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EL ESPIRITU SANTO EN MI

Maestra: Clarita Silva


Por: Carmen Alicia Arzuza Sayas

ENSAYO ROMANOS 8: 1-27

EL TESTIMONIO DE QUE EL ESPIRITU SANTO DE DIOS MORA EN MI

La lectura de este capítulo de la Biblia, hace un claro llamado acerca de nuestra nueva vida
en Cristo, acompañados de la presencia y guía de su espíritu Santo.

A través de la muerte de Jesús en la Cruz, hemos sido salvados del pecado y hemos sido
liberados también del juicio de Dios, porque precisamente, Él envió a Jesús, para que en El
tuviéramos vida y vida eterna, esto quiere decir en Paz, en Gozo, en prosperidad y esto lo
conseguimos a través de la fé, la visión, la confesión y creo de manera muy importante la
búsqueda constante de la guía de nuestro amigo el espíritu Santo, quien solo vendrá con
nosotros si le invitamos a morar en nuestra vida.

En este capítulo Pablo hace énfasis en dos estilos de vida uno el que vive conforme a la
carne y el otro el que vive conforme al Espíritu Santo de Dios. Vivir conforme a la carne
implica vivir también conforme a la vieja naturaleza, donde los placeres y la vida cero reglas
cobra vida, sin embargo, vivir conforme al Espíritu Santo, implica creer en el sacrificio de
Jesús, creer que está vivo y que vivamos de acuerdo a la guía del espíritu Santo, siempre
fijos en agradar a Dios; el Espíritu Santo fue a quien se encargó para que fuera nuestro
consolador e intercesor, debemos recordar la actuación de la trinidad desde siempre en
nuestras vidas, Dios quien diseña, Jesús quien intercede y El Espíritu Santo el ejecutor aquí
en la tierra, aquí en nuestras vidas, AQUÍ EN MI VIDA.

En este capítulo se nos hace un llamado para que vivamos en santidad y podamos de esta
manera, poner en las manos del Espíritu santo, nuestros pensamientos, palabras, actos
etc., pensando siempre en vivir conforme a la voluntad del padre, ya que los que viven de
acuerdo a la carne desagradan totalmente a Dios.

Durante la lectura del capítulo también se puede destacar como el andar en el Espíritu, Dios
lo deja a nuestra elección, pero hace un llamado enfático a que quienes viven en la carne
no son de Dios y advierte las consecuencias de este estilo de vida, pero entrega una llave
ya que dice “Mas si por el espíritu hacéis morir las obras de la carne” Rom 8: 13. Debemos
trabajar en nosotros para crecer en la santidad pero claro abriendo nuestro corazón al
Espíritu Santo, buscando evitar caer en nuestras propias interpretaciones entre lo que está
bien en nuestro concepto o lo que está mal.

La lectura de este capítulo nos destaca dentro de un estilo de vida, donde a pesar de vivir
rodeados de espacios que son pecaminosos, nosotros estaremos siempre en el espacio de
obediencia plena a Dios, porque la guía del espíritu Santo debe ser entendida en un tiempo
continuo presente, es decir que somos guiados de manera continua por el Espíritu santo y
en este sentido, siempre seremos alertados de las cosas que no debemos permitirnos ya
que conocedores de la voluntad de Dios para nuestra vida, recibiremos algo así como el
impulso del Espíritu Santo a lo largo de cada día para hacer las cosas de manera correcta,
“Dentro de la Cultura del Reino”, esto es en nuestra familia, en nuestros empleos, en
nuestras decisiones etc.

El Espíritu Santo también nos da la seguridad de que somos hijos de Dios y que es a nuestro
padre a quien podemos recurrir en todos los casos y que Él tiene para nosotros siempre
pensamientos de bien y aunque todos hemos sufrido las consecuencias del pecado
conforme a la vida en la vieja naturaleza, esto fue temporal porque nuestro Dios nos ha
llenado de esperanza y consolación a través del sacrificio de Jesús y la presencia en
nuestra vida del Espíritu Santo.

Sigo creyendo en el amor de Dios por mí, y creo que de la mano del Espíritu Santo todos
los días recojo de los frutos que Dios tiene para mí, es como tener hoy una muestra de todo
lo que está por venir en mi nueva naturaleza, donde a pesar de que me equivoco en
ocasiones, tengo la convicción de la presencia del Espíritu Santo y su guía para que cada
vez pueda ser mejor. El Espíritu Santo Ora por mi cuando no se hacerlo e intercede por mi
delante de mi padre para que pueda continuar y llegar al final de la carrera porque decidí
tener una nueva vida, aún en medio de dificultades, aún en la amargura, en la desilusión
Dios obra porque el tiene un propósito con cada uno de nosotros y nos brinda todas las
herramientas para ello: La sangre de Jesús, El Espíritu Santo, La Oración, El ayuno El
lenguaje de Lenguas y su incomparable amor.

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