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Realidad, perspectivas y cambios

en el marco de la aplicación
del Código de la Niñez y la Adolescencia
en Maldonado, Montevideo,
Paysandú y Salto
Ningún programa de cambio puede ser inteligente
si está desinformado, si no se basa en un moderado conocimiento
de lo que ha sucedido y está sucediendo
y en una apreciación de lo que podemos hacer que suceda.

Jerome Frank*

* Jerome Frank, “Una defensa de las escuelas de abogados”, en Martin F. Böhemer (comp.), La enseñanza del derecho y el ejercicio
de la abogacía, Biblioteca de Yale de Estudios Jurídicos, Gedisa, Barcelona, 1999, p. 57.
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia,
UNICEF Uruguay 2010

Justicia penal juvenil. Realidad, perspectivas y cambios en el marco de la aplicación del Código de la Niñez y la
Adolescencia en Maldonado, Montevideo, Paysandú y Salto

Proyecto:
Observatorio del sistema judicial
www.observatoriojudicial.org.uy
Fundación Justicia y Derecho

Coordinación del proyecto por UNICEF:


Susana Falca
Lucía Vernazza

Autor y coordinador general:


Javier M. Palummo Lantes

Equipo de investigación del seguimiento de expedientes judiciales:


2004-2005: Lydia López Sosa, María José Ramos, Cecilia Tomassini Urti y Luciana Vaccotti Martins. 2006: Gabriel
Gómez Sosa, Paula Manera, Cecilia Tomassini Urti y Luciana Vaccotti Martins. 2007: Luisina Fierro, Paula Manera,
Anaclara Planel, Gianina Podestá y Cecilia Tomassini Urti. 2008: Ivo Araújo, Alejandra Cabrera, Pedro Da Costa, Carolina
Fernández, Paula Manera, Gianina Podestá y María Noel Volpe.

Equipo de la Clínica Jurídica de Derechos Humanos de la Infancia y la Adolescencia:


María Mercedes Aramendia, Luciano Macedo, Daniel Piedra y Gianina Podestá.

Edición:
Marcelo Pereira

Corrección de estilo: María Cristina Dutto


Diseño gráfico editorial: Adriana Cardoso ABC/D
Diseño de carátula: Rodolfo Fuentes
Impresión: Zonalibro

Primera edición: diciembre 2010

UNICEF Uruguay
Bulevar Artigas 1659, piso 12
Montevideo, Uruguay
Tel. (598) 2403 0308
Fax (598) 2400 6919
e-mail: montevideo@unicef.org

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Soriano 1280
Montevideo, Uruguay
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info@observatoriojudicial.org.uy
http://www.observatoriojudicial.org.uy

Nota 1: La Convención sobre los Derechos del Niño se aplica a todas las personas menores de 18 años, es decir, niños,
niñas y adolescentes mujeres y varones. Por cuestiones de simplificación en la redacción y de comodidad en la lectura,
se ha optado por usar en algunos casos los términos generales los niños y los adolescentes, sin que ello implique
discriminación de género.
Nota 2: Las opiniones expresadas en esta publicación son responsabilidad de los autores y no reflejan necesariamente
la política o los puntos de vista de UNICEF.
Contenido

Prólogo ............................................................................................................................................................................................. 9

I. Introducción...................................................................................................................................................................... 11

II. La selectividad del sistema: los mismos de siempre........................................................................................... 15

III. Garantías y actuación policial .................................................................................................................................... 25

IV. Las infracciones y sus circunstancias........................................................................................................................ 35

V. Segmento judicial, racionalidad y alternativas..................................................................................................... 43

VI. Las primeras horas, en las que pasa todo .............................................................................................................. 47

VII. La utilización inicial de la privación de libertad.................................................................................................... 57

VIII. ¿Proceso o mero ritual?.................................................................................................................................................. 65

IX. La finalización del proceso........................................................................................................................................... 73

X. Proporcionalidad y sanciones..................................................................................................................................... 79

XI. Durante el período más breve que proceda.......................................................................................................... 87

Bibliografía .................................................................................................................................................................................... 91

Anexo .............................................................................................................................................................................................. 93
Prólogo

Con la aprobación del Código de la Niñez y la Adolescencia, Uruguay comenzó un proceso de


adecuación de su normativa nacional a los principios de la Convención sobre los Derechos del Niño
y demás instrumentos internacionales de protección de los derechos humanos de las personas me-
nores de edad.
La implementación del CNA en estos seis años de vigencia ha significado un verdadero desafío
para las instituciones y los operadores, por una suma de factores que tienen su origen en diferentes
causas: deficiencias normativas del propio Código, inadecuación estructural de algunas instituciones
para el cumplimiento de sus fines de protección de los derechos de los niños, persistencia de prácti-
cas tutelares de algunos operadores, dificultades en la operatividad del sistema de ejecución de las
sanciones, especialmente en la administración de los centros de privación de libertad, la sensación
de impunidad que generó en la sociedad este cuerpo normativo ni bien fue aprobado, con el consi-
guiente aumento de la demanda de mayor dureza en la intervención punitiva, entre otras.
El Observatorio del Sistema Judicial ha venido monitoreando, a través del análisis exhaustivo de
expedientes judiciales, este complejo proceso de implementación de la normativa vigente en el país.
De su análisis surgen las dificultades que tanto instituciones como operadores tienen que enfrentar
para dar cabal cumplimiento a sus responsabilidades, muchas veces derivadas de la subsistencia de
prácticas no ajustadas al nuevo paradigma, tanto en el ámbito penal adolescente como de protección
de los derechos vulnerados o amenazados de niños y adolescentes.
Por ello UNICEF entiende pertinente cooperar con organizaciones de la sociedad civil cuya fina-
lidad u objetivo último sea contribuir con el país al mejoramiento de las instituciones y de la praxis
de los operadores, a fin de garantizar que los niños y adolescentes tengan acceso a la justicia para la
protección de sus derechos y cuando se vean enfrentados a un juicio de atribución de responsabili-
dad penal.

Egidio Crotti
Representante de UNICEF
en Uruguay
I. Introducción

La historia de la aprobación e implemen- contrarreforma se vincula con la percepción de


tación del Código de la Niñez y la Adolescencia un crecimiento de la violencia y la inseguridad,
(CNA) ha tenido sus peculiaridades. La primera que se traduce en cíclicas propuestas de mayor
que corresponde mencionar es que, pese a que se severidad en la aplicación de la ley penal por par-
trata de una ley que fue debatida en sus diferen- te de algunos sectores.
tes versiones durante años,1 el mundo de los ope- La tercera peculiaridad de este proceso ha
radores del sistema de administración de justicia sido el profundo déficit de implementación de la
la consideró sorpresiva. nueva normativa, situación que inicialmente fue
Una segunda característica estuvo dada por propiciada por la inexistencia de recursos mate-
la instalación de un discurso según el cual el riales —humanos y financieros— para la puesta
flamante Código había sido elaborado para ser en marcha del nuevo modelo. A diferencia de lo
prontamente modificado, con independencia de ocurrido en otros países, en Uruguay el CNA se
su aplicación efectiva. Esta última característica empezó a aplicar sin que se hubiera pensado en
provocó que a los pocos meses de aprobado el cómo debían reformularse las prácticas institu-
texto normativo, y sin que existieran evaluacio- cionales y profesionales.
nes serias de su puesta en funcionamiento, co- Este contexto dejó la sensación de que con
menzaran a proliferar proyectos de reforma. El el CNA mucho debía cambiar pero no cambió de-
marco de estas iniciativas ha sido el del descono- masiado, y el paso del tiempo ha dado cuenta de
cimiento —metodológicamente sustentado— del que existe el riesgo de que se estanque el proceso
nivel de implementación de la norma que se pre- de cambio, de que se perpetúe la situación actual
tendió modificar. No se realizaron estudios pre- o, en el peor de los casos, de que se comience a
vios a la formulación de soluciones legislativas, retroceder. Hay por tanto una ostensible brecha
sino que se tomaron en cuenta las inquietudes entre los objetivos y garantías que explícitamen-
de los propios operadores o, en el peor de los ca- te prevé la ley, y los medios —materiales, perso-
sos, las de eso que genéricamente se denomina la nales, institucionales y técnicos— de que se ha
opinión pública. El contexto de estos procesos de dispuesto para su aplicación.

1. El primer proyecto, elaborado por una comisión creada por resolución del Ministerio de Educación y Cultura, del 24 de octu-
bre de 1990, se denominó Anteproyecto de Código del Menor y llegó a tratarse en mayo de 1994 en una Comisión Especial de la
Cámara de Senadores. Más adelante, por resolución de la Presidencia de la República del 12 de junio de 1995, se creó una comisión
para el estudio y la elaboración de un Proyecto de Código de la Niñez y la Adolescencia. Esta redactó un anteproyecto que poste-
riormente fue modificado en el marco de una nueva Comisión de Análisis, la cual culminó su versión en marzo de 1997. No sería esa
la versión que se constituiría en proyecto de ley; sobre fines de 1997, una nueva comisión, fruto de un acuerdo interinstitucional,
elaboró sobre la base de las versiones anteriores un nuevo Anteproyecto de Código de la Niñez y la Adolescencia. Fue esta última
versión la que ingresó a consideración del Poder Legislativo y resultó aprobada por la Cámara de Representantes en setiembre
de 1999. Sin embargo, la legislatura concluyó sin que ese proyecto obtuviera la aprobación legislativa definitiva. En la siguiente
legislatura se presentó nuevamente, obtuvo otra vez la aprobación de la Cámara de Representantes con múltiples modificaciones,
y terminó siendo aprobado por la Cámara de Senadores tal cual le había sido remitido el 26 de agosto de 2004. Esa decisión del
Poder Legislativo dio nacimiento al actual Código de la Niñez y la Adolescencia, promulgado el 7 de setiembre de 2004 y publicado
en el Diario Oficial el 14 de setiembre de 2004.
Justicia penal juvenil

Todo esto nos lleva a la cuarta y última peculia- El seguimiento de expedientes es un acer-
ridad a desarrollar en este capítulo introductorio. camiento objetivo y estadísticamente confiable
En lo que refiere a la implementación del CNA, a esas prácticas, y el seguimiento de casos nos
el transcurso del tiempo, en vez de implicar un hace tomar contacto con situaciones relevantes
avance sostenido, en el cual se fueran superando en el plano teórico y estratégico. La regla 30 de
los distintos obstáculos y resistencias a una com- Beijing expresa la importancia de la investiga-
pleta aplicación de la normativa, ha traído consi- ción como base para la planificación, formula-
go la consolidación de las peores prácticas y un ción y evaluación de políticas. En el mismo sen-
ocultamiento o desvalorización de los mejores tido, en el ámbito de las Naciones Unidas se ha
intentos de captar, en el cotidiano de la adminis- destacado la importancia de la producción de
tración de justicia, las ideas y los principios fun- información respecto del sistema penal juve-
damentales de dicha normativa. Efectivamente, nil, y se han elaborado documentos que pro-
en Uruguay conviven prácticas, instituciones y ponen una serie de criterios e indicadores para
mecanismos de clara inspiración tutelar, vincu- analizarlo.3
lados con la etapa previa a la Convención sobre El marco teórico y conceptual de nuestro
los Derechos del Niño (CDN), junto con normas y trabajo se nutre de una variedad de corrientes
criterios posteriores, que han intentado dar apli- —realismo jurídico y teorías críticas del dere-
cación a una perspectiva de derechos a propósito cho, entre otras— y se orienta a poner al descu-
de variados temas relacionados con la infancia, bierto el sentido político de la práctica cotidia-
sin que se haya logrado aún una adecuación sus- na del sistema penal juvenil. Pero también —y
tantiva a dicha perspectiva. sobre todo en el seguimiento de casos— coin-
En setiembre de 2009 el CNA cumplió cin- cidimos con los teóricos críticos del derecho al
co años de vigencia, y en el Observatorio del Sis- concebirlo como una “práctica social de natura-
tema Judicial (OSJ) hemos realizado un intenso leza discursiva” destinada a la “producción so-
seguimiento de su puesta en funcionamiento cial de sentidos”. Toda norma jurídica puede ser
desde el primer día.2 El OSJ ha sido una herra- entendida como funcional a alguna política,4 y
mienta compleja de estudio e intervención so- todo sistema jurídico expresa cuando menos la
bre la administración de justicia. Se desarrolla moral de sus legisladores.5 Esto implica nuestro
mediante el seguimiento de una muestra esta- interés no solo en la producción de normas y el
dísticamente representativa de expedientes ju- estudio de las “reglas de formación” del discur-
diciales y de una selección de casos relevantes so jurídico, sino también en la producción de
(en este segundo componente incorporamos, a conocimientos, argumentos, interpretaciones y
partir de 2007, una clínica jurídica orientada al prácticas institucionalizadas.6 Ese conjunto de
litigio estratégico). prácticas termina “produciendo y reproduciendo

2. Pese a la denominación Observatorio del sistema judicial, incorporamos en nuestro estudio las instancias previas, concomitan-
tes y posteriores a la intervención de la agencia judicial, tales como las actividades policiales anteriores al proceso y la ejecución
de las medidas judiciales. Actualmente el seguimiento de expedientes judiciales abarca geográficamente los departamentos de
Maldonado, Montevideo, Paysandú y Salto, y desde el punto de vista temporal, el primer año de aplicación del CNA, el año 2006, el
2007 y el 2008. (Está en ejecución el relevamiento correspondiente al 2009.)
3. UNICEF - UNODC, Manual for the Measurement of Juvenile Justice Indicators, Nueva York, 2006; Commission on Crime Preven-
tion and Criminal Justice, Economic and Social Council, Use and application of United Nations standards and norms in crime preven-
tion and criminal justice, E/CN.15/2009/L.13/Rev.1, 24 de abril de 2009.
4. Cf. Robert W. Gordon, Conferencia Brown Brendan: “La teoría crítica del derecho” (Critical Legal Studies), en Martin F. Böhemer
(comp.), o. cit., p. 150.
5. Cf. Luigi Ferrajoli, Garantismo. Una discusión sobre derecho y democracia, Trotta, Madrid, 2006, p. 25.
6. Cf. Carlos María Cárcova, Teorías jurídicas alternativas. Escritos sobre derecho y política, Centro Editor de América Latina, Buenos
Aires, 1993.

12
una lectura de sus instituciones que coadyuva y orientándose a obtener el mayor grado de reco-
a veces determina el comportamiento de las dis- nocimiento y respeto de los derechos inherentes
tintas instancias que la componen”.7 a la calidad de persona humana de la infancia y
En el presente informe se abordará específi- la adolescencia.8
camente la temática penal juvenil desde el enfo- El sistema de justicia que se ha pretendido
que antes mencionado, y para ello se utilizará in- implementar a partir de la aprobación del CNA
formación de distintas fuentes, a fin de entender es altamente complejo, tanto desde una perspec-
y analizar este delicado aspecto de las políticas tiva jurídica como si se consideran los desafíos
públicas de infancia. institucionales que conlleva. Sin embargo, no ha
Tal como ha sido adelantado, el principal existido la debida conciencia de esta compleji-
problema que hemos identificado en estos años, dad. Una adecuada aplicación de la normativa vi-
y que lamentablemente está lejos de superarse, gente requiere importantes cambios de criterios
es la existencia y la progresiva consolidación y de objetivos en todos los segmentos. En el pre-
de una brecha entre el discurso normativo y la sente documento se identificarán los principales
realidad. Esperamos en esta oportunidad que la núcleos problemáticos para una exitosa imple-
información que se expone sea útil para que las mentación del CNA, y se realizarán sugerencias y
distintas agencias que componen el sistema pue- recomendaciones concretas para contribuir a su
dan repensarse y reflexionar sobre sus prácticas, pronta solución.

7. Cf. Ricardo Entelman, “Aportes a la formación de una epistemología jurídica”, en AA. VV., El discurso jurídico, Hachette, Buenos
Aires, 1982.
8. CNA, artículo 6.

13
II. La selectividad del sistema: los mismos de siempre

1. Planteamiento del problema les queda resolver si continúa o no el proceso de


El sistema penal juvenil no podrá ser, con criminalización iniciado por la agencia policial.9
sus actuales características, lo que proclama nor- Los órganos judiciales quedarán limitados en
mativamente ser. La actitud de adhesión formal la práctica a intervenir sobre el universo de si-
al derecho positivo y la confianza desmesurada tuaciones y conflictos que fueron puestos en su
en lo normativo son piedras angulares del pro- puerta por la Policía.
blema. Este tipo de actitudes acríticas termina En el presente apartado se analizarán las
generando una distancia entre la práctica del de- principales características de la población que es
recho y los discursos normativos, pero aún más intervenida y la actuación de las autoridades po-
grave es que consolida un escenario perverso y liciales en cuanto agencia que, con sus prácticas e
un statu quo anómico. intervenciones, termina definiendo varias de las
Esta problemática tiene una primera mani- características del sistema: entre ellas, su carác-
festación en los procesos de criminalización se- ter selectivo y discriminatorio.
cundaria; es decir, en la actuación de las agencias
que definen cuál es la población que será interve- 2. Los adolescentes que pasan
nida por la justicia penal juvenil. Los adolescen- por la justicia penal
tes suelen tener su primer contacto con la justicia La descripción de los perfiles de los adoles-
penal juvenil a través de las autoridades policia- centes que son seleccionados por el sistema y so-
les. Por esta razón, en el presente apartado se metidos a procesos penales es realizada a partir
abordará esa singular etapa del sistema. de la presentación y el análisis de algunos datos
Según se indicó en informes anteriores, correspondientes a las características socioeco-
el OSJ ha constatado la existencia de prácticas nómicas de la población referida, a partir de lo
policiales que implican la detención sistemática relevado en los expedientes judiciales. Solo una
de adolescentes sin que se respete la normativa porción del universo de los adolescentes que de-
constitucional nacional. Son detenidos, entre sarrollan conductas infraccionales es sometida a
otras circunstancias, por su aspecto, por estar estos procesos, por lo que el objetivo fundamen-
en determinados lugares o porque se supone que tal de este apartado es exponer la marcada selec-
existe un aumento de los delitos en alguna zona tividad del sistema a la hora de judicializar a los
determinada. La intervención policial estructu- adolescentes.
ra la criminalización secundaria, condicionando En los cuatro períodos analizados se releva-
todo el sistema; a las autoridades judiciales solo ron 1.321 expedientes.10 Muchos de ellos incluyen

9. Eugenio Raúl Zaffaroni, “El sistema penal y el discurso jurídico”, en AA. VV., La Justicia Penal hoy, Fabián J. di Plácido, Buenos Ai-
res, 1999, p. 52. En relación con la selectividad policial referida a la infancia y la adolescencia, ver Javier Palummo, Silvana Pedrowicz
y Diego Silva, Discriminación y Derechos Humanos en Uruguay. La voz de las niñas, niños y adolescentes, Comité de Derechos del Niño
- Uruguay, Save the Children - Suecia, 2004.
10. En el primer período fueron analizados 316 expedientes (421 adolescentes); en el 2006 fueron 250 (324 adolescentes); en el
2007, 363 expedientes (528 adolescentes), y en el 2008 fueron 392 expedientes (536 adolescentes).
Justicia penal juvenil

a más de un adolescente, por lo que el total de ca- que no sea posible responsabilizarlos, y menos
sos comprendidos en la siguiente caracterización aun aplicarles una respuesta punitiva. Si hay res-
incluye a 1809 adolescentes. También existen ca- ponsabilidad, es porque existe una conducta que
sos en los cuales, en un mismo período, un adoles- puede ser reprochada y dar lugar a una respuesta
cente participa en dos o más procesos distintos; en que es consecuencia de la acción desarrollada. Esa
tales situaciones, los datos de dicho adolescente se es la esencia de lo punitivo; se trata, en palabras
toman en cuenta una sola vez. El primer período de Zaffaroni, de una coerción punitiva.
corresponde a los expedientes iniciados en el pri- Diversos documentos internacionales refie-
mer año de aplicación del CNA (2004-2005); el se- ren a la existencia de una edad mínima; desde la
gundo, a expedientes iniciados en 2006; el tercero CDN, que en el párrafo 3 de su artículo 40 dispo-
y el cuarto, a los iniciados en 2007 y 2008 respecti- ne que los Estados deberán tratar de promover,
vamente. El análisis incluye los departamentos de entre otras cosas, el establecimiento de una edad
Maldonado, Montevideo, Paysandú y Salto.11 mínima de responsabilidad penal (EMRP), antes
de la cual se presumirá que los niños no tienen
Edades capacidad para infringir las leyes penales, aun-
La existencia de una edad mínima de res- que no menciona una edad concreta. También
ponsabilidad penal y una edad a partir de la cual la cuarta de las Reglas de Beijing recomienda
corresponde que el conflicto sea tratado por el no fijar una edad demasiado temprana, habida
sistema penal común tiene una lógica específica, cuenta de las circunstancias que acompañan la
vinculada con el principio de igualdad.12 El niño madurez emocional, mental e intelectual. Más
es un sujeto diferente, en desarrollo, por lo que recientemente, el Comité de los Derechos del
deben existir medidas de protección especial, y Niño se ha pronunciado al respecto,14 refiriendo
en el ámbito penal esto conduce a reconocer la desafortunadamente a algún parámetro de edad
necesidad de una respuesta específica (principio que no es posible dejar de calificar como regre-
de especialidad).13 sivo a la luz de la normativa vigente en Uruguay
Un concepto clave para operativizar esta idea y en varios otros Estados de la región. Efectiva-
es el de autonomía progresiva. Conforme a este mente, si bien antes del CNA no existía una edad
criterio, la respuesta institucional debe ser distin- mínima de ingreso al sistema penal, el artículo 1
ta y vincularse con el desarrollo de las facultades de ese Código establece que se entiende por niño
del niño. Por lo tanto, debe establecerse una edad a todo ser humano de hasta trece años de edad,
por debajo de la cual no puede haber reproche, y por adolescente a los mayores de trece y meno-
ya que no existe culpabilidad (en sentido estric- res de dieciocho años de edad. Para los primeros
tamente jurídico-penal) y por lo tanto no puede no debe haber proceso penal propiamente dicho:
considerarse que haya delito. El delito requiere se trata de los niños que vulneran derechos de
conceptualmente de la culpabilidad. Los niños terceros, y esos casos son abordados por los ar-
más pequeños, debido a elementales razones estu- tículos 117 y siguientes del CNA en el marco del
diadas por la psicología evolutiva, no desarrollan sistema de protección de derechos. Es para los
conductas con esas características; de ello deriva segundos —esto es, para aquellas personas que

11. A partir del 1.o de junio de 2007 se instaló el Juzgado Letrado de Primera Instancia de San Carlos, en el departamento de Mal-
donado, por lo que a partir de dicha fecha el relevamiento de Maldonado incluyó a esta nueva sede judicial (acordada SCJ n.o 7597,
del 28 de mayo de 2007).
12. Esto está extensamente desarrollado en la doctrina del sistema interamericano, en particular de la Corte IDH, específicamente
en la opinión consultiva n.o 17.
13. Francisco Maldonado, “La especialidad del sistema de responsabilidad de adolescentes”, en Justicia y Derechos del Niño n.o 9,
Santiago, 2004, pp. 103 ss.; Mauricio Duce J., “El derecho a un juzgamiento especializado de los jóvenes infractores en el derecho in-
ternacional de los derechos humanos y su impacto en el diseño del proceso penal juvenil”, en Ius et Praxis, año 15, n.o 1, pp. 73 ss.
14. Comité de los Derechos del Niño, observación general n.o 10, “Los derechos del niño en la justicia de menores”, CRC/C/GC/10,
25 de abril de 2007.

16
Gráfico 1
Edad de los adolescentes que ingresan al sistema de responsabilidad penal
Montevideo
En porcentajes

tienen de 13 a 17 años— que se prevé el procedi- encuentran en las franjas etarias más avanzadas
miento penal juvenil propiamente dicho. en ambos sexos.
En Montevideo, durante el primer año de
aplicación del CNA, el 68% de los adolescentes Sexo
judicializados tenían 16 o 17 años al iniciarse el La distribución por sexo corrobora la ten-
procedimiento, mientras que en las edades más dencia general de que son los adolescentes de
bajas —13 y 14 años— se acumulaba el 16%. En sexo masculino los seleccionados en mayor me-
el último período analizado el 69% de los adoles- dida por el sistema penal juvenil.
centes tenían 16 y 17 años de edad y las edades Tal como surge del gráfico 2, existe un per-
más bajas acumulaban el 13%. La tendencia, por sistente aumento del porcentaje de las adoles-
tanto, es contraria a la creencia generalizada de centes sometidas a proceso penal juvenil. La dis-
que los adolescentes inmersos en el sistema pe- paridad entre géneros, así como la existencia de
nal son cada vez más jóvenes. un aumento del control social sobre las mujeres,
Lo mismo ha ocurrido en los departamentos son también tendencias registradas en relación
de Maldonado, Paysandú y Salto. En el primero con las personas adultas que ingresan al sistema
de ellos, los adolescentes de 16 y 17 años repre- penal. Las explicaciones de este fenómeno pue-
sentaron el 63, el 73, el 63 y el 66% de los casos den ser variadas y evidentemente requieren un
para los períodos 2004-05, 2006, 2007 y 2008 abordaje específico. No obstante, y a modo de
respectivamente. En Paysandú esto ocurrió en el hipótesis, podemos sostener que las relaciones
53, el 42, el 49 y el 50% de los casos, y en Salto sociales de género —complejas y dinámicas— se
en el 59, el 66, el 58 y el 62%, en ambos depar- reflejan en todos los aspectos de la vida social,
tamentos para los mismos períodos, respectiva- aunque un análisis de este tipo requeriría de la
mente. Estos datos señalan una tendencia a la consideración conjunta de otros aspectos, tanto
mayor judicialización de los adolescentes que se cuantitativos como cualitativos.15

15. Luciana Vaccotti, comunicación personal del 25 de enero de 2010.

17
Justicia penal juvenil

Gráfico 2 Rezago educativo


Sexo de los adolescentes que ingresan En cuanto a la situación de rezago educati-
al sistema de responsabilidad penal vo16 de estos adolescentes en los departamentos
Maldonado, Montevideo, analizados, vemos que en el último período ana-
Paysandú* y Salto lizado presentaba algún nivel de rezago el 74%.
En porcentajes Los porcentajes se han mantenido relativamente
estables salvo en 2007, cuando la proporción de
adolescentes con rezago fue de 61%.
En cuanto a las actividades que desarrollan
los adolescentes intervenidos, encontramos al-
guna diferencia entre Montevideo y los departa-
mentos del interior analizados. En los departa-
mentos del interior el porcentaje de adolescentes
que trabajan es sensiblemente mayor que en
Montevideo, mientras disminuye el porcentaje
de quienes estudian. Asimismo, se observan por-
centajes altos y similares de casos en los que los
adolescentes seleccionados no estudian ni tra-
bajan. Respecto de estos adolescentes la justicia
* Los datos incluyen a Paysandú en los períodos 2007 y 2008.
penal juvenil aparece como una forma dura de
control social que actúa ante la incapacidad o el
Nivel educativo fracaso de las instituciones educativas.
Los datos vinculados con el nivel educativo
y la actividad de los adolescentes son los más di- Composición del núcleo familiar
fíciles de relevar en los expedientes. La discrecio- En el derogado derecho de menores la compo-
nalidad de estos implica que no surjan en muchos sición del núcleo familiar tenía relevancia, en tanto
casos, y cuando lo hacen proceden en general de se sostenía que se trataba de una circunstancia ex-
fuentes como los informes técnicos y las declara- plicativa del fenómeno de la delincuencia juvenil.17
ciones del propio adolescente en la audiencia. Aún hoy existen algunos trasnochados académicos
No obstante la existencia de estas dificulta- positivistas que, siguiendo los pasos de Erico Ferri,
des, respecto al máximo nivel educativo alcanza- buscan las causas del delito en este tipo de informa-
do por los adolescentes que ingresaron al sistema ción. Lo cierto que estos discursos, que se predican
judicial en Montevideo, vemos en primer lugar como académicos y que evidentemente responden
que una amplia mayoría no tenía primaria com- a una matriz ideológica tutelar, siempre terminan
pleta (38% en el primer período analizado, 35% siendo legitimadores de cierto tipo de familia y
en 2006, 28% en 2007 y 30% en 2008), mien- justificando la intervención coactiva y tutelar del
tras que la proporción de quienes alcanzaron a Estado sobre las otras familias. Pero las cosas son
completar primaria fue 29, 24, 31 y 34% en cada distintas a la luz de la CDN, cuyos artículos 18 y 27
período, respectivamente. En los departamentos confirman la importancia de los padres y respon-
del interior analizados encontramos situaciones sables en lo que respecta a la crianza de sus hijos,
muy diferentes en los distintos períodos, con y al mismo tiempo requieren que los Estados pres-
porcentajes importantes de casos en los que los ten a estos la asistencia necesaria para el cumpli-
adolescentes no habían completado la primaria. miento de sus responsabilidades parentales.

16. La variable rezago educativo refiere al desfase de dos o más años con respecto al nivel educativo formal correspondiente a la edad.
17. “Los cuadros sombríos de la delincuencia, de la vagancia, de la mendicidad, del libertinaje, nos dicen que el noventa por ciento
de sus víctimas se reclutan entre los niños nacidos al margen de la ley” (Sofía Álvarez Vignoli, Los derechos del niño. Comentarios al
Código, Talleres Gráficos de Institutos Penales, Montevideo, 1942, p. 95).

18
Gráfico 3 Respecto a la composición del núcleo fami-
Rezago educativo de los adolescentes liar, en Montevideo el mayor porcentaje de casos
que ingresan al sistema de responsabilidad penal corresponde a familias nucleares incompletas,
Maldonado, Montevideo, Paysandú* y Salto integradas por solo uno de los padres. Los siguen
los casos de familias nucleares completas y otros
En porcentajes
familiares. Esta distribución ha sido constatada
en todos los períodos analizados.
En los departamentos del interior analiza-
dos encontramos una distribución similar, con
un porcentaje menor de casos en los que se re-
gistra que los adolescentes conviven con otros
familiares.
Para ejemplificar el impacto de la composi-
ción del núcleo familiar en el funcionamiento de
la justicia penal juvenil analizaremos la adopción
de la privación de libertad como medida cautelar
en los casos de adolescentes sin núcleo familiar,
* Los datos incluyen a Paysandú en los períodos 2007 y 2008. en el último período analizado y para todos los
Cuadro 1 departamentos.
En 18 de los 23 casos en los cuales fueron se-
Actividad de los adolescentes que ingresan
al sistema de responsabilidad penal leccionados adolescentes sin núcleo familiar de
convivencia se resolvió que fueran privados de
En porcentajes
2008 libertad al inicio de los procedimientos.
Maldonado, La profundización de estudios sobre esta
Montevideo Paysandú temática podría revelar características más es-
y Salto pecíficas del fenómeno, y captar con ello su peso
Estudian 34 23 concreto en función de la selectividad del siste-
Trabajan 17 25 ma sobre los adolescentes.
Estudian y trabajan 1 3
No estudian
3. La intervención policial
48 49
ni trabajan La población brevemente caracterizada en
el apartado anterior es casi en su totalidad selec-
Cuadro 2 cionada, detenida y derivada a la instancia judi-
Composición del núcleo familiar del adolescente cial por las autoridades policiales. Este proceso
En porcentajes
es el que, como hemos expresado, estructura la
2008 selectividad de todo el sistema de justicia penal
Maldonado, juvenil. Las prácticas policiales de patrullaje, los
Montevideo Paysandú criterios que se emplean para justificar las deten-
y Salto ciones y la existencia de estigmas asociados con
Familia nuclear la adolescencia —y especialmente con determi-
45 49
incompleta nados adolescentes— permiten identificar vulne-
Familia nuclear rabilidades que algunos tienen respecto del con-
23 26
completa
trol policial, y por ende del control punitivo.
Extendida 5 5
Con otros familiares 14 8 Cantidad de intervenciones
Con otros Pese a que se verifica una disminución sos-
6 4
no familiares tenida de las intervenciones, la detención, que
Sin núcleo familiar 7 8 debería ser excepcional, aún es un procedimiento

19
Justicia penal juvenil

de rutina que perpetúa, en los hechos, el abordaje Tal como surge del gráfico 4, a partir de la
policial o de seguridad ciudadana hacia niños y vigencia del CNA la cantidad de intervenciones
adolescentes, aun cuando no estén cometiendo policiales aumentó significativamente. Esto in-
infracción alguna. dica que la lectura de la nueva normativa desde
la institución policial fue contraria a la postulada
por buena parte de quienes participaron activa-
Gráfico 4 mente en su proceso de elaboración.18
Cantidad de intervenciones La disminución de las intervenciones poli-
sobre niños y adolescentes ciales desde 2006 se observa también en el resto
Montevideo del país, lo que da lugar a una caída sostenida de
los números totales.

Las detenciones al inicio de los procedimientos


También se observa una disminución
constante, desde 2006, de los casos en los cua-
les se recurre a la detención antes del inicio de
los procedimientos. Pero pese a que el artículo
76.1 del CNA establece como criterio la excep-
cionalidad de la detención, los porcentajes de
su utilización continúan siendo muy altos en
Montevideo.

Cuadro 3
Detenciones previas
al inicio de procedimientos
En porcentajes
2004-05 99,0
Fuente: Elaboración propia sobre datos del Ministerio del Interior.
2006 95,3
2007 93,3
Gráfico 5 2008 94,8

Cantidad de intervenciones En los departamentos del interior analizados


sobre niños y adolescentes encontramos distintos tipos de situaciones. Son
muy importantes los porcentajes de utilización
de la detención previa a los procesos judiciales
especialmente en Maldonado y Salto. Paysandú
es el departamento en el que se recurre menos a
las detenciones. La variación de estos porcenta-
jes puede obedecer a distintas causas, entre las
cuales la más preocupante quizá sea la presión
de los medios de comunicación y otros sectores
sobre las autoridades policiales para que intensi-
fiquen sus actuaciones.
Cuando observamos la razón de ser de es-
tas intervenciones policiales encontramos que,

18. Los datos proporcionados por el Ministerio del Interior tienen algunos problemas en lo que refiere a las categorías que utili-
zan. No profundizaremos sobre estos aspectos por tratarse de un tema que fue abordado en nuestros informes anteriores.

20
Gráfico 6
Detenciones previas al inicio de procedimientos
Maldonado, Paysandú y Salto
En porcentajes

pese a la existencia de algunos avances en el desde el punto de vista del derecho internacio-
respeto al principio de excepcionalidad de la nal de los derechos humanos se ha considerado
detención, aún se trata de intervenciones ex- que las detenciones que se realizan sin mediar
cesivas sobre la infancia y la adolescencia. Los flagrancia ni orden judicial deben ser califica-
sistemas penales respetuosos de los derechos das de arbitrarias.20 La Convención Americana
humanos de la infancia y la adolescencia están ha consagrado como principal garantía de la li-
basados en los principios de legalidad y pro- bertad y la seguridad individual la prohibición
porcionalidad,19 lo que implica que no pue- de la detención o el encarcelamiento ilegal o
den ser movilizados frente a conductas que no arbitrario,21 y la CIDH se ha referido reiterada-
constituyen delito. En consonancia con ello, mente a la situación de las detenciones arbitrarias

19. Corte IDH, caso de los Hermanos Gómez Paquiyauri contra Perú, sentencia de 8 de julio de 2004, § 83. Ver también caso
Maritza Urrutia, § 65 y 67; caso Bulacio, sentencia de 18 de septiembre de 2003, serie C, n.o 100, § 125 y 127; caso Juan Humberto
Sánchez, § 78; caso Bámaca Velásquez, § 139; caso Durand y Ugarte, § 85, y caso de los hermanos Gómez Paquiyauri, § 86.
20. Corte IDH, caso de los Hermanos Gómez Paquiyauri, § 81.
21. La Convención Americana refiere claramente en su artículo 7.5 al derecho de toda persona detenida o retenida de ser llevada, sin
demora, ante un juez u otro funcionario autorizado por la ley para ejercer funciones judiciales. Asimismo, en el artículo 8.1 dispone:
“[…] toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal com-
petente, independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la ley”.
Por su parte, el artículo XXV de la Declaración Americana dispone:
“Nadie puede ser privado de su libertad sino en los casos y según las formas establecidas por leyes preexistentes.
”Nadie puede ser detenido por incumplimiento de obligaciones de carácter netamente civil.
”Todo individuo que haya sido privado de su libertad tiene derecho a que el juez verifique sin demora la legalidad de la medida y a
ser juzgado sin dilación injustificada, o, de lo contrario, a ser puesto en libertad. Tiene derecho también a un tratamiento humano
durante la privación de su libertad”.

21
Justicia penal juvenil

de niños.22 Existen —por tanto— requisitos que ficación tomamos en consideración únicamente
se deben cumplir para que la restricción de la li- los casos de flagrancia en sentido estricto, esto
bertad ambulatoria de una persona sea jurídica- es, que el adolescente hubiera sido detenido du-
mente admisible.23 rante la comisión de la conducta que motivó el
Uno de los principales es el principio de procedimiento. Entendimos que este criterio era
legalidad, reconocido por el artículo 10 de la el más garantista. En cuanto a las razones que
Constitución, conforme al cual nadie puede ser motivaron la detención, importa determinar,
detenido sino por las causas y circunstancias conforme al marco normativo reseñado en el
expresamente tipificadas en la ley, y con estric- apartado anterior, los porcentajes con y sin fun-
to cumplimiento de los procedimientos objeti- damento constitucional, especificando en el pri-
vamente definidos por ella. El artículo 15 de la mer caso si se trató de detenciones en situacio-
Constitución agrega dos requisitos fundamentales nes de flagrancia o efectuadas con orden escrita
para que una detención sea legítima, al disponer: de juez competente.
En el marco del relevamiento de expedien-
Nadie puede ser preso sino infraganti deli-
to o habiendo semiplena prueba de él, por orden
tes judiciales encontramos que en Montevideo
escrita de Juez competente. las detenciones infraganti delito representaron
en 2005 tan solo el 19% del total, en 2006 el 25%,
Esta disposición resulta similar a la del ar- en 2007 disminuyeron al 17% y en 2008 solo
tículo 74.C del CNA, donde se expresa que una llegaron al 9% del total de casos. Se constata la
persona solo puede ser detenida en casos de in- existencia de orden judicial para las detenciones
fracciones flagrantes o cuando existan elemen- en un 10, un 7, un 6 y un 5% para cada uno de es-
tos de convicción suficientes sobre la comisión tos períodos, respectivamente. Las detenciones
de una infracción. En el último caso, por orden no fundadas constitucionalmente representaron
escrita del juez competente, comunicada por me- un 69% en 2005 y un 67% en 2006, ascendieron
dios fehacientes.24 a un 77% en 2007 y a un 86% en 2008. Parece
La tarea de calificar las detenciones en una u que a medida que se consolidan las prácticas po-
otra categoría, a partir de los relatos contenidos liciales posteriores a la aprobación del CNA la
en los expedientes, resultó particularmente com- arbitrariedad se va constituyendo en una regla
pleja, especialmente debido a la ausencia de un de actuación, y el artículo 15 de la Constitución
relato único y a la inexistencia de una calificación va quedando en el olvido cuando los sometidos a
judicial de la detención. Para realizar esta cali- procesos penales son adolescentes.

22. CIDH, Informe sobre la actuación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en la República Dominicana, OEA/Ser.
L/V/II.13 doc. 14 Rev, de 15 octubre 1965 (caso del menor Felipe de Jesús); Informe n.o 41/99, caso 11.491, Menores detenidos con-
tra Honduras, 10 de marzo de 1999; Informe Anual 2001, Informe n.o 101/01, Ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas de
personas; casos 10.247 y otros, Perú, § 217; Informe n.o 33/04 Jailton Neri Da Fonseca (Brasil), caso 11.634, 11 de marzo de 2004, § 53.
Una detención es arbitraria e ilegal cuando es practicada al margen de los motivos y formalidades que establece la ley, cuando se
ejecuta sin observar las normas exigidas por la ley y cuando se ha incurrido en desviación de las facultades de detención, es decir,
cuando se practica para fines distintos a los previstos y requeridos por la ley. La Comisión ha señalado también que la detención
para fines impropios es, en sí misma, un castigo o pena que constituye una forma de pena sin proceso o pena extralegal que vul-
nera la garantía del juicio previo.
23. También existen múltiples normas internacionales ratificadas que regulan las hipótesis de restricción a la libertad ambulatoria,
entre las cuales se encuentran las siguientes: artículo 9 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos; artículo 37.b de la
CDN; artículo 9 del PIDCP. Asimismo, los instrumentos internacionales aludidos establecen un conjunto de derechos de las perso-
nas detenidas, y la violación de estos también hace que la detención devenga ilegítima. Respecto a los derechos y garantías que se
deben cumplir y respetar a partir del momento en que comienza la detención, ver también Conjunto de principios de las Naciones
Unidas para la protección de las personas sometidas a una detención o prisión.
24. El Código del Proceso Penal vigente (ley n.o 15032, del 24 de junio de 1980), en su artículo 111, y la Ley de Procedimientos
Policiales (ley n.o 18315, del 5 julio de 2008), en su artículo 47.1, introducen la noción de flagrancia impropia.

22
En los departamentos del interior analiza- La existencia de detenciones no fundadas cons-
dos es posible observar porcentajes similares de titucionalmente condice con la propia información
detenciones infundadas. Uno de cada dos ado- policial, según la cual la mayor cantidad de inter-
lescentes detenidos lo es al margen de las exi- venciones se deben a la causal “otras situaciones”,
gencias constitucionales. La variación entre los que incluye “orden público”, “paz pública”, “adoles-
departamentos las encontramos en los porcenta- cente en situación de riesgo”, “conducido/s”, “des-
jes de detenciones en situación de flagrancia y las orden”, “detenido en averiguación”, “mendicidad
detenciones por orden judicial. y vagancia”, “menor mal entretenido”, “molestias”
y “protección por amparo”, entre otras.

Gráfico 7 Gráfico 8
Motivos de las detenciones previas Motivos de las detenciones previas
al inicio de procedimientos al inicio de procedimientos
Montevideo Todos los períodos
En porcentajes En porcentajes

Cuadro 4
Tipos de intervención policial
En número de casos
2008
Edad
S/dato Total
0-10 11-14 15-17
Abandonados 23 9 3 0 35
Extraviados 28 19 13 0 60
Fugados 201 1.358 1.564 18 3.141
Infracciones contra persona 47 765 2.394 0 3.206
Infracciones contra propiedad 182 2.640 7.485 1 10.308
Infracciones sexuales 3 39 76 0 118
Otras situaciones 360 1.714 4.570 1 6.645
Total 844 6.544 16.105 20 23.513
Fuente: Elaboración propia sobre datos del Ministerio del Interior.

23
Justicia penal juvenil

De acuerdo a la normativa vigente en mate- 4. Conclusiones y recomendaciones


ria de derechos humanos, las detenciones que se Los datos analizados ponen en evidencia la se-
realizan sin mediar flagrancia ni orden judicial lectividad estructural de un sistema que distribuye
deben ser calificadas de arbitrarias.25 Asimismo, en forma diferencial las intervenciones. La distan-
la prohibición de la detención o el encarcelamien- cia entre el discurso normativo y la realidad se ma-
to ilegales o arbitrarios es una garantía principal nifiesta en este caso a través de la selectividad de las
de la libertad y la seguridad individual. agencias encargadas de identificar a aquellos que
La necesidad de que exista una formación serán intervenidos por el sistema. Estas caracterís-
especial y de que las dependencias policiales ten- ticas no son originales de nuestro sistema penal ju-
gan determinadas especialidades en el sistema venil, y lograr una mejora solo puede ser posible si
penal juvenil es el resultado de la aplicación del se emprende una labor permanente de formación
principio de especialidad. La regla 12 de Beijing para los cuerpos policiales, de conformidad con lo
dispone: expresado por las Reglas de Beijing.
Es decir, el Ministerio del Interior debe de-
Para el mejor desempeño de sus funciones,
sarrollar estrategias de lucha contra la discrimi-
los agentes de policía que traten a menudo o de
nación por las autoridades policiales. Asimismo,
manera exclusiva con menores o que se dedi-
quen fundamentalmente a la prevención de la debe responsabilizar a los funcionarios policiales
delincuencia de menores, recibirán instrucción que intervengan en procedimientos de detención
y capacitación especial. En las grandes ciudades no amparados en las previsiones constituciona-
habrá contingentes especiales de policía con esa les. En la actualidad encontramos una consolida-
finalidad. ción de las actuaciones policiales fuera de la nor-
ma, que da lugar a intervenciones que deben ser
Se requiere la especialización de los cuerpos combatidas por las autoridades competentes, a
policiales para velar por que ejerzan adecuada- riesgo de terminar validando en estas actuaciones
mente sus facultades en relación con el trato de y por la vía de los hechos una forma discrimina-
niños en conflicto con la ley. toria y estigmatizante de política social reforzada
Los datos referidos a las dependencias poli- para adolescentes pobres. La falta de especializa-
ciales que actúan en las detenciones dan cuenta ción y la existencia de detenciones que se efectúan
del desconocimiento del estándar de especializa- al margen de la normativa constitucional ponen
ción que caracteriza al sistema penal juvenil.26 El en evidencia la gravedad de la situación.
derecho internacional ha establecido claramente En lo relativo al plazo para la comunicación al
que los niños deben ser sujetos a un sistema es- juez competente, entendemos que debería en todos
pecializado de justicia penal. Los sistemas espe- los casos dejarse constancia en el parte policial de
cializados deben incluir leyes, procesos, autori- las horas exactas de la detención y de la comunica-
dades e instituciones dirigidos específicamente a ción al juez, como así también de las notificaciones
los niños que han violado leyes penales. Adicio- a los responsables. En este y otros aspectos es preci-
nalmente, el personal que trabaja en estos siste- so estandarizar el contenido de los partes policiales.
mas debe haber recibido capacitación respecto al Por último, en lo referente a la información
desarrollo y los derechos humanos de los niños, estadística del Ministerio del Interior, es preciso
que los ayude a ejercer sus facultades discrecio- que se desarrolle una labor de adecuación de los
nales en relación con estos, conforme a todos los indicadores y de la forma de registrar las actua-
principios de derechos humanos, incluidos la le- ciones policiales. Existen serios problemas que
galidad, la no discriminación y el interés supe- afectan la confiabilidad de los datos del Ministe-
rior del niño. rio del Interior en referencia a la temática.

25. Corte IDH, caso de los Hermanos Gómez Paquiyauri, § 81.


26. Ver datos en el anexo.

24
III. Garantías y actuación policial

1. Planteamiento del problema cia especializada del INAU o del Instituto Poli-
Además de ser determinante en la estructu- cial; en una de estas últimas no podrán perma-
ración de la selectividad del sistema, la interven- necer por más de doce horas. El objetivo del CNA
ción policial es un escenario de gran vulnerabi- es limitar temporalmente la permanencia de los
lidad para los adolescentes. De todas las etapas adolescentes en las dependencias policiales.
del procedimiento, es durante el arresto e inme- El relevamiento de expedientes señala que
diatamente después, mientras dura la custodia el departamento en el que se produce un mayor
policial, cuando el adolescente intervenido tiene porcentaje de traslados al INAU es Montevideo,
mayores probabilidades de ser víctima de tortu- con el 75, el 81, el 83 y el 80% para cada período,
ras y otras formas de maltrato.27 respectivamente. En los departamentos del inte-
Los problemas que serán tratados en el pre- rior analizados se registran porcentajes menores,
sente apartado se refieren a las situaciones antes con importantes variaciones año a año. En los
mencionadas, pero también a otras caracterís- casos en que hay registros fehacientes de que el
ticas del funcionamiento de este segmento del adolescente detenido no fue conducido a una de-
sistema que implican vulneración de derechos o pendencia del INAU, suponemos que permane-
limitación ilegítima de las garantías establecidas ció en dependencias policiales hasta el momen-
en la normativa vigente. to de ser conducido a la audiencia preliminar.
La normativa exige que el traslado al INAU esté
2. Condiciones de la detención precedido de una autorización judicial expresa, y
esto consta en la mayoría de los traslados efecti-
En cuanto al lugar donde deben permanecer
vamente realizados.
los adolescentes luego de ser detenidos, la nor-
Al respecto corresponde expresar que en
mativa vigente exige que la autoridad policial los
todos los departamentos se registraron porcen-
conduzca de inmediato a la presencia del juez. y
tajes apreciables de falta de datos, lo cual corres-
que, en caso de que eso no sea posible, los lleve
ponde a aquellos casos en que el expediente no
—previa autorización judicial— a una dependen-
aclara qué sucedió con los adolescentes desde el
momento en que fueron detenidos hasta su com-
Cuadro 5
parecencia por primera vez en la sede judicial.
Traslado al INAU previo a audiencia preliminar Asimismo, debe mencionarse que la ausencia de
En porcentajes información respecto a las horas en que se pro-
2004-05 2006 2007 2008 dujeron las detenciones y en que los adolescentes
Maldonado 36 35 44 53 llegaron a un juzgado, en un porcentaje muy im-
Montevideo 75 81 83 80 portante de los expedientes, nos impide efectuar
un control del cumplimiento del plazo máximo,
Paysandú 3 18 30 22
de doce horas, para la permanencia en depen-
Salto 45 33 18 23 dencias policiales especializadas.

27. UNICEF, Centro Internacional para el Desarrollo del Niño, “Justicia Juvenil”, Innocenti Digest n.o 3, Florencia, 1998, p. 8.
Justicia penal juvenil

3. Régimen de comunicaciones De los expedientes relevados, encontramos


y notificaciones que el plazo de dos horas se excedía en el 30%
El CNA rodea de garantías a la actividad de los casos analizados del primer período. Esto
policial, como forma de evitar la arbitrariedad ocurrió en el 14% de los casos en 2006, en el 22%
o la ilegalidad de las detenciones, el desarrollo en 2007 y en el 20% en 2008.
de actividad relevante para el proceso que se ini- La circunstancia de la detención, de acuerdo
ciará sin las garantías debidas o la existencia de al artículo 111 del CNA, debe ser notificada por la
episodios de violencia. La normativa evidencia el Policía en forma inmediata, además de al juez, al
interés en reducir al mínimo el contacto del niño defensor, al Ministerio Público, a los padres o re-
con la autoridad policial y en limitar la interven- presentantes legales y a los asesores técnicos cuyo
ción de esta. asesoramiento el juez estime necesario. Estas no-
En el caso de los adolescentes, la normativa tificaciones preceptivas deberían estar contenidas
internacional refuerza el estándar de conducción en la primera resolución judicial, generalmente
sin demora ante un tribunal al establecer que de-
ben ser llevados ante la justicia “con la mayor ce- Gráfico 9
leridad posible”.28 El control judicial inmediato Se notifica a padres y responsables
es indispensable para prevenir la arbitrariedad o En porcentajes
ilegalidad de las detenciones.29 Por esta razón el
artículo 76.1 del CNA dispone que la autoridad
policial debe poner los hechos en conocimiento
del juez competente en forma inmediata o, de no
ser eso posible, en un plazo máximo de dos horas
después de la detención. De conformidad con el
artículo 6.o de la Ley de Procedimientos Policia-
les, el plazo para la comunicación inmediata al
juez competente no puede ser superior a las dos
horas, contadas a partir del momento en que se
produjo la actuación policial. En virtud de estas
disposiciones, entendemos que debería dejarse
constancia en el parte policial de la hora exacta
de la detención y de la comunicación al juez, lo
que ocurre en la generalidad de los casos.30

28. CADH, artículo 5.5, y PIDCP, artículo 10.2.b. Corresponde recordar además que, conforme a la CDN, artículo 37.b, la privación
de libertad debe utilizarse “tan solo como medida de último recurso y durante el período más breve que proceda”. En el mismo
sentido: Reglas de Beijing, reglas 10 y 19.
29. Corte IDH, caso Bulacio, § 129. En el mismo sentido: caso Maritza Urrutia, § 73; caso Juan Humberto Sánchez, § 84; caso Báma-
ca Velásquez, § 140; caso de los Niños de la Calle (Villagrán Morales y otros), § 135, y caso de los Hermanos Gómez Paquiyauri, § 95.
También caso Loayza Tamayo, § 57, y caso Villagrán Morales y otros (Niños de la Calle), § 166:
“[...] una persona ilegalmente detenida [...] se encuentra en una situación agravada de vulnerabilidad, de la cual surge un riesgo
cierto de que se le vulneren otros derechos, como el derecho a la integridad física y a ser tratada con dignidad”.
30. La resolución n.o 82/005 de la SCJ, del 6 de setiembre de 2005, implementó un mecanismo mediante el cual se deja constancia
escrita de la comunicación de la resolución judicial de las sedes con competencia en materia penal a los funcionarios policiales
encargados de la custodia de los indagados. Esta acordada no refiere expresamente a los juzgados con competencia en materia de
adolescentes. Posteriormente, la acordada n.o 7565, del 13 de marzo de 2006, vigente a partir del 1.o de abril de ese año, dispuso
que todas las resoluciones adoptadas en forma telefónica durante los turnos en las materias Penal, Familia Especializada, Faltas,
Adolescentes y Aduana en el departamento de Montevideo debían ser registradas y conservadas en cada juzgado. Evidentemen-
te, esta disposición representa un importante avance, aunque excluye de la solución, en forma inexplicable, al interior del país. El
artículo 28 de la Ley de Procedimientos Policiales hace referencia a la existencia de un libro de comunicaciones judiciales.

26
telefónica. En los casos relevados, tal resolución Este derecho a establecer comunicación con
no cumplió con la totalidad del contenido previs- terceros que les brinden asistencia se correspon-
to por el artículo referido del CNA. de con la ya referida obligación de los agentes es-
En todos los casos las personas detenidas tatales de comunicar en forma inmediata la de-
tienen derecho a comunicarse y solicitar asisten- tención del adolescente a esas personas, aunque
cia a terceras personas. Pero en los casos de de- no haya mediado solicitud.34
tenciones de niños, en virtud de su situación de En cuanto al resto de las notificaciones pre-
especial vulnerabilidad, el derecho de establecer ceptivas, el incumplimiento es generalizado. Los
contacto con los familiares tiene una importan- casos en los que se notifica a los restantes sujetos
cia especial para mitigar los efectos negativos del mencionados en el artículo 111 del CNA son muy
encierro y asegurar que puedan recibir la asis- pocos. Por ejemplo, en 2006 en ningún caso el
tencia necesaria.31 Por esta razón, el Comité de juez dispuso la notificación al defensor del ado-
los Derechos del Niño, en sus observaciones y lescente, y solo en dos casos montevideanos en-
recomendaciones al Estado uruguayo, se ha refe- contramos que se dispuso que fuera notificado el
rido a esta situación en los siguientes términos: Ministerio Público. En el último período anali-
zado se registraron tres casos de notificaciones
El Comité recomienda al Estado Parte, en
a la Defensa, siete al Ministerio Público y un ex-
particular, que: [...] d) Garantice que la deten-
ción del niño se comunique a los padres o los fa-
pediente en el que se notificó a asesores técni-
miliares directos.32 cos en Montevideo. En Maldonado solo encon-
tramos un caso en el que surge que el defensor
En este sentido la Corte ha sido muy clara al fue notificado. En Salto, en dos casos surge que
establecer: se notificó a la Defensa y en cinco que se hizo
lo propio con el Ministerio Público. Por último,
[...] el detenido y quienes ejercen represen- corresponde mencionar que en Paysandú no se
tación o custodia legal tienen derecho a ser in- registró este tipo de notificaciones en los expe-
formados de los motivos y razones de su deten-
dientes analizados.
ción cuando esta se produce, lo cual “constituye
El artículo 76.1 del CNA establece como
un mecanismo para evitar detenciones ilegales o
arbitrarias desde el momento mismo de la priva- cometido de la autoridad policial hacer cono-
ción de libertad y, a su vez, garantiza el derecho cer al adolescente los motivos de la detención
de defensa del individuo” y además contribuye, y los derechos que le asisten, especialmente el
en el caso de un menor a mitigar el impacto de la derecho que tiene de designar defensor.35 El se-
detención en la medida de lo posible.33 guimiento de expedientes realizado no permitió

31. Cf. Corte IDH, caso Bulacio, § 126 ss. Reglas de Beijing, regla 10.1. Ver también: Comité de los Derechos del Niño, observación
general n.o 10, “Los derechos del niño en la justicia de menores”, § 54.
32. Comité de los Derechos del Niño, “Observaciones finales. Uruguay, 8 de junio de 2007”, CRC/C/URY/CO/2, § 68.
33. Caso Bulacio, § 128. En este párrafo la Corte cita el caso Juan Humberto Sánchez, § 82. Ver también: Comité de los Derechos
del Niño, Observación general n.o 10, “Los derechos del niño en la justicia de menores”, § 47; caso Maritza Urrutia, § 72; caso Juan
Humberto Sánchez, § 82, y caso de los Hermanos Gómez Paquiyauri, § 92:
“Quienes ejercen representación o custodia legal del mismo tienen derecho a ser informados de los motivos y razones de la deten-
ción cuando esta se produce y de los derechos del detenido”.
34. Caso Bulacio, § 136. Ver también: Consejo de Europa, Comité para la Prevención de la Tortura, 9.o Informe General, CPT/Inf (99)
12, § 21.
35. En el mismo sentido, el artículo 37.d de la CDN dispone que “todo niño privado de su libertad tendrá derecho a un pronto
acceso a la asistencia jurídica”, lo cual implica la posibilidad de designar un abogado de su confianza. En el marco de nuestro segui-
miento de casos relevantes, al asumir defensas, hemos presentado ante los tribunales solicitudes de designación de defensor sus-
critas por el propio adolescente. Esta demanda no fue cuestionada, lo cual constituye, a nuestro entender, una correcta aplicación
del derecho del adolescente a designar por sí mismo a su defensor de confianza.

27
Justicia penal juvenil

obtener datos relevantes sobre este cometido de sede policial, al expresar que la Policía solo está
la autoridad policial salvo en el último año rele- habilitada a hacer constar lo indispensable para
vado, en el cual encontramos que en el 4% de los la información de los hechos y al disponer que
casos surge del parte policial que el adolescente la prueba se debe desarrollar en audiencia, con
fue informado de sus derechos. Lo mismo ocurrió las garantías que aseguren el debido proceso. La
en un caso en Salto y en dos casos en Paysandú. Policía queda configurada en el CNA como un
Pese a que el CNA no lo menciona, entendemos auxiliar del juez. Entendemos que la solución no
que es esencial que el adolescente sea informado radica en llevar a las garantías del debido proce-
de su derecho a la no autoincriminación, esto es, so a la instancia preparatoria policial,37 sino en
a no declarar contra sí mismo. Este derecho tiene asegurar la vigencia del principio de jurisdiccio-
un amplio reconocimiento normativo y en Uru- nalidad no permitiendo prueba alguna fuera del
guay goza de expresa consagración constitucio- juicio. En definitiva, la detención policial no debe-
nal.36 También refiere a él la CDN, en su artículo ría dar lugar a ninguna actividad diferente a la de
40.2.b.IV, donde expresa que se debe garantizar conducción del detenido a presencia judicial.38
que el adolescente no será obligado a declararse Hasta aquí la normativa vigente; la realidad,
culpable. tal como lo adelantamos, corre por otros cami-
nos, y el diligenciamiento de prueba en la esfera
4. Prueba policial policial continúa siendo la regla de actuación en
El desarrollo de actividad probatoria en de- el sistema penal juvenil.
pendencias policiales sin el cumplimiento de las
más elementales garantías es un problema gra- En una democracia los derechos a la liber-
ve y una de las características más peligrosas del tad personal y a la integridad física y psíquica,
sistema. No es razonable dotar al proceso penal la garantía del control judicial inmediato de una
juvenil de todas las garantías en la etapa previa detención prevalece por sobre cualquier función
policial, pero allí se desarrollan, en la práctica, estatal, por relevante y legítima que esta sea,
actividades al margen del debido proceso que como es el caso de la pretensión punitiva del Es-
finalmente determinan el destino judicial del tado sostenida por sus órganos de persecución
penal y que se expresa en los poderes de investi-
adolescente.
gación conferidos para cumplir su misión.
Esta situación no obedece a una deficiencia
Si el detenido tiene el derecho a ser condu-
normativa, sino a una práctica consolidada de
cido sin demora ante un tribunal y el Estado tiene
los operadores policiales y judiciales, que impli-
la carga de generar esta instancia para proteger
ca desconocer el tenor de la norma. La prueba los derechos del sujeto privado de libertad, no es
obtenida al margen del debido proceso es nula y legítimo que se realicen actividades de investiga-
no debe ser tenida en cuenta. ción que involucren físicamente a la persona del
El artículo 76 del CNA condiciona y res- detenido, pues ello implica una desviación de los
tringe la posibilidad de que la Policía desarrolle fines legítimos que autorizan la detención y que
actividades probatorias. Lo hace al limitar tem- obligan a los agentes estatales a conducir rápida-
poralmente la permanencia del adolescente en mente ante un tribunal al detenido.39

36. Constitución Nacional, artículo 20; PIDCP, artículo 14.3.g, y CADH, artículo 8.2.g. Para profundizar sobre esta temática ver Ig-
nacio Tedesco, “La libertad de la declaración del imputado: un análisis histórico-comparado”, en Edmundo S. Hendler (comp.), Las
garantías penales y procesales. Enfoque histórico-comparado, Facultad de Derecho (UBA) y Editores del Puerto, Buenos Aires, 2004,
pp. 29 ss.
37. Cf. Claus Roxin, Derecho procesal penal, Editores del Puerto, Buenos Aires, 2000, pp. 326 y 334.
38. Cf. Cristián Riego, “El sistema procesal penal chileno frente a las normas internacionales de derechos humanos”, en Sistema
jurídico y derechos humanos, Medina y Mera (editores), Universidad Diego Portales, Santiago, 1996, p. 292.
39. Gonzalo Berríos Díaz, “Derechos de los adolescentes y actividad persecutoria previa al control judicial de la detención”, en REJ,
Revista de Estudios de la Justicia, n.o 7, año 2006, p. 149.

28
Una de las actividades probatorias más ha- diferencias entre ellos y en los distintos períodos
bituales es la realización de reconocimientos de analizados.
adolescentes en dependencias policiales. Lo mismo ocurre con los interrogatorios po-
Tal como surge del gráfico 10, es en el de- liciales a las víctimas, pero en este caso encontra-
partamento de Montevideo donde se registran mos los porcentajes más bajos en el departamen-
los porcentajes más altos, mientras en Maldona- to de Paysandú y en Salto en el primer período
do existe un aumento sostenido de los porcenta- analizado.
jes de casos en los que se desarrolla este tipo de Los registros domiciliarios son una prueba
actividades. policial que, en los períodos analizados, ha sido
Los interrogatorios policiales a los adoles- más frecuente en los departamentos del interior
centes detenidos son muy usuales en todos los que en Montevideo. Con los porcentajes más al-
departamentos, sin perjuicio de que se registren tos se destacan Paysandú y Salto.

Gráfico 10
Reconocimientos policiales
En porcentajes

Gráfico 11
Interrogatorios policiales a los adolescentes detenidos
En porcentajes

29
Justicia penal juvenil

Gráfico 12
Interrogatorios policiales a las personas damnificadas
En porcentajes

Gráfico 13
Registros domiciliarios y allanamientos
En porcentajes

En relación con el desarrollo de actividad se ha podido constatar únicamente en Montevi-


probatoria en sede policial, la implementación deo, en cinco casos de 2007 y dos de 2008.
del CNA, en vez de dar lugar a una mejora de los Pese a que el parte policial no es un elemento
propiamente probatorio, en él, en vez de encon-
estándares de actuación institucional, fue acom-
trar lo indispensable para la información de los
pañada por una consolidación de prácticas reñi- hechos, constatamos no solamente el desarrollo
das con la normativa vigente. Asimismo, la cir- de actividad probatoria, sino además la existencia
cunstancia de que en el parte policial se justifique de información sobre los antecedentes policiales,
la necesidad de desarrollar actividad probatoria anotaciones o entradas de los adolescentes.40

40. Los antecedentes policiales, anotaciones o entradas cumplen un importante papel simbólico en la construcción de un perfil
negativo del adolescente que llega al juzgado. Estas anotaciones incluyen situaciones muy diversas, como ingresos a dependen-
cias policiales motivados por causas que no constituyeron infracciones, o por presuntas infracciones.

30
Sobre la cantidad de antecedentes policiales que miento del contenido garantista de las medidas
son informados por la Policía, solo expondremos preventivas previstas en el CNA (control mé-
los datos desagregados correspondientes a Mon- dico), y por otro con la existencia de márgenes
tevideo, por ser el único departamento que pre- muy altos de tolerancia de la violencia policial.
senta una proporción significativa de casos. En La consecuencia de estos dos aspectos problemá-
él los porcentajes han ido en descenso: mientras ticos es la impunidad que rodea muchos de los
que en el primer año de aplicación del CNA al- episodios de violencia y abuso policial contra los
canzaban al 69% de los casos, bajaron al 56% en adolescentes sometidos a proceso.
2006, al 52% en 2007 y a 40% en 2008. No obs-
tante, la situación no deja de revestir gravedad. Los informes médicos
En definitiva, los Estados deben prohibir el El numeral 1.o del artículo 76 del CNA ordena
desarrollo de actividad probatoria en dependen- que los traslados interinstitucionales antes referi-
cias policiales que no respete las garantías del dos, así como el traslado a la sede judicial, estén
debido proceso. Especialmente debe respetarse precedidos del correspondiente examen médico.
el derecho del adolescente a permanecer callado Es preocupante que los porcentajes en los
y a no dar testimonio en su contra. que consta la realización de estos exámenes sean
cada vez más bajos en todos los departamentos.
La realización de los exámenes médicos se ha
5. Violencia y abuso policial
transformado —en los casos en que se realiza—
La normativa vigente establece una serie de en un mero trámite formal o ritualismo, visto por
exigencias y garantías a los efectos de disminuir los operadores que intervienen como una forma de
los riesgos de que los derechos de los adolescen- quitarse responsabilidad y no como una garantía
tes involucrados en procedimientos penales sean del derecho a la integridad física de los adolescen-
vulnerados. En particular, el derecho a la inte- tes detenidos. La revisión médica debe realizarse
gridad física, tanto en el momento de la deten- en privado, esto es, sin la presencia de personal
ción como en el tiempo de custodia posterior. La policial, y sus resultancias deben ser puestas en
problemática que se verifica en referencia a este conocimiento del juez, del adolescente detenido,
aspecto tiene que ver, por un lado, con el vacia- sus padres o responsables y su abogado.41

Gráfico 14
Consta realización de exámenes médicos
En porcentajes

41. Cf. caso Bulacio, § 131. Cf., Consejo de Europa, Comité para la Prevención de la Tortura, 9.o Informe General [CPT/Inf (99), 12],
§ 37-41. Ver también: Código de Conducta para Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley, adoptado por la Asamblea Ge-
neral en su resolución 34/169, de 17 de diciembre de 1979, artículo 6.

31
Justicia penal juvenil

Son muy frecuentes las golpizas realizadas el literal D del artículo 74 del CNA, que refieren
por personal policial en las diferentes seccionales; al principio de humanidad, de acuerdo al cual el
algunos aducen que antes de ser golpeados eran adolescente debe ser tratado con el respeto me-
llevados al médico forense. En la mayoría de los recido por la dignidad inherente a la persona hu-
relatos de los adolescentes aparece la policía como
mana, y se prohíben expresamente las torturas y
perpetradora de malos tratos. Relatos de golpizas,
tratos crueles, inhumanos o degradantes.
colgamientos, insultos, son comunes en casi todas
las declaraciones de los adolescentes. Expresan:
En el ámbito internacional la CDN dispo-
“Te dan palo después de llevarte al médico”.42 ne, en su artículo 37, que ningún niño puede ser
sometido a torturas ni a otros tratos crueles, in-
Es preciso que se asegure la asignación de humanos y degradantes. Asimismo, y según las
personal médico independiente y calificado para Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para
examinar a los niños detenidos, a fin de identi- la Administración de la Justicia de Menores, se
ficar posibles casos de tortura física o de malos deben establecer coordinaciones entre los orga-
tratos, y potenciales traumas psicológicos. nismos encargados de hacer cumplir la ley para
proteger la condición jurídica del adolescente,
Las denuncias de abuso policial promover su bienestar y evitar que sufra daño.43
Existen numerosas normas que refieren a la La expresión evitar que sufra daño consti-
protección de la persona detenida ante los posi- tuye una fórmula flexible que abarca múltiples
bles abusos y episodios de violencia por parte de aspectos de la posible interacción (por ejemplo,
la autoridad policial. Entre otras, corresponde el empleo de un lenguaje agresivo y la violencia
mencionar la Ley de Procedimientos Policiales y física, entre otros).44 Esta importante cantidad

Gráfico 15
El adolescente es interrogado acerca del trato policial
Montevideo
En porcentajes

42. Comité de los Derechos del Niño - Uruguay - OMCT, Informe 2008, “Adolescentes privados de libertad, Condiciones actuales,
problemas estructurales y recomendaciones”, p. 16.
43. Regla n.o 10.3.
44. Ver también artículos 3, 9 y 13 de la Declaración Universal de Derechos Humanos; artículos 7, 9.1 y 10.1 del PIDCP; Conven-
ción Contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes; artículos 5, 7 y 25 de la CADH; artículos 1 y 2 de
la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura; Convención Contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles,
Inhumanos o Degradantes y su Protocolo Facultativo; Principios Relativos a la Investigación y Documentación Eficaces de la Tortura
y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes; Disposición general n.o 4 de los Principios Básicos sobre Empleo de la
Fuerza y de Armas de Fuego por los Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley, y artículo 5 del Código de Conducta Para
Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley.

32
de normas obedece a los riesgos ciertos de que, en el primer período analizado y en ninguno en
en el marco de los procedimientos de detención 2006.
y en la custodia inmediata posterior, existan vul- Es importante que se interrogue a los ado-
neraciones de los derechos de los adolescentes lescentes en referencia al trato policial. Ante re-
intervenidos, tales como la privación arbitraria latos de violencia se debe proceder a la interven-
de la libertad, la obtención ilícita de prueba y el ción de médico forense y a la posterior remisión
tratamiento cruel, inhumano o degradante. de los antecedentes a la justicia penal, a los efec-
Una importante garantía, que suele ser ob- tos de realizar la investigación correspondiente.
servada en porcentajes relevantes únicamente Estimamos conveniente protocolizar la forma de
en Montevideo, es la realización de un interro- actuación en estos casos a los efectos de evitar
gatorio en sede judicial acerca del trato policial, diferencias de práctica entre las distintas se-
tras informar al adolescente de que se encuentra des judiciales, especialmente en lo que refiere a
en un entorno seguro. En los departamentos del la diferencia entre Montevideo y el interior del
interior analizados, los porcentajes de casos en país. Las situaciones de violencia sufridas por
que se le preguntó al adolescente sobre el trato los adolescentes a manos de los funcionarios po-
policial alcanzan a lo sumo el 6% del total rele- liciales pueden estar acompañadas en muchos
vado. Cuando se formulan estas preguntas a los casos por la impunidad. Revertir esta situación
adolescentes en las audiencias, proporcionan en requiere una variada gama de esfuerzos, que in-
porcentajes muy importantes relatos y denun- cluyan el desarrollo de planes de capacitación de
cias respecto a situaciones de violencia policial los funcionarios y el establecimiento de órganos
padecidas. de investigación independientes y efectivos para
En 2008, cuando esto ocurrió, surge que in- investigar, juzgar y sancionar a los responsables
tervino un médico forense en el 47% de los casos. de los abusos.45
En los períodos anteriores eso había ocurrido en
el 54% (2004-05), el 53% (2006) y el 31% (2007). 6. Conclusiones y recomendaciones
El juez interviniente remitió el asunto a la justi-
Las distintas problemáticas identificadas en
cia penal en un caso en 2008 y en dos casos en
2007, cosa que había sucedido en cuatro casos el presente apartado exigen soluciones rápidas.
En su mayoría no se trata de acciones que tengan
como consecuencia la asignación de presupuesto
Gráfico 16 sino la definición de políticas claras.
El adolescente denuncia La información relevada da cuenta de que
episodios de abuso o violencia policial existe una importante cantidad de casos en los
Montevideo que los adolescentes permanecen detenidos en
En porcentajes seccionales policiales no especializadas a la espe-
ra de su audiencia judicial. El CNA regula espe-
cíficamente este aspecto; no puede retardarse el
cumplimiento de la normativa vigente a más de
cinco años de haber sido aprobada.
Asimismo, en lo relativo al plazo para la co-
municación inmediata al juez competente —que
no puede ser superior a las dos horas desde del
momento en que se produjo la actuación poli-
cial—, entendemos que en el parte policial de-
bería dejarse constancia de la hora exacta de la
detención y de la comunicación al juez, como así

45. Resolución n.o 34/169 de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

33
Justicia penal juvenil

también de las notificaciones a los responsables. trata de prácticas institucionales muy arraigadas.
En este y otros aspectos es preciso estandarizar Entendemos que contribuiría a lograr este cam-
el contenido de los partes policiales. bio que el Ministerio del Interior las prohibiera
Otro aspecto que debe ser abordado rápida- expresamente y que, si se agregaran a los expe-
mente es el relativo a la notificación de las deten- dientes, fueran inmediatamente desglosadas por
ciones a padres y responsables. tratarse de prueba nula, obtenida al margen de
las garantías del debido proceso.
La notificación sobre el derecho a estable- En cuanto a los episodios de violencia po-
cer contacto con un familiar, un abogado y/o in-
licial, existe un escenario con claras situaciones
formación consular, debe ser hecha al momento
de impunidad. Esto se debe a variar razones. La
de privar de la libertad al inculpado, pero en el
primera tiene que ver con la indispensable asig-
caso de menores deben adoptarse, además, las
providencias necesarias para que efectivamente nación de personal médico independiente y cali-
se haga la notificación.46 ficado para examinar a los adolescentes deteni-
dos, a fin de identificar posibles casos de tortura
Este tipo de notificaciones no solo son fun- física, malos tratos, castigos corporales y poten-
damentales en orden a la protección de los dere- ciales traumas psicológicos que puedan ser atri-
chos de los niños privados de libertad en depen- buidos a los funcionarios policiales. Asimismo,
dencias policiales y al respeto de las garantías del estimamos conveniente establecer mecanismos
debido proceso, especialmente el derecho a la simples y anónimos para la denuncia de casos de
defensa, sino que termina en la práctica teniendo violencia policial, garantizando efectivamente la
consecuencias en las resoluciones que son adop- protección de adolescente involucrado.
tadas en el ámbito judicial. Estimamos que en el Sería conveniente que la Suprema Corte de
parte policial debe quedar constancia de cuáles Justicia reiterara la recomendación a los magis-
han sido las providencias y medidas tomadas trados para que estos interroguen a los adoles-
para cumplir con esta obligación de notificar. La centes en referencia al trato policial. En los casos
solución no radica en llevar las garantías del de- en los que existen relatos de violencia se debe
bido proceso a la instancia preparatoria policial, proceder, en una forma protocolizada, a la inter-
sino en asegurar la vigencia del principio de ju- vención de médico forense y a la posterior remi-
risdiccionalidad no permitiendo prueba alguna sión de los antecedentes a la justicia penal, en or-
fuera del juicio. Se debe prohibir el desarrollo de den a realizar la investigación correspondiente.
actividad probatoria en dependencias policiales Por último, sería positivo que el Ministe-
que no respete las garantías del debido proceso. rio del Interior promoviera la capacitación y
Hay cosas que deberían suceder y no suce- profesionalización de sus recursos humanos y
den —detenciones en las hipótesis reguladas en estableciera órganos de investigación efectivos.
la Constitución, notificación a padres y respon- Estimamos que, además de realizarse una in-
sables, entre otras— y hay cosas que no deberían vestigación seria, efectiva, independiente e im-
suceder y continúan sucediendo, como los infor- parcial de todos los hechos de abuso y violencia
mes sobre anotaciones policiales o la existencia policial, como mínimo deben existir mecanismos
de prueba diligenciada en sede policial sin las que permitan a los niños la presentación de que-
debidas garantías. jas y denuncias en un entorno seguro e incluso
La detención policial no debería dar lugar en forma anónima. Estos procedimientos deben
a ninguna actividad más que la conducción del garantizar el derecho a presentar las denuncias
detenido a presencia judicial. Combatir este tipo con el debido asesoramiento y sin sufrir ningún
de situaciones ha sido dificultoso debido a que se tipo de represalia.

46. Caso Bulacio. § 130. En el mismo sentido: caso de los Hermanos Gómez Paquiyauri, § 93. Ver también: “El derecho a la informa-
ción sobre la asistencia consular en el marco de las garantías del debido proceso legal”, § 106; Consejo de Europa, Comité para la
Prevención de la Tortura, 2.o Informe General sobre las actividades de la CPT I para el período enero-diciembre 1991, § 36-43.

34
IV. Las infracciones y sus circunstancias

1. Planteamiento del problema judiciales, se tomarán en cuenta las tipificaciones


En este apartado analizaremos el proble- efectuadas en las sentencias definitivas y, cuando
ma que representa la distancia entre el discur- aquellas no existen por no haberse dictado en el
so, generalmente amplificado por los medios de proceso, las realizadas en la sentencia interlocu-
comunicación y por algunos sectores políticos, toria de inicio del procedimiento. En los casos de
y la realidad de lo que efectivamente ocurre en pluralidad de delitos hemos optado por ingresar
nuestros tribunales. Varios estudios han seña- el dato del delito más grave según la ponderación
lado la existencia de este tipo de representación realizada por el legislador en la ley penal.
diferencial. La propia CDN, en su artículo 17, da En Maldonado se observa en los períodos
analizados una evidente preponderancia de los
cuenta de la importancia que tienen los medios
hurtos, que representaron el 58% del total de in-
de comunicación para la vigencia de los derechos
fracciones, seguidos por las rapiñas, con el 22%.
de la infancia y la adolescencia.
En Montevideo la situación también ha teni-
Un reciente estudio expresa que el tema de
do cierta homogeneidad. Si bien las rapiñas ha-
la violencia fue el segundo más tratado en la co-
bían registrado un importante aumento en 2006,
bertura de niñez y adolescencia para el año 2008,
en los siguientes períodos se registraron propor-
con el 18,2% de las notas publicadas. La situa-
ciones más bajas. Los porcentajes referidos a las
ción de los adolescentes privados de libertad se-
rapiñas han oscilado entre el 49 y el 69%. El si-
cundó a la violencia en poco más de una décima,
guiente delito relevante es el hurto, que ha osci-
y asuntos vinculados con el comportamiento y el
lado entre el 32 y el 16%, con el 20% de los casos
uso de drogas fueron temas de apoyo en una de
en 2007 y 2008. El resto de las infracciones no
cada diez notas que tuvieron a la violencia como
presentaron porcentajes significativos.
tema principal.
En Paysandú encontramos varias peculia-
La distancia entre la realidad y la represen- ridades. Al igual que en el resto de los departa-
tación es evidenciada en este informe cuando mentos del interior, las mayores proporciones
expresa que casi seis de cada diez notas sobre corresponden a los hurtos. Pero en este caso, a
violencia no citan ningún tipo de fuente. La diferencia de lo observado en Maldonado y al
violencia vuelve a presentarse, al igual que en igual que en Salto, las rapiñas tienen un porcen-
2007, como el tema que mayores carencias pre- taje bajo. Esto diferencia la situación de ambos
senta en cuanto a la rigurosidad básica del enfo- departamentos de lo que ocurre en Maldonado, y
que periodístico.47 también, evidentemente, en la capital.
En Salto las mayores proporciones corres-
2. Infracciones y bien jurídico tutelado ponden a los hurtos. Las rapiñas representan tan
A los efectos de presentar la calificación de solo el 7% del total de infracciones en los cuatro
las conductas que motivan los procedimientos períodos analizados.

47. Cf. Voz y Vos, Agencia de Comunicación por la Infancia y la Adolescencia, “Niñez y adolescencia en la prensa escrita uruguaya”,
en Paula Baleato (ed.), Monitoreo de medios. Informe de resultados 2008, Voz y Vos, UNICEF, Montevideo, 2009.
Justicia penal juvenil

Gráfico 17
Total de infracciones
Maldonado
Todos los períodos
En porcentajes

Gráfico 18
Total de infracciones
Montevideo
Todos los períodos
En porcentajes

36
Gráfico 19
Total de infracciones
Paysandú
Todos los períodos
En porcentajes

Gráfico 20
Total de infracciones
Salto
Todos los períodos
En porcentajes

37
Justicia penal juvenil

3. Circunstancias de las infracciones sido señalada. Son pocos los casos en que las
Existe una tendencia de algunos comunica- adolescentes son intervenidas. Este fenómeno
dores y sectores políticos a afirmar —sin ninguna se da también en los departamentos del interior
base objetiva— que existe una disminución de la analizados.
edad de los adolescentes que incurren en infrac- En Maldonado es aún más clara la tendencia
ciones a la ley penal. En el presente apartado in- a una mayor intervención judicial sobre los ado-
tentaremos abrirnos paso entre esos relatos con lescentes en las edades tope del sistema. En 2007
nuestros datos.48 únicamente se registraron tres casos de adoles-
En Montevideo no pueden quedar dudas de centes de 13 años en la muestra, que representa-
que esa tendencia no existe. Los adolescentes de ban un 5% del total, y en todos ellos se trató de
13 años aparecen con porcentajes bajos en to- delitos contra la propiedad. En Salto se destaca
dos los períodos, y hay tendencia a una mayor la inexistencia de infracciones por adolescentes
concentración de los delitos en las edades más de 13 años en los dos primeros períodos analiza-
avanzadas. dos, y solo dos casos en 2007. En ese año hubo
En cuanto al sexo de los adolescentes, la en Paysandú un único caso en el que fue interve-
preeminencia porcentual de los varones ya ha nido un adolescente de 13 años.

Cuadro 6
Distribución de las infracciones por edad de los adolescentes
Montevideo
En porcentajes
Edad 13 14 15
2004 2004 2004
Infracción 2006 2007 2008 2006 2007 2008 2006 2007 2008
-2005 -2005 -2005
Hurto 3,4 9,5 7,7 — 17,2 — 2,6 9,1 17,2 23,8 15,4 9,1
Rapiña 4,3 7,9 4,3 5,4 8,7 9,0 16,2 8,0 18,5 19,1 13,7 20,5
Lesiones — — 5,9 — — 14,3 17,6 28,6 42,9 28,6 23,5 —
Violación — — — — 100,0 — — — — 50,0 — —
Homicidio — — — — — — — 12,5 11,1 25,0 50,0 12,5
Ley de
— — — — — — — — — — — 50,0
Estupefacientes

Edad 16 17
2004 2004
Infracción 2006 2007 2008 2006 2007 2008
-2005 -2005
Hurto 27,6 38,1 23,1 39,4 34,5 28,6 51,3 42,4
Rapiña 29,3 31,5 25,6 28,6 39,1 32,6 40,2 37,5
Lesiones 42,9 14,3 23,5 14,3 14,3 42,9 29,4 57,1
Violación — — — — — 50,0 — 100,0
Homicidio 22,2 25,0 25,0 12,5 66,7 50,0 25,0 62,5
Ley de
— — 50,0 — 100,0 — 50,0 50,0
Estupefacientes

48. Los datos siguientes fueron calculados sobre los casos en los que se inició procedimiento a los adolescentes, ya que en el resto
no existe una tipificación de las conductas. Por eso los totales pueden no ser coincidentes con los referidos en el apartado corres-
pondiente a los datos generales.

38
En las infracciones consideradas más vio- Si bien existen variaciones según los depar-
lentas (homicidio, violación y lesiones), la con- tamentos en cuanto al horario en que se come-
centración en los últimos tramos de edad del ten las infracciones, resulta llamativo constatar
sistema es aún más evidente en todos los depar- algunas características que se repiten en todos
tamentos. los períodos. Los porcentajes son importantes en
En cuanto a la autoría de las infracciones, se los tramos comprendidos entre el mediodía y la
observan realidades diferentes. En Maldonado medianoche.
y Montevideo las cometidas individualmente se En Montevideo se advierte una concentra-
encuentran representadas por porcentajes que, ción de las infracciones en algunos barrios. En
si bien han ido en aumento, son relativamente 2008 estos fueron, por orden decreciente: Poci-
bajos en relación con las restantes categorías, ex- tos (10,8%), Ciudad Vieja (5,8%), Parque Rodó
cepto en Maldonado en el último período analiza- (5%), Malvín (5%), Carrasco (5%) y Cerro (5%).
do. Sin embargo, en los restantes departamentos Tal como surge del gráfico 22, se registra
las infracciones cometidas en forma individual una tendencia creciente a que los adolescentes
son mayoritarias en casi todos los períodos. sean capturados en barrios distintos a los de su

Cuadro 7
Distribución de las infracciones por sexo de los adolescentes
Montevideo
En porcentajes
Masculino Femenino
Infracción
2004-05 2006 2007 2008 2004-05 2006 2007 2008
Hurto 100,0 100,0 97,4 100,0 — — 2,6 —
Rapiña 91,3 89,9 88,1 94,7 8,7 10,1 11,9 5,3
Lesiones 100,0 71,4 88,2 100,0 — 28,6 11,8 —
Violación 100,0 100,0 — 100,0 — — — —
Homicidio 88,9 75,0 100,0 75,0 11,1 25,0 — 25,0
Ley de Estupefacientes 100,0 — 70,0 83,3 — — 30,0 16,7

Cuadro 8
Autoría de la infracción
En porcentajes
Maldonado Montevideo
2004-05 2006 2007 2008 2004-05 2006 2007 2008
Individual 20 25 26 48 27 29 39 34
Con otra persona 46 48 44 40 47 44 32 33
En grupo 34 27 30 12 26 27 29 33

Paysandú Salto
2004-05 2006 2007 2008 2004-05 2006 2007 2008
Individual 42 63 48 41 27 44 44 52
Con otra persona 28 11 29 32 48 20 31 21
En grupo 30 26 24 27 24 36 25 27

39
Justicia penal juvenil

residencia. Esto probablemente obedezca al au- 80, un 89 y un 94% de los casos en Maldonado,
mento de los controles policiales y al patrullaje Paysandú y Salto, respectivamente.
en los barrios residenciales y céntricos. Tal como surge del cuadro 9, Montevideo es
En cuanto al uso de armas, en el primer año el departamento con los porcentajes más altos
de aplicación del CNA estas fueron utilizadas en de utilización de armas, con un 22% de armas
un 48% de los casos en Montevideo, y no se usó de fuego y un 16% de armas blancas. En 2006
ningún arma para cometer la infracción en un se observa la utilización de armas en un 42% de

Gráfico 21
Infracciones por tramos horarios
Todos los departamentos
En porcentajes

Gráfico 22
Si la infracción es cometida en el mismo barrio de residencia
Montevideo
En porcentajes

40
Cuadro 9
Uso de armas en la infracción
En porcentajes
Maldonado Montevideo Paysandú Salto
2007 2008 2007 2008 2007 2008 2007 2008
Ninguna 84,4 81,8 46,5 42,9 75,0 69,0 93,5 81,8
Arma de fuego 6,3 9,1 24,5 24,2 8,3 21,1 3,2 6,1
Arma blanca 7,8 7,6 22,5 22,0 5,6 6,9 3,2 9,1
Simulador de arma/otras 1,6 1,5 6,5 2,1 11,1 12,0 0,0 3,0

los casos en Montevideo, mientras que en Mal- en la audiencia preliminar siempre que no exis-
donado, Paysandú y Salto no se usó ningún arma ta peligro para su seguridad. Este factor vuelve
para cometer la infracción en un 82, un 78 y un a ser tomado en cuenta en los numerales 5.2 y
91% de los casos, respectivamente. Ese año Mon- 5.5.B del mismo artículo, donde se dispone que
tevideo fue el departamento con los porcentajes las medidas cautelares privativas de la libertad
más altos de utilización de armas, con un 26% de solo pueden aplicarse cuando, entre otras cosas,
armas de fuego y un 24% de armas blancas. sean indispensables para la seguridad de la vícti-
Acerca de esta temática, no podemos dejar de ma. Asimismo, en el numeral 10.o de ese artículo
mencionar que en Uruguay existe una gran canti- vuelve a hacerse referencia a la víctima, al dis-
dad de armas de fuego en manos de particulares. ponerse que, si esta lo solicita, puede participar
también en la audiencia final. El artículo 80, en
sus literales F y 82, refiere a la posibilidad de re-
4. Las víctimas
parar el daño o dar satisfacción a la víctima, dis-
La definición de un comportamiento como posición a la que nos referiremos más adelante.
delictivo y el inicio de un procedimiento de tipo En los expedientes analizados suele haber
penal juvenil implican la transformación de un referencias muy claras a la existencia de una
conflicto entre dos individuos en un conflicto en- víctima. En 2008 encontramos que se identificó
tre el adolescente y el Estado. En este proceso, en el expediente a una o varias personas como
a la víctima se le expropia el conflicto para im- víctimas o damnificados en el 94% de los casos
ponerle al autor de la conducta infraccional una en Maldonado, el 95% en Montevideo, el 47% en
pena que no contempla la satisfacción de los in- Paysandú y el 97% en Salto. En 2007 los porcen-
tereses de aquella. tajes fueron menores en Maldonado y Montevi-
El CNA refiere en varias oportunidades a la deo, con el 89 y el 93% respectivamente; hubo un
situación de las víctimas de las infracciones. En aumento en Paysandú, con el 83%, y se reiteró la
el artículo 76.2 expresa que pueden comparecer proporción anterior en Salto.

Cuadro 10
Sexo de las víctimas
En porcentajes
Maldonado Montevideo
2004-05 2006 2007 2008 2004-05 2006 2007 2008
Masculino 65 63 61 60 59 63 59 54

Paysandú Salto
2004-05 2006 2007 2008 2004-05 2006 2007 2008
Masculino 77 59 61 66 75 72 60 73

41
Justicia penal juvenil

Cuadro 11
Edades de las víctimas, por franjas
En porcentajes
2008
Maldonado Montevideo Paysandú Salto
0-12 años 4,9 4,1 25,0
13-29 años 39,5 52,9 34,4 48,5
30-59 años 48,1 37,1 34,4 33,3
Más de 60 años 7,4 5,9 6,3 18,2

En cuanto al sexo de las víctimas, en todos y lo que efectivamente ocurre en nuestros tribu-
los períodos y en todos los departamentos en- nales. En efecto, ni existe una disminución de la
contramos que los mayores porcentajes han co- edad de los adolescentes que incurren en infrac-
rrespondido a varones. ciones a la ley penal, ni las infracciones son cada
Cuando observamos las edades de las víc- vez más graves. Por el contrario, existe una ten-
timas, el mayor porcentaje en el departamento dencia a una mayor concentración de los delitos
de Maldonado se concentra en el tramo de 30 a en las edades más avanzadas, y las infracciones
59 años, mientras que en Montevideo y Salto se violentas son las que tienen los porcentajes más
ubica en el tramo de 13 a 29. En Paysandú hay bajos. La proporción de personas físicas que ex-
paridad entre ambos tramos. presaron haber sufrido lesiones fue baja en todos
Los porcentajes en el primer tramo de edad los departamentos.
son muy bajos en todos los casos y en todos los El sistema penal juvenil sanciona y reprime
períodos, y también se registran proporciones re- infracciones contra la propiedad en forma más
lativamente bajas en el tramo de más de 60 años. que preponderante. Así ha sido desde que co-
La proporción de personas físicas que ex- menzamos a realizar un seguimiento del Código
presaron haber sufrido lesiones fue baja en to- de la Niñez y la Adolescencia. Relacionar este fe-
dos los departamentos, excepto en Paysandú. En nómeno con el proceso de creciente pauperiza-
2007 y 2008 esto se registró en el 16 y el 13% de ción y vulneración de los derechos económicos
los casos en Maldonado, el 23 y el 18% en Mon- y sociales de la población menor de 18 años de
tevideo, el 33 y el 37% en Paysandú, y el 12 y el edad en la última década es tan impreciso como
16% en Salto. En el período anterior, Montevideo inevitable.
tuvo el 25%, Paysandú el 18% y Maldonado el También es inevitable referir a la realidad de
18%, mientras que en Salto no se registraron ca- un sistema penal como el de Uruguay, que pone
sos. En el primer año de aplicación del CNA, las al derecho de propiedad en el pináculo de todos
víctimas que expresaban haber sufrido lesiones los bienes jurídicos, sobredimensionando su tu-
habían alcanzado el 31% en Montevideo, el 18% tela. Es esta característica de nuestro sistema pe-
en Maldonado, el 17% en Paysandú y el 14% en nal la que se encuentra detrás de la pretensión
Salto. En este sentido, se puede decir que existe de modificar el CNA a los efectos de criminalizar
una disminución de los efectos violentos de las conductas contra la propiedad que ni siquiera le-
infracciones de los adolescentes en el último pe- sionan este bien jurídico, como es el caso de la
ríodo estudiado. tentativa de hurto. De tener éxito estas iniciati-
vas, lo que ocurriría es una reafirmación del ca-
5. Conclusiones rácter selectivo del sistema penal y una profun-
De los datos analizados se evidencia que dización del proceso de deslegitimación en el que
existe una brecha entre lo que surge del discur- se encuentra inmerso. Además de aumentar la
so generalmente amplificado por los medios de cantidad de adolescentes privados de libertad y
comunicación y por algunos sectores políticos, la violencia de un sistema saturado e ineficiente.

42
V. Segmento judicial, racionalidad y alternativas

1. Planteamiento del problema sión de casos], que pueden y deben adoptarse en


la mayoría de los casos.50
La justicia penal juvenil en Uruguay se de-
sarrolla de espaldas a la normativa, en el marco
La Corte Interamericana de Derechos Hu-
de prácticas carentes de racionalidad. Uno de
manos ha explicado que una jurisdicción espe-
los aspectos en los que esto se evidencia fuerte-
cializada para niños en conflicto con la ley debe
mente es el que tiene que ver con la inexistencia
caracterizarse, “en primer lugar”, por:
de alternativas a la construcción penal de los
conflictos. La posibilidad de adoptar medidas para
En prácticamente todos los países del con- tratar a esos niños sin recurrir a procedimientos
tinente existen alternativas serias al proceso judiciales.51
penal, y no solo existen sino que además son
utilizadas en los tribunales. La Convención so- Las alternativas a los procesos judiciales son
bre los Derechos del Niño exige que los Estados instrumentos de política criminal que apuntan a
parte promuevan, siempre que sea apropiado y reducir el impacto que genera en el niño el ser
deseable: sometido a un juicio penal, así como la actividad
procesal, evitando la formalización de un juicio
La adopción de medidas para tratar a esos penal. Conforme a la normativa internacional de
niños sin recurrir a procedimientos judiciales,
derechos humanos, se debe limitar al mínimo
en el entendimiento de que se respetarán ple-
indispensable el uso del sistema de justicia pe-
namente los derechos humanos y las garantías
legales.49 nal juvenil, disminuyendo la intervención puni-
tiva del Estado. La Corte Interamericana se ha
El Comité de los Derechos del Niño, en su referido a la necesidad de implementar “medios
observación sobre este artículo de la Convención alternativos de solución de controversias” 52 y ha 

sobre los Derechos del Niño, ha señalado: determinado:

Teniendo en cuenta que la mayoría de los La posibilidad de adoptar medidas para


niños delincuentes solo cometen delitos leves, tratar a esos niños sin recurrir a procedimientos
deberán estar previstas una serie de medidas que judiciales es una característica de la exigencia de
entrañen la supresión del procedimiento penal o especialización de las leyes, procedimientos y ju-
de justicia de menores y la reorientación hacia risdicción a la luz de las normas internacionales
servicios sustitutorios [sociales] [es decir, remi- pertinentes en la materia.53

49. Convención sobre los Derechos del Niño, artículo 40.3.b.


50. Observación General n.o 10 del Comité de los Derechos del Niño, § 24.
51. Caso Instituto de Reeducación del Menor, sentencia de 2 de septiembre de 2004, serie C, n.o 112, § 211.
52. Opinión consultiva OC-17/2002, § 119.
53. Caso Instituto de Reeducación del Menor, § 211.
Justicia penal juvenil

Este tipo de alternativas, según la Corte, tener probabilidades muy distintas de terminar
procura: inmerso en un proceso judicial, según la fecha
en que sea atrapado. Esta suerte de práctica ca-
Reconocer el estado general de vulnerabili- prichosa e irracional del sistema evidentemente
dad del niño ante los procedimientos judiciales, deslegitima aún más sus intervenciones.
así como el impacto mayor que genera al niño el
La diferencia en la distribución de asuntos
ser sometido a un juicio penal.54
constatada en el marco de nuestro relevamien-
Adicionalmente al problema derivado de la to de expedientes ha sido observada también
casi nula utilización de las alternativas al proceso por el propio Poder Judicial, tal como surge del
penal, encontramos una utilización irracional de cuadro 12.
algunas herramientas desjudicializadoras, como
el principio de oportunidad. Cuadro 12
Asuntos iniciados por año según turno
2. Principio de oportunidad en Montevideo
y la racionalidad del sistema Turno 2005 2006 2007 2008

El principio de oportunidad constituye un 1 349 148 140 167


“remedio” generado por el derecho procesal de 2 334 220 203 275
nuestra tradición jurídica para neutralizar —o 3 367 128 179 173
reducir a parámetros tolerables— las consecuen- 4 119 40 50 55
cias negativas del principio de la persecución pe- Total 1.169 536 572 670
nal pública obligatoria.55 Implica la posibilidad
Fuente: Poder Judicial, Anuario estadístico 2006, 2007 y 2008.
de que cuando el conflicto llega a la instancia
Nota: Corresponde expresar que estos datos incluyen los asuntos iniciados,
judicial se decida no iniciar un procedimiento al las actuaciones sueltas, las indagatorias y los procesos infraccionales.
respecto. De acuerdo con este principio, cuando
se toma conocimiento de hechos punibles puede Un adolescente seleccionado por el seg-
no iniciarse o suspenderse la persecución penal, mento policial durante el 2.o turno en 2007 te-
por razones de conveniencia, de utilidad o de nía cuatro veces más probabilidades de quedar
asignación de recursos. inmerso en un proceso penal que si había sido
El primer momento en el que opera este seleccionado durante el 4.o turno, y en 2008
principio es cuando la autoridad policial se co- cinco veces más. Esta problemática no se ob-
munica telefónicamente con el juez competente serva en los restantes departamentos en forma
de turno y este determina si el caso va a ingresar tan clara, salvo en Paysandú, donde en 2007 y
o no al segmento judicial.56 La irracionalidad del 2008 el porcentaje de casos penales de uno de
sistema queda en evidencia cuando analizamos la los juzgados prácticamente duplicó al del otro,
forma en que los jueces ponen en práctica estos con la característica de que, mientras en el pri-
criterios. En Montevideo, un adolescente puede mero de los años referidos la mayor cantidad de

54. Ibídem, § 212.


55. Alberto Bovino y Christian Hurtado, “Principio de oportunidad y proceso de reforma en América latina. Algunos problemas de
política criminal”, ponencia presentada en el XIV Congreso Latinoamericano de Derecho Penal y Criminología, Valparaíso, 25 al 28
de septiembre de 2002.
56. En Montevideo se dieron varios cambios en los planos institucional y reglamentario. Por la acordada n.o 7550, del 11 de mayo
de 2005, se creó el Juzgado Letrado de Adolescentes de 4.o Turno, que quedó constituido a partir del 20 de junio de 2005, con la
misma jurisdicción y competencia de los restantes juzgados letrados de Adolescentes. Posteriormente, la acordada n.o 7565, del 13
de marzo de 2006 y vigente a partir del 1.o de abril de ese año, dispuso que todas las resoluciones adoptadas en forma telefónica
durante los turnos en las materias Penal, Familia Especializada, Faltas, Adolescentes y Aduana en el departamento de Montevideo
deben ser registradas y conservadas en cada juzgado.

44
expedientes correspondió al 2.o turno, en el si- bargo, el empleo de estas herramientas es inexis-
guiente esto ocurrió con el otro turno. tente o apenas testimonial.
El artículo 76.2 del CNA regula específica- La CDN no habla de justicia restaurativa,
mente la audiencia preliminar. Expresa que, en concepto que es posterior a ella, pero refiere a la
los casos de infracciones de adolescentes que lo conveniencia de adoptar medidas en el marco de
justifiquen, el juez dispondrá, en un plazo que no procesos distintos a los judiciales. El CNA reco-
exceda las veinticuatro horas, la realización de ge la idea de una justicia restaurativa en diversas
una audiencia preliminar donde deberán estar normas y especialmente en el artículo 83, donde
presentes, bajo pena de nulidad, el adolescente, se establece un proceso restaurativo por el cual
su defensor y el Ministerio Público. La mención se devuelve el conflicto a sus titulares. Nuestra
a “infracciones que lo justifiquen” es una clara normativa se refiere también a los acuerdos con-
referencia al principio de oportunidad reglada, ciliatorios celebrados en audiencia.
previsto en el artículo 74.L del mismo Código. En cuanto a la utilización del mecanismo pre-
La aplicación del principio de oportunidad —en visto en el artículo 83 del CNA, en los dos primeros
el marco del respeto del principio de igualdad o períodos analizados encontramos un solo ejemplo
no discriminación— es recomendable en tanto en cada uno de derivación del caso a mediación
implica una minimización del control sociope- en la audiencia preliminar, ambos en Montevideo.
nal sobre los adolescentes, consecuente con las En 2007 y 2008 no registramos ningún caso.
ideas fuerza que han impulsado a la CDN y el
CNA, pero es preciso dotar de racionalidad al 4. Conclusiones y recomendaciones
sistema. En el marco del sistema penal juvenil se de-
ben desarrollar estándares mínimos para la utili-
3. Medios alternativos de solución zación de procesos restaurativos y demás formas
de los conflictos y justicia restaurativa de desjudicialización de los conflictos, en orden a
La reparación, la compensación y la resti- la vigencia de las garantías del debido proceso y
tución en el resultado del acuerdo también son el principio de inocencia.
elementos de justicia restaurativa, como medios En cuanto a la aplicación el principio de
para reparar el daño provocado y alentar ade- oportunidad, debe reglarse el ejercicio de dichas
más al niño a hacerse responsable de las conse- facultades a los efectos de evitar el trato discrimi-
cuencias del delito cometido. La normativa que natorio o vulneratorio de otros principios. Tam-
alienta la utilización de este tipo de medidas es bién en este caso, la irracionalidad del sistema
abundante, así como los estudios empíricos que conduce inexorablemente a agravar su crisis de
reconocen su efectividad socioeducativa. Sin em- legitimidad.

45
VI. Las primeras horas, en las que pasa todo

1. Planteamiento del problema redacción del artículo permite interpretar que en


La forma de funcionamiento del sistema el mismo plazo debe disponerse la realización de
penal juvenil hace que las primeras horas del una audiencia preliminar.
proceso sean fundamentales. Esto se debe a En Maldonado, la fecha de la detención coin-
diversas causas, y la primera es la preponde- cidió en el 53, el 37 y el 40% de los casos con la de
rancia de la prueba policial, diligenciada en la la audiencia preliminar para los períodos 2006,
forma en que se analizó antes. La segunda es la 2007 y 2008, respectivamente. En Montevideo,
prácticamente nula actividad probatoria que las la coincidencia señalada ocurrió en el 28, el 27 y
partes del proceso (especialmente la Defensa) el 26% de los casos; en Paysandú en el 25, el 35
desarrollan una vez iniciado el procedimiento. y el 28%, y en Salto en el 32, 39 y 35%, en todos
Esto último constituye en sí mismo un grave los casos para los mismos períodos, respectiva-
problema del sistema, que será analizado en el mente.
presente capítulo.
En este escenario, el memorándum o parte a. La inexistencia de una audiencia preliminar
policial, junto con la prueba que se diligencie en la La audiencia, entendida como momento
audiencia preliminar, terminan sellando la suerte de encuentro en el cual el tribunal escucha a las
del adolescente que será sometido a proceso. partes, nunca se desarrolla. Tal como veremos,
el adolescente no permanece en la audiencia sino
2. La audiencia preliminar que participa con su declaración generalmente al
El CNA instaura un procedimiento oral por final, cuando ya se ha reunido la semiplena prue-
audiencias. La audiencia preliminar es la prime- ba en su contra. Esto se observa en la forma de
ra del proceso y está regulada básicamente en los documentar audiencia, normalmente en varias
artículos 76.2 y 108 de ese Código. El último de actas enmarcadas en un perfil indagatorio muy
ellos refiere en general a todas las audiencias, y similar al desarrollado en la época anterior al
dispone que el juez debe presidirlas, bajo pena CNA. Todo ello implica, a la luz de los principios
de nulidad que compromete su responsabilidad generales del CGP, una clara desnaturalización
funcional, y que igual deber compete al Ministe- de la audiencia preliminar.
rio Público, a la Defensa y a los técnicos aseso- En 2007 y 2008 encontramos que en Mon-
res a quienes el juez requiera opinión. De acuer- tevideo, en el 97 y el 98% de los expedientes, las
do con este último artículo, sin la presencia del audiencias se documentan en varias actas.
adolescente no se puede llevar a cabo ninguna De acuerdo con lo observado, sostenemos
audiencia. que existe cierta resistencia a abandonar el mé-
El artículo 76.2 del CNA, a su vez, regula es- todo de audiencias indagatorias. Asimismo, la
pecíficamente la audiencia preliminar. En cuanto multiplicidad de actas provoca un dificultoso
al plazo para la realización de esta audiencia, en- control de las firmas. Las audiencias en materia
tendemos que en ningún caso se puede exceder civil o de familia por lo general son documenta-
las 24 horas constitucionales cuando se produ- das en un acta única, firmada por las partes del
ce una detención. Pero si no hubo detención, la proceso una vez que termina esa instancia.
Justicia penal juvenil

b. Quiénes intervienen No hay duda de que el derecho de un niño


El CNA establece la presencia preceptiva en de quien se alegue que ha infringido las leyes
penales o a quien se acuse o declare culpable
la audiencia, de los adolescentes, la Defensa, el
de haber infringido esas leyes a ser escuchado
Ministerio Público y el juez. En la generalidad de
es fundamental para un juicio imparcial. Tam-
los casos, en los cuatro departamentos analiza-
bién es evidente que el niño tiene derecho a ser
dos se verifica la presencia de esos sujetos, aun-
escuchado directamente y no solo por medio
que no constan sus firmas en todas las actas en de un representante o de un órgano apropiado,
las que se documenta esta etapa del proceso. si es en el interés superior del niño. Este dere-
Un régimen de justicia imparcial respetuo- cho debe respetarse plenamente en todas las
so de la dignidad del adolescente debe asegurar etapas del proceso, desde la fase instructora,
su derecho a expresar sus opiniones libremente cuando el niño tiene derecho tanto a perma-
y a participar en todas las etapas del proceso.57 necer en silencio como a ser escuchado por la
Esto implica el derecho a ser escuchado direc- policía, el Fiscal y el Juez de Instrucción, hasta
tamente o a permanecer en silencio en todas las la fase resolutoria y de ejecución de las medi-
etapas. das impuestas.59

Afirmar que el niño es responsable con Acerca de la presencia de los padres o res-
arreglo a la ley penal supone que tiene la capaci- ponsables en la audiencia preliminar, la legisla-
dad y está en condiciones de participar efectiva- ción anterior expresaba que se debía interrogar
mente en las decisiones relativas a la respuesta a los representantes legales.60 El CNA solo indi-
más apropiada que debe darse a las alegaciones ca que se procurará la presencia de los padres o
de que ha infringido la ley penal.58
responsables de los adolescentes. Por su parte,
El derecho del niño a ser oído impacta so- la regla 15.2 de Beijing establece en relación con
bre el sistema penal juvenil y obliga a que se le este punto:
deba proporcionar la oportunidad de expresar
Los padres o tutores tendrán derecho a par-
sus opiniones, las cuales deben ser tomadas en ticipar en las actuaciones y la autoridad compe-
cuenta. El derecho a participar de manera efecti- tente podrá requerir su presencia en defensa del
va en el proceso requiere información adecuada menor. No obstante, la autoridad competente
y garantías. podrá denegar la participación si existen moti-
En relación con la presencia del adolescen- vos para presumir que la exclusión es necesaria
te, el artículo 76.2 del CNA establece que el juez, en defensa del menor.
al interrogarlo, debe hacerle conocer en términos
accesibles los motivos de la detención y los de- La presencia de los responsables en esta
rechos que le asisten. La declaración del ado- primera etapa del trámite judicial representaba
lescente ocurre generalmente al final de la au- una importante garantía para el adolescente,
diencia, por lo que se documenta en la última además de constituir un momento en el cual los
o penúltima acta, antes de que se le dé inter- actores del sistema debían asesorar e informar
vención al Ministerio Público para que solicite o también a la familia del compareciente sobre los
no el inicio del procedimiento y la adopción de alcances de las resoluciones que allí se podían
medidas cautelares. adoptar. La solución del CNA es inconvenien-

57. CDN, artículo 12 y artículo 40.2.b.iv. Cf. Ricardo Pérez Manrique, “Participación judicial de los niños, niñas y adolescentes”, en
Justicia y Derechos del Niño, n.o 8, Santiago de Chile, noviembre 2006.
58. Comité de los Derechos del Niño, Observación general n.o 10, “Los derechos del niño en la justicia de menores”, § 46.
59. Ibídem, § 44.
60. Artículo 114 inciso 1.o del Código del Niño, en la redacción dada por la ley n.o 16707 (de Seguridad Ciudadana), del 12 de julio
de 1995.

48
te e inexplicable, en tanto —como veremos— la Respecto a la presencia de víctimas y testi-
presencia de los padres o responsables en la ins- gos en la audiencia preliminar, el CNA expresa
tancia judicial termina constituyendo un factor que pueden comparecer en el caso de que estos
importante en relación con las medidas que se lo acepten y siempre que no exista peligro para
adoptan.61 su seguridad.

Gráfico 23
Presencia de los padres o responsables en la audiencia preliminar
En porcentajes

Cuadro 13
Quiénes comparecen a la audiencia preliminar
En porcentajes
Maldonado Montevideo
2004-05 2006 2007 2008 2004-05 2006 2007 2008
Progenitores 97,8 92,9 91,3 94,2 90,5 88,1 91,8 85,6
Otros familiares 2,2 2,4 5,3 5,8 7,4 10,4 7,0 10,8
Otros no familiares — 4,8 3,5 — 2,1 1,5 1,2 3,6

Paysandú Salto
2004-05 2006 2007 2008 2004-05 2006 2007 2008
Progenitores 89,7 100,0 89,7 75,0 87,5 87,5 88,5 93,1
Otros familiares 10,3 — 3,4 13,6 12,5 12,5 11,5 6,9
Otros no familiares — — 6,9 11,4 — — — —

61. Cf. Comité de los Derechos del Niño, Observación general n.o 10, “Los derechos del niño en la justicia de menores”, § 54:
“Que los Estados Partes dispongan expresamente por ley la mayor participación posible de los padres o los representantes legales
en el procedimiento incoado contra el niño. Esta participación generalmente contribuirá a que se dé una respuesta eficaz a la in-
fracción de la legislación penal por el niño. A fin de promover la participación de los padres, se notificará a éstos la detención del
niño lo antes posible”.

49
Justicia penal juvenil

En cuanto a la presencia de testigos, se ob- La presencia de las víctimas en esta etapa


serva en Montevideo una caída del porcentaje del procedimiento constituye un elemento que
de expedientes en los que encontramos este tipo podría verse como altamente positivo, ya que
de declaraciones. En el último período analiza- permitiría un primer acercamiento víctima-ofen-
do el porcentaje es excesivamente bajo. Los de- sor, con vistas al desarrollo de una estrategia de
partamentos en los que se advierten las mayo- mediación como solución alternativa al conflicto.
res divergencias entre los distintos períodos son Sin embargo, por la propia dinámica del desarro-
Paysandú y Salto. llo del procedimiento, los adolescentes y las víc-

Gráfico 24
Presencia de testigos en la audiencia preliminar
En porcentajes

Gráfico 25
Presencia de las víctimas en la audiencia preliminar
En porcentajes

50
timas no comparten el espacio de audiencia. Esto y la utilización de estas pruebas en las senten-
conspira contra la posibilidad de que —en aplica- cias, implican una seria deficiencia del sistema
ción del artículo 83— se efectúen derivaciones a penal juvenil a la luz de los principios del debido
instancias de mediación o se celebren acuerdos proceso.
en los que se establezca la obligación de reparar
el daño o de proveer satisfacción a la víctima. b. La prueba ordenada
Asimismo, en tres de los cuatro departamentos El literal A del artículo 76.4 del CNA ex-
analizados se registra una caída del porcentaje presa que al culminar la audiencia preliminar el
de casos en los que consta la presencia de las víc- juez debe disponer las medidas probatorias so-
timas o damnificados en las audiencias. licitadas por el Ministerio Público y el defensor.
Es llamativo que esta disposición no refiera a la
3. La actividad probatoria posibilidad del juez de rechazar prueba o de dis-
poner prueba distinta a la solicitada por esos ac-
a. Colaboración policial tores procesales, sin perjuicio de la aplicación en
La autoridad policial, además de desarro- cuanto corresponda de las normas generales en
llar actividad probatoria en la etapa previa a la referencia a las facultades del tribunal.
intervención propiamente judicial, usualmente En el gráfico 26 se observa que Salto es el
interviene en la audiencia preliminar. El CNA, al departamento donde se verifican los mayores
referirse a la actividad probatoria en el numeral porcentajes de decretos que disponen medidas
3.o del artículo 76, refiere al deber de la Policía probatorias al final de la audiencia preliminar,
de colaborar en lo que le sea requerido. Gene- excepto en el último período analizado. En 2007
ralmente la colaboración consiste en la declara- y 2008 se destaca como preocupante el dato de
ción de funcionarios policiales —de costumbre el que en Montevideo solo en el 54 y el 52% de los
aprehensor— en la audiencia preliminar. casos, respectivamente, se dispusieron estas me-
didas en la resolución de la audiencia preliminar.
Cuadro 14 Las pruebas cuyo diligenciamiento se dis-
Se requiere colaboración de la policía pone son variadas. En los tres departamentos
Montevideo hubo importantes porcentajes de solicitud de
En porcentajes
informes técnicos de diversas fuentes. Estos no
refieren generalmente a las situaciones que mo-
2004-05 2006 2007 2008
tivan el procedimiento sino a la situación del
Sí 61 43 51 34 adolescente, pero son incluidos a texto expre-
No 39 57 49 66 so por el artículo 76.3, al mencionar los plazos
para el diligenciamiento de pruebas. En cuanto
En los departamentos analizados del inte- a la solicitud de informaciones a los efectos de
rior encontramos una situación diversa. En Mal- acreditar la identidad y/o edad del adolescente,
donado, en el primer año de aplicación del CNA, se trata evidentemente de un dato fundamental
los casos en los que se registraba este tipo de co- en el proceso, exigido expresamente en el artícu-
laboración alcanzaban el 20%; en 2006 aumen- lo 76.2.4.
taron al 24%, en 2007 al 26% y en 2008 bajaron Encontramos una situación crítica en rela-
al 14%. También en Paysandú encontramos por- ción con la calidad de la prueba ordenada en la
centajes más bajos. Allí, en el primer período se audiencia preliminar. Las pruebas que apuntan
registró este tipo de colaboración en el 9% de los a obtener información sobre los hechos tienen
casos, en 2006 en el 4%, en 2007 en el 12% y en porcentajes cada vez menores, mientras que, por
2008 en el 10%. Por último, en Salto los porcen- otro lado, las referidas al adolescente y su situa-
tajes fueron el 15, el 6 y el 3% de los casos en los ción son preponderantes, y en el caso de Paysan-
primeros tres períodos analizados, respectiva- dú, exclusivas. Los altos porcentajes de solicitud
mente, sin ningún caso en 2008. Estos datos, los de informes técnicos ejemplifican la persistencia
relativos a la prueba diligenciada en sede policial de un modelo tutelar, que prioriza la investigación

51
Justicia penal juvenil

Gráfico 26
Medidas probatorias dispuestas en la resolución de la audiencia preliminar
En porcentajes

Cuadro 15
Tipo de medida probatoria dispuesta
En porcentajes
Maldonado Montevideo Paysandú Salto
2006 2007 2008 2006 2007 2008 2006 2007 2008 2006 2007 2008
Acreditar identidad
9,6 19,3 21,1 18,2 14,8 18,0 40,9 45,3 39,5 32,7 32,3 45,0
y/o edad
Informes técnicos
65,4 73,1 73,7 50,7 71,9 68,0 59,1 54,7 54,7 57,3 62,5 50,0
(INAU-Poder Judicial)
Informes técnicos de
— 3,8 2,6 2,7 1,8 — — — — 2,6 2,6 —
ONG
Pericia forense 1,9 — — 6,8 3,6 2,0 — — 2,9 — — —
Remisión
3,8 — — 2,0 4,5 4,0 — — 2,9 2,6 — —
de actuaciones
Declaración
3,8 — 1,3 8,1 1,8 4,0 — — — 7,3 2,6 —
de testigos
Declaración
7,7 3,8 1,3 5,4 0,8 1,0 — — — — — —
de responsables
Declaración
3,9 — — 6,1 0,8 2,0 — — — — — 5,0
de víctima
Reconstrucción
3,9 — — — — 1,0 — — — — — —
de hechos

52
del adolescente y de su familia desde diversos vencia en régimen de libertad. Ese informe debe
puntos de vista (social, psicológico, psiquiátri- realizarse dentro del plazo de 20 días establecido
co, pedagógico, entre otros) por sobre la inves- para el diligenciamiento de prueba, conforme lo
tigación de los hechos que motivan el inicio del dispone el artículo 76.6 del CNA. En el numeral
procedimiento. Esta circunstancia, unida a la siguiente del mismo artículo se establece que los
existencia de informaciones sobre los anteceden- técnicos del centro de internación, cuando el juez
tes —policiales y judiciales— del adolescente, nos lo disponga, deben informar verbalmente o por
lleva a cuestionar que con el CNA se haya puesto escrito. Esta disposición, al igual que la anterior,
en práctica un proceso penal garantista y de acto. refiere al contenido de estos informes: mientras
La justicia penal juvenil, a los efectos de ase- que los primeros deben dar cuenta de las posi-
gurar la vigencia del principio de inocencia, debe bilidades de convivencia en régimen de libertad,
garantizar que en el marco de los procesos pena- los segundos se relacionan con la tarea de super-
les juveniles se desarrolle la actividad probatoria visión de la medida aplicada.
referida a los hechos, indispensable en todo pro- En cuanto al enfoque de los informes técni-
cedimiento penal, y que la discusión sobre estos cos, encontramos algunos problemas que debe-
aspectos no sea sustituida por una sobre las ca- rían ser abordados con mayor profundidad:
racterísticas personales del adolescente, sin per-
Ante lo anteriormente expuesto creemos
juicio de que este tipo de características deba ser
que si bien el adolescente es primario está inser-
tenido en cuenta en el marco de los procesos de
to en un contexto de riesgo, teniendo amistades
la justicia penal juvenil.
transgresoras y viviendo dentro de una familia
disfuncional, aspectos estos que nos parecen
c. Plazo para el diligenciamiento de pruebas
importantes de ser trabajados por lo cual soli-
y la presentación de informes
citamos se tenga en cuenta que para hacer un
El exiguo plazo para el diligenciamiento de proceso favorable con el adolescente y su equipo
pruebas ha sido desde el comienzo de la aplica- técnico se necesitaría un mínimo de tiempo de
ción del CNA motivo de varios conflictos internos 8 meses.64
en el sistema.62 Este plazo de 20 días fue respeta-
do en casi todos los casos en los departamentos Entendemos que en estos casos los informes
del interior analizados,63 pero no sucedió lo mis- técnicos efectúan consideraciones que se enmar-
mo en Montevideo, donde hubo incumplimien- can claramente en un enfoque de derecho penal
tos en el 17% de los casos en 2006, en el 9% en de autor y de corte peligrosista que, lejos de ser
2007 y en el 3% en 2008. resistido, es incorporado en los argumentos de
Cuando se resuelve la internación, el equi- las sentencias.
po técnico del establecimiento de privación de
libertad debe producir un informe médico, psi- 4. Los antecedentes judiciales
cológico y social sobre el adolescente, que refie- Los sistemas tutelares de menores negaban
ra específicamente a sus posibilidades de convi- su carácter punitivo, en tanto postulaban que

62. Cuando los técnicos no presentan los informes que les son solicitados dentro del plazo correspondiente, provocan en primera
instancia un conflicto entre la agencia judicial y el INAU (o las organizaciones de la sociedad civil que deben presentar los informes
referidos). Asimismo, en algunos casos y a los efectos de dar cumplimiento a los plazos que el CNA establece, el Ministerio Público
e incluso la Defensa tienen que acusar o contestar la acusación sin disponer, para su análisis, de estos informes, lo cual genera
conflictos entre el Ministerio Público, la Defensa y el juez que dispuso que los autos pasaran en vista al Ministerio Público para la
acusación, o en traslado a la Defensa.
63. En el año 2006 no se registró ningún caso de incumplimiento de estos plazos, mientras que en el 2007 hubo solo dos casos,
uno en Maldonado y otro en Salto.
64. Este informe fue firmado por dos profesionales, una psicóloga y una licenciada en Trabajo Social, y su intervención se enmarca
en un proceso penal iniciado por un delito de hurto.

53
Justicia penal juvenil

estaban protegiendo a los niños sobre los que presunción de inocencia. Conforme al principio
intervenían. Una de las consecuencias de este de inocencia, al niño al que se le impute una in-
antecedente está dada por el desconocimiento fracción se lo debe presumir inocente mientras
de las más elementales garantías, entre ellas la no sea declarado responsable de la infracción.65

Gráfico 27
Impacto de los informes de antecedentes judiciales
en la adopción de la medida cautelar
Medidas dispuestas cuando figuran entre 1 y 5 antecedentes
En porcentajes

Medidas dispuestas cuando no figuran antecedentes


En porcentajes

65. CDN, artículo 40.2.b.i: “[…] 2. Con este fin, y habida cuenta de las disposiciones pertinentes de los instrumentos internaciona-
les, los Estados Partes garantizarán, en particular: [...] b) Que a todo niño del que se alegue que ha infringido las leyes penales o a
quien se acuse de haber infringido esas leyes se le garantice, por lo menos, lo siguiente: i) Que se lo presumirá inocente mientras
no se pruebe su culpabilidad conforme a la ley”. En el mismo sentido: Reglas de Tokio, regla 17. La presunción de inocencia, por
ejemplo, también figura en el artículo 11 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en el § 2 del artículo 14 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos.

54
La regla n.o 21.1 de Beijing señala: Como hemos expresado en anteriores infor-
mes, esta práctica es violatoria de los principios
Los registros de los menores delincuentes de inocencia y de legalidad, en la medida en que
serán de carácter estrictamente confidencial y no se toma en cuenta el inicio de procedimientos
podrán ser consultados por terceros. Solo ten-
anteriores para sancionar al adolescente, sin
drán acceso a dichos archivos las personas que
importar si en ellos recayó o no una sentencia
participen directamente en la tramitación de un
ejecutoriada. Asimismo, la consideración de una
caso en curso, así como otras personas debida-
mente autorizadas.
posible infracción anterior, a la hora de sancio-
nar una nueva conducta infraccional, implica
Por su parte, la regla n.o 21.2 establece: castigar al adolescente por el rotundo fracaso de
un sistema penal que lo tiene como víctima.
[…] los registros de los menores delincuen- Este tipo de informaciones y su incidencia
tes no se utilizarán en procesos de adultos rela- en el endurecimiento de las respuestas punitivas
tivos a casos subsiguientes en los que esté impli- constituyen una violación del principio de que
cado el mismo delincuente. nadie debe ser castigado dos o más veces por un
mismo hecho.
En los expedientes montevideanos encon-
tramos informes acerca de los antecedentes judi-
5. Inicio de los procedimientos
ciales que —al igual que los policiales, a los cuales
Otra de las características de nuestro siste-
ya nos hemos referido— cumplen un importante
ma es que, una vez que el adolescente es llevado
papel simbólico en la construcción de un perfil
al juzgado, los porcentajes de casos en los que
negativo del adolescente en el juzgado. El artículo
se le inicia un procedimiento son muy altos. En
116.2 del CNA hace referencia a un régimen de
2007 y 2008 encontramos que en Montevideo
antecedentes judiciales.66 En Montevideo halla-
se iniciaron procedimientos judiciales en el 95%
mos en los expedientes planillas preimpresas que
de los casos, cosa que sucedió en Maldonado en
refieren a la existencia de un Registro de las Se-
el 87 y el 90% para cada uno de esos períodos,
des de Adolescentes de 1.o, 2.o, 3.o y 4.o turno, que
respectivamente. Esto podría ser explicado por
relacionan sede, ficha, infracción, medida, requi- la trascendencia que tiene la prueba policial in-
sitoria, sentencia y archivo. En estas planillas se criminatoria y la poca prueba de descargo que se
incluyen como antecedentes no solo los casos en diligencia en la audiencia preliminar.
los que una sentencia declaró al adolescente res- Distinta ha sido la situación en Paysandú y
ponsable de un ilícito, sino todos los casos en los Salto, donde en 2007 los porcentajes de inicio de
que se le inició un expediente. procedimientos alcanzaron al 81 y el 97%, mien-
No poseemos datos acerca de la utilización tras que en 2008 disminuyeron al 49 y el 74%
de estos informes en el primer año de aplicación para cada uno de estos departamentos, respec-
del CNA, pero en 2006, 2007 y 2008 los encon- tivamente.
tramos en Montevideo en el 84, el 87 y el 83% de Esta importante diferencia entre los dos
los casos para cada período, respectivamente. En períodos es también constatada por las oficinas
2007 comenzamos a observar este tipo de infor- estadísticas del Poder Judicial. En 2007 la canti-
maciones en el 20% de los casos de Maldonado y dad de asuntos iniciados en los dos juzgados de
en un único caso en Paysandú. En 2008, en Mal- Paysandú fue de 90, mientras que en 2008 se re-
donado se registraron estos informes en el 31% dujo a apenas 60 asuntos. Los procesos conclui-
de los casos, en Paysandú en el 11% y en Salto en dos en 2008 fueron 35, y en 33 de ellos se dictó
el 16%. una sentencia definitiva.67

66. Ver reglamentación en la acordada n.o 7526, de 20 de setiembre de 2004, artículo 7.


67. Cf. Poder Judicial, “Informe sobre procedimientos infraccionales de adolescentes”, 2008.

55
Justicia penal juvenil

7. Conclusiones y recomendaciones quiere que estos sean debidamente notificados,


Las primeras horas y la audiencia prelimi- y desde el inicio, de la situación del niño some-
nar son fundamentales en el proceso, sobre todo tido a proceso e informados sobre su situación
ante la preponderancia de la prueba policial ya procesal. El Comité de los Derechos del Niño ha
mencionada y la casi inexistente actividad pro- observado expresamente al Estado uruguayo
batoria que se desarrolla en el ámbito judicial. por no cumplir con este tipo de notificaciones.
Esta labor debe ser asignada expresamente a las
Tal como hemos observado, en el proceso
autoridades, y es conveniente que en el expe-
penal juvenil no se desarrolla una audiencia pre-
diente conste su realización o las razones que la
liminar propiamente dicha, sino una serie de au-
impidieron.
diencias indagatorias. En la práctica, esta forma
Por último, en lo que refiere a la prueba or-
de llevar adelante el proceso poco dista de lo que
denada en la audiencia preliminar es preocupan-
ocurría cuando estaba en vigencia el Código del
te la forma en que se prioriza la investigación de
Niño de 1934. A este aspecto formal se le suma
la situación personal, familiar y social del adoles-
una dificultad de fondo: la participación del ado-
cente por sobre la producción de prueba de los
lescente en el proceso queda limitada a dar su
hechos que motivan el procedimiento penal. El
declaración cuando casi está diligenciada toda la resultado de todo esto es evidente: los porcenta-
prueba en su contra, para que luego intervenga el jes en los cuales el adolescente llevado al juzgado
Ministerio Público acusando y se termine resol- termina inmerso en un proceso penal son muy
viendo el inicio formal del proceso. altos, especialmente en Montevideo.
Un régimen de justicia respetuoso de la dig- El proceso judicial necesita un orden para
nidad del adolescente debe asegurar su derecho ser eficaz. Pero no se trata de una rutina o un
a expresar sus opiniones libremente y a partici- conjunto de papeles que se anexan al expediente,
par en todas las etapas del proceso. Asimismo, sino del desarrollo de una serie de actos orien-
para el ejercicio del derecho a ser oído es un re- tados a llegar al fondo del asunto (determinar la
quisito que el niño cuente con información sobre responsabilidad o no del adolescente sometido a
su situación. El derecho a participar de manera proceso) en el marco de un sistema racional de
efectiva en el proceso requiere información ade- garantías. Es esencial que se desarrollen instan-
cuada y garantías. cias concretas de capacitación y supervisión de
La ausencia de participación de padres o los operadores del sistema de justicia, para lo-
responsables en estos primeros momentos es grar que la actividad judicial cotidiana se adecue
preocupante, especialmente en Montevideo. La a los principios teóricos de dogmática penal que
participación de los padres o responsables re- se encuentran en la CDN y en el CNA.

56
VII. La utilización inicial de la privación de libertad

1. Planteamiento del problema posición son: a) la prohibición de salir del país;
La utilización de la privación de libertad b) la prohibición de acercarse a la víctima o a otras
como medida cautelar al inicio de los procedi- personas, de concurrir a determinados lugares o
mientos debe ser excepcional. Esto trae como de tomar contacto con personas determinadas;
consecuencia la necesidad de que existan pre- c) la obligación de concurrir periódicamente al
visiones normativas referidas a una pluralidad tribunal o ante la autoridad que el juez determi-
de otras medidas distintas a la prisión preventi- ne; d) el arresto domiciliario, y e) la internación
va, a las cuales las autoridades jurisdiccionales provisoria. Esta norma establece 60 días como
puedan recurrir y que se deben implementar plazo máximo para las medidas cautelares pri-
efectivamente. vativas de libertad, es decir, arresto domiciliario
El principio de que los adolescentes solo e internación provisoria. En el caso de que haya
deben ser privados de su libertad como último transcurrido ese plazo sin que se hubiera dictado
recurso es especialmente importante durante la sentencia de primera instancia, se establece que
etapa preprocesal, porque todavía no han sido se debe dejar en libertad al adolescente.
responsabilizados y, por ende, se debe presumir Existen otras condicionantes legales para la
su inocencia. Las Reglas de Beijing requieren que imposición de estas medidas cautelares privati-
la prisión preventiva solo se aplique como último vas de la libertad,69 entre ellas: a) la circunstan-
recurso y durante el plazo más breve posible.68 cia de que la infracción imputada al adolescente
Pese a lo expresado, la utilización excesiva pueda ser objeto en definitiva de una medida pri-
de la privación de libertad al inicio de los proce- vativa de la libertad, y b) el caso de que la medida
dimientos es uno de los problemas más evidentes cautelar sea indispensable para asegurar la com-
del sistema penal juvenil. Y es además un proble- parecencia del adolescente a los actos procesales
ma que se agrava con el tiempo. esenciales, o la seguridad de la víctima, el denun-
ciante o los testigos.
2. Requisitos para su aplicación La imposición de medidas cautelares solo
Según lo dispone el artículo 76.5 del CNA, puede fundamentarse con base en razones pro-
el juez, a pedido del Ministerio Público y tras es- cesales: para asegurar la comparecencia del
cuchar a la Defensa, puede disponer las medidas adolescente a los actos procesales esenciales,
cautelares necesarias que perjudiquen en menor la seguridad de la víctima, el denunciante o los
medida al adolescente. Las previstas en esa dis- testigos.70 Si esas circunstancias son invocadas,

68. Reglas de Beijing, regla 13.2:


“Siempre que sea posible, se adoptarán medidas sustitutorias de la prisión preventiva, como la supervisión estricta, la custodia
permanente, la asignación a una familia o el traslado a un hogar o a una institución educativa”.
69. La internación provisoria y el arresto domiciliario son medidas cautelares privativas de libertad.
70. Cf. Julio B. J. Maier, “Los niños como titulares del derecho al debido proceso”, en Justicia y Derechos del Niño, n.o 2, UNICEF,
Buenos Aires, 2000, p. 10.
Justicia penal juvenil

ello debe constar en la resolución judicial. Debe mo ocurrió en 2008 en Maldonado en el 21% (17
haber indicios de un peligro real y actual de eva- casos), en el 20% en Paysandú (7 casos) y en el
sión del proceso, o un riesgo concreto de que el 11% en Salto (tan solo 3 casos).
adolescente obstaculice la obtención de pruebas Existe una estrecha relación entre las soli-
o la investigación preliminar, intimidando a los citudes de medidas cautelares por el Ministerio
testigos o destruyendo evidencia.71 El riesgo pro- Público y la imposición judicial de estas medi-
cesal de fuga o de frustración de la investigación das. En 2007 y 2008 en Montevideo se concedie-
debe estar fundado en circunstancias objetivas. ron estas medidas en el 94 y el 96% de los casos,
La mera alegación sin consideración del caso respectivamente, cuando mediaba solicitud del
concreto no satisface este requisito. Asimismo, Ministerio Público. En los restantes departa-
la Corte Interamericana de Derechos Humanos mentos analizados, esto ocurrió en todos los ca-
ha sido categórica al afirmar que “en ningún caso sos en los que hubo solicitud, en ambos períodos
la aplicación de tal medida cautelar sea determi- referidos.
nada por el tipo de delito que se impute al indivi-
duo”.72 De no respetarse estos requisitos estaría- 4. Tipos de medidas cautelares
mos frente a una pena anticipada, sin proceso, Los altos porcentajes de uso de las medidas
enmarcada en un proceso de defensa social en el cautelares privativas de libertad implican que
que primero se castiga y después se desarrolla el el encierro constituya la regla y no la excepción
proceso o, peor aun, se castiga en el proceso.73 del sistema. Esta situación no se condice con la
En los años 2007 y 2008, en el 91 y el 89% norma del CNA que dispone que la privación de
de los casos iniciados en Montevideo, respecti- libertad se utilice solo como último recurso y du-
vamente, se decretaron medidas cautelares. Lo rante el período más breve posible. Y menos aun
mismo ocurrió en Maldonado en el 97 y el 98%, con la afirmación de que el CNA instaura un de-
y en Salto en el 82 y el 89% de los casos, para recho penal mínimo, que reduce la intervención
cada uno de esos períodos respectivamente. En punitiva en consonancia con la CDN. La preemi-
Paysandú encontramos que en 2007 y 2008 se nencia de adopción de la privación de libertad
dispusieron medidas cautelares en la totalidad como medida cautelar en el período considerado
de los casos iniciados. es clara.
Maldonado, tal como surge del gráfico 28,
3. Papel de los sujetos del proceso en tiene porcentajes elevados de utilización de las
relación con las medidas cautelares medidas cautelares privativas de libertad. Si bien
El artículo 76.5 expresa que para que el juez la internación provisoria ha disminuido en los
disponga medidas cautelares debe mediar un últimos períodos, se observa un aumento de la
pedido del Ministerio Público y debe ser oída la privación de libertad en su conjunto (es decir, la
Defensa del adolescente. El Ministerio Público suma de internaciones provisorias y arresto do-
juega un importante papel a la hora de solicitar miciliario).
medidas cautelares para los adolescentes, y es También en Montevideo se registra un au-
bajo el porcentaje de casos en los que el defensor mento de la privación de libertad. Esto se da tanto
se opone a dicha solicitud. Esta tendencia se ob- en materia de internaciones provisorias como de
serva en todos los departamentos analizados. arrestos domiciliarios. Paralelamente, se advier-
En Montevideo la Defensa se opuso a estos te una disminución progresiva de las medidas de
pedidos en el 13, el 20 y el 24% de los casos en prohibición de acercarse a determinados lugares
2006, 2007 y 2008, respectivamente. Esto mis- o de tomar contacto con algunas personas.

71. Cf. CIDH, Informe n.o 12/96, de 1.o de marzo de 1996, § 84.


72. Corte IDH, caso López Álvarez, sentencia de 1.o de febrero de 2006, serie C, n.o 141, § 81.
73. Cf. Luigi Ferrajoli, Derecho y razón. Teoría del garantismo penal, 7.a ed., Trotta, Madrid, 2005, pp. 775 y 776.

58
Gráfico 28
Medida cautelar decretada
Maldonado
En porcentajes

Gráfico 29
Medida cautelar decretada
Montevideo
En porcentajes

La situación en Paysandú sorprende por la por la utilización de otras medidas, como la obli-
elevada utilización de la internación provisoria y gación de concurrir en 2006 o el arresto domici-
por el aumento sostenido de los arrestos domici- liario en 2008.
liarios. Es preciso mencionar que el incremento Salto es el departamento analizado en el que
de las otras medidas cautelares implica en este se observa un mayor respeto del principio de ex-
caso un aumento de la utilización de programas cepcionalidad de la privación de libertad. Tam-
de medidas no privativas de libertad en calidad bién en este caso el aumento de las otras medidas
de cautelares, lo que no se encuentra previsto en cautelares se explica por el empleo de los progra-
el CNA. La disminución del porcentaje de inter- mas de medidas no privativas de libertad.
naciones provisorias y su irregularidad se explica

59
Justicia penal juvenil

Gráfico 30
Medida cautelar decretada
Paysandú
En porcentajes

Gráfico 31
Medida cautelar decretada
Salto
En porcentajes

En definitiva, si tomamos todos los departa- cia preliminar y la adopción de medidas cautela-
mentos en forma conjunta, a medida que se van res, hallamos lo que indica el gráfico 33.
asentando las prácticas vemos cómo se alejan del En 2007 y 2008 las internaciones proviso-
paradigma minimalista propuesto por la CDN y rias en Maldonado representaron, cuando com-
el CNA, y del principio de excepcionalidad de la parecieron padres o responsables, el 61 y el 50%
privación de libertad. para cada uno de estos períodos respectivamente,
Al considerar la relación entre la presencia mientras que los arrestos domiciliarios alcanza-
de responsables de los adolescentes en la audien- ron el 31 y el 34%, para los mismos períodos. Pero

60
Gráfico 32 cuando los padres o responsables no compare-
Medida cautelar decretada cieron, los arrestos domiciliarios disminuyeron
Todos los departamentos al 20% de los casos en 2007 y al 10% en 2008,
En porcentajes mientras que la internación provisoria llegó al
2008 70 y el 80% para cada uno de estos períodos,
respectivamente.
En Paysandú, cuando los padres o responsa-
bles estaban en la audiencia, se decidió la inter-
nación provisoria en el 54 y el 44% de los casos, y
el arresto domiciliario en el 14 y el 21%, en 2007
y 2008 respectivamente. Cuando no estaban, en
todos los casos y en ambos períodos se adoptó la
medida de internación provisoria.
En Salto las internaciones representaron en
el primero de los casos el 21 y el 19%, y en el se-
gundo el 56 y el 50% para los períodos 2007 y
2008, respectivamente.
Esto parece confirmar la existencia de prác-
ticas que hacen depender la adopción de una
medida privativa de libertad de circunstancias
ajenas a la infracción. En apartados anteriores
hemos mencionado que el CNA modificó la nor-
mativa previa en cuanto a la exigencia preceptiva
del interrogatorio de los responsables del ado-
lescente. También hemos referido a la ausencia
de una práctica sistemática de notificación a los
familiares y responsables acerca de la realización
de audiencias preliminares. En este contexto

Gráfico 33
Medida cautelar decretada
Montevideo
Con responsables presentes en la audiencia preliminar
En porcentajes

61
Justicia penal juvenil

Continuación de gráfico 33
Medida cautelar decretada
Montevideo
Sin responsables presentes en la audiencia preliminar
En porcentajes

resultan especialmente preocupantes las diferen- última norma tampoco condiciona la adopción
cias señaladas en relación con la imposición de de las penas privativas de la libertad en atención
internaciones provisorias, según hubiera o no un a la gravedad de la infracción, lo cual atenta con-
responsable en esas audiencias. Estimamos que tra el principio de excepcionalidad.
se trata de prácticas discriminatorias reñidas con Como indica el cuadro 16, en porcentajes
lo dispuesto en el artículo 2.2 de la CDN. muy importantes se dispuso como medida cau-
telar una privación de libertad cuando no era la
5. Análisis de las medidas cautelares
privativas de libertad
Cuadro 16
La internación provisoria y el arresto domi-
Medida socioeducativa que recae sobre
ciliario poseen, por su naturaleza, una regula- los casos en los que se aplicó internación provisoria
ción distinta a las restantes medidas cautelares. Montevideo
En cuanto a la duración de estas dos medidas En porcentajes
privativas de la libertad, se establece a texto ex-
2004-05 2006 2007 2008
preso que no puede superar los 60 días y que,
Privación de libertad 76,5 73,2 75,2 80,2
transcurrido ese plazo sin que se haya dictado
una sentencia, el adolescente debe ser dejado Libertad asistida 6,2 17,1 12,0 12,9
libre de inmediato, sin perjuicio de la continua- Libertad vigilada 2,5 4,6 4,3 4,0
ción del proceso. En cuanto a los requisitos, la Prestación de servicios
6,2 1,2 — 1,0
medida cautelar de internación provisoria no comunitarios
está expresamente constreñida a la gravedad de Orientación y apoyo 3,7 1,2 — —
la infracción que se imputa al adolescente, sino No corresponde — 2,4 4,3 1,0
solamente a la posibilidad de que esa infracción Semilibertad 3,7 — 3,4 1,0
pueda ser objeto, en sentencia definitiva, de
Sin medida 1,2 — — —
una medida socioeducativa privativa de liber-
Arresto domiciliario — — 0,9 —
tad, conforme al artículo 86 del CNA. Pero esta

62
que correspondía como pena. Todo esto implica ningún tipo de arma y se recuperó lo sustraído.
un claro incumplimiento de lo establecido en el En siete de esos casos (54%) se dispuso la inter-
CNA acerca de que las medidas cautelares priva- nación provisoria de los adolescentes, y en un
tivas de libertad solo pueden aplicarse si la in- caso el arresto domiciliario. Estos datos dejan
fracción que se imputa al adolescente puede ser en evidencia de que no se trata de un sistema
objeto en definitiva de una medida privativa de benigno, sino que nos encontramos ante prác-
libertad, de acuerdo con el artículo 86 del mismo ticas claramente reñidas con el principio de la
Código. excepcionalidad de la privación de la libertad y
la proporcionalidad.
6. Medidas cautelares en los casos En el caso de los delitos de rapiña se ad-
de hurtos y rapiñas vierte un aumento constante de la privación de
En este apartado se analiza la práctica judi- libertad y específicamente de la internación pro-
cial de adopción de medidas cautelares en los ca- visoria. Este dato no había sido significativo en
sos en que la audiencia preliminar tipifica como los departamentos del interior, debido al escaso
hurtos o rapiñas las infracciones que motivan el número de rapiñas, pero en Maldonado encon-
procedimiento. tramos en 2007 que en todos los casos se recu-
Tal como surge del gráfico 34, en 2007 ha- rrió a una medida cautelar privativa de libertad:
bía disminuido la internación provisoria en los 12% de arrestos domiciliarios y 88% de interna-
casos de hurto, sin perjuicio de que se trataba ciones provisorias. En el período siguiente ocu-
de un porcentaje alto para un delito contra la rrió lo mismo, salvo en dos casos, en los que se
propiedad en el que no media violencia. Pero en recurrió a programas de medidas no privativas
2008 la utilización de la privación de libertad re- de libertad.
presentó el 70% del total de casos de hurto (22% En general existe en Maldonado una ten-
de arrestos domiciliarios y 48% de internaciones dencia a emplear las medidas cautelares —y es-
provisorias). pecialmente las privativas de la libertad— como
Hay por tanto un empleo muy importante sanciones anticipadas. También observamos en
de la privación de libertad, aun en los casos de ese departamento la utilización de una suerte de
infracciones en las cuales no existe violencia. audiencia complementaria, evaluatoria de las
Para ilustrar esta situación identificamos, en medidas cautelares impuestas, y el porcenta-
2008, 11 casos de hurto en los que no se utilizó je más alto de prescindencia de la persecución

Gráfico 34 Gráfico 35
Medida cautelar decretada en casos de hurto Medida cautelar decretada en casos de rapiña
Montevideo Montevideo
En porcentajes En porcentajes

63
Justicia penal juvenil

penal, fundada generalmente en el artículo 104 vación de libertad al inicio de los procedimientos.
del CNA.74 ¿Dónde está el principio de excepcionalidad de la
Esta modalidad ha ido corrigiéndose con los privación de libertad? ¿Dónde está el principio
años. En el primer año de aplicación del CNA, los de inocencia? ¿Y dónde los fines procesales que
casos en los que se prescindía de la persecución debe perseguir este tipo de medidas cautelares?
penal y/o se clausuraba el proceso representa- La pertinencia de estas interrogantes es absolu-
ban el 52% del total, pero en 2006 fueron el 34%; ta cuando encontramos que en el último período
en 2007, el 33%, y en 2008, el 11%. También en analizado en Montevideo las medidas cautelares
Paysandú encontramos porcentajes altos de ca- privativas de libertad (internaciones provisorias
sos en los que se da la clausura, prescindencia de y arrestos domiciliarios) representaron el 84%
acción legal o sobreseimiento, lo que sucedió en de los casos.
el 50% de los casos en 2007 y en el 20% en 2008. El empleo de la privación de libertad
En Montevideo esto se constató en un 9% de los como medida cautelar al inicio de los procedi-
casos en 2006, un 4% en 2007 y un 3% en 2008. mientos debe ser excepcional. Estro trae como
En Salto no es usual que encontremos este fenó- consecuencia la necesidad de que los jueces
meno, que en el último período analizado tuvo utilicen las previsiones normativas referidas
tres casos. a una pluralidad de otras medidas distintas a
Si bien se podría en principio considerar sa- la privación de libertad y que el INAU imple-
ludables estas prácticas, en orden a lo que puede mente efectivamente programas respetuosos
ser la aplicación del principio de mínima inter- del principio de inocencia, que se encarguen
vención que debe regir a una justicia penal ju- del control y la ejecución de esas medidas no
venil acorde con la CDN, ellas son violatorias de privativas de libertad.
una serie de garantías procesales básicas, entre La utilización excesiva de este tipo de me-
las cuales se encuentra el principio de jurisdic- didas queda ratificada cuando encontramos que
cionalidad. Este principio implica la prohibición en prácticamente uno de cada cuatro casos en
de ser detenido si no es por orden de un juez y los que se impone la internación provisoria no
sobre la base de un juicio.75 Asimismo, estas se adopta una sanción privativa de libertad. Para
prácticas constituyen un claro incumplimiento que esta regla no quede en letra muerta debe
no solo de buena parte de las normas procesa- existir una limitación legal de la privación de
les del CNA, sino también de la propia estructura libertad en las sentencias. Es decir, si existiera
procesal instaurada por él. La medida cautelar es una limitación para disponer una sanción priva-
utilizada como una pena autónoma, ya no antici- tiva de libertad en las sentencias, en esos casos la
pada, dado que el juicio nunca llega y tampoco lo privación de libertad no se podría aplicar como
hace la sentencia. medida cautelar. La legislación debe limitar la
discrecionalidad judicial a los efectos de que las
7. Conclusiones y recomendaciones medidas cautelares privativas de libertad se uti-
Una de las características más preocupantes licen únicamente cuando exista una finalidad
del sistema es la elevadísima utilización de la pri- procesal.

74. Este artículo dispone que en cualquier estado del proceso el juez puede, oyendo al Ministerio Público, al adolescente y a su
Defensa, prescindir total o parcialmente de la persecución penal, o limitarla a una o varias infracciones, de alguna o de todas las
personas que hayan participado en el hecho, cuando se trate de un hecho que, por su escasa gravedad o lo exiguo de la contribu-
ción del partícipe, haga innecesaria una medida, o cuando el adolescente haya sufrido, a consecuencia del hecho, un daño físico o
moral grave.
75. Cf. Luigi Ferrajoli, Derecho y razón. Teoría del garantismo penal, 7.a ed., Trotta, Madrid, 2005, pp. 538-539 y 555.

64
VIII. ¿Proceso o mero ritual?

1. Planteamiento del problema arbitrario de ese poder.76 El ejercicio de la defen-


El problema abordado en el presente apar- sa presupone la posibilidad de tener una partici-
tado es consecuencia de la situación descrita en pación real del adolescente sometido a proceso.
los anteriores. Una vez iniciado el proceso con la El principal problema que se suscita en re-
resolución final de la audiencia preliminar, en lación con el derecho a la defensa en el sistema
vez de desarrollarse la etapa más importante —o penal juvenil no refiere a deficiencias normativas
que menoscaben su ejercicio, ni tampoco a pro-
sea, el contradictorio, el debate y su decisión fi-
blemas en el acceso. En nuestro sistema de admi-
nal—, encontramos que sucede muy poco. Esta
nistración de justicia, el ejercicio del derecho a la
circunstancia puede obedecer a diversas razo-
defensa tiene una estricta relación con el servicio
nes, muchas de ellas incluso atendibles. Pero la
de asistencia letrada de oficio que brinda el pro-
transformación de actos esenciales como la de-
pio Poder Judicial, y este servicio suele ser acce-
manda acusatoria y la contestación de la Defensa
sible a los adolescentes. El principal problema se
en meros ritualismos debe preocuparnos porque
relaciona con la baja intensidad de la actuación
implica una disminución de las garantías para el
de estos profesionales y su falta de especializa-
adolescente sometido al proceso. ción en los departamentos del interior del país.
La problemática responde a una situación La Constitución reconoce la importancia de
general de nuestro derecho penal, tanto de adul- este derecho al prever, en su artículo 16, la ac-
tos como de adolescentes, que lleva a discutir en tuación de la Defensa en los procesos penales y
el mismo espacio la determinación de respon- al exigir que la declaración del acusado sea to-
sabilidad y la individualización de la pena. Esto mada en presencia de un abogado defensor. El
generalmente trae como consecuencia que el se- derecho a ser asistido por un abogado constituye
gundo de los aspectos cobre preeminencia, de- una parte integral del derecho a un juicio justo y
jando rezagado o eliminando el debate sobre la es el primer derecho procesal.77 La CDN refiere
responsabilidad, es decir, sobre los hechos y la al derecho a la defensa material cuando indica
participación del adolescente en ellos. que el niño tiene derecho a ser oído y a que sean
La defensa en juicio es una garantía frente tomadas en cuenta sus opiniones, y al derecho a
al ejercicio del poder punitivo estatal, y su objeto la defensa técnica al señalar la necesidad de la
es proteger al adolescente sometido a un proceso asistencia jurídica.78 El derecho a participar en el
por infracción a la ley penal ante un eventual uso proceso enriquece el derecho a la defensa, en la

76. Cf. Julio Maier, Derecho procesal penal, tomo I, Editores del Puerto, Buenos Aires, 1996, pp. 539-595.
77. Cf. Mary Beloff y Martín Perel, “El derecho de defensa como primer derecho (procesal): el derecho a una defensa técnica en ma-
teria penal según la jurisprudencia”, en Florencia G. Plazas y Luciano A. Hazan (comps.), Garantías constitucionales en la investigación
penal. Un estudio crítico de la jurisprudencia, Editores del Puerto, Buenos Aires, pp. 197 ss.
78. El artículo 40.2.b.ii y iii establece en forma amplia el derecho de todo niño a un asesor jurídico u otro tipo de asesor en el
marco de un proceso penal juvenil, y el artículo 37.d establece el derecho de todo niño privado de libertad a un acceso pronto a la
asistencia jurídica y otra asistencia adecuada. Las Reglas de las Naciones Unidas para la Administración de la Justicia de Menores,
Justicia penal juvenil

medida en que implica el derecho del adolescente a que dictarlo sin más trámite.83 En esta fase del
obtener que comparezcan los testigos y se los inte- procedimiento se desarrolla el debate sobre la
rrogue,79 a no declararse culpable80 y a no ser obli- causa entre las partes del proceso. En el régimen
gado a suministrar elementos que lo incriminen.81 vigente se trata, además, de una fase obligatoria.
En definitiva, el principal obstáculo para la En cuanto a la actitud del Ministerio Público
efectiva vigencia del derecho a la defensa está en los casos en los que se le confirió la vista re-
dado por la forma en que se desarrolla el servi- ferida, la proporción de sobreseimientos que en-
cio, lo que se expresa en el escaso contacto del contramos en Montevideo fue del 0,5% en 2007
abogado defensor con el adolescente y el bajo y del 1% en 2006. En 2008 todas fueron acusa-
porcentaje de casos en los que contradice al fiscal ciones, sin ningún caso de sobreseimiento.
o impugna las decisiones judiciales. En Salto hubo acusaciones en todos los ca-
sos en 2006, 2007 y 2008, mientras que en el
primer año de aplicación del CNA se había regis-
2. La demanda acusatoria
trado un 3% de sobreseimientos. En Maldonado
Luego de vencido el plazo para el diligencia- se observa una disminución muy importante de
miento de la prueba que haya sido ordenada en la la proporción de sobreseimientos, que represen-
audiencia preliminar, el Ministerio debe pronun- taron el 48% en el primer año de aplicación del
ciarse en seis días en referencia a si acusa o no al CNA, el 10% en 2006, el 25% en 2007 y apenas
adolescente.82 Si deduce acusación, esta debe ser el 3% en 2008. En Paysandú los sobreseimien-
fundada. En ella hay que relacionar las pruebas tos alcanzaron al 7% de los procesos iniciados en
ya diligenciadas, analizar los informes técnicos 2007 y al 3% en 2008.
y formular los presupuestos fácticos, jurídicos y El artículo 76.8 del CNA otorga al Ministe-
técnicos de la imputación. Pero si el Ministerio rio Público un plazo perentorio de seis días para
Público solicita el sobreseimiento, el juez tiene que evacue la vista conferida.84 Este es un plazo

en su regla 15.1, establecen el derecho de los adolescentes a ser representados por un asesor jurídico durante el proceso o a soli-
citar asistencia jurídica gratuita (ver también regla 7.1). Asimismo, las Directrices de las Naciones Unidas para la Prevención de la
Delincuencia Juvenil, que en su punto 57 expresan que los Estados deben tener servicios de defensa jurídica de los niños. También
PIDCP, artículo 14.3.b y d; DUDH, artículos 10 y 11, y CADH, artículo 8.2. A esta asistencia técnica se le suma la asistencia que le
pudieran dar sus familiares o representantes legales: CDN, artículo 40.3.b.iii, y Reglas de Beijing, reglas 7 y 15.1 y 2.
79. CDN, artículos 40.2.b.iv; 40.3.b.iv, y 12; Reglas de Beijing, regla 7. Ver también: Comité de los Derechos del Niño, Observación
general n.o 10, “Los derechos del niño en la justicia de menores”, § 59:
“La garantía reconocida en el inciso iv) del apartado b) del § 2 del artículo 40 de la Convención pone de relieve que debe obser-
varse el principio de igualdad entre las partes (es decir, condiciones de igualdad o paridad entre la defensa y la acusación) en la
administración de la justicia de menores. La expresión ‘interrogar o hacer que se interrogue’ hace referencia a la existencia de dis-
tinciones en los sistemas jurídicos, especialmente entre los juicios acusatorios y los juicios inquisitorios”.
80. CDN, artículo 40.2.b.iv. El derecho a guardar silencio se encuentra previsto, además, en DUDH, artículo 11; PIDCP, artículo 14.2,
y CADH, artículo 8.2.g.
81. CDN, artículo 40.3.b.iv y Reglas de Beijing, regla 7.
82. La acusación es la demanda que formula el Ministerio Público, en su calidad de parte actora y titular de la pretensión punitiva
contra el adolescente, por lo que debe contener una solicitud al juez de la causa, para que en la sentencia definitiva declare que
esa persona sometida a proceso es responsable de la infracción que se le imputa. Asimismo, el Ministerio Público debe explicitar
qué tipo de medida solicita y por qué período de tiempo. Este acto procesal, además, delimita el objeto del juicio, en tanto cumple
una función garantizadora al evitar las acusaciones sorpresivas y permitir una defensa adecuada.
83. El sobreseimiento es la renuncia a ejercer la acción punitiva referida. En el caso de que esta sea la actitud del Ministerio Público,
el juez debe dictarlo sin más trámite, con lo que se clausuran las actuaciones.
84. Que ese plazo sea perentorio significa que llegado a su fin se extingue, caduca, precluye, en forma automática, de pleno dere-
cho y sin necesidad de acto alguno de la Defensa o del juez, la facultad de realizar el acto procesal para el que la ley otorgó el plazo
referido.

66
especialmente trascendente, puesto que, de no En Montevideo, en un 99% de los casos la
acusar dentro de sus límites, pierde su única Defensa contestó las acusaciones tanto en 2006
oportunidad de hacerlo. Para el control de su como en 2007, y lo mismo ocurrió en el 98% de
cumplimiento tomamos como fecha de inicio los casos en 2008. Sin embargo, en los depar-
del plazo aquella en que se notificó al Ministerio tamentos del interior encontramos porcentajes
Público. Y si bien no encontramos porcentajes más altos en los que las acusaciones no se con-
significativos de incumplimiento, hallamos ca- testaron. En 2008, por ejemplo, en el 9% de los
sos en los que esto ocurrió en todos los períodos casos de Maldonado en los que hubo acusación la
analizados. Defensa no contestó. En Paysandú esto ocurrió
en el 14% de los casos, y en Salto en el 48%.
Los altos porcentajes de allanamientos dan
3. El traslado a la Defensa
cuenta de una baja intensidad en la actividad de
Luego de la acusación fiscal, según el artícu- la Defensa, así como de la ausencia de estándares
lo 76.8 del CNA, se le debe dar traslado de la acu- claros de calidad para su ejercicio.86
sación formulada a la Defensa, que dispone de En cuanto a los casos en los que la Defen-
seis días hábiles para ofrecer prueba, allanarse sa se allanó, conforme surge de los gráficos 36 y
o contradecir.85 Los escritos de contestación de 37, distinguimos las situaciones de allanamien-
la Defensa se han caracterizado en todos los pe- to total a la pretensión del Ministerio Público y
ríodos analizados por su brevedad y por impor- aquellas en que, si bien medió allanamiento, se
tantes porcentajes de allanamiento, tanto parcial contradijo la duración de la medida solicitada en
como total. la acusación.

Gráfico 36
Allanamientos de la Defensa
En porcentajes

85. Entendido el allanamiento como el acto de conformarse con una demanda o decisión.
86. En Paysandú no presentamos todos los datos en la gráfica porque en 2006 hubo solo dos casos de allanamiento, y en el primer
período analizado, en la mitad de los seis casos ocurrió lo mismo.

67
Justicia penal juvenil

Gráfico 37
Allanamientos totales de la Defensa
En porcentajes

En Paysandú encontramos en 2008 que en esto hubiera ocurrido. En Maldonado, Paysandú


el 12% de los casos los allanamientos fueron to- y Salto no encontramos ofrecimiento de prueba
tales. La disminución de los allanamientos to- por la Defensa en 2006, pero hallamos un caso
tales que se observa en Montevideo da cuenta en Salto en 2007 y dos casos en 2008, uno en
de una práctica cada vez más generalizada de Maldonado y otro en Paysandú.
la Defensa: solicitar únicamente —sin mayor La consecuencia de esta forma de funcio-
desarrollo argumental— una disminución de la namiento del sistema penal juvenil es una baja
duración de la medida solicitada por el Ministe- intensidad del contradictorio y de la prueba; es-
rio Público. pecialmente cuando se trata de prueba referida a
De acuerdo con lo dispuesto en el artículo los hechos, pero no así en lo que refiere a la in-
76.8.2 del CNA, la Defensa, en oportunidad de vestigación del adolescente. Estimamos que las
contestar la acusación fiscal, puede ofrecer y so- problemáticas explicitadas no se deben a una
licitar el diligenciamiento de nuevas pruebas. Sin cuestión de diseño, ya que el CNA reconoce las
embargo, son muy pocos los casos en que efecti- garantías y una estructura procesal adecuada.
vamente lo hace. Sin perjuicio de ello, es posible que pueda traer
Tanto en 2006 como en 2007, en solo el 2% consecuencias favorables una modificación en
de los casos montevideanos encontramos que el el diseño procesal dirigida a dividir el debate
defensor, al contestar la acusación fiscal, ofreció en dos partes, una exclusivamente destinada a
y solicitó el diligenciamiento de nuevas pruebas. discutir la responsabilidad y otra a determinar
En 2008 no registramos ningún caso en el que consecuencias.87

87. Cf. Alberto M. Binder, Iniciación al proceso penal acusatorio, Campomanes, Buenos Aires, 2000, p. 80, y Mary Beloff, “Los nuevos
sistemas de justicia juvenil en América Latina (1999-2006)”, en Justicia y Derechos del Niño, n.o 8, Santiago, 2006, p. 48:
“Debe preverse la cesura del debate […] de modo de diferenciar claramente la discusión en relación a la responsabilidad por el
hecho, de la discusión en torno a la sanción o medida a aplicar, en donde las circunstancias personales y de mayor o menor vulne-
rabilidad del joven infractor solo pueden operar como un correctivo que disminuya el reproche por el hecho”.

68
4. La Defensa de los adolescentes y el artículo 37.d establece el derecho de todo
Tal como surge del cuadro 17, la Defensa de niño privado de libertad a un acceso pronto a la
los adolescentes generalmente se encuentra en asistencia jurídica y otra asistencia adecuada.
manos de los profesionales que se desempeñan Las Reglas de las Naciones Unidas para la Admi-
en el Servicio de Asistencia Letrada de Oficio que nistración de la Justicia de Menores establecen
brinda el propio Poder Judicial. (regla 15.1) el derecho de los adolescentes a ser
representados por un asesor jurídico durante el
proceso o a solicitar asistencia jurídica gratuita.
Cuadro 17
También las Directrices de las Naciones Unidas
Defensa de los adolescentes para la Prevención de la Delincuencia Juvenil, en
Todos los períodos
su punto 57, expresan que los Estados deben te-
En porcentajes
ner servicios de defensa jurídica de los niños.89
Maldonado Montevideo Paysandú Salto La Corte Europea ha señalado que, sin per-
Defensa juicio de la asistencia de un defensor, la partici-
89,0 93,0 92,0 85,0
pública pación real del joven en el proceso presupone su
Defensa capacidad de comprender “globalmente la natu-
6,1 3,5 3,6 9,8
privada raleza y lo que se juega en juicio, concretamente
Ambas 5,3 3,5 4,3 5,7 el alcance de toda pena que se puede imponer.
Ello significa que el interesado […] debe estar
En el servicio de defensa pública descansa en condiciones de comprender a grandes rasgos
la efectiva protección de los derechos de los ado- lo que se diga en el tribunal. Debe ser capaz de
lescentes sometidos a proceso y el respeto de las seguir las palabras de los testigos de cargo y, si
garantías establecidas a su favor.88 El Estado de- está representado, de exponer a sus abogados su
bería ver el derecho a la defensa como una priori- versión de los hechos, señalarles cualquier decla-
dad, y dotarlo de recursos humanos y materiales ración con la que no esté de acuerdo e informales
adecuados, además de brindar a los defensores, de cualquier hecho que merezca ser presentado
y en especial a quienes ejercen la defensa de ado- para su defensa”.90
lescentes en el interior del país, las necesarias es- Asimismo, el artículo 74 del CNA refiere a
pecialización y capacitación permanentes. los principios que rigen el proceso penal juvenil
La CDN refiere al derecho a la defensa ma- expresando que en él debe asegurarse el cumpli-
terial al disponer, en su artículo 12, que el niño miento estricto de las garantías del debido pro-
tiene derecho a ser oído y que se deben tener en ceso, y en su literal F establece específicamente
cuenta sus opiniones en los procedimientos en el principio de inviolabilidad de la defensa. De
los que están en juego sus derechos e intereses. acuerdo con este principio, el adolescente tiene
El artículo 41 —que ya hemos comentado— re- derecho a contar en forma permanente con asis-
fiere a la defensa técnica al señalar la necesidad tencia jurídica gratuita, especializada, pública o
de la asistencia jurídica. Asimismo, el artículo privada, a partir de la detención, durante el pro-
40.2.b.III establece en forma amplia el derecho ceso y hasta la ejecución completa de las medidas.
de todo niño a un asesor jurídico u otro tipo de El siguiente literal del mismo artículo refiere al
asesor, en el marco de un proceso penal juvenil, principio de libertad de comunicación, conforme

88. El servicio de defensa pública es subsidiario de la defensa privada y está destinado a asistir a las personas de los sectores más
vulnerables de la sociedad, entre las cuales se encuentra la amplia mayoría de los adolescentes intervenidos.
89. En el ámbito internacional también: artículo 14.3.b y d y 14.4 del PIDCP; artículo 8.2.c a f de la Convención Americana de Dere-
chos Humanos.
90. Sentencia de la Corte Europea de Derechos Humanos de 15 de junio de 2004, caso S. C. contra Reino Unido, § 29 apud Mau-
ricio Duce J., “El derecho a un juzgamiento especializado de los jóvenes infractores en el derecho internacional de los derechos
humanos y su impacto en el diseño del proceso penal juvenil”, en Ius et Praxis, año 15, n.o 1, p. 101.

69
Justicia penal juvenil

al cual el adolescente tiene derecho, durante una res a este estudio. Sin perjuicio de ello, debemos
privación de libertad, a comunicarse libremente señalar la presencia de porcentajes bajos de ape-
y en privado con su defensor.91 Es decir que para laciones en la muestra relevada. En Montevideo
un adecuado ejercicio de este derecho, el adoles- encontramos apelaciones en el 6% de los casos
cente y su abogado deben disponer del tiempo y en 2008, en el 3% en 2007, en el 5% en 2006
los medios adecuados para la preparación de su y en el 2% en el primer período. En Maldonado
defensa.92 Toda comunicación entre ambos, in- no encontramos ningún caso de apelación en los
cluso la telefónica o epistolar,93 deberá realizarse tres últimos períodos analizados, y un solo caso
en condiciones que garanticen que se respetará en el primero. En Paysandú solo se registraron
plenamente la confidencialidad. cuatro casos de recursos en 2008. En Salto no
Es evidente que una asistencia jurídica efi- hubo casos en ninguno de los períodos.
caz requiere tanto de la debida diligencia como Por último, corresponde mencionar que el
de que los abogados cumplan una serie de obli- artículo 76.14 del CNA dispone que al proceso
gaciones profesionales básicas. A los efectos de penal juvenil se aplique el régimen impugnativo
asegurar la calidad de la defensa es preciso que establecido en los artículos 253 y 254 del Códi-
se adopten modelos de supervisión de las prácti-
go General del Proceso. Esta disposición prevé
cas profesionales y se permita a los adolescentes
también la apelación automática de las senten-
presentar quejas acerca de su asistencia legal. Un
cias cuando la medida de privación de libertad
sistema de administración de justicia respetuoso
impuesta tiene una duración superior a un año.
de los derechos de los adolescentes debe asegu-
rarles el acceso a un servicio de asistencia legal
de calidad, de modo de garantizar su derecho a
6. Conclusiones y recomendaciones
una defensa en juicio. Un proceso judicial correctamente estruc-
turado contiene una discusión sobre los hechos
5. Medios de impugnación que lo motivan y sobre el derecho aplicable. La
Los medios de impugnación son aquellos estructura procesal propuesta por el CNA con-
mecanismos reconocidos por el derecho para templa esta etapa, pero la práctica de nuestros
contradecir, cuestionar, rebatir o criticar una tribunales la ha vaciado de sustancia. Lo que
decisión judicial que se considera errónea, agra- encontramos es una serie de actos rituales que
viante o perjudicial para la parte impugnante. Los tienen escasísima incidencia en el resultado del
recursos están dirigidos a provocar su revisión, proceso, en los que no se desarrolla la discusión
ya sea por el juez que la dictó o por otro superior antes referida.
en jerarquía. En el primero de los casos habla- Estimamos que esto sucede en gran medi-
mos de recursos de reposición, y en el segundo, da por la actuación de la Defensa en los proce-
de recursos de apelación. Los de apelación son dimientos. La demanda acusatoria suele ser un
recursos ordinarios resueltos en el proceso penal acto procesal completo, en el cual es usual encon-
juvenil por los tribunales de apelaciones en ma- trar una relación de las pruebas diligenciadas, un
teria de Familia. análisis o al menos una referencia a los informes
La propia dinámica de nuestro relevamiento técnicos, y la formulación de los presupuestos
indica que pueden existir apelaciones posterio- fácticos, jurídicos y técnicos de la imputación.

91. A su vez, el artículo 76 del CNA, al tratar las actuaciones previas al proceso, prescribe como cometido de la autoridad policial
el informar al adolescente del derecho que tiene de designar defensor. El mismo artículo indica más adelante que es obligatoria
—bajo pena de nulidad— la intervención de la Defensa en la audiencia preliminar y en la audiencia final. La Ley de Procedimientos
Policiales, en su artículo 64, expresa que cuando se trate de procedimientos que involucren a adolescentes presuntamente infrac-
tores de la ley penal, se estará a lo dispuesto por el literal F del artículo 74 del CNA.
92. PIDCP, artículo 14.3.b. En el mismo sentido: Principios Básicos sobre la Función de los Abogados, principio 21.
93. CDN, artículo 40.2.b,vii.

70
Sin embargo, no encontramos en los escritos de los efectos de impedir el desarrollo de prácti-
contestación el mismo rigor. cas como las mencionadas se requieren algunas
El allanamiento es la principal actitud de la modificaciones al texto legal. Específicamente
Defensa en los procesos, y en muchos casos se creemos conveniente dividir el debate en dos
trata de allanamientos totales. La posibilidad de partes: una dedicada al análisis de la existencia
pedir el diligenciamiento de prueba de descargo del hecho y la determinación de la responsabi-
es muy poco utilizada, las apelaciones constitu- lidad, y otra referida a la individualización de la
yen una rareza en este tipo de procedimientos, y pena.
en definitiva el proceso se termina desarrollando Por último, a los efectos de asegurar la ca-
en la dirección que le hayan dado las primeras lidad de la defensa es preciso que se adopten
actuaciones. modelos de supervisión de las prácticas profesio-
Estimamos que, si bien el CNA reconoce las nales y se permita a los adolescentes presentar
garantías y una estructura procesal adecuada, a quejas acerca de su asistencia legal.

71
IX. La finalización del proceso

1. Planteamiento del problema de Maldonado, en el 48 y el 79% de los casos de


Luego de un proceso casi sin debate, en el Paysandú, y en el 89 y el 81% de los casos de Sal-
cual se ritualiza un trámite y difícilmente se in- to, siempre para cada período respectivamente.
corporan nuevos elementos, nos encontramos La situación en Maldonado —y en alguna medida
con una audiencia final que termina constitu- en Paysandú— en 2007 se explica por la práctica
yendo un ritual más. De más está decir que se en dichos departamentos de poner fin al proceso
trata —desde el punto de vista formal— del acto de las formas antes mencionadas. Asimismo, en
procesal más trascendente del sistema. 2008 encontramos en estos departamentos una
La propia idea de un sistema penal juvenil variación, que implicó una disminución de los
como un sistema de responsabilidad especial procesos finalizados por clausura del proceso o
para las personas menores de 18 años de edad prescindencia de la acción penal, y un aumento
reposa en el concepto de que debe existir una de los dictados de sentencia.94
En todos los expedientes relevados en el úl-
audiencia final con el adolescente presente y el
timo período analizado se constata la presencia
dictado de una sentencia.
del Ministerio Público y la Defensa, salvo algu-
na excepción respecto del Ministerio Público en
2. La audiencia final
Salto en 2006 y en Montevideo en 2007. En Sal-
De acuerdo con la dinámica de plazos breves to comenzamos a registrar, en 2007 y 2008, un
instaurada por el CNA, en el momento de rele- aumento muy significativo de casos en los que no
var la información de los expedientes estos debe- comparecen en la audiencia final ni la Defensa ni
rían haber alcanzado audiencia final y sentencia el Ministerio Público (51 y 77% respectivamen-
en primera instancia, pero en la práctica ello no te en 2007, y aún más grave fue la situación en
ocurrió en todos los casos. La metodología que 2008, cuando no comparecieron en el 86 y el 91%
hemos descrito es la que consideramos apropia- de los casos). Esto se explica por la práctica, se-
da para realizar un seguimiento de las prácticas ñalada en nuestro anterior informe, de notificar
judiciales en forma paralela a su desarrollo. a las partes de la sentencia, e implica un incum-
El artículo 76.10 del CNA refiere a la nece- plimiento sistemático de la normativa vigente.
sidad de que se celebre una audiencia final en la En cuanto a la presencia del adolescente en
cual, bajo pena de nulidad, deben participar el la audiencia final, esta se verifica en todos los ca-
adolescente, la Defensa y el Ministerio Público. sos en Maldonado, mientras que en Montevideo
Asimismo, se prevé la presencia eventual de los y en Paysandú hay algunas excepciones no sig-
padres o responsables del adolescente, y de la nificativas en términos porcentuales en los dos
víctima, si estos sujetos lo solicitan. últimos períodos analizados.
En 2007 y 2008 encontramos que hubo au- También en este caso resulta problemática
diencia final en el 88 y el 87% de los casos inicia- la situación en Salto, donde no se observa la pre-
dos de Montevideo, en el 39 y el 89% de los casos sencia del adolescente en el 54, el 29 y el 45% de

94. Ver el capítulo VII.


Justicia penal juvenil

Gráfico 38
Presencia de los padres o responsables en la audiencia final
En porcentajes

las audiencias finales de los períodos 2006, 2007 3. Las sentencias


y 2008, respectivamente. El incumplimiento de La sentencia definitiva implica un pronun-
la normativa vigente en este caso es también evi- ciamiento jurisdiccional sobre el litigio, sobre el
dente y grave. pedido efectuado por el Ministerio Público en su
Comparecieron por lo general uno de los demanda acusatoria. Como tal, pone fin a la ins-
progenitores del adolescente o ambos, en parti- tancia mediante la absolución o la condena del
cular las madres. adolescente. En los casos en que hay una sentencia
En referencia a la posibilidad de que las de condena, se imponen a los adolescentes penas,
víctimas de las infracciones participen en la au- que el CNA denomina medidas socioeducativas.
diencia final, en el departamento de Montevideo El contenido de estos fallos no puede ser otro
únicamente constatamos que se haya concretado que el de una declaración de responsabilidad, por
esa situación en un caso de 2006, uno de 2007 y corresponder esto a la expresión utilizada en múl-
el 6% de las audiencias finales de 2008. tiples artículos del CNA (70, 73, 74.B, 75, 77, 79,
Algunos autores han entendido —aunque el 86, y 103.1) y por ser, además, la única solución
artículo no lo señala— que en esta audiencia se coherente con la idea misma de que esta norma
debe diligenciar la prueba de descargo ofrecida representa la adopción de un sistema de respon-
por la Defensa en oportunidad de contestar la sabilidad penal juvenil. El CNA, en el numeral 12
acusación.95 En nuestro relevamiento solo iden- de su artículo 79, refiere al contenido de la senten-
tificamos cuatro casos en los que hubo actividad cia. En el caso de que se dispongan medidas so-
probatoria en la audiencia final, uno en 2006 y cioeducativas, las sentencias serán dictadas con la
otro en 2007 en Montevideo, uno en 2007 en finalidad de preservar el interés del adolescente.
Salto y uno en 2008 en Maldonado. Asimismo, se dispone que la privación de libertad

95. Cf. Jacinta Balbela y Ricardo Pérez Manrique, Código de la Niñez y la Adolescencia, anotado y comentado, ley 17.823, B. de F.,
Montevideo, 2005, p. 144.

74
solo se use como medida de último recurso y du- 4. Pruebas relacionadas en la sentencia
rante el período más breve que proceda. Además, Las sentencias deben contener una exhaustiva
en estos casos se debe fundamentar por qué no es relación de las pruebas que fundamentan el fallo.
posible aplicar otra medida distinta. Dentro del concepto de motivación de la senten-
En cuanto a la forma, el numeral 11 del mis- cia quedan comprendidas tanto su fundamenta-
mo artículo dispone que la sentencia debe ser es- ción fáctica como su fundamentación jurídica. En
crita y redactada de un modo breve y claro, para el presente apartado analizaremos, para cada uno
que pueda ser comprendida en todas sus partes de los departamentos, las pruebas relacionadas en
por el adolescente imputado. Es evidente que la sentencia, a fin de realizar un acercamiento a la
esta exigencia no debe ser vista como una limi- temática de su fundamentación fáctica en relación
tación a la labor de análisis argumental que toda con los medios de prueba empleados, y a su valo-
sentencia debe contener. La disposición en aná- ración en el marco del proceso.
lisis pretende que sea comprensible, pero esto Del cuadro 18 surge claramente la existencia
no excluye la necesaria motivación judicial. Esta de una importante consideración de la prueba
interpretación es adecuada a la exigencia de que obtenida por la agencia policial en las actuacio-
en lo pertinente se aplique el artículo 245 del Có- nes previas al proceso. Es preciso reiterar que se
digo del Proceso Penal. trata de prueba obtenida al margen de las garan-
En el marco del relevamiento efectuado de tías del debido proceso, y que por tanto es nula.
los expedientes iniciados en 2007 y 2008, en- En el apartado dedicado a las actuaciones pre-
contramos que se han dictado sentencias en el 96 vias al proceso nos hemos referido a la ilegalidad, en
y el 91% de los casos en Montevideo, en el 62 y el el régimen del CNA, del desarrollo de actividad pro-
87% en Maldonado, en el 46 y el 79% en Paysan- batoria por la Policía. Retomamos ahora esta temá-
dú, y en Salto en la totalidad de los casos de 2007 tica a los efectos de realizar algunas consideracio-
y en el 91% de 2008. nes acerca de las confesiones de los adolescentes.

Cuadro 18
Pruebas relacionadas en la sentencia
Montevideo
En porcentajes
Sí No S/d
2004 2004 2004
2006 2007 2008 2006 2007 2008 2006 2007 2008
-2005 -2005 -2005
Declaración de la víctima
81 91 65 78 14 6 18 20 4 3 17 2
ante autoridad policial
Confesión del
adolescente ante 80 51 44 44 16 47 47 48 3 2 9 8
autoridad policial
Declaración de testigos
21 42 40 33 75 45 51 57 3 13 9 10
ante autoridad policial
Reconocimiento ante
14 37 20 25 82 61 72 63 3 2 8 12
autoridad policial
Declaración de la víctima
89 94 89 95 7 2 2 5 4 4 9 —
en el juzgado
Confesión del
62 78 78 73 35 22 20 23 3 — 2 4
adolescente en el juzgado
Declaración de testigos
31 50 29 34 65 40 61 57 3 10 10 9
en el juzgado
Reconocimiento
71 75 74 69 25 25 22 28 3 — 4 3
en el juzgado

75
Justicia penal juvenil

La situación de especial vulnerabilidad de 5. Duración del proceso


los adolescentes detenidos en dependencias po- El derecho a ser juzgado en un plazo razo-
liciales, y la especificidad de tratarse de sujetos nable es una garantía general del debido proce-
en desarrollo (respecto de los cuales correspon- so en la legislación internacional, extensible y
de que el Estado adopte medidas especiales de reconocida por la normativa respecto al sistema
protección), tienen como consecuencia que la penal juvenil. El artículo 74.J del CNA consagró
confesión, entendida como el reconocimiento el principio de duración razonable, que tiene im-
que hace el imputado acerca de los hechos que se portancia estratégica porque la duración excesi-
le atribuyen, carezca de valor probatorio alguno, va de los procesos en la normativa anterior ponía
por no respetarse todas las garantías de protec- en crisis buena parte de las garantías penales, de
ción procesal. En el marco de un sistema respe- fondo y adjetivas.
tuoso de los derechos humanos de la infancia y la Los plazos de duración del trámite judicial
adolescencia no debe presentarse la posibilidad exceden las previsiones en la materia estableci-
de que los adolescentes rindan declaraciones que das por el CNA, sin perjuicio de que estos plazos,
pudieran corresponder a la categoría probatoria pese a su carácter perentorio, pueden excepcio-
de una confesión.96 nalmente, conforme lo establece el artículo 115
En definitiva, los datos analizados evidencian del propio CNA, ser suspendidos por el juez,
una tendencia generalizada a realizar la conver- quien debe fundar la medida y la duración de la
sión automática en “prueba” de los elementos reu- suspensión (pero sin establecer las consecuen-
nidos en la actuación policial, que como es obvio cias de este tipo de suspensiones, ni un meca-
no fueron producidos directamente en juicio.97 nismo para controlarlas). De todos modos, no

Gráfico 39
Tiempo transcurrido desde el dictado de la sentencia interlocutoria de inicio del proceso
hasta la sentencia definitiva*
En porcentajes
2007 2008

* La construcción de estos tramos se basó en meses calendario. Así, el tramo “entre 1 y 2 meses” corresponde a los casos que superan un mes
calendario pero no llegan a completar los dos meses calendario; el tramo “entre 2 y 3 meses” corresponde a los casos que superan los dos meses
calendarios pero no llegan a completar los tres meses calendario, etcétera.

96. Cf. Corte IDH, OC-17, § 129 y 131.


97. Cf. Alberto M. Binder, Iniciación al proceso penal acusatorio, Campomanes, Buenos Aires, 2000, p. 42.

76
hemos encontrado porcentajes significativos de remitiéndoles la copia correspondiente. Asimis-
suspensiones de los plazos legales dispuestas en mo encontramos audiencias finales en las que no
forma expresa, sino el incumplimiento de diver- comparece el adolescente, situación que también
sos plazos procesales cuya consecuencia es una tiene como consecuencia la nulidad. En todos es-
extensión temporal del proceso. tos casos, como los operadores prestan su con-
A partir de 2008 las oficinas estadísticas del sentimiento expreso o tácito, nadie denuncia las
Poder Judicial han empezado a relevar la dura- nulidades y el CNA queda en letra muerta.
ción de los procesos en los juzgados de Adoles- Las sentencias de una carilla con mengua-
centes y en los juzgados del interior con dicha dos fundamentos terminan siendo la conse-
competencia. Encontramos que la duración pro- cuencia de un proceso en el que poco o nada se
medio de los procesos en Montevideo en dicho debate. Pero una de las cuestiones más graves
año fue de 2,1 meses; la mínima, de 0,3 meses, y está dada por la costumbre de relacionar en la
la máxima, de 22,8 meses.98 sentencia la prueba obtenida en el ámbito poli-
cial sin las debidas garantías (incluso reconoci-
6. Conclusiones y recomendaciones mientos y confesiones).
La duración de los procesos no es un proble- En definitiva, es preciso establecer meca-
ma del sistema penal juvenil. Luego de cumplido nismos de supervisión del trabajo de los profe-
el tracto procesal analizado se llega, en plazos sionales del derecho en el ámbito de la justicia
relativamente breves, al momento del dictado penal juvenil. Los mecanismos de supervisión y
de una sentencia. El problema, como hemos ex- monitoreo deben abarcar todo el sistema penal
presado, es la ausencia de debate y la tendencia juvenil. Es decir, la evaluación periódica del fun-
a desnaturalizar los distintos actos del proceso. cionamiento del sistema debe incluir todos los
Esto ocurre claramente con la audiencia final, segmentos del sistema, incluso el segmento poli-
que si bien debe desarrollarse en todos los casos cial y el judicial. En referencia a este último seg-
de dictado de sentencia bajo pena de nulidad, en mento deben establecerse responsabilidades y
la práctica suele no realizarse por cuanto se recu- sancionarse las prácticas que originan nulidades
rre a notificar por escrito la sentencia a las partes por incumplimiento de la normativa vigente.

98. Cf. Poder Judicial, “Informe sobre procedimientos infraccionales de adolescentes”, 2008.

77
X. Proporcionalidad y sanciones

1. Planteamiento del problema juvenil establecido desde la CDN, de fundar la


La normativa internacional aplicable exige extensión de la pena en las necesidades educa-
que la respuesta penal deba ser determinada en tivas de los adolescentes. Conforme a las reglas
aplicación del principio de proporcionalidad: antes mencionadas, la aplicación de este tipo
de medidas se encuentra condicionada a la gra-
El sistema de justicia de menores hará hin- vedad del acto, en el que se requiere violencia
capié en el bienestar de estos y garantizará que contra la persona o reincidencia en lo que se de-
cualquier respuesta a los menores delincuentes nomina delitos graves.
será en todo momento proporcionada a las cir- Los principales problemas que se observan
cunstancias del delincuente y del delito.99 en el sistema penal juvenil en referencia a esta
temática son el incumplimiento del principio de
En virtud de este principio, debe existir proporcionalidad y la ya reiteradamente mencio-
proporcionalidad entre la gravedad del hecho y nada utilización de la privación de libertad como
la reacción penal que ella suscita, es decir que a respuesta privilegiada. Entre las circunstancias
menor entidad del injusto corresponde menor que terminan afectando la vigencia de este prin-
pena, y a menor participación del inculpado en cipio se encuentran la problemática asociada con
el delito también corresponde menor pena.100 En el consumo de drogas por los adolescentes y la
la aplicación del principio de proporcionalidad aún persistente confusión entre protección y sis-
debe tenerse en cuenta que la privación de liber- tema penal, que queda en evidencia.
tad es establecida como el último recurso y por el
menor tiempo posible, por lo cual termina fun- 2. Las sanciones
cionando no como el único criterio, sino como el En el presente apartado nos referiremos a
criterio que establece el máximo justificable. La las penas del sistema penal juvenil, que el CNA
proporcionalidad, conforme el artículo 40.4 de denomina medidas socioeducativas. Utiliza-
la CDN, debe relacionarse con las circunstancias remos indistintamente las expresiones penas,
del adolescente y con la infracción. sanciones y medidas socioeducativas, en el
Este tipo de consideraciones representa un entendido de que se trata de una coerción que
avance, en tanto refiere expresamente a la impo- impone una privación de derechos o un dolor, y
sibilidad, en el nuevo régimen de justicia penal que por otra parte no repara, restituye ni detiene

99. Reglas de Beijing, regla 5.1.


100. Cf. Corte IDH, caso de los Hermanos Gómez Paquiyauri, § 83, y caso Kimel contra Argentina, fondo, reparaciones y costas,
sentencia de 2 de mayo de 2008, serie C, n.o 177, entre otras. Comité de los Derechos del Niño, Observación general n.o 10, “Los
derechos del niño en la justicia de menores”, § 71:
“El Comité desea subrayar que la respuesta que se dé al delito debe ser siempre proporcionada, no solo a las circunstancias y la
gravedad del delito, sino también a la edad, la menor culpabilidad, las circunstancias y las necesidades del menor, así como a las
diversas necesidades de la sociedad, en particular a largo plazo. La aplicación de un método estrictamente punitivo no está en
armonía con los principios básicos de la justicia de menores enunciados en el § 1 del artículo 40 de la Convención [...]”.
Justicia penal juvenil

las lesiones en curso, ni neutraliza los peligros Asimismo, tratándose de sanciones de pri-
inminentes.101 vación de libertad, el criterio de proporcionali-
En el caso de las denominadas medidas socio- dad debe moderarse por aplicación de las reglas
educativas se postula, normativamente, que ten- de excepcionalidad y de máxima brevedad de
drán —como su nombre lo indica— carácter edu- este tipo de sanciones. El principio de excep-
cativo, procurarán la asunción de responsabilidad cionalidad y de máxima brevedad es una regla
del adolescente y buscarán fortalecer el respeto tradicional del derecho de menores, y como tal
de este por los derechos humanos y las libertades se encontraba consagrada en el artículo 124 del
fundamentales de terceros, así como el robusteci- Código del Niño de 1934. También hemos identi-
miento de sus vínculos familiares y sociales.
ficado casos en los cuales las sentencias refieren
La CDN, en su artículo 40.1, confiere especial
a los principios de benignidad y de menor aflic-
importancia a la promoción de la integración del
ción, y a la posibilidad de aplicar la privación de
adolescente, a la posibilidad de que este asuma
libertad ante un incumplimiento de la medida
una función constructiva en la sociedad y a que se
fortalezca su respeto por los derechos humanos y cautelar.
libertades fundamentales. Las Reglas de las Nacio- Las sentencias deben establecer concreta-
nes Unidas para la Protección de Menores Privados mente la responsabilidad del adolescente en re-
de Libertad desarrollan el postulado de la CDN y lación con el hecho que le fue imputado, o deben
disponen que el objetivo de la privación de libertad absolverlo. En los casos en los que existe una
debe ser la integración a la sociedad y la inserción sentencia condenatoria, el CNA exige que la san-
en la comunidad. El artículo 79 del CNA destaca ese ción impuesta tenga la finalidad de preservar el
carácter educativo, bajo la regla de la proporcio- interés del adolescente. La condena implica una
nalidad y la consideración de su idoneidad para decisión sobre el tipo de pena que se deberá apli-
lograr los objetivos normativos referidos. car y su duración.

Gráfico 40
Tipo de sanciones
Maldonado
En porcentajes

101. Cf. Eugenio Raúl Zaffaroni (con Alejandro Alagia y Alejandro Slokar), Derecho penal. Parte general, Ediar, Buenos Aires, 2000,
p. 43.

80
Gráfico 41
Tipo de sanciones
Montevideo
En porcentajes

En cuanto al tipo de sanciones dispuestas, Gráfico 42


se observaron elevados porcentajes de privación
Tipo de sanciones
de libertad en los dos primeros períodos en Mal- Paysandú
donado, pero encontramos una disminución en Todos los períodos
2007 y 2008, con el correlativo aumento de la
Cantidad de casos
utilización de la sanción de libertad asistida. Esta
modificación se explica por la aparición en dicho
departamento de nuevas ofertas de programas
de medidas no privativas de libertad.
En Montevideo hemos observado un au-
mento sostenido del empleo de la privación de
libertad como sanción en las sentencias, y tam-
bién un aumento de idénticas características res-
pecto de la libertad vigilada. Tal como surge de
los datos analizados, el cumplimiento del princi-
pio de excepcionalidad de la privación de libertad
es diverso en los cuatro departamentos analiza-
dos, pero Montevideo aparece claramente como
aquel en el que existe un mayor incumplimiento
de este principio.
En Paysandú y Salto la escasa cantidad de
casos con sentencias dictadas no nos permite
presentar la información en porcentajes, y lo
hacemos en número de casos por muestra. En Por último, en Salto se advierte una prefe-
Paysandú se registra una cantidad importan- rencia por las medidas no privativas de libertad.
te de casos en los que se utilizan como san- De los departamentos analizados este es el que
ción medidas distintas a las enunciadas por respeta en mayor medida el principio de excep-
el legislador. cionalidad de la privación de libertad.

81
Justicia penal juvenil

Gráfico 43
Tipo de sanciones
Salto
Todos los períodos
Cantidad de casos

Gráfico 44
Cómputo de agravantes
En porcentajes

El CNA no menciona ninguna circunstancia tes en el derecho penal juvenil, por aplicación del
agravante, pero en su artículo 73 se remite ex- principio de legalidad.102 Sin embargo, esta so-
presamente al Código Penal en lo relativo a las lución ha sido cuestionada con el argumento de
circunstancias que aminoran el grado de las in- que la no consideración de este tipo de circuns-
fracciones. Por otra parte, en el artículo 72.1 y 2, tancias vulneraría el principio de igualdad, en
al enumerar las infracciones gravísimas a la ley tanto se tratarían por igual conductas de similar
penal, menciona los delitos de lesiones agrava- tipicidad pero con gravedad dispar.
das y lesiones personales agravadas. En relación En todos los períodos analizados hubo im-
con este punto, la doctrina se ha manifestado en portantes porcentajes de utilización de las cir-
el entendido de que la solución de principio es la cunstancias agravantes al momento de determi-
imposibilidad de aplicar circunstancias agravan- nar la sanción.

102. Cf. Eduardo Pesce Lavaggi, Derecho penal juvenil. Lineamientos para su formulación dogmática, Carlos Álvarez, Montevideo,
2005, p. 78.

82
3. Medidas de protección y drogas El artículo 33 de la CDN impone la obliga-
El CNA ha representado un importante ción de que se tomen todas las medidas apropia-
avance al separar las competencias por moti- das para proteger a la infancia y la adolescencia
vos penales de las motivadas por la adopción de contra el uso ilegal de drogas. En la órbita de
medidas que genéricamente denominaremos de la competencia para adoptar medidas de pro-
protección. Los juzgados letrados de Adolescen- tección de derechos, tenemos otros artículos
tes son los competentes en primera instancia en referidos al tema. El CNA, por el solo hecho
materia de infracciones de adolescentes a la ley de abordar esta problemática, puede dar lugar
penal. En segunda instancia entenderán los tri- a una criminalización discriminatoria del con-
bunales de apelaciones de Familia. Esta norma sumo de sustancias psicoactivas por los adoles-
comienza a superar la indistinción tradicional centes, cuando se trata de una conducta que no
entre infracción y abandono, estableciendo la es reprochable penalmente a los adultos. Con-
competencia exclusiva específica en materia pe- viene recordar las Directrices de RIAD, cuya re-
nal juvenil para la primera instancia. gla VI.56 establece:
Pese a esta separación de competencias, la Ningún acto que no sea sancionado cuando
norma establece un nexo entre ambos procedi- lo comete un adulto puede ser sancionado cuan-
mientos. En el artículo 76 dispone que, cuando do lo comete un joven.103
el juez toma conocimiento de que el adolescente
sometido al proceso se encuentra en la situación La imprecisión terminológica del CNA
prevista en el artículo 117 de la misma norma para referirse a la temática se traslada a los
—amenazado o vulnerado en sus derechos—, debe expedientes judiciales, en los que se habla de
poner esto en conocimiento del juez de Familia, consumo, dependencia o adicción sin el menor
sin perjuicio de la actuación procesal referida a la rigor técnico. Además, estas calificaciones ge-
infracción. Esta posibilidad fue utilizada en 2008 neralmente son realizadas por las partes y los
en tres casos en Paysandú y en un caso en Salto. operadores intervinientes, sin que exista nin-
En 2007 esto ocurrió en dos casos en Montevideo gún tipo de diagnóstico médico. Pero no todas
y en otros dos en Paysandú. En 2006 se registra- las situaciones vinculadas con los adolescentes
ron estas situaciones en Maldonado y Montevi- y las drogas —legales o ilegales— tienen con-
deo, aunque muy excepcionalmente: 2% del total secuencias en los expedientes. Por esta razón,
en ambos departamentos. En el primer año de hemos optado por relevar los casos en los que
aplicación del CNA había alcanzado el 3% del total el expediente refiere a una situación de adic-
en Salto y el 2% en Maldonado y Montevideo. ción o dependencia.

Cuadro 19
El expediente refiere a una situación de adicción o dependencia
En porcentajes
Maldonado Montevideo
2004-05 2006 2007 2008 2004-05 2006 2007 2008
Surge 29 33 27 37 38 48 37 30
No surge 71 67 73 63 62 52 63 70

Paysandú Salto
2004-05 2006 2007 2008 2004-05 2006 2007 2008
Surge 5 10 29 31 17 14 7 10
No surge 95 90 71 69 83 86 93 90

103. Cf. Javier M. Palummo, “Abandono, amparo e intervenciones desde la defensa social”, en Justicia y Derechos del Niño, n.o 6,
UNICEF, Santiago, 2004, pp. 161-176.

83
Justicia penal juvenil

En un proceso por infracción, la conside- centes sometidos a proceso. Cada año encontramos
ración judicial de la circunstancia de adicción o porcentajes mayores de utilización de la medida
dependencia del adolescente a alguna sustancia de internación provisoria cuando el expediente
solo debe tener como consecuencia que se ordene hace referencia al consumo o dependencia.
la intervención de un programa de orientación y Las prácticas relativas a las situaciones de
tratamiento. Sin embargo, como habíamos ade- adolescentes sometidos a procesos por infrac-
lantado, en muchos casos estas circunstancias ción y respecto de los cuales se hace referencia
terminan fundamentando respuestas punitivas a una problemática de adicción o dependencia a
más duras para el adolescente. drogas quedan, de hecho, a medio camino de lo
La situación es cada vez más alarmante si im- tutelar, y cada vez están más lejos de ser inter-
plica, por la vía de los hechos, la criminalización del venciones fundadas en garantizar el derecho a la
consumo de sustancias psicoactivas por los adoles- salud.

Cuadro 20
Tipo de medida cautelar decretada
Montevideo
En porcentajes
Prohibición Prohibición
Obligación
Internación Arresto de acercarse de concurrir
de concurrir
provisoria domiciliario a la víctima a determinados
a la sede
u otras personas lugares y otras
2006 2007 2008 2006 2007 2008 2006 2007 2008 2006 2007 2008 2006 2007 2008
El expediente
refiere a una Sí 76,8 80,4 93,2 10,7 11,8 4,5 10,7 3,9 2,3 1,8 — — — — — 100
situación de
adicción o No 53,8 62,1 59,8 28,8 17,2 16,7 11,5 17,2 19,6 3,8 2,6 2,9 1,9 1,9 1,0 100
dependencia

Gráfico 45
Internación provisoria según si surge o no
una situación de adicción o dependencia
Montevideo
En porcentajes

84
Cuadro 21 de lo retributivo, sino por una defensa del princi-
pio de legalidad y no discriminación.
Se ordena la intervención
en un programa de tratamiento La proporcionalidad es el límite máximo de
Montevideo la utilización de una pena (sea privativa de liber-
En porcentajes de casos tad o no). Límite máximo porque, en virtud del
en los que se refiere adicción o dependencia principio de mínima intervención, excepcionali-
2004-05 2006 2007 2008 dad y mínima duración, la pena puede ser menor
45 45 18 9 de la que correspondería por estricta aplicación
del criterio de proporcionalidad. Pero nunca la
En los casos en que el expediente refiere si- pena puede ser desproporcionada a la conducta
tuaciones de adicción o dependencia, se ordena que se reprocha. No es posible usar argumentos
la intervención de un programa de orientación o como el peligro para la sociedad, las necesidades
tratamiento en porcentajes cada vez menores. La del niño o la falta de rehabilitación. Ese tipo de
construcción punitiva del fenómeno del consu- planteos han sido superados desde el punto de
mo de sustancias psicoactivas por los adolescen- vista teórico, y han sido criticados por no respe-
tes es cosa evidente. tar el principio de legalidad y dar lugar a prácticas
La separación formal y orgánica de las com- discriminatorias. Es decir, el criterio de propor-
petencias para la adopción de medidas de pro- cionalidad debe moderarse por aplicación de las
tección y medidas de tipo penal constituye uno reglas de excepcionalidad y de máxima brevedad
de los más importantes avances que introdujo el de este tipo de sanciones.
CNA. Con esta separación se le puso fin a la ju- Nuestro CNA permite una discrecionalidad
dicatura de menores. En el primer año de aplica- muy importante a la hora de disponer sanciones,
ción del CNA habíamos encontrado situaciones tanto en lo que refiere a su naturaleza (privativa
de confusión entre las dos competencias, que o no privativa de libertad) como en lo que refiere
dejaban claro que el sistema y los operadores es- a su duración. Esto tiene como consecuencia la
taban procesando los cambios introducidos por existencia de prácticas discriminatorias; es de-
la nueva normativa. El transcurso del tiempo ha cir, sanciones diferentes para conductas ontoló-
permitido una mejora de la situación descrita. De gicamente idénticas. Es conveniente modificar el
todas formas, aún se encuentran intervenciones CNA a los efectos de establecer criterios que limi-
de tipo penal en las cuales la respuesta, lejos de ten la discrecionalidad de los operadores judicia-
adecuarse a la conducta infraccional del adoles- les a la hora de determinar el tipo y el quántum
cente, se justifica implícitamente en la necesidad de las sanciones.
de protegerlo. La situación del consumo proble- Asimismo, tal como hemos visto en el pre-
mático de sustancias psicoactivas es un escenario sente capítulo, aún persisten prácticas que visua-
privilegiado para desarrollar estas prácticas. lizan las intervenciones de la justicia penal juve-
nil desde una óptica tutelar.
4. Conclusiones y recomendaciones Este tipo de criterios deben desarrollarse
En un sistema que expresa adoptar sancio- atendiendo al principio de proporcionalidad en-
nes socioeducativas y en un escenario en el cual tre la conducta objeto de reproche y la respuesta
se vuelve a discutir —especialmente en algunos penal. Esta modificación de la normativa vigente
ámbitos internacionales— la pertinencia de lla- debe limitar las hipótesis entre las cuales pueda
mar penal al sistema, ¿se debe excluir lo retribu- disponerse la privación de libertad en función de
tivo? La respuesta es no. Pero no por una defensa la gravedad de los delitos.

85
XI. Durante el período más breve que proceda

1. Planteamiento del problema Es decir que la pena no es retribución pura;


El último problema asociado al funciona- en la medida en que se ponga en evidencia que
miento del sistema penal juvenil que analizaremos cumplió con su aptitud socioeducativa, puede ser
en el presente informe es el referido a la perma- modificada o se puede decretar su cese. Es a esta
nencia de las medidas y sanciones. La idea de que posibilidad que refiere la CDN cuando expresa
se impongan sanciones de tipo socioeducativo se que la privación de libertad debe ser el último re-
relaciona con el principio de excepcionalidad de la curso y por el tiempo más breve que proceda.
privación de libertad y con la excepción a la retri-
bución pura, que tradicionalmente han tenido las 2. Duración de las sanciones
respuestas específicas de la justicia penal juvenil. El artículo 89 del CNA establece que el régi-
La pena individualizada puede flexibilizarse men de privación de libertad consiste en recluir
en modo y tiempo. Estas modificaciones tienen al adolescente en un establecimiento que asegure
como objetivo alterar el “contenido aflictivo de la su permanencia en el recinto, sin menoscabo de los
sanción impuesta”.104 derechos consagrados en ese Código, las normas

Gráfico 46
Tiempo de la privación de libertad dispuesta en sentencia definitiva
Maldonado, Montevideo, Paysandú* y Salto
En porcentajes

* Los datos incluyen a Paysandú en los períodos 2007 y 2008.

104. Mayra Campos Zúñiga y Ornar Vargas Rojas, “La jurisdiccionalización de la ejecución penal juvenil”, en Revista de Ciencias
Penales de Costa Rica, p. 110.
Justicia penal juvenil

constitucionales y legales y los instrumentos in- audiencia con presencia del adolescente, sus re-
ternacionales. La imposición de la privación de presentantes legales, la Defensa y el Ministerio
libertad, como hemos adelantado, se encuentra Público. Esta audiencia debe celebrarse en un
fuertemente condicionada por el régimen jurídi- plazo que no exceda los diez días a partir de la
co vigente. respectiva solicitud, y en ella hay que dictar una
En cuanto a los objetivos de las medidas de resolución fundada, con los informes técnicos
privación de libertad, además de los fines educa- que se estimen pertinentes.105
tivos y de preservación del interés superior antes Estas competencias implican judicializar fuer-
referidos, consagrados en los artículos 79 y 76.12 temente el proceso de ejecución de las sanciones:
del CNA, debemos tener en cuenta, como prin-
cipios especiales, la minimización de sus efectos Judicializar el proceso de ejecución no con-
perjudiciales y el fomento de la integración so- siste únicamente en generar mecanismos proce-
cial, conforme a lo dispuesto en la CDN y las Re- sales para el control de las penas, sino también
glas de las Naciones Unidas para la Protección de permitir que el condenado pueda defenderse, no
Menores Privados de Libertad. ya de la imputación sino de una ejecución desca-
rriada de la pena. Para ello se debe permitir que
Respecto al tiempo de privación de libertad
el condenado continúe contando con asistencia
dispuesto, los mayores porcentajes correspon-
técnica, de modo que pueda hacer valer sus de-
dieron a las sentencias que ordenaron la priva-
rechos y el conjunto de garantías que limitan su
ción de libertad por un plazo de seis meses. En actividad penitenciaria.106
los casos de sanciones superiores al año de pri-
vación de libertad, es preciso referir a lo dispues- En Montevideo, en 2007 y 2008, cuando
to en el artículo 76.14 del CNA, conforme al cual realizamos nuestro relevamiento, se habían soli-
corresponde la apelación automática cuando la citado licencias (autorizaciones temporales para
medida impuesta tenga esa duración. que el adolescente volviera a tomar contacto con
su ambiente familiar y comunitario) en el 32 y el
3. Licencias, modificaciones y ceses 47% de los expedientes en los que se dispuso la
El procedimiento para la modificación o el privación de libertad, respectivamente. Esto ha-
cese de las medidas está previsto en el artículo 94 bía ocurrido en el 46% de los casos de 2006 y en
del CNA. Este dispone que el cese de la medida el 28% en el primer año de aplicación del CNA.
se debe decretar, en cualquier momento, cuando Las licencias constituyen sin duda una ins-
resulte acreditado en autos que esta ha cumplido tancia necesaria para evitar la desocialización
su finalidad socioeducativa. que produce el encierro; tratan de efectivizar,
En relación con la tramitación de las so- por el contrario, oportunidades de participación
licitudes de sustitución, modificación o cese de social con miras a una próxima desinstituciona-
las medidas, se establece que debe realizarse en lización.107 De conformidad con lo establecido en

105. De acuerdo con lo dispuesto en el artículo 95 del CNA, cuando los juzgados disponen la privación de libertad de adolescentes
fuera de su jurisdicción, deben declinar su competencia ante el juez del lugar de internación. Nuestro relevamiento fue efectua-
do sobre una muestra estadísticamente representativa de los expedientes que se inician y tramitan en los juzgados letrados de
Adolescentes de Montevideo y en los juzgados letrados con competencia en materia de Adolescentes de Maldonado y Salto. Por
lo tanto, no poseemos información cuantitativa acerca de los expedientes iniciados en Maldonado o Salto que fueron remitidos a
Montevideo, por ser el lugar de cumplimiento de la medida privativa de libertad. Esto determina que en adelante desarrollemos
nuestros datos respecto de la situación en los expedientes analizados de Montevideo.
106. Alberto Binder, El proceso penal. Programa para el mejoramiento de la administración de justicia, Ilanud-Forcap, San José (CR),
1991, p. 87.
107. Ver también la elaboración de Uriarte en referencia al principio negativo de no desocialización, conforme al cual “el eje de la
organización del encierro estaría dado por la atenuación de sus efectos desocializadores” (Carlos E. Uriarte, Control institucional
de la niñez adolescencia en infracción. Un programa mínimo de contención y límites al sistema penal juvenil (las penas de los jóvenes),
Carlos Álvarez, Montevideo, 1999, p. 249).

88
el párrafo 1 del artículo 40 de la Convención, la muy extenso ni desarrolla fundamentos, sino
reintegración requiere que no se adopten medi- que acompaña a un informe técnico en el cual
das que puedan dificultar la plena participación se sugieren los cambios o modificaciones de las
del niño en su comunidad, como por ejemplo el medidas. Es en dicho informe donde se desarro-
aislamiento social. Por esta razón, el otorgamien- llan los fundamentos de la solicitud. Existe, por
to de licencias y regímenes de licencia es esencial tanto, una práctica instalada conforme a la cual
de conformidad con la normativa aplicable. la fundamentación de la solicitud descansa en
En la totalidad de los casos de Montevideo, el contenido del informe técnico y la Defensa se
las solicitudes mencionadas fueron efectuadas limita a convalidarla, sin desarrollar líneas ar-
por la Defensa, motivadas por informes técnicos. gumentales propias.
En referencia a qué tipo de modificación es
Cuadro 22 solicitada, encontramos que en 2008 en el 67%
El Ministerio Público se opone de los casos se solicitó la sustitución y en el 33%
a las solicitudes de licencias el cese de la privación de libertad. Lo mismo ocu-
En porcentajes rrió en 2007 en el 64 y el 32% de los casos, y en
2006 en el 73 y el 27%, para los mismos períodos
2004-05 2006 2007 2008
respectivamente. No disponemos de este dato
27 26 30 58
para el primer período analizado.

El Ministerio Público generalmente se opo-


Cuadro 24
ne a estos pedidos en porcentajes relativamente
similares, salvo en el último período analizado, El Ministerio Público se opone a las solicitudes
de cambios o modificaciones de las medidas
en el cual se observa un endurecimiento de sus privativas de libertad
posturas.
En porcentajes
2004-05 2006 2007 2008
Cuadro 23
23 25 12 19
Se conceden las licencias solicitadas
En porcentajes
El CNA regula en un mismo artículo la tra-
2004-05 2006 2007 2008 mitación de toda solicitud de modificación, susti-
83 73 61 81 tución o cese de las medidas, con un mismo pro-
cedimiento en todos los casos. Se establece un
La subsidiariedad de la privación de liber- procedimiento breve y ágil por el cual se resuelve
tad debe ser considerada no solo en el momento la solicitud planteada en una única audiencia,
de iniciar un proceso de adolescentes, sino tam- donde deben estar presentes, como menciona-
bién a lo largo de la ejecución. Por esta razón, el mos, el adolescente, sus representantes legales,
artículo 94 dispone que en cualquier momento, la Defensa y el Ministerio Público.
ante la constatación de que la privación de liber- Aunque la norma no lo prevé, generalmen-
tad ha cumplido su finalidad socioeducativa, el te participan también integrantes de los equipos
juez debe decretar su cese. técnicos que trabajan con el adolescente, y cuan-
En cuanto a las solicitudes de cambios o do se han solicitado sustituciones de medidas son
modificaciones de las medidas privativas de li- convocados, incluso, técnicos de la institución
bertad, en Montevideo las encontramos en el que ejecuta el programa al cual se lo derivaría si
38% de los casos en 2008, en el 20% en 2007 el pedido fuera aceptado. Tanto en 2007 como en
y en el 48% en el primer año de aplicación del 2008, en el 81% de los casos en los que mediaron
CNA. En la totalidad de los casos de Montevi- estas solicitudes se realizaron audiencias.
deo las solicitudes fueron efectuadas por la De- El CNA expresa que la medida debe cesar
fensa. En la generalidad de los casos, el escri- en cualquier momento en que haya cumplido su
to de solicitud efectuado por la Defensa no es finalidad socioeducativa, sin importar el tiempo

89
Justicia penal juvenil

Cuadro 25 se trate. Es en estos informes donde encontra-


mos la argumentación a favor de la pretensión
Se conceden los cambios o modificaciones
de las medidas privativas de libertad de modificación o cese, y es respecto de lo expre-
sado en estos informes que el Ministerio Público
En porcentajes
se opone o no.
2004-05 2006 2007 2008
En relación con este tipo de solicitudes es
86 93 90 94 preciso mencionar que, en la interpretación usual
de los operadores, únicamente corresponde fijar
transcurrido. Por lo tanto, en relación con las una audiencia para tratar el asunto cuando se
penas establecidas en la sentencia no se configu- trata se sustituciones de medidas o ceses, no así
ra cosa juzgada material, salvo en su contra. Esto en el caso de licencias y regímenes de licencia.
implica que la modificación de la cosa juzgada Estimamos que esto no es conveniente. Prime-
no debe implicar nunca un mayor menoscabo a ro por que el CNA no distingue. Pero, más allá
los derechos del adolescente, y, de acuerdo con de esta importante razón, consideramos tras-
la posición que hemos desarrollado en nuestros cendente que se celebre una audiencia en todos
anteriores informes, no puede modificarse lo re- los casos, dado que es la forma de dar cumpli-
suelto ampliando el tiempo de sometimiento del miento al derecho del adolescente a ser oído. En
adolescente al régimen sancionatorio. la práctica encontramos que, ante solicitudes de
licencia, estas son otorgadas o negadas sin que
4. Conclusiones y recomendaciones el adolescente sea oído. Esto es evidentemente
Los procedimientos de modificación o cese inaceptable atento a la calidad de sujeto del pro-
de las sanciones son relativamente usuales en la ceso que el adolescente reviste en el régimen ins-
justicia penal juvenil. Es posible encontrar tanto taurado por el CNA.
licencias como ceses de las medidas privativas Otro aspecto preocupante de este tipo de so-
de libertad en los expedientes. En cuanto a las licitudes está dado por la ausencia de fundamen-
solicitudes, generalmente son realizadas por la tos en muchos de los decretos que rechazan las
Defensa de los adolescentes privados de libertad, solicitudes. El CNA exige que la resolución sea
en escritos muy básicos que no desarrollan argu- fundada. No es correcto que una solicitud que de-
mentación alguna sino que se limitan a adjuntar sarrolla las razones técnicas de una modificación
el informe de los equipos técnicos que formal- de las medidas impuestas sea resuelta por medio
mente “sugieren” la modificación o el cese de que de una resolución meramente dispositiva.

90
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92
Anexo

Dependencia policial que efectúa la detención


Montevideo
En porcentajes
2004-05 2006 2007 2008 2004-05 2006 2007 2008
Seccional 1 2,1 2,2 2,2 4,1 Seccional 14 3,5 5,9 3,7 6,2
Seccional 2 3,5 4,3 3,7 2,1 Seccional 15 3,5 4,8 2,2 6,8
Seccional 3 3,5 3,2 2,9 2,1 Seccional 16 5,6 6,5 5,1 5,5
Seccional 4 1,4 4,3 5,9 1,4 Seccional 17 4,2 1,6 2,2 4,8
Seccional 5 9,2 5,4 8,8 5,5 Seccional 18 2,1 2,2 1,5 5,5
Seccional 6 1,4 1,6 1,5 3,4 Seccional 19 2,1 5,9 8,1 2,7
Seccional 7 4,2 4,8 4,4 2,7 Seccional 20 3,5 0,5 4,4 1,4
Seccional 8 5,6 5,4 3,7 4,8 Seccional 21 0,7 2,2 3,7 4,8
Seccional 9 6,3 4,8 5,9 6,2 Seccional 22 3,5 1,1 — —
Seccional 10 8,5 1,1 4,4 10,3 Seccional 23 — — 0,7 —
Seccional 11 1,4 8,6 5,9 4,8 Seccional 24 3,5 3,8 1,5 5,5
Departamento de
Seccional 12 3,5 4,3 4,4 0,7 8,5 3,2 10,3 1,4
Hurtos y Rapiñas
Dirección de
Seccional 13 4,2 5,9 2,2 2,7 Investigaciones 7,7 6,4 6,6 4,8
y otras

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