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ENSAYO DE COMPARACION DE FEDRA DE RACINE

Y TARTUFO DE MOLIERE

PRESENTADO POR:
Adulfo De Jesus Diaz Andriolis

PROFESOR
Juan David Gonzalez Betancur

DEPARTAMENTO DE ARTES ESCENICAS


UNIVERSIDAD DEL NORTE
BARRANQUILLA
ATLANTICO
2018
En el fragmento de la obra Fedra de la mitología griega se puede evidenciar el
amor y placer enfermizo de esta mujer por su hijastro Hipólito. Según la postura
sobre el “Placer y felicidad” de Lucio Aneo Séneca se puede decir que una
persona es feliz cuando la razón predomina sobre el placer.
Por lo anterior se puede afirmar que Fedra antepuso el placer ante la razón; pues
a mí parecer, sin importar que Hipólito fuera su hijastro quiso desahogar en él
la pasión que sentía por su esposo.
También se pude decir que el deseo esclaviza, por lo tanto Fedra ante el rechazo
de Hipólito pierde la razón, se humilla, no le importa su dignidad y prefiere que
la vea como su esclava y no como su madre, creyendo que esa es su felicidad,
dejándose llevar por el deseo; pero esto no es así, según mi punto de vista la
felicidad no se mide por cuanto se está entregado a otra persona, sino que es
feliz quien para sí mismo la razón se convierta en la fuente de la felicidad y
ejerza un juicio moral estable en el que la prioridad no siempre sean los
sentimientos.
En conclusión el placer y la felicidad se pueden ver como caminos distintos
debido a que la razón no siempre genera placer; y el placer no siempre alcanza
los frutos de la felicidad, haciendo que el ser humano se encuentre en una
dualidad de comportamientos como en el caso de Fedra que opto por saciar sus
placeres pensando que esto la haría feliz, pero se encontró con la realidad que
sus placeres no podían ser saciados dejándola con un sin sabor y sentimiento de
culpa frente a sus deseos carnales.

En conclusión el placer y la felicidad se pueden ver como caminos distintos


debido a que la razón no siempre genera placer; y el placer no siempre alcanza
los frutos de la felicidad, haciendo que el ser humano se encuentre en una
dualidad de comportamientos como en el caso de Fedra que opto por saciar sus
placeres pensando que esto la haría feliz, pero se encontró con la realidad que
sus placeres no podían ser saciados dejándola con un sin sabor y sentimiento de
culpa frente a sus deseos carnales.

La poesía de Corneille, o, mejor dicho, aquel poco de poesía que había en él,
está toda ella en la lírica de las situaciones volitivas, en los pequeños debates,
en las solemnes profesiones de fe, en las enérgicas expresiones de la voluntad,
en el orgullo y admiración por la propia e inexorable firmeza.

Por consiguiente, es menester buscarla allí y no en la trama de la acción


dramática, ni en el carácter de sus personajes individuales, porque sólo un afecto
que sea al mismo tiempo simpatía profunda por todas las formas de la vida
puede generar aquellas criaturas cálidas de pasión, espontáneas de movimiento
y palabra, que cuando no se insinúan ágilmente se imponen con fuerza a nuestra
fantasía, donde acrecen y hasta se familiarizan con otras, digamos, por ejemplo,
con las criaturas de Dante, Shakespeare y Goethe, como en un reencuentro de
viejos e íntimos amigos.

En verdad, la lírica de Corneille, que parece exclusiva y unilateral, no sería lírica


y mucho menos poesía si siempre hubiese sido realmente exclusiva y unilateral;
y aunque ella dejase a un lado las otras pasiones no podría dar forma al drama
en el sentido en que éste ha sido definido, y de hecho no las aparta en forma
radical y completa como para no advertir una especie de ebullición en el ritmo
de aquellas vigorosas y severas aserciones volitivas, y sin ir más lejos, la altura
misma de aquel ritmo señala el grado de esfuerzo vital que allí se representa y
expresa.

Actualmente vivimos en un mundo totalmente materializado, cada individuo


vale por todo lo que tiene y el mundo sensible, espiritual y afectivo de su vida
pasa a un segundo plano. Las relaciones entre las personas se caracterizan por
el interés, la avaricia y la deshonestidad ya que es más importante poseer
grandes bienes y ser reconocidos ante un mundo y una sociedad de consumo
como en la cual el hombre está hoy sumergido.

Desde que el hombre es concebido en el vientre de una mujer está


relacionándose con las personas que rodean a la madre, por ello el hombre ha
sido llamado por muchos pensadores de la historia como un ser social por
naturaleza. El niño nace y despierta de ese mundo en el cual ha estado inmerso
por un lapso de tiempo, para con el transcurso del tiempo ir conociendo todo lo
que le rodea. Cuando ya el hombre se convierte en un adulto con plena
consciencia de sus actos, empiezan a rodearle una variedad de elementos que
pueden afectar su vida personal y la de los demás si son tenidos en cuenta; me
refiero a los aspectos que moralmente afectan la vida del hombre como lo es la
hipocresía o también llamada doble moral.

En la época renacentista podemos encontrar a un autor, francés: Moliere, quien


escribió obras en las cuales representaba el carácter y conductas típicas de los
hombres de su época, tal como los celos, la avaricia, la vanidad y la hipocresía
quien se constituye uno de ellos.
En su obra TARTUFO, se refleja toda la hipocresía que puede tener una
persona: Se desarrolla una temática en donde Tartufo, un hombre mendicante
al principio, es acogido por un bondadoso hombre, amo y señor de una familia,
quien le brinda todo lo necesario para que él dejase de pasar penurias, agregando
también que se hacía pasar por ser una persona muy devota y cristiana. Cuando
llegó a la familia, no contó con el agrado de los hijos del señor Orgón quién le
había brindado posada, sin embargo, contaba con el respaldo y apoyo de él. Con
el tiempo la familia se dió cuenta que Tartufo estaba seduciendo a la esposa de
Orgón y el cual iba a casarse con su hija. Pero cuando el amo y señor de la casa
descubrió todo el engaño, era demasiado tarde porque había traspasado todos
sus bienes a manos de Tartufo y el cual no se había hecho esperar para
reclamarlos. Tartufo fue castigado por el rey de aquella época, ya que era
reincidencia en la falta que había cometido; no solo había engañado a Orgón y
toda su familia, sino que también, tiempo atrás había estafado a más personas
de aquel lugar. Por ello fue llevado a la cárcel para pagar por todas sus mentiras
y engaños.

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