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Carta de

Gratitud y
Alabanza
“E invócame en el día de la angustia; te
libraré, y tú me honrarás.”
(Salmo 50:15)
Recientemente hemos vivido días de angustia, han sido
momentos oscuros, cada hora de esos días parecía más
negra que la que precedió, cuando llevamos a Rubén Elí
(uno de nuestros hijos) al hospital el martes 8 de Octubre no
sabíamos que íbamos a pasar por un Valle de Sombra y
lágrimas, después de varios exámenes le diagnosticaron
“Síndrome Nefrótico”, lo hospitalizaron por 31 días, el
ingresó con grado 2, en una escala del 1 al 5, el caso de
Rubén fue muy atípico, por varios factores, la edad en que
debutó con ese Síndrome, normalmente se presenta entre 2 a
6 años, a él se le presenta con 12 años, no se conoce al
momento la causa y fue totalmente asintomático, hay casos
que hemos conocidos donde niños que tienen la misma
enfermedad y permanecen estables en el grado con que
debutaron, a Rubén le avanzó en cuestión de pocos días a
grado 5 y de allí lo único que quedaba era la diálisis, como
efectivamente hicieron, desde ese momento nos dijeron:
--que el caso era irreversible y que debíamos movernos con
el trasplante de riñón lo más pronto posible, para mejorar la
calidad de vida del niño--.
Para estas ocasiones es oportuna la promesa “E invócame
en el día de la angustia” eso hemos hecho, en comunión
con todo el pueblo del Señor en Venezuela y fuera de ella,
conocíamos las suplicas y ruegos fervientes que se
presentaban cada momento ante el trono de gracia, llegó el
momento de la segunda parte del versículo “Te libraré”, el
viernes 1 de noviembre una doctora pediatra eco-grafista le
hizo un eco y le comentó a mi esposa que --los riñones
estaban bastante deshinchados, casi en su tamaño normal y
lo notaba con una mejoría considerable que lo clasificó en
grado 2--.
Algunas doctoras nefrólogas nos dijeron --que eso era
imposible, una nos dijo que en 10 años no había visto el 1er
caso que en que un paciente con Síndrome Nefrótico de
grado 4 o 5 llegara a bajar de escala, se consideran esos
casos crónicos e irreversibles--.
A partir de la siguiente semana, empezó a mejorar, después
de 8 secciones de diálisis, pautadas los lunes, miércoles y
viernes, luego, le suspendieron las mismas ya que sus
valores mostraban señales favorables de restauración.
La semana pasada tuvimos que asistir a una junta médica en
el Hospital J.M. De los Ríos (Caracas, Venezuela), el
propósito de ella era tratar el asunto del trasplante, --los
médicos presentes quedaron asombrados por su caso y como
se revirtió el diagnóstico--. Actualmente estamos en espera
de los resultados de una biopsia renal, Rubén mejora, su
micción es mayor y más clara, en medio de todo esto
percibimos que su fe en el Señor se ha fortalecido.
El Señor ha cumplido su parte, nos ha librado en el día de la
angustia y ahora nos toca cumplir con nuestra parte “y tú
me honrarás”, sabemos que por nuestro propia fuerza es
imposible, pero con su gracia decimos como el apóstol Pablo
“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”
(Filipenses 4:13).
Sin más y de nuevo expresando nuestra eterna gratitud, nos
despedimos,
Suyos por el Gólgota
Rubén Mendoza y Familia.

Clínica del Síndrome Nefrótico

Diálisis.

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