A partir de la década de 1990, en los Estados Unidos think tanks conservadores se
movilizaron para objetar la legitimidad del calentamiento global como un problema
social. Estos cuestionaron la evidencia científica, sostuvieron que el calentamiento global será benéfico y afirmaron que las soluciones propuestas harían más daño que bien.239 Algunas personas cuestionan aspectos de la ciencia del cambio climático.234240 Organizaciones tales como el libertario Competitive Enterprise Institute, comentaristas conservadores y algunas empresas como ExxonMobil han impugnado los escenarios IPCC de cambio climático, financiado a científicos que disienten del consenso científico y proveído sus propias proyecciones del costo económico de controles más estrictos.241242243244 Algunas compañías de combustibles fósiles han recortado sus esfuerzos en los últimos años245 o aún han pedido políticas para reducir el calentamiento global.246 Sondeos de la opinión pública La población mundial, o al menos los habitantes de regiones económicamente desarrolladas, tomó consciencia del problema del calentamiento global a finales de la década de 1980. Al principio, los grupos de sondeo empezaron a estudiar las opiniones sobre el tema principalmente en Estados Unidos.247 La encuesta seriada más duradera, llevada a cabo por Gallup en EE. UU., halló oscilaciones relativamente pequeñas cercanas al 10 % desde 1998 a 2015 en la opinión sobre la seriedad del calentamiento global, pero con una polarización creciente entre aquellos que les preocupa y a los que no.248 La primera encuesta importante a nivel mundial, realizada por Gallup en 2008-2009 en 127 países, encontró que el 62 % de la población mundial dijo saber sobre el calentamiento global. En los países desarrollados de América del Norte, Europa y Japón, más del 90 % sabía sobre él (97 % en EE. UU., 99 % en Japón); en países menos desarrollados, especialmente en África, menos de un cuarto sabía sobre él, aunque muchos habían notado los cambios meteorológicos locales. Entre aquellos que sabían sobre el calentamiento global, había una gran variación entre las naciones en la creencia de que el calentamiento era resultado de las actividades humanas.249 Para el año 2010, con 111 países encuestados, Gallup determinó que hubo una disminución sustancial respecto 2007-2008 en el número de estadounidenses y europeos que consideraron el calentamiento global como una seria amenaza. En los Estados Unidos, solo un poco más de la mitad de la población (53 %) lo considera ahora como una seria preocupación para ellos mismos o sus familias; esto es 10 puntos por debajo de la encuesta de 2008 (63 %). América Latina tuvo el mayor aumento de la preocupación: un 73 % afirmó que es una seria amenaza para sus familias.250 Esta encuesta global también encontró que las personas son más propensas a atribuirlo a actividades humanas que a causas naturales, excepto en los EE. UU., donde casi la mitad (47 %) de la población lo atribuye a causas naturales.251 Una encuesta de 2013 realizada por Pew Research Center for the People & the Press interrogó a 39 países sobre las amenazas globales. De acuerdo con el 54 % de los encuestados, el calentamiento global se encontraba entre las mayores amenazas globales percibidas.252 En una encuesta de enero de 2013, Pew encontró que el 69 % de los estadounidenses dice que no hay pruebas sólidas de que la temperatura media de la Tierra se ha estado calentando durante las últimas décadas, seis puntos adicionales desde noviembre de 2011 y doce desde 2009.253 Un sondeo de 2010 en 14 países industrializados halló que el «escepticismo» sobre el peligro del calentamiento global era mayor en Australia, Noruega, Nueva Zelanda y los Estados Unidos, en dicho orden, con una correlación positiva con las emisiones per cápita de dióxido de carbono.254