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Elementos de La Danza
Elementos de La Danza
-Espacio: Puede ser Parcial (un espacio reducido alrededor tuyo) o Total (todo el espacio
donde puedas desplazarte y moverte). También se manejan términos como los puntos del
espacio del 1 al 8 y los planos: derecha, izquierda, delante, detrás, arriba, abajo y diagonales.
-Tiempo: Es el lapso de tiempo que utilizas al realizar un movimiento con o sin
acompañamiento de sonidos. Puede ser corto, largo, adagio, piano, allegro, etc. Y no puedes
olvidar la música como acompañamiento, y su uso en los movimientos, ritmo, acento y melodía
a través de un instrumento, objetos o partes del cuerpo.
-Color: El color que es difícil de definir pero que resulta el conjunto de sensaciones que hacen
de una danza algo particular. Ejemplo el color es lo que hace diferente a un “tango”
interpretado por una persona experta que el interpretado por alguien que apenas es un
conocedor.
Cuento.
LA GATA ENCANTADA
Erase un príncipe muy admirado en su reino. Todas las jóvenes casaderas deseaban tenerle
por esposo. Pero el no se fijaba en ninguna y pasaba su tiempo jugando con Zapaquilda, una
preciosa gatita, junto a las llamas del hogar.
Un día, dijo en voz alta: Eres tan cariñosa y adorable que, si fueras mujer, me casaría contigo.
Eres tan cariñosa y adorable que, si fueras mujer, me casaría contigo.
En el mismo instante apareció en la estancia el Hada de los Imposibles, que dijo
Príncipe tus deseos se han cumplido
El joven, deslumbrado, descubrió junto a el a Zapaquilda, convertida en una bellísima
muchacha.
Al día siguiente se celebraban las bodas y todos los nobles y pobres del reino que acudieron al
banquete se extasiaron ante la hermosa y dulce
novia. Pero, de pronto, vieron a la joven lanzarse
sobre un ratoncillo que zigzagueaba por el salón y
zampárselo en cuanto lo hubo atrapado.
El príncipe empezó entonces a llamar al Hada de
los Imposibles para que convirtiera a su esposa en
la gatita que había sido. Pero el Hada no acudió, y
nadie nos ha contado si tuvo que pasarse la vida
contemplando como su esposa daba cuenta de
todos los ratones de palacio.
Oda brillar suele, a veces, la melancolía;
por tus ojos verdes tan llenos de paz,
“Oda a la alegría” de Friedrich Schiller misteriosos como la esperanza mía;
(fragmento) Autor: Amado Nervo por tus ojos verdes, conjuro eficaz,
yo me salvaría.
¡Alegría, hermosa chispa de los dioses
hija del Elíseo!
¡Ebrios de ardor penetramos,
diosa celeste, en tu santuario! Himno de Armenia
Tu hechizo vuelve a unir
lo que el mundo había separado, Tierra de nuestros padres, libre, independiente,
todos los hombres se vuelven hermanos Que ha aguantado desde edad a edad.
allí donde se posa tu ala suave. Sus hijos e hijas ahora proclaman
Armenia, soberana y libre.
¡Abrazaos, criaturas innumerables!
Hermano, toma esta bandera,
¡Que ese beso alcance al mundo entero!
Hecha con mis propias manos,
¡Hermanos!, sobre la bóveda estrellada Durante noches sin dormir,
tiene que vivir un Padre amoroso. Y bañado en mis lágrimas.
Leyenda
La princesa y el viento
Un cacique muy respetado tuvo una hija que era la más hermosa de toda la tribu, ella podía
deslumbrar con su belleza y todos los hombres la pretendían. Sin embargo, el viento también la
quería tener y por eso mandó un tornado que se la llevó para ocultarla en un bosque. Intentó
varias veces salir del bosque donde estaba siendo secuestrada y luego de mucha pena lo
consiguió. Cuando al fin volvió con su familia y su gente, su padre dijo que no podía decir a
nadie sobre la pena que había pasado.
Así fue como la princesa se calló durante años y la pena fue cada vez más grande, tanto así
que su rostro se tornó feo de tanta tristeza, nadie más la volvió a pretender con tanta fealdad.
Sin embargo, un día llegó a la tribu un cacique de otra parte y venía con su hijo, quien se
enamoró a primera vista de la callada, tierna e inteligente princesa. Todos sus amigos le decían
que era muy fea para casarse con ella, pero él respondía que su amor era semejante.
Se casó finalmente la princesa y a su boda asistió una bruja, todos temieron y quisieron que se
vaya del luego, pero ella la abrazó diciéndole que sea su madrina durante la fiesta. La bruja se
quedó y cuando salió la princesa de la catedral en donde se casaron, todos pudieron notar que
volvió a ser la chica más hermosa del mundo. Mientras tanto, el viento sopló tan fuerte que esta
vez se quedó con la bruja y la transformó en una paloma.
Fabula El Adivino
Parábola
El grano de mostaza. Nuevo testamento. Mateo 13, 31-32.
El Reino de los Cielos es semejante a un grano de
mostaza que tomó un hombre y lo sembró en su
campo. Es ciertamente más pequeña que cualquier
semilla, pero cuando crece es mayor que las
hortalizas, y se hace árbol, hasta el punto de que
las aves del cielo vienen y anidan en sus ramas.
Tragedia
Las Traquinias
Sófocles
ACTO ÚNICO
DEYANIRA. —Hay una máxima que surgió entre los hombres
desde hace tiempo, según la cual no se puede conocer
completamente el destino de los mortales, ni si fue feliz o
desgraciado para uno, hasta que muera. Sin embargo, yo sé,
aun antes de llegar al Hades, que el mío es infortunado y triste.
Yo, cuando habitaba aún en Pleurón en la casa de mi padre
Eneo, experimenté una repugnancia muy dolorosa por el
matrimonio, en mayor grado que cualquier mujer etolia. En
efecto, tenía como pretendiente un río, me refiero a Aqueloo, el
cual, bajo tres apariencias, me pedía a mi padre. Se presentaba,
unas veces, en figura de toro, otras, como una serpiente de piel
moteada y, otras, con cara de buey en un cuerpo humano. De
su sombrío mentón brotaban chorros de agua como de una
fuente. Mientras yo esperaba temerosa a semejante
pretendiente, pedía una y otra vez, desventurada, morir antes que acercarme nunca a este
tálamo.
Algún tiempo después, llegó a mí, causándome gran alegría, el ilustre hijo de Zeus y Alcmena,
quien, entrando en combate con aquél, me libera. Y cómo fue la lucha no podría decirlo, pues no
lo sé. Sin embargo, quien haya permanecido sentado ante el espectáculo sin miedo, éste podría
contarlo. Yo, en efecto, me hallaba fuera de mí por el temor de que mi belleza me pudiera
proporcionar algún día pesadumbre.
Zeus, el que dirime los combates, puso un término feliz, si es que verdaderamente fue feliz, ya
que, desde que he sido unida a Heracles como esposa elegida, alimento siempre temor tras
temor en mi preocupación por él. Una noche trae consigo sufrimiento y la noche siguiente lo
quita. Hemos tenido hijos a los que él, como un labrador que adquiere un campo distante, sólo
ha visto una vez en la siembra y en la recogida.
Trabalenguas
Comedia
Titulo: Carlitos
Autora: María Adelina García Corea
Personajes: Carlitos La abuela La mamá
Escenografía: El interior de la casa donde vive Carlitos con sus padres y abuela.
Escena: En la primera escena Carlitos se alista rápido para que la abuelita lo lleve al kínder y
empieza a apresurarla con los quehaceres de la casa. En la segunda escena la mamá llega del
trabajo y empieza con la rutina diaria pero Carlitos con su inocencia de niño la hace ver lo
importante que es suspender un poco el quehacer de la casa y dedicárselo a su hijo en las tareas
de la escuela.
Primera escena
Carlitos: (Parado en la puerta le dice a su abuela) Yo ya estoy listo abuelita Mi mochila revisé Mi
tarea la guardé Lléveme ya a la escuelita
Abuela: (Haciendo algunas ocupaciones de la casa) Es muy temprano mi niño, espérate uno
minutos. No me pegues ya más sustos. Déjame la casa aliño.
Carlitos: Es que quiero yo llegar pronto ya a mi salón; y aprenderme ese montón, de letras, que, al
cantar, la maestra nos enseña.
(La abuelita le dice con la mano que se espere)
Dese prisa ya abuelita Ándele no sea malita… Deje ya de hacerme señas.
Abuela: ¿Te gusta mucho la escuela?
Carlitos: (Siguiendo a la abuela por toda la casa) Sí, a leer quiero aprender. Y a escribir también yo
quiero. ¡Por eso ser el primero en llegar yo quiero ser!
Abuela: ( La abuela se ríe y le contesta) ¡Ay mi niño! Déjame ya de agobiar… Si al salón, tú, has de
entrar junto con los otros niños.
(La abuela por fin termina su quehacer lo toma de la mano y lo lleva a la escuela.)
Segundo Acto
(Carlitos está haciendo su tarea cuando su mamállega del trabajo; le da un beso a Carlitos y se
pone a hacer su rutina diaria, pero al rato el niño llega con ella)
Carlitos: Mamita, ¿estás tú muy ocupada?
Mamá: Sí, mi niño, estoy yo muy atareada… ( Lo voltea a ver y le pregunta) ¿Se te ofrece algo
hoy? Lo que quieras yo aquí estoy
Carlitos: (Le contesta muy serio) Un favor quiero pedir…
Mamá: (Un poco sorprendida) ¿Qué deseas tú mi niño? Tú sabes que con cariño yo, a ti, te
escucharé. Mientras, la cena yo haré.
Carlitos: (Siguiéndola por la cocina le contesta) Mamá, deja un poco la labor… Aunque sea media
horita. ¡Te lo suplico mamita! ¡Ayúdame por favor!
Mamá: (Deja de hacer su quehacer y mirándolo le contesta preocupada) Hijo, dime ¿cuál es la
urgencia?
Carlitos: Mamá, muchos cuentos tan bonitos quiero aprender a leer… ¡Por favor! Si tú me ayudas,
más prontito, sí, sin duda, empezaré yo a embeber a mi mente de letritas y ponerlas ya juntitas para
formar palabritas… ¡Anda, por favor, mamita!
Mamá: (La mamá casi llorando lo abraza y le contesta) Sí, mi niño… Yo te juro, desde el fondo de
mi ser, que de ahora en adelante media hora, no un instante, mi atención vas a tener… ¡De eso has
de estar seguro!
Drama