretación de nuestras experiencias, propone que los humanos crean significados,
no los adquieren, y esto, a su vez supone que de cualquier experiencia pueden
derivarse muchos significados posibles, no podemos pretender lograr un significado
predeterminado y “correcto”, los constructivistas creen que la mente filtra lo que nos
llega del mundo para producir su propia y única realidad (Jonassen, 1991. Citado en
Peggy y Timothy, 1993)
Lo dicho anteriormente es precisamente la justificación de la educación especial ya que,
si el niño crea los significados y no los adquiere, entonces el aprendizaje es único y
especial, no solo para los niños(as) con necesidades especiales, sino para todos y cada
uno de los niños(as), es sumamente importante resaltar esto ya que en este campo, se
trabaja con percepciones diferentes desde lo fisiológico y lo psicológico, el
constructivismo es una grieta que le da la posibilidad del aprendizaje a todos y la hace
personalizada, justo lo que la educación especial estaba esperando.

Referente a esto, es importante mencionar que el constructivismo no es un enfoque


totalmente nuevo del aprendizaje, este posee múltiples raíces en la óptica tanto
filosófica como psicológica de este siglo. Se basa especialmente en los trabajos de
Piaget, Bruner y Goodman (Perkins, 1991.Citado en Peggy y Timothy, 1993) y en los
últimos años se ha convertido en un asunto de moda en la medida que ha comenzado
a recibir mayor atención en un número considerable de disciplinas, incluyendo el diseño
de instrucción (Bednar, 1991. Citado en Peggy y Timothy, 1993) lo cual es un gran
apoyo en la educación especial.

La teoría del constructivismo surge como una teoría epistemológica que explica cómo
se origina y cómo se modifica el conocimiento. Aunque dentro de esta existe una gran
variedad de posturas que la conforman por lo que se puede definir como “un movimiento
heterogéneo”, (Matthews, 1994. Citado en Sánchez y colaboradores, 2002) es
necesario hacer notar que dicha teoría sostiene que:

 Todo sujeto es capaz de conocer.


 Todo sujeto aprende en interacción con los objetos y demás sujetos de su entorno.
 El aprendizaje está condicionado social y culturalmente.
 El conocimiento no es una copia de la realidad, sino, una actividad constructiva del
individuo que no es pasiva ni receptiva, es un proceso en constante desarrollo.
 Está centrado en la persona.
 Se concentra en sus expectativas previas de las cuales, realizan nuevas construcciones
mentales.

Diversos autores han hablado de la construcción del conocimiento, se menciona


primeramente a Piaget quien aseguró que para que este proceso se lleve a cabo es
necesario que el sujeto interactúe con el objeto de conocimiento, por su parte Vigotsky
asegura que es cuando existe una interacción con otros y, por último Ausubel propone
que el aprendizaje se da cuando es significativo para el sujeto. Dichas contribuciones
continúan impactando a la educación actual.

Sin embargo, en el proceso de construcción del conocimiento, además de los aspectos


formales intervienen también aspectos de tipo afectivo y social, que si bien no se
construyen de forma espontánea, tienen una estrecha relación de las otras capacidades
que intenta desarrollar el niño; lo que significa que en las situaciones de enseñanza son
algo más que la posibilidad de construir significados acerca de contenidos
conceptuales.

Se debe mencionar también que existe una vertiente de contenidos emocionales y


relacionales que, deben de ser tratados en la escuela de la misma forma que los
aspectos formales, estos son los procedimentales y las actitudinales, las cuales con
cautela, unidad y en comunicación con los padres pueden ser trabajados, tanto por el
docente, como por los maestros de educación especial y los psicólogos que se
encuentren en la escuela, aunque todos deben de estar integrados y ponerse de
acuerdo en este difícil proceso de educación para la vida.

Es por ello que se puede decir que, el desarrollo intelectual de cada persona es un
proceso que se construye, de esta manera uno de los objetivos de la escuela al enseñar
es la de generar situaciones y contextos que puedan promover en los alumnos la
construcción del conocimiento y la adquisición de habilidades intelectuales,
actitudinales y valores mediados por intervenciones pedagógicas apropiadas y
pertinentes para cada alumno.

Una estrategia adecuada para llevar a la práctica está propuesta es: el método de
proyectos, ya que permite interactuar en situaciones concretas y significativas,
procurando estimular el “saber”, el “saber hacer” y el “saber ser”, es decir, lo conceptual,
lo procedimental y lo actitudinal, potencia las capacidades de iniciativa de los alumnos,
permite la adecuación de trabajo a los niveles de desarrollo de los niños, además de
activar el aprendizaje y desarrollo de habilidades a través de una enseñanza
socializada.

Otro referente que puede ser consultado desde este enfoque es el trabajo transversal
ya que, permite desarrollar en los alumnos conocimientos, habilidades y actitudes a
través de la reflexión y análisis sobre situaciones cotidianas en las que se incorporan
los valores para la toma de decisiones y en las que se apela a los conocimientos
adquiridos en las diferentes asignaturas del currículo. La transversalidad ofrece
correlaciones temáticas que van ponderando los aprendizajes y posibilitando la
articulación de las diferentes asignaturas, de ahí que sea posible desarrollar una
secuencia didáctica transversal.

Cabe aclarar que una secuencia didáctica transversal es una forma de organización del
trabajo en el aula en el que se encadenan, articulan y estructuran un conjunto de
actividades a fin de lograr que los alumnos cumplan un propósito educativo. Los
elementos la conforman son:

 El papel del profesor y del alumnado.


 La forma de organizar a los alumnos y la dinámica grupal.
 El uso de espacios y de tiempo.
 Las características de los materiales y su uso.

Mediante los enfoques mencionados el rol del docente cambia, este es moderador,
coordinador, facilitador, mediador y también un participante más, para cubrir todo lo
anterior se requieren profesores que se interesen por conocer los intereses de los
alumnos(as), sus necesidades evolutivas, los estímulos de sus contextos, el entorno
familiar, comunitario, educativo y de grupo de pares, dependiendo de esto el maestro
podrá contextualizar las actividades que se llevarán a cabo en clase.

Esto se torna importante al incorporar a su vez al currículo las competencias, que se


presentan como una alternativa educativa en la cual se enseña el “saber hacer” y se
evalúan desde otra epistemología, esto debido a que el mundo actual exige personas
competentes en diversas áreas, debemos resaltar que el fin de la escuela es conseguir
un empleo rentable y que el alumno consiga la mejor oportunidad de trabajo, así como
la mejor paga posible, a lo cual nos lleva el enfoque por competencias.
La reforma integral de la educación básica, (2009) es la que sostiene el enfoque por
competencias, en esta se dice que una competencia implica el desarrollo de
habilidades, conocimientos valores y actitudes que se desarrollan en el contexto del
niño(a). Es importante señalar que las competencias:

 Surgen cuando se alimentan afectivamente y cognitivamente.


 Se van estructurando paulatinamente gracias a la experiencia.
 Se desarrollan de acuerdo con el tipo de conocimiento, las personas que los construyen
y la calidad de la mediación.
 Pueden ser bloqueadas en forma afectiva por descalificación, humillación y violencia.
 Pueden ser bloqueadas cognitivamente cuando se enseñan en forma dogmática.
 Garantizan la creatividad, la flexibilidad del pensamiento y la capacidad para
enfrentarse a nuevas sociedades de conocimiento.
Estas competencias se pueden observar en el aula pero no como comportamientos
específicos que se tengan que repetir un determinado número de veces o que puedan
ser medidos con escalas o categorías rígidas, es por ello que la evaluación también
sufre cambios, en ésta se presentan indicadores de logro que niñas y niños van
mostrando en el proceso educativo y que al término de la Educación Básica deberían
mostrar satisfactoriamente en cualquier ámbito en el que decidan continuar con su
desarrollo y que se considera como el perfil de egreso. Según la RIEB (2009) existen 5
competencias fundamentales para la vida, las cuales son:

Competencias para el aprendizaje permanente: Implican la posibilidad de aprender,


asumir y dirigir el propio aprendizaje a lo largo de la vida, de integrarse a la cultura
escrita, así como de movilizar los diversos saberes culturales, lingüísticos, sociales,
científicos y tecnológicos para comprender la realidad.

Competencias para el manejo de la información: Se relacionan con la búsqueda,


identificación, evaluación, selección y sistematización de información, pensar,
reflexionar, argumentar y expresar juicios críticos, analizar, sintetizar, utilizar y
compartir información, conocimiento y manejo de distintas lógicas de construcción del
conocimiento en diversas disciplinas y en los distintos ámbitos culturales.

Competencias para el manejo de situaciones: Son aquellas vinculadas con la


posibilidad de organizar y diseñar proyectos de vida, considerando diversos aspectos,
como los históricos, sociales, políticos, culturales, geográficos, ambientales,
económicos, académicos y afectivos y de tener iniciativa para llevarlos a cabo,
administrar el tiempo, propiciar cambios y afrontar los que se presenten, tomar
decisiones y asumir sus consecuencias, enfrentar el riesgo y la incertidumbre, plantear
y llevar a buen término procedimientos o alternativas para la resolución de problemas y
manejar el fracaso y la desilusión.

Competencias para la convivencia: Implican relacionarse armónicamente con otros


y con la naturaleza, comunicarse con eficacia, trabajar en equipo, tomar acuerdos y
negociar con otros, crecer con los demás, manejar armónicamente las relaciones
personales y emocionales, desarrollar la identidad personal y social, reconocer y valorar
los elementos de la diversidad social, cultural y lingüística que caracterizan a nuestro
país, sensibilizando y sintiéndose parte de ella a partir de reconocer las prácticas
sociales de su comunidad, los cambios personales y los del mundo.

Competencias para la vida en sociedad: Se refieren a la capacidad para decidir y


actuar con juicio crítico frente a los valores y las normas sociales y culturales, proceder
a favor de la democracia, la libertad, la paz, el respeto a la legalidad y a los derechos
humanos, participar tomando en cuenta las implicaciones sociales del uso de la
tecnología, participar, gestionar y desarrollar actividades que promuevan el desarrollo
de las localidades, las regiones, el país y el mundo, actuar con respeto ante la
diversidad sociocultural, combatir la discriminación y el racismo, y manifestar una
conciencia de pertenencia a su cultura, a su país y al mundo.
Como es posible observar, la educación especial comprende estas competencias
desde su inicio, ya que le enseña a un chico a ser independiente y a valerse por sí
mismo, lo cual implica las 5 competencias fundamentales para la vida; en el caso de la
educación regular la particularidad del alumno es esencial para que estos objetivos
tengan éxito, para ello es necesario conocer al alumno, la situación en la que se
encuentra, la problemática específica que se detecta si es que la hay, y por supuesto,
una visión clara de lo que debería hacerse.

Lo anterior sirve de base para definir e implementar los apoyos que faciliten y
promuevan el desarrollo de todos los alumnos y la mejora de los contextos, el familiar,
escolar y social en que se desenvuelven los alumnos(as)

Dentro de estas perspectivas teóricas, las necesidades educativas especiales,


principalmente aquellas asociadas a la discapacidad y aptitudes sobresalientes, son el
indicador fundamental para la reflexión sobre la propia acción docente y el predominio
del contexto, por ello, en su aspecto prospectivo, la evaluación debe tratar de prevenir
dos tipos de fracasos, el de los alumnos y el de la práctica educativa en general, lo que
implica:

 Detectar las barreras en la política, en la cultura y en la práctica.


 Realizar modificaciones en el proceso.
 Conocer y entender la realidad del alumno y del contexto en el que se desenvuelve.
 Ajustarse al enfoque de las necesidades educativas especiales.

Bajo esta perspectiva la evaluación debe concebirse como un proceso que ante todo
debe ser útil para realimentar la labor docente y ofertar calidad educativa para todos los
alumnos, por ello, ésta debe presentar las siguientes características:

1. Ser amplia en cuanto a sus objetivos, proporcionando información del proceso y del
contexto.
2. No centrarse en resultados, sin analizar los procesos.
3. Servir de guía para mejorar la acción docente.
4. Ser diversa en las técnicas, instrumentos y profesionales involucrados.
5. Ser flexible.
6. Ser más cualitativa que cuantitativa

En relación a la evaluación, los servicios de apoyo a la educación regular realizan la


evaluación psicopedagógica la cual se orienta al análisis de los diversos elementos que
puede incidir en el aprendizaje escolar, como lo son las características propias del niño,
el contexto escolar y el ambiente socio-familiar.
Cabe mencionar que conocer los procesos de aprendizaje permite a los profesionales,
tanto de escuela regular como de la USAER, vislumbrar los elementos para una mayor
comprensión de la diversidad, facilitándoles proponer un abanico de situaciones que
promuevan el aprendizaje y que incluyan los intereses percibidos en los alumnos, para
que así puedan aprender en un ambiente cálido y lleno de motivación personal.

Para lograr este fin es necesario contar con información lo más completa y confiable
que sea posible sobre el alumno en lo referente a cómo aprende mejor, cuáles son sus
procesos, estilo o estrategia particular de aprendizaje, qué tareas le despiertan interés
o aburrimiento, qué momentos son más oportunos para nuevos conocimientos, con qué
compañeros se relacionan mejor, qué actividad realiza durante el recreo, qué tipo de
tareas o destrezas se le dificultan y requiere apoyo, etc., permitirán ofrecer una
respuesta a sus necesidades educativas especiales; de ahí, también la importancia de
la información que puedan proporcionar los docentes de la escuela regular y los padres
del alumno como complemento de las observaciones realizadas.

Un aspecto muy importante es que la evaluación consiga ubicar con determinada


precisión lo que el alumno es capaz de hacer por sí mismo y lo que puede hacer con
ayuda, es decir, conocer lo que Vigotsky denominó como las zonas de desarrollo
próximo y potencial.

La tarea de evaluar requiere que el maestro considere diversas estrategias y recursos


que le permitan obtener información sobre los aspectos que favorecen o dificultan a los
alumnos avanzar en el desarrollo en conocimientos, habilidades y actitudes. Se sugiere
algunos instrumentos para la evaluación:

 Lista de cotejo, para estimar la presencia y ausencia de características o atributos


relevantes en la ejecución y/o en el producto realizado por el alumno o alumna
 Portafolios de los trabajos desarrollados por los niños y niñas, con lo que sea posible
identificar el crecimiento gradual y los aspectos de su aprendizaje.
 Rúbricas donde se establecen niveles progresivos de dominio relativos al desempeño
del alumno centradas en aspectos cualitativos.

La evaluación, tanto del proceso como del producto, contribuye a retroalimentar al


docente y a los alumnos durante la enseñanza y el aprendizaje, sobre la eficacia y
pertinencia de las acciones y de las dificultades encontradas, esto permite la toma de
decisiones y la reorientación de las estrategias docentes, considerando las necesidades
de los alumnos.

Se considera que este, es un servicio de apoyo de la educación especial que tiene una
misión de impulsar y colaborar en el proceso de mejora y transformación de los
contextos escolares de la educación básica regular para atender la diversidad a través
de un trabajo de orientación permanente hacia el personal directivo, docentes y padres
de familia que garanticen una atención de calidad a la población y principalmente a
aquellos alumnos que presenten discapacidad y/o aptitudes sobresalientes.
La USAER como servicio de apoyo debe fortalecer la respuesta educativa; ya que para
propiciar una transformación en el proceso de enseñanza que atienda a la diversidad
se requiere que los profesionales de los servicios de apoyo transformen su práctica, no
solo en el hacer, sino en la constante actualización y en su formación, puesto que
atender a la diversidad educativa exige contar con un amplio repertorio de habilidades
didácticas y un sustento sólido en el conocimiento de los procesos implicados en el
aprendizaje escolar y, de esta manera se podría impulsar, a partir de un trabajo de
gestión y de organización flexible en el fortalecimiento de la escuela regular.

Cabe mencionar que la educación busca o debería buscar, lo mejor de cada estudiante,
el desarrollo máximo de sus posibilidades, supone la conversión de los centros
escolares en verdaderas comunidades educativas donde se desarrolle un sentido de
inclusión y un apoyo mutuo. En estas, se han de reconocerse todos los talentos ya sea
de los alumnos con discapacidad o con aptitudes sobresalientes, y todas las
condiciones, siendo estas de raza o etnia, religión, entorno familiar, nivel económico,
social o cultural, en la escuela cada persona es un miembro valioso de la comunidad,
con un papel que desempeña para lograr el éxito de todos sus componentes, que
incluye a los alumnos, a profesores, padres, personal del centro y miembros de la
sociedad civil en que se desenvuelven.

Todo ello conlleva a la educación inclusiva, la cual integra, se enriquecen con la


diversidad y celebra la diferencia y la interculturalidad, esta presenta un fuerte
componente de personalización ya que el alumnado con necesidades especiales es
muy diverso, se busca que todas las instituciones sean inclusivas para que todos los
niños y niñas tengan las mismas oportunidades, por lo que debemos aceptar que cada
uno de ellos es diferente, único y especial, irremplazable y con necesidades singulares;
por lo tanto la inclusión educativa supone una atención al conjunto, al colectivo que
garantice la convivencia y evite segregaciones en las aulas, cabe mencionar que la
calidad sin equidad y sin inclusión educativa, es elitismo y discriminación.

Es importante mencionar que la educación universal, de calidad y equitativa es ahora


mismo la mejor política social posible, además del mejor seguro contra el desempleo,
es el factor determinante de equidad y de ascenso personal y social, por lo que se
espera dar respuesta a todo lo que ello implica, procurar los medios y recursos
adecuados para que los centros específicas de apoyo educativo y por supuesto, entre
ellas las debidas a la discapacidad y/o aptitudes sobresalientes, ya que un acceso
desigual al sistema educativo supone una pérdida incalculable de potencial humano,
genera enormes costos y amenaza la cohesión social. Para evitar lo anterior y dar paso
a una educación inclusiva es necesario:

 Detectar las necesidades de apoyo educativo, en particular las asociadas a la


discapacidad y/o aptitudes sobresalientes, para poder iniciar cuanto antes la atención
integral al alumno.
 Asegurar los recursos necesarios para que los alumnos con discapacidad y/o aptitudes
sobresalientes tengan el apoyo que precisan a lo largo de todas las etapas educativas.
 Formar permanentemente al profesor y a las responsables de la orientación educativa
para que ofrezcan la mejor atención posible al alumno con necesidades educativas
especiales.

Desde los servicios especiales se requiere encaminar acciones que aseguren el


acceso, la permanencia y el egreso del sistema educativo a los niños, las niñas y los
jóvenes que presentan necesidades educativas especiales, proporcionando los apoyos
indispensables dentro de un marco de equidad, pertinencia y calidad que les permita
desarrollar sus capacidades al máximo e integrarse educativa, social y laboralmente.

El hecho de mostrar una preocupación real y consistente por los niños(as) con
necesidades especiales, integra y articula los programas de los tres niveles de
educación básica, los cuales están desarrollados a partir de los estándares curriculares
y los aprendizajes esperados, para aproximar a cada egresado al perfil de egreso de la
educación básica y al perfil de ciudadano cívico, democrático, crítico, creativo y
productivo que requiere la sociedad mexicana del siglo XXI; orientado a desarrollar
competencias útiles para la vida y para el futuro de México.

Este modelo pone énfasis en el dominio de la competencia lectora, indispensable para


estimular en los niños y adolescentes la curiosidad de conocer, el placer de aprender,
la seguridad para actuar y participar proactivamente en los procesos sociales, define
estándares curriculares así como, la utilización de tecnologías de información y la
comunicación, otra característica fundamental es la transversalidad de una formación
cívica orientada al desarrollo de actitudes, prácticas y valores sustentados con
responsabilidad, de participación, de diálogo y búsqueda de acuerdos, de tolerancia,
inclusión y pluralidad, pone énfasis en la ética basada en los principios del estado laico
como marco de la educación humanista y científica que establece el artículo tercero
constitucional.

Lo anterior es llevado a cabo mediante una oferta de diversos tipos de servicios y


modalidades educativas que permiten desarrollar el currículo 2011 en condiciones de
equidad de manera pertinente y diferenciada para los diversos grupos de la población,
considerando sus contextos específicos; para ello, es necesario que se involucren todos
los actores de la educación a través de la planeación estratégica participativa de cada
centro escolar y la colaboración del consejo de participación social correspondiente. Lo
que se debe propiciar en el alumno(a) es lo siguiente:

1. Utilización del lenguaje oral y escrito para comunicarse con claridad y fluidez e
interactuar en distintos contextos sociales y culturales.
2. Posee las herramientas básicas para comunicarse en inglés.
3. Argumenta y razona al analizar situaciones, identifica problemas, formula preguntas,
emite juicios, propone soluciones, aplica estrategias y toma decisiones.
4. Valora los razonamientos y la evidencia proporcionados por otros y puede modificar, en
consecuencia, los propios puntos de vista.
5. Busca, selecciona, analiza, evalúa y utiliza la información proveniente de diversas
fuentes.
6. Interpreta y explica procesos sociales, económicos, financieros, culturales y naturales
para tomar decisiones individuales o colectivas en función del bien común.
7. Conoce y ejerce los derechos humanos y los valores que favorecen la vida democrática,
actúa con responsabilidad social y apego a la ley.
8. Asume y practica la interculturalidad como riqueza y forma de convivencia en la
diversidad social, cultural y lingüística.
9. Conocer y valorar sus características y potencialidades como ser humano.
10. Sabe trabajar en equipo, reconoce, respeta y aprecia la diversidad de capacidades en
los otros.
11. Emprende y se esfuerza por lograr proyectos personales o colectivos.
12. Promueve y asume el cuidado de la salud y del ambiente como condiciones que
favorecen un estilo de vida activo y saludable.
13. Aprovecha los recursos tecnológicos a su alcance como medios para comunicarse,
obtener información y construir conocimiento.
14. Reconoce diversas manifestaciones del arte, aprecia la dimensión estética y es capaz
de expresarse artísticamente.

Los resultados esperados desde el perfil de egreso, podrán manifestarse a través de


los estándares curriculares y los aprendizajes esperados, sin embargo la verdadera
articulación se logrará en la medida en que los profesores trabajen para los mismos
fines, se espera que se desarrollen competencias para la vida mediante oportunidades
y experiencias de aprendizajes que sean significativas para todos los alumnos, las
cuales ya fueron mencionadas con anterioridad.

En cuanto a temporalidad y praxis escolar, el trayecto formativo de doce años se divide


en cuatro periodos escolares con estándares curriculares que agrupan descripciones
de niveles de logro esenciales en español, matemáticas, ciencias, tecnología,
habilidades digitales, e inglés como segunda lengua. Los tres niveles se vinculan, a
través de la relación que establecen los campos y asignaturas por la naturaleza de los
enfoques, propósitos y contenidos que se promueven a lo largo de la educación básica.

Así como el aprendizaje mismo, los estándares curriculares son sumamente


importantes, estos son enunciados indicadores que definen aquello que los alumnos
deben saber, saber hacer y demostrar las actitudes que adquirieron al concluir un
periodo escolar independiente de su contexto geográfico, cultural o social; estos se
diseñaron a partir de los aprendizajes esperados de los campos formativos y las
asignaturas de español, inglés, matemáticas y ciencias, de los niveles de preescolar,
primaria y secundaria; a continuación se presentan los periodos de evaluación de
dichas competencias y conocimientos:
PERIODOS ESCOLARES PARA EVALUAR ESTÁNDARES CURRICULARES
Periodo escolar Grado escolar de Corte Edad aproximada

Primero Tercer grado de preescolar Entre 5 y 6 años

Segundo Tercer grado de primaria Entre 8 y 9 años

Tercero Sexto grado de primaria Entre 11 y 12 años

Cuarto Tercer grado de secundaria Entre 14 y 15 años

Los estándares también se interpretan como facilitadores de la participación de los


alumnos con discapacidad a través del uso recursos como el sistema Braille, lectores
de pantalla, uso de máquinas, computadoras o tecnología de identificación de voz en
la escritura y lengua de señas entre otros.

Cabe mencionar que existe una diferencia entre los estándares curriculares y los
aprendizajes esperados, los últimos son enunciados que definen lo que se espera que
los alumnos aprendan en términos de saber, saber hacer y saber ser, al finalizar el
preescolar o cada uno de los bloques de estudio para primaria y secundaria; estos son
congruentes con las competencias señaladas en cada programa, por lo que incluyen
conocimientos, habilidades, actitudes y valores básicos que el alumno debe aprender
para acceder a conocimientos cada vez más complejos en un contexto de aprendizaje.

Para finalizar está conceptualización de la escuela regular y de cómo la educación


especial se integra a estos marcos es necesario mencionar que estos son, solamente
medios que facilitan el aprendizaje, el verdadero trabajo se encuentra dentro del aula,
no podemos trabajar la educación especial desde los escritorios; los psicólogos,
educadores y trabajadores sociales, requieren de un acercamiento a la realidad para
que esta pueda ser sustentada por reformas educativas y políticas internas y externas
que favorezcan y auxilien a las niñas(os) no solo en el sentido educativo, sino en su
vida misma, creando así una intervención real en la sociedad desde la escuela.
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