Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1255978687
1255978687
1. Introducción
La tortura es, actualmente, la modalidad de violación de derechos humanos más grave y extendida
en el Perú. Su práctica no se limita o asocia fundamentalmente a las personas investigadas por
delito de terrorismo, ni se inició con la aparición del terrorismo en 1980. En realidad, se trata de una
práctica enraizada en nuestra historia, de la que aún no podemos librarnos. El terrorismo no hizo
más que provocar y estimular el desborde de una conducta pre - existente en relación con el trato a
los detenidos por parte de la autoridad. Por eso es que hoy, la tortura se sigue aplicando a
detenidos por delitos comunes (en sede policial o en establecimientos penitenciarios), como
modalidad de instrumento disciplinario, a jóvenes reclutas que prestan el Servicio Militar Voluntario,
quienes apenas han cumplido la mayoría de edad (18 años) y por agentes de serenazgo municipal
en su función de seguridad ciudadana.
1
Ayacucho, Apurímac, Huancavelica, Ica, Huánuco, Puno, Ancash, Región Lima, Lima metropolitana, Junín,
La Libertad, Piura, Loreto, Callao, Cuzco, Lambayeque, Moquegua, Tacna, Ucayali,
1
3. Es practicada con métodos similares: golpizas sea con puños y/o pies,
golpes con objetos contundentes, agresiones sexuales, inmersión en recipientes con agua, sea
esta sucia o con detergente o lejía. Un porcentaje de las víctimas declaran haber sufrido también
tortura psicológica mediante amenazas, agresiones verbales, etc.
2
Casos de Huber Méndez Barzola, Pascual Espinoza Lome, Rolando Quispe Berrocal, Carlos Mallqui Gaspar,
Esteban Miñan Castro, Cesar Augusto Ayaucan Arguedas, Juan Camargo Tenicela, Burt Howard Chávarri
Castillo,Ricardo Huaringa Félix y Braulio Ñaca Chambilla.
2
se institucionalizaron y fueron aceptadas como normas para luchar contra la subversión,
generalizándose y expandiéndose con el transcurso de los años." 3
10. Es una práctica que mayoritariamente no se denuncia por miedo, por ignorancia, por
desconocimiento de dónde y cómo hacerlo, por amedrentamiento, amenazas u ofrecimientos
diversos; por imposibilidad de poder llevar una denuncia formal –los efectivos de la Policía
investigan a los Policías denunciados-, por sentimiento de impotencia, porque los procesos son
sumamente largos, complejos, las víctimas, testigos tienen que declarar en todas las etapas del
proceso, entre otros muchos factores.
11. Es un fenómeno no visibilizado en la sociedad, por las pocas denuncias que se realizan, por las
mínimas sentencias condenatorias, la insuficiente atención de los medios, por el
desconocimiento de la gente, etc.
La tortura se presenta hoy, sobre todo, en las comisarías y en las intervenciones a presuntos
delincuentes, también en algunas unidades especializadas de investigación de delitos comunes de la
policía (Dirincri, Comisaría de Mujeres); en los cuarteles de las Fuerzas Armadas respecto de los
reclutas del Servicio Militar Voluntario; en los centros penitenciarios del país y durante las
intervenciones que hacen los agentes del serenazgo municipal.
En sede policial se aplica tortura a los detenidos como castigo por haber incurrido en la infracción
que motivó su detención, en no pocos casos se tortura a los presuntos implicados en hechos
delictivos para obligarlos a aceptar su responsabilidad, aplicando un anacrónico criterio inquisitivo
que exige la confesión del culpable, en algunos casos las víctimas fallecieron como consecuencia de
las torturas.
En los cuarteles militares, las víctimas de torturas son los jóvenes reclutas que se presentan a
realizar el servicio militar voluntario, a quienes se les inflingen severos castigos físicos por no cumplir
debidamente la instrucción que les es impartida o por algún comportamiento que es considerado
incorrecto o que viola las reglas disciplinarias dentro de la instalación militar.
En los establecimientos penitenciarios, las torturas son inflingidas por los agentes penitenciarios a
los internos como una forma de castigo por el mal comportamiento o por haber realizado algún
reclamo ante las autoridades superiores. En algunos casos estas torturas han generado la muerte de
los reclusos.
El siguiente cuadro vemos los agentes responsables de los casos que actualmente patrocinamos.
Precisar que los casos que aun se encuentran en giro son 79, los mismos que comprenden a un
total de 107 víctimas.
3
Informe Final CVR. Tomo VI, Primera Parte –Sección Cuarta- Capitulo 1. Páginas 270 al 272.
3
Nº de Casos Agente Responsable
53 PNP
15 FFAA
07 INPE
04 SERENAZGO
TOTAL: 79
4. Víctimas
5. Marco Normativo
El 22 de febrero de 1998 entró en vigencia la Ley Nº 26926 que tipifica el delito de tortura y lo
sanciona como un delito contra la Humanidad, incorporándolo al Título XIV-A correspondiente del
Código Penal. Asimismo, se determina la competencia exclusiva del fuero común en el examen
judicial de los casos, quedando claro que no se trata de “delitos de función”. En noviembre del 2004,
el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial estableció la formación de un sub sistema especializado en
el juzgamiento de los crímenes en contra de los derechos humanos, entre los que se encuentra el
delito de tortura. Se encargó a la Sala Penal Nacional esta responsabilidad. Si bien esto significa un
avance, la experiencia de COMISEDH durante los últimos años ha permitido determinar que los
problemas que se presentan en torno al tipo penal de tortura son los siguientes:
4
"Articulo 2.- Para los efectos de la presente Convención se entenderá por tortura todo acto realizado
intencionalmente por el cual se inflijan a una persona penas o sufrimientos físicos o mentales con fines de
investigación criminal, como medio intimidatorio, como castigo personal, como medida preventiva, como pena
o con cualquier otro fin . Se entenderá también como tortura la aplicación sobre una persona de métodos
tendientes a anular la personalidad de la víctima o a disminuir su capacidad física o mental, aunque no
causen dolor físico o angustia psíquica.
4
b. Con relación a la deficiencia del tipo de tortura, podemos afirmar
que el tipo penal tiene un número cerrado de finalidades por las que se practica la tortura
("obtener de la víctima o de un tercero una confesión o información o de castigarla por
cualquier hecho que haya cometido o se sospeche que ha cometido o de intimidarla o de
coaccionarla"). Debería asumirse las finalidades establecidas en la Convención
Interamericana "(...) investigación criminal, medio intimidatorio, castigo personal, pena ,
cualquier otro fin", ampliándose las posibilidades de sancionar la tortura.
1. Antes de la denuncia de los hechos : las víctimas y sus familiares son amenazados para desistir
de denunciar los hechos. En algunos casos son convencidos por los agresores ofreciéndoles el
pago de dinero, o tramitarles el pago de pensiones de invalidez. En diversos casos no se cumple
con lo ofrecido y se retoman las amenazas.
3. Durante la etapa judicial: hay jueces que no abren instrucción por tortura, no dictan mandato de
detención en contra de los agresores, no determinan la responsabilidad en los agentes del
Estado con rangos superiores limitándose a los actores directos, se dictan sentencias con penas
mínimas para los responsables no acordes con la gravedad del delito cometido. La Corte
Suprema de Justicia no tiene hasta la fecha jurisprudencia uniforme al respecto, es más en un
caso reciente (Juan Zamudio Bocangel R.N 1776-2008) ha resuelto que el delito de tortura se
comete en un contexto de violencia política, esto ha generado que los agresores soliciten la
adecuación de los procesos por delito de tortura a uno por lesiones.
Las autoridades judiciales no otorgan reparaciones a las víctimas del delito de tortura, que sean
proporcionales al daño que se les ha causado. Esta afirmación queda sustentada en las sentencias
condenatorias que por delito de tortura se han dictado en nuestro país:
5
En el caso de la tortura y muerte de Pablo Pascual Espinoza Rivera, la Sala Penal de
Ayacucho condenó a los responsables a 4 años de pena privativa de libertad (más tarde
elevada a seis por la Corte Suprema) y al pago de S/.20,000 nuevos soles como
reparación civil. En este mismo distrito judicial, en la sentencia dictada en el caso de Huber
Mendez Barzola, se impuso a los responsables 6 años de pena privativa de libertad y se fijó
el pago de la reparación civil en S/. 6,000 nuevos soles. Siguiendo con este distrito judicial
en el caso de Rolando Quispe Berrocal, la sentencia condenatoria dispuso el pago de S/.
6,000, nuevos soles como reparación civil, la Corte Suprema elevó dicho monto a S/. 30,
000 nuevos soles.
La Sala Penal Nacional en las sentencias condenatorias que dictó los montos que estableció
no superaron los S/. 10,000 Nuevos soles
Los montos ínfimos e irrisorios fijados en cuanto al extremo de la reparación civil en las sentencias
señaladas demuestran que la judicatura no cumple con el deber de reparar. El Derecho Internacional
de los Derechos Humanos impone dos grandes obligaciones al Estado: un deber de abstención de
conculcar los derechos humanos y otro de garantía respecto de estos derechos. Este último se
refiere a las obligaciones del Estado de prevenir las violaciones, investigarlas, procesar y sancionar
a sus autores y reparar5 los daños causados.
El Estado está en el deber jurídico de prevenir, razonablemente, las violaciones de los derechos
humanos, de investigar seriamente con los medios a su alcance las violaciones que se hayan
cometido dentro del ámbito de su jurisdicción a fin de identificar a los responsables, de imponerles
las sanciones y de asegurar a la víctima una adecuada reparación 6, lo que en nuestro país no viene
sucediendo.
8. Peticiones al Estado
Tomar medidas efectivas para cumplir con sus deberes de prevenir, investigar y sancionar a los
responsables de actos de tortura.
Prevención:
5
En términos generales, reparar significa restaurar o rectificar por un caso injusto. Para las víctimas de tortura
el derecho a la reparación es una parte importante del proceso de curación.
6
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Sentencia de 29 de julio de 1988, caso Velásquez Rodríguez,
párrafos 166 y 174.
6
- Se sugiere difundir e implementar los Manuales de derechos humanos aplicados a la
función policial y a la función penitenciaria, adoptados en el 2006 y el 2008
respectivamente. En el caso de las Fuerzas Armadas se recomienda formular un Manual
de derechos humanos aplicado a la función militar.
- Capacitar a los operadores de justicia para que realicen una aplicación correcta del tipo
penal de tortura.
- Que la recientemente constituida Defensoría del Personal Militar regule como una de
sus funciones el brindar atención a las denuncias sobre actos de tortura cometidos
contra los alumnos de las escuelas de formación militar y los efectivos que vienen
prestando el servicio militar voluntario 7.
- Establecer con claridad la prohibición de la obediencia debida en los casos de tortura.
- Medidas administrativas: Deben establecerse instructivos que señalen que los actos de
tolerancia y práctica de tortura son muy graves, que constituirá una causal de cese o
pase a retiro del funcionario o servidor público. Asimismo, deben dictarse instructivos
que orienten a los agentes policiales, penitenciarias y de las Fuerzas Armadas para
actuar con respeto a los derechos fundamentales de las personas. Debe potenciarse la
apertura con la sociedad civil para coadyuvar a erradicar la práctica de la tortura.
- Mecanismos de control: Las oficinas de inspectoría deben ser preparadas para que
puedan realizar una efectiva investigación y aplicar una adecuada sanción
administrativa en casos de tortura. Se deben crear oficinas de derechos humanos o
potenciar las ya existentes en los sectores del Poder Ejecutivo, para que cumplan una
labor de vigilancia para evitar que se produzcan este tipo de prácticas. Debe
establecerse niveles de coordinación con la sociedad civil para el seguimiento de los
casos.
- El Estado peruano debe implementar el Protocolo Facultativo a la Convención de las
Naciones Unidas contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanas o
degradantes, para lo cual se debe instituir el mecanismo nacional de prevención que se
dispone, a través de una norma legal y con autonomía funcional, administrativa y
presupuestal. El Perú sobrepasó en octubre del 2007 el plazo de un año que tenía para
instituir el referido mecanismo nacional de prevención, encontrándose en moratoria.
Investigación:
- Los denunciantes, los testigos y otras personas que se encuentren en peligro deben
recibir la protección adecuada de parte del Estado.
- Garantizar que las autoridades estatales, investiguen inmediatamente casos de tortura e
inicien, cuando corresponda, el respectivo proceso penal.
- La suspensión del servicio activo a todo agente estatal de quien se tenga la sospecha
que haya cometido tortura, durante el proceso judicial y su inhabilitación en caso de ser
condenado.
Sanción:
7
Mediante Resolución Ministerial Nº 0562-2009-DE/SG, publicado en el diario “El Peruano” el 22 de junio de
2009, se aprueba la creación de la Defensoría del Personal Militar y como una sus finalidades es “a) la
defensa de los derechos del personal militar frente a cualquier amenaza o afectación directa a su bienestar”.
Dentro de este enunciado podría estar comprendida la propuesta formulada.
7
- Reforma normativa: Debe modificarse el tipo penal de tortura para que se establezca un
apropiado marco jurídico legal, adecuándola a la fórmula contenida en la Convención
Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura. En tal sentido se invoca que la
Comisión de Justicia y Derechos Humanos del Congreso brinde una pronta aprobación
del proyecto de ley 1707/2007-CR, que propone la tipificación de los delitos contra el
derecho internacional de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario,
y sea finalmente aprobado en el pleno del Congreso.
Reparación:
- Garantizar una reparación integral y proporcional para las víctimas del delito de tortura,
para estos efectos deberá establecerse de manera obligatoria que el Estado sea
comprendido, en los procesos por delito de tortura, como tercero civilmente responsable.
- Que las personas con discapacidad, como consecuencia de actos de tortura, sean
incorporadas al sistema integral de salud.
- Las víctimas de la tortura y las personas a su cargo deben tener derecho a recibir del
Estado una reparación inmediata, que incluya la restitución, una indemnización justa y
adecuada y la atención y la rehabilitación médica apropiadas.