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IEP SAN CRISTÓBAL Socos

El CREDO designa la síntesis


de los elementos principales de
la doctrina cristiana.

En un principio era la confesión de fe previa al


bautismo de adultos; terminó convirtiéndose en
la formulación de lo que hay que creer.
Confío en alguien, me entrego a él
y tengo por verdadero lo que
afirma Jesucristo en la Sagrada
Escritura.
Cristo enseña a sus Apóstoles – Duccio di Buoninsegna - 1285

“Confiad en Dios y
confiad también en
mi”
Jn 14, 1
Nuestro Dios es único, pero no
solitario: es Padre.
Nosotros no nos arrodillamos ente el
dinero, ni el poder, ni el placer, ni la
fama... sólo ante Dios.
El último sermón de Nuestro Señor – James Tissot - 1886

“Para que por medio de él creáis en el Dios que lo


resucitó de entre los muertos y lo colmó de gloria.
De esta forma, vuestra fe y vuestra esperanza
descansan en Dios”.
I Pe 1, 21
El cristiano sabe que el hombre puede
rastrear la huella de la presencia y de
la acción de Dios en el universo, en la
creación entera, en los
acontecimientos de su vida y en su
interior.
“Al principio creó Dios
el cielo y la tierra”
Gn 1, 1

Creación – Lucas Cranach - 1534


Jesucristo es “la Palabra de Dios”, es
la comunicación más plena que Dios
dirige a los hombres para su salvación.
“El Hijo del hombre
tiene que ser levantado
en alto para que todo el
que crea en él tenga
vida eterna”
Jn 3, 14-15

Cristo de San Juan en la cruz – Salvador Dalí - 1951


Jesucristo es Dios como el Padre, un
mismo Ser, el Ser de Dios, pero
distinto a Él. El Padre es quien lo ha
enviado y vuelve al Padre.
“Verdaderamente este
hombre era Hijo de
Dios”
Mc 15, 39
Confesión del centurión – James Tissot - 1886
El Nuevo Testamento y la fe de la Iglesia nos
muestran a Jesucristo no como un hombre
extraordinario en el que Dios está presente de un
modo singular, sino como aquel hombre irrepetible
que, al mismo tiempo, es el Hijo de Dios.
“Dios ha constituido Señor
y Mesías a este Jesús, a
quien vosotros
crucificasteis”
Hch 2, 16
Pantocrator de San Clemente de Tahull – Anónimo - 1123
La concepción de Jesús es virginal
porque así convenía y fue realizada por
Dios para mostrar la total gratuidad de
la Redención y mostrar cómo el Salvador
proviene sólo de Dios.
“El nacimiento de Jesús, el
Mesías, fue así: su madre,
María, estaba prometida a José,
y, antes de vivir juntos, resultó
que había concebido por la
acción del Espíritu Santo”
Mt 1, 18

La Anunciación – Fra Angélico - 1435


En María, el Espíritu Santo realiza el
designio benevolente del Padre.
Ella, al ser Madre y Virgen, es figura y
prototipo de la Iglesia que es Madre de
los creyentes, a los que engendra en la
fe y en el bautismo.
“La virgen concebirá y dará a luz un hijo,
a quien pondrán por nombre Enmanuel
(que significa: Dios con nosotros)”.
Mt 1, 23

La Adoración de los Magos – Gerard David - 1495


Jesús, por su defensa de los pobres, su
crítica a la práctica de los fariseos, a la
gestión del templo, por su palabra
sincera, su libertad insobornable y su
conducta ejemplar entró en conflicto con
los poderes dominantes.
“Pilato dijo a los judíos: ¡He aquí a
vuestro rey! Ellos se enfurecieron y
comenzaron a gritar: ¡Crucifícalo!”.
Jn 19, 2

Cristo entre los soldados – Pierre Mignard - 1635


Por ser fiel al Padre y a la misión
encomendada, Jesús asumió
voluntariamente su muerte. La cruz es
expresión de una vida entregada
totalmente a Dios Padre y a la humanidad.
Piedad – Miguel Ángel - 1499

“Jesús,
lanzando un
fuerte grito,
expiró”
Mc 15, 37
La cruz de Jesús abre las puertas de la
muerte. La salvación que Él nos ofrece
alcanza a todos, también a los que han
muerto. El infierno ya no es igual: está
habitado por la Vida y el Amor.
Visita al Hades – Cornelis Monsma - 2005

“Fue entonces cuando


proclamó el mensaje a
los espíritus
encarcelados, es decir, a
aquellos que no
quisieron creer”.
I Pe 3, 19-20a
La resurrección de Jesús es la verdad
culminante de nuestra fe.
Es un acontecimiento real que tuvo
manifestaciones históricas comprobadas: el
sepulcro vacío, las apariciones y el cambio de
actitud de los Apóstoles.
Resurrección – Piero della Francesca - 1465

“El ángel se dirigió a las


mujeres y les dijo:
Vosotras no temáis; sé
que buscáis a Jesús, el
crucificado. No está aquí
ha resucitado como dijo”
Mt 28, 5-6
Cristo, que salió del Padre, vuelve al
Padre. Además, Jesús nos abre el
acceso a la Casa del Padre, a la vida y la
felicidad de Dios, que la humanidad no
puede conseguir por sí misma.
“Después de hablarles, el
Señor Jesús fue elevado
al cielo y se sentó a la
diestra de Dios”
Mc 16, 19

Ascensión – Giotto di Bondone - 1306


Jesucristo, elevado y glorificado,
permanece en la tierra en su Iglesia.
El tiempo presente es el tiempo del
Espíritu y del testimonio.
Jesús anunció en su predicación el Juicio
del último Día.
El Juicio Final (detalle) – Miguel Ángel - 1512

“Este Jesús que acaba de


subir de vuestro lado al
cielo, vendrá como lo
habéis visto marcharse”
Hch 1, 11
El Espíritu Santo es la misma persona que se
hace don en nosotros y nos transforma
interiormente. Como realidad espiritual que es,
tenemos dificultad a la hora de expresar quién
es y cuál es su acción en nosotros; por eso,
utilizamos símbolos.
Vidriera de la Cátedra de San Pedro – Gian Lorenzo Bernini - 1665

“Recibiréis la fuerza
del Espíritu Santo, que
vendrá sobre vosotros,
y seréis mis testigos”
Hch 1, 8
La Iglesia brota de la Trinidad. Afirmamos
que el origen de la Iglesia está en el misterio
de Dios Uno y Trino: en su plan de salvar a los
hombres, llamándonos a la comunión de vida
con él, por su Hijo, en el Espíritu Santo.
Plaza y columnata de San Pedro – Gian Lorenzo Bernini - 1667

“Tú eres Pedro, y


sobre esta piedra
edificaré mi
Iglesia”
Mt 16, 18
Creemos en la comunión de todos los
cristianos: los de la tierra, los de la
muerte y los del cielo.
Todos nos unimos en la Iglesia, donde
está a nuestra disposición el amor
misericordioso de Dios.
“Hay diversidad de
carismas, pero el
Espíritu es el mismo.
A cada cual se le
concede la
manifestación del
Espíritu para el bien
de todos”
I Cor 12, 4. 7

Todos los Santos – Fra Angélico - 1435


Los hombres experimentamos la fuerza
del mal que nos lleva a buscar la felicidad
al margen de la comunión.
Jesús llega a nuestra vida sometida por
el pecado y nos ofrece la salvación.
“Recibid el Espíritu
Santo; a quienes les
perdonéis los pecados,
les quedan perdonados;
a quienes se los
retengáis, les quedan
retenidos”
Jn 20, 22-23

Cristo se aparece a los once – James Tissot - 1896


El amor auténtico conlleva el anhelo de
eternidad, que la persona amada viva siempre y
en plenitud. Dios ha empezado a realizar esta
consecuencia tan exigente de su amor para con la
humanidad resucitando a Jesús, garantía de que
también los resucitará.
“Lo mismo que por un
hombre vino la muerte,
también por un hombre
ha venido la
resurrección de los
muertos”
I Cor 15, 21

Triunfo de la vida (detalle) – Michael Dudash - 1998


Confesamos nuestra fe en la vida eterna. La
eternidad no está asociada a una duración
indefinida, sino a la de plenitud que no pasará.
Todos tenemos experiencia de momentos de
gracia que los vivimos como promesa de un
futuro total y completo.
“Dios nos ofrece como
don la vida eterna por
medio de Cristo,
nuestro Señor”
Rom 6, 23

Vida eterna – Talisha King - 2010


Amén es la firma del creyente, el acta de su
adhesión. Lo pronuncia para dar su
consentimiento.
(Reflexiones tomadas de Profundizar en el
Credo de nuestra fe, Delegaciones de Catequesis
de Aragón).

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