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Farsa en acto
QUIRINO: Buenas noches. Soy Quirino López Santamaría, fundador y presidente del club:
cultura para deleite del espíritu y satisfacción corporal del cuerpo pues la cultura no está
peleada ni con melón ni con sandía y en boca grande entran variedad de moscas por lo que
igual se eleva una persona oyendo un trozo musical que contemplando una pintura o
comiéndose unos ricos tacos de suaddero y si esa persona desea elevarse más, mucho más,
comprender que todo cabe en un jarrito si lo sabemos beber, tal como lo pudieron constatar
quienes vinieron hace ocho días y paladearon el delicioso pulque que trajimos en barriles
¿Cuál fue el resultado de este bello, sinfónico y curado experimento? Lo leeremos ahora
mismo (Abre su libreta. Lee): “El vasito de pulquito y la novena pienso que se llvan de
maravilla pues nunca había sentido antes tan a fondo el Himno a la Alegría ni había bailado
con tanto entusiamo”: Lourditas Carrasco. Otras: “Hago votos porque todos los mexicanos
comprendan que un “gusano” o, “una catrina” son tan valiosos para nuestra cultura como la
sinfonía del señor Beethoven.” Licenciado Montes de Oca. Las demás están… ilegibles e
incoherentes pues las escribiieron nuestros socios cuando los barriles estaban ya casi
vacíos. Hoy, amigos de lo bello se hará presente ¡la voz de uno de nuestros grandes
representantes del saber! ¡La voz del gran filósofo del calcetín pardo, el poeta de la ancha
sonrisa, Don Ramón Romero Güendía! ¡Sí, señoras y señores! Podrán estremecer sus
células cerebrales con el gran msaje que la conferencia del profesor provocó la semana
milagro de la ciencia moderna… (Muestra la grabadora) ¡Aquí está guardada y lista para
oírse, la sonora y estentórea voz del profesor! Pues está grabada en una abnegada y sufrida
cinta grabadora que graba cuando se le pide que grabe sin chistar… ¡Un aplauso para mi
cinta grabadora! (Aplausos) Ahora, sólo es cuestión de que las personas a las que les
aprieten los zapatos, se los quiten y nos alistemos a escuchar al profesor Güendía hablar de
un tema universal que en boca de él cobra una importancia cósmica sin perder su sencillez
rústica pues sus enseñanzas son auténticas, no como la del orador de hace un mes, que nos
quería enjaretar que tocáramos el jarabe tapatío a ritmo de rock y bailado estilo reguetón.. .
No. El profesor Güendía es incapaz de atentar contra la naturaleza, y como prueba (Saca
un periódico) “La conferencia del profesor Güendía fue de los acontecimientos más
A mí me pasó lo mismo que a ustedes que al no oir nada como que se apodera de uno una
especie así como de… suspenso, pero no se preocupen, de un momento a otro… (Se
volumen… Cuando oigan la voz del profesor les ruego que se lo imaginen… pero
imagínenselo bien duro y si son buenos para imaginar, a lo mejor lo pueden ver. Tal como
lo vieron los orizchitecas, claro que a ellos… (Silencio. Detrás de la mesa cubierta por el
Güendía: ¡Ejem! ¡Ejem! Buenos días señores, señoras y niños que los acompañan. Mi
conferencia se titula Cuestión de opiniones en regla de dos y acerca del yo. Yo hubiera
querido agregarle y en torno a una mesa de cantina pero en consideración a los infantes
presentes no lo creí prudente. El tema que trataré se les hará más claro si piensan que pudo
llamarse Cuestión de opiniones de los tres yo y acerca del tres o más fácil Cunado yo tengo
una cuestión en regla de tres, acerca de una opinión. Ahora sí, no dudo que hasta los niños
de brazos han entendido y… pregunta inmediata: ¿Por qué yo doy una conferencia acerca
del yo? Y ¿Por qué en regla de tres y a las doce del día y no mejor en regla de seis y a las
doce de la noche? ¿Por qué en este salón de primaria y no en el palacio municipal? ¿Por
qué yo, precisamente yo, les hablo a ustedes y no ustdes a mí? ¿Por qué tenía que ocurrir
este evento aquí, en México y no mejor en Francia al pie de la torre Eiffel o quizás dentro
de un platillo volador? ¿Por qué las moscas vuelan y no reptan? ¿Por qué los funcionarios
públicos roban y no trabajan? ¿Por qué las vacas dan leche y sin embargo nosotros
tomamos agua y no leche? Y… ¿por qué, por qué, por qué tantos por qués? (Silencio). La
contestación es sencilla: misterio. Misterio del ser humano. Misterio del cosmos. Misterio
que sólo compete a Dios descubrir. Por consiguiente, muchos de estos porqués quedarán sin
respuesta, pero los que nos atañen, los que nos afectan, los que nos provocan dudas ácidas,
esas que confundimos a veces con la gastritis… todos esos porqués. ¡Sí! ¡Sí! ¡los
exploraremos! Y con mi guía ¡No! ¡No los dejaremos en paz hasta que nos revelen su
Guendia: El gran embrollo al que me refiero es que, a diferencia del chango, estamos
formados no con un yo como él, sino que hemos adquirido otros yo, sea por vanidad o para
tenerlos de repuesto. El caso es que he llegado a detectar en cada persona tipo medio tres
yo: El yo-yo. El yo-mero y El yo que fue a la villa y perdió su silla. Este yo, en Europa y
prieto. Y cabe preguntar ¿A qué fue a la villa? ¿A pedirle a la Virgencita que no haya otro
gasolinazo? ¿A comer gorditas?. Misterio. Misterio del ser humano. Misterio del cosmos,
pero…¡Qué terrible para este yo güero o prieto, regresar a su amada silla y encontrársela
ocupada! ¡No quisiera estar en su pellejo! ¿Cuál de los dos yos fue el ladrón? Han
adivinado, fue el yo mero y; ¿qué hizo el yo güero? ¡Protestar, berrear, patalear! Pero de
nada le sirvió pues el yo-yo lo puso de patitas en la calle y ahora el pobre anda sin rumbo
añorando su silla. Mas ¡oh peligro! Cuando le cae el veinte, se siente despojado, se rebela,
lucha contra los otros yos, los vence furioso y en venganza manda al diablo al yo-mero y le
da de nalgadas al Yo-yo y… ¡oh peligro! La gente nos señala cuando nos ven en la calle y
dice: “se volvió loco”… y no falta un acomedido que llame a un hospital y dos enfermeros
llegan, nos ponen una camisa de fuerza… a mí y a mis tres yos, y finalmente a todos nos
llevan al manicomio. (Agotado, saca un pañuelo se enjuga el sudor que le escurre por la
cara) ¿Y cómo librarnos de la catástrofe que significa el que el Yo-yo, el Yo.mero y el Yo-
desplazado de su silla vayan juntos con nosotros al manicomio? Pues… fácil ¡No tengamos
sillas dentro de nosotros! Así aunque el yo paseador se vaya a la villa, nadie perderá su silla
porque… ¡no tenemos silla! Más, ahora surge una crispante y crujiente pregunta ¿Qué
vamos a hacer con nuestros yos de pie? Sugiero, que para que no se cansen, podemos
Sigan el ejemplo del prudentísimo Don Trini Barquet aquí presente, que cada que se
encuentra a Doña Ossi Torresmochas, también aquí presente, le desdobla galante el yo que
dice: ¡Ah, que guapa y joven amaneció usted hoy!. Mintiendo descaradamente pues sus
otros yos la ven como una “cacatúa gordinflona tan vieja como cursi”. Me consta pues él
mismo me puso todos sus yos sobre la mesa un día que traía sus copas encima. No me
dejará mentir… ¿Don Trini… por qué se va? ¡Doña Ossi, también usted? Eso que lleva en
por qué corrió pero ella, sí. (Confidencial): Sufre de incontinencia, por eso usa pañal de
adulto… ¡Ah si les dijera lo que sé de ustedes! Bueno, prosigo, a veces los yos nos obligan
a preguntarnos ¿Quién diablos soy yo? Tuve hace meses un caso muy dramático: se trata de
Guendía: ¿Pero qué creen?, lo que quiero despertar en ustedes es la certerza, no la duda de
¿Tú eres tú? ¿Yo, soy yo? ¿Él es él? ¿Nosotros somos nosotros? ¿Nosotros somos
efectivamente yo, tú, él, o… tú eres yo y yo soy él y él es todos nosotros? ¿Qué opinan
ustedes? ¿Quién prefieren ser, él, tú o yo? Señorita Lolis Segovia, ¿verdaderamente usted
es usted, o es su hermana Luisita? Porque dicen que habla como su hermana y desea
casarse al igual que ella aunque ninguna lo consigue así le coqueteen a medio mundo.
¡Señorita Segovia! ¿Llora usted? Su hermana no está llorando… ¿No me va a decir que
usted ya es usted y no su hermana? ¡Miren bien a Lolis, señoras y señores, ella es ella!...
pero veo aparecer lágrimas en los ojos de Luisita Segovia… ¿Será entonces que Luisita no
es Luisita sino Lolis y su hermana Lolis es efectivamente Lolis? Misterio. Misterio de la
naturaleza humana y mejor dejamos en paz a las Segovia y nos ocuparemos de…
Gúendía: …de explicar la gestación de los yos en una persona tipo Estándar. Punto A, este
punto A es básicamente el princi… (El sonido discordante del micrófono borra la voz del
profesor. Quirino apaga la grabadora. El profesor mima hablar y escribe una gran A, luego
Quirino: Si me lo permiten correré la cinta para no molestarlos con este ruido tan molesto.
Gúendía:…pasamos a analizar el punto D, que sólo puede ser explicado mediante dibujos y
Gúendía: (Dibujando una florecita) Esta podría ser el yo-mero, dulce, delicado, sensitivo…
(dibuja una nube negra con un rayo) Y he aquí al yo que perdió su silla, está furioso…
Cuando decimos palabrotas, son pronunciadas por este yo infame… El problema es que…
los tres viven juntos! (Dibuja encima de la flor, la nube, el rayo el garabato) ¡Vean el
Gúendía: ¡Ejem! Dije que vean a la madre que hizo a todos los yos… (Dibuja un gran
corazón) Una madre como todas las cabecitas blancas, que al presenciar tanta rencilla entre
yos, sufre mucho (le pinta lágrimas al corazón, sigue gesticulando pero sin emitir sonidos.
Quirino: (Al mismo tiempo) Distraídamente apachurré el botón de “off”, así que ustedes
perdonarán que algunas palabras del profesor se escaparan pero no pasaron de… ¿Serían
diez o doce mil? Pero lo que dice es más mucho más emocionante. Ahora lo verán (Mimará
Güendía: …dentro del cuerpo de esa persona todo es desorden y confusión. Los falsos yos
espureos lo han invadido apoderándose de los órganos más importantes de esta persona,
llámese Juan Pérez o Charlie Smith, capturan por sorpresa a uno de los yos mientras
dormita y lo encierran en uno de los roperos cerebrales donde será ejecutado al amanecer.
Otro yo lucha denodadamente…tras, tras, tras ¡trashh! Ese yo cae herido de muerte y
Pérez o Charlie Smith, quien en su afán de sacarse ese yo, bebe, bebe y sigue bebiendo y el
hígado sigue inflándose más y maaas y maaaas, hasta que… ¡Poooom! Hace explosión
matando al último de los yos, a todos los yos falsos y lo más triste a Juan Pérez o a Charlie
Smith. Diez segundos de silencio… Sí, amados orizchinangos, sí ese fue el caso del papá de
Dante Pineda, el de José Martínez Freeman y para allá van Amadeo Oropeza Gámiz, Rubén
Robles…
Voces: ¡Perdón! ¡Juramos no tomar! ¡Ya no estaremos contra nuestros yos! ¡Mi papá no!
Güendía: y… el mío. Diez segundos de silencio. (Sollozos y suspiros). Por otra parte
tenemos el problema de ¿Soy yo lo que otras personas creen que soy yo, o soy diferente?
Recuerdo un caso muy desagradable que me tocó presenciar y este fue el de…
Güendía: El de un apuesto joven que ingenuamente creía que su amigo, un tal Isidro,
pensaba de él maravillas y cuál no sería su sorpresa al enterarse que hacía un año que había
fallecido. En ese instante toda su teoría de las maravillas se desbarató… Cabe en esos
momentos recordar a Judas Iscariote y hagamos nuestras las terribles palabras con las que
lo bombardeó el Señor, cuando, temerario, preguntó ¿Acaso soy yo, Señor? La respuesta
llegó en forma tan contudente que todavía hoy nos llena de pavor: Tú lo has dicho. ¡Sí, Tú,
tú, tuuu! ¡Ah! ¡Qué lección tan grande para los preguntones! Tal frase encierra el más
colosal soplamocos jamás soplado: ¿Eres o te haces? También se puede interpretar como
No te hagas pendejo…
Voces:¡Profesooor!
Güendía: ¡Perdón! Moraleja: No hay que preguntar, mejor quedarse callado, sobre todo si
Güendía: ¡Y por fuerza tenemos que contestarnos: ¿cuándo fue que me dí cuenta que yo no
era lo que creía ser? ¿Ayer por la tarde? ¿Tuvo que ver la toma de la Alhondiga de
(Silencio)
Quirino: El profesor se quedó como mudo, creímos que se había dormido pero después me
dijo que fue para que sacaran la cuenta de cuándo había sido que supieron que no eran lo
Güendía: ¿Ya supieron cuándo? ¡Pues… se equivocan! Porque aquel que fui hace un
minuto, ése…ése… (Manotazo y levantando la voz) ¡Ese ya no soy yo! Porque yo, tú, él,
nosotros, vosotros, ellos, ¡todos! Cambiamos y… a otra cosa mariposa (Aplausos nutridos).
Güendía: ¿Soy todas las variadas formas en que nos vé la gente? ¡Afirmativo! Y ustedes
¿quién creen que soy yo? ¿un loco? ¿un charlatán? ¿un sabio? Levanten la mano quienes
crean que soy un loco (Cuenta) Ahora los que piensen que un charlatán (Cuenta) ¿Un
sabio? ¿Nadie? ¡Na-die! Tendré que proceder drásticamente… ¡Señora! ¡Si… usted!
¿Cómo se llama?
Voz: Petronila Barrios Canché, señor… vendo enchiladas en el mercado, sostengo a mis
Voz: Pues… el profesor Buendía al que le dicen del calcetín roto y el poeta de la sonrisota,
y como le decía, mi yo mas juerte es el maromero, pos como que me exige ahorcar a mi
Güendía: ¡Basta! Para ella soy Buendía y tengo un calcetín roto ¿acaso puedo ser Güendía
para mí y Buendía para ella? No y sí y sí no. Sí porque ambos nos referimos a la misma
persona; pero no, porque no soy Buendía, soy Güendía, así que no la contradigo, ni modo la
cortesía obliga a ser indulgente aunque se trate de una miserable enchiladera. Lo que sí me
caló muy hondo es que la muy burra se empeñe en que traigo un calcetín roto… y eso sí me
enchiló todito porque… es un ataque levantado por mis enemigos envidiosos, los que
quisieran tener un yo-mero, no maromero como el mío… ¡Roto mi calcetín! Pues bien, me
quitaré los zapatos para darle un mentis a los que me atacan gratuitamente… (Se los quita y
muestra sus pies cubiertos por calcetines llenos de agujeros) ¿Dónde están las roturas?
No existe ninguna. Si así fuera ya se habrían caído a pedazos. Para convecerlos, mejor…
(Se quita uno) Por favor, pásenlo de mano en mano y verifiquen que no tiene cuarteduras,
ficticio) Lolis Segovia, sosténgalo en sus manos, no tenga reparos y no haga lo que su
hermana, taparse la nariz es de mal gusto… ¿Ya lo revisó bien? No lo pase tan rápido. Y
para que me conozcan mejor les mostraré porqué soy el poeta de la sonrisa ancha… Los
dioses fueron generosos conmigo al dotarme de una gran sonrisa, cálida y cautivante, y las
musas desde mi más tierna infancia tuvieron a bien, ensanchármela… Hela aquí (Sonríe)
¿Desearían verla un poquito más? (Agudiza su sonrisa. Risas leves) Puedo ensancharla más
Güendía: ¿Queeeé leees parece asíiii deee annnchaaaa? (Gritos de histeria, el terror ha
llegado a los espectadores al címax. Tropel de gente, llanto de niños. Caos. Deja de
¡Doña Petronila deje de hacer la cruz de la mano! ¡Callen a ese niño, me pone nervioso
pues río maaas anchameeeeentteeee… (Se calla) Y recojan a Lolis y Luisita que se
desmayaron. ¿Serán ambas una misma persona? Un solo yo que vive instalado en dos
cuerpos y no paga renta más que en uno… Estudiaré el caso y en mi próxima conferencia:
quiénes son ni de qué yos tenemos… Me siento muy honrado de traerles a sus vidas una
luz, un calcetín y una sonrisa. Guardenlas con amor en su memoria y sean felices. ¡Felices
Quirino: Una avalancha de aplausos y porras se desató. El profesor lloraba y se limpiaba las
lágrimas con su calcetín, se sonaba la nariz y se lo llevaba a la boca para ahogar los
sollozos… (Suspira) Fue una experiencia fenomenal… Amigos de lo bello, creo que esto ya