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Por Qué Deberías Disociar La Función

de Enfoque del Botón de Disparo


SERGIO ARIAS
TRUCOS

Cuanto más soltura y mejor conozcamos nuestra cámara, más fácil


será obtener las fotografías que queremos realizar. La técnica es
algo que se aprende con el tiempo y con la práctica, de manera
que, una vez nos olvidemos del instrumento que estamos utilizando
para fotografiar, nos centraremos exclusivamente en lo que queremos
fotografiar.

Para ello, es imprescindible tener nuestra cámara lo mejor


configurada posible, adaptándose a nuestra manera de
fotografiar. En el proceso que realizamos siempre que tomamos una
fotografía está el de enfocar, y como no, el de disparar. Por defecto,
todas las cámaras tienen un botón que hace ambas tareas. Si
pulsamos el botón de disparo hasta la mitad, enfoca. Si
terminamos de pulsar, dispara.

Esto aparentemente es lo normal, de hecho, todo el mundo lo hace


así, pero seguramente es porque la mayoría no sabe que muchas
cámaras dan la opción de separar ambas funcionalidades en
botones diferentes. A continuación te voy a contar cómo disociar el
enfoque del disparo y las ventajas que tiene.

Cuántos más botones, mejor

Podemos ver como hay botones por todas partes, lo que nos permite acceder
directamente a distintas funcionalidades. Hay cámaras que permiten incluso
tener botones con doble funcionalidad. Solamente con la práctica podremos
acceder al botón que queramos directamente sin tener que mirar.

Poco a poco, las cámaras van teniendo cada vez más y más
botones. Esto puede hacer pensar a la gente que empieza, que cada
vez es más complicado aprender a manejar una cámara, lo cual no es
del todo cierto. Uno de los motivos por el cual los fabricantes siguen
esta línea realmente es para poder tener un acceso más rápido y
directo a las funciones que un fotógrafo necesita sin tener que
entrar en engorrosos menús.

El problema de muchas cámaras sin espejo es que no son tan


ergonómicas como las réflex, y no son tan rápidas en el manejo,
precisamente por el tema del acceso directo a las funcionalidades.
Para un fotógrafo, tener que entrar a un menú para poder cambiar el
ISO o el modo de disparo es terrible.
La ergonomía tiene mucho que ver con el tema de los botones, ya
que lo ideal es colocarlos en posiciones intuitivas y de fácil acceso
dependiendo del uso que se le vaya a dar. De esta manera, podemos
ir cambiando la configuración sin tener que despegar la mirada
del visor.

La Olympus OMD EM-1 tiene una palanca que podemos mover para cambiar
las funcionalidades de los botones.

Está claro que hay una serie de parámetros imprescindibles, como son
el diafragma y la velocidad de obturación, que se modifican a través
de una o dos ruedas. Pero otro parámetro que no todas las cámaras
tienen es la opción de configurar el ISO a través de un botón.

A partir de aquí, cuantos más botones tengamos más rápidamente


accederemos a la configuración directa de un parámetro. Cámaras
como la serie OMD de Olympus o la serie X de Fuji está dando un
gran paso en el tema de la configuración, puesto que permiten al
usuario prácticamente asignar a cada botón la funcionalidad que uno
quiera.
Proceso de enfoque

Algunas cámaras tienen el bloqueo de exposición y bloqueo del enfoque en el


mismo botón, aunque lo ideal es tener un botón para cada función.

Existe una opción que la mayoría de cámaras permiten, y es la de


disociar (o separar) el enfoque del botón de disparo. Sin embargo, tal
cual viene de fábrica, enfocamos y disparamos con el mismo botón.

Para enfocar debemos pulsar hasta la mitad el botón de disparo,


con lo que la cámara tratará de enfocar aquello que se encuentra
sobre el punto de enfoque seleccionado. Lo habitual es tener
seleccionado el punto de enfoque central, por lo que para poder
enfocar objetos que no están en el centro deberíamos colocar el
punto de enfoque sobre el objeto y pulsar hasta la mitad. Sin soltar
el botón, reencuadramos para no perder el enfoque, y
terminamos de pulsar para tomar la fotografía.

Si separamos ambas funcionalidades, simplemente tendríamos


que situar el punto de enfoque sobre el objeto, pulsar el botón de
enfoque y soltar. Una vez tenemos el foco donde
queremos, esperaríamos al momento adecuado para tomar la
fotografía, pulsando el botón de disparo.
Aparentemente es el mismo proceso, con la diferencia de que una vez
hemos enfocado, podemos estar esperando al momento
adecuado sin tener que mantener pulsado ningún botón.

¿Cómo disociar ambas funciones?

En modelos antiguos de Canon, tenemos que realizar dos cambios,


uno para desactivar la función de enfoque en el botón de disparo,
y otra para activar dicha función en el botón AF-ON. Estas
opciones las encontramos en el menú de funciones personalizadas,
en el apartado Funcionamiento/Otros.

Modelos más nuevos tienen un menú gráfico más sencillo en la opción


Funciones Personalizadas, donde aparece un dibujo de la cámara con
los botones cuya funcionalidad podemos cambiar. Simplemente
tendríamos que modificar la funcionalidad del botón de disparo y del
botón AF-ON.

Cada vez hay más cámaras que permiten asignar a diferentes botones la
funcionalidad que más nos guste. Izquierda: Canon 5D Mk3. Derecha: Fujifilm
X-E2.
Las cámaras Nikon tienen un botón llamado AE-L/AF-L, con el que
podemos bloquear tanto el enfoque como la exposición. Para ello
tendríamos que ir al menú Configuración Personalizada f2 y asignar
dicho botón a AF-ON.

En cámaras Fuji de la serie X se puede desactivar el enfoque del


botón de disparo simplemente poniendo el modo de enfoque de
la cámara en manual. De esta manera, solamente podremos enfocar
pulsando el botón AF-L o manualmente a través del anillo de enfoque
del objetivo.

Gracias a que tenemos un mando de acceso rápido podemos cambiar el modo


de enfoque de un sólo disparo (S), enfoque continuo (C) o enfoque manual (M).
Si queremos desactivar el enfoque del botón de disparo tendremos que colocar
el mando en la posición M.

Ventajas de disociar el enfoque del


disparo
Imaginemos una situación donde no vamos a variar el encuadre y simplemente
vamos tomando fotografías en ciertos momentos. Con enfocar una sola vez,
podemos ir disparando cuando queramos sin perder el foco.

Seguramente habrá quien esté pensando que tener que pulsar dos
botones complica el proceso. Sinceramente, no es así. Separar
ambas funciones en dos botones hace mucho más fácil y eficaz
tomar una fotografía.

Ya no es necesario mantener pulsado el botón de disparo hasta


que decidimos disparar. El hecho de tener que mantener un botón
pulsado supone tener un dedo ocupado constantemente, además de
la tensión que eso provoca. Si estamos esperando mucho tiempo
puede acabar cansándonos.

El hecho de tener dicho dedo en tensión puede hacer que no


agarremos con la suficiente firmeza la cámara. Aunque parezca una
tontería, el hecho de que el botón de enfoque esté en la parte
posterior de la cámara crea un mejor agarre. Sin olvidar que en el
momento en el que soltamos el botón tenemos que volver a
enfocar sobre nuestro sujeto, lo cual no sucede si disociamos el
enfoque.
En cuanto a ventajas realmente efectivas, si estamos en una
situación en la que nuestro sujeto no se mueve, basta con
realizar una pulsación del botón de enfoque para tenerlo a foco.
Si no nos desplazamos ya no tendremos que volver a enfocar, a
menos que cambiemos de distancia focal.

Una vez hemos enfocado, podemos disparar todas las veces que
queramos, teniendo siempre nítido nuestro sujeto. Del modo
tradicional, cada vez que pulsamos el botón de disparo, la cámara
tratará de enfocar, por lo que el enfoque puede variar de una
fotografía a otra.

Un ejemplo claro sería la de un paisaje, pero imaginar que estamos


fotografiando a una persona. Si está quieta y la tenemos a foco,
simplemente debemos esperar al momento justo para apretar el botón
de disparo. Incluso si disparamos una ráfaga, todas las fotografías
estarán enfocadas en el mismo sitio.

Esta ventaja es aún mayor cuando utilizamos un trípode. Cada


vez que disparemos la cámara tratará de enfocar sobre el punto de
enfoque seleccionado. Con el enfoque disociado bastará con hacer
un enfoque previo al encuadre, a partir del cual podremos tomar
todas las fotografías que queramos. La otra opción sería desactivar
el AF (autofocus) una vez hemos enfocado.
En esta situación, una vez he enfocado el faro, siempre que no cambie la
distancia de enfoque, no necesitaré volver a enfocar mientras yo no me mueva.

Otra situación donde sacaremos mejores resultados es cuando


realizamos fotografías de acción o movimiento.

Es posible que haya gente que le cueste acostumbrarse al principio y


que en más de una ocasión se le olvide enfocar (a todos nos ha
pasado alguna vez), pero sólo es cuestión de tiempo acostumbrarse, y
los beneficios son grandes, te lo aseguro.

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