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INSTUMENTRO
Son mujeres con un nivel de dependencia emocional medio, que se manifiesta con ansiedad de
separación, miedo a la soledad, expresión afectiva y modificación de planes.
Presentan actitudes favorables e indiferentes hacia la violencia contra la mujer, que se expresan con
la aceptación de comportamientos machistas, de la imposición de la autoridad de sus parejas y por la
aprobación de la desigualdad en el desempeño de roles de hombres y mujeres.
CONLUSION: Los datos indican que el 24.1% de trabajadoras presentan dependencia emocional;
asimismo en cuanto a los rasgos básicos de personalidad tenemos que el 46.6% muestran tendencias
a la introversión, 37.2% tendencia hacia el neocriticismo, y el 34% psicoticismo como un rasgo muy
definido. Se concluye que la dependencia emocional se asocia de forma muy significativa y positiva
con las tres dimensiones de la personalidad, dependencia emocional muestra diferencias
estadísticamente significativas en la edad, grado de instrucción y problemas emocionales percibidos
(ansiedad), de forma similar la dimensión Emocionalidad y la de Dureza
3). TEMA: Aspectos psicosociales que promueven la violencia en las mujeres trabajadoras,
dependientes de una figura de poder. (3)
TIPO DE INV: cualitativa
VARIABLES: factores que llevan a que la mujer, siga permitiendo que se le violente aún si es
independiente económicamente.
INSTRUMENTOS
CONCLUSIÓN: Los hallazgos arrojan que los aspectos psicosociales que promueven la violencia
en las mujeres que participaron en el estudio son: a) el miedo a quedarse sola, b) la presión social y,
c) la naturalización y familiarización con el maltrato. Se concluye que la mujer independiente
económicamente, ha permitido la violencia hacia sí misma, en la búsqueda de una compañía
permanente como mecanismo de evitación de la soledad, respondiendo de esta manera, a la
construcción social que indica que la plenitud de una mujer está dada por la imagen de familia que
debe formarse en cierto espacio de la vida y para la cual las mujeres han sido motivadas a través de
las prácticas diarias; por lo que se considera conveniente iniciar un proceso de problematización y
desnaturalización de la realidad para pasar a la construcción de nuevas feminidades y masculinidades,
que dignifiquen el ser mujer.
4). TEMA: Dependencia emocional y actitudes frente a la violencia conyugal en personal de una
entidad de la Policía Nacional del Perú, distrito del Rímac – 2017 (4)
Existe dependencia hacia personas, objetos, actividades y hasta situaciones sin embargo la
dependencia emocional se encuentra relacionada con la pareja y desencadena la predisposición de la
persona dependiente hacia su pareja quien tendrá el poder de imponer reglas, normas y estructurar un
estilo de vida basada en su conveniencia, posiblemente el desarrollo de la dependencia emocional sea
un posible factor que contribuya al desarrollo de violencia conyugal
modelo teórico, que sustente su definición y que ayude a la comprensión de esta variable, en el
presente estudio se valora la información formulada por el investigador Jorge Castello quien es uno
de los precursores en que la dependencia emocional sea incluido como un diagnostico en el manual
diagnostico DSM5 y en la clasificación internacional de enfermedades CIE10, teniendo en cuenta que
la información de esta variable en importante para elaborar planes y estrategias de salud mental que
beneficiaría a la población.
CONCEPTOS:
Teoría del apego y el vínculo afectivo.
Tipos de apego:
Dependencia emocional
Dimensiones de la variable Dependencia emocional
Ansiedad de separación
Expresión afectiva
Modificación de planes
Miedo a la soledad
Expresión límite
Búsqueda de atención
Actitudes frente a la violencia conyugal
Autoestima
Tipos de Violencia
REFERENCIAS:
VARIABLES: Se analiza por qué las mujeres maltratadas, a pesar de su alta prevalencia, no son
reconocidas habitualmente por los profesionales sanitarios, tanto en las consultas como en los
servicios de urgencias
CONCLUSION: Problema de salud pública. La violencia contra las mujeres por sus parejas (o ex
parejas) podría estar afectando al menos a una de cada 7 mujeres en España y da lugar anualmente a
más de medio centenar de muertes.
- Múltiples facetas. La violencia incluye no sólo las agresiones físicas, sino también el maltrato
psíquico y sexual, que habitualmente pasan desapercibidos en los servicios asistenciales.
- Servicios sanitarios clave. Los centros de salud, los servicios de planificación familiar, salud
mental y urgencias pueden ser lugares privilegiados para la prevención, la detección precoz y la
atención de la mujer maltratada.
INFORMACION UTIL: Los estudios indican que suelen coexistir la violencia física, la
psíquica y la sexual, aunque apenas hay trabajos sobre estas dos últimas. Los estudios
cuantitativos se han centrado sobre todo en la violencia física, que es más fácil de medir y
conceptualizar. Sin embargo, los escasos estudios cualitativos realizados muestran que para
muchas mujeres el maltrato psíquico y la degradación son tanto o más intolerables, y con
consecuencias en la salud y el bienestar similares a las de la violencia física.
CONCEPTOS:
tipos de violencia
Origen y factores de riesgo de la violencia de pareja ( Modelo ecológico de factores asociados
con la violencia de pareja.)
Epidemiología de la violencia de género
Consecuencias de los malos tratos en la salud de las mujeres
REFERENCIA:
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WHO/FRH/WHD/97.8 8).
TIPO DE INVST: cuantitativo, emplea una estrategia asociativa comparativa (Ato, López &
Benavente, 2013).
VARIABLES: la variable dependencia emocional es una variable de tipo cuantitativa continua, con
una medición de escala de intervalo, pudiendo ser su puntuación directa transformada en variable
categórica con cuatro valores: bajo, significativo, moderado y alto.
INSTRUMENTOS: Las variables que conforman el estudio son la violencia a la mujer en la relación
de pareja o violencia de pareja (VIP), la cual es una variable de tipo cualitativa, con una medición de
escala nominal, con las siguientes categorías: 1) Con violencia de pareja (subcategorías o
dimensiones: violencia psicológica, violencia física y violencia sexual) y 2) Sin violencia de pareja.
INFORMACION: siguiente estudio se utilizará el término violencia de pareja (VIP) para describir
específicamente la violencia a la mujer por parte de su pareja varón, sin importar el tiempo de relación
o la formalidad social que adopte dicha relación (cónyuges, enamorados, novios, etc.). Demás, se
adoptará la definición propuesta por Heise y García-Moreno (2003), desarrollada y ampliada por
Butchart, García-Moreno y Mikton (2011), quienes consideran a la violencia de pareja como un tipo
de violencia interpersonal y la definen como cualquier comportamiento que dentro de una relación
íntima o de pareja, causa daño físico, psíquico o sexual. Este comportamiento, como los autores
manifiestan, incluye agresiones físicas (abofetear, golpear con los puños o con cualquier parte del
cuerpo, golpes con objetos, empujones, estrangulamiento, etc.), relaciones sexuales forzadas, y otras
formas de coacción sexual, maltrato psicológico (intimidación, denigración, humillación constantes,
insultos, gritos, indiferencia, etc.), diversos comportamientos dominantes (aislarla de su familia y
amistades, vigilar sus movimientos, restringir su acceso a la información o asistencia, etc.) e incluso
la muerte.
REFERENCIA:
7). TEMA La violencia contra las mujeres: prevención y detección: cómo promover desde los
servicios sanitarios relaciones autónomas
VARIABLES: prevenir y detectar precozmente las situaciones del maltrato
CONCLUSION: Solo preguntarnos porque las mujeres soportan tantos años de violencia y malos
tratos, porque no lo cuentan o piden ayuda antes. Deberíamos preguntarnos qué obstáculos les impide
salir de esa situación. Además de los efectos que producen el ciclo de violencia en la psicología y la
salud de la mujer, hay otros muchos factores que están contribuyendo simultáneamente a que una
mujer no pida ayuda desde los primeros episodios de violencia o decida terminar la relación:
INSTRUMENTOS:
inventario de apoyo social (AS), (Matud, 1998), un inventario de 12 ítem que mide la
disponibilidad de apoyo social a nivel instrumental, emocional e informacional.
El tipo y la intensidad del maltrato se evaluó mediante el Inventario de evaluación del maltrato
a la mujer por parte de su pareja (APCM) (Matud, 1999), que incluye dos factores: uno formado
por 19 ítem que mide el maltrato físico y otro que mide maltrato psicológico y consta de 37
ítem
Escala del GHQ-28 (cuestionario de salud mental) la sensación de indefensión ante el maltrato
de su pareja, el número de enfermedades autoinformado y los dos factores del cuestionario de
autoestima
VARIABLES: analizado varias medidas de apoyo social en un grupo de 200 mujeres maltratadas
por su pareja, algunas de las cuales se habían separado del agresor y vivían de forma autónoma,
otras se encontraban en casas de acogida y un grupo convivía con el agresor.
CONCLUSIONES: Hemos encontrado que las mujeres que estaban conviviendo con el agresor
tenían menor apoyo social, tanto percibido como estructural, que las mujeres que ya han dejado al
agresor y viven de forma autónoma; éstas también contaban con más fuentes de apoyo que las que
se encontraban en casas de acogida. Si comparamos el apoyo social percibido por los tres grupos de
mujeres víctimas de violencia por parte de su pareja con aquellas que no han sido maltratadas,
destaca que el nivel informado por las mujeres que han sido víctimas de violencia pero que ya viven
de forma autónoma es similar al de las mujeres no maltratadas y ambos grupos perciben más apoyo
que las mujeres que conviven con el agresor.
En lo que respecta a la percepción de apoyo social por todo el grupo de las mujeres maltratadas para
cada uno de los tipos de apoyo, encontramos que es el área laboral donde es más frecuente que
carezcan de apoyo (el 46,9% de las mujeres con empleo decían no tener apoyo), seguida de la
financiera, de pareja y familiar, áreas donde carecían de apoyo entre el 30% y el 31,5%. Al menos
la cuarta parte de las mujeres decía no tener apoyo en las situaciones de estrés, ni contar con
personas con las que ser ellas mismas. Excepto en el caso de los hijos, las amistades y la familia que
eran citados en casi todas las áreas, las fuentes de apoyo con las que cuentan parecen ser diferentes
en alguna medida en función del tipo de apoyo requerido. Así, cuando necesitan apoyo emocional
suelen recurrir a su mejor amiga o a sus hijos/as; en aquellos casos en que requieren apoyo material
(problemas económicos) recurren a la familia o a la madre; si son laborales al jefe o a otros
profesionales; el apoyo informacional lo obtienen fundamentalmente de profesionales y amistades;
y el cuidado lo reciben fundamentalmente de sus hijos/as, de su madre y de su familia en general.
Un factor que parece ser importante en el apoyo social de la mujer maltratada que convive con el
agresor es el nivel de estudios, habiéndose encontrado mayor apoyo estructural a mayor nivel de
estudios. También parece ser que la edad de comienzo de la agresión y del maltrato
REFERENCIA:
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Barrera, M. (1986). Distinctions between social support concepts, measures, and models.
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PAREJA
VARIABLES: El acercamiento terapéutico propuesto puede ser llevado a cabo tanto de forma
individual como grupal, y también pueden combinarse ambas modalidades, lo que hacemos en
función de las necesidades de cada mujer. Aunque se opte por el acercamiento grupal, la mujer asiste
a sesiones individuales previas, en las que se realiza la evaluación inicial. En ésta utilizamos una
entrevista semiestructurada elaborada por Matud (1999) en la que se exploran los aspectos más
relevantes relacionados con los abusos, tanto actuales como históricos, así como las respuestas de las
mujeres. También usamos diversos test que nos permiten evaluar, además de la presencia de estrés
postraumático y sintomatología depresiva, somática y de ansiedad, los abusos concretos a los que la
mujer ha estado sometida, su apoyo social, autoestima y seguridad en sí misma, así como su forma
típica de hacer frente al maltrato de su pareja y los estresores actuales. Dicha evaluación no sólo nos
permite recoger los datos necesarios para la intervención y generar un clima de confianza y respeto,
sino que también se obtiene un efecto terapéutico de expresión emocional y de validación de la
experiencia de la mujer ya que, durante la misma, aún siendo una entrevista con algunas partes muy
estructuradas, se permite y fomenta que la mujer exprese sus vivencias, temores, problemas y deseos.
INSTRUMENTOS: entrevistas no estructuradas como estructuradas
CONCLUSION: Queremos destacar que este programa de intervención ha sido diseñado para
mujeres maltratadas que acuden en búsqueda de ayuda profesional a diferentes servicios
especializados de atención a la mujer. No se trata, pues, de una intervención "en crisis", sino que se
ha aplicado mayoritariamente con mujeres que están, o bien en proceso de separación del agresor, o
ya separadas, pero en las que los efectos psicológicos del maltrato aún persisten, si bien en algunos
casos las mujeres aún conviven con la pareja que abusa de ellas. Y en la intervención psicológica a
aplicar es muy importante tener en cuenta las circunstancias particulares en las que se encuentra la
mujer, para garantizarles así las estrategias que se ajusten a su caso. Por ejemplo, si continúan con el
agresor o si se encuentran en situación de peligro, es fundamental hacer hincapié en las medidas de
seguridad (informarle de qué pasos debe seguir ante un ataque, a qué lugares puede acudir a solicitar
ayuda,), en los riesgos que corre, etc. Así mismo, debemos señalar que en estos casos la intervención
es más compleja, porque algunas de las estrategias que se trabajan con la mujer pueden tener una
utilidad muy limitada ante el control ejercido por el maltratador.
RESUMEN
En la investigación de Pilar Matud, Ana Belén Gutiérrez Y Vanesa Padilla(2004), sobre la
intervención psicológicas con mujeres maltratadas por su pareja, en la cual encontramos factores
psicológicos del maltrato como experiencia traumática evidenciadas en las áreas; cognitivas,
conductuales, emocionales, interpersonales y físicas. Conjuntamente se analiza las características
centrales del maltrato físico, las normas y las expectativas culturales, para desarrollar una
intervención enfocada en la minimización del impacto psicológico del maltrato con la aplicación de
técnicas cognitivo-conductual y estrategias desde la perspectiva socio-estructural con un tratamiento
directo de los síntomas de la mujer maltratada. Este programa de intervención ha sido diseñado para
mujeres maltratadas que acuden en búsqueda de ayuda profesional a diferentes servicios
especializados de atención a la mujer.
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violentas. Madrid. Pirámide.
12). TEMA: salud mental de las mujeres maltratadas por su pareja en el salvador
RESUMEN
María Paz Bermúde y M. Pilar Matud (2009), en su investigación salud mental de las mujeres
maltratadas por su pareja en el salvador analizo la salud mental de un grupo de mujeres maltratadas
por su pareja en El Salvador y se comparó con la de mujeres de la población general que no eran
maltratadas por su pareja. Se encontró que las mujeres maltratadas por su pareja tenían
significativamente más sintomatología de estrés postraumático de reexperimentación, evitación y
aumento de la activación. También presentaban más síntomas depresivos, somáticos, de ansiedad e
insomnio y disfunción social. Las mujeres maltratadas por su pareja que sufrían un maltrato más
intenso físico, psicológico y sexual tenían peor salud mental, presentando más sintomatología, tanto
de estrés postraumático de reexperimentación, evitación y aumento de la activación, como somática,
depresiva y de ansiedad e insomnio, así como mayor disfunción social.
La muestra está formada por 176 mujeres maltratadas por su pareja y un grupo control de 84 mujeres
no maltratadas por su pareja. a. Sus edades estaban comprendidas entre 18 y 74 años, siendo la edad
media de 33.8 años, la desviación típica de 9.0 y la mediana y la moda de 33 años. El 25.5% estaban
solteras y el 16.9% separadas o divorciadas. El número de hijos oscilaba entre 0 y 10, siendo la media
de 2.26, la desviación típica de 1.50 y la media y la mediana de 2. Se aplicaron los cuestionarios a
ambos grupos se les aplicó el Inventario de Evaluación del Maltrato a la Mujer por su Pareja (APCM),
elaborado por Matud (1999), Cuestionario de Salud General de Goldberg (GHQ-28, Goldberg &
Hillier, 1979), Escala de Gravedad de Síntomas del Trastorno de Estrés Postraumático (Echeburúa,
Corral, Amor, Zubizarreta &Sarasúa, 1997) del Maltrato a la Mujer por su Pareja (APCM), ) Escala
de Apoyo Social (ASM, Matud, 1998), Inventario de Autoestima.
Más de la mitad de las mujeres maltratadas por su pareja (58%) había sufrido maltrato físico,
psicológico y sexual; 24.4% sufrió maltrato físico y psicológico, 4.5% psicológico y sexual, y 13.1%
sufrió únicamente maltrato psicológico,
las mujeres maltratadas por su pareja que tienen trastorno de estrés postraumático tienen más síntomas
de tipo somático, de depresión grave, más ansiedad e insomnio y mayor disfunción social que las que
no presentan dicho trastorno. Las puntuaciones de las mujeres maltratadas por su pareja en la Escala
de Gravedad de Síntomas del Trastorno de Estrés Postraumático de Echeburúa mostraron que 52.3%
cumplía los criterios para ser diagnosticadas de trastorno de estrés postraumático. Y aunque
únicamente 29 de las mujeres no maltratadas por su pareja cumplimentaron dicha escala, ya que el
resto no recordaba haber experimentado ningún suceso traumático, sólo una de ellas (que supone
3.4%) tenía trastorno de estrés postraumático, las puntuaciones en las escalas del GHQ-28 8 y en los
factores de autoestima y apoyo social; se encontraron diferencias estadísticamente significativas tanto
en la escala global de estréspostraumático como en las tres subescalas, puntuando más alto en todas
ellas las mujeres maltratadas por su pareja. También se observa que dichas mujeres tenían mayor
sintomatología somática, depresiva y de ansiedad e insomnio que las mujeres no maltratadas,
presentando también mayor disfunción social y más inseguridad. Además, la confianza en sí mismas
y el apoyo social, tanto emocional como instrumental, era menor que el de las mujeres no maltratadas
por su pareja.
13). TEMA Inteligencia emocional como alternativa para la prevención del maltrato psicológico en
la pareja
Por último, proponemos la integración en el ámbito educativo, dentro del contexto de la Educación
Secundaria, actuaciones dirigidas a prevenir la conflictividad en las relaciones de pareja a través de
la implementación de programas basados en el entrenamiento de competencias comprendidas en la
inteligencia emocional que permitan introducir cambios de actitud y comportamientos del alumnado
en relación a la pareja.
Resumen
Macarena Blázquez Alonso, Juan Manuel Moreno Manso y Mª Elena García-Baamonde Sánchez,
(2009) su investigación destaca la necesidad del empleo de la inteligencia emocional como una
alternativa constructiva para la prevención del maltrato psicológico en la pareja.
la investigación de las competencias emocionales se llevó a cabo a partir del modelo teórico de Bar-
on (1997), La revisión de áreas emocionales de naturaleza intrapersonal, interpersonal, de
adaptabilidad, manejo de estrés, estado de ánimo y motivación, en relación al perfil psicológico en el
caso maltratador y la víctima, en su defecto, según las consecuencias psicológicas de la relación de
maltrato, nos demuestra que existen áreas de educación emocional preventiva. Las áreas en cuestión
de que hablamos son las que aluden a variables intrapersonales como el autoconcepto, autoestima,
asertividad, autoconciencia emocional e independencia; al manejo del estrés como el control de
impulsos y la tolerancia al estrés y al estado de ánimo y motivación como el optimismo y felicidad.
El valor descriptivo de esta concepción sobre la idiosicrasia de la violencia conyugal nos revela con
precisión los objetivos que hemos de perseguir mediante la educación emocional para forzar un
cambio de naturaleza en sus estructuras. Así, otras parcelas de intervención emocional, esta vez
dispares entre los miembros de la pareja, aluden, por un lado; al terreno interpersonal con
competencias de trabajo como las relaciones interpersonales y la empatía en el maltratador, y las
relaciones sociales con exclusividad en la víctima, y por otro lado; al ámbito de la adaptabilidad,
mediante el entrenamiento del maltratador en flexibilidad, resolución de problemas y prueba de
realidad. La actuación con la víctima se focalizará en el entrenamiento en resolución problemas y en
la obtención de una prueba de evidencias objetivas que confirmen la realidad de los sentimientos que
posee hacia su pareja.
16). TEMA Factores socio-laborales asociados al maltrato psicológico, físico y sexual en el personal
de salud en dos hospitales de Lima, Perú
TIPO DE INVST Cualitativo
VARIABLES: Para determinar la percepción de maltrato psicológico se les preguntó si es que alguna
vez le habían gritado, recibido comentarios negativos/despectivos, humillado, insultado, criticado
injustificadamente, recibido amenazas o se habían burlado por su género o etnia, obteniendo una
Alpha de Cronbach de 0,83. Para el maltrato físico se preguntó si es que le habían golpeado o expuesto
a trabajos/riesgos físicos, Alpha de Cronbach: 0,84. Para el maltrato sexual se preguntó si es que le
habían discriminado por su género, insinuado sexualmente y/o con propuestas indecentes, realizado
comentarios obscenos, discriminado por su preferencia sexual, mostrado imágenes ofensivas de tipo
sexual, mostrado un lenguaje corporal ofensivo de tipo sexual, tocado sin su consentimiento o si le
han chantajeado sexualmente, Alpha de Cronbach: 0,78.
Ante cada una de estas preguntas el encuestado podía responder con cualquiera de las cinco respuestas
tipo Likert (categorías desde nunca hasta siempre). Para el análisis estadístico se consideró como
maltrato a los que respondieron alguna vez habían experimentado estas situaciones, siendo
comparados contra los que nunca habían percibido estos actos.
También se midieron variables socio-laborales: sexo, edad (medida de manera cuantitativa), estado
civil, año de culminación de estudios de pregrado (medida de manera cuantitativa), servicio del
hospital en que desempeña la mayor parte del tiempo, puesto u ocupación que desempeña en el
trabajo, si contaba con pareja sentimental y la cantidad de años de servicio en el hospital (medida de
manera cuantitativa).
INSTRUMENTO: La obtención de datos se realizó mediante el empleo de una encuesta auto-
aplicada, la cual fue elaborada y validada (en forma y fondo) con el objetivo de obtener información
del maltrato en el Hospital Regional de Ica y en la facultad de Medicina Humana Daniel Alcides
Carrión.
CONCLUSION: Se concluye que la frecuencia de percepción de maltrato en el personal de salud es
muy alta. Teniendo al maltrato psicológico como el más frecuente, seguido del físico y del sexual. La
cantidad de años de egresado fue la única variable que tuvo asociación significativa con uno de los
tipos de maltrato, el físico.
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17). TEMA: Violencia psicológica hacia la mujer: ¿cuáles son los factores que aumentan el
riesgo de que exista esta forma de maltrato en la pareja
TIPO DE INVST: Cualitativo
VARIABLES: La variable dependiente era un indicador binario sobre si la mujer experimentaba
violencia psicológica por parte de quien era su pareja al momento de la encuesta. Esta variable ha
sido construida a partir de una serie de comportamientos concretos: si su pareja/novio/esposo se
enoja si habla con otro hombre; intenta limitarla en el contacto con su familia y amigos; la sigue o
la persigue de manera que se sienta controlada o asustada; le pone apodos denigrantes, la insulta o
se comporta de una forma que la denigra y la hace sentir mal y/o le daña o destruye sus
pertenencias. Las mujeres que “siempre”, “frecuentemente” o “a veces” son víctimas de alguna de
estas formas concretas de maltrato se considera que “sí” experimentan violencia psicológica y, por
tanto, adquieren el valor 1 en la variable dependiente. Aquellas mujeres que “nunca” sufrieron
ninguno de estos comportamientos violentos por parte de la pareja actual adquieren el valor 0 en la
variable binaria.
INSTRUMENTOS: Encuesta.
CONCLUSION: A partir del análisis del Estudio nacional sobre violencias contra las
mujeres, realizado en Argentina, en 2015, se identifican los factores de riesgo que
incrementan la vulnerabilidad de las mujeres hacia el maltrato psicológico. Los resultados
muestran que las mujeres más proclives a ser víctimas de este tipo de violencia en la pareja
son quienes tienen menos educación, mayor edad, no trabajan por un salario, conviven con
hijos en el hogar, se encuentran inmersas en relaciones menos “formales” en vínculos de
mayor duración, están emparejadas con varones que tienen menos educación que ellas y/o
tienen problemas con el alcohol y/o fueron víctimas o testigos de violencia durante su
infancia. El artículo sugiere posibles estrategias de intervención para erradicar el maltrato,
las cuales deben dirigirse, principalmente, a empoderar a las mujeres y reforzar su
independencia respecto de la pareja
a muestra, con representación nacional, se compone de 1.221 mujeres mayores de 17 años.
La mayoría de los factores de riesgo han sido exhaustivamente estudiados con relación a la
violencia física. Aquí se explora en qué medida tienen también una influencia significativa
con relación a la violencia psicológica. Los factores no serán tratados como alternativos,
sino como complementarios en la medida que se considera que todos ellos tienen un rol
significativo. Resulta esperable que, en Argentina, cada una de las perspectivas teóricas
(sociológica y psicológica) pueda aportar elementos explicativos relevantes sobre la
violencia psicológica. No hay que olvidar que la violencia hacia la mujer es un fenómeno
multidimensional16, lo que implica que ninguna teoría por sí sola provee una condición
necesaria y suficiente para explicarla. Tal como destaca Heise48, la violencia hacia la
mujer no es producto de un simple factor, sino resultado de complejas interrelaciones entre
factores individuales, relacionales, sociales, culturales y contextuales.
Resultado
El modelo de la Tabla 2 permite identificar los factores asociados con la violencia
psicológica en Argentina. En primer lugar, se observa que los tres factores vinculados a la
perspectiva psicológica tienen una influencia estadísticamente significativa en la
victimización. Al mismo tiempo, respecto a la perspectiva sociológica, los recursos
absolutos de la mujer (edad, educación y situación laboral), los recursos familiares
(duración de la relación, estado civil y convivencia con hijos) y los recursos educativos
relativos entre los miembros de la pareja influyen también en las chances de experimentar
maltrato psicológico. Se esperaba que, en Argentina, todos los factores analizados tuvieran
un rol relevante, lo cual no resulta corroborado. Contrariamente a los hallazgos previos en
otros contextos, sobre todo en torno a la violencia física, algunos factores tales como la
nacionalidad no resultan factores de riesgo significativos asociados a la violencia
psicológica.
18). TEMA Dependencia emocional en las relaciones de pareja como Síndrome de Artemisa: modelo
explicativo
VARIABLES: Se han seleccionado 880 participantes, de los cuales 277 están filiados como muestra
clínica, 311 corresponden a población general y el resto representan muestras de comparación (adictos
y familiares no codependientes). Según los resultados hallados, se define el perfil del dependiente
emocional como propio de sujetos que experimentan desajustes afectivos en forma de sentimientos
negativos (soledad, tristeza, desánimo, culpa, etc.) y vacío emocional junto a deseos de
autodestrucción e inescapabilidad emocional. Presentan una dependencia pura (manera de depender
de una persona de forma subordinada), con un anhelo irresistible de estar con la persona de la que se
depende. Se abunda en la necesidad de implementar propuestas de gestión emocional y de promoción
de la salud relacional.
CONCLUSION: En este estudio se ha comprobado que los dependientes emocionales son personas
vulnerables emocionalmente que manifiestan una ceguera hacia el otro, lo cual se podría explicar por
la conjunción de ilusiones y/o atribuciones, hedonismo y expectativas. De acuerdo con los resultados
del perfil diferencial respecto a otras dependencias sentimentales (codependencia y bidependencia),
así como respecto a población general y muestras de comparación (adictos y familiares no
codependientes) se ha comprobado que la dependencia emocional cursa con sentimientos negativos
(soledad, tristeza, abatimiento, desánimo, culpa, etc.), insatisfacción, miedo a la soledad y baja
tolerancia a la frustración y el aburrimiento, así como un fuerte vacío emocional junto a deseos de
autodestrucción, tienden a experimentar un estado de ánimo medio disfórico y un acusado sentimiento
de inescapabilidad emocional. Los dependientes emocionales presentan una manera de depender de
una persona de forma subordinada, con un acusado anhelo irresistible de estar con la persona de la
que se depende, tendiendo al desarrollo de un deseo de focalización en el otro y autonegligencia, así
como conflictos identitarios. Asimismo, son personas tendentes a acomodarse en las relaciones
dejando que sean otros los que decidan por ellos y desarrollan una escasa o nula conciencia de
problema.
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19). TEMA: Salud mental en mujeres maltratadas por su pareja. Un estudio con muestras de
México y España
INVESTIGACION CUANTITATIVA
CONCLUSION: Los resultados obtenidos del rastreo de la información se destaca que la
mayoría de las mujeres experimentan violencia psicológica por parte de su pareja, seguida
por la violencia sexual. Son mujeres con un nivel de dependencia emocional medio y alto,
que se manifiesta con agresiones físicas (abofetear, golpear con los puños o con cualquier
parte del cuerpo, golpes con objetos, empujones, estrangulamiento, etc.), relaciones sexuales
forzadas, y otras formas de coacción sexual, maltrato psicológico (intimidación, denigración,
humillación constantes, insultos, gritos, indiferencia, etc.), diversos comportamientos
dominantes (aislarla de su familia y amistades, vigilar sus movimientos, restringir su acceso
a la información o asistencia, etc.) e incluso la muerte.
Los instrumentos que más se utilizan para estos estudios se destacan los cuestionarios de
dependencia emocional CDE, cuestionarios de personalidad, entrevistas estructuradas y
semiestructuradas y las escalas de actitudes.
INVESTIGACION CUALITATIVA
CONCLUSION: Los resultados obtenidos del rastreo de la información se destaca que los
hallazgos arrojan los aspectos psicosociales que promueven la violencia en las mujeres y que
participaron en los estudios son: a) el miedo a quedarse sola, b) la presión social y, c) la
naturalización y familiarización con el maltrato, entre otros. En lo que se refiere al impacto
de la violencia en la salud mental de las mujeres, se detectó una asociación entre la violencia
psicológica por parte de la pareja y una sintomatología de estrés postraumático, si bien la
asociación entre dicha violencia y la salud mental de la víctima es mayor en las mujeres
latinoamericanas que las europeas, quizá porque la violencia que sufren es más intensa.
Los instrumentos que más se utilizan para estos estudios se destacan las encuestas con
cualquiera de las cinco respuestas tipo Likert (categorías desde nunca hasta siempre).
Se evidencia que las mujeres soportan tantos años de violencia y malos tratos, porque no lo
cuentan o piden ayuda antes. Además de los efectos que producen el ciclo de violencia en la
psicología y la salud de la mujer, hay otros muchos factores que están contribuyendo
simultáneamente a que una mujer no pida ayuda desde los primeros episodios de violencia o
decida terminar la relación: