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2.1.

Introducción

La alimentación es uno de los principales factores que determinar el

estado nutricional de un individuo, de esta manera, si observamos el tipo

de alimentos que consumen habitualmente podremos evaluar los efectos

que estos producen sobre ellos a lo largo del tiempo. La alimentación es

una necesidad básica y fundamental para todo ser humano, tanto su

carencia como su deficiencia afecta su estado de nutrición y salud

causando enfermedades a corto y a largo plazo.

La nutrición es un importante factor en la salud, y en la causa y

tratamiento de varias enfermedades. La obesidad, la osteoporosis, la

diabetes, la anemia por deficiencia de hierro y las caries dentales son

algunos ejemplos de trastornos en los cuales la nutrición participa al menos

en forma subordinada. La hipertensión esencial puede reducirse si se

disminuye la ingestión de sodio. La hipertensión puede ser ocasionada por

exceso de sodio y se agrava por la obesidad. El papel del colesterol, los

triglicéridos, las grasas saturadas y las poliinsaturadas en el desarrollo de

la aterosclerosis es un área de gran interés actual en la investigación

nutricional y médica. La cardiopatía de las coronarias, así como las

enfermedades de arterias cerebrales, renales y periféricas significan más

de la mitad de las muertes en Estados Unidos. Las autoridades de salud


concuerdan en que el mantenimiento de un peso ideal promueve la buena

salud.

El hombre requiere en su vida de varias moléculas orgánicas

complejas y varios minerales inorgánicos. La comida proporciona el

crecimiento celular y de los tejidos, el desarrollo, el mantenimiento y la

reparación, además de satisfacer los requerimientos de energía. Para

mantener una salud optima, las vitaminas deben ser adquiridas de una

fuente exógena. Las vitaminas son importantes porque tienen un papel

central en el metabolismo

Las vitaminas y minerales aportados por los alimentos son

necesarios para que el cuerpo crezca, se desarrolle y funcione en forma

adecuada. Ellos se requieren en cantidades muy pequeñas (micro) y

específicas, y son esenciales para nuestra salud y bienestar. Estos

micronutrientes ayudan a liberar la energía aportada por los

macronutrientes (carbohidratos, proteínas y grasas), a construir y mantener

los tejidos y a regular todos los procesos corporales. Las vitaminas y

minerales son necesarios para desarrollar funciones específicas que

promueven el crecimiento, la reproducción y ayudan a mantener la salud y

la vida. Nuestros cuerpos requieren diferentes vitaminas y minerales, cada

una de las cuales tiene una función específica y deben ser proporcionadas
en cantidades diferentes y suficientes. En períodos de rápido crecimiento

de los tejidos, como embarazo y lactancia, infancia temprana y crecimiento

de los niños y en algunas enfermedades, es de especial importancia

disponer de suficientes vitaminas y minerales. La mejor manera de

asegurar lo anterior es consumiendo una alimentación balanceada que

incluya una variedad de alimentos.

2.2. Justificación

Conocer la importancia de las vitaminas y minerales en cualquier

función del cuerpo para comprender cómo sin ellas no sería posible que se

dieran reacciones dentro del organismo para así cumplir con sus funciones

normales. Por medio de un conocimiento más a fondo de las vitaminas y

minerales, su importancia, aprender a tener mayor control sobre las dosis

adecuadas para no caer en el error de sufrir deficiencias o excesos.

2.3. Desarrollo del tema

2.3.1. Las vitaminas

2.3.1.1. Definición

Las vitaminas son necesarias para procesos corporales esenciales

y para mantenernos sanos. La palabra vitamina proviene de “vita”, palabra

del latín que significa “vida”, lo que indica su importancia para diversos
procesos corporales. Las vitaminas esenciales son compuestos orgánicos

formados por las plantas y los animales, que el cuerpo humano no puede

producir por sí mismo, por lo cual deben obtenerse de los alimentos. Cada

vitamina tiene una función específica y no consumirla en la cantidad

suficiente puede llevar al desarrollo de serios problemas de salud. Algunas

vitaminas ayudan a convertir los carbohidratos, proteínas y grasas, en

energía que el cuerpo puede utilizar. Otras participan en la construcción de

tejidos sanos y hormonas, aunque no formen parte de ellos. Algunas

vitaminas ayudan al sistema inmunológico a defenderse de las infecciones

y, actuando como antioxidantes, protegen a células y tejidos. Las vitaminas

se dividen en dos tipos: vitaminas “solubles en grasa”, que se disuelven en

grasa, y las vitaminas “solubles en agua”, que se disuelven en agua.

(Menza & Probart, 2013)

Según Carbajal Azcona (2013), las vitaminas son micronutrientes

orgánicos, sin valor energético, necesarias para el hombre en muy

pequeñas cantidades y que deben ser aportadas por la dieta, por la

alimentación, para mantener la salud. Algunas pueden formarse en

cantidades variables en el organismo (vitamina D y niacina se sintetizan

endógenamente (la primera se forma en la piel por exposición al sol y la

niacina puede obtenerse a partir del triptófano) y las vitaminas K2, B1, B2
y biotina son sintetizadas por bacterias intestinales). Sin embargo,

generalmente esta síntesis no es suficiente para cubrir las necesidades, por

lo que tienen que ser aportadas por la dieta.

De acuerdo a Pardo Arquero (2014), las vitaminas son compuestos

orgánicos que el cuerpo necesita para el metabolismo (incidiendo en la

salud y para lograr el crecimiento adecuado). Las vitaminas también

participan en la formación de hormonas, células sanguíneas, sustancias

químicas del sistema nervioso y material genético. Las diferentes vitaminas

no están relacionadas químicamente, así como suelen tener una acción

fisiológica distinta. Por lo general actúan como biocatalizadores,

combinándose con proteínas para crear enzimas metabólicamente activas,

que a su vez intervienen en distintas reacciones químicas por todo el

organismo. Sin embargo, aun no resulta del todo clara la forma en que

ciertas vitaminas actúan en el cuerpo.

Las vitaminas humanas identificadas se clasifican de acuerdo a su

capacidad de disolución en grasa o en agua. Las vitaminas liposolubles (A,

D, E y K) suelen consumirse con alimentos que contienen grasa y, debido

a que se pueden almacenar en la grasa del cuerpo, no es necesario

tomarlas todos los días. Las vitaminas hidrosolubles, las del grupo B y la
vitamina C, no se pueden almacenar y por tanto se deben consumir con

frecuencia, preferiblemente a diario. (Pardo Arquero, 2014)

Tabla 1. Principales características de las vitaminas

Principales características de las vitaminas


Son compuestos orgánicos.
No sirven como combustibles metabólicos, pues el organismo no las
utiliza para obtener energía mediante la oxidación.
Son indispensables para el mantenimiento de la vida, actuando como
biocatalizadores en multitud de reacciones bioquímicas. Las vitaminas
suelen se coenzinas o componentes de coenzimas.
Son producidas generalmente por los vegetales. Debido a que los
animales no suelen sintetizarlas o, si lo hacen, es en cantidades
insuficientes.
Los seres vivos necesitan  Avitaminosis, cuando la carencia es
ciertas cantidades diarias de total.
cada vitamina y cualquier  Hipoavitaminosis, debido a la
alteración de estos límites insuficiencia o carencia es parcial.
revierte en trastornos de tres  Hiervitaminosis, ocasionado por un
tipos. exceso de vitaminas.
Son sustancias lábiles, porque se alteran con facilidad o resisten mal los
cambios de temperatura y/o los almacenamientos prolongados.
Fuente: Pardo Arquero (2014)

2.3.1.2. Importancia

Dentro del ciclo de la vida, las vitaminas son presintetizadas por las

plantas. Los animales y seres humanos carecen de las enzimas necesarias


para elaborarlas, razón por la que son ingeridas las provitaminas con los

alimentos y se culmina su síntesis con la ayuda de las bacterias que habitan

en la porción colónica del conducto digestivo. Las vitaminas descubiertas

(dejando abierta la posibilidad de que existan otras aún no encontradas)

realizan funciones importantes dentro del proceso de integración vital y

energética de los organismos superiores, posibilitando su adecuada

expresión vital y psicofisica. (Rodriguez, 2009)

Su gran importancia en el mantenimiento de la salud (haciendo

honor a su nombre: "vita" significa vida) queda demostrada por la aparición

de las enfermedades deficitarias que provoca su falta en la dieta: la

deficiencia de vitamina A puede producir ceguera y la falta de vitamina D

puede retardar el crecimiento de los huesos.

Según Menza y Probart (2013), la importancia del consumo

devitamias son las siguientes:

 Las vitaminas son de vital importancia para nuestra salud y

deben ser proporcionadas en cantidades pequeñas pero

suficientes a través de los alimentos; la falta de cualquiera de

ellas puede causar serios problemas de salud.


 La vitamina A es importante para la vista, el sistema

inmunológico, la reproducción y el crecimiento. Alimentos

ricos en esta vitamina son frutas y verduras de color amarillo

y anaranjado intenso, verduras de hojas verdes, leche,

huevos, hígado y otros órganos.

 La vitamina D es importante para los huesos, el sistema

inmunológico, el cerebro, el sistema nervioso, la piel, los

músculos y los órganos reproductores. Su mejor fuente es la

producción propia del cuerpo a través de la exposición de la

piel a la luz del sol.

 Las ocho vitaminas del complejo B participan en el

procesamiento de la energía corporal, en la regulación de sus

funciones y en la construcción y reparación de tejidos. El

folato es esencial en la prevención de serios defectos de

nacimiento. Alimentos ricos en vitaminas del complejo B son

todas las carnes, hígado, pescado, huevos, diferentes tipos

de nueces, semillas, leguminosas y verduras de hoja verde.

 La vitamina C es importante para la salud de los tejidos y

actúa como un “cemento” al mantener unidas sus células.


También puede reducir el riesgo de adquirir enfermedades.

Alimentos ricos en vitamina C son las frutas y la mayor parte

de las verduras.

2.3.1.3. Vitaminas liposolubles

Las vitaminas liposolubles se disuelven en grasas o lípidos y cuando

se encuentran en exceso son almacenadas en el tejido adiposo. Para ser

absorbidas por el organismo, estas vitaminas deben consumirse en

conjunto con alimentos que aportan grasa. Estas vitaminas son resistentes

a los diferentes procesos de preparación de alimentos, tal como la cocción.

Las vitaminas liposolubles son: A, D, E y K.

Apaza Paucara (2014), refiere que las vitaminas liposolubles son un

grupo de compuestos orgánicos incapaces de diluirse en agua,

requiriendose para su absorción, agregados grasos. En esta forma se

absorben en el intestino delgado. Estas vitaminas provienen de fuentes

nutricionales relacionadas al consumo de vegetales y carnes. Su aporte

debe ser suficiente para responder al requerimiento diario. Sin embargo, la

vitamina D, que es parte de este complejo químico, requiere también ser

transformada por la luz ultravioleta para integrarse con su homónimo

absorbido en el intestino y lograr la función deseada.


Este grupo de compuestos, donde se encuentran las vitaminas A, D,

E y K, requieren el consumo diario y los beneficios que aportan al

organismo se relacionan al mantenimiento de una función visual adecuada,

mejora del sistema inmune, antioxidación y protección de la membrana

celular y prevención de enfermedades infecciosas, por lo que su consumo

debe ser obligatorio para todas las personas, sobre todo niños en etapa de

desarrollo y mujeres en periodo de gestación. (Apaza Paucara, 2014)

2.3.1.3.1. Vitamina A
La vitamina A es un conjunto de productos químicos que derivan de

la p-ionona, cuya estructura es común al trans-retinol, por lo que se

denomina vitamina A1, siendo el producto que con más frecuencia se

encuentra en la naturaleza. Las modificaciones análogas de la estructura

química del transretinol o retiniléster en forma de fosfato, palmitato y

acetato, reciben nombres diferentes, como ocurre con el ácido retinoico

cuya fórmula contiene un carboxilo terminal. Este producto no comparte

algunas funciones del retinol, perdiendo la capacidad de mejora de la

capacidad visual de este primer producto, pero presenta mejor actividad en

la reparación del tejido epitelial. A su vez la retinoína es la forma más activa

de la vitamina A en todos los tejidos a excepción de la retina., mientras que,

el 3-deshidrorretinol o vitamina A2 es un producto natural, que contiene un


isómero, el 11-cis-retinaeido que es el más importante en la reconstitución

de la rodopsina y yodopsina. (Apaza Paucara, 2014)

A) Función y efectos de la deficiencia y del exceso: la vitamina A es

esencial para la visión con poca luz. Por tanto, la prolongada

deficiencia de la misma (lo suficientemente larga como para agotar

las reservar hepáticas, que en individuos previamente bien

alimentados son suficiente para 1 ó 2 años), da lugar a ceguera

nocturna. En los niños de muchas partes del mundo, la deficiencia

también da lugar a graves lesiones oculares (xeroftalmia) y a

ceguera total (queratomalacia). La vitamina A es también necesaria

para mantener sanos la piel y los tejidos superficiales, especialmente

aquellos que excretan mucus. Las dosis excesivas, resultantes por

ejemplo de la administración de grandes cantidades de preparados

de vitamina A durante largos periodos de tiempo, se acumulan en el

hígado y pueden resultar toxicas. (Carbajal Azcona, 2013)


B) Fuentes: la vitamina A no se encuentra ampliamente distribuida en

los alimentos. Las fuentes naturales de vitamina A más

concentradas son, con mucho, los aceites de hígado de pescado,

pero también contienen cantidades sustanciales el hígado de

mamíferos, los riñones, los productos lácteos y los huevos. Sin

embargo, la grasa de la carne y la manteca de cerdo no contienen

vitamina A, en las zanahorias y en las verduras y hortalizas de color

verde oscuro o amarillo, se encuentran cantidades variables de β –

caroteno, aproximadamente proporcionales a la intensidad de color;

de este modo, las verduras oscuras como las espinacas contienen

más que la col, de color oscuro, contienen más que el centro, de

color claro. Además, todas las margarinas que se comercializan para

la venta al por menor deben contener aproximadamente, por

exigencia legal, la misma cantidad de vitamina A que la mantequilla.

Actualmente ésta se añade en forma de retinol o β – caroteno de

síntesis. La dieta media británica aporta, aproximadamente, el doble

de la ingesta recomendada para esta vitamina, dos terceras partes

en forma de retinol y el resto como carotenos. (Vasquez Lima, 2016)

2.3.1.3.2. Vitamina D
A) Función y efectos de la deficiencia y exceso: La vitamina D es

necesaria para mantener la tasa sanguínea de calcio (y de fósforo).


Ello se logra principalmente incrementando la absorción intestinal

del calcio aportado por la dieta y regulando el intercambio de calcio

entre la sangre y los huesos. (Quesada Gómez & Sosa Henríquez,

2011)

Los lactantes y los niños que no reciben un aporte suficiente de

vitamina D presentan raquitismo, enfermedad caracterizada por la

deformación de los huesos, que son demasiado débiles para

soportar el peso corporal. Puesto que estas alteraciones se vuelven

rápidamente irreversibles, es importantísimo prevenir su aparición,

de ahí que en el Reino Unido y en otros países se administren

preparados de vitamina D a los niños y a las mujeres embarazadas,


y que la margarina y muchos productos lácteos sean enriquecidos.

(Vázquez Lara & Rodríguez Díaz, 2010)

Algunos adolescentes y algunas mujeres que han pasado por varias

gestaciones y lactaciones, así como algunos ancianos, pueden

padecer un reblandecimiento de los huesos (osteomalacia), causado

por una escasa absorción de calcio en dietas pobres en calcio y

vitamina D.

Una ingesta demasiado alta de vitamina D determina una absorción

de calcio superior a la cantidad excretada. Este exceso se deposita

en los riñones, lesionándolos. Por lo tanto, es necesario que la

cantidad de vitamina D ingerida sea lo cuidadosamente controlada,

especialmente en los niños pequeños y lactantes. (Ramos, Amigo,

Fabbiani, Viroga, & Speranza, 2017)

B) Fuentes: la vitamina D se obtiene tanto por acción de la luz solar

sobre una sustancia presente en la piel, como a partir de la dieta.

Para muchas personas, la luz solar es, con mucho, la fuente más

importante, por lo que precisan muy poco o ningún aporte extra por

los alimentos. Sin embargo, existe dos grupos de personas en los

que se debe asegurar un contenido suficiente de vitamina D en su


alimentación: en primer lugar, los niños y las mujeres embarazadas

y en lactación, cuyas necesidades son especialmente elevadas y, en

segundo lugar, las personas con una escasa exposición a la luz

solar, como los ancianos que no se pueden mover de casa o las

personas que viven en latitudes nórdicas, o simplemente los que

prefieren protegerse de los rayos solares. (National Institutes of

Health, 2016)

Muy pocos alimentos contienen vitaminas D. Todos aquellos en los

que se presenta naturalmente son de origen animal y contiene

vitamina D3 (colecalciferol) derivada, como en las personas, de la

acción de la radiación solar sobre la piel del animal o de los alimentos

consumidos. Existen grandes variaciones estacionales en la

cantidad presente. También se utiliza vitamina D3 para enriquecer

algunos alimentos y, en ocasiones, se emplea vitamina D2

(ergocalciferol), que parece ser igualmente efectiva para el hombre

y puede ser fácilmente obtenida a partir de vegetales. Legalmente,

se exige la presencia de vitamina D en margarina destinada a la

venta al por menor, y se incluye también en los suplementos que se

administra en el Reino unido (gratuitamente a quienes los necesitan)


a las mujeres embarazadas y en lactación y los niños de menos de

5 años de edad. (AMPap, 2014)

2.3.1.3.3. Vitamina E
A) Función y efectos de la deficiencia: Existen varios tocoferoles, todos

ellos relacionados entre sí, con actividad vitamínica E, siendo el más

activo el alfa (α)-tocoferol. En las ratas es necesaria para una

fertilidad normal pero, ni ésta ni otras muchas propiedades

maravillosas atribuidas a ella, han sido demostradas en el hombre.

Dado que esta vitamina se encuentra ampliamente distribuida en los

alimentos, especialmente en aquellos consumidos en las zonas más

pobres del mundo, y puesto que se almacena en el organismo (al

igual que otras vitaminas liposolubles), su deficiencia sólo es

probable en niños prematuros, que tienen muy poca pocas reservas

de grasa; cuando estos son alimentados a base de fórmulas con

escaso contenido en vitamina E y ricas en ácidos grasos poli

insaturados, fácilmente oxidables (los cuales parecen determinar un

incremento de las necesidades de esta vitamina), puede

manifestarse un determinado tipo de anemia. La ingesta excesiva no

parece ser tóxica. (Febles Fernández, Soto Febles, Saldaña

Bernabeu, & García Triana, 2012)


B) Fuentes: La mayoría de los alimentos contienen vitamina E. Las

fuentes más ricas son los aceites vegetales, los productos derivados

de los cereales y los huevos; las grasas animales, la carne, las

frutas, las verduras y las hortalizas contienen niveles

comparativamente bajos.

La vitamina E incluye varios tocoferoles relacionados. Estos

compuestos son isoprenoides con un anillo 6 – hidroxilcromano. La

deficiencia de vitamina E causa degeneración de las columnas

posteriores de la médula espinal y de las células nerviosas de los

ganglios dorsales. La vitamina E es la vitamina liposoluble menos

tóxica. La vitamina E al parecer previene la peroxidación de los

ácidos grasos poliinsaturados que ocurre en las membranas a lo

largo del cuerpo. Además de la vitamina E, el β–caroteno sirve como

antioxidante en las membranas. Se presupone que la vitamina C,

que es hidrofílica, actúa como antioxidante en solución. (Febles

Fernández et. al , 2012)

2.3.1.3.4. Vitamina K
La vitamina K participa en la coagulación de la sangre y es necesaria

para la formación de los huesos. Los alimentos que la contienen son el

hígado, huevos, leche, carne, repollo, espinaca, coliflor, legumbres y


cereales. Esta vitamina además se produce en el mismo organismo

mediante las bacterias del intestino. (Velasquez 1941, citado en Quispe

Caceres & Mendoza Revilla 2016)

La vitamina K es un compuesto constituido por 2-metil-1,4-

naftoquinona o menadiona, o vitamina K3 que es producida por bacterias

intestinales y absorbidas en el intestino grueso, y pasa a los tejidos a través

de difusión pasiva; y 2 -metil-3-fitil-1,4-naftoquinona o fitonadiona o

vitamina K1, que se absorbe en el intestino delgado en presencia de ácidos

biliares, de donde pasará a la linfa unida a los quilomicrones a través de

transporte activo. (Apaza Paucara, 2014)

A) Funciones: su función es la de γ-carboxilar los residuos

glutamilos de los factores II, VII, IX y X de la coagulación, que

resultan en la hipocoagulabilidad de la sangre, del mismo modo


su importante función carboxiladora de las proteínas C, S, Z, M y

la osteocalcina del hueso permiten una acción importante en la

preservación de las funciones metabólicas del cuerpo. (Entrala

Bueno 2000, citado en Apaza Paucara 2014)

Su déficit, lleva a procesos de hipocoagulación, manifestada por

sangrados, equimosis, hematomas, etc., mientras que su exceso

lleva a hiperhidrosis, disnea, fallo circulatorio periférico, shock

anafiláctico, anemia hemolítica, etc.

B) Fuentes alimenticias: la vitamina K y sus variedades, se

encuentran en las verduras de hoja verde, como la lechuga, las

coles, brócoli, perejil, espinaca e hígado de res. (Díaz Curiel,

2015)

2.3.1.4. Vitaminas hidrosolubles

Estas vitaminas se disuelven en agua y no se acumulan en el

organismo, por lo que hay que ingerirlas regularmente a través de los

alimentos y su consumo en exceso se elimina por la orina. Estas vitaminas

se dañan o se pierden con facilidad durante la cocción y almacenamiento.

(Menza & Probart, 2013)


Según Menza y Probart (2013), en esta clasificación se encuentran

la vitamina C y las ocho vitaminas del complejo B. Las vitaminas del

complejo B20, participan en la liberación de energía a partir de los

macronutrientes consumidos en la alimentación diaria. También ayudan a

los demás nutrientes en la construcción y reparación de tejidos. Mientras

cada una de las vitaminas del complejo B tiene un papel específico en el

proceso metabólico, sus funciones se complementan y actúan en conjunto.

Según López Martínez, López García y Olea Serrano (2012), las

vitaminas hidrosolubles más importantes son:

A) Vitamina B1: necesaria para el corazón, musculatura. La

encontramos en los productos integrales, patatas y

legumbres.

B) Vitamina B2: metaboliza las grasas y es esencial para el

crecimiento. En lácteos y cereales.


C) Vitamina B12: interviene en el crecimiento y en la formación

de las células. En lácteos y huevos.


D) Vitamina C: activa el proceso inmunitario del cuerpo,

metaboliza el hierro. Se encuentra en los cítricos, tomates, col

y coliflor.

Ácido fólico: es fundamental en el proceso de división de las células.

Verduras de hoja verde, patatas, legumbres y productos integrales.

2.3.2. Los minerales

Las sales minerales y los oligoelementos son componentes del

organismo de origen mineral. No hay una diferente bien establecida entre


las sales minerales y los oligoelementos, a no ser por su contenido en el

cuerpo. Las sales minerales existen en cantidades relativamente elevadas

en el organismo: son el calcio, el sodio, el magnesio, el fósforo y el potasio.

(Challem & Brown, 2010)

Los oligoelementos, por el contrario, están presentes en muy

pequeñas cantidades en el organismo, e incluso, algunos de ellos

solamente como vestigios: son el hierro, el cinc, el flúor, el cobre, el yodo,

el manganeso, el cobalto, el selenio, el vanadio, el molibdeno y el cromo.

Estos elementos de origen mineral son eliminados por el organismo de

manera regular y, por tal razón, sus pérdidas deben compensarse por

medio de los aportes alimentarios correspondientes. (Challem & Brown,

2010)

Son, por tanto, nutrientes indispensables (que es necesario

encontrar en los alimentos), pero que difieren de los otros nutrientes, los

que producen energía (proteína, grasas, hidratos de carbono), y de las

vitaminas que no producen, por su pertenencia al reino mineral. Al contrario

que los nutrientes productores de energía (proteínas, grasas e hidratos de

carbono), las sales minerales y los oligoelementos no aportan caloría

alguna. (Challem & Brown, 2010)


Según Pereira (2019), los minerales son elementos necesarios para

la formación de las estructuras óseas que conforman el cuerpo y también

para regular las reacciones químicas dentro del organismo. Ellos son

extraídos del suelo por las plantas y pasan a los animales y los seres

humanos a través del consumo de alimentos, ya sea de origen vegetal o

animal. Al igual que las vitaminas, los minerles son necesarios en pequeñas

cantidades y participan en la regulación de muchos procesos del cuerpo,

tales como el pulso, la respuesta nerviosa frente a estímulos, la coagulación

de la sangre, la regulación de los fluídos corporales y el metabolísmo

energético (liberación de la energía aportada por los macronutrientes de los

alimentos). Además, los minerales forman parte de la estructura de las

huesos, los dientes, las uñas, los músculos y los glóbulos rojos.

Los minerales considerados como esenciales para la nutrición son

(Pereira, 2019):

A) El calcio, es el mineral más abundante en el organismo, se

encuentra principalmente en los huesos. Cumple dos

funciones esenciales, una de ellas es construir y mantener la

integridad y solidez de los huesos y dientes; y la otra es servir

como reserva de calculo desde donde se libera a los fluidos

del cuerpo para llegar a los tejidos que lo requieran. También


está asociada con una amplia variedad de funciones que

incluyen la coagulación de la sangre; la transmisión de los

impulsos de los nervisio; la contracción y relajación muscular;

la secreción de hormonas y enzimas digestivas; y el latido

normal del corazón.

B) El hierro, del organismo forma parte de la hemoglobina que

es un constituyente de los glóbulos rojos y de la mioglobina

de las células musculares, que transportan el oxigeno desde

los pulmones a todos los tejidos del organismo.

C) El zinc, esta presente en numerosas reacciones químicas,

vitales para el funcionamiento del organismo. Ayuda a

mantener la fortaleza de las células y del sistema

inmunológico permitiendo que el organismo se defienda

contras las enfermedades. Participa en la producción de

vitamina A en los ojos y es importante para mantener una

norma percepción del sabor, para la restauración de tejidos

en el caso de cortes o heridas y es importante en la

reproducción porque forma parte del mateirla genético.


D) El yodo, es un mineral necesario para la producción de la

hormona de la glándula tiroides. Es fundamental en la

regulación de varios sistemas del organismo como: la

temperatura corporal, el crecimiento, la producción de las

células de la sangre, el desarrollo de los músculos, de los

nervios, el funcionamiento normal del cerebro y del

organismo.
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