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Generales
Clases
1. Pruebas directas e indirectas
2. Prueba indirecta o mediata, es la que existe en los supuestos en los que no se prueba
el hecho base de la norma cuya aplicación se pide, sino otros hechos de los que el
anterior se deduce. Estos otros hechos son los indicios o prueba indiciaria. La
directa o inmediata, tiende a establecer el hecho base presupuesto de la norma de la
que se pide su aplicación.
Esta distinción se realiza en función de la naturaleza del medio de prueba (en realidad,
fuente de prueba), que puede ser personal (interrogatorio de las partes, interrogatorio de los
testigos, prueba pericial, e incluso reconocimiento judicial), o real (prueba documental y
medios de la reproducción del sonido o la imagen e instrumentos de archivo).
Se realiza esta clasificación en función del origen y del destino de los medios de prueba. La
preconstituida, a diferencia de la causal, se configura antes del proceso (v. gr. documento),
y existe aunque no llegue a producirse éste, mientras que la causal se crea en el proceso (v.
gr. declaración del testigo).
La prueba principal es aquella que está referida a los hechos que constituyen el supuesto de
la norma cuya aplicación se pide, es decir hechos constitutivos, impeditivos, extintivos y
excluyentes. Las normas sobre carga de la prueba determinarán quien debe probar cada uno
de estos hechos. La contraprueba es la que realiza la otra parte, tendente a desvirtuar la
principal.
Por otra parte, la prueba de lo contrario es algo totalmente distinto y guarda relación con las
presunciones. Si un hecho se da por existente en base a una presunción, la actividad
tendente a desvirtuarlo, se denomina "prueba de lo contrario". En el artículo 434 C.C.,
existe un ejemplo claro; la posesión de la buena fe se presume, pero puede afirmarse la
mala fe y probarse.
La distinción, consiste en que si la Ley exige el pleno convencimiento del juzgador estamos
ante una prueba plena, mientras que en los otros casos en los que basta con la mera
probabilidad o verosimilitud, se trata de una prueba semiplena. A ésta se refiere la Ley
cuando habla de "acreditar", "justificar", o de "principio de prueba".
Tenemos que advertir que todas estas clasificaciones sobre la prueba, no son pacíficas
doctrinalmente y que existen otras formas de clasificarlas.